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ÍTACA


Es una obra de: Enrique Rosell<br />

Maquetación:<br />

Portada: PACO RIVES (Mermadon). ELX<br />

Con fotografías de: PILAR ALBALADEJO RUBIO.<br />

E lustraciones de:<br />

Cultura I i Cultura II: ENRIQUE ROSELL. CREVILLENT.<br />

Historia: ENRIQUE ROSELL.<br />

Política: PACO RIVES<br />

Salud Natural: PACO RIVES.<br />

Crítica Social I i II: FRANCISCO ROMERO CORPA. ALBACETE.<br />

Religión: PACO RIVES.<br />

Religión II: FRANCISCO ROMERO CORPA<br />

Enfermedad Mental: PACO RIVES.<br />

Viajes: FRAN JAVI QUESADA ALCALÁ. CREVILLENT.<br />

Y la corrección y revisión de: El grillo libertario<br />

Editado por El grillo libertario, editorial anarquista<br />

Ap 287 Cornellà LLobregat 08940<br />

www.nodo<strong>50</strong>.org/elgrillolibertario<br />

elgrillolibertario@nodo<strong>50</strong>.org<br />

Telf. /fax: 93 375 58 53<br />

1ª edición 2012. Tirada: 200 ejemplares<br />

Imprime:<br />

Deposito legal:<br />

ISBN:<br />

Licencia CC


Dedicado a toda mi familia y amigos, por su paciencia y comprensión… y a<br />

pesar de todo. Y especialmente a todas las mujeres que he conocido y de las que<br />

tanto aprendí. Gracias. Se os quiere.


INDICE<br />

1. Cultura<br />

2. Historia<br />

3. Política<br />

4. Salud Natural<br />

5. Crítica Social<br />

6. Religión<br />

7. Enfermedad Mental<br />

8. Viajes.<br />

*Al final de cada artículo consta la fecha de su publicación en la revista “ITACA”


“La verdadera locura quizá no sea otra cosa que la sabiduría<br />

misma que, cansada de descubrir las vergüenzas del mundo, ha<br />

tomado la inteligente resolución de volverse loca”.<br />

ENRIQUE HEINE


1. CULTURA<br />

“Los protestantes nunca han sido cristianos de cuerpo<br />

entero. Su historia y lo que está pasando en el mundo así lo<br />

demuestran. Júzgalos por sus obras, no por lo que dicen y<br />

llegarás a la conclusión de que siempre fueron, y no han dejado<br />

de serlo, cínicos, tristes y putrefactos adoradores de la diosa<br />

Razón, del dios Trabajo, de la competitividad, de la violencia, de<br />

la ética del triunfo a cualquier precio, del consumismo, del<br />

colonialismo a palo seco, de la depredación, de la represión, de la<br />

masturbación, de la hipocresía, de la barbarie generalizada y del<br />

Becerro de Oro.(…). ¿Qué es el nuevo orden mundial del genocida<br />

Bush y de su compinche Clinton sino la apoteosis del sueño<br />

protestante armado hasta los dientes?”<br />

FERNANDO SÁNCHEZ DRAGÓ. “La prueba del laberinto”.<br />

Ed, Planeta, Barcelona, 1992, pp. 45-46<br />

“La literatura es un ejercicio de libertad y de sinceridad o<br />

no es absolutamente nada”.<br />

IDEM, p. 51


UN POCO DE BASURA MUSICAL<br />

Como corresponde con una época trivial y superficial como<br />

la que vivimos, nada escapa a esta ola de mediocridad que nos<br />

invade. La música no es una excepción, por supuesto. La cultura<br />

de masas produce una música de masas, para paladares poco<br />

dados a exquisiteces y