Libro Aniversario - Ayuntamiento de Moncada

CINCUENTA
AÑOS QUE
HACEN
TRADICIÓN
Creo que una de las condiciones que dan personalidad propia a
un pueblo es el amor que muestra a sus tradiciones y a sus peculiaridades.
El amante de su pueblo las valora y las enaltece sin
admitir comparación con las de las poblaciones vecinas. Basta
que formen parte de su historia o de su quehacer cotidiano para
considerarlas un tesoro a guardar y exhibir. Y ese amor configura
la personalidad de una comunidad ciudadana.
Alguna vez pensé durante mis años de vida en Moncada, si los
hijos de ese pueblo encantador de la huerta norte de Valencia
valoran, como se debe, sus tradiciones y sus peculiaridades.
Quizá el sentido personalista del trabajo agrícola que marca la
vida de Moncada, crea en sus hijos el desinterés por lo que les es
común a todos. Quizá la cercanía de la gran ciudad genera puntos
de referencia, puntos para fijar la atención, fuera de los límites
del pueblo.
Como quiera que el tramo más largo de mi ya larga vida ha transcurrido
en Moncada, aprendí a amar sus cosas, puede que con el
desinterés bienhechor de quien ama sin compromisos.
Valore sus fiestas y sentí que no fuesen totalmente participativas.
Gocé del sentido musical de la ciudad, encarnado en buenos músicos
y, solo entonces, en el Centro Artístico Musical. Considere
las naranjas de sus campos como las mejores de la huerta valenciana.
Gocé de su clima benigno oreado por la brisa marina que
le brinda la llanura sin obstáculos hasta el mar.
Percibí con preocupación que los moncadenses no acabasen de
percatarse de la trascendencia que para el futuro de la ciudad
suponía la creación del Patronato de Educación y Cultura con sus
colegios y con los servicios creados a su sombra.
Gocé animando y participando en las actuaciones de la Coral del
Patronato, que forma parte ya de la tradición del pueblo con sus
más de cincuenta años de existencia.
Y naturalmente, volqué todo mi interés en las representaciones
de la Pasión del Señor.
Este año, al cumplir el Misterio de la Pasión de Moncada sus Bodas
de Oro, creo que es la ocasión de remachar con clavos, también
de oro, este valor religioso y artístico en las páginas de la historia
de la ciudad. El Misterio de la Pasión de Moncada debe formar
parte viva de la tradición de la ciudad.
No podemos olvidar que todo lo que compone la representación
del Misterio es producto genuino de Moncada: su libreto, su música,
sus actores...
Es significativo y peculiar, ante todo, que el escenario de las representaciones
forma parte de su trama urbanística. Se asoma a
sus calles durante todo el año. El escenario de la Pasión dialoga
con la ciudad.
Merece una valoración especial el abnegado grupo de personas,
que trabajan en la sombra, para que la representación sea posible
cada año. Uno de los grupos humanos más característicos de
Moncada, asentado en la historia de la ciudad.
Pero ante todo, el Misterio es una catequesis plástica de la pasión
del Señor, que nos ayuda a vivir los entrañables días de la Semana
Santa. El Misterio es para los creyentes cristianos un complemento
pedagógico de lo que esos días se vive en la intimidad del
templo. Es una oferta seria de fe para todos los ciudadanos, cualquiera
que sea su actitud religiosa. Y es un servicio que Moncada
presta a tantas personas que desde fuera acuden a la ciudad para
gozar de sus representaciones.
Cincuenta años de representaciones son ya un valor histórico,
Hay que cuidarlo con cariño y con dedicación.
Muy ilustre
Sr. D. Juan Pérez Navarro
Canónigo de la Catedral
50 aniversario Misterio de la Pasión Pág. 9