Libro de los Encuentros 5 - Nodo 50
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original <strong>de</strong> justicia que muchos adultos han perdido. Los niños, como dice<br />
Santi Alba, “están en edad <strong>de</strong> pensar, no como <strong>los</strong> políticos” –y por<br />
extensión, tantos adultos. “Es lo que tiene”…<br />
EL CONTEXTO ÉTICO. ¿QUÉ SERÁ ESO DE LOS “VALORES”?<br />
1/ “A mí no me hables <strong>de</strong> lo que pasa en el mundo, háblame <strong>de</strong> lo que tengo<br />
al otro lado <strong>de</strong> la valla <strong>de</strong> mi casa (…) te voy a <strong>de</strong>jar a mis hijos, que me han<br />
salido hiperactivos, para que <strong>los</strong> arregles” (Un vigilante <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong> un<br />
centro <strong>de</strong> menores <strong>de</strong> Zaragoza dirigiéndose a una educadora social).<br />
2/ “Con sólo <strong>50</strong> euros se pue<strong>de</strong> escolarizar a un niño en un país en guerra<br />
durante un año” (Antonio Ban<strong>de</strong>ras poniendo voz a una campaña <strong>de</strong> la ONG<br />
Save The Children).<br />
3/ “Trae un juguete para <strong>los</strong> niños más necesitados y entrarás en el sorteo<br />
<strong>de</strong> un Kia Picanto” (Anuncio radiofónico que presenta un evento <strong>de</strong>portivo <strong>de</strong><br />
exhibición en la navidad <strong>de</strong> 2006/07).<br />
4/ “Gracias por hacer el mundo un poco más habitable” (Nota en el<br />
aguinaldo recibido por la plantilla <strong>de</strong> un centro <strong>de</strong> menores <strong>de</strong> Zaragoza en<br />
las mismas fechas).<br />
No sé si <strong>de</strong>be hablarse <strong>de</strong> “ausencia <strong>de</strong> valores”. Quizá lo que está<br />
ocurriendo se parezca más al refuerzo <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> rígidos valores que<br />
funcionan en complicidad con la naturalización <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sigualdad. No faltan<br />
valores, sobra el bombar<strong>de</strong>o <strong>de</strong> disparates antisociales aceptados y<br />
ben<strong>de</strong>cidos por una mayoría: 1/ la educación social “arregla” niños que<br />
“salen” torcidos, como todo taller mecánico que se precie; 2/ <strong>los</strong> <strong>50</strong> euros<br />
anuales permiten, a quien <strong>los</strong> tiene, evitar preguntarse por qué hay países<br />
en guerra; 3/ el donativo es para el niño pobre y el coche es para ti; 4/ el<br />
mundo no es más habitable excepto para quien sigue pudiendo “regalar” el<br />
aguinaldo en navidad.<br />
Todo lo escrito en este párrafo encuentra su ejemplo didáctico <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las<br />
aulas <strong>de</strong> nuestras escuelas estatales, en las privadas, en las privadas<br />
financiadas por el estado (ninguna es pública), en <strong>los</strong> centros <strong>de</strong>stinados a<br />
la educación no formal o entre <strong>los</strong> muros <strong>de</strong>l secuestro institucional. La<br />
escuela enseña básicamente eso que estas líneas critican.<br />
Esta perversa concepción <strong>de</strong>l mundo y las relaciones sociales que<br />
apren<strong>de</strong>mos (<strong>de</strong>dicando casi las mismas horas) ante un pupitre o ante la<br />
pantalla <strong>de</strong> un televisor se hace acompañar <strong>de</strong> una metodología neoconductista<br />
y basada en un puñado <strong>de</strong> mensajes contradictorios: a/ al niño,<br />
por lo visto, hay que <strong>de</strong>cirle que haga el bien y <strong>de</strong>mostrarle cómo se hace el<br />
mal; b/ si se confun<strong>de</strong> o sucumbe ante tamaño lío, se le castiga; c/ en caso<br />
