DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL OJO ROJO
DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL DEL OJO ROJO
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Escleritis. La inflamación escleral se produce por necrosis secundaria a vasculitis o<br />
colagenolisis por reacciones de autoinmunidad. En ambos casos es un indicador de mal<br />
pronóstico de una enfermedad autoinmune de base, y requiere de un manejo sistémico.<br />
Clínicamente puede presentarse como un ojo rojo localizado muy doloroso, y al examen<br />
se observa una coloración violácea de la esclera por necrosis. En caso de escleritis más<br />
posteriores hay compromiso de la agudeza visual y edema de papila al examen de fondo<br />
de ojos.<br />
Hemorragia sub-conjuntival. Existiendo el antecedente de trauma ocular, un paciente<br />
con hemorragia subconjuntival debe ser derivado para evaluación por oftalmólogo, a fin<br />
de descaratar una herida escleral oculta. Las hemorragias sin antecedente traumático son<br />
una condición benigna, frecuente y autolimitada. Los factores desencadenantes más<br />
frecuentes son el stress, las maniobras de valsalva y el uso de anticoagulantes o<br />
antiagregantes. No requiere tratamiento específico, salvo tranquilizar al paciente y<br />
esperar su resolución espontánea en dos a tres semanas.<br />
4.- Ojo rojo periquerático de origen intraocular.<br />
A nivel del limbo esclerocorneal se produce una anastómosis entre los vasos<br />
superficiales de la conjuntiva y espiesclera con los vasos intraoculares de la úvea. De<br />
este modo la inflamación intraocular produce una hiperemia que es predominantemente<br />
visible en los vasos superficiales periqueráticos, y este hallazgo constituye por si sólo<br />
un criterio de derivación al especialista.<br />
Queratitis Infecciosa. La invasión del tejido corneal por microorganismos patógenos<br />
ocurre solamente cuando existe algún factor predisponente, siendo los más frecuentes el<br />
uso de lentes de contacto, el traumatismo corneal con vegetales y la inflamación crónica<br />
de la superficie ocular. Se manifiesta por ojo rojo periquerático con ardor, dolor y<br />
fotofobia. Se observa una disminución de la transparencia corneal focal o difusa, que<br />
puede teñir con fluoresceína si existe alguna ulceración.<br />
La queratitis por virus herpes es un cuadro relativamente frecuente observado en<br />
relación a una reactivación del virus varicela-zoster o herpes simple. Se observa<br />
característicamente una úlcera corneal de aspecto dendrítico y una queratitis de<br />
intensidad variable, que suele responder a la terapia con aciclovir tópico o sistémico.<br />
Otras causas de queratitis no infecciosa son:<br />
• Queratitis actínica por exposición aguda a radiación UV o soldadura al arco.<br />
Propia de esquiadores principiantes o aprendices de soldadores. Se resuelve<br />
espontáneamente en 48 a 72 hrs.<br />
• Queratitis traumáticas que incluye las erosiones por cuerpo extraño tarsal o la<br />
incrustación de cuerpo extraño en el estroma corneal (esquirlas metálicas).<br />
• Queratitis por lente de contacto. Cuadro agudo característico de usuarios de<br />
lentes de contacto no desechable que se quedan dormidos con ellos. Se produce<br />
un edema corneal e inflamación por hipoxia que se resuelve espontáneamente.<br />
• Queratitis autoinmune. A diferencia de las queratitis infecciosas que producen<br />
úlceras corneales centrales, las queratitis autoinmunes producen ulceraciones<br />
periféricas que pueden evolucionar a la perforación de no instaurarse la terapia<br />
inmunosupresora sistémica oportuna.