especialidad - Sport City

En
LECOmTE
tHe loNGest sWim
Texto: Alberto Ugalde Buenfil
En 1998, el arquitecto francés Ben Lecomte fue la primera persona en la historia
que cruzó a nado el océano Atlántico sin ningún dispositivo de flotación. Era
una proeza difícil de creer, que ahora es doblemente intrépida al nadar en el
poderoso océano Pacífico, en el reto conocido como The Longest Swim.
Leía que el afamado escritor Haruki Murakami, en su libro De qué hablo cuando
hablo de correr, narró que escribir es una “labor física”. Ahonda en esto y
describe al deporte como una mezcla espiritual, psicológica y estilística, mientras
analiza la dualidad maquinal y espiritual del ser humano con base en lo
78 DEPORTEÍSMO
que creería un martirio: las carreras
de ultramaratón. Sin embargo, la disciplina
era un mapa donde hallaba las
coordenadas de su existencia. Conociendo
esto, ¿qué pensarían de una
experiencia más ardua, de otro ultramaratonista,
pero que en vez de correr,
vuela? Primero, probablemente
se preguntarán qué significa “volar”,
naturalmente. En esencia, ¿qué es, si
no, nadar?
obviamente algunos confunden las
proezas de Murakami o Lecomte con
un deseo oculto por morir y se distraen
de sus búsquedas en lo insondable
de nuestros límites físicos y mentales.
Si los atendemos y conocemos
sus circunstancias, en nosotros se
propaga una emoción conmovedora,
dado que metas como la de Lecomte
describen nuestra responsabilidad e
interconexión con otros seres humanos
y la naturaleza. Su base tiene fines
altruistas y trata de probar cómo
forjamos nuestro destino. Nada extraño,
ha dedicado su más reciente nado
a su padre (fallecido en 1991), como
hizo con el del Atlántico, además de a
quienes viven desfavorecidos, que luchan
y necesitan inspiración.
AuRORAS mARInAS
Nacionalizado estadounidense, Benoît
Lecomte se fijó este nuevo objetivo
para la primavera boreal. El desafío es
de unos 8,000 km y se supone que durará
cinco meses. Pero el escenario es
tan distinto al de hace casi quince años
en el Atlántico (realizó esa proeza en
1998) que al concluir tal vez exclamará:
“nunca más”. Algunos dudaron del
logro entre Cape Cod, Massachusetts,
y quiberon, Francia; más bien lo hacían
de ellos mismos, no entendían a Ben ni
a las metas desinteresadas.
En cuanto a alguna información, Lecomte
hizo suyo el Atlántico escoltado
por un barco en el que descansaba
luego de nadar en promedio seis horas
seguidas. En total le tomó 73 días superar
la meta, una a la que no muchos
le apostarían; aunque hoy, ¿quiénes se
la jugarían con símbolos de resistencia,
para mantenerse en movimiento y
nunca claudicar? Sólo quienes sueñan.