Estatutos G.O.E. - Gran Logia Provincial de las Islas Baleares

CAPITULO SÉPTIMO
DEL LIMOSNERO U HOSPITALARIO
Art. 145.— El Limosnero u Hospitalario de un Taller es el fiel depositario de
los fondos de Beneficencia y el encargado de visitar a los hermanos enfermos,
consolándolos y ofreciéndoles toda especie de socorros posibles.
Art. 146.— La Caja del Limosnero es independiente de la del Tesorero. Sus
fondos están destinados exclusivamente al socorro de los desgraciados, y no
pueden dedicarse a otro objeto bajo ningún concepto.
Art. 147.— La cantidad en efectivo que el Limosnero haya de conservar en
su poder y la cantidad y forma en que deba estar depositado el resto de las
existencias se determinarán por acuerdo del Taller o por el Reglamento interior del
mismo.
Art. 148.— Son deberes del Limosnero:
Primero.— Custodiar fielmente los fondos del Tronco de Beneficencia, de
cuya seguridad es responsable directa y personalmente ante el Taller.
Segundo.— Hacerse cargo en cada tenida del producto del saco de
Beneficencia, así como de las cantidades que arroje cualquier otra cuestación
voluntaria, suscripción, renta, donativo o multa para fines benéficos.
Tercero.— Satisfacer con los fondos de su cargo los socorros que acuerde el
Taller y los que determine el Presidente, dentro de los límites fijados por el
Reglamento interior.
Cuarto.— Exigir que se anote en el acta de cada sesión las cantidades
recaudadas y su procedencia.
Quinto.— Cuidar de que ningún hermano se retire del Templo sin haber
cubierto el saco de Beneficencia.
Sexto.— Circular en las tenidas el saco de Beneficencia, cuyo producto
interviene el Orador a presencia del Experto y anota el Arquitecto Revisor.
Séptimo.— No pagar ni entregar cantidad alguna sin previo libramiento
expedido por el Secretario, firmado por el Presidente y con el “intervine” del
Arquitecto Revisor.
Octavo.— Rendir cuentas trimestralmente a la Comisión de Hacienda en la
forma y fechas fijadas al Tesorero en el articulo 135, párrafo 10.
Noveno.— Dar al Taller o al Presidente cuantos informes le sean pedidos
acerca de los fondos de Beneficencia.
Art. 149.— Son también deberes del Limosnero u Hospitalario:
Primero.— Visitar frecuentemente a los hermanos enfermos, prodigándoles
consuelo.
Segundo.— Averiguar las necesidades en que pueda encontrarse el enfermo
o desvalido, informando de ello al Presidente y al Taller.
Tercero.— Encargarse de entregar a los necesitados las ofrendas que para
estos casos acuerde el Taller o determine el Presidente, dentro de sus facultades.
Cuarto.— Avisar al Taller, en caso de gran aflicción o infortunio de un
hermano, para que se le preste en el mundo profano toda aquella protección
posible que, en virtud y fuerza de reciproco juramento, se le debe.
Quinto.— Procurar, si la enfermedad de un hermano fuera de peligro, que
todos sus papeles, joyas, decoraciones y vestidos masónicos pasen a poder de
algún pariente masón. Si le fueran entregados a él mismo, deberá depositarlos en
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