MOVIMIENTO VERDE - RUA
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No escapa a nadie que la historia más reciente de Huelva viene marcada por la<br />
influencia que tiene la instalación de un “polo de promoción industrial” 52 , instalación<br />
que si bien fue recibida en su momento con júbilo (véase en CRUZ, 2000), al cabo de<br />
los años y, entre otras consecuencias, produce un deterioro de la calidad de vida<br />
ambiental 53 de la ciudad, aspecto éste que forma parte de las preocupaciones de la<br />
población onubense respecto a su ciudad 54 . Esta preocupación colectiva respecto al polo<br />
y sus consecuencias ecológicas, que apenas hemos esbozado, tiene una gran importancia<br />
simbólica para el movimiento ecologista en Huelva, para la Plataforma Parque Moret y<br />
para actores de relevancia pública y política del proceso que describimos ahora. Actores<br />
que juegan en sus discursos con la idea de que Huelva se merece y necesita el Pulmón<br />
Verde (objetivo prioritario de la Plataforma). Los fragmentos que siguen ilustran este<br />
punto:<br />
“Huelva tiene razones históricas como para reivindicar este gran pacto por la naturaleza: la ubicación<br />
del Polo Químico y la lentitud en la aplicación de medidas correctoras anticontaminantes, han de ser<br />
compensadas por la ciudad” (Juan Ceada, Portavoz del Grupo Municipal Socialista. PSOE. Moción que<br />
presenta el grupo municipal socialista sobre el Parque Moret, 14-3-97).<br />
“Huelva necesita imperiosamente una zona verde donde todo el mundo pueda desintoxicarse de la<br />
contaminación del Polo Químico.” (según declaraciones de Gonzalo Castellano y Juan José Bejarano, de<br />
la Asociación de Vecinos Los Jardines de Santa Marta, citadas por Padua, A.: „Reportaje Parque Moret:<br />
un debate abierto“, en Huelva Información, 1-12-96).<br />
La Plataforma Parque Moret, como cabeza que dirige el movimiento que<br />
relatamos ahora, ha pasado en estos últimos años por etapas diferenciadas, en las que las<br />
dinámicas internas y externas que se han producido son de diverso orden 55 .<br />
52 A raíz del Decreto 153/1964, de 30 de enero (B.O.E., nº 27, 31-1-1964, pp.1374-1375) empieza a<br />
desarrollarse en España una política de polos que intentaba romper la vieja adscripción industrial a tres<br />
núcleos clásicos -Madrid, Barcelona y País Vasco- (De Miguel y Salcedo, 1972).<br />
53 Ya a inicios de los ochenta recogía Fourneau (1983:258) que esta alta concentración y especialización<br />
del polo en el sector de la industria química pesada había “entrañado un cortejo considerable de<br />
perjuicios“.<br />
54 Véase en Gualda (1997), donde aparecen reseñados los datos de diversos estudios sociológicos<br />
realizados al respecto en Huelva. Ha de tenerse en cuenta también, según describíamos Domínguez y<br />
Gualda (2000:147 y ss.) respecto al “Estudio sobre residuos sólidos urbanos en la ciudad de Huelva,<br />
hábitos ecológicos, de consumo y alimenticios de los onubenses“ realizado en 1997, que dicha<br />
preocupación por el medio ambiente no se traducía directamente en hábitos proclives al cuidado del<br />
mismo en una parte importante de la población.<br />
55 Según describe Melucci (1994), que los movimientos sociales pasan por fases de latencia, en las que de<br />
una gran visibilidad y proyección pública previa, se orienta la acción hacia llevar a cabo funciones de<br />
control, vigilancia, seguimiento de los acuerdos,... Sawyers y Meyer (1999) se refieren de manera similar<br />
a “abeyance structures“, caracterizándolas como un tipo de estructuras creadas por el movimiento que se<br />
muestran menos visibles al público en algunas fases del movimiento pero que facilitan la supervivencia<br />
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