Conociendo a Jesus - Iglesia Adventista Agape
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la leY de dios Y el sÁbado<br />
comienzo de todo en este mundo. Cuando Adán y Eva aún vivían en el<br />
Edén todo era perfecto. Ellos podían ver a Dios, hablar cara a cara con<br />
él, lo conocían y también conocían su voluntad.<br />
Cuando ellos desobedecieron (pecaron) se hicieron esclavos del pecado.<br />
Antes ellos vivían en la libertad que entrega Cristo pero por el<br />
pecado perdieron esa libertad, se hicieron esclavos de Satanás. Sólo la<br />
fe en el sacrificio del cordero (que representaba el Sacrificio de Jesús)<br />
podía darles nuevamente libertad en Jesús. Pero como habían pecado<br />
ellos ya no podían ver cara a cara a Dios, por esto Dios debió entregarles<br />
un decálogo que refleje su voluntad para que de esta manera el<br />
hombre pudiera obedecerle nuevamente.<br />
Es interesante notar que el hombre debió ser libre del pecado, antes de<br />
poder obedecer. Alguien que es esclavo del pecado, puede conocer la voluntad<br />
de Dios, pero no puede obedecerle plenamente, porque es esclavo<br />
de Satanás. Solo cuando es liberado por la sangre de Jesús, el hombre<br />
puede obedecer a Dios en libertad. Esto es algo que aprendimos de la<br />
historia de Israel. Cuando Dios envió a Moisés para liberar al pueblo de<br />
la esclavitud de Egipto no les dijo: Aquí están los 10 mandamientos, si los<br />
obedecen, si se portan bien los liberaré. No fueron así las cosas.<br />
La Biblia nos cuenta que lo único que tuvieron que hacer los Israelitas<br />
para ser libres de Egipto fue pintar las puertas de su casa con la sangre<br />
de un cordero porque sólo la sangre de Jesús, “el cordero de Dios que<br />
quita el pecado del mundo”, nos hace libres del pecado. Luego de la<br />
liberación del pueblo, cuando ya habían salido de Egipto y cruzando el<br />
Mar Rojo, entonces Dios les dio los 10 mandamientos. No para ser libres,<br />
puesto que ellos ya eran libres, sino para que supieran cómo vivir<br />
en libertad. Los 10 mandamientos no son para sacarnos del pecado,<br />
no nos salvamos por obedecer, lo único que nos salva de la esclavitud<br />
del pecado es la sangre de Jesús. Los 10 mandamientos son para que<br />
una vez libres del pecado por la sangre de Jesús no volvamos a caer en<br />
esclavitud, sino que aprendamos a vivir en libertad.<br />
•<br />
Lea el siguiente párrafo varias veces y luego escríbalo usando sus<br />
propias palabras. Trate de no dejar ninguna idea afuera.<br />
“Los grandes principios de la ley de Dios son incorporados en los Diez<br />
Mandamientos y ejemplificados en la vida de Cristo. Ellos expresan el