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ÍTACA
Es una obra de: Enrique Rosell<br />
Maquetación:<br />
Portada: PACO RIVES (Mermadon). ELX<br />
Con fotografías de: PILAR ALBALADEJO RUBIO.<br />
E lustraciones de:<br />
Cultura I i Cultura II: ENRIQUE ROSELL. CREVILLENT.<br />
Historia: ENRIQUE ROSELL.<br />
Política: PACO RIVES<br />
Salud Natural: PACO RIVES.<br />
Crítica Social I i II: FRANCISCO ROMERO CORPA. ALBACETE.<br />
Religión: PACO RIVES.<br />
Religión II: FRANCISCO ROMERO CORPA<br />
Enfermedad Mental: PACO RIVES.<br />
Viajes: FRAN JAVI QUESADA ALCALÁ. CREVILLENT.<br />
Y la corrección y revisión de: El grillo libertario<br />
Editado por El grillo libertario, editorial anarquista<br />
Ap 287 Cornellà LLobregat 08940<br />
www.nodo<strong>50</strong>.org/elgrillolibertario<br />
elgrillolibertario@nodo<strong>50</strong>.org<br />
Telf. /fax: 93 375 58 53<br />
1ª edición 2012. Tirada: 200 ejemplares<br />
Imprime:<br />
Deposito legal:<br />
ISBN:<br />
Licencia CC
Dedicado a toda mi familia y amigos, por su paciencia y comprensión… y a<br />
pesar de todo. Y especialmente a todas las mujeres que he conocido y de las que<br />
tanto aprendí. Gracias. Se os quiere.
INDICE<br />
1. Cultura<br />
2. Historia<br />
3. Política<br />
4. Salud Natural<br />
5. Crítica Social<br />
6. Religión<br />
7. Enfermedad Mental<br />
8. Viajes.<br />
*Al final de cada artículo consta la fecha de su publicación en la revista “ITACA”
“La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría<br />
misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha<br />
tomado la inteligente resolución de volverse loca”.<br />
ENRIQUE HEINE
1. CULTURA<br />
“Los protestantes nunca han sido cristianos de cuerpo<br />
entero. Su historia y lo que está pasando en el mundo así lo<br />
demuestran. Júzgalos por sus obras, no por lo que dicen y<br />
llegarás a la conclusión de que siempre fueron, y no han dejado<br />
de serlo, cínicos, tristes y putrefactos adoradores de la diosa<br />
Razón, del dios Trabajo, de la competitividad, de la violencia, de<br />
la ética del triunfo a cualquier precio, del consumismo, del<br />
colonialismo a palo seco, de la depredación, de la represión, de la<br />
masturbación, de la hipocresía, de la barbarie generalizada y del<br />
Becerro de Oro.(…). ¿Qué es el nuevo orden mundial del genocida<br />
Bush y de su compinche Clinton sino la apoteosis del sueño<br />
protestante armado hasta los dientes?”<br />
FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ. “La prueba del laberinto”.<br />
Ed, Planeta, Barcelona, 1992, pp. 45-46<br />
“La literatura es un ejercicio de libertad y de sinceridad o<br />
no es absolutamente nada”.<br />
IDEM, p. 51
UN POCO DE BASURA MUSICAL<br />
Como corresponde con una época trivial y superficial como<br />
la que vivimos, nada escapa a esta ola de mediocridad que nos<br />
invade. La música no es una excepción, por supuesto. La cultura<br />
de masas produce una música de masas, para paladares poco<br />
dados a exquisiteces y matices. Se lleva, como no podría ser de<br />
otra manera, los productos ligeros, desnaturalizados, asépticos,<br />
faltos de auténtica pasión y que se venden como churros en días<br />
de feria.<br />
Ya vaticinaba Ortega y Gasset, en los años 30, una época y<br />
una cultura como la que vivimos hoy en día. La tiranía del<br />
individuo medio, ni frío ni calor, una temperatura tibia donde sea<br />
posible la proliferación del virus de lo rutinario y lo vulgar. Pero,<br />
por fortuna para algunos, no siempre ha sido así, y habrá que<br />
creer (yo estoy convencido de ello) de que casi todo en la vida<br />
son ciclos y pronto pasará esta incómoda gripe.<br />
No se si será por el rollo generacional (o por que me estoy<br />
haciendo viejo, vaya usted a saber), pero cuando empezaba a<br />
salir de marcha, no existían tantos grupos y aún nos parecían<br />
bastantes. Por desgracia es una ley el que, cuando aumenta la<br />
cantidad, empieza a escasear la calidad. Y no estoy hablando del<br />
siglo XIX, sino de apenas <strong>50</strong> años. Soy una persona bastante<br />
selectiva y si me gusta escuchar grupos o cantantes que<br />
aparecieron en los 60 ó 70 (entre otras cosas) es porque me<br />
llenan más que la basura que circula por ahí.<br />
Durante la revolución cultural de aquella época (que no viví,<br />
pues nací en el 71) la gente que le gustaba la música se orientaba<br />
hacia unos u otros, como sucede con los equipos de fútbol.<br />
Siempre he sido más de los Beatles que de los Rolling, aunque<br />
ahora me gustan los dos. Aunque empezaron con temas más bien<br />
melódicos, aquellos se introdujeron también en etapas más<br />
rockeras, hippies o psicodélicas. Viví la muerte de John Lennon<br />
en 1980 con 8 años y, bueno, sabía que era famoso, pero no era
muy consciente de aquello ni era aún un apasionado de grupos o<br />
cantantes.<br />
Con el tiempo he ido coleccionando música y mis gustos se<br />
han ido decantando por el rock y la psicodelia de los 60-70, algo<br />
de lo que se llamó New Age, un poco de música española y poco<br />
más. Meto en el saco, aunque resultará una ensalada bastante<br />
colorista, a The Beatles, The Rolling Stones, Pink Floyd, Lou<br />
Reed, David Bowie, Vangelis, Mike Olfield, Amaral, música étnica<br />
(japonesa, china, islámica o hindú), Manolo García, Extremoduro,<br />
The Police, Ariel Rot o Joaquín Sabina, entre otros. Es como<br />
comer pipas: nunca te cansas. Entre ellos (y muchos más) escojo<br />
dependiendo de mi estado de ánimo, si me apetece algo tranquilo<br />
o con más ritmo y, en general, lo que me pide el cuerpo o el alma.<br />
Aborrezco el tinglado que se ha montado con Operación<br />
Triunfo y prácticamente no oigo a grupos que surgieron después<br />
de los 90 (con buenas y raras excepciones). Prefiero ir a lo<br />
seguro, sobre todo con los precios de los C.D.´s. Hoy mismo he<br />
comprado 2 de oferta: un recopilatorio de Vangelis y otro de la<br />
Velvet Underground.<br />
Apuntaba al principio que vivimos en una época mediocre y<br />
vulgar. No he sido justo con mucha gente: estos adjetivos se<br />
encuentran, por lo general, en los grandes productos de<br />
marketing, en la cultura de masas, en éxitos veraniegos y en las<br />
modas. No es que estén mal, es que aburren. No tienen matices ni<br />
otras lecturas y acabas harto de tararear el dichoso estribillo,<br />
que se repite más que los hermanos Dalton. Así que si queréis un<br />
consejo, apostar por la gente que vive la música intensamente y<br />
probad otros sabores. Hay muy buena calidad por ahí, pero hay<br />
que buscarla como las pepitas de oro: después de filtrar kilos de<br />
arena.<br />
ENERO 2007
¿CIVILIZACIÓN?<br />
Como socio de la organización SURVIVAL me<br />
gustaría dedicar mi artículo del mes de Marzo a los pueblos<br />
indígenas.<br />
La mayor gilipollez que he escuchado muchas veces es<br />
considerar a estos pueblos “atrasados”, “incivilizados” y<br />
estupideces parecidas. Si medimos el valor de un pueblo en<br />
grados de ecología, tranquilidad, solidaridad, calidad de vida y<br />
ausencia de muchas enfermedades “civilizadas” como el estrés, la<br />
ansiedad, la depresión, la obesidad, etc…, entonces debemos<br />
concluir que estos pueblos nos adelantan en muchos aspectos.<br />
Pero lo peor de todo no es que estén “incivilizados”, sino que<br />
se les quiere “civilizar” a toda costa. En definitiva, robarles su<br />
cultura y sus señas de identidad, agruparlos en reservas como<br />
animales listos para el sacrificio, vestirles y dotarles de todas<br />
las “comodidades”, “lujos” y demás chorradas que muchos creen<br />
la cima de la historia humana.<br />
Dejémonos ya de estupideces. La mayoría de estos pueblos<br />
tienen lo que necesitan y no necesitan nuestros “avances”. Han<br />
aprendido de la Naturaleza y de la vida estrategias y<br />
herramientas para mejorar su existencia. Es cierto que no<br />
poseen vacunas, pero ¿quién llevó muchas enfermedades a estos<br />
pueblos? No tienen tecnología avanzada, pero también es cierto<br />
que muchas veces no la necesitan para su día a día.<br />
No es que me oponga a la técnica o la ciencia. Pero sí estoy<br />
en contra de este egocentrismo occidental de mirar por encima<br />
del hombro todo aquello que considera “primitivo”. Si quieren<br />
algo, lo pedirán; en lo demás, dejadles en paz. No intentemos<br />
cambiar o acelerar la propia evolución de cada civilización o<br />
pueblo. Nuestra cultura y las suyas tienen ventajas e<br />
inconvenientes y quizás el secreto estaría en mirarles de tú a tú,<br />
e intentar aprender todo aquello que podrían enseñarnos y de lo<br />
que podríamos beneficiarnos, quizás porque con tanto “avance”<br />
hemos olvidado: el respeto por toda clase de vida, la tranquilidad,<br />
la salud integral, su filosofía o religión, más acorde con la
Naturaleza, a la que admiran, respetan y ven como una Gran<br />
Madre, que les proporciona lo que necesitan, sin llegar nunca a<br />
agotarla o a destruirla.<br />
Me da asco a veces pertenecer a una cultura que se ha dedicado<br />
durante siglos a exterminar, colonizar y esclavizar a tantos y<br />
tantos pueblos que sólo intentaban vivir en paz. Será quizás una<br />
utopía, pero nadie podrá convencerme de lo que creo: que todos<br />
podemos vivir en paz y que la Tierra es un sitio para todos. O al<br />
menos para todo el que se sienta hijo suyo. ¿Nos ha hecho más<br />
felices la “civilización”? ¿Estamos más satisfechos de nuestras<br />
vidas que hace, por ejemplo, 2.000 ó 200 años? La vida no es una<br />
línea ascendente, sino una rueda, un ciclo, y creo que nuestra<br />
“civilización” se encuentra en un punto tan bajo en cuanto a<br />
moral, filosofía, ecología y sabiduría, que ha empezado a<br />
pudrirse, y sólo un cambio de perspectiva nos podría volver a<br />
hacernos recuperar el rumbo. Y quizás una de las soluciones sería<br />
escuchar la voz de todos esos pueblos a los que intentamos<br />
destruir y “civilizar”. Que actitud más patética y que amnesia<br />
histórica. No está de más recordar que también fuimos como<br />
ellos y que caímos en el error de creernos mejores y confiar<br />
ciegamente en la razón, en la ciencia y en muchos estúpidos<br />
principios. ¿Nos envidian? Yo les envidio a ellos.<br />
MARZO 2007
PERDIDO EN UNA ISLA<br />
Uno de los libros que más me gustaron de niño, y que aún me<br />
siguen gustando, fue “Robinsón Crusoe”, de Daniel Defoe (1661-<br />
1731), que me compraron hacia 1980, cuando aún no tenía 9 años<br />
y vivía en Illescas (Toledo).<br />
Robinsón es un joven impulsivo y aventurero, de una familia<br />
acomodada que, contra el deseo de su padre de dedicarse a<br />
Leyes y seguir un camino fácil, desahogado y acorde a su<br />
posición, se embarcó en un buque y el Destino le reservó los<br />
caminos más difíciles y duros, que le sirvieron de aprendizaje y<br />
que, ya en su vejez, le hicieron reconciliarse consigo mismo, con<br />
la Providencia y con los demás seres humanos.<br />
Su padre, anciano, trata de quitar en su joven hijo lo que<br />
considera ideas locas, quitarle de la cabeza unos proyectos que<br />
también le costaron la vida al hermano mayor, que murió en<br />
Flandes tras alistarse en el ejército. Un diálogo entre la<br />
sensatez y la experiencia y los deseos de aventura de un joven<br />
que comienza a descubrir la vida. Sin embargo el padre no logra<br />
convencer a su hijo y éste sube a un buque, que tras varias<br />
peripecias naufraga. Una señal quizás. De vuelta en Londres y<br />
pasada la impresión del infortunio, vuelve a embarcar a pesar de<br />
los consejos del viejo capitán y armador del navío, que le sugiere<br />
que se dedique a negocios menos peligrosos y en tierra. Nueva<br />
negativa y esta vez, de nuevo en la mar, son apresados por<br />
piratas de Salem, donde vive prisionero hasta que se fuga en un<br />
bote.<br />
Parece que el rumbo de Robinsón es una continua lucha<br />
entre las señales que la vida le marca y su obstinación en seguir<br />
los dictados de su impulso vital. Embarcado de nuevo, esta vez<br />
naufraga y es arrojado a una isla desierta por la tempestad,<br />
como único superviviente. Es aquí donde empieza la verdadera<br />
historia del protagonista, su soledad y la superación de sus<br />
problemas y necesidades, con el ingenio, el tesón, el aprendizaje,<br />
asumiendo que está solo y debe sobrevivir.
Grandiosas son las páginas donde se relata los viajes que<br />
hace, en una balsa, al buque desmantelado que permanece a<br />
escasa distancia de la isla. Cómo aprovecha todo lo que puede<br />
necesitar más adelante: comida, armas, pólvora, licor,<br />
herramientas, ropa, cuerdas, maderas…La mayor parte del libro<br />
se dedica a narrar cómo organiza Robinsón su vida en la isla,<br />
desde la excavación de una cueva-habitación hasta la siembra de<br />
arroz y trigo, gracia a unas semillas que había encontrado en un<br />
saco. La caza y luego domesticación de cabras, para leche y<br />
carne, el secado de uvas para hacer pasas, la construcción de una<br />
segunda vivienda en el otro extremo de la isla, la captura de<br />
tortugas, la distribución de sus pertenencias en la cueva, la<br />
elaboración de tablas de madera con las pocas herramientas de<br />
que dispone, la creación de sillas, mesas, cestos de mimbre, pipas,<br />
cacharros de cerámica, las anotaciones en forma de diario con el<br />
papel y la tinta que había encontrado en el camarote del capitán;<br />
las fiebres que contrae y que cura a base de tabaco y ron; en fin,<br />
la vida de un hombre solo que debe sobrevivir gracias a su<br />
constancia, a sus propios recursos, con pocas cosas y con la única<br />
compañía de algunos loros, gatos, un perro y los animales de la<br />
isla.<br />
El libro no deja de tener un gran valor didáctico, no sólo por<br />
contraponer los designios de la vida contra la voluntad o libertad<br />
humana, sino que es un canto al trabajo personal, a la superación<br />
de uno mismo y de las adversidades. Yo soñaba de pequeño con<br />
una isla desierta, con ser como Robinsón, con poder vivir al<br />
margen de todo y no tener más ley ni más amo que yo mismo. En<br />
aquella isla, al margen del tiempo y de la Historia, Robinsón era<br />
su propia ley, su propio juez y sus propias normas. Aunque se<br />
hacen referencia a la época, el mensaje de autarquía y creación<br />
de un orden nuevo, de autoabastecimiento y libertad, se me<br />
presenta ante mí como algo claro y rotundo, como sustrato de<br />
esta obra. También la enseñanza cotidiana, la soledad y la<br />
obligación de pasar el tiempo con uno mismo, el autoconocimiento<br />
y, por fin, el encuentro de la paz interior, la reflexión sobre la
propia vida, el recuerdo de consejos de otras personas y, tras<br />
varias peripecias, el regreso a su hogar y el abandono de la isla.<br />
Robinsón no deja de ser inglés en ningún momento e incluso<br />
de rezar a su Dios, pero sutilmente el autor nos traslada a unas<br />
coordenadas al margen del espacio y el tiempo, al margen de la<br />
sociedad, un reino nuevo donde el esfuerzo personal, la ausencia<br />
total de leyes o normas, la autogestión de la propia vida y de los<br />
recursos, nos sitúa en una obra que si bien es anterior a los<br />
grandes autores anarquistas, me parece de un carácter libertario<br />
propio de las grandes utopías anteriores y posteriores, que<br />
entronca con Diógenes y los cínicos, el igualitarismo de<br />
corrientes de la Edad Media, la libertad de los grandes<br />
personajes del Renacimiento y el pensamiento anarquista de los<br />
siglos XIX y XX. Una obra pues para disfrutar, para recapacitar<br />
y para dar alas a la imaginación de los que soñamos con un mundo<br />
más justo, más libre, donde todos tengamos cabida.<br />
MAYO-JUNIO 2010
EL CULTO A LA GRAN DIOSA<br />
El misterio forma parte de la Historia de la Humanidad.<br />
Muerto Cristo, se acababa una etapa marcada por lo femenino. El<br />
esenio trató a las mujeres de un modo especial, de manera que se<br />
sintiesen personas y no un escalón por debajo del hombre, como<br />
marcaba la cultura judía. Quizás ya el Paleolítico supo ver en la<br />
mujer ese misterio que luego tanto fascinó a tantos hombres. Las<br />
cuevas prehistóricas, con pinturas rupestres, son un símbolo del<br />
útero, que luego se reproduciría en los templos egipcios y las<br />
catedrales románicas y, sobre todo, góticas. Para algunos sus<br />
puertas, con sus numerosos arcos, que decrecen, son una<br />
representación de la vulva, y sus tímpanos adornados el clítoris.<br />
La planta cruciforme en forma de túnel y su temperatura, de<br />
nuevo el útero, y sus brazos laterales los ovarios.<br />
Se sospecha que en las cuevas prehistóricas se celebraban<br />
ritos secretos, rituales de iniciación, desconocidos, quizás<br />
relacionados con la fascinación e impresión que causaba la<br />
fertilidad femenina entre nuestros antepasados. Una admiración<br />
primitiva, de nuestros primeros balbuceos históricos, quizás una<br />
sociedad igualitaria como afirmaban autores como Marx y los<br />
marxistas. El Neolítico y la producción de alimentos mediante la<br />
agricultura explotó en multitud de ritos y mitos hacia la Gran<br />
Diosa Madre, la Potnia, Ártemis o Deméter griegas, pero que ya<br />
anteriormente aparece en cultos a lo femenino, por ejemplo la<br />
Ianna babilónica, la Isthar acadia o la Astarté fenicia. El Próximo<br />
Oriente se inunda de deidades femeninas, con sacerdotisas al<br />
cargo de su culto.<br />
El ejemplo más impresionante es la cultura minoicocretense,<br />
que evolucionó desde el 3.000 al 1.400 a.C. Una<br />
sociedad que, casualmente, apenas muestra indicios de<br />
militarismo, construcción de murallas, ejércitos o elementos<br />
claramente bélicos como otras culturas cercanas: Egipto, Sumer,<br />
Acad, Babilonia, Asiria, Mitanni, Hatti, Micenas, etc… Una cultura<br />
con rasgos femeninos, a pesar del culto al toro, representante de
la virilidad y fuerzas masculinas, pero siempre subordinado a la<br />
Gran Madre, adorada en bosques, cuevas o bosques sagrados, al<br />
cargo de sacerdotisas. El Próximo Oriente fue un hervidero de<br />
cultos similares y, en este contexto, aparece la figura de<br />
Jesucristo, que toma prestados elementos egipcios, esenios y de<br />
otros cultos.<br />
Es obvio reconocer que la mayoría de culturas actuales son<br />
masculinas, como sus dioses principales: Alá, Yahvé, Dios, etc… Y<br />
también es obvio señalar que cualquier iniciado en los misterios<br />
de cualquier tipo, sabe que no puede haber Masculino sin su<br />
correspondiente Femenino, pues de ello se deriva el desequilibrio,<br />
como lo demuestra nuestra decadente, masculina y prepotente<br />
civilización. quizás la crisis que vivimos, al margen de su<br />
repercusión económica, sea la ocasión para retomar aquellos<br />
viejos cultos a la Diosa Madre, pues nuestro sistema ha agotado<br />
el gusto por la competitividad, la agresividad, el poder, el control<br />
o la racionalidad, y demanda cooperación, solidaridad,<br />
sentimentalidad, libertad e intuición.<br />
Mi evolución personal no es ajena a esta crisis. Como<br />
muchas personas me formé en ese mundo masculinizado. Debo<br />
agradecer, pues, a mi enfermedad el girar en redondo y buscar<br />
otros caminos, en cuyos senderos encontré un mundo que había<br />
perdido. Reencontré lo femenino e intuí que quizás mi<br />
desequilibrio no era otra cosa que un exceso de valores<br />
masculinos. Para mucha gente –hombres sobre todo, pero también<br />
mujeres- expresar sentimientos o ser ilógico, espontáneo, etc…<br />
significa perder su virilidad. No creo que ello sea verdad. Tanto<br />
hombre como mujeres tenemos valores de ambos polos, y en ese<br />
equilibrio se halla la fuerza que nos mantiene en buen estado.<br />
Cada cual debe mirarse el ombligo y con sinceridad ver qué está<br />
pasando. El hombre debe ser mujer, y no estoy hablando de<br />
homosexualidad, bisexualidad o transexualidad, que por otro lado<br />
son elecciones personales, sino de la androginia, del ser completo<br />
que es mujer y hombre al mismo tiempo. Al igual que una mujer
puede ser fuerte, racional o fría, sin por ello dejar de ser mujer<br />
o falta de feminidad.<br />
La sociedad actual debe volver a recuperar aquellos valores<br />
que hacen que hombre y mujer valgan por igual, que no denigren a<br />
uno u otro, de tal modo que exista un equilibrio. Si conseguimos<br />
esto, habremos superado realmente esta crisis, que a pesar del<br />
maquillaje económico, no es otra cosa que un desequilibrio de<br />
fuerzas. Ojalá cretense, cátaros o templarios no hayan muerto<br />
en vano y de una vez por todas veamos a la mujer como lo que es:<br />
el más grande misterio de la Naturaleza, ante el que un<br />
verdadero hombre tan solo puede postrarse y reconocer su<br />
ignorancia y su incapacidad para comprender algo tan fuerte<br />
como el mar y tan dulce como la miel.<br />
FEBRERO 2009
2. HISTORIA<br />
“A finales de este periodo [Paleolítico], Creta pertenecía al<br />
área cultural egeo-anatolia caracterizada por los ídolos desnudos<br />
de grandes caderas, casi exclusivamente femeninos, encontrados<br />
preferentemente en las tumbas. Algunas figurillas evocaban a<br />
mujeres encintas, otras agachadas como dando a luz y otras con<br />
niños en brazos. Aunque no puede calificarse como un culto a la<br />
Madre Tierra, pues todavía no son agricultores, sí puede<br />
considerarse como culto hacia la fertilidad e incluso como el<br />
antecedente de unas posteriores creencias hacia la Gran Diosa<br />
de la Naturaleza.”<br />
PILAR FERNÁNDEZ URIEL. “Historia Antigua Universal<br />
II”. [El mundo griego], UNED, Madrid, 2007, p. 65
FALSA RECONQUISTA:<br />
En plena descomposición del reino visigodo de España,<br />
durante la guerra civil que enfrenta a los partidarios de Witiza y<br />
Rodrigo, hacen su aparición en el norte de África tropas<br />
musulmanas al mando de Tariq y Muza.<br />
Durante muchos siglos la teoría oficial y más comúnmente<br />
aceptada es la de una invasión islámica en toda regla. Pero,<br />
¿realmente invadieron los musulmanes la península ibérica, a<br />
partir del año 711? Intentaré en este artículo elaborar una<br />
teoría alternativa que, en mi opinión, se adecua mejor a la<br />
realidad y a lo que hipotéticamente pudo ocurrir a principios del<br />
s. VIII de nuestra era.<br />
Rodrigo, según las crónicas, había seducido a la hija del<br />
gobernador visigodo de la Tingitania (Ceuta y alrededores), don<br />
Julián. No debió gustarle mucho, pues a partir de entonces Julián<br />
se pasa de manera secreta al bando de Witiza. Quizás por<br />
voluntad propia o instigado por sus nuevos aliados, entra en<br />
contacto con las tropas árabes y bereberes que se encontraban<br />
en los alrededores. La idea era embarcar en naves visigodas a<br />
estas tropas, y desembarcarlas cerca de Gibraltar, en calidad de<br />
mercenarios, que ayudarían a derrotar a Rodrigo.<br />
Un detalle que me gustaría señalar es la coincidencia<br />
fonética entre la Cava, nombres que dan las crónicas a la amante<br />
de Rodrigo (hija de Julián) y la palabra árabe Kaba, que significa<br />
prostituta. ¿Se llamó la Cava o la Kaba porque quizás entregaba<br />
sus favores de buen grado, a cambio de joyas, vestidos o por el<br />
placer de hacerlo? ¿Será un mito la violación que se le supone a<br />
Rodrigo, quizás para convertirlo en un demonio, incapaz de<br />
defender la fe? Cualquier mujer que se entregara<br />
voluntariamente a un hombre, fuera del matrimonio, podría haber<br />
recibido antiguamente el apelativo de prostituta. El enfado de<br />
Julián podría ser, pues, doble.<br />
Dejábamos a éste transportando tropas musulmanas a<br />
Gibraltar (que se llama así en honor al comandante árabe, Gibral
Tariq). Rodrigo se encontraba luchando en el norte contra una<br />
sublevación de los vascones, cuando recibió la noticia del<br />
desembarco. Bajar rápidamente, combatir con tropas cansadas,<br />
sufrir deserciones y finalmente ser derrotado. En los 3 años<br />
siguientes casi toda la península es ocupada e islamizada.<br />
La pregunta que lanzo ahora es la siguiente: ¿realmente se<br />
puede conquistar un país, en la Edad Media, en tan sólo 3 años?<br />
Sólo el asedio de la ciudad de Troya duró más de una década.<br />
¿Cómo es posible que los hispano romanos, cuyo número rondaba<br />
los 10 millones, conocidos en todo el Mediterráneo por su amor a<br />
la libertad (a Roma le costó varias generaciones pacificar la zona)<br />
se rindieron, sin más, y en tan poco tiempo? Es sencillamente<br />
absurdo.<br />
Sabemos que la religión oficial en tiempos de Rodrigo era la<br />
novedosa Cristiano-trinitaria, que había sustituido a la arriana,<br />
declarada herética. ¿Cómo hacer entender a la población que<br />
Dios no era uno, sino tres, entre otras cosas? Nunca fue del<br />
agrado de la mayoría y fueron frecuentes las revueltas. Pues<br />
bien, tanto el Arrianismo como el Islam son religiones<br />
monoteístas. Y con otro punto en común: la tolerancia. Las<br />
guerras de religión, las Cruzadas y el enfrentamiento Islam-<br />
Cristianismo serán algo posterior, debido a motivos económicos,<br />
políticos, estratégicos y quizás defensivos y de propia<br />
supervivencia, pero no tanto éticos o religiosos. Mahoma<br />
respetaba más a judíos y cristianos (gentes del Libro) que a<br />
ateos.<br />
Parece más realista pensar que tanto el Islam como el<br />
sustrato hispano romano sintonizaban en la misma frecuencia,<br />
eran la misma princesa con vestidos diferentes. Así tendríamos<br />
una entrega voluntaria y rápida y una posterior islamización en un<br />
tiempo récord. Muchos judíos, hartos de las persecuciones<br />
visigodas y poderosos socialmente, abrieron de buen grado las<br />
puertas de muchas ciudades, sin ni siquiera ofrecer resistencia.<br />
No se explica que un ejército de tan sólo 25.000 soldados pueda<br />
conquistar tierra hispana a un precio tan bajo. La Historia
posterior demuestra que la península fue un hueso duro para más<br />
de un conquistador.<br />
Hispania no fue conquistada, sino que se entregó<br />
voluntariamente. Fue una apuesta fuerte y valiente, que resistiría<br />
a los herederos de los restos visigodos hasta 1492, con la<br />
rendición de Granada, y hasta 1609 con la expulsión definitiva de<br />
todos los moriscos. España fue Islam porque quiso. Que triste<br />
mentira y vergonzosa imagen la que se nos vendió con la tan<br />
cacareada “Reconquista”. Nunca hubo tal, sino intereses<br />
económicos. No había que expulsar a ningún extraño; los extraños<br />
eran los que querían vender una religión incomprensible, una<br />
moral hipócrita y decadente, unas costumbres rígidas y<br />
constantemente vendidas por la idea del pecado y una vida al<br />
servicio de la religión. ¿Realmente es eso lo que los hispanos<br />
queríamos? Que cada cual responda desde dentro de su corazón.<br />
SEPTIEMBRE 2006
LOS TEMPLARIOS:<br />
Los troncos crepitan; el humo comienza a desdibujar las<br />
figuras en una céntrica plaza parisina. Falta poco para la<br />
primavera de 1314. Jacques de Molay, último Gran Maestre del<br />
Temple, sube despacio el cadalso hacia la hoguera que derretirá<br />
su cuerpo y que, poco antes, han encendido los alguaciles del rey.<br />
Y con la serenidad de quién sabe que su vida llega a su fin, dedica<br />
unas palabras a sus jueces y verdugos, aconsejándoles que se<br />
preparen a comparecer ante Dios. Pocas semanas después Felipe<br />
el Hermoso, aparentemente sano, moría misteriosamente en su<br />
lecho, sin que sus médicos lograran encontrar la causa de su<br />
dolencia. Su ministro Nogaret, también culpable del complot a la<br />
Orden, no tardó en ser visitado por la Gran Dama. Semanas antes<br />
Clemente V, papa de turno y tercer conspirador contra el<br />
Temple, había pasado a engrosar la lista de cadáveres salpicados<br />
por la maldición templaria, con lo cual la Vida hizo justicia, en uno<br />
de los arrestos, procesos y sentencias más vergonzosos de toda<br />
la historia de Europa.<br />
Desde su fundación, allá por el año 1118, muchas cosas<br />
habían pasado. De un pequeño grupo de 9 caballeros, la Orden se<br />
fue convirtiendo en una organización poderosa, cuyos tentáculos<br />
se extendían por Inglaterra, Portugal, Castilla, León, Navarra,<br />
Aragón, Francia o condados como los de Cataluña o Languedoc. En<br />
sus años mejores, el Temple era prestamista (con intereses) de<br />
reyes y grandes señores; controlaba innumerables posesiones;<br />
dirigía una fuerza militar nada despreciable; alquilaba su extensa<br />
flota en múltiples empresas; en una palabra: era odiada, temida y<br />
envidiada por casi todos. No es de extrañar, pues, que el avaro<br />
rey francés Felipe IV y su compinche papal, Clemente V,<br />
maquinaran un plan para librarse de tan incómodo enemigo y, de<br />
paso, hacerse con sus posesiones y librarse de sus deudas<br />
económicas para con la Orden.<br />
Las ridículas acusaciones de herejía, conseguidas por medio<br />
de la tortura a sus miembros, no eran sino una cortina de humo
para justificar tanta ambición, estupidez y felonía. Verdad o<br />
mentira (poco importa), fueron declarados herejes, partícipes de<br />
prácticas homosexuales, adoradores de ídolos demoníacos y<br />
defensores de supersticiones y otras prácticas poco cristianas.<br />
Aquello fue tan vergonzoso que ningún monarca europeo accedió a<br />
proceder contra la Orden, fuera del francés y el romano. Pero<br />
bastó para que el Temple naufragara para siempre, camuflándose<br />
sus miembros en otras órdenes militares, en el destierro o Dios<br />
sabe dónde.<br />
Bien. Esa es la historia oficial, la que se cuenta en los libros<br />
de texto financiados por el Ministerio de Cultura. Pero, ¿qué se<br />
esconde tras el humo de la hoguera de Jacques de Molay? ¿Qué<br />
fue lo que hizo rodear al Temple de esa aureola de misterio que,<br />
aún hoy (más de 700 años después), le rodea? Es posible que las<br />
respuestas se encuentren en los archivos de las bibliotecas del<br />
Vaticano (informes de las declaraciones ante la Inquisición,<br />
documentos secretos de la Orden, etc…) y tan sólo podamos<br />
contar lo que pudo filtrarse y, sobre todo, lo que podemos<br />
deducir, intuir o, sencillamente, imaginar.<br />
Algo hay de cierto en todo ello: que la Orden se enriqueció,<br />
material y espiritualmente. El oro, la plata y los conocimientos<br />
que permitieron (entre otras cosas) la financiación y el diseño<br />
técnico de más de un centenar de catedrales por toda Europa,<br />
¿de dónde vinieron? Se apunta a descubrimientos bajo las ruinas<br />
del Templo de Salomón, en Jerusalén, donde instalaron su cuartel<br />
general, e incluso viajes a América mucho antes que Cristóbal<br />
Colón.<br />
Rumores, indicios; el secretismo era moneda corriente<br />
entre caballeros templarios y en cualquier organización<br />
clandestina que se precie. Pero, incluso el secreto mejor<br />
guardado sale a la superficie y la historia va desgranando<br />
verdades, atando cabos y poniendo a cada cuál en su sitio. Para<br />
todo lo demás sobran libros en las estanterías y basta una<br />
biblioteca para leer los miles de datos que el tema templario ha<br />
suscitado. Está al alcance de cualquiera.