<strong>de</strong> urgente necesidad, po<strong>de</strong>mos castigarle antes <strong>de</strong> que sepa por qué. Y<br />
eso ya es el colmo, otro resumen <strong>de</strong> un <strong>de</strong>spotismo adultocrático que<br />
¿Educar para la vida o amaestrar para el mercado?<br />
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predica “todo para el niño pero sin el niño” y practica “todo contra el niño y<br />
contra quien haga falta” 13 .<br />
EL CONTEXTO INSTITUCIONAL. SOSTENIBILIDAD INSOSTENIBLE.<br />
Se anuncian ayudas sociales consistentes en mecánicos ejercicios <strong>de</strong><br />
publicidad y burocracia, mientras el mo<strong>de</strong>lo económico promovido<br />
<strong>de</strong>scoyunta el espacio, la salud y el tiempo <strong>de</strong> padres y madres. Se finge<br />
conciliar vidas familiares y laborales como si una y otra no fueran parte <strong>de</strong> lo<br />
mismo, olvidando si las horas semanales que pasamos con nuestra prole se<br />
reducen dramáticamente <strong>de</strong> generación en generación. Se lucha contra el<br />
fracaso escolar, con el reglamento disciplinario y la Ley penal <strong>de</strong>l menor en<br />
la mano, porque el que “falla”, “infringe” o “no se adapta” es el alumno. Se<br />
precariza miserablemente el trabajo anunciando a gritos una supuesta<br />
creación <strong>de</strong> empleo que sólo beneficia a la élite victimaria.<br />
El principal efecto sobre la “infancia peligrosa” <strong>de</strong> las políticas, discursos y<br />
métodos neoliberales es que esa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> “infancia peligrosa”, en su<br />
aprendizaje, conducta, condiciones, construcción y percepción social, resulta<br />
precisamente <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> esas políticas, discursos y métodos. No es<br />
una paradoja, es una barbaridad.<br />
El hábitat institucional que acoge a <strong>los</strong> “menores peligrosos”, tal como<br />
enten<strong>de</strong>mos hoy este término, arranca en la educación formal (con la<br />
apertura <strong>de</strong> un expediente disciplinario, la expulsión o el absentismo) y<br />
termina en la cárcel. En medio: separación <strong>de</strong> grupos, garantía social,<br />
formación sociolaboral, centros <strong>de</strong> día, centros <strong>de</strong> “protección”, atención a<br />
“disociales”, resi<strong>de</strong>ncias abiertas y cerradas, centros terapéuticos, centros<br />
para “menores extranjeros no acompañados” y cárceles para niños 14 .<br />
Una lista tan larga <strong>de</strong> instituciones merece un par <strong>de</strong> apuntes:<br />
1. El ámbito <strong>de</strong> la “atención” a la infancia se ha convertido, en todas esas<br />
distintas modalida<strong>de</strong>s, en un próspero mercado que cuenta con la infancia y<br />
juventud “<strong>de</strong>sbaratadas y sin recursos” como principal fuente <strong>de</strong> materia<br />
prima. Las (ya no tan) “nuevas formas <strong>de</strong> gestión”, que han venido<br />
aplicándose en el sector <strong>de</strong> “lo social” como en cualquier otro, se diferencian<br />
<strong>de</strong> las aplicadas en cualquier otro negocio en pocos e irrelevantes aspectos:<br />
en cuanto a las “concesiones” realizadas para <strong>de</strong>terminada explotación, si<br />
normalmente <strong>los</strong> servicios se sacan “a subasta” y las empresas<br />
subcontratan, en lo social la administración promueve “concursos” y las<br />
13<br />
Fabricar <strong>de</strong>sigualdad es fabricar, a la vez y sin cesar, chivos expiatorios útiles a su<br />
perpetuación.<br />
14<br />
Un hábitat, sin duda, bien poco acogedor.<br />
¿Educar para la vida o amaestrar para el mercado?<br />
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