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truirse para ir generando
un nuevo imaginario,
nuevas perspectivas de
futuro. Porque el despertar
del sueño puede ser
terrible si la izquierda no
lo acompaña de propuestas
fuertes y sólidas.
Armando Fernández
Steinko: Concretemos
más. ¿Por qué el neoliberalismo
consigue estabilizar
su poder políticoideológico
durante tantas
décadas? El efecto
caída del Muro de Berlín
efectivamente es fundamental,
también el efecto
“fin de la historia”, los
aspectos culturales asociados
a un cambio en el
sistema laboral que apunta hacia la individualización de las
relaciones laborales, la subcontratación, la reorganización empresarial…
son valores muy importantes. Pero creo que tenemos
que ir algo más allá para explicar la paradoja terrible de
que nunca ha aumentado tanto la desigualdad, incluso en los
países desarrollados, y nunca ha sido tan pasiva la izquierda y
no han sido tan difíciles sus condiciones organizativas, ideológicas,
como después de los años ochenta… En los años noventa
en España sufrimos una crisis gravísima (1992-93), el desempleo
sube casi hasta el 24-25%, una buena parte del proletariado
industrial tradicional se queda en la calle, ¿cómo consigue
el Partido Popular recuperar la hegemonía política y estabilizar
un proceso que yo llamo de creación del capitalismo
popular inmobiliario? ¿Solamente convenciendo a esos obreros
que están en la calle de que su futuro está en convertirse en
autónomos y en empresarios? No, ese es un discurso ideológico
importante, pero no suficiente. Lo que hace el PP es iniciar
un ciclo de acumulación creando las condiciones económicas
para dar pie a una etapa de crecimiento económico basado en
la especulación con bienes inmuebles. Muchísimos autónomos,
muchísimas PYMES, que se crean sobre todo en el Levante,
en Málaga, Almería, Murcia, en las islas, se crean a partir
de trabajadores que estaban en el paro y que se convierten
en autónomos vinculados al sector de la construcción. Y a esas
personas no sólo se les vende el mensaje neoliberal de la posibilidad
de hacerse empresarios, sino que se les da la posibili-
crisis
dad, obviamente no sostenible, pero real, no se trata de una
invención ideológica, de salir de la cuneta del desempleo e
incluso de convertirse en futuros empresarios. Se les abre una
perspectiva de desarrollo familiar y personal que en algunos
casos ha acabado en pequeñas fortunas, y en muy pocos casos
en grandes fortunas. Y eso es lo que me hace sentirme optimista
en este momento, a pesar de que reconozco que los cambios
ideológicos son lentos. Ese pequeño empresario que ahora está
en el paro y cuyo sueño de hacerse un pequeño capitalista
se ha visto frustrado por la crisis, no va a votar a la izquierda de
la noche a la mañana, pero las bases objetivas de su momentánea
adscripción ideológica están desapareciendo, porque
obviamente el sector inmobiliario ya no va a poder crecer de la
misma forma. ¿Qué es lo que va a pasar? A corto plazo la derecha
va a seguir manteniendo un buen número de votos, pero
va a sufrir una erosión importante de sus valores, debido a que
se está hundiendo con esta crisis la base material de esa ideología
individualizadora que explica el vuelco electoral en los
años noventa hacia el Partido Popular.
Viejo Topo: Puede que en muchas personas se socaven las
bases de esa ideología, pero para que se produzca un trasvase
de votos o de ilusiones hacia la izquierda hay que ofrecerles soluciones
para que puedan escapar a la crisis. Y hoy por hoy la
izquierda carece de fuerza incluso para hacerse oír, y eso suponiendo
que tenga algo que decir. Como sabéis, en Cataluña
El Viejo Topo / 71