En este parto sin epidural que vivimos últimamente, donde<br />
se airean los trapos sucios de cualquier hijo de vecino, me da por<br />
pensar que se habla demasiado y se conoce poco de lo que<br />
realmente significó la Orden del Temple, de su legado cultural y<br />
de cómo ha influido en nuestro presente. Pero como dice el<br />
refrán, el que sabe no habla y el que habla no sabe, así que<br />
prefiero guardarme mis propias conclusiones y terminar tan sólo<br />
con algunas pinceladas: los templarios eran más cristianos (en su<br />
sentido más amplio y puro) que la Iglesia misma; pretendían<br />
transformar el mundo desde la sombra, de forma sutil y sin<br />
violencia; y descubrieron que la Tierra era un organismo vivo y<br />
que, como los alquimistas, trabajando en el enorme océano sin<br />
fondo del Inconsciente Colectivo, se puede cambiar la superficie<br />
de la Conciencia. Y ni una palabra más: en boca cerrada no entran<br />
moscas. Que el Cielo los tenga en su gloria. Amén.<br />
OCTUBRE 2006
ESPAÑA Y EL ISLAM<br />
Desde muy joven me sedujo lo relacionado con otras<br />
culturas, especialmente las orientales. Hoy quisiera dedicar mi<br />
artículo a algo tan genérico, amplio y multifacético como es el<br />
Islam.<br />
Vivimos en un país impregnado hasta los tuétanos en la<br />
cultura islámica. Multitud de costumbres y aspectos relacionados<br />
con la gastronomía, la lengua y en general lo que llamamos cultura<br />
nacional está íntimamente relacionado con el mundo musulmán y<br />
sobrevive a pesar de los siglos y los intentos por erradicarlo. No<br />
en vano fuimos (con alguna otra rara excepción) el único país<br />
europeo donde esta manera de interpretar la vida se desarrolló<br />
durante siglos. En Hispania (o mejor dicho, Al-Andalus) esta<br />
aventura se extendió desde el 711 hasta 1492, oficialmente,<br />
aunque la expulsión de los últimos moriscos lleva fecha del año<br />
1611. Es decir, entre 8 y 9 siglos, lo cual es bastante.<br />
No voy a descubrir nada nuevo si digo que en los últimos 10<br />
años España ha recibido a miles de ciudadanos de países del<br />
Magreb, especialmente de Marruecos. Lo que poca gente sabe es<br />
que muchos de los que vuelven, al cabo de tantas y tantas<br />
generaciones, tienen más sangre española que muchos de los que<br />
se rasgan las vestiduras en cuanto oyen la palabra moro.<br />
Desde aproximadamente la descomposición del Califato de<br />
Córdoba y la desintegración de Al-Andalus en reinos de taifas, la<br />
avalancha cristiana fue arrinconando la cultura islámica en la<br />
península hasta quedar reducida al reino de Granada y la<br />
población cautiva que iba quedando en reinos cristianos como<br />
vasallos, los moriscos. Así pues, estos españoles, pues lo eran con<br />
tanto o más derecho que Isabel y Fernando, fueron emigrando a<br />
África, según avanzaba la mancha cristiana sobre la Península,<br />
añorando en vano el regreso a sus casas y a sus vidas, truncadas<br />
por estúpidas guerras religiosas e intereses políticos,<br />
económicos, estratégicos o lo que quieran.
Me parece una auténtica esquizofrenia (si se le permite<br />
esta expresión a un enfermo mental como yo) el tratar de bucear<br />
en ramas genealógicas para demostrar la españolidad o no de los<br />
habitantes o visitantes de la península. Pero si vamos a ser así de<br />
gilipollas, no está de más recordar que los descendientes de don<br />
Pelayo, es decir, todos los futuros primeros reyes de España,<br />
descendían de visigodos, una tribu germánica, y por tanto<br />
“extranjera” o “forastera” como les gusta decir a muchos.<br />
Estoy convencido (aunque si les digo la verdad, me importa<br />
poco) de que en la España de Al-Andalus había muy pocas<br />
personas que realmente tuvieran en sus venas sangre árabe,<br />
egipcia, magrebí, bereber o de otra nacionalidad similar. Al igual<br />
que pasó con los visigodos, esta etnia ocupaba los cargos<br />
militares, administrativos, judiciales, etc… pero el 80 % (y me<br />
quedo corto) de la población era de ascendencia hispanorromana,<br />
es decir, autóctonos de la península, mestizos o puros de iberos,<br />
celtas o romanos. ¿Pero es que a estas alturas nos vamos a poner<br />
también a decir que iberos, celtas o romanos no eran de aquí?<br />
Pues mire, si nos ponemos, pues vamos a decir que los únicos que<br />
realmente eran “puros” eran Adán y Eva. Y si ellos emigraron (me<br />
importa un bledo si por gusto o a la fuerza) pues aten cabos y<br />
miren si no es un poco estúpido hablar de orígenes.<br />
Bueno, a lo que iba. Decía que el 80 %, como mínimo, de los<br />
andalusíes tenían un origen autóctono, aunque ya me empieza a<br />
joder el maldito adjetivo. ¿Qué cómo era posible? Pues<br />
sencillamente porque entre elegir cristiano o musulmán pues la<br />
gente se hacía musulmán. ¿Por qué? Pues no lo sé. Cuestión de<br />
gustos, supongo. Pero es un poco absurdo pensar que en 3 años<br />
pueda conquistarse un país con esa facilidad, si no es porque la<br />
gente se entrega voluntariamente. Los romanos comprobaron la<br />
feroz resistencia de las tribus iberas y celtas y tardaron muchas<br />
décadas en pacificar Hispania. ¿Les parece un cuento? Pues<br />
consulten un libro de Historia. Quizás la cultura islámica ha<br />
estado más cerca de los corazones hispanos que toda esa mierda<br />
que nos cayó desde una maloliente covacha de Covadonga. Yo, que
quieren que les diga hace tiempo que elegí entre blanco o negro.<br />
Y como mis antepasados hace 1.300 años, también lo he hecho de<br />
modo voluntario.<br />
JUNIO 2007
LA VIDA DE LOS VENCIDOS<br />
Con el golpe de Estado o sublevación militar del general<br />
Franco acabó un pedazo de nuestra historia que prometía ser<br />
rica en posibilidades y vida próspera, fértil y positiva. Hablar de<br />
lo que pudo ser y no fue es absurdo. Pero aún con aquella<br />
catástrofe llamada guerra civil, me gustaría dedicar este artículo<br />
a los años que van de 1939 a 1975, es decir la postguerra, la<br />
dictadura militar y el triunfo del fascismo en nuestro país. Y lo<br />
haré en base a mis conocimientos históricos y, mucho más<br />
importante para mí, a los recuerdos de los miembros de mi<br />
familia que, de un modo u otro, atravesaron aquella difícil pero<br />
llena de valores y belleza humana, vida. Antes que nada, no hay<br />
que olvidar que tras cualquier guerra hay vencedores y vencidos,<br />
y que la vida para los primeros es más fácil; a los últimos les toca<br />
pechar con las injurias, los abusos, las represalias y todo el<br />
aparato represor del gobierno vencedor. Aun así, me gustaría que<br />
este viaje estuviese lleno de belleza y que, aunque no olvidemos<br />
nunca la derrota y las dificultades, nos centrásemos en cómo era<br />
la vida en España, a pesar de las zancadillas y felonías de los<br />
afines al régimen.<br />
Si hay algo que enseguida me llama la atención es la escasez<br />
general, la falta de productos incluso básicos, que había que<br />
suplir y procurase con el ingenio, los amigos, la familia o<br />
directamente recurriendo al estraperlo o contrabando. Quien<br />
vivía en el campo tenía más acceso, evidentemente, a productos<br />
alimenticios, mientras en las ciudades la convivencia con el<br />
hambre era más cercana. Supongo que ser descubierto<br />
traficando con alimentos era un delito grave, pero mucha gente<br />
lo hacía, bien para ayudar a familiares o sacarse unas pesetas<br />
suplementarias con que comprar otros productos.<br />
Una vida, pues, llena de necesidades, donde el hambre de<br />
casi todo agudizaba el ingenio y fomentaba la solidaridad,<br />
exceptuando como digo a los que siempre sacan partido en apoyar<br />
al vencedor, sea injusto o no. Llaman la atención los comercios:
panaderías, tiendas de ropa o de ultramarinos. En todos ellos se<br />
exhibía poco género. Qué diferencia con nuestros centros<br />
comerciales, supermercados, tiendas, etc… ¿qué pasará con todo<br />
ello? ¿Todo va a la basura una vez pasada la temporada? Esta<br />
superabundancia de todo ¿a quién beneficia? Al capital, por<br />
supuesto. A las grandes firmas y empresas, a los tiburones de<br />
esta nueva época consumista y derrochadora. Antes había poco<br />
de todo, se compraba lo que se necesitaba, se pagaba al contado,<br />
se reparaban las cosas, duraban más…<br />
Los listillos del régimen sacaban tajada de la miseria<br />
cotidiana, se aprovechaban de su condición de victoriosos. Se<br />
cometieron atropellos impunemente: expropiaciones forzosas,<br />
prisión para sospechosos, rebeldes y simpatizantes de la<br />
República o no afines al gobierno, insultos, vejaciones… Pero la<br />
vida siguió. Entre la jungla de limitaciones, la gente sobrevivió y,<br />
en ocasiones, también vivió. Fue necesario apañarse con lo que se<br />
tenía, con las propias fuerzas y recursos. Oficios sublimes que<br />
casi han desaparecido: lañadores, afiladores, recogedores de<br />
chatarra, papel, trapos; vendedores de garbanzos tostados,<br />
cañamones y otras buenas viandas; estraperlistas, multioficios:<br />
un huertecillo por aquí, un trabajillo por allá, 4 panes debajo del<br />
jersey, rumbo a la ciudad. Picardía guerrillera frente a la<br />
macropotencia del ejército regular del Caudillo: la temida y<br />
odiada Benemérita, guardas forestales, los Grises que olfateaban<br />
la subversión como perros de presa…Aquello fue una Odisea para<br />
quien lo vivió y para quien, sin vivirlo, lo observa a través del<br />
tiempo, lo rememora, lo oye de boca de sus protagonistas. A<br />
todos aquellos Ulises habría que darles un homenaje, derribar el<br />
Valle de los Caídos y erigir allí sus estatuas, reconocer que su<br />
esfuerzo no fue en vano. Observar la miseria que rebosa esta<br />
cultura de hoy –miseria sí, bien digo- y comprenderéis que<br />
nuestros padres y abuelos miren hacia otro lado, sin entender<br />
nada. Aquello no fue el Paraíso, pero se intentó. No puedo por<br />
menos de admirar a todos y todas las personas que hubieron de<br />
sobrevivir en condiciones extremas, mientras los espabilados de
toda la vida se regodeaban en su opulencia. Esto no es un<br />
atentado al Generalísimo y sus secuaces: semejante calaña no<br />
merece gastar tinta y papel. Es un quitarse el sombrero hacia los<br />
buenos españoles, vencidos pero no exterminados. Vuestro<br />
ejemplo debe ser nuestro horizonte y desde aquí, modestamente,<br />
os alabo y os admiro. Así se hace.<br />
JULIO 2008
LA HISTÒRIA MAI CONTADA<br />
Com a estudiant de Història he de dir que no tot lo que<br />
rellueix és or; o siga, que allò que anomenem Història, al millor<br />
dels casos, no és sinó una mentida transmesa de generació en<br />
generació. Em trobe a la disjuntiva d’estudiar la Història “oficial”<br />
que s’ensenya a les universitats, i que hauria de servir-me per a<br />
ocupar una plaça a qualsevol lloc (administratiu o no) o manar-lo<br />
tot a la merda i estudiar pel meu compte, amb la consegüent<br />
marginació als medis “oficials”.<br />
¿On està l’anarquisme als manuals? ¿On les comunitats<br />
camperoles? ¿Els moviments socials? ¿La lluita dels marginats –<br />
homosexuals, dones, malalts mentals, prostitutes, artistes...-?<br />
¿On la vida quotidiana de tantes i tantes persones sense<br />
història? Ja dic que a la universitat es margina conscient o<br />
inconscientment la vertadera història de determinants sectors.<br />
Tenim que estudiar la política dels grans estats, regnes, imperis,<br />
les famoses batalles, els tractats diplomàtics, l’economia de<br />
Roma, Grècia, Mesopotamia, Asiria, Babilònia, Egipte... ¿On està<br />
la gent comú? ¿Realment astó és la Història? ¿O està tan<br />
manipulada –per a continuar mantenint un sistema – que només<br />
ens traguem tones de merda que –com el seu nom indica- només<br />
ens emmerdarà i ens farà papagais d’aquest muntatge?<br />
Bé, es cert que cadascú mira on vol mirar. Potser hi haja<br />
que plantejar-se un altre sistema d’estudi, perquè no només<br />
importa aprovar els exàmens, sinó formar-nos a nivell personal i<br />
esbrinar eixa altra història que dorm el somni dels immortals.<br />
Personalment estic saturat i defraudat. Però també he eixit<br />
escarmentat. Sé que tindré que mirar a altres llocs, investigar<br />
altres missatges, espolsar velles idees i doctrines, pautes de<br />
pensament diferents, filosofies oblidades, moviments socials<br />
“heterodoxes”, “herètics” o “perillosos”.<br />
Però com el buscador d’or, per a aconseguir un poc tindré<br />
que furgar tones y tones de terra. Mirant la Història hi ha alguns<br />
passatges molt interessants, que sempre han rebut el meu afecte
i interès: el Neolític o canvi d’una dieta carnívora per altra<br />
vegetal, amb la explosió de cultes matriarcals i deesses<br />
femenines. La estranya civilització minoica de Creta, la història<br />
anònima dels camperols medievals, a una època anomenada<br />
bàrbara, salvatge, decadent, obscura...però amb una gran dosi de<br />
màgia, mitologia, inconscient col·lectiu, ritus, festes populars,<br />
akelarres, carnavals; una ideologia senzilla basada en la<br />
observació de la Natura i els seus ritmes, sempre vista amb<br />
desconfiança i temor per les autoritats (els senyors feudals o els<br />
càrrecs de l´Esglèsia), que va tenir segles per a intentar<br />
domesticar i cristianitzar en tots els sentits.<br />
Fa poc ha segut la festa de la Nit de San Joan. Festa<br />
mil·lenària pagana del solstici d’estiu, que festeja el dia més llarg<br />
i la nit més curta de l’any, la potència màxima del deu sol, el inici<br />
de la collita, el foc, el desenfreni, el ball, la bogeria, un cert<br />
xamanisme de festa de trànsit, d’eixida d’u mateix. I molt més<br />
coses que, potser, s’estén recuperant. Una nit aixina “mereixia”<br />
l’advocació d’un personatge potent per a l´Església com Joan (no<br />
sé si l’evangelista o el Baptista, cosí de Jesucrist), però aquella<br />
sabia lo que feia cristianitzant aquesta autèntica festa<br />
orgiàstica i dionisíaca.<br />
I també les heretgies medievals, com els “pobres de Crist”,<br />
“dulcinians”, o els famosos càtars, que tan a prop del meu cor es<br />
troben i que van patir una persecució i repressió tan violenta que<br />
quasi van ser oblidats per la Història. Per no parlar del templaris,<br />
les societats secretes d’inspiració maçònica (que segurament,<br />
Franco, emparanoiat, veia per tots els costats) o els propis<br />
anarquistes, tan mal mirats sempre per la societat en general, i<br />
que han mantingut la flama del canvi social al llarg del segles. En<br />
tot això pense mentre m’avorrís llegint les històries de l’altra<br />
Història: la “oficial”, que potser només servisca per a satisfer els<br />
paladars poc exigents i conformistes.<br />
OCTUBRE 2009
3. POLÍTICA<br />
“El cinismo (…) respondía a algunas de las exigencias de<br />
fondo de la época helenística (…). La denuncia cínica de las<br />
grandes ilusiones (…): 1) La búsqueda del placer, 2) el apego a la<br />
riqueza, 3) el ansia de poder, 4) el deseo de fama, de brillo y de<br />
éxito, (…) conducen al hombre a la infelicidad, (…). La exaltación<br />
de la autarquía y de la apatía –entendidas como condiciones<br />
esenciales para la sabiduría y, por lo tanto, la felicidad- se<br />
transformará en el hilo conductor del pensamiento helenístico.”<br />
GIOVANNI REALE Y DARIO ANTISERI. “Historia del<br />
pensamiento filosófico y científico. I. Antigüedad y Edad Media”.<br />
Herder Editorial, S.L., Barcelona, 2008, p. 210.
