Capítulo V: Enfrentar las incertidumbres - Red Escolar
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<strong>Capítulo</strong> V: <strong>Enfrentar</strong> <strong>las</strong> <strong>incertidumbres</strong> 1<br />
«Los dioses nos dan muchas sorpresas:<br />
lo esperado no se cumple y para lo inesperado<br />
un dios abre la puerta.»<br />
EURÍPEDES<br />
Las ciencias nos han hecho adquirir muchas certezas, pero de la misma manera<br />
nos han revelado, en el siglo XX, innumerables campos de incertidumbre. La<br />
educación debería comprender la enseñanza de <strong>las</strong> <strong>incertidumbres</strong> que han<br />
aparecido en <strong>las</strong> ciencias físicas (microfísica, termodinámica, cosmología), en <strong>las</strong><br />
ciencias de la evolución biológica y en <strong>las</strong> ciencias históricas.<br />
Se tendrían que enseñar principios de estrategia que permitan afrontar los riesgos,<br />
lo inesperado, lo incierto, y modificar su desarrollo en virtud de <strong>las</strong> informaciones<br />
adquiridas en el camino. Es necesario aprender a navegar en un océano de<br />
<strong>incertidumbres</strong> a través de archipiélagos de certeza.<br />
La fórmula del poeta griego Eurípides, que data de hace 25 siglos, es ahora más<br />
actual que nunca. “Lo esperado no se cumple y para lo inesperado un dios abre la<br />
puerta.” El abandono de los conceptos deterministas de la historia humana que<br />
creían predecir nuestro futuro, el examen de los grandes acontecimientos y<br />
accidentes de nuestro siglo XX, todos inesperados, el carácter en adelante<br />
desconocido de la aventura humana, deben incitarnos a preparar nuestras mentes<br />
para esperar lo inesperado y afrontarlo. Es imperativo que todos los que tienen la<br />
responsabilidad de la educación estén a la vanguardia con la incertidumbre de<br />
nuestros tiempos.<br />
Aún no hemos incorporado en nosotros el mensaje de EURÍPEDES que es<br />
esperarse lo inesperado. El fin del siglo XX ha sido propicio, sin embargo, para<br />
comprender la incertidumbre irremediable de la historia humana.<br />
Los siglos anteriores siempre creyeron en un futuro bien fuera repetido o<br />
progresivo. El siglo XX ha descubierto la pérdida del futuro, es decir, su<br />
impredecibilidad. Esta toma de conciencia debe estar acompañada de otra<br />
retroactiva y correlativa: la de la historia humana que ha sido y sigue siendo una<br />
aventura desconocida. Una gran conquista de la inteligencia sería poder, al fin,<br />
deshacerse de la ilusión de predecir el destino humano. El avenir queda abierto e<br />
impredecible. A través de la Historia ha habido determinaciones económicas,<br />
sociológicas, entre otras, pero éstas están en relación inestable e incierta con<br />
accidentes y riesgos innumerables que hacen bifurcar o desviar su curso.<br />
1 Tomado del texto “Los siete saberes de la educación”. Edgar Morín.
Las civilizaciones tradicionales vivían con la certeza de un tiempo cíclico cuyo<br />
funcionamiento debía asegurarse por medio de sacrificios, a veces humanos. La<br />
civilización moderna ha vivido con la certeza del progreso histórico. La toma de<br />
conciencia de la incertidumbre histórica se hace hoy día con el derrumbamiento<br />
del mito del Progreso. Un progreso es ciertamente posible, Pero incierto. A esto se<br />
suman todas <strong>las</strong> <strong>incertidumbres</strong> debidas a la velocidad y a la aceleración de los<br />
procesos complejos y aleatorios de nuestra era planetaria que ni la mente humana<br />
ni un supercomputadora ni ningún demonio de La place podría abarcar.