Cuando el presidente Calde - Libertas
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SIN AMBAGES<br />
42<br />
libertas.com.mx<br />
POR ODETTE RIVAS | orivas3@gmail.com<br />
Tolerancia, legalidad<br />
y cultura de la denuncia<br />
Se dice que en la cruenta<br />
“lucha” contra <strong>el</strong> narcotráfico,<br />
en casi seis años, lleva<br />
casi 100 mil muertos, de los que se<br />
sabe, pero de los no registrados, se<br />
dice que pueden duplicar <strong>el</strong> número<br />
y eso que, supuestamente, estamos<br />
en tiempos de paz. Esta situación ha<br />
dejado a la luz la incapacidad de las<br />
autoridades de seguridad pública,<br />
procuración de justicia y los tribunales<br />
para dar solución al problema,<br />
pues los resultados ponen de manifiesto<br />
que es tal la impunidad, que<br />
no importa cuantas veces d<strong>el</strong>incan<br />
ni la gravedad de los d<strong>el</strong>itos, ya que<br />
pueden salir por la puerta de entrada<br />
de cualquier reclusorio si saben a<br />
quién sobornar, como ha quedado<br />
expuesto en cuanta fuga de reos se<br />
ha presentado.<br />
Lo anterior, nos muestra que en nuestro<br />
país <strong>el</strong> Estado de Derecho es inexistente,<br />
porque es un problema de percepción, es<br />
decir, si las autoridades responsables aplican<br />
o no aplican la ley, y en México, sabemos<br />
que la ley no se aplica.<br />
Los mexicanos adolecemos de varios<br />
problemas de difícil solución si los ciudadanos,<br />
es decir, los que no estamos insertados<br />
en algún partido político o en algún ente<br />
público, no nos decidimos a que las cosas<br />
cambien realmente.<br />
Por principio de cuentas, siempre es muy<br />
sencillo hacer <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de víctima y decir<br />
que los otros, los que toman decisiones no<br />
saben tomarlas y siempre nos afectan, pero<br />
nosotros nos negamos sistemáticamente a<br />
tomar las decisiones que nos corresponden<br />
y, sobre todo, a ser responsables, pues <strong>el</strong><br />
pap<strong>el</strong> de víctima es sencillo; los malos, son los<br />
otros y nosotros no hacemos nada por remediar<br />
la situación.<br />
Es necesario que desarrollemos una cultura<br />
de tolerancia mediante la cual podamos<br />
permitirnos escuchar, respetar a las demás<br />
personas en su forma de pensar, de ver las<br />
cosas, de sentir o simplemente de ser, porque<br />
la tolerancia tiene que ver con qué tanto nos<br />
aceptamos a nosotros mismos, para poder<br />
aceptar a los demás; es <strong>el</strong> imperio de la equidad<br />
para no hacer distinciones sin cortapisas,<br />
porque los grandes cambios no vienen de<br />
fuera, sino desde dentro de nosotros mismos.<br />
La tolerancia es un <strong>el</strong>emento fundamental<br />
para comenzar a ver cosas interesantes y<br />
grandes en este país de enormes diferencias<br />
y desigualdades. Si comenzamos por la tolerancia<br />
nos llevará a conducirnos con mayor<br />
honestidad y honradez, porque partiremos<br />
de conocernos primero a nosotros mismos<br />
y no podemos pedir lo que no tenemos, por<br />
eso no aceptamos lo que consideramos diferente,<br />
porque en realidad ni siquiera sabemos<br />
cómo somos.<br />
Por otra parte, la cultura de la legalidad<br />
comienza porque nosotros los ciudadanos<br />
comencemos a someternos a las normas,<br />
desde las más sencillas, como respetar los<br />
reglamentos de tránsito y de ahí, todas las<br />
demás, pues siempre anteponemos nuestro<br />
interés personal a cualquier norma, por más<br />
que precisamente las normas tengan como<br />
función lograr una mejor convivencia; es<br />
increíble que esperemos que nuestras autoridades<br />
respeten las normas, si <strong>el</strong>los, no son<br />
más que reflejo de nosotros mismos, entonces,<br />
¿por qué pedimos que respeten las<br />
normas?<br />
Si comenzamos por respetar las normas<br />
en general, por simples y molestas que nos<br />
parezcan, <strong>el</strong> paso siguiente será desarrollar<br />
“Lo encorvado se endereza,<br />
lo torcido se rectifica, lo hueco se<br />
llena, lo viejo se renueva,<br />
lo poco se logra, lo numeroso<br />
se embrolla”.<br />
Lao Tse<br />
la cultura de la denuncia, herramienta<br />
indispensable para que las autoridades comiencen<br />
a sentir la presión de la sociedad,<br />
respecto al cumplimiento d<strong>el</strong> derecho a la<br />
paz y la tranquilidad que forma parte de<br />
los derechos humanos de los que tanto les<br />
preocupa hablar. La cultura de la denuncia<br />
bien arraigada en la conciencia de los ciudadanos,<br />
nos llevará a levantar denuncias<br />
por cuanto hecho que nos afecte y obligar<br />
a la autoridad a que quede constancia de<br />
las agresiones de que somos objeto, como<br />
peatones, automovilistas, personas o ciudadanos<br />
y que sufrimos en los lugares en<br />
los que vivimos.<br />
La manera en que la autoridad ha encontrado<br />
para “bajar” <strong>el</strong> índice de violencia<br />
y de d<strong>el</strong>incuencia ha sido desmotivar a los<br />
denunciantes, señalándoles todas las complicaciones<br />
que siguen después de una<br />
denuncia o incluso, insultando al denunciante,<br />
haciéndole sentir que se autorobó<br />
o se autoinfligió una lastimadura, como si<br />
uno no tuviera otra cosa qué hacer que ir<br />
a perder <strong>el</strong> tiempo con <strong>el</strong>los. En los lugares<br />
donde se presentan denuncias las esperas<br />
son largas, tanto que se puede perder<br />
toda una jornada de trabajo y eso lo hace la<br />
“autoridad” para cansar al denunciante y<br />
evitar que quede consignada la denuncia,<br />
porque cuando realice su reporte dirá que<br />
como <strong>el</strong> índice de denuncias es bajo, <strong>el</strong> niv<strong>el</strong><br />
de d<strong>el</strong>itos, también lo es.<br />
Los culpables de que este estado de cosas<br />
no cambie, entonces somos nosotros<br />
mismos, por no exigir a nuestras autoridades<br />
que realicen su trabajo de manera<br />
rápida y exigir nuestros derechos, pero<br />
cómo vamos a hacerlo si sabemos que<br />
nosotros, tampoco los cumplimos. Pero<br />
usted, ¿qué opina?<br />
7 octubre 2012