LA REPÚBLICA<br />
La República o res publica significa, en latín, la cosa, el<br />
asunto o la realidad pública, es decir la política o, por extensión,<br />
el Estado. Los primeros filósofos griegos pronto distinguieron,<br />
dentro de los asuntos que afectaban al ser humano, dos áreas en<br />
su actividad: por un lado la Ética, que se ocupaba de la virtud del<br />
individuo a nivel personal: cómo debía regirse y ordenarse el ser<br />
humano para ser alguien justo, noble y con otra serie de<br />
cualidades, incluso en su relación con los demás (lo que más tarde<br />
se llamará Moral) e incluso cómo ser feliz de modo virtuoso, y<br />
por otro lado, la Política, es decir la actividad práctica de<br />
organizar la sociedad. La República es, también, uno de las obras<br />
más conocidas de Platón, donde precisamente intenta explicar su<br />
noción de sociedad, junto a otros aspectos que tratan de resumir<br />
toda su anterior producción filosófica.<br />
El asunto de la organización de los seres humanos es tan<br />
antiguo como su presencia en la Tierra, y ya las bandas o clanes<br />
de cazadores de la Prehistoria se reunían de modo que las<br />
actividades fuesen más o menos rentables, menos difíciles o más<br />
placenteras. Evidentemente la organización para la caza de<br />
animales y la obtención de carne era la actividad principal y a la<br />
que dedicaban más tiempo y energías. Pero también existía una<br />
estructuración de las tareas para recolectar frutos, para crear<br />
herramientas o útiles de diversa finalidad, para cuidar a los<br />
niños, enfermos, heridos, o ancianos, y (más adelante) para<br />
realizar las pinturas en cuevas y abrigos, con una finalidad<br />
mágica, propiciatoria para la caza o simplemente para expresar<br />
su universo simbólico y metafísico o espiritual.<br />
Dado que cada individuo es diferente, también sus<br />
habilidades son diferentes y, si bien en estos primeros estadios<br />
de la humanidad, podría decirse que todos sabían, hacían o<br />
conocían las diferentes actividades, la especialización fue<br />
tomando cuerpo en forma de artesanos especializados (útiles de<br />
sílex o hueso; canastos; cerámica…), recolectores dedicados en
exclusividad mientras el resto del clan cazaba, y sanadores,<br />
curanderos o chamanes, una especie de médicos rudimentarios<br />
que trataban de curar los males físicos y espirituales, en una<br />
época en que las enfermedades eran consideradas psicosomáticas<br />
y donde el componente mágico era muy importante.<br />
Así vemos que estas sociedades trataban de organizarse en<br />
base a las habilidades individuales o de grupo, con una gran<br />
importancia de la responsabilidad en cada “oficio”, pues del buen<br />
o mal comportamiento o de la buena o mala realización de la<br />
tarea, dependía la supervivencia del grupo entero. Se<br />
necesitaban ciertas cualidades para ser cazador, y otro para<br />
recolectar, para realizar utensilios, para cuidar a los que no<br />
estaban en condiciones de capturar animales, para realizar los<br />
rudimentos de una primera y primitiva medicina, para<br />
comunicarse con las fuerza de la Naturaleza, etc… Una especie<br />
de comunismo libertario donde se respetaban la habilidad<br />
personal y donde cada uno ayudaba según sus posibilidades y<br />
recibía según sus necesidades.<br />
Una vida muy en el presente, donde apenas tenía cabida la<br />
previsión futura y donde quizás se tomaban las decisiones en<br />
grupo y de modo espontáneo, tratando de crear la cohesión del<br />
grupo a través de las distintas actividades, desde la caza, el<br />
reparto de la carne, las reuniones alrededor del fuego (cuando<br />
fue “inventado”), los bailes o danzas rituales, acompañadas quizás<br />
de palmas e instrumentos musicales rudimentarios, junto a la<br />
ingesta de plantas alucinógenas (como es frecuente en pueblos<br />
cazadores-recolectores actuales u otros avistados y contactados<br />
en épocas pasadas, como los indígenas norteamericanos, los<br />
mayas, etc…) y, por supuesto, la participación en ritos de<br />
iniciación y mágicos en el interior de las cuevas, alrededor de<br />
pinturas figurativas y simbólicas.<br />
Esta organización de tribus y clanes tiene una base en la<br />
consanguinidad, en lo que se denomina la familia extensa, pero<br />
hay que suponer (o comparar con los trabajos antropológicos<br />
actuales) que en esas sociedades nadie era más que nadie, sino
que cada uno era hábil en una u otra tarea. Y eso incluye también<br />
a las mujeres, que gozarán de un estatus igualitario, no sólo por<br />
el carácter mágico de los embarazos y el parto y de la<br />
fascinación que el hombre de la época sentiría por todo lo<br />
relacionado con lo femenino, presente en su vida cotidiana y<br />
observable en la Naturaleza, tanto en las plantas, los animales<br />
como los fenómenos naturales, sino porque esa misma mujer<br />
formaba parte del grupo y contribuía a la supervivencia del<br />
mismo. La mujer era, pues, algo mágico, complemento necesario<br />
de lo masculino, conectada con las fuerzas misteriosa y eslabón<br />
de aquellas sociedades. Las pinturas de vulvas o las estatuillas de<br />
mujeres de grandes pechos y embarazadas (las llamadas “Venus”)<br />
son abundantes durante el Paleolítico Superior y están presentes<br />
en multitud de yacimientos.<br />
Como muchos autores suponen, o bien deducen del<br />
comportamiento y la creencia de otros pueblos observados a<br />
posteriori (que incluso hoy sobreviven con su propia cultura) la<br />
sociedad prehistórica es comunitaria, es solidaria, es<br />
democrática (en el sentido de participación de todos) y busca la<br />
supervivencia del grupo y la felicidad de cada uno de sus<br />
miembros. Los “poderes” son transitorios, no hereditarios y<br />
cambian con el tiempo. Cada “oficio” y cada actividad debe<br />
garantizar su eficacia, nadie ocupa un puesto por sangre,<br />
tradición o favoritismo, porque si no responde de su valía, el<br />
individuo pone en peligro al grupo entero. Esta falta de poder<br />
podría ser considerada también una especie de anarquismo o<br />
comunismo libertario en el sentido de que no se tiene la<br />
sensación de que nadie está por encima de nadie, el poder se<br />
elige en situaciones precisas y transitorias y el reparto de<br />
productos y satisfacciones es comunal.<br />
La vida en las sociedades prehistóricas no es en modo<br />
alguno idílica, pero tampoco es, como quieren hacernos creer,<br />
primitiva, carente de satisfacciones, brutal o simplemente inculta<br />
y sin sentido. La verdadera maestra de aquellos individuos era la<br />
propia Naturaleza y, si bien es verdad que no tenían las
“comodidades” y “adelantos” que tenemos ahora, también es<br />
verdad que no las necesitaban. No era mejor o peor, era<br />
diferente. Grandes sabios, sin duda, que utilizaban el medio sin<br />
agotarlo y que se integraban en el ambiente, sin contaminantes,<br />
estrés, enfermedades “modernas” o afanes superfluos,<br />
protocolos y cosas así. Todo su universo giraba en torno a<br />
necesidades reales y naturales: cazar y recolectar para comer,<br />
conseguir agua, construir todo tipo de útiles, cacharros o cestos<br />
necesarios, aprender y conocer las plantas curativas,<br />
confeccionar prendas para el invierno, conseguir leña… Nada es<br />
innecesario, todo tiene una finalidad y un sentido. Incluso los<br />
rituales y acontecimientos sagrados satisfacen la parte<br />
espiritual, mágica y metafísica, tratan de responder a las<br />
preguntas acerca del origen, de los sucesos, de la vida y la<br />
muerte, del mundo que les rodea.<br />
El paso del Paleolítico al Neolítico supone un cambio en las<br />
sociedades. El contacto con la Naturaleza y el fin de las<br />
glaciaciones han hecho observar al ser humano más ampliamente<br />
los ciclos de las plantas. Ya no se trata sólo de recolectar, sino<br />
de controlar todo el proceso: sembrar, regar, abonar y esperar la<br />
cosecha. Si suponemos a la mayoría de hombre cazando animales,<br />
quizás tendríamos que atribuir a las mujeres el invento de la<br />
agricultura y la domesticación de animales que, por otro lado,<br />
está más en consonancia con sus ciclos naturales, tanto la<br />
menstruación como la gestación. Una labor de observación propia<br />
y exterior, que va a posibilitar la independencia de la incierta<br />
caza y evitar los desplazamientos o nomadismo siguiendo las<br />
manadas, por un lado, y por otro la sedentarización, la<br />
construcción de aldeas, la mayor especialización de los oficios, la<br />
complejidad de la sociedad y, a la larga, los problemas derivados<br />
de las luchas de poder y la obtención de recursos: la aparición de<br />
las castas militares y sacerdotales, la guerra y los intentos de<br />
organizar las cada vez más polivalentes sociedades.<br />
No obstante este cambio, es de suponer que en un primer<br />
momento, los beneficios superaron a los inconvenientes. Poco a
poco podían conseguirse excedentes: de cereales, de carne, de<br />
lana, de leche, etc…y, por tanto, gestionar mejor el día a día para<br />
evitar hambrunas y las incomodidades de los desplazamientos.<br />
Estas primeras realidades hay que situarlas hacia el 8.000-<br />
6.000 a.C. en zonas como los valles de los ríos Nilo, Tigris y<br />
Eúfrates, el Jordán, el Ganges o en otros del sudeste asiático.<br />
Una explosión casi simultánea que cambiará la mentalidad y<br />
cotidianidad de las gentes, si bien (como en casi todo) sucedió de<br />
forma gradual. En estos dos estadios, Paleolítico y Neolítico<br />
(como en los primeros años de una niña llamada Humanidad) se<br />
fueron forjando las características que siglos después irán<br />
conformando nuestro mundo, por diversas etapas, con fases de<br />
ida o de vuelta, de crecimiento y muerte, de avance o de<br />
retroceso, un eterno ciclo, un eterno retorno, como gustaban de<br />
decir el orfismo y muchos filósofos griegos o el mismo<br />
Nietzsche. Las sociedades son más simples o más complejas, son<br />
más fáciles o difíciles de analizar, pero en definitiva las formas<br />
de organización responden a patrones quizás ya existentes en<br />
aquellos primeros estadios.<br />
Soy de la creencia en la teoría de los ciclos, del recuerdo y<br />
del olvido, de la muerte y el renacimiento, rasgos culturales,<br />
modos de organización que vuelven, que perecen, que son<br />
adoptados en otras coordenadas espaciales o temporales. En<br />
todos ellos podemos aprender o desaprender, observar y sacar<br />
conclusiones, identificarnos con unas u otras, esperanzarnos o<br />
girar en otra dirección. Todas las épocas tienen rasgos positivos<br />
y negativos y para cada persona poseen un significado u otro,<br />
pero creo que hay un patrón universal y subconsciente, como el<br />
Inconsciente Colectivo del que hablaba el psiquiatra vienés Carl<br />
Gustav Jung. O quizás como el mundo de las Ideas del que<br />
hablaba Platón, un modelo ideal al que la copia humana trata de<br />
aproximarse.<br />
A raíz de mi enfermedad he visto las cosas de otro modo.<br />
En primer lugar creo que lo sencillo es más fácil de gestionar que<br />
lo complejo, en todos los aspectos de la vida, y por supuesto en la
Política o en el modo de organizarse los seres humanos. Los<br />
Estados nacionales se han convertido en monstruos de múltiples<br />
tentáculos, que se inmiscuyen en todas las parcelas de nuestra<br />
vida. Creo que es más adecuado entender la vida desde los<br />
Ayuntamientos, desde nuestra comunidad. Organizarse<br />
localmente es más sencillo, más natural, más económico y menos<br />
complicado, se simplifica la burocracia, los gastos, todo ese<br />
dinero que se pierde en nimiedades. El Estado es tan absorbente<br />
y tan devorador que nos agota, nos esquilma, nos vampiriza y<br />
coarta nuestra libertad y espontaneidad.<br />
El primer objetivo debe ser el económico. Cada persona<br />
debe fomentar sus habilidades, su vocación, su don. Así se<br />
convierte el trabajo en algo placentero, en una extensión de<br />
nuestra personalidad, no en algo enajenador, extenuante,<br />
destructor de nuestro equilibrio. A cada persona se le da bien<br />
una cosa, y es absurdo que a quien le gusta pintar o escribir, se<br />
dedique a cuidar heridos o a quien le guste cocinar tenga que ser<br />
cirujano. Evidentemente estamos hablando de una comunidad<br />
organizada, aunque sigo pensando que lo ideal es la autarquía, es<br />
decir, que cada persona pueda satisfacer todas sus necesidades.<br />
El traspaso de competencias a los Ayuntamientos sería un primer<br />
paso, pero lo que realmente creo que debería funcionar son las<br />
comunidades rurales, basadas en la tierra, donde una parcela<br />
proporciona el alimento a cada unidad. Dado que soy vegetariano,<br />
el problema no me preocupa: en una parcela se pueden cultivar<br />
patatas, frutales, legumbres y otros productos necesarios e<br />
incluso producir huevos frescos. El agua es otra necesidad<br />
primaria y el lugar debe poseer un pozo u otra fuente natural de<br />
agua potable, e incluso puede acondicionarse la casa para la<br />
recogida de agua de lluvia. Una vez cubiertas las necesidades<br />
elementales de comida y agua, el resto es variable. Existirán<br />
comunidades que puedan especializarse en elaborar ropa sencilla<br />
y calzado, herramientas para las labores agrícolas, papel, y otras<br />
serie de productos aunque lo ideal sería que cada comunidad o<br />
parcela elaborase por sí misma todo lo que pudiese. Células
autónomas y autosuficientes, donde deberían utilizarse energías<br />
renovables como la solar (tanto las cocinas como captadores de<br />
energía transformables en electricidad, aunque esto último no lo<br />
considero muy necesario) o la eólica, leña de los alrededores,<br />
abono natural de los propios animales y/o de compost vegetal,<br />
con horno, talleres, etc…<br />
El tema de las cooperativas es algo interesante. Un modo<br />
de vender los excedentes de cada parcela, tanto de alimentos<br />
como de otros productos. Gestionados por la propia comunidad o<br />
por una reunión dentro de cada ayuntamiento, como primer paso,<br />
a precios adecuados y estables, vigilando la calidad de los<br />
productos, con la cooperativa como único intermediario entre los<br />
productores y los consumidores. El tema de la sanidad es otro<br />
problema importante. El primer lugar soy partidario de la<br />
prevención y de una vida lo más sana y natural posible. Pero<br />
quizás sería interesante llevar a cabo una especie de pequeños<br />
hospitales para asuntos graves, que deberían gestionar y<br />
sufragar los habitantes de una comunidad, quizás los<br />
Ayuntamientos. Hoy en día se tratan problemas menores que<br />
despilfarran tiempo y recursos y que podrían haberse evitado<br />
con una buena educación sanitaria, vida sana y prevención.<br />
Evidentemente el tema de cirugía es algo serio y es necesario<br />
disponer de este recurso, pero un gran porcentaje de los casos<br />
tratados actualmente por la Seguridad Social y Hospitales<br />
privados se podían haber evitado.<br />
El tema del dinero es optativo. Creo que el trueque es un<br />
sistema muy bueno, y se evita que mucha gente se enriquezca.<br />
Con una serie de comunidades autárquicas casi no es necesario e<br />
incluso pueden elaborarse unos vales de cambio, pero está<br />
sujeto a posible fraude y mercado negro. El tiempo libre en<br />
contacto con la naturaleza es mucho más genuino y sano. La<br />
mayoría del ocio que se nos vende por televisión es una serie de<br />
actividades triviales, absurdas y perniciosas, de las cuales<br />
terminamos hartos, aburridos o enfermos. Paseos por el campo,<br />
pintar, hacer talleres con los más pequeños de papel reciclado,
panadería u otros, observar la naturaleza, tomarse una cerveza o<br />
escribir creo que son más que suficientes para sentirnos bien.<br />
Un sistema mixto tampoco es inadecuada como medio de<br />
pasar a una independencia absoluta y porque aún estamos muy<br />
vinculados al tema de industrias, productos industriales y<br />
elementos que no pueden fabricarse si no es en estos centros,<br />
pero creo que cuando antes dejemos atrás todo este mundo, más<br />
felices viviremos. Esto no es sino un pequeño esbozo de la<br />
sociedad en la que me gustaría vivir y una pequeña contribución a<br />
la elaboración y desarrollo de ideas para la consecución de estos<br />
objetivos, aunque no soy político ni se me ha dado nunca bien la<br />
política ni la organización de otra cosa que no sea yo mismo. Hay<br />
gente más preparada en este sentido, con más experiencia y que<br />
serían los que deberían orientarnos un poco más en este campo.<br />
Aún así estoy convencido de que la tendencia es hacia este<br />
camino y que hay muchas iniciativas que están consiguiendo<br />
resultados reales y factibles, que lo que parece utopía es posible<br />
realizarlo. Repasando la Historia me doy cuenta que todo pasa<br />
por ciclos. Creo que el modelo urbano e industrial está agotado y<br />
está exterminando el Planeta. La vuelta a las raíces y a la<br />
Naturaleza es, pues, a mi juicio el único camino que puede salvar<br />
la Humanidad y al individuo en particular.<br />
SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2010
EN LA DIRECCIÓN CORRECTA (O EL ENEMIGO INVISIBLE)<br />
Estamos a pocas semanas del fin del 2010. Miramos atrás y<br />
comprobamos si hemos cumplido con los objetivos cumplidos, en<br />
este último año, en la última década… en los últimos 18 años, o en<br />
toda una vida. La percepción personal es muy importante, pero la<br />
satisfacción es una extraña mezcla entre hechos objetivos, entre<br />
parámetros cuantificables y nuestra propia subjetividad. Nos<br />
movemos entre la consecución de nuestros sueños y una cierta<br />
disciplina interior, entre el deber autoimpuesto y el disfrute de<br />
una vida que se nos va, segundo a segundo.<br />
He hablado en otras ocasiones del “Sueño de Occidente”,<br />
que desgraciadamente sólo es real para una escasa minoría. Pero<br />
objetivamente hablando es posible para millones de personas.<br />
Basta con tener unos ingresos mínimos aceptables, disponer de<br />
acceso a agua potable, energías, transporte, sanidad, ocio,<br />
alimentación saludable… ¿Qué está pasando entonces? La<br />
infelicidad es una epidemia en nuestra cultura, una lacra que<br />
afecta incluso a personas bien situadas. Tenemos lo que nos<br />
basta y aún así, crece la frustración, las depresiones, la<br />
incertidumbre, el miedo, los odios…<br />
Es cierto que vivimos una crisis económica (extensible a<br />
otras áreas) pero no es el motivo de fondo. Hay gente sin<br />
trabajo, viviendo en condiciones precarias y gente en las afueras<br />
del sistema, marginadas y sin oportunidades de cambiar su<br />
situación. El mundo capitalista, el mundo de las<br />
socialdemocracias, de las presuntas democracias (término más<br />
que discutible) ha apretado el acelerador a fondo. Una huida<br />
hacia delante, un sálvese el que pueda, una reacción de no vuelta<br />
atrás… Pocos son los que pueden seguir el ritmo que están<br />
marcando desde centros inaccesibles como gobiernos,<br />
multinacionales, grupos de presión, entidades bancarias. Un filtro<br />
por el que se va escurriendo la gente en esta carrera hacia el<br />
infierno.
El mundo se polariza, y los que son ricos o pobres lo son aún<br />
más. Comprender esto es vital porque seguramente marcará los<br />
acontecimientos de los próximos años. El estupor que causa<br />
marcarse unas metas y no poder llegar a ellas es sin duda el<br />
alimento que está creando esta sociedad insatisfecha. Pero la<br />
pregunta es: ¿qué clase de sociedad queremos? ¿Tenemos idea<br />
clara de las posibles alternativas, de las soluciones o del rumbo<br />
que va a seguir todo esto? ¿A qué llamamos felicidad? ¿Qué<br />
valores rigen nuestras vidas? ¿Qué estamos dispuestos a perder,<br />
a ganar, a aceptar? Vivimos en una cultura del bienestar, en el<br />
Primer Mundo, más concretamente en la Unión Europea, un<br />
conglomerado de países y realidades que surgió con una clara<br />
vocación política y económica, más que social o cultural. La gente<br />
que maneja capitales a gran escala y tiene capacidad de<br />
influencia y decisión se mueve libremente en este escenario.<br />
¿Qué puede importarles unos millones más o menos de parados?<br />
¿Unas pequeñas pérdidas de unos cuantos miles o cientos de<br />
miles de €uros, cuando puede invertir en un espacio vastísimo? El<br />
capital no tiene apego a ningún tipo de sentimiento, es<br />
implacable; sólo obedece a una ley y sigue a un único Dios: el<br />
beneficio. ¿Podemos llegar a creernos toda la cortina de humo<br />
que nos lanzan desde los gobiernos nacionales, desde el Consejo<br />
de Europa, desde Washington o desde los organismos<br />
internacionales? ¿Qué demonios está pasando? ¿Es sostenible el<br />
actual sistema, con millones de personas sin trabajo, con otros<br />
cuantos en el umbral de la miseria absoluta, con la degradación en<br />
todos los sentidos de una mal llamada democracia? ¿Quién se<br />
está beneficiando de todo esto? No la gente que acude a la cola<br />
del paro a tratar de ganarse un sueldo para alimentar a sus<br />
familias; no la gente que debe acudir a Servicios Sociales, a<br />
Cáritas o a otra organización porque necesita comida y ayudas; no<br />
los mendigos que pululan por las grandes ciudades como Elche,<br />
Alicante, Barcelona o Madrid; no los enfermos mentales (como<br />
yo) que debemos sufrir el odio de una sociedad desestructurada<br />
que confunde a sus enemigos y que descarga su rabia contra
quien no tiene la culpa; no la gente de a pie, que ve cómo sus<br />
vidas, sus ahorros, su futuro y sus sueños se van al cubo de la<br />
basura. ¿Quién saca beneficio de todo esto y, sobre todo, por<br />
qué no dan la cara? Todos lo saben pero nadie quiere señalar con<br />
el dedo. Sabemos que una vez más la crisis económica ha sido la<br />
excusa perfecta para el lucro de los de siempre, para el recorte<br />
de derechos de la gente trabajadora, para la caza y captura de la<br />
libertad de expresión, para remover los odios contra inmigrantes,<br />
mendigos, homosexuales, prostitutas, enfermos mentales,<br />
anarquistas, ecologistas, minorías y cualquier voz que se atreva a<br />
criticar el actual Sistema. El actual estado social se ha<br />
desintegrado y la salida de los que poseen los hilos de este<br />
teatro ha sido el salto al vacío. Han apostado doble contra nada.<br />
Si la jugada les sale, se despertarán con el doble de poder,<br />
dinero e influencia. Si no, habrán convertido este mundo en una<br />
mierda, aunque ya lo llevan convirtiendo, desde hace más de 200<br />
años.<br />
¿Y cuál es la solución de “nuestros dirigentes”? Pues variada<br />
y a cuál más ingeniosa. Barren las calles de prostitutas e<br />
indigentes ante la llegada del Papa a Barcelona; expulsan a<br />
gitanos rumanos porque “molestan”; cargan sin contemplaciones<br />
contra manifestantes antisistema; nos acojonan con el viejo<br />
cuento de “viene la derecha”, como el lobo de Caperucita, cuando<br />
ellos mismos se han convertido en la derecha; acallan las voces de<br />
personas lúcidas y comprometidas, como el juez Garzón –obligado<br />
a dejar su labor por la presión de grupos de extrema derecha-;<br />
obligados a buscarse la vida en otro país, a pesar de tener<br />
talento, como es el caso del bailarín Nacho Duato, estigmatizado<br />
por su condición sexual; presionando a escritores y artistas<br />
“libres” y “políticamente incorrectos”, como es el caso de<br />
Fernando Sánchez Dragó, por un presunto delito de no se que<br />
historias de abusos sexuales; llenándonos la programación<br />
televisiva de basura rosa, de chupaculos adictos al régimen, de<br />
fútbol y más fútbol, de noticias seleccionadas y<br />
convenientemente maquilladas; de miedos que causan
intranquilidad a la gente –el terrorismo, las drogas, los desastres<br />
naturales, las cifras económicas negativas…-, de una auténtica<br />
basura narcótica que entretenga a la gente y les impida pensar y<br />
tomar decisiones; invadiendo con periódicos que cuentan todos lo<br />
mismo, sean del color que sean; cargando contra profesionales<br />
independientes y alternativos, cuyo único delito es pensar o<br />
actuar de forma diferente a lo que se lleva, obligándoles a dejar<br />
sus puestos de trabajo, presionándoles para que se callen, para<br />
que se “integren” o para que se larguen… Pero aún así, no dan la<br />
cara. Controlan el sistema económico, político y social, pero se<br />
escudan detrás de toda esa mierda de dinero, de nombres de<br />
instituciones que todos saben que están dirigidas por<br />
testaferros, por monigotes, por hombres de paja, como los llamó<br />
el cantante Lou Reed… Se esconden cuando saben que han jodido<br />
todo el sistema, su sistema, cuando han enviado al paro, a la<br />
ruina, a una vida de infierno a millones de personas… Se esconden<br />
y no son capaces ni tan siquiera de ayudar a mejorar las cosas,<br />
cuando parece ser que son los únicos con dinero, poder e<br />
influencia para hacerlo. Se esconden cobardemente observando<br />
la mierda sobre la que flotan: desastres ecológicos, paro,<br />
corrupción, precariedad laboral, miseria, hambre…<br />
A muchos de vosotros os digo: estáis cargando contra los<br />
que nada saben o nada hicieron. El enemigo es otro, tiene<br />
nombres y apellidos, controlan vuestras vidas y les importa una<br />
mierda vuestra situación. ¿Realmente creéis que el enemigo es<br />
una prostituta, un indigente, un rumano, un gitano, un marroquí,<br />
un homosexual, un anarquista, un enfermo mental? ¿Tanta mierda<br />
tenéis en la cabeza para no ver que el enemigo es el Capital, el<br />
Sistema actual de socialdemocracia, de capitalismo, de<br />
consumismo, de corrupción, de clientelismo, de picaresca? Estáis<br />
ciegos si pensáis lo contrario. Todas nuestras vidas dependen de<br />
unos cuantos cientos o miles de personas poderosas en todo el<br />
mundo, que se ríen de vuestros patéticos pataleos. A salvo tras<br />
sus muros, chapotean sobre la mierda de millones de personas: se<br />
muestran cómodos porque tienen un colchón de cientos de miles
de €uros o de dólares, de relaciones clientelares, de amigos tan<br />
poderosos como ellos. Y sin embargo, cargáis contra quien no<br />
tiene la culpa. Es a ellos a quien hay que señalar con el dedo, como<br />
David cargó contra Goliat. Es a ellos a quien hay que derrotar,<br />
porque la situación vuestra y del mundo les importa una mierda.<br />
Si este sistema no funciona es hora de poner solución, de unir<br />
hombro con hombro y de derribar sin violencia, pero con valor y<br />
firmeza, un mundo injusto, clasista, discriminatorio y<br />
brutalmente competitivo, y cambiarlo por otro donde todos<br />
seamos iguales, sin poder, sin represión, con libertad y donde se<br />
acaben los miedos.<br />
NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2010
4. SALUD NATURAL<br />
“A pesar de todo, he aprendido de los andaluces la mejor<br />
lección: disminuir las necesidades para disminuir las fatigas que<br />
cuesta satisfacerlas. Y así he llegado a necesitar muy pocas<br />
cosas, y esas pocas, muy poco. Porque la verdadera felicidad no<br />
está en tener, amigo mío, sino en ser y en no necesitar.”<br />
ANTONIO GALA. “El manuscrito carmesí”. Ed. Planeta,<br />
Barcelona, 1990, p. 63
¿UNA TAZA DE TÉ?<br />
Desde que se descubrió accidentalmente el sabor del té en<br />
China, según cuentan las leyendas, su consumo se ha extendido,<br />
en territorios y número de personas. La camelia sinensis y, en<br />
menor medida, la sativa, son originarias de China e India,<br />
respectivamente. Y aunque su uso se está poniendo de moda en<br />
Occidente, lo cierto es que es una droga o planta medicinal de<br />
oriente.<br />
El mayor consumo de esta sustancia se localiza en China,<br />
India, Japón, Nepal y el sudeste Asiático, aunque debido a<br />
contactos culturales y otras causas, se consume y/o se cultiva<br />
también en Rusia, Sudamérica, Australia, Turquía, Kenia,<br />
Tanzania y todo el ámbito cultural islámico (Marruecos, Túnez,<br />
Argelia, Egipto, etc…).<br />
La planta se recolecta, obteniéndose el té verde, muy rico<br />
en vitamina C y abundantes propiedades: antioxidante,<br />
antienvejecimiento, anticancerígeno, protector hepático y<br />
cardíaco, regulador de la presión arterial, antivírico,<br />
antibacteriano, etc… Su sabor es fresco y ligeramente amargo,<br />
consumiéndose así, por ejemplo, en zonas islámicas (mezclado con<br />
hierbabuena, menta o shiva). Es un té ligero que refresca y que<br />
estimula suavemente, con un efecto duradero. Las variedades<br />
más conocidas de este té podrían ser el gunpowder o pólvora, de<br />
China, el Assam verde de India o los verdes japoneses: matcha,<br />
bancha, sencha o genmaicha.<br />
Si realizamos una pequeña fermentación del té, obtenemos<br />
los semifermentados, entre los que se encuentran el conocido<br />
oolong, que combinado con jazmín, dan lugar al té chino que se<br />
toma en los restaurantes de este país. Si seguimos fermentando<br />
el té, conseguimos el llamado té negro, oscuro, fuerte y denso. El<br />
más conocido en Europa es el tomado por los británicos, que lo<br />
importaban de su principal colonia, India. Es, por ejemplo, el té<br />
de Ceylan, que muchos llaman Breakfast o Five ´o clock. Era el té<br />
en bolsitas rojas que aún se venden en muchos supermercados.<br />
Al igual que el verde, existen muchos tipos: el Pu-erh (o Rojo), el
Lapsang Suchong, ambos de China; el Assam negro de India; el<br />
anteriormente citado de Ceylan, etc… Estos tes son más fuertes,<br />
aunque no llegan a tener tanta capacidad estimulante como el<br />
café, tienen un efecto intenso y corto, como aquel.<br />
Así que ya sabéis: verde, suave y refrescante y con muchas<br />
propiedades medicinales. O negro, más fuerte y estimulante y<br />
con más cuerpo. En muchas teterías y pubs aparecen infinidad de<br />
nombres. Muchas veces obedecen a denominaciones personales o<br />
comerciales, pero lo que hay que ver primero es si es un té verde<br />
(fresco), semifermentado o negro (fermentado): Luego podéis<br />
añadir los ingredientes que más os gusten: canela, menta o<br />
hierbabuena, clavo, naranja, bergamota, limón, frutas o lo que la<br />
imaginación os diga. Mis favoritos. Pues el gunpowder chino con<br />
hierbabuena o shiva (el té moruno); los verdes japoneses; el<br />
oolong; el Ceylan con especias o el Darjeeling hindú. Salud y<br />
disfrutar de vuestro té.<br />
ABRIL 2007
Sano vegetal<br />
Conocía la dieta vegetariana de mi interés por la cultura<br />
oriental, en la adolescencia, pero no fue hasta la Primavera de<br />
1997, con 25 años, cuando decidí adoptar esta filosofía.<br />
Evidentemente conocía el sabor de la carne y el pescado, pero no<br />
fue ese el motivo que me movió a hacerme vegetariano. Aún hoy<br />
echo a veces de menos aquello, pero como digo, no fue el sabor,<br />
sino el hecho de decidir no matar ningún animal para alimentarme.<br />
Para quien ama la fauna de la Tierra, en general, quien ha asistido<br />
a la matanza del cerdo o quien observa los ojos de todo animal<br />
listo para el sacrificio, sabe lo que digo. Es por ello que, a mi<br />
pesar y con cierto punto de nostalgia, aunque satisfecho y<br />
contento, opté por alimentarme con productos que me ofrecía<br />
exclusivamente el mundo vegetal.<br />
Soy de la creencia que incluso las plantas tienen alma, pero mi<br />
opción, como la de los jainas de la India, es la de menor impacto a<br />
nivel productivo de dolor y una especie de minimalismo<br />
gastronómico. Lo siento, pero soy incapaz de matar a un animal<br />
para alimentarme. Me pongo enfermo sólo de pensarlo y me jode<br />
cuando me como un filete o un pescado saber que ese pobre<br />
animal estaba vivo antes de estar en mi plato.<br />
Parece una auténtica gilipollez, lo reconozco, pero si<br />
pensáis en ello tiene más sentido de lo que parece. Así que me<br />
sumo, me sumé, a la comunidad de locos que han elegido este<br />
camino y hoy por hoy tan sólo debo elegir otra fuente de<br />
proteínas, que puedo sustituir por queso, huevos, frutos secos,<br />
levadura de cerveza, legumbres, soja, pipas de girasol y calabaza<br />
y algunas otras que me olvido.<br />
La mayor parte de la comunidad vegetariana del mundo se<br />
encuentra, con diferencia, en La India, concretamente en el<br />
noroeste, en la región del Gujarat. La noción de ahimsa o no<br />
violencia se encuentra allí impregnada hasta los tuétanos en las<br />
personas. También han descubierto que esta opción gastronómica<br />
es más adecuada desde el punto de vista de la salud, de la mayor
toma de conciencia y una ayuda a la hora de crecer personal y<br />
espiritualmente. Reconozco que aquí, en Occidente, aún es un<br />
fenómeno muy minoritario, pero creo que aconsejaría a todo el<br />
mundo que lo probara durante un período y comparara. No sólo<br />
desde el punto de vista de la tranquilidad de conciencia, sino<br />
desde el punto de vista meramente fisiológico. Es una auténtica<br />
bomba de salud, y un excelente medio de eliminar colesterol,<br />
urea, azúcar, anemia, en fin, para tener unos análisis de libro. Lo<br />
que digo lo ratifico en primera persona y por experiencia propia.<br />
En fin, no me gusta hacer propaganda ni apología de nada, pero sí<br />
puedo afirmar que ser vegetariano me ha ayudado a ser mejor<br />
persona y a tener una excelente salud, lo cual es muy de<br />
agradecer, en estos tiempos de estrés, comida basura y<br />
enfermedades degenerativas. Salud y buen provecho.<br />
FEBRERO 2008
UNES QUANTES IDEES<br />
Necessitem menjar. Bé, mengem, però respectant la vida<br />
natural i animal. Vos recomane el vegetarianisme. És una opció<br />
més barata econòmicament en tots els sentits. la carn i el peix<br />
són cares. es necessiten molts de pastos per a alimentar una<br />
vedella, una ovella o una cabra, i eixa terra es podria dedicar a<br />
cereal, llegums, fruites o hortalisses.<br />
¿Haveu pensat realment el patiment d’un animal que sap<br />
que va a morir? ¿Haveu estat alguna vegada en la matança del<br />
porc? ¿Vos pareix agreable? Jo sí he estat i és una de les<br />
experiències més traumàtiques que recorde. Desprès de llançarli<br />
aigua calenta bullint per a quitar-li els pels hi ha que clavar-li<br />
un ganivet al coll, mentre crida i crida, sabent que va a morir...<br />
Encara hui em donen ganes de vomitar. ¿Haveu estat en una<br />
granja de gallines? Jo sí. Els animals estén en gàbies de poques<br />
dimensions. S´els subministra aigua i menjà i la seua única<br />
ocupació i utilitat es viure tancats, sense quasi poder menejarse,<br />
en una situació que em recorda a les carcels o els camps<br />
d’extermini nazis. Una vida res de natural i de agreable. ¿Haveu<br />
vist les escenes per televisió de la caça de foques? Les colpegen<br />
amb pals al cap, fins a que moren i a voltes les quiten la pell<br />
encara moribundes, perquè és més fàcil. ¿Vos pareix això humà?<br />
Podem suportar el fred amb la llana que tallem a les ovelles, però<br />
hi ha gent que prefereix el suau tacte del pell de foca...coste el<br />
que coste. ¿Haveu vist com maten les oques o els aus per a<br />
Nadal? Jo he pogut presenciar eixa escena, també molt<br />
traumàtica i desagradable. ¿Mereix la pena delectar el paladar<br />
amb un poc de carn a costa de fer patir a un animal, només<br />
perquè no pot defendre-se i es una cosa culturalment “natural”?<br />
¿O deixar els peixos que s’afoguen lentament a un vaixell, fins a<br />
que s’asfixien? ¿Haveu estat a punt d’afogar-vos alguna vegada?<br />
Jo sí. La sensació és horrorosa, d’impotència, por i patiment.<br />
penseu en això la pròxima vegada que vos entren ganes de<br />
comprar peix.
Es convenient usar peces de roba naturals per a cobrir-se,<br />
sobre tot de cotó, que no és molt car i es molt higiènic. Per<br />
descomptat hi ha que usar-lo també com a roba interior. Les<br />
fibres produïdes a partir del petroli no transpiren ni absorbeixen<br />
la suor i son fonts de creació de microorganismes, al·lèrgies i<br />
erupcions cutànies. ¿Es més sexy una dona per portar una<br />
bragueta de poliamida de l’ultima moda? Bé, jo no estic d’acord.<br />
Hi ha roba interior de cotó molt sexy i suggerent, sense els<br />
perills anteriors. Per no parlar dels tacons. ¿Vos pareix excitant<br />
una dona mig tambalejant-se en un precari equilibri? A més<br />
l’esquena pateix només pel gust de donar el gust als mascles. Hi<br />
ha solucions naturals per a realçar la feminitat d’una dona, però<br />
no a costa de jugar-se la salut. ¿Quants potingues i cremes<br />
s’anuncien per televisió? Son cars i ofereixen les mil meravelles.<br />
¿Quan de temps necessita una dona per a poder combinar la<br />
parafernàlia de complements “necessaris” per a estar guapa?<br />
Que si un cinturó que fasa joc, uns tacons, el vestit del mateix<br />
color que el pintallavis. No se, crec que és tot l´oposat al<br />
feminisme. Un tall de monyo adequat, una crema hidratant<br />
natural i un poc de picardia fan d’una dona una bomba sexual.<br />
Només hi ha que destacar un poc els encants naturals i posar un<br />
poc d’imaginació. La moda –tant en roba, cremes, etc...- només es<br />
un negoci. Així de clar. I una esclavitud per a dones i homes.<br />
Si compreu roba bonica i que vós agrade de veritat, vos<br />
durarà molts anys, vos agradarà posar-vos-la i no tindreu que<br />
trencar-vos el cap en organitzar un arsenal de vestits, pantalons,<br />
sabates, cinturons, etc...No és tracta de vestir com el Cro-<br />
Magnons, sinó d’utilitzar sàviament els diners i el temps. Vos<br />
aconseje un llibre que a mi m’ajuda’t molt. Es diu: “Simplifica tu<br />
vida”, d´Elaine St. James, Editorial RBA Integral, Barcelona,<br />
2002. Ací trobareu molts trucs per a fer la vida més senzilla i<br />
poder desfruitar més d’altres coses realment importants.<br />
Crec que el problema fonamental és la quantitat de<br />
productes ofertats. Els magatzems, supermercats i gran<br />
superfícies comercials ens inviten a consumir. ¿Què es fa amb
tota la menjà o la roba que sobra quan termina la temporada?Mai<br />
aneu a estar “a la moda” tan des del punt de vista alimentici com<br />
de vestits. La “moda” matemàticament parlant és el valor que<br />
més es repeteix. És a dir, la “moda” és lo que fa la majoria, lo que<br />
més abunda. Però aquesta canvia constantment. prefereix la<br />
qualitat i la salut perquè son valors segurs i mai vos equivocareu.<br />
El bon gust no significa necessàriament gastar-se un muntó de<br />
diners en articles que vos anuncien com a bons o bonics.<br />
La sensació de alliberació que provoca la senzillesa és com<br />
un orgasme permanent. És difícil resistir-se a aquesta tendència<br />
una vegada que l’has provada. ¿Per què ens agraden tant les<br />
caricatures, quan estén fetes amb estima i gràcia? Perquè<br />
mostren els traços bàsics, identifiquen al personatge de seguida i<br />
somriem. La vida ha de ser també una caricatura, si volem<br />
desfruitar de les coses importants. En tots els sentits.<br />
Simplificar, reduir i no deixar-nos manipular. Així es com<br />
s’aconsegueix disciplinar el caràcter i veure les coses tal com<br />
son. Vos invite a provar aquesta filosofia. però no penseu que sóc<br />
una espècie de guru d´astó. Intente ser pragmàtic e introduir<br />
canvis en la meua vida, però com deia en l’editorial, estic en un<br />
procés de transformació i em costa com al que més. Però ho<br />
intente i crec que puc aconseguir-lo. Almenys proveu-lo i<br />
compareu els resultats. A mi em fascina.<br />
ABRIL 2009
MADRUGAR<br />
Bueno. Pues parece que ya estamos en Mayo. Nos ha<br />
costado adaptarnos a la Primavera y, poco a poco, nuestras<br />
hormonas se equilibran. Lo mejor que encuentro de esta época es<br />
la luz. Vivimos en el Mediterráneo y eso se nota. Ahora amanece<br />
antes y anochece más tarde.<br />
Llevo mucho tiempo sin practicar el sano deporte de<br />
madrugar. Esta noche pasada no tenía sueño, así que me he<br />
relajado sobre la cama y he ido dejando pasar los minutos. Sobre<br />
las 4 de la mañana he iluminado la habitación con velas y me he<br />
puesto a hacer Yoga y un poco de gimnasia y estiramientos.<br />
Seguidamente he hecho 10 ó 15 minutos de meditación, en la<br />
postura del diamante (la que usan los japoneses para comer en<br />
casa). Acto seguido he cogido ropa interior limpia, una camiseta,<br />
y un vaquero y me he dirigido al aseo. Me he dado una ducha<br />
caliente, mientras frotaba la piel con una manopla de cuerda,<br />
para eliminar la piel muerta y favorecer la circulación. Finalmente<br />
me he afeitado.<br />
La atmósfera y el ambiente que rodean la madrugada son<br />
sencillamente deliciosos. Con la luz atenuada y casi en plena<br />
oscuridad, apenas se oyen los pájaros y los madrugadores que<br />
trabajan en el Mercado de Abastos, en mi barrio. Ventilar un<br />
poco la casa, encender una varilla de incienso japonés, de lavanda<br />
y leer artículos atrasados de la revista “Integral”. Y ahora,<br />
escribir este pequeño artículo, como homenaje a una noche en<br />
vela y a las maravillas del silencio y la soledad. Cada vez me<br />
siento más cómodo en la quietud, conmigo mismo. Y cada vez<br />
soporto menos el estruendo de una ciudad, a pesar de que<br />
Crevillent es un pueblo relativamente pequeño. Odio el tumulto de<br />
los coches, su humo, sus cláxones; y las prisas, el estrés y el<br />
bullicio neurótico. Intento buscar momentos de soledad y<br />
aislarme todo lo posible de ese bombardeo continuo en que se ha<br />
convertido el mundo actual. Es casi una misión imposible:<br />
desconectar aparatos, no oír las noticias, no comprar prensa,
poner música suave o no ponerla, aislarse de conversaciones,<br />
centrar la atención en el presente. Una locura que, al menos en<br />
esta breve tregua, puedo evitar, para empezar un día quizás lleno<br />
de sorpresas.<br />
Un cambio profundo es, creo, cosa de muchos años.<br />
Reeducar el cuerpo, la mente y el espíritu requiere paciencia,<br />
constancia y valor. Hay que ser un poco flexible para estar<br />
abierto a los cambios, a captar los mensajes, consejos o ideas<br />
que puedan ayudarnos a disfrutar, a estar serenos y a estar más<br />
en sintonía con nosotros y los demás. Personalmente tengo<br />
tendencia a estresarme. O mejor dicho, a estresarme en el<br />
mundo actual que vivimos. ¿Cómo es posible que un pueblo de tan<br />
sólo 30.000 habitantes tenga una flota de más de 10.000 coches<br />
y más de 2.000 motos? No me lo he inventado, lo he leído en<br />
alguna publicación local. 1 coche cada 3 habitantes. Más de<br />
13.000.000 coches en España, en una estimación a la baja. Y<br />
podemos seguir multiplicando para englobar la C.E.E., estados<br />
Unidos, etc…Millones de tubos de escape escupiendo humo. Y a<br />
ello hay que sumarle los aviones, la quema de árboles, etc… En fin,<br />
lo dejaré aquí, porque no quiero estropearme el día.<br />
Creo que soy afortunado por no haberme dejado seducir<br />
por el vehículo de 4 ruedas. Entiendo que para mucha gente es<br />
casi imprescindible, pero en la mayoría de los casos hay otras<br />
opciones: bicicletas, transporte público, compartir el coche con<br />
amigos o compañeros, ir andando al trabajo o a otros sitios. Pero<br />
vaya, haga cada cual lo que le plazca.<br />
Ciertamente somos animales de costumbres, pero esa es<br />
precisamente la ventaja del ser humano, con respecto a otros<br />
animales: nos adaptamos a casi todo. Introducir ciertos aspectos<br />
en nuestra vida, poco a poco, nos resultarán útiles y agradables, y<br />
ganaremos paz y tranquilidad. Todos, creo, tenemos nuestro talón<br />
de Aquiles, nuestro punto débil. Pero observando y aprendiendo<br />
podemos proteger ese lado vulnerable. Me gustaría afirmar que<br />
he conseguido recuperar el equilibrio, pero no es totalmente<br />
cierto. No he llegado aún a mi meta y quizás tarde años en
ecuperar mi salud, pero gracias a mi constancia he logrado<br />
grandes cambios y llevo una vida aceptable. El hecho de sentir<br />
aún sensaciones desagradables en presencia de mis semejantes<br />
(miedo, inseguridad, cansancio, estrés…) me indican que aún no he<br />
conseguido superar mi dolencia. Es un síntoma de que se me exige<br />
cambios. Y en ello estoy. No es fácil, o al menos no demasiado<br />
fácil, pero vaya, es necesario y poco a poco lo iremos logrando.<br />
Son ahora las 7 y media de la mañana. Feliz día a todos y buena<br />
suerte.<br />
MAYO 2009
SALUD INTEGRAL<br />
Me gustaría dedicar este artículo a todas las medidas que<br />
pongo en práctica para mantener y recuperar mi salud física,<br />
psicológica y espiritual. En primer lugar, mi columna vertebral es<br />
la dieta vegetariana, un sistema de alimentación que depura, no<br />
es agresivo hacia el resto de animales, atempera las pasiones y es<br />
muy útil para lograr paz, serenidad y lucidez mental. Los únicos<br />
productos que incluyo del mundo animal son los huevos y el queso;<br />
todo lo demás proviene del reino vegetal: cereales, legumbres,<br />
semillas, hortalizas, frutas, verduras, aceites, etc…no es sólo un<br />
régimen, sino una filosofía de vida y un compromiso hacia la paz y<br />
el hambre en el mundo. Aparte de eliminar el dolor animal, los<br />
pastos necesarios para alimentar a una oveja o vaca, pueden<br />
utilizarse para cultivar vegetales, que alimentan a más gente.<br />
Realizo unas 5 ó 6 comidas al día; prefiero comer poco y a<br />
menudo, que realizar grandes comilonas que nos saturan, cargan<br />
el aparato digestivo y producen digestiones pesadas, gases y<br />
sensación de hartazgo. Hay que procurar combinar a lo largo del<br />
día un aporte de hidratos de carbono o energía (pasta, arroz,<br />
patatas, pan…) con proteínas o reparadores del tejido (queso,<br />
huevo, semillas, legumbres, frutos secos…) y vitaminas y<br />
minerales que intervienen en los procesos internos (hortalizas,<br />
verduras, fruta…).<br />
En segundo lugar el higienismo o vida natural. Visto sólo<br />
con prendas naturales, como algodón, lino o lana, tanto interior<br />
como exteriormente. Los productos derivados del petróleo son<br />
agresivos hacia la piel, cargan el cuerpo de electricidad estática,<br />
nos quitan energía y son una fuente de contaminación, tanto en su<br />
producción como en su deshecho. Las prendas orgánicas<br />
transpiran y absorben mejor el sudor, sin el peligro de los<br />
posibles focos de hongos y erupciones cutáneas.<br />
Duermo todo el año con la ventana de mi habitación abierta,<br />
para ventilarla y evitar las altas concentraciones de anhídrido<br />
carbónico de la respiración, un potente veneno que nos desgasta,
nos produce cansancio y somnolencia y satura las células. Desde<br />
hace muchos años, soy incapaz de dormir en una habitación<br />
cerrada. Me produce claustrofobia y la sensación de que voy a<br />
morir contaminado o asfixiado. La sensación de limpieza, incluso<br />
en pleno invierno, es de una pureza sublime. Por otro lado duermo<br />
a ras del suelo, con un somier de láminas. Me gusta pensar que<br />
estoy cerca de la tierra y que estar elevado desnaturaliza. Las<br />
camas actuales son un invento absurdo, que nos alejan de las<br />
sensaciones primitivas, cuando la gente dormía cerca de la tierra.<br />
En cuanto a la higiene personal, en invierno es suficiente<br />
con ducharse 1 ó 2 veces por semana (en verano 2, 3 ó 4 veces),<br />
aunque debemos realizar una higiene corporal diaria, lavando las<br />
zonas pilosas con agua y jabón. La piel no debe sufrir las<br />
agresiones del contacto continuo con productos corrosivos, como<br />
los jabones. Las duchas de verano deberían consistir en aplicar<br />
jabón a las zonas pilosas y simple agua a la piel, excepto un día a<br />
la semana que podemos aplicar este producto, junto a una<br />
manopla de cuerda, para eliminar las células muertas. Ropa<br />
sencilla y cómoda y un calzado adecuado son suficientes; la moda<br />
muchas veces nos presiona a comprar cosas que no nos gustan, y<br />
que sólo sirven para gastar más dinero, llenar los armarios y<br />
cajones y sentirnos defraudados y con una sensación de hastío.<br />
Hacer ejercicio a diario es fundamental, ya sean labores<br />
domésticas, deporte o, sencillamente, caminar, que es muy<br />
completo y además gratis. Ordenar la casa, lavar, hacer la<br />
comida; cualquier ocupación es buena para mantenernos ocupados<br />
y activos. Hay que aprovechar cualquier ocasión para pasear. Ir a<br />
los sitios más lejanos para procurarnos lo que necesitamos,<br />
cualquier excusa es buena para dejar el coche (quien lo tenga) y<br />
caminar por las calles, los parques, el campo o la playa…<br />
En tercer lugar las distracciones o entretenimientos. Toda<br />
ocupación debe satisfacer las necesidades internas del ser<br />
humano. Cada persona nace o se desarrolla con unas habilidades y<br />
aficiones, que hay que potenciar desde nuestra infancia. En mi<br />
caso me gusta leer, escribir, oír música, pintar, caminar y hacer
labores domésticas. También es bueno descansar, relajarnos o<br />
meditar, escuchando el silencio, la naturaleza, una buena música o<br />
viendo una buena película o documental. Es conveniente no<br />
cargarse mucho con la T.V., la radio o la prensa, donde la mayoría<br />
de las noticias son tristes, dramáticas o negativas. En cuanto al<br />
trabajo, cada uno debe buscar el que mejor le convenga, aunque<br />
quizás pasen años hasta encontrar el adecuado. Aparte de<br />
proporcionarnos dinero, debe satisfacer nuestras habilidades,<br />
nuestras aficiones y nuestra filosofía de vida. Merece la pena<br />
ganar menos y estar más cómodo y sereno.<br />
Creo que el secreto de la paz, la serenidad y el amor es la<br />
vida natural. Nada nos cura más intensamente de nuestras<br />
dolencias que dejar de lado el estrés, las prisas, la mala<br />
alimentación, la falta de descanso, el abuso de drogas, la rutina,<br />
el trabajo excesivo y el alejamiento de nuestros principios y<br />
filosofía de vida. Tenemos que procurarnos descanso y soledad,<br />
hobbies, sanas amistades, ocupaciones agradables, pero sobre<br />
todo, alimentar ese yo interior, conciencia interna o espíritu<br />
personal que nos guía, a poco que le escuchemos. La sencillez en<br />
toda nuestra vida es la clave de una buena salud integral, que nos<br />
vuelve más humanos y nos permite captar la belleza y la poesía,<br />
ser comprensivos ante el dolor, receptivos ante nuestro entorno<br />
y fuertes ante la multitud de estímulos que a veces sufrimos en<br />
la vida urbana y actual.<br />
Mi principal defecto es sin duda el orgullo. En muchas<br />
filosofías y religiones, acertadamente, se pretende destruir el<br />
ego. Es conveniente abrirse al dolor ajeno, participar con más<br />
gente en el día a día, alejarse del exceso de estímulos y llevar<br />
una vida saludable. La meditación, la soledad, el paseo, hacernos<br />
responsables de nuestra vida y ser realistas pueden ayudar a<br />
destruir ese armazón interno que procura dolor y nos hace<br />
alejarnos del resto. Es difícil destruir en poco tiempo las<br />
relaciones difíciles y las conductas egocéntricas. Requiere<br />
esfuerzo y disciplina, pero los resultados merecen la pena. No<br />
quiero criticar más esta civilización. Ya lo he hecho y no quiero
insistir más en ello. Es preciso crear una nueva y todos somos<br />
responsables en el día a día. A veces he pensado que esto se<br />
acababa, pero creo que si algún día el mundo desaparece no<br />
tenemos la capacidad de conocer el momento. Creo que el<br />
mensaje debe ser de esperanza y de disfrutar los pequeños<br />
detalles y placeres de la vida. Lo que pueda ocurrir no debe<br />
preocuparnos. Nuestra misión debe ser la de hacer un mundo más<br />
bello, más justo y menos doloroso. Y podemos hacerlo.<br />
Aprendiendo, recuperando y enseñando lo poco o mucho que<br />
sabemos. El viaje de la vida puede empezar hoy mismo. Suerte y<br />
salud a todos.<br />
JUNIO 2009
CARTA A UN AMIC<br />
Cada vegada estic més convençut de l’abordatge integral en<br />
el tractament de qualsevol malaltia, o dit d’una altra manera, de<br />
veure globalment a l´individu en lo que respecta a la seua salut i<br />
equilibri.<br />
Segurament de menuts posseíem una major capacitat<br />
d’intuïció i de saber lo que ens convenia i lo que ens desagradava.<br />
Encara la visió autosuficient que molts adults tenen, que<br />
sempre miren als nens com a sers incomplets i en procés de<br />
formació, son més savis que nosaltres en molts aspectes. Per això<br />
es convenient escoltar-los. A voltes lo que pareix testarrudesa<br />
es una senyal per a dir-nos que alguna cosa no va bé o que estem<br />
violentant la certesa que un nen posseeix i que, de vegades, no té<br />
cap explicació “adulta”.<br />
Però m’estic apartant de l’objectiu d’aquest article. Bé, com<br />
a malalt mental he de fer un esforç suplementari per a poder<br />
gaudir de la tan apreciada salut i del tan meravellós equilibri.<br />
L’objectiu prioritari, doncs, durant molts anys ha segut,<br />
naturalment, recuperar la salut. Encara que a voltes se m’oblida,<br />
determinats aconteixements em posen de nou en el bon camí.<br />
No és necessari una voluntat de ferro (o potser si, no ho<br />
sé) per a introduir petits canvis i rutines saludables a l l’hora de<br />
fer-nos sentir millor. Parle, evidentment, des de la meua<br />
experiència personal, però he de dir que no em trobe encara<br />
totalment curat de les meues dolences. Aixina que jo també<br />
m’apliqui el compte i em pose mans a l’obra. Continue amb la dieta<br />
vegetariana, encara les meues “caigudes” en la temptació de<br />
menjar carn i peix (i ja vaig pels 11 anys), que sí, que està molt<br />
bo, però que hauríem d’evitar, per la seua nocivitat i perquè no<br />
podem continuar infligint més dolor al regne animal. Sé que costa,<br />
lo sé per experiència, però per a poc que ho intentem podem<br />
aconseguir-lo i ens sentirem millor, física, psicològica i<br />
moralment. Aquesta dieta ajuda també a controlar i quasi<br />
reduir el consum d’alcohol.
El tema de les drogues és molt controvertit i en hi ha<br />
gustos per a tots. Si observem la Història comprovem que la<br />
introducció de certes substàncies en la cultura humana obeeix a<br />
connotacions màgiques, rituals, religioses i comunitàries. El ser<br />
humà ha buscat productes que li sacaren del seu estat<br />
habitual; en última instància volia aconseguir un canvi de<br />
consciència, bé per a escapar de la rutina, per a accedir a altres<br />
plans de consciència, tenir inspiracions o visions o fomentar els<br />
llaços d’unió dintre de la comunitat. Generalment les drogues<br />
només es consumien en moments determinats, com festes, rituals<br />
o celebracions col·lectives. Només observant l’antic xamanisme<br />
(que encara perviu en molts pobles “primitius”) veiem que les<br />
drogues estan per a certes activitats i només per a això.<br />
El problema actual de les drogues es que s’han convertit<br />
en substàncies purament recreatives, dintre d’un culte a<br />
l’hedonisme i una fugida del dolor i de les dificultats de la vida. El<br />
haixix, per exemple, com la majoria de substàncies psicodèliques,<br />
eren utilitzades per a operar un canvi de consciència, bé per a<br />
motius terapèutics, rituals o per a crear una actitud d’unió en un<br />
grup. Per tant, consumir psicodèlics era quelcom esporàdic i amb<br />
un motiu concret. Per tant, ¿com estranyar-nos de la quantitat<br />
de conflictes, problemes personals i socials que es deriven d’un<br />
ús (i abús) purament recreatiu del consum de haixix, marihuana,<br />
L.S.D., mescalina, etc...? Lo que estava reservat per a<br />
esdeveniments concrets, es converteix en un hàbit, en una<br />
entrada a la evasió i el consum sense límits.<br />
Personalment he consumit també haixix i conec els efectes<br />
que provoca. Conec el canvi de consciència, la reducció de<br />
l’ansietat, el agermanament amb els amics que també l’han<br />
consumit, el augment de l’apetit, el desig sexual, les ganes de<br />
riure, la sensació (en definitiva) de que tot està bé. Però també<br />
conec les paranoies, el desinterès per les coses, l’abandonament<br />
de les motivacions i projectes, la fredor davant els sentiments<br />
dels demès, la marginalitat, les amistats inconvenients, els<br />
problemes derivats del seu ús amb les autoritats, la família o la
pròpia persona, el deterioro de funcions cerebrals, per un ús<br />
abusiu; la esquizofrènia, en definitiva.<br />
Una altra droga que ens acompanya des del principi dels<br />
temps és, com no podia ser d’una altra manera, l’alcohol, una<br />
droga mediterrània (el vi de raïm) o egípcia i cèltica (la cervesa),<br />
entre altres, que desprès va derivar, per destil·lació en alcohols<br />
més forts com el whisky, la ginebra, el ro o el vodka. Associat a<br />
rituals dionisíacs, també va a estar present en actes col·lectius i<br />
comunitaris, rituals de pas i, en general, com els psicodèlics, per<br />
a propiciar l’eixida del món, la extraversió, la rialla, la festa i la<br />
unió entre participants en orgies, comensals o simplement com a<br />
forma de socialització. Ni que dir té que el pas dels fermentats<br />
(cervesa, 5 graus) o vi (12 graus) als destil·lats (40 graus) va<br />
representar el salt que va del mareig a la bogeria. Igualment,<br />
com ha passat amb respecte als al·lucinògens, s’ha pervertit el<br />
seu ús i ha passat de droga màgica a droga recreativa, de<br />
consumir-la en moments senyalats a fer-lo habitualment i per<br />
qualsevol motiu.<br />
No estic a favor ni en contra de les drogues, però tinc<br />
una malaltia mental, conec un poc la Història i busque sempre<br />
l’equilibri i la salut. No vuig fer apologia ni persecució de les<br />
drogues. La majoria de nosaltres ha consumit, consumeix o<br />
consumirà drogues. Lo que pretenc amb aquest article és<br />
prevenir contra el mal uso de les drogues. Ningú pot obligar o<br />
prohibir el consum de drogues a ningú, encara que la llei estiga a<br />
favor o en contra. Si una persona vol consumir alguna cosa, lo<br />
farà, bé públicament (si es pot) o clandestinament (si no es pot,<br />
està prohibit o no li deixen). Però com a malat mental tinc una<br />
responsabilitat amb mi mateix i la resta de malats mentals.<br />
Moltes vegades no es podrà evitar el consum de certes<br />
substàncies, però es necessari ser intel·ligent i procurar evitar el<br />
seu ús i abús, reduir al mínim (o eliminar per complet) el consum<br />
d’aquestes drogues, que per altra part han perdut el seu caràcter<br />
primitiu. El abús de les drogues, com el abús de qualsevol<br />
cosa, és perjudicial, és una malaltia i provoca malaltia, més
prompte o més tard. I també astó puc dir-lo per experiència<br />
personal. Lo que en principi pot començar com una cosa divertida,<br />
pot convertir-se en un infern personal i social. Consumeixes<br />
drogues o no, pensa sempre lo que vas a obtenir i lo que pots<br />
perdre, procurant EVITAR AL MÀXIM EL CONSUM DE<br />
QUALSEVOL DROGA. I si tens problemes amb elles, demana<br />
ajuda o possiblement acabaràs pitjor de lo que estès.<br />
P.D.: Aquest article està dedicat a un amic que ha tingut<br />
problemes. M’agradaria que reflexionara respecte a la seua<br />
situació i, sobretot, que confiara més en la seua família i molta<br />
gent que l’estima de veritat, inclòs jo mateix. Confíe en tu.<br />
DICIEMBRE 2009
AMOR SEXUAL:<br />
“El sexo os hará libres” rezaba el frontón del templo de<br />
Délos, en Grecia. ¿O era el conocimiento? Bueno, en cualquier<br />
caso, casi es lo mismo.<br />
Desde que el pensamiento grecolatino y, más tarde, el<br />
judeocristianismo empezaron a campar por estas latitudes,<br />
perdimos la inocencia y se empeñaron en hacernos creer, a golpe<br />
de decreto imperial, cláusulas monárquicas o bulas papales, que el<br />
amor debía guiar nuestras vidas, que sin él la persona (otro<br />
concepto que se las trae) se brutaliza; algo que parece ser nos<br />
separa del mundo animal. Y lo peor es que desde entonces, nadie<br />
se ha puesto de acuerdo en qué demonios es eso del amor.<br />
En Oriente no existe separación entre lo físico y lo<br />
espiritual. Entonar un himno o una oración a Shiva tiene tanto<br />
valor como practicar cualquier posición del Kama Sutra. Cocinar<br />
un arroz al curry que practicar Yoga. Cualquier manifestación del<br />
ser humano debe ser realizada con devoción, prestando atención<br />
y disfrutando el presente. Por desgracia, y aunque parece que la<br />
balanza comienza a oscilar y cambian los valores, nos llevan<br />
muchos siglos de ventaja.<br />
Bien. De sobra es conocido el ensañamiento con que la<br />
Iglesia ha perseguido herejes, por el único y divertido delito de<br />
celebrar orgías, bacanales y, en definitiva, por practicar el sexo<br />
cómo, cuándo y con quién mejor le pareciese. Durante la Edad<br />
Media, muchas mujeres subieron a la hoguera acusadas de<br />
tirarse al Maligno después de ingerir una buena dosis de hongos<br />
psicodélicos. Polvo brutal donde los haya, así que sólo cabe añadir<br />
el que les quiten lo bailado.<br />
Sin entrar a exhibir el comportamiento libidinoso del clero,<br />
que, bajo manga y con nocturnidad, ha hecho también sus pinitos<br />
en el campo del fornicio (pederastia, túneles entre monasterios<br />
próximos de sexo contrario, maridajes a viva voz con parientes<br />
cercanos y un largo etcétera), sólo quería dejar claro que el sexo<br />
es una fuerza poderosa, a la que ni los santos varones de Roma
han podido resistirse. Ni cilicios ni gatos de siete colas. La<br />
Naturaleza es un tsunami que se ríe de los ridículos diques de<br />
contención de la razón.<br />
Y si el sexo aletea desde nuestra infancia, ¿por qué<br />
demonios nos empeñamos en ocultarlo, en disfrazarlo, en<br />
reprimirlo? Al fin y al cabo, ¿qué hay de malo? Uno de los<br />
argumentos que muchos autores de nuestra mohosa y mustia<br />
civilización esgrimían era así de básico: el sexo nos deshumaniza;<br />
nos embrutece, nos aleja de Dios y de nuestros más nobles<br />
sentimientos y pensamientos. Personalmente me parece una<br />
gilipollez, habida cuenta que para mantener esa postura se<br />
necesita toda una vida dedicada a mirar para otro lado cuando el<br />
sexo escuece entre las piernas.<br />
Y al fin y al cabo, ¿qué se nos vende por amor? San Valentín<br />
y los centros comerciales; la boda en la que tenemos que empeñar<br />
hasta los testículos; una campaña de imagen ante la sociedad de<br />
la que se acaba hasta las narices, representando un papel que se<br />
cae a pedazos. No estoy en contra del amor. Me parece un<br />
sentimiento noble, cuando es espontáneo y sincero. Y también<br />
cuando ese amor no necesita de aderezos o salsas protocolarias.<br />
Pero me gustaría dejar bien claro que el sexo no ocupa una<br />
división inferior, y que el “sexo sin amor” también es posible. Al<br />
menos sin el amor occidental del que antes he hablado.<br />
Yo entiendo por amor el respetar a la otra persona; el<br />
colocarla en el mismo plano de igualdad que nosotros; en hacer<br />
que se encuentre a gusto en nuestra presencia, sin artificios ni<br />
doble intencionalidad; en definitiva, en que disfrute de nosotros<br />
como lo hacemos con él o ella. Así de claro. Todo lo demás son<br />
convencionalismos sociales y ganas de engañarse a uno mismo, a<br />
tu pareja y a los demás.<br />
Respeto, no obstante, la actitud de la gente que dice estar<br />
enamorada, y aunque ya he mostrado mi opinión sobre lo que<br />
entiendo por amor, a veces de nada sirve influir en situaciones<br />
ajenas. Yo también he pasado por la etapa del amor platónico, de<br />
las princesas azules y de la querencia espiritual. Pero me atrae
mucho más practicar juegos prohibidos y tener un igual en mis<br />
relaciones sexuales. Aparte del sentido común, entendido como el<br />
Inconsciente Colectivo, y ciertas normas de respeto hacia uno<br />
mismo y los demás, no creo que haya nada prohibido o condenable<br />
en cualquier práctica sexual: homosexualidad; prostitución<br />
voluntaria, cibersexo, parejas, tríos, bacanales; fantasías;<br />
posturitas… lo que se os ocurra.<br />
No en vano uno de los chacras hindúes se localiza en la zona<br />
genital. Por algo será. No quiero terminar haciendo apología del<br />
sexo libre; allá cada cual. Tan sólo mostrar que el sexo forma<br />
parte del ser humano, que es tan importante como el amor bien<br />
entendido o la razón, y que no podemos desperdiciar<br />
estúpidamente uno de los mejores instrumentos de placer que<br />
Dios, la naturaleza, el diablo o quien sea nos ha proporcionado.<br />
Así de claro y sencillo.<br />
NOVIEMBRE 2006
MADRE TIERRA<br />
Hace poco leía en el Magazine del periódico<br />
INFORMACIÓN un excelente artículo (como todos los que hace)<br />
de Lucía Etxebarría. Hablaba de la diferencia entre los países<br />
ricos y los pobres, de la explotación que desde hace siglos, y aún<br />
hoy, realizan los primeros sobre los segundos.<br />
Es injusto y no podemos seguir callándolo. Es vergonzoso<br />
que el nivel de vida de nuestra civilización deba apoyarse en la<br />
miseria del Tercer Mundo. Debemos reaccionar contra esa<br />
explotación económica y cultural. No podemos seguir valorando a<br />
las personas por lo que tienen, más que por lo que son. Pero la<br />
riqueza no da siempre la felicidad. Se sabe desde siempre, y creo<br />
que la subida del nivel de vida o el acceso a mejores servicios,<br />
individuales o sociales, nos está conduciendo a una galopante<br />
infelicidad y a una segregación de los lazos que unían a las<br />
personas. La solidaridad nace de la necesidad, de la adversidad y<br />
de sentir como nuestros los problemas ajenos. No podemos<br />
seguir despilfarrando riqueza, cuando sabemos que muchas<br />
familias, en otros lugares, sobreviven con un puñado de €uros al<br />
día.<br />
La Historia es una cadena de éxitos y fracasos y una<br />
tentativa del ser humano por encontrar el equilibrio entre la<br />
Naturaleza (asfixiante y amenazadora en nuestros inicios) y la<br />
Razón (que hoy usamos con demasiada ligereza). Culturas tan<br />
antiguas como la china saben por experiencia que lo masculino (el<br />
Yang) y lo femenino (el Yin) deben mantenerse en una buena<br />
relación. Durante la Prehistoria, los seres humanos debían<br />
sobrevivir al entorno hostil, dedicando muchas horas a conseguir<br />
alimento, a desplazarse en busca de recursos, a luchar contra el<br />
calor, el frío o los animales y, en general, a poder seguir viviendo.<br />
Actualmente es de sobra conocido (otra cosa es que nos impacte)<br />
los desastres hacia la Naturaleza. Nos hemos acostumbrado a las<br />
catástrofes ecológicas con demasiada facilidad, como si fuese<br />
algo natural, lo cual no es cierto. No se trata de conservar el
ecosistema a nuestros herederos (que ya es de por sí loable). Es<br />
que estamos cavando nuestra propia tumba. La gente debe<br />
concienciarse de que debemos respetar la naturaleza, ahorrar y<br />
no despilfarrar agua y energía, no caer en el consumismo que nos<br />
obliga a comprar cosas que no necesitamos, a reciclar papel,<br />
plásticos o vidrio y a llevar una vida sencilla, ecológica y libre (en<br />
lo posible) de contaminaciones acústicas, ambientales o visuales.<br />
No se trata de renunciar al progreso, si no de usarlo sabiamente.<br />
La Tierra lleva décadas gritando su dolor, y nos negamos a<br />
escucharlo. Décadas suplicando un trato digno y respetuoso,<br />
desde su antigua sabiduría. ¿Cuándo abriremos nuestros oídos?<br />
Esperemos que pronto o será ya demasiado tarde.<br />
DICIEMBRE 2006
5. CRÍTICA SOCIAL<br />
“Mirada desde sus resultados, la vida vagabunda e<br />
inadaptada es una cantidad negativa. Pero mírese a ella misma, al<br />
movimiento interior del espíritu, indócil, inquieto, arisco,<br />
exigente, que no se deja modelar por las imposiciones del medio,<br />
que prefiere ser fiel a su individual destino, aunque esto le<br />
cueste renunciar al triunfo en la sociedad. Al punto notamos la<br />
nobleza, la dignidad que hay en esa manera de enfrontarse con la<br />
vida. (…). Bajo esta nueva perspectiva la adaptación toma los<br />
caracteres de una caída, de una inercia, de una vil sumisión a la<br />
esclavitud”.<br />
JOSÉ ORTEGA Y GASSET. “El Espectador”. Salvat<br />
Editores, S.A., Navarra, 1970. p. 37
COLORES<br />
La oleada de inmigrantes a nuestra civilización occidental es<br />
casi imparable, y personalmente creo que en los próximos años<br />
irá a más. Es lógico pensar, por otro lado, que esto suceda: el<br />
reclamo del Paraíso es un imán para miles de personas que viven<br />
en la periferia de nuestras fronteras. Que luego la realidad aquí<br />
sea distinta a lo que se habla, se oye, se ve o se imagina, es otra<br />
historia.<br />
Pero las diferencias económicas y sociales, con o sin<br />
inmigrantes, son brutales, aquí y en todo el mundo. En esta lucha<br />
por la supervivencia y por acceder a nuestro trozo de pastel,<br />
muchas veces nos olvidamos de que todos tenemos derecho a<br />
vivir dignamente. La marginación diaria es a veces la moneda<br />
corriente del colectivo extranjero, que abarca desde la<br />
xenofobia o el racismo hasta la precariedad laboral, la ilegalidad<br />
o la prostitución forzosa no voluntaria.<br />
¿Qué demonios está pasando en Occidente? La gente tiene<br />
miedo de perder su mísera existencia, de contagiarse de<br />
enfermedades o diferencias culturales. Tienen miedo de que sus<br />
hijos se mezclen con lo que para ellos es sinónimo de basura.<br />
Quiero pensar que esto no es generalizable, pero en la actitud y<br />
el lenguaje de mucha gente se aprecia una preocupante<br />
inclinación hacia ideales insolidarios y claramente fascistas.<br />
La convivencia cotidiana con la inmigración está sacando a la<br />
superficie viejos miedos, odios y situaciones que no fueron<br />
superadas. Y quien más poder, influencia y riqueza posee, más<br />
vulnerable y atacado se siente. Pero hasta que no asumamos que<br />
las fronteras y culturas son barreras creadas artificialmente no<br />
estaremos preparados para acoger a toda la masa de gente<br />
foránea que presumiblemente seguirá acudiendo a tierras<br />
occidentales. De nada sirven leyes represivas, perseguidoras o<br />
entorpecedoras de esa llegada; ni estupideces como la que<br />
protagonizó el Rey al visitar, de un modo neocolonialista, las<br />
ciudades de Ceuta y Melilla. O su desplante ante el Presidente de
Venezuela, Hugo Chávez, cuando éste acusaba al expresidente<br />
Aznar de fascista. Ese “¡¿Por qué no te callas?!” expresa a la<br />
perfección el sentimiento del ciudadano medio hacia los<br />
habitantes del “Tercer Mundo”. “¿Por qué no te callas? ¿Por qué<br />
no te largas a tu país? ¿Por qué vienes a molestarnos, a<br />
invadirnos, a contagiarnos…?<br />
En fin. No tengo donde caerme muerto. Tengo familia y<br />
casa, y no me falta la comida y el techo o el vestido, pero aparte<br />
de eso, poco puede quitarme nadie, venga de dentro, de fuera, de<br />
arriba o de abajo. Así que estoy vacunado contra esa epidemia<br />
que, esta vez sí, parece invadir nuestras latitudes: el odio y el<br />
malestar hacia culturas diferentes a las que estamos<br />
acostumbrados. Que la amenaza se llame Marruecos, Colombia,<br />
Ecuador, Nigeria o Rumania me trae sin cuidado. No me siento<br />
especialmente atacado por gente de estos países y creo que el<br />
ser humano es bastante similar en culturas como, por ejemplo, la<br />
islámica, la sudamericana, la china, la subsahariana o la que se os<br />
ocurra.<br />
Es cierto que cada vez se están revolviendo las tripas y las<br />
conciencias de muchas personas, pero personalmente me importa<br />
poco. Creo que compartir, colaborar y ayudar a que la vida sea<br />
más justa y equiparable para todos es el motor que debe regir la<br />
existencia, y no la actitud avariciosa, egoísta y xenófoba de<br />
gente que sólo entienden su vida pintada de un mismo y aburrido<br />
color. La vida, por fortuna, nos ofrece una extensa gama de<br />
colores, que agradezco de todo corazón.<br />
ENERO 2008
EN LA FRECUENCIA ADECUADA<br />
Hace casi 30 años, el embajador de Chile en La India,<br />
Miguel Serrano, escribía estas palabras, en una carta dirigida al<br />
psiquiatra Carl Gustav Jung: “El Camino es el de la Alquimia. La<br />
India no obtiene más resultados por ese camino. En cambio, el<br />
Occidente ha agotado la posición racional. Mejor para el hombre<br />
blanco occidental retirarse entre bastidores. El Occidente<br />
tendrá que aprender a ser ilógico”.<br />
Y en la contestación que Jung hacía a aquel, se leía lo<br />
siguiente: “Nuestra conciencia sólo imagina que ha perdido a sus<br />
dioses, en realidad ellos están todavía allí, y sólo necesitan una<br />
condición general para resurgir con una mayor fuerza.<br />
Como nosotros hemos perdido ampliamente nuestros<br />
dioses y el estado actual de nuestra religión no nos ofrece una<br />
respuesta eficaz nos encontramos en un aprieto semejante al de<br />
la Alemania prenacionalista del año 20. Es decir, epidemia mental<br />
y guerra.<br />
Hay algo como una convincente Verdad, pero nosotros<br />
hemos perdido su visión, debiéndose mayormente a nuestro<br />
intelecto, en aras del cual sacrificamos nuestra certeza moral”.<br />
El libro, del cual he extraído las cartas, está al alcance de<br />
cualquiera (“El Círculo Hermético”, Miguel Serrano, Grupo Libro<br />
88, S.A., Colección Paraísos Perdidos, Madrid, 1992) y ofrece un<br />
interesante punto de vista de dos grandes visionarios y poetas<br />
(cada uno a su manera) que nacieron en la segunda mitad del siglo<br />
XIX. Me refiero al ya citado Jung y al no menos polémico<br />
Hermann Hesse. Sus “profecías”, como las que lanzara Ortega y<br />
Gasset en la España de los años 20, son de plena actualidad y una<br />
verdadera balsa a la que aferrarse en estos tiempos de Kali-Yuga<br />
o Edad de Hierro de la Humanidad.<br />
El Tercer Mundo, como en los días de la Roma Imperial,<br />
penetra por todos los límites de nuestras fronteras, acude como<br />
los insectos hacia un farol en plena noche. Es una invasión, sin<br />
duda, aunque quizás tan sólo sea la vuelta de un boomerang, la
consecuencia de siglos de dominación, colonialismo y primer plano<br />
en la vida política, social, económica, cultural y ¿por qué no?<br />
militar. La “fortaleza” se desintegra, hace aguas por todas<br />
partes y es sólo cuestión de tiempo que reviente y caiga al suelo,<br />
estrepitosamente y de manera rotunda. Lo estamos viendo. Sólo<br />
que ahora no son visigodos, alanos, vándalos, ostrogodos,<br />
lombardos, germanos, anglos o sajones, sino marroquíes,<br />
argelinos, rumanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos, chinos<br />
y un largo etcétera.<br />
Es un hecho que el bastión europeo se agrieta, incapaz de<br />
guardar por más tiempo su Tesoro: la riqueza y opulencia<br />
económica, la fuente de oportunidades y, en definitiva, el poder<br />
vivir de acuerdo al sueño que hemos restregado por la cara a los<br />
habitantes de los que, alguien poco acertado, llamó el Tercer<br />
Mundo.<br />
El modelo socialista/comunista cayó, al igual que el<br />
norteamericano/europeo occidental lo hará, tarde o temprano. Y<br />
es un hecho también que, como las cartas de hace 30 años que<br />
reproduje, los países más pobres demandarán más protagonismo,<br />
más riqueza y más oportunidades. El problema no es tanto esta<br />
situación, que ya vivimos y que cualquier analista puede observar.<br />
El problema son las consecuencias que puedan tener en un plazo<br />
no muy lejano.<br />
Personalmente me preocupa que las nuevas generaciones<br />
reacciones con odio y sean presa fácil de las corrientes<br />
neofascistas y que, por lo que observo, muestran ya actitudes<br />
hacia ciertos colectivos que son de un contenido ciertamente<br />
peligroso: grabación de videos caseros o con el móvil de violencia<br />
hacia gente indefensa; acoso, insultos y agresiones a compañeros<br />
de clase; violencia física y verbal hacia discapacitados o<br />
vagabundos; convivencia “normalizada” y cotidiana con la<br />
violencia; odio y actitudes agresivas hacia inmigrantes y, en<br />
general, la ley del más fuerte y a actitud cobarde que conlleva el<br />
actuar en grupo respaldado por una tribu de canallas, faltos de<br />
sensibilidad y verdadera hombría. Por suerte esta actitud no es
generalizable, así que no se puede meter a todo el mundo en el<br />
mismo saco.<br />
En fin, es una actitud patética que obedece a múltiples motivos:<br />
no sólo la imitación de los modelos de muchos adultos, sino el<br />
consentimiento de todo aquello que piden, la vida dentro de la<br />
abundancia, la falta de valores y el hecho de que la cantidad<br />
siempre es incompatible con la calidad. Es innegable que por cada<br />
persona que merece la pena hay 15 ó 20 de estos protoindividuos,<br />
que supongo, han nacido para hacer bulto y llenar los censos de<br />
los funcionarios de rigor. En fin amigos. Estar preparados porque<br />
esto es sólo el principio. Creo que las cosas van a ir a peor y no es<br />
por falta personal de antidepresivos, sino porque las señales son<br />
evidentes y basta con tener las antenas enfocadas en la<br />
frecuencia adecuada. Ánimo y esperemos que esto no sea el<br />
Apocalipsis, porque me piílla fuera de juego y no tengo hechas las<br />
maletas.<br />
MARZO 2008
TRIBAL PEOPLE<br />
Vivimos en una época que tiende a homogeneizarlo todo: el<br />
comer, el vestir, el pensamiento, el ocio, el arte, la filosofía, la<br />
religión…la cultura, en definitiva. Buscar el origen de esta<br />
globalización es difícil, pero es innegable que muchas fuerzas<br />
luchan por ese objetivo, que esconde un propósito aún más<br />
macabro: controlar y domesticar el espíritu de individuos y<br />
pueblos. Quizás en el papel de Guardián del Nuevo Orden, que<br />
Norteamérica ha asumido, tras el fin de la Segunda Guerra<br />
Mundial, se encuentre el origen de esta idea que ya pulula por<br />
todos los rincones del Planeta.<br />
Sin embargo, la vida es pluralidad, contraste, riqueza<br />
cultural, diferencias. Aunque podemos afirmar –quizás en la línea<br />
del psiquiatra Gustav Jung - de que existe un sustrato común en<br />
todos los seres humanos, un mínimo común en todo espacio y<br />
tiempo de la historia del Mundo o una raíz que nos iguala a todos,<br />
lo cierto es que lo esencialmente importante es el hecho de que<br />
hasta no hace mucho tiempo existía una infinita pluralidad<br />
cultural.<br />
El Humanismo, en su carácter general, no es otra cosa que<br />
el hermanamiento internacional, el sentir como próximo al<br />
diferente, al “otro”, en derribar fronteras y en la unidad global<br />
Pero eso no quita que sea necesario y útil el mantener las<br />
diferencias, porque ello nos enriquece y nos hace expandirnos y<br />
abrir nuestras mentes a lo desconocido.<br />
Partiendo prácticamente de un origen común africano de<br />
toda la Humanidad (el Australopithecus) y la expansión 2<br />
millones de años después del Homo Erectus por todos los<br />
continentes, el ser humano ha ido creando infinidad de culturas,<br />
en virtud de su medio de subsistencia, del clima, de su religión y<br />
creencias, en definitiva, de su posición en el espacio, en el tiempo<br />
y en infinidad de coordenadas diferentes, lo cual creó cientos,<br />
quizás miles, de realidades propias y genuinas. Sería imposible<br />
enumerar todas las culturas que han ido surgiendo desde,
pongamos por caso, la revolución neolítica, hace ahora unos<br />
8.000 años. Hoy, sin embargo, esa tendencia está invirtiendo su<br />
trayectoria. Existe una tendencia a volver a unir lo diferente,<br />
a pasar el rasero de modo que nada sobresalga, que nada ni nadie<br />
pueda tener el honroso honor de ser diferente. A grandes rasgos<br />
podemos señalar hoy 7 culturas: la islámica, la subsahariana, la<br />
occidental (USA incluida), la oriental y quizás las realidades<br />
sudamericanas y la de los pueblos de Oceanía. Evidentemente es<br />
algo caricaturesco, pero hoy hay más parecido entre un francés y<br />
un norteamericano, o entre un francés y un japonés que la que<br />
había, por ejemplo, entre un romano y un habitante de Germania,<br />
vecinos del Imperio. ¿Por qué sucede esto? ¿Es algo<br />
programado? ¿Existe un complejo sustrato ideológico al que<br />
beneficie esta situación? Evidentemente y como he apuntado<br />
antes, el control es más fácil dentro de la uniformidad, del<br />
pensamiento único, de la igualdad de culturas y aspiraciones. Es<br />
un hecho tan cierto como la salida diaria del sol. Un enorme<br />
ejército de replicantes, de clones, de mentes condicionadas de<br />
modo sutil y otras veces menos delicadas. Una realidad<br />
aparentemente surrealista, alucinante y más propia de la ciencia<br />
ficción, pero que se está imponiendo y parece ser, si no lo<br />
remediamos, el futuro de la Humanidad.<br />
Y en este contexto nos encontramos con los pueblos<br />
“primitivos”. Los restos de un naufragio que luchan por<br />
sobrevivir. Desde organizaciones como SURVIVAL, se lucha por<br />
su existencia, por reivindicar todo lo diferente, por mostrar al<br />
mundo que son nuestra memoria, el hecho palpable de que su vida<br />
cotidiana refleja nuestros orígenes. Alguna vez fuimos como<br />
ellos, sintamos o no vergüenza o pudor. Empresas mineras,<br />
petrolíferas, compañías madereras, extractoras de oro o<br />
diamantes, intereses urbanísticos… Toda una serie de amenazas<br />
que, junto a esta creciente ola de uniformidad, mezclada con una<br />
falsa y superficial concepción de la democracia, exportada desde<br />
Estados Unidos y Europa Occidental, están acabando (si no lo<br />
impedimos) con la riqueza cultural, no sólo de estos pueblos
(bosquimanos, guaraníes, lapones, indios pueblo…) sino de<br />
nuestra propia identidad nacional, regional e incluso local, en<br />
todos y cada uno de nosotros. Desde este modesto escrito<br />
reivindico la pluralidad y el hecho diferencial, que nos hace<br />
únicos e irrepetibles.<br />
0CTUBRE 2008
EXPAÑA…O SÁNCHEZ DRAGÓ<br />
Escribo este artículo el día 9 de marzo, a las 2 de la tarde.<br />
Jornada de elecciones e incógnita cantada, a no ser que ocurra un<br />
milagro o el Apocalipsis: es decir, PP o PSOE. He leído de un tirón<br />
“Y si habla mal de España…es español”, el último libro de<br />
Fernando Sánchez Dragó, Ed. Planeta y me gustaría opinar un<br />
poco al respecto de lo que entre sus páginas se cuece.<br />
Comparto con Dragó la visión negativa y catastrófica de<br />
este país donde hemos nacido. Cierto es que es ya irreconocible<br />
la faz de lo que un día nos hizo únicos e irrepetibles, el tópico de<br />
Spain is diferent. Poco queda ya de lo que sentirnos orgullosos,<br />
por propio, personal y colectivo. Los ingredientes de este cóctel<br />
mortal los enumera Dragó y yo mismo lo reafirmo, pues hace<br />
tiempo que he llegado a las mismas conclusiones: telebasura,<br />
pérdida de valores auténticos, prostitución ante Europa y<br />
EE.UU., turismo salvaje que todo lo arrasa, la envidia como motor<br />
de la vida cotidiana, rebelión de las masas, guerra civil en la<br />
actitud diaria de los españoles, falta de un proyecto común y<br />
colectivo, el aplauso al pícaro y la burla a quien no sabe o no<br />
quiere serlo, la burocracia, lenta y mastodóntica, la falta de<br />
responsabilidad general y, en fin, para no aburrir, que no sabemos<br />
ya quien coños somos ni adonde demonios vamos.<br />
Visión pesimista donde las haya, como ya dije, pero esa y no<br />
otra es la realidad hoy en España. No comparto, sin embargo, con<br />
Dragó la opinión de que el fracaso o la culpa de nuestros males de<br />
hoy sean los nacionalismos y la inmigración. Siempre fuimos<br />
tierra de taifas e independentismos, y también de mezclas<br />
culturales y, por otra parte, la idea global de lo que es España<br />
nació en Castilla, y a nadie más se le preguntó si queríamos<br />
participar o no: decretazo donde los haya de nuestros poco<br />
sutiles, católicos y facinerosos Isabel y Fernando. En fin, me<br />
importa un bledo la unidad de España y también, como ya dije en<br />
otro artículo, la “invasión” extranjera. No creo en las fronteras y<br />
reitero de nuevo la creencia de que esto es sólo el principio, de
que Roma (Europa) caerá estrepitosamente, y de que vivimos (a<br />
pesar del maquillaje que nos embadurna) una crisis tan evidente y<br />
profunda como la del siglo V d. C.<br />
No he ido a votar. Llevo sin acercarme a una mesa electoral<br />
la friolera de 12 años y ahí sigo. Ni Zapatero ni Rajoy me<br />
representan, ni creo tampoco, porque esto es la jungla, que salga<br />
otro partido diferente. En su libro, Dragó advierte que salga<br />
quien salga, el proceso de desintegración del alma española será<br />
ya irreversible y pone como ejemplo el fin o agonía de la España<br />
que retrató en su excelente libro “Gárgoris y Habidis”. España es<br />
ya un museo de prehistoria, un museo de cera de lo español, pero<br />
la vida sigue y habrá que adaptarse, más bien bucear en el<br />
chapapote de este naufragio del “Prestige”.<br />
A gente como Dragó, al que admiro desde siempre, le<br />
quedan las reservas cherokies del idioma y de los toros. A mí, que<br />
aborrezco esa fiesta cruel y salvaje y que me importa un bledo<br />
hablar en castellano, en valenciano, en francés o en latín (aunque<br />
reconozco que me manejo bien en el primero), pues me queda el<br />
consuelo de rescatar día a día lo poco que aún queda de nuestra<br />
personalidad individual y colectiva, como humano y como grupo,<br />
pues soy persona de excelente memoria, coleccionista de sueños<br />
y buen hispano.<br />
NOVIEMBRE 2008
VELOCIDAD DE VÉRTIGO<br />
El mundo va muy rápido. Esa es la conclusión que<br />
prácticamente todos nos hacemos. Parece como si desde la<br />
creación del Planeta y las primeras muestras de vida brotaron, la<br />
velocidad haya aumentado a un ritmo vertiginoso. ¿Qué está<br />
pasando?<br />
Los primeros homínidos dedicaban muchas horas a<br />
conseguir alimentos. Podría decirse que su vida giraba en torno a<br />
la subsistencia. Su mundo religioso y moral estaba íntimamente<br />
ligado a este hecho, pero también es cierto que disponían de<br />
muchas horas para observar el entorno, interpretar los símbolos,<br />
los fenómenos naturales, los cambios de percepción, desarrollar<br />
la intuición y, en general, plantear su posición con respecto al<br />
medio en que vivían y el Universo.<br />
Vistos desde hoy a mucha gente les parecen primitivos,<br />
cuando en realidad las características que más les definen son la<br />
sencillez, la austeridad, la intuición, la espontaneidad, la<br />
humildad, la ausencia de lujos, la inexistencia de deseos<br />
asociados al poder, al reconocimiento social, a la idea de<br />
“progreso” y, en definitiva, a todas las pamplinas que definen<br />
nuestro mundo “moderno”. Es decir, que poseían todo aquello que<br />
hoy no tenemos o estamos de camino de perder.<br />
Admiro de nuestros antepasados, hombres y mujeres, esa<br />
mimesis con el entorno, esa capacidad de colaborar con el Medio<br />
Ambiente. Estaban obligados a respetar en lo posible su entorno,<br />
pues de él dependía su subsistencia. Un Homo Erectus o incluso<br />
un Sapiens Sapiens observaría con asombro nuestra vida actual y<br />
pensaría que nos hemos vuelto locos. Y en el fondo es así. ¿Cómo<br />
si no explicar nuestra civilización? ¿No podemos escapar a esa<br />
vorágine? Pararse es tan difícil. Algo nos empuja a seguir el ritmo<br />
trepidante, ¿por qué? Quizás asociamos la quietud con el fracaso.<br />
No es cierto. ¿Qué es al fin y al cabo fracasar? Debemos<br />
aprender a respetarnos, a cuidarnos, a querernos, pero de<br />
verdad, no con la basura informativa que nos propone más y más
placeres, más y más gastos, más y más consumo. Ese no es el<br />
camino.<br />
A mi juicio la ruta es la del desprendimiento. De sencillez.<br />
De vuelta a lo básico. Cuanto me nos tenemos (cruenta ironía)<br />
mejor nos sentimos. Pero hay que obligarse a caricaturizar el<br />
mundo. A marcar sus rasgos básicos. ¿Qué necesitamos para<br />
vivir? Bien poca cosa. Alimento, un hogar, distracciones, un<br />
trabajo, una pareja y amigos. ¿Realmente soy feliz por comer<br />
“canard a l´orange” en un restaurante de lujo, de 100 €uros el<br />
menú? ¿Realmente necesito un móvil de última generación que<br />
hace fotos, tiene Internet, chequea tu estado de salud, te dice<br />
las proteínas que has comido hoy y el número de espermatozoides<br />
almacenados en tus escrotos? o ¿queremos un vehículo para<br />
desplazarnos o para hacer rabiar al compañero de trabajo? ¿Son<br />
nuestras parejas reflejo de una necesidad vital de compañía o<br />
simples floreros que se llevan de un lado para otro?<br />
La respuesta es que no podemos evitarlo. O sí. Vamos a la<br />
muerte sin haber vivido realmente, sin disfrutar realmente de<br />
pequeñas cosas. Incluso este artículo está creado desde el<br />
cansancio, desde la parada obligada a una semana agotadora.<br />
¿Para qué? ¿Qué gano en todo ello? Más cansancio, supongo. Me<br />
cansa ya escribir. No quiero hacerlo, pero algo dentro de mí me<br />
empuja. Quiero vivir, sólo eso. Pero creo también que compartir<br />
con otros seres humanos tus vivencias te hace sentir mejor.<br />
Tengo 37 años. Nací en Toledo. Llevo unos 30 años en<br />
Alacant. ¿He aprendido algo? Quizás que debo desaprender<br />
muchas cosas. Soy duro de mollera, pero buen alumno. Aún así<br />
sigo pensando que todo va demasiado rápido. Es imposible<br />
asimilar todo lo que nos pasa. El caudal de información y<br />
estímulos del mundo en que vivimos. Envidio, pues, a aquellos<br />
primeros humanos a los que llamamos “primitivos”. No poseían<br />
casi nada, pero dudo que poseyeran los males actuales: depresión,<br />
estrés, y otras enfermedades mentales; obesidad, azúcar,<br />
colesterol; hipotecas, deudas y pagos; preocupaciones tan<br />
estúpidas como romperte la cabeza en qué les vas a regalar en
Navidades a tus hermanos. O eso o la hecatombe. Os invito, os<br />
animo a reducir la velocidad. A volver a “perder el tiempo”, a<br />
dedicarse unas horas a hacer lo que más nos gusta…o a no hacer<br />
nada ¡Qué delicia ver pasar los segundos! Obligaciones que nos<br />
colgamos al cuello. Paz de espíritu, sosiego y lentitud. Suplico<br />
desde estas páginas al responsable de este tren de progreso que<br />
quite la séptima velocidad. Quiero ver el paisaje, desfrutar del<br />
sol, bajarme cuando quiera y dedicar unos minutos a hacer lo que<br />
me salga del coño. Ese es mi deseo para 2009. Esperemos que sea<br />
así, porque si no nuestra locura nos va a pasar factura dentro de<br />
poco, y esta vez no podremos descambiar el organismo<br />
defectuoso tras presentar el ticket de compra.<br />
DICIEMBRE 2008
TODO LO QUE NECESITO<br />
Empezamos 2009 y el III año de ITACA. Gente que va y<br />
que viene, pero con las mismas ganas de siempre. El proyecto de<br />
volver a seguir la dieta vegetariana, que en los 2 últimos años ha<br />
sido inconstante, el deseo de encontrar un pequeño trabajo y una<br />
pareja.<br />
Oía o leía hace poco que toda crisis (esta lo es) debe servir<br />
para cambiar, reorientar la vida, descubrir otros caminos. El<br />
sendero de crecimiento económico anual es una inflación<br />
consumista, un camino de despilfarro in crecendo. No se trata de<br />
crecer un 2, un 3 ó un 4 % del PIB, sino de vivir bien, tener<br />
trabajo, que la riqueza esté mejor repartida y no creo que la<br />
solución esté en inyectar más dinero a los bancos. El modelo<br />
liberalista, socialista o simplemente capitalista de la economía<br />
está en crisis (estaba podrido en su esencia) y no se trata de<br />
poner parches, sino de introducir uno nuevo, donde se tienda a la<br />
autosuficiencia, la autogestión, las cooperativas, el desarrollo de<br />
lo local, sin perder de vista lo global. ¿Qué hacemos de la<br />
agricultura? Un sector del que dependemos y que ocupó al casi<br />
90 % de la población hasta 1800, más o menos, y que ahora<br />
apenas cuenta con el 3 ó 4 % del país. Y sin embargo, se tira<br />
comida, se despilfarra. El año pasado vi un excelente reportaje<br />
de “Callejeros”. Gente como tú y como yo buscando en los<br />
contenedores de los grandes supermercados. Sin entrar en<br />
consideraciones de que la comida está en buen estado, se me caía<br />
la cara de vergüenza al ver a gente teniendo que revolver entre<br />
las bandejas y bolsas desechadas un poco de comida que sus<br />
míseras pensiones o pagas no les permitían comprar. ¿Es esto<br />
justo? ¿Es justo esta diferencia tan abismal entre los de arriba<br />
y los de abajo? Se me enciende la sangre cuando veo a los<br />
famosetes hacer el tour por todos los programillas rosas,<br />
vendiéndonos sus miserias y tratando de convencernos de lo dura<br />
que es su vida. Una mala ostia cundo compruebo que gastan en
potingues y peluquería al día el sueldo que cobra un jubilado<br />
normal al mes.<br />
Pero hay que ser positivo. Dejemos a esta tribu que salga<br />
por televisión, que también hay gente que los ve y tratemos de<br />
reorientar nuestra nave y regresar sanos y salvos a buen puerto.<br />
Hay muchas recetas para estar más o menos satisfechos con<br />
nuestras vidas. Lo he dicho mil veces; el secreto es la renuncia,<br />
saltar a tiempo de este tren que va a mil por hora. Austeridad,<br />
ahorro, minimalismo, saboreo del presente. Lo dicen y lo han<br />
dicho decenas de escritores, de filósofos, de maestros, de<br />
líderes religiosos, pero nunca los creemos. Y la clave está en<br />
nosotros. Somos también responsables de la crisis. No podemos<br />
seguir esquilmando el Planeta y marginando a las poblaciones<br />
periféricas o esta situación reventará (está ya reventando) por<br />
algún lado. Hay sitio para todos, pero hay que compartir con<br />
generosidad y sin egoísmo. Cada persona dice mucho en el<br />
conjunto y no sólo como nos lo recuerdan los políticos, para echar<br />
una papeleta con el voto en una urna. Si cada uno de nosotros<br />
cambia siquiera una parte de su modo de vida, la sociedad entera<br />
volverá a recuperar el equilibrio. No sirve de nada quejarse,<br />
aunque a veces es preciso; lo he comprobado muchas veces, hasta<br />
la náusea. Sin embargo, aceptar lo que tenemos y tomarse la vida<br />
como un juego y no como una carrera de velocidad, una guerra<br />
con el vecino o una feroz competencia, nos ayudan a aprender, a<br />
fijarnos, a cambiar cosas, a comentar aspectos con otras<br />
personas, a adoptar pautas o costumbres más saludables o<br />
acertadas. Sentirse a gusto no tiene nada que ver con tener<br />
miles de cosas, sino saborear las pocas que tenemos. ¿Qué valor<br />
vamos a dar a algo si es fácil de conseguir? Nuestros padres o<br />
tíos, pero sobre todo nuestros abuelos, vivieron otras épocas.<br />
Muchos jóvenes los tratan de antiguos, de desfasados, de<br />
carcamales, de aburridos. Pero ellos seguramente vivían mejor<br />
que nosotros, a pesar de todo. Con más necesidades, más<br />
estrecheces o más miseria si se quiere, es cierto, pero con una<br />
vitalidad existencial que no veo casi nunca en esta sociedad.
Aprended de ellos. No estoy en contra de los cambios o, mejor<br />
dicho, de eso que llaman “Progreso”. Pero admiro aquellas épocas<br />
pasadas en que se vivía de un modo más natural y menos<br />
enfermizo. Imaginaos una cena en 1920, en una familia humilde y<br />
modesta: un poco de pan, algo de aceite, un poco de queso de<br />
oveja, agua para los niños y un vasito de vino tinto para los<br />
mayores. No hay televisión; tampoco radio. No hay prisas, ¿para<br />
qué? Se charla, se comenta el día, se saborea cada mendrugo de<br />
pan (no hay más…) Hay miseria, claro que la hay. El dinero lo tiene<br />
el patrón que los ha jodido más de 60 horas a la semana por 4<br />
pesetas de mierda, pero esa familia tiene algo: son honrados, no<br />
deben dinero a nadie. Pueden sentirse orgullosos, en su pobreza.<br />
Aunque esa noche el estómago les ruja, saben que se tienen los<br />
unos a los otros. Eso es la vida, y no la mierda que nos venden en<br />
televisión: “Cómprese este coche último modelo”. “Váyase de<br />
viaje a la quinta puñeta”. “Cómprese el traje de Mariquita Pérez<br />
en el cumpleaños de Fulano de Mengano" Es asqueroso. ¿Eso es el<br />
Progreso? Que se vayan al infierno, yo no quiero esa vida.<br />
Preferiría mil veces tener que compartir mi pobre queso de oveja<br />
con mis hijos y mi mujer que vivir como me marca la telebasura.<br />
Un trabajo digno, una pareja, unos amigos, una casa (o un campo)<br />
y la conciencia tranquila. No quiero más.<br />
ENERO 2009
Poema 33<br />
6. RELIGIÓN<br />
“Comprender a los demás es ser inteligente;<br />
Comprenderte a ti mismo es ser sabio.<br />
Conquistar a los demás es tener fuerza;<br />
Conquistarte a ti mismo es ser fuerte.”<br />
LAO-TSE. “Tao Te Ching”. Ed. Martínez Roca S.A., Madrid,<br />
2003, p. 67<br />
Poema 81<br />
“Los buenos no tienen mucho;<br />
Quienes tienen mucho no son buenos”.<br />
IDEM, p. 127
CRISTO Y YO:<br />
¿Quién fue Jesucristo? ¿Un Dios? ¿Un mortal? Nadie lo<br />
sabe a ciencia cierta. Es, sin duda, un misterio. Incluso para él<br />
mismo, me atrevería a afirmar.<br />
Hasta hace muy poco tiempo, la historia oficial de este<br />
personaje nos venía condensada en los cuatro Evangelios<br />
canónigos: el de Tomás, Felipe, Lucas y Juan. Esa era su vida, sin<br />
discusiones. Sin embargo, desde los comienzos del Cristianismo,<br />
muchos individuos se cuestionaron esta versión ortodoxa y<br />
comenzaron a crear su propio Jesús particular, intuyendo que<br />
esto era sólo una visión que convenía a la Iglesia y que se nos<br />
ocultaba la cara más humana del maestro de Galilea.<br />
Desde hace tiempo han ido apareciendo, para desgracia de<br />
la curia romana, toda una serie de documentos que amplían la<br />
biografía del individuo que más ha influido, para bien o para mal,<br />
en la cultura occidental desde hace 2 milenios: los evangelios<br />
apócrifos, los rollos de Qumrán, etc… No voy a entrar a<br />
pormenorizar su contenido, pues no los conozco lo suficiente, no<br />
soy un especialista en la materia y muchos de estos textos (no<br />
todos) están al alcance del público general. Pero sí me gustaría<br />
expresar mi opinión, a la luz de ellos y de acuerdo a mi conciencia<br />
y a mi propio corazón.<br />
Jesús era humano, de eso no tengo duda. No sé si realizaba<br />
milagros o era producto de técnicas aprendidas en Egipto o en<br />
otros lugares. Su madre lo trajo al mundo de forma más o menos<br />
natural, es decir, después de quedarse embarazada, no era virgen<br />
(pues tenía ya otros hijos) y tampoco voy a entrar en los<br />
supuestos avisos y anunciamientos por parte de ángeles. J.J.<br />
Benítez, por ejemplo, los convierte en seres venidos de otras<br />
galaxias, en una especie de plan de mundos lejanos. Cada loco con<br />
su tema; tampoco es descabellado.<br />
A mí, la verdad, me da igual. Observador, curioso y de<br />
espíritu inquieto, aprendió en todos los lugares donde estuvo. Su<br />
estancia en Egipto, como una especie de exiliado, tuvo que ser
intensa en conocimientos y revelaciones. Apoyo también la teoría<br />
de que compartió años de aprendizaje con la comunidad ascéticoreligiosa<br />
de los esenios, que vivían en las cercanías del Mar<br />
Muerto. Siguen siendo aún bastante desconocidos, como el<br />
propio Jesús. Toda una vida dedicada, pues, al difícil arte de<br />
entender la esencia humana, de conocer paraísos e infiernos, de<br />
navegar por los mil senderos de la existencia cotidiana, para<br />
renacer ya para siempre en Hombre, conocedor de sí mismo y de<br />
los demás. Un viaje fascinante, como otros héroes solares:<br />
Osiris, Hércules, Ulises, Buda, Sócrates o tantos otros. Esa es la<br />
grandeza de nuestro Cristo. Atravesar descalzo por las propias<br />
hogueras, con miedo, dolor, soledad, incomprensión, dudas,<br />
desesperación, para por fin amanecer en un espíritu nuevo, una<br />
piel nueva, donde la vida ya no duele y el presente resbala<br />
lentamente al compás de una inspiración y una expiración. Jesús<br />
se hace dios, después de morir como hombre, pero sin dejar<br />
nunca jamás de ser hombre. Y ese sentimiento de haber<br />
alcanzado su propio Centro ya no le abandonará hasta su muerte<br />
en el Gólgota, si realmente murió allí…<br />
Qué quieren que les diga. Ese viaje fascinante es para mí lo<br />
más importante a que puede aspirar una persona: ni riqueza ni<br />
poder ni nada puede igualar a la búsqueda de ese estado. Existe,<br />
pero su camino se pierde por mil laberintos, que hay que recorrer<br />
y que espera al que de verdad lo desea. Jesús no fue el único<br />
Cristo. Hubo otros antes que él y otros después de él. Es el<br />
modelo arquetípico, la constante que opera en nuestro<br />
subconsciente y que nos marca la pauta de hacia dónde debemos<br />
caminar. Tenía razón cuando dijo que él era el camino. Lo que él<br />
consiguió está al alcance de cualquier mortal que quiera<br />
arriesgarse en este viaje sin retorno.<br />
En cualquier momento de nuestra vida aparece esa<br />
quemazón que nos anuncia que algo no va bien, que no podemos<br />
seguir engañándonos a nosotros mismos. No se puede servir al<br />
propio tiempo a nuestra conciencia y al oro del emperador. O<br />
nosotros o la muerte. Y es por ello que existe un Cristo personal
en cada individuo, sólo accesible al corazón y que se escurre<br />
como agua de las manos que quieren encerrarlo en prisiones fijas<br />
e inamovibles. Está vivo y así ha de ser. Para recordarnos que la<br />
vida es alegre, que el pecado tan sólo es traicionar nuestra<br />
conciencia y que debemos ser valientes y seguir siempre aquel<br />
camino que hemos elegido. Lo otro es el reino de la Muerte que<br />
Jesús venció aún después de muerto, y que combatió toda su<br />
vida, riendo con los niños, amando la vida y repartiendo con<br />
generosidad lo que generosamente le había sido entregado. Ojalá<br />
te tuviéramos cerca, en este mundo de locura y extravío. Te<br />
echamos de menos, amigo.<br />
FEBRERO 2007
Lao-Tse y el Taoísmo<br />
Lao-Tse nació aproximadamente hacia el s. V a.C. en China<br />
y fue contemporáneo de grandes figuras como Confucio, Buda o<br />
Sócrates. Su pensamiento más profundo está recogido en una<br />
colección de 81 poemas llamado Tao Te Ching o Libro del Camino<br />
y de la Virtud, base de lo que se conoce como Taoísmo.<br />
Es una obra caleidoscópica, de fácil lectura y que es capaz<br />
de vencer el paso del tiempo. Desborda sabiduría y es, sin lugar a<br />
dudas, una de las grandes Biblias de la cultura china, como<br />
pueden ser también el I Ching o Libro de las Mutaciones. Exponer<br />
su contenido brevemente es difícil, debido al carácter simbólico<br />
de los poemas y a ese tono camaleónico que comenté antes y que<br />
ofrece múltiples lecturas.<br />
Es un libro de filosofía o religión, pero donde la naturaleza<br />
es la protagonista y la maestra. A ella se remite lao-Tse a la hora<br />
de aprender pautas de conducta. Ella es el Tao, el Camino;<br />
observando los cientos de fenómenos naturales encontramos las<br />
claves de la vida y asignamos a cada cosa su proporción de Yin<br />
(femenino) y Yang (masculino).<br />
Luís Racionero, en la edición que prologa de esta obra,<br />
comenta que es un libro místico pero práctico, como corresponde<br />
a la cultura china. Destacaría muchas cosas de éste, tantas que<br />
dudo poder terminar: la sencillez como máxima (y la austeridad,<br />
por supuesto); la idea del eterno retorno, es decir, de la visión<br />
cíclica de todo (y de saber esperar su vuelta, más pronto o más<br />
tarde), como también afirmaría Nietzsche en sus escritos; la<br />
espontaneidad y naturalidad como maneras de regirse en el<br />
mundo; la antilógica, el saber conformarse con lo que tenemos,<br />
sin esperar nada más (¿alguien dijo Progreso?); el anarquismo<br />
clásico, basado en las pequeñas sociedades rurales, pacífico, lejos<br />
de todo poder y ley, en libertad; el minimalismo general, que es<br />
casi otro signo de ascetismo y sencillez: en el vestir, en el comer,<br />
en el pensar…; y, en fin, la intuición como motor de toda la obra,<br />
que recupera y expone el arma del eterno femenino y que se
efleja en ese carácter simbólico, críptico y casi subconsciente<br />
de todos los poemas.<br />
Para concluir recomendaros su lectura, pero avisándoos que<br />
no es un género al que estemos acostumbrados en Occidente,<br />
donde la Razón y la Lógica lo encasillan todo y nos muestran un<br />
mundo cuadriculado y previsible. No ocurre igual en Oriente<br />
(China, Japón, India…) donde la Poesía, la Imaginación y el<br />
Simbolismo se desbordan hasta el infinito. El Tao Te Ching está<br />
vivo. Puñeteramente vivo, diría yo.<br />
ABRIL 2008
EL CULTO ZEN.<br />
Hablar del Zen es hablar de una escuela budista japonesa.<br />
Sus pilares, que empiezan a conocerse y extenderse por<br />
Occidente, lo constituyen la meditación, la creación artística<br />
(pintura, poesía, diseño de jardines…) y las artes marciales, a<br />
grandes rasgos.<br />
Su historia comienza en las escuelas budistas de China,<br />
pero se desarrolló sobre todo en Japón. Zen (en japonés) o Chan<br />
(en chino) son la trascripción del sánscrito Dhyana, que es el<br />
estado mental de quien medita. El Zen vivió su esplendor durante<br />
la dinastía Tang (600-900 d.C., aproximadamente) y se extendió<br />
por el sudeste asiático (Corea, Tíbet, Vietnam, Camboya,<br />
Tailandia o Japón). El Zen, como diversidad, aglutina el<br />
misticismo de India, el naturalismo y pragmatismo de la China<br />
taoísta/confucionista, y en su base las doctrinas de las escuelas<br />
budistas del Japón.<br />
Para la filosofía Zen meditar es la clave para alcanzar la<br />
paz interior. Similar en esto a otras religiones, sus<br />
recomendaciones para ello consisten en lo siguiente: habitación<br />
en silencio, semipenumbra, temperatura media, ropa cómoda, un<br />
cojín, respiración regular, sencillez y limpieza, espalda erguida y<br />
mente en blanco. Los maestros zen recomiendan montar un<br />
pequeño altar con imágenes, velas, incienso y gemas. Si se realiza<br />
correctamente, la meditación proporciona un estado de<br />
tranquilidad y paz muy placenteras.<br />
Otro aspecto del Zen son los jardines, sencillos y<br />
equilibrados, donde cada elemento (plantas, rocas, agua o arena)<br />
tiene una función simbólica, que favorece la introspección, la<br />
calma y la meditación. Otra herencia Zen del Japón actual es la<br />
ceremonia del té, exquisita, elaborada y lenta, que mitiga el<br />
estrés y nos sumerge en la eternidad de los tiempos.<br />
Y no podemos olvidarnos, por supuesto, del arte. Crear,<br />
para la doctrina Zen, implica dejarse llevar, ser espontáneos,<br />
olvidarnos en lo posible de la técnica y la perfección, en tanto el
esultado final nos aporte paz. Menos conocida es la vertiente de<br />
esta filosofía en las artes marciales, pero como proponen estas<br />
disciplinas clásicas, lo esencial es realizar el mínimo esfuerzo y el<br />
máximo impacto, cansarse poco y aprovechar la energía, sin odio,<br />
sólo como última defensa, pues el zen es ante todo pacifismo.<br />
Por último, señalar que muchas escuelas zen practican el<br />
vegetarianismo, pues consideran que matar es dañar y dañarnos a<br />
nosotros mismos. Las teorías del psiquiatra vienés Gustav Jung, y<br />
su Inconsciente Colectivo, están muy en sintonía con esta<br />
filosofía, y ambas comparten la idea de que el ego es pura<br />
ficción.<br />
Como epílogo, cabría añadir lo siguiente: encontrar a Buda<br />
en nuestro corazón, libertad personal de conciencia, conocerse a<br />
uno mismo, sencillez y minimalismo (en el comer, en el vestir, en<br />
el pensar…), ser más que tener, dejar que toda fluya, no sufrir<br />
por cosas inútiles, ecologismo local y planetario, responsabilidad,<br />
compartir con los demás, divinizar cada tarea cotidiana y buscar<br />
nuestro propio don o habilidad personal. Esto (y mucho más) es lo<br />
que nos propone la filosofía Zen.<br />
MAYO 2008
EL BUDISMO<br />
El budismo surgió en la India, aunque ahora es allí<br />
minoritario, y ha triunfado en otros sitios, como el sudeste<br />
asiático (Camboya, Vietnam, Tailandia, Japón…) y gana<br />
simpatizantes en Occidente.<br />
El príncipe Siddharta, futuro Buda, fue hijo de un noble<br />
feudal hinduista, y pasó la vida rodeado de lujos y comodidades.<br />
Sus salidas furtivas le acercaron a la enfermedad, la vejez y la<br />
muerte, todo lo doloroso de la existencia. Comprendiendo que<br />
sólo dentro de sí encontraría la Verdad, abandonó el palacio, su<br />
mujer y su hijo y se hizo asceta errante, a la edad de 29 años.<br />
Tras 6 años de renuncias, se sentó bajo un árbol y, tentado por<br />
Mâra, el Maligno, esperó la Iluminación. Tras alcanzarla y a la<br />
edad de 35 años, se dirigió a Benarés a propagar su doctrina, por<br />
espacio de 40 años. Su bandera será entonces seguir la Ley<br />
(Dharma), pero no como la entendemos en occidente, sino como lo<br />
correcto, y la renuncia al deseo. El núcleo de su doctrina se<br />
resume en:<br />
- La vida es dolor.<br />
- El deseo, el apego y la ignorancia crean dolor<br />
- Cesando el deseo, cesa el dolor.<br />
- Para cesar el deseo es necesario: visión, pensamiento,<br />
palabra, acción, medio de existencia, esfuerzo, atención y<br />
meditación correctas (Óctuple Sendero).<br />
Buda enseñó que aferrarse al mundo y a lo que fluye nos<br />
hace daño, y que todos nuestros actos tienen una consecuencia<br />
(ley del Karma). El objetivo ha de ser el Nirvana, es decir, la paz<br />
en vida y la muerte de nuestro ego. También enseñó que hay que<br />
buscar nuestro propio camino, que no hay que sentir alegría,<br />
pena, ira o envidia y que la meditación nos ayuda a ver el mundo<br />
tal cual es.<br />
Los monjes budistas, hombres y mujeres, creen que en una<br />
vida de renuncias está la clave para encontrar el Nirvana.<br />
Practican el ascetismo, los votos de pobreza y castidad y la no
violencia. Algunas escuelas budistas, sin embargo, influidas por el<br />
Tantra, ven en el sexo un camino a la liberación y no algo<br />
negativo. Su moral es similar a la brahmánica: no robar, no<br />
mentir, no matar, etc… Su medio de subsistir ha de basarse en la<br />
mendicidad, pues el dinero y la posesión de bienes están<br />
prohibidos. Como otras doctrinas no violentas, su modo de<br />
alimentación preferida es la vegetariana.<br />
Algunos aspectos se asemejan al primitivo cristianismo, y es<br />
habitual predicar la benevolencia, la paciencia, el pacifismo o la<br />
ausencia de cólera. La mayoría de escuelas budistas aconsejan<br />
una vida de sosiego, retiro y contemplación. Casi todas coinciden<br />
en lo negativo de poseer bienes o medios materiales y aconsejan<br />
abandonar la familia para consagrarse a la búsqueda del Nirvana<br />
y encontrar a Buda en nuestro corazón, objetivo último de<br />
cualquier budista.<br />
JUNIO 2008
LA RELIGIÓN INTERIOR<br />
No se si existe Dios; no puedo responder a esa pregunta.<br />
No se si alguien lo ha visto, lo ha oído o lo ha experimentado por<br />
algún otro sentido, aunque las religiones más auténticas son no<br />
las que creen en la divinidad, sino las que la “sienten” dentro de<br />
uno mismo. En determinados momentos de mi vida he<br />
experimentado sensaciones que se parecen a esa presencia divina<br />
dentro del ser humano, bien por la mística, por las drogas, la<br />
meditación profunda, la filosofía u otras disciplinas. Pero insisto<br />
que, como humano, no puedo afirmar tajantemente la existencia o<br />
no de Dios. Quienes creen en Él muchas veces no lo “sienten”, lo<br />
cual me parece contradictorio. Pero respeto que quieran creer, si<br />
eso les ayuda en el día a día.<br />
He visto y experimentado demasiadas cosas que me impiden<br />
concebir la divinidad como algo esencialmente masculino, como<br />
sucede con el catolicismo, el judaísmo o el islamismo. Me parece<br />
una posición machista y dice poco de la cultura que se apoya en<br />
esa creencia. Son religiones –y culturas- eminentemente<br />
patriarcales, donde la mujer, lo femenino, ocupa un lugar inferior.<br />
La crisis de Occidente, podría ser también la crisis del<br />
patriarcado, lo cual no es descabellado. Hemos asistido a todos<br />
los “logros” que nos ha traído esta versión de Dios: guerras,<br />
crueldad, falta de sentimientos, violencia machista, atentados<br />
contra la Naturaleza, confianza ciega en la razón,<br />
desacreditación de la intuición y otros valores femeninos, etc…<br />
Por tanto no seré yo quien defienda esta postura.<br />
Ante la pregunta de si creo en ese Dios, mi respuesta es<br />
negativa. No puedo ni quiero creer. Abdicar en ese sentido sería<br />
reconocer, de hecho, y defender todo el mal que se ha cometido<br />
en su nombre. Ser exclusivista es una manera de fanatismo y de<br />
enfermedad, una esquizofrenia, una amputación de una parte de<br />
la existencia. No son las únicas religiones sobre la Tierra y por<br />
otro lado, ha habido y existen otras versiones distintas hacia lo<br />
que no podemos entender, lo que trasciende nuestra humanidad.
Hay quien cree en el evolucionismo, en la ciencia, en la teoría del<br />
Big Bang, en la creación, etc…Hay cosas que se escapan a nuestro<br />
entendimiento y cada cultura se inventa o trata de acercarse a<br />
aquello que forma parte de un Universo que desconoce.<br />
Por mi parte, no sé a ciencia cierta si Dios existe –como<br />
comenté antes- pero tampoco puedo afirmar que no exista.<br />
Simplemente no lo sé. Pero si seguimos tirando del hilo podemos<br />
llegar a la siguiente conclusión. ¿Por qué Dios es hombre, si<br />
existe? ¿No puede ser mujer? O quizás, mucho mejor, ¿No puede<br />
existir una pareja de creadores, hombre y mujer? Dios se basta<br />
a sí mismo, se afirma, lo cual no es evidentemente demasiado<br />
frecuente en la Naturaleza. Vemos cómo para que exista vida se<br />
necesitan los 2 polos, el Yin y el Yang, los contrarios, lo masculino<br />
y lo femenino. Así que por la misma regla de tres, podríamos<br />
creer en una Diosa que se basta a sí misma, lo cual también es<br />
difícil de comprobar. Así que tenemos que Dios puede ser<br />
hombre, puede ser mujer o pueden ser ambos, por poner algunas<br />
de las múltiples posibilidades que podemos imaginar.<br />
Aventurado, pues, el menú que nos ofrecen las principales<br />
religiones del mundo. Mi postura es realista y personal y está<br />
basada en mi experiencia. El ser humano tiene necesidad de lo<br />
trascendente, pero es necesario romper con ese lastre que, en lo<br />
que respecta a Occidente, representa la divinidad. Debemos<br />
recordar que durante un tiempo primó el matriarcado y el culto a<br />
las diosas de la Naturaleza y de la Fertilidad, por ejemplo.<br />
Personalmente estoy convencido que, en mayor o menor<br />
proporción, lo Masculino necesita a lo Femenino y viceversa. Si<br />
alguien me afirma que cree en dos seres que crearon el mundo,<br />
Mujer y Hombre, estará mucho más cerca de mi propia creencia<br />
o de lo que considero más acertado. Algo que no podemos, por<br />
otro lado, verificar, pues se escapa a nuestra razón y a nuestros<br />
sentidos.<br />
También admito a todos y todas los que, al margen o no de<br />
la sociedad, han buscado caminos que conduzcan a interiorizar<br />
esa especie de fuerza o energía que, según muchas religiones y
filosofías orientales se encuentra dentro del ser humano. El<br />
verdadero potencial humano está dentro de nosotros mismos,<br />
aunque ni sepamos ponerle nombre: Dios, Diosa, Alma, energía,<br />
fuerza…Quien busca dentro de sí, quien bucea en su alma, inicia<br />
un camino difícil y oscuro, que muchas veces conduce a la locura,<br />
al extravío, o quizás a la iluminación, al gobierno de sí mismo.<br />
Todo ser humano se plantea alguna vez el problema de su origen,<br />
que yo soy incapaz de responder. Hay miles de caminos y<br />
posibilidades, muchos realmente válidos y sinceros. Pero la<br />
respuesta dada en nuestra cultura no es la mejor vía.<br />
Somos demasiado insignificantes para asomarnos a ese pozo<br />
sin fondo que es el origen de todo. Místicos, locos, consumidores<br />
de drogas, artistas, han abierto caminos antes no pisados. No es<br />
un pecado afirmar que no podemos probar la existencia de Dios.<br />
Es sencillamente una evidencia que toda persona, por poco<br />
sincera que sea, experimenta por sí misma. Si hubiera visto la<br />
divinidad, podría contarlo, pero no ha sido así. Pero a pesar de<br />
ello respeto cualquier camino interior y creo que sin provocar<br />
daño a nadie, todas las vías son personales y válidas. Creo que lo<br />
más cerca de lo que muchas religiones y filosofías llaman la<br />
divinidad, es un estado interior de paz, un equilibrio, un espíritu<br />
sano, un sentirse bien con uno mismo y con el mundo. Si me<br />
encuentro bien, ¿por qué voy a hacer el mal? Si estoy en paz<br />
conmigo mismo, ¿por qué necesito hacer daño a otra persona?<br />
Quizás la violencia es una reacción ante esa falta de equilibrio, o<br />
al menos quiero creer eso. Pero para llegar a ese estado de paz<br />
interior hay que recorrer un camino, a menos que seamos una<br />
persona afortunada y lo poseamos desde que nacemos. Ese<br />
camino es quizás la auténtica búsqueda de Dios, pues nos conduce<br />
al equilibrio, y si me encuentro bien conmigo mismo, ya no tendré<br />
necesidad de insultar, de hacer daño a nadie y realmente habré<br />
encontrado a Dios, al verdadero Dios y seré como Él o Ella. Creo<br />
que si la divinidad existe tan sólo puede pretender eso de<br />
nosotros y nosotras, y no que creamos en algo de lo que dudamos<br />
y no estamos seguros.
Es en esa lucha diaria por mejorar, por purificar nuestra<br />
condición humana, donde se halla la auténtica religión. Yo, como<br />
miles o millones de otros seres, me limito a intentarlo, porque<br />
estoy convencido que el esfuerzo personal de todos, por pequeño<br />
que sea, puede hacer que el mundo, exterior e interior, sea un<br />
lugar más habitable.<br />
ENERO-FEBRERO 2010
7. ENFERMEDAD MENTAL<br />
“La soledad es el camino por el que el destino quiere<br />
conducir hacia sí mismo al hombre. La soledad es el camino que<br />
más teme el hombre. Porque allí se esconden todos los horrores,<br />
todas las serpientes y todos los sapos. Allí es donde acecha lo<br />
espantoso. ¿No corre la leyenda de que todos los solitarios,<br />
todos los exploradores del desierto de la soledad, son personas<br />
desencaminadas, malas o enfermas? (…)<br />
¿No se cuenta también de Zaratustra que murió loco y que,<br />
en el fondo, todo cuanto hacía y decía era ya producto de su<br />
locura? ¿Y no sentisteis vosotros, al oír semejantes<br />
afirmaciones, algo así como un sonrojo? ¿Cómo si hubiera sido<br />
más noble y digno de vosotros figurar entre esos locos y os<br />
avergonzaseis de no tener el valor necesario para ello?”<br />
HERMANN HESSE. “Escritos políticos. 1914/1932”. Ed.<br />
Bruguera, S.A., Barcelona, 1985, p. 177.
UNA MIRADA DIFERENTE<br />
Esquizofrenia es una palabra formada por dos términos<br />
griegos, cuyo significado es “mente escindida”. Parece un término<br />
que define a la perfección el comportamiento observado en quien<br />
la padece, pues podría afirmarse que dichas personas padecen<br />
múltiple personalidad. Digo que parece que la palabreja lo define<br />
a la perfección, en tanto que desde hace siglos los valores<br />
imperantes pretenden uniformizar las múltiples variantes del ser<br />
humano (la conocida aldea global), a imagen y semejanza de<br />
dioses personalistas, sólidos y coherentes.<br />
Es sabido la imagen que produce en muchas personas toda<br />
escena sacada de sus casillas. Los codazos, las risitas histéricas,<br />
el telefonazo a hurtadillas a Policía, Cruz Roja, Juez de Paz, la<br />
Legión o el obispo de la Diócesis… Pero, por fortuna, de los<br />
escarmentados nacen los avisados, y el cachorro de psiquiátrico<br />
aprende pronto a disimular. No es plan de salir en ropa interior a<br />
las 4 de la madrugada, vociferando que tu cuarto se ha llenado de<br />
alienígenas que quieren abducirte. Un poquito de por favor.<br />
No es plan pasar las Navidades entre polvorones de<br />
Lorazepán o turrón duro de Zyprexa. Los locos se han reciclado,<br />
faltaría más. Una cuestión de estética y marketing, dado los<br />
tiempos postmodernos que corren. Hay que conformarse con ser<br />
un poco marginal, pero sin pasarse; la extravagancia siempre<br />
vende: un par de buenos amigos (o ninguno, que da más morbo);<br />
cultivar una imagen ambigua, etc… Me refiero a ser un poco<br />
rarito: cambios de imagen, ropa de mil clases y tantas facetas<br />
como días de la semana. No se, despistar al personal, mientras<br />
buscan la etiqueta. Pero ya digo; un poco de buen gusto,<br />
discreción y protocolo: sobre todo mucho protocolo. Que tienes<br />
ganas de aullar como un lobo, pues un poco de respiración yóguica.<br />
Que te corroe la mala uva, pues qué sé yo, le das un poco de más<br />
a la nicotina. Que te deprimes, nada como Operación Triunfo.<br />
Hagan la prueba. ¿No les entra como una mala ostia adrenalínica<br />
(tipo Guardia Civil) ver a esos energúmenos haciendo gargaritos?<br />
Pues eso: solución para todo.
Si es que no hay nada como estar enfermo. Ese subidón de<br />
autoestima cuando cumples los 35, sin trabajo, sin dinero y<br />
viviendo con tus padres. Pero ¿habrá que integrarles? Coño,<br />
claro. Pero si está de moda. La integración europea; la<br />
integración paisajística… pues ya está: la integración<br />
esquizofrénica. Locos al poder. Vaya titular. Pero integrarse, ¿en<br />
qué? ¿En los chiflados del músculo, gimnasio, chute de<br />
anabolizante y arroz blanco con clara de huevo deshidratado?<br />
¿En la moda independiente y anoréxica de las pasarelas? ¿En la<br />
digestión pesada de la tele basura? ¿En el Master de Relaciones<br />
Interpersonales, con vinito de honor? Y al final, ¿qué más da?<br />
Pues mire, pues no me integro. No crean, estar un poco mal tiene<br />
sus ventajas. Tranquilidad de conciencia, paz y mucho tiempo<br />
libre. Y que no se me olvide: el Certificado de Minusvalía. Cada<br />
Esquizofrénico tiene el suyo propio, como un tatuaje, como el<br />
DNI. Vale para todo: descuentos, viajes, cursos… y a vivir la vida<br />
loca. Vaya nivel. Aunque eso de ser “menos válido” jode, pero ante<br />
tanta maravilla, entre tanto jardín de Jauja uno se olvida de sus<br />
problemas, se ajusta el cinturón y sale a la calle con una radiante<br />
sonrisa de amor, orgullo y ese aleteo de mariposillas en el<br />
estómago que te hacen amar a tu prójimo, dar gracias, digo, y<br />
bendecir tu condición de loco rematado. Menos mal que el<br />
Ministerio de Asuntos Sociales vela por nosotros, que si no.<br />
Sobre todo con las pensiones no contributivas de 300 €uros al<br />
mes, que digo yo que si se piensan que vivimos a base de aire, sol<br />
y agua, como las plantas. Voy a intentar esa dieta (bueno, casi<br />
ayuno) a ver cuanto duro. Y luego dirán que estamos locos…<br />
DICIEMBRE 2006
LA CÁRCEL<br />
Mi vida ha sido extraña. Fui buen alumno, con excelentes<br />
notas académicas en E.G.B., algo más modestas en el Instituto,<br />
pero siempre con la convicción de que ese era mi camino. Me ha<br />
gustado siempre (aún me gusta) estudiar, conocer, interesarme<br />
por ese concepto tan amplio llamado cultura. Soy curioso por<br />
naturaleza, una esponja que absorbe casi de modo ilimitado. Con<br />
los años me he vuelto más selectivo, pero intento siempre que<br />
puedo mantener un cierto espíritu infantil, de admiración, de<br />
inocencia y asombro ante lo desconocido, ante todos y todo lo que<br />
me puede enseñar algo.<br />
Mi camino estaba trazado, hasta que el Destino rompió<br />
aquella línea recta y morí y tuve que volver a nacer. De repente<br />
desapareció toda normalidad, toda enseñanza, todo apoyo, toda<br />
seguridad. Estaba solo, desamparado y vacío. Quien haya pasado<br />
por una situación similar no se sorprenderá si digo que estuve a<br />
punto de perecer. Tampoco si afirmo que tuve que apretar los<br />
dientes, llorar, desesperarme, ser presa del odio, la rabia, el<br />
miedo, todo lo mezquino y ruin de la existencia. De golpe. aquel<br />
chico tranquilo, feliz, seguro de sí, una persona con un futuro<br />
prometedor por delante, se convirtió en una basura humana, en<br />
una escoria, en un salvaje, en un organismo primitivo que debía<br />
sobrevivir y que hasta el respirar se convertía en algo doloroso y<br />
difícil. Me convertí en presidiario y carcelero de mí mismo, en mi<br />
enemigo; me perdí en un laberinto de altos muros, viví privado de<br />
auténtica libertad y felicidad, de los placeres más elementales y<br />
básicos. Descubrí que ya no era tan honrado, ni tan perfecto, ni<br />
tan buena persona, ni que la vida fácil iba a continuar<br />
eternamente.<br />
¿Existe acaso mayor dolor para mí que no poder leer unos<br />
párrafos sin fatigarme? ¿Qué no poder mantener una<br />
conversación sin terminar con la cabeza cargada? No poder mirar<br />
a los ojos sin sentir inseguridad, miedo o vergüenza. No disfrutar
plenamente de la comida, de la música, de los demás ni de mí<br />
mismo. Sentirse observado, analizado, criticado constantemente,<br />
a veces de modo real, otras de forma imaginaria. Dudar de todo y<br />
de uno mismo. Contar los minutos que pasan hasta que llega la<br />
noche. No poder dormir. Desesperarse. Vivir como una presa<br />
acorralada por perros de caza. Presente, siempre presente; cada<br />
segundo era un tiempo precioso arrancado a la Muerte.<br />
En fin. Quizás esto sólo sea el 1% de aquella etapa. Pero fue<br />
real; yo estuve allí y lo viví. Y sin embargo, aquella época me<br />
marcó y me hizo cambiar. Me obligó a lanzar por la borda lo<br />
innecesario, lo inútil: el barco se hundía por su propio peso; era<br />
preciso aligerar carga. Y lo hice. Y al fin, poco a poco, algo<br />
empezó a pasar. Empecé a respirar de nuevo; sentía placer de<br />
nuevo por cosas aparentemente sin importancia. Empecé a ser de<br />
nuevo el que siempre fui, pero consciente de todos los aspectos<br />
de mi personalidad. Me había transformado en mí mismo; había<br />
salido de la cárcel, tras 14 años sin ver la luz del sol.<br />
¡Qué hermosa es la vida tras una condena tan larga y difícil!<br />
¡Cómo apreciamos de nuevo cada detalle! ¡Cómo damos gracias por<br />
poder respirar, por poder comer, por vivir sin dolor! Aún tengo la<br />
rutina del preso, del condenado a muerte: lo llevo escrito en la<br />
frente a fuego y metido en la sangre hasta los tuétanos, pero soy<br />
libre. He sobrevivido y puedo contarlo. Lo he perdido casi todo,<br />
pero la vida me ha dado una segunda oportunidad. Y ahora, en la<br />
calle y a las puertas de la cárcel, mi alma respira tranquila y se<br />
abre al mundo. Nunca olvidaré aquella celda; fue mi vida durante<br />
muchos años, pero la vida me ha devuelto lo más preciado y falto<br />
durante ese tiempo: la libertad personal y la conciencia de mí<br />
mismo.<br />
JULIO 2009
EN TIERRA DE NADIE<br />
Leyendo un artículo de José Ortega y Gasset, de su época<br />
en “El Espectador”, recogidos en un libro del mismo título, se me<br />
ha ocurrido el tema para este trabajo 1 . Nací hace 38 años en la<br />
meseta castellana, en la vieja ciudad de Toledo. Mis antepasados<br />
vivieron en esas tierras, muchas generaciones antes que yo,<br />
tengo casi toda mi familia allí, y por tanto, mi constitución<br />
genética le debe mucho a esa tierra. Sin embargo, mi apellido<br />
Rossell proviene de familias instaladas en Girona y –como pude<br />
comprobar en un viaje a Carcassonne- también existe en el<br />
Rosellón, en Languedoc y otras zonas de Francia, por no hablar<br />
del apellido inglés Russell 2 . Vine al Levante con 5 años de edad,<br />
cuando la personalidad no está aún formada y, por tanto, he<br />
pasado cerca de un 85 % de mi vida aquí.<br />
Prácticamente todas las Navidades las pasaba en Toledo, en<br />
contacto con mis abuelos, mis tíos y luego mis primos, pero poco a<br />
poco fueron haciéndose más espaciadas en el tiempo. Mis<br />
estudios, mis aventuras, mis amistades, mis amores, mis<br />
tristezas, mis éxitos y mis fracasos han ocurrido en Levante.<br />
Pero es difícil compaginar, por un lado tu código genético, y por<br />
otro el proceso de socialización a que estás sometido en una<br />
tierra donde no has nacido. A veces pienso que mi esquizofrenia<br />
(mente escindida, en griego) no ha sido otra cosa que este<br />
dualismo que no he podido solucionar, unir y sobrellevar. No me<br />
siento cómodo últimamente cuando viajo a la meseta; sus<br />
costumbres, sus gentes, su humor, su visión de la vida me<br />
expulsan de allí. Me siento extraño y desplazado. Pero no he<br />
conseguido tampoco integrarme en esta nueva vida aquí en el<br />
Mediterráneo. Su extroversión, su rapidez, su humor<br />
desbordante, su personalidad relativista, su sociabilidad, su<br />
cercanía, el carácter comunitario de su vida social…la chispa y<br />
1 “EL ESPECTADOR”. José Ortega y Gasset: “IDEAS SOBRE PÍO BAROJA”.<br />
CAP. XIII. Pp. 77-88. Ed. SALVAT, MADRID, 1970<br />
2 El escritor más conocido es Bertrand Russell (1872-1970). Destaca “LOS<br />
CAMINOS DE LA LIBERTAD”, 1918, por ejemplo en Ed. ORBIS, S.A., 1982
apertura de su pensamiento me acobardan. Añoro entonces, a<br />
veces, la soledad, el misticismo, el silencio, los paisajes infinitos<br />
de campos vacíos, el ocre y verde oliva, el trigo y los olivares y,<br />
sin embargo, se que ya no podré ser uno de ellos, volver sobre<br />
mis pasos.<br />
Una sensación extraña, como de estar situado en el No men<br />
´s land, en la tierra de nadie, me ha atormentado durante mucho<br />
tiempo. He intentado, no se si con éxito, olvidar mis orígenes,<br />
intentar romper aquellas raíces y crear otras aquí, integrarme,<br />
participar de la vida bulliciosa que se respira en estas latitudes.<br />
Sin embargo, quizás en realidad nunca he sido de ningún sitio. He<br />
hecho decenas de viajes y de Km. por toda España 3 y siempre he<br />
querido saber si era uno más, si podría sentirme cercano a la<br />
gente con quien me relacionaba. No echo en cara a nadie el origen<br />
de mi enfermedad. Quizás era necesario y haya muchos motivos y<br />
muchas causas. Pero no odio a nadie ni desprecio a nadie. Mi<br />
soberbia y mi orgullo son tan sólo la máscara que esconde una<br />
profunda y total indefensión y vulnerabilidad. Pocos conocen mi<br />
lado más débil y a la vez humano. No soy el tipo que ven, con una<br />
apariencia fuerte y segura y que tan sólo desea una mano amiga y<br />
un poco de ayuda. La vida me ha dotado de esta mimesis, de esta<br />
protección, de esta capacidad camaleónica y de este escudo que<br />
todos ven, y que esconde un ser desnudo y vacilante. Mi orgullo<br />
no es sino un castillo con el que defenderme, quizás contra<br />
enemigos imaginarios, y tal vez una cárcel de la que no me<br />
liberaré hasta que baje el puente levadizo.<br />
Recuerdo, sin embargo, cierta ocasión en que viajé por<br />
segunda vez a León, en el año 1995, más o menos. Me encontraba<br />
ya enfermo, pero lo pasé muy bien, en compañía de viejos amigos<br />
que había conocido 3 años antes, en un Campo de Trabajo 4 (Iñaki,<br />
Blanca y Cristina) Me divertí, reí y disfruté, sin acordarme que<br />
parte de mi familia y amigos estaban a casi 1.000 Km. de<br />
3 De las 20 Comunidades Autónomas únicamente nunca he estado en Galicia, País<br />
Vasco, Extremadura, Ceuta, Melilla y Las Palmas. He viajado por el resto, sólo, con<br />
amigos o con mi familia.<br />
4 Campo de Trabajo de Soto de Valdeón, León, 1992. Restauración de hórreos.
distancia. No obstante, en la estación de Madrid, mientras<br />
esperaba un tren que me devolviera a Alicante, me invadió la<br />
angustia y la soledad, mientras oía por megafonía el próximo<br />
destino y me puse a llorar, añorando mi casa y mi gente. Fue y me<br />
sentí estúpido, pues siempre pensé que la nostalgia era un mito y<br />
que un auténtico ser humano no es de ningún sitio. Pero<br />
instintivamente echaba de menos mi hogar.<br />
He podido comprobar en estos años los distintos modos de<br />
pensar y de sentir, las psicologías y el carácter que hace que<br />
seamos distintos unos de otros, aunque todos somos humanos. La<br />
diversidad cultural, en definitiva. Castilla es –o era- un enorme<br />
paisaje desolado, silencio, sin núcleos urbanos en muchos Km. Un<br />
mundo rural y difícil, con inviernos duros y fríos, donde quizás las<br />
diferencias sociales son brutales. Flota en el aire un sentimiento<br />
de feudalismo y de clientelismo, de falta de libertad, de<br />
esclavitud, de sumisión a la autoridad, a todos los que poseen<br />
poder. Siempre eres alguien por encima y por debajo de otros,<br />
aunque la pobreza y las dificultades unen a la gente y los incita a<br />
ayudarse mutuamente, a defenderse.<br />
En el Mediterráneo –al menos, al principio- no aprecié esa<br />
forma de vida piramidal, sino que se respira más la libertad, la<br />
igualdad y la fraternidad, trilogía que no se inventaron solamente<br />
los revolucionarios franceses de 1789. Aquí todo el mundo es<br />
igual a todos, no hay nadie por encima de nadie. La fuerza está en<br />
el grupo y no en el individuo. No existe lo que considero el<br />
feudalismo o el clientelismo, sino el amiguismo, en el buen sentido<br />
de la palabra, la camaradería. Los ricos y los pobres, los grandes<br />
y los jóvenes, los humildes y los notables, todos viven codo con<br />
codo, todos se reúnen cuando la ocasión lo requiere, en fiestas,<br />
reuniones, eventos…<br />
He intentado, pues, durante mis años aquí, convertirme en<br />
uno más, pues no tenía más familia y apoyo que mis padres y<br />
hermanos. No se si lo he conseguido, pero por lo que llevo escrito<br />
no estoy muy seguro de ello. El orgullo, el amor propio y la<br />
soberbia han sido mi cota de mallas, mi armadura y mi castillo,
pero me han hecho aislarme y volverme una persona algo<br />
solitaria, extraña y un poco extravagante. Sin embargo, no pierdo<br />
la esperanza de que algún día pueda sentirme uno más, pues más<br />
difícil que vivir lejos de tu tierra es no poder participar de la<br />
vida que pasa a gran velocidad ante ti.<br />
Y finalmente unas palabras para navegantes. Soy una<br />
persona pacífica, que ha optado por el vegetarianismo 5 y la<br />
convivencia. No me gustan las revoluciones. No me gusta<br />
demasiado cómo se están desarrollando los acontecimientos en el<br />
mundo, en España o aquí en Levante y, aunque soy optimista y<br />
tengo esperanzas, no creo en cataclismos que pongan patas<br />
arriba el mundo existente. O al menos no debido a una<br />
sublevación, una toma del poder o algo parecido. Que no me<br />
busquen los apóstoles de la Revolución. Por encima de las ideas<br />
sitúo a las personas y me importa más tener amigos sinceros,<br />
sean de derechas, de izquierdas, del centro, de arriba, de abajo<br />
o lo que les de la gana, que tener que odiar a los que no son o<br />
piensan como yo.<br />
A pesar de que me considero anarquista no creo que haya<br />
que hacer una especie de limpieza racial y de la noche a la mañana<br />
masacrar terratenientes, iglesias, ricos y otra fauna capitalista.<br />
Prefiero crecer como persona y tratar de comprender qué es lo<br />
que mueve a la gente a actuar, que les motiva a seguir vivas. Creo<br />
en la evolución y en el cambio, en la educación interior y exterior,<br />
pero también en la tolerancia y el respeto, y me considero<br />
también cristiano, budista, individualista, amante de la cultura –a<br />
pesar de todo-, poseo una educación que no puedo tirar a la<br />
basura de la noche a la mañana y disfruto, no sólo con la lectura<br />
de buenos textos anarquistas, sino también con un canto<br />
gregoriano, con la contemplación de un iglesia románica, una<br />
espectáculo místico, una conversación con alguien que me fascine<br />
o me aporte algo –sea de la clase social que sea- y tengo<br />
inclinaciones místicas y religiosas que no voy a reprimir por el<br />
5 Alimentación o filosofía de vida que puede encontrarse en el hinduismo, en el<br />
budismo, o en comunidades como los esenios, los maniqueos o los cátaros, entre<br />
otras.
simple hecho de ser anarquista. Quiero vivir intensamente todos<br />
los aspectos de mi personalidad, que a veces parecen estar en<br />
oposición y contradicción, pero que yo, y sólo yo, debo reunir,<br />
coordinar y tratar de integrarlos dentro de mí. Una aclaración<br />
que lanzo por adelantado y os deseo Feliz Semana Santa, a quien<br />
le gusten las procesiones de encapuchados. Yo soy más de pà<br />
torrat, fabes tendres, coca de verdura, alls asats i de la<br />
processió dels sacos de Crevillent, mística, intensa y bella. Salud<br />
y Anarquía.<br />
MARZO-ABRIL 2010
8. VIAJES<br />
“De Santa Pola salen unos barquitos que, en poco más de<br />
media hora, nos dejan en la isla de Tabarca. El viaje, con el<br />
cabeceo del barco cuando se sale a mar abierta, alarma un poco a<br />
quienes no tenemos la costumbre de navegar. Por lo demás, el<br />
trayecto suele ser tranquilo, de una total seguridad y la gente lo<br />
aprovecha para ensimismarse, charlar un rato o tomar el sol en la<br />
cubierta.<br />
Tabarca, en verano, es una isla concurrida. La gente llega,<br />
da una vuelta por el pueblo y acude hasta la playa o busca unos<br />
acantilados donde poder bañarse, mientras aguarda la hora de<br />
comer. En Tabarca se comen unos estupendos calderos, hechos<br />
con unos fondos soberbios. Son unos fondos olorosos, densos,<br />
con la grasa precisa para que el arroz se pegue ligeramente a los<br />
labios. (…)<br />
Para quien se instala en Tabarca durante varios días, la isla<br />
ofrece escasa diversión (…) Baños, largos paseos y alguna copa<br />
después de cenar, completan el panorama. Todo esto en un<br />
ambiente sosegado, de un hedonismo monástico que, ayudado por<br />
el calor, os va embotando ligeramente los sentidos hasta que<br />
acabáis por tener una conciencia precisa de vuestro propio<br />
cuerpo. Un paseo al atardecer, mientras los colores son tenues y<br />
se van debilitando, se enciende la luz del faro, el mar se adensa y<br />
vosotros cruzáis la isla sin encontrar un alma, provoca una<br />
sensación de soledad de una pureza extrema, únicamente<br />
superada cuando, a finales de septiembre, un temporal de<br />
levante os aísla de tierra y tenéis que encerraros en casa<br />
durante un par de interminables días.”<br />
V.V.A.A. “Tierra Adentro. Rutas de la provincia de<br />
Alicante”. Ed. “Información”, Murcia, 1990
FORMENTERA: PARAISO PERDIDO.<br />
Llegué a la isla alrededor de las 4 ó las 5 de la tarde,<br />
después de unas cinco horas de barco, muy agradables, por el<br />
mar Mediterráneo. Mis expectativas muy altas, como siempre que<br />
emprendo un nuevo viaje. Y la realidad, como casi siempre, me<br />
escupió de nuevo a la cara.<br />
Aquí, como en todos los lugares sagrados, libres y<br />
paradisíacos, la llegada del homo estúpidus, con su tarjeta de<br />
crédito y su capacidad de arrasarlo todo, han destruido el<br />
encanto que quizás algún día tuvo.<br />
Encontrar el pasado hippie y su leyenda (sexo sin tabúes,<br />
libertad, hospitalidad…) es como encontrar una moneda perdida<br />
en una playa. No encontré lo que esperaba y debo admitir que la<br />
situación quizás vaya a peor. Italianos, alemanes y españoles con<br />
buena cuenta corriente están convirtiendo esta singular Itaca en<br />
otra Ibiza, Marbella, Benidorm o Torrevieja: un lugar donde sólo<br />
impera la ley del dinero. Una cutrez y un falsete. Un remedo<br />
consumista de lo que un día, que yo no vi., debió de ser lo más<br />
parecido al Edén Bíblico.<br />
Formentera es cara, está empezando a masificarse<br />
(circulan por la isla una buena flota de coches y motos de<br />
alquiler) y sus habitantes “naturales” están empezando a ser<br />
desplazados por el pariente más próximo del chimpancé: el<br />
hombre-masa, el turista hortera y rico que piensa que sólo el<br />
dinero abre todas las puertas. Y en esta agonía contemplo la<br />
prostitución forzosa de un mundo y los restos del naufragio:<br />
viejos y obesos hippies alcoholizados, colgados o marginados;<br />
unos cuantos alternativos descolocados y algo aturdidos; una<br />
hospitalidad y cordialidad que empieza a adquirir un tono<br />
forzado, cuando el interlocutor descubre que no tienes donde<br />
caerte muerto; la anarquía aún de una isla donde no existen los<br />
semáforos… y la gente conduce con una seguridad y un saber<br />
estar inusuales.
¿Me divertí? Bueno, digamos que asistí de una manera<br />
sosegada a la contemplación de una nueva fauna en esta antigua<br />
selva, ahora zoológico. Cuando las cosas y las personas empiezan<br />
a medirse por su peso en oro, el espíritu corrompido empieza a<br />
exhalar un perfume un tanto nauseabundo para olfatos<br />
libertarios y espíritus cansados de normas y protocolos.<br />
¿Literatura? Puede ser. Pero para quien los símbolos son<br />
una manera de estar en el mundo, no puedo ignorar que la<br />
podredumbre capitalista ha empezado a devorar a la<br />
independiente, salvaje y anarquista república de Formentera. El<br />
Diablo la tenga en su gloria.<br />
JULIO 2007
OCCITÀNIA<br />
Del 16 al 21 de Julio, el que esto escribe y su compañero de<br />
aventuras Antonio Boix, realizamos un pequeño viaje al corazón<br />
del catarismo: Carcassonne. Me atraía la idea de captar en<br />
primera persona lo que aún queda de todo aquello, no se,<br />
aprovechar las vacaciones y hacer de reportero gráfico, cronista<br />
y viajero a un tiempo. He de confesar que lo he pasado muy bien,<br />
y aunque no he podido profundizar allí y a fondo esta doctrina, he<br />
captado muy buenas sensaciones, a pesar de que hablamos de una<br />
religión o doctrina que se remonta al siglo XIII d. C.<br />
Recorrimos cerca de 900 Km. en 9 horas de tren, un<br />
TALGO algo ruinoso, pero con el encanto de lo antiguo. Tanto<br />
tiempo dan para mucho: dormitar, mirar por la ventana, ver video,<br />
irse a la cafetería, esperar una parada más larga para asomar la<br />
cabeza por la puerta y fumarse un cigarrillo, leer, conversar con<br />
tu compañero y, sobre todo, una buena dosis de paciencia. Ya en<br />
Narbonne, a punto de bajar del tren, conocimos a una francesa<br />
de París, de padres españoles, que nos comentó que podía<br />
llevarnos a Carcassonne en el coche de su marido. Aceptamos,<br />
porque el siguiente tren salía dentro de 2 horas. Tuvimos suerte<br />
y luego explicaré por qué. A eso de las 8 de la tarde saludamos a<br />
su marido y todos (la mujer, su pareja, su hija de 13 años y<br />
nosotros dos) disfrutamos de un pequeño viaje, charlando de mil<br />
cosas. El hombre era divertido y un poco irónico, hablaba<br />
castellano y era de Alsacia-Lorena (germano hablante).<br />
Conversamos sobre la crisis mundial, la crisis de la uva en<br />
Languedoc, de los españoles y los franceses, de fútbol y del<br />
ciclismo, del catarismo, en fin, de nuestras cosas. Nos<br />
despedimos a la puerta del Hôtel des Voyagers.<br />
Entrada cerrada. No hay timbre. No se ve ni un alma.<br />
¿Pasaremos la noche en la calle? Son las 9 ó las 9 y media y,<br />
cansados, empezamos a preocuparnos. Llamamos a un móvil<br />
anotado en la puerta y, después de 2 intentos, la voz de una<br />
mujer mayor nos contesta en francés que enseguida baja. En
ecepción nos echan el puro porque nos esperaban antes y a las 9<br />
cierran la puerta. Creo que estaba a punto de irse a dormir.<br />
Pagamos el 60 % que nos queda de la habitación, el desayuno para<br />
5 días y nos “castiga” a no salir esa noche, porque “Je suis très<br />
fatiguée et je me suis levée a six heures”. Vale. Pues nada, una<br />
ducha, cambio de ropa, cena fría de lo que llevamos en la mochila,<br />
un poco de T.V. y radio, tabaco, charlamos y a dormir.<br />
A la mañana siguiente nos organizamos un poco y decidimos<br />
gastar un máximo de <strong>50</strong> €uros al día. Recorremos un poco la<br />
ciudad nueva, con un plano, y nos damos cuenta de que es<br />
bastante antigua, como de los años 1930-40, con pocos pisos de<br />
más de 3 plantas, no muy grande ni extensa, y animada. Antonio<br />
quería subir ese mismo día a la Ciudadela y allí que fuimos.<br />
Tardamos unos 20 minutos en llegar al Puente Viejo sobre el río<br />
Aude y nos quedamos alucinados por lo que vimos. El río no era<br />
muy profundo allí, con algunos patos, las márgenes muy anchas y<br />
cubiertas de césped y árboles, y arriba, sobre un pequeño<br />
promontorio, la espectacular construcción militar de la Cité de<br />
Carcassonne, de la Edad Media, de una extensión y perímetro<br />
considerables. Parecía un sueño, un espejismo. La misma<br />
impresión que cuando vi por primera vez el palacio nazarí de la<br />
Alhambra de Granada.<br />
Una subida suave nos llevó a la puerta de entrada, que<br />
atravesamos sobre un puente levadizo, salvando un enorme foso<br />
seco. Gran animación, turistas (sobre todo franceses) pululando<br />
por allí y una zambullida en el s. XIII y XIV: calles empedradas,<br />
irregulares, altas, estrechas; un montón de gente por aquí y por<br />
allá; una Babel de lenguas (francés, catalán, inglés, italiano,<br />
castellano…) y viviendas y tiendas medievales. En fin, un baño en<br />
el pasado. Todo está lleno de bares, restaurantes y tiendas de<br />
souvenirs. Recorrimos al azar por las calles y desembocamos en<br />
una plaza mediana, sombreada por viejos y grandes árboles, llena<br />
de mesas, de los más de 7 u 8 restaurantes allí situados. Ese día<br />
habíamos desayunado a las 7 de la mañana, así que decidimos<br />
adaptarnos al horario francés y comer a las 12 ó 12 y media. Así
pues, regresamos a La Bastide o ciudad nueva y almorzamos en<br />
un restaurante vietnamita, porque aún no conocíamos los precios<br />
de la zona, pero los siguientes días comimos en la Ciudadela, con<br />
menús de 12, 14 o 16 €uros (2 platos, pan y postre) con bebida y<br />
café no incluidos. En Francia no se puede fumar dentro de los<br />
sitios públicos, pero lo permiten en las terrazas. Hecha la Ley,<br />
hecha la trampa.<br />
Es difícil resumir en tan poco espacio todo lo que vimos y<br />
vivimos. Nos encantó la Ciudadela, compramos recuerdos,<br />
anduvimos bastante y nos dio tiempo a muchas actividades, todas<br />
allí en Carcassonne: visitas a iglesias o plazas, 2 conciertos<br />
distintos de rock francés, gratuitos, el Museo de la Memoria<br />
Combatiente, una biblioteca, una exposición de escultura de Miró,<br />
pubs y discotecas, entrar descalzos y disfrutar como niños por el<br />
río Aude…Afortunadamente conozco un poco el idioma y nos fue<br />
muy útil. Hacía tiempo que no lo hablaba pero, por lo que captaba<br />
y me decían, me entendían casi siempre. En general la gente es<br />
bastante amable y educada y nos han tratado bien en casi todos<br />
los sitios. Ese es quizás el legado cátaro: una gente tolerante y<br />
respetuosa. Los vinos de aquella región son sencillamente<br />
extraordinarios, se come muy bien y aunque hay cosas un poco<br />
más caras (como el tabaco, algunos souvenirs o la comida en<br />
ciertos sitios) tampoco es exagerado y si sabes mirar mucho<br />
antes de comprar y economizar, puedes pasar el día con pocos<br />
gastos. Y no quiero terminar sin agradecer los estupendos<br />
desayunos de nuestra anfitriona en el hotel: café Express<br />
(delicioso), croissants recién hechos, zumo de naranja y pan<br />
francés con mantequilla y confitura. Nos trató muy bien y quiero<br />
desearla paz, felicidad y salud. Au bientôt Madame! J´attend la<br />
voir une autre fois.<br />
SEPTIEMBRE 2008
VIAJES<br />
Siempre me han gustado los contrastes culturales, a pesar<br />
de que desde hace tiempo vivimos en la puta globalización. De<br />
niño y adolescente practiqué camping con mis padres y visité<br />
múltiples lugares y provincias: el verdor de Asturias; la<br />
monumentalidad de Cantabria; la impresionante y gigantesca<br />
naturaleza de Huesca; la paz de la pradera de Albarracín en<br />
Teruel; el bullicio de Moraira (que despertó mi sexualidad) en<br />
Alacant; el amor de los bosques y la fauna de Cazorla, en Jaén; la<br />
sensibilidad y misterio de la Alhambra y las calles llenas de<br />
peregrinos, alternativos y mochileros de Granada; los gritos del<br />
pasado en Numancia, Soria; la originalidad de Andorra; mis<br />
balbuceos en lengua extranjera, en Lourdes o Foix, Francia; el<br />
frío y una sensación extraña de lejanía en Ezcaray, La Rioja; las<br />
flores de lavanda que recogimos cerca de Cuenca; los cambios de<br />
paisaje, gentes y costumbres en los viajes de Alacant a Toledo…<br />
Durante mi adolescencia viajé de nuevo a Francia, a la<br />
Vendée, a Granada y el orgulloso pasado de Córdoba, a Sevilla<br />
(Parque de Maria Luisa, Plaza de España, Estación, los vinos de<br />
sus tabernas y mi primera borrachera); València con mis<br />
compañeros de clases de Historia del Arte; las discotecas y<br />
playas de Mallorca, donde corrí en ropa interior, de noche, y nos<br />
bañamos en sus frías aguas; y ya joven, a León, a un campo de<br />
trabajo donde descubrí de una vez por todas que no era<br />
homosexual…aunque poco importaba ya, pues quienes me acusaban<br />
de este supuesto “crimen” habían hecho ya su daño. Y ya adulto,<br />
en Alhama de Murcia, Sierra Espuña; el silencio místico y<br />
primitivo del Maestrazgo, en Castelló; Vielha, otra vez en<br />
Huesca; mi primer vuelo en avión, acojonado y drogado de<br />
Micebrina, rumbo a Tenerife; mi retorno a León, a ver viejos<br />
colegas; la tranquila Formentera; la bulliciosa Ibiza; la solitaria<br />
Tabarca; Carcassonne, en Languedoc (Francia), mi última<br />
aventura.
Ahora viajo poco; apenas tengo dinero: Elx, Alacant y poco<br />
más, pero las ganas de viajar no han disminuido, Al contrario, me<br />
muero de ganas por volver a ponerme en marcha. Y, sin embargo,<br />
me acuerdo que lloré en Madrid, cuando volvía de León, al oír por<br />
megafonía que volvíamos a Alacant…nunca había echado tan en<br />
falta mi patria, donde vivo. Miles de viajes me aguardan:<br />
Marruecos, Túnez, Egipto, Jerusalén, de nuevo el Languedoc,<br />
Granada, Formentera mi sueño, La India, donde me gustaría<br />
morir…<br />
¿Qué ocurría en mi interior mientras observaba por la<br />
ventanilla del coche? ¿Qué cambio de conciencia se operaba<br />
dentro de mí? ¿Aprendí, fui feliz? ¿Dónde estaba? Mi infancia,<br />
mi pubertad, mi adolescencia…todo se truncó. Durante 15 años mi<br />
vida transcurrió en las tinieblas. Como si un Dios maligno<br />
formatease mi disco duro. Era un hombre nuevo…vacío y<br />
profundamente desgraciado. Sobrevivir fue la consigan segundo a<br />
segundo. La sonrisa se borró de mi peculiar y simpático sentido<br />
del humor. Mi corazón estaba duro y frío…roto. ¿Fui yo mismo<br />
alguna vez en esos 15 años? Sí y mil veces sí. ¿Quién si no luchó?<br />
¿Quién si no lloró amargamente? ¿Quién si no perdió el corazón<br />
mil veces? Yo, apretando los dientes, maldiciendo a Dios,<br />
comiéndome los nervios y la ansiedad. Yo, soportando las burlas y<br />
el desprecio. Yo, conmigo como única guía.<br />
Todo aquello está a punto de morir. Poseidón me perdonó,<br />
alejó las olas y me escupió contra las playas de Itaca, sobre un<br />
madero, 15 años después, cansado, desnudo y muerto de frío,<br />
pero vivo. Conseguir ropa, afeitarse, cortarse los mugrientos<br />
cabellos, comiendo para saciar mi hambre, bebiendo para aplacar<br />
mi sed…volviendo a sentirme hombre entre los hombres;<br />
volviendo a sentirme hombre ante las mujeres; recuperando mi<br />
confianza, el respeto, mi reino…cuando partí lejos de mi familia.<br />
¿Fui Ulises? Quizás. Fui muchas cosas, algunas buenas y otras no<br />
tanto. Estuve allí, en los infiernos, bromeando con Satán,<br />
engañándole y escapándome. Y de repente fue como un ritual de<br />
paso. Ni blanco ni negro. El gris más aburrido. No era nada. Ni
pasado ni futuro. La guadaña había segado todo el trigo. Tuve que<br />
sembrar y esperar la cosecha. Hoy recojo ya mis primeros<br />
tomates, mis lindas lechugas, mis bellas y dulces almendras, mi<br />
pan, mi queso, mi vino…<br />
He construido una barca. Cuando sople la brisa embarcaré y<br />
volveré a los mares. Ya no temo a Poseidón ni al mismísimo Zeus.<br />
Afrodita y Venus me protegen para siempre. Partiré, libaré vino<br />
en las aguas y me perderé donde nace el sol…<br />
MARZO 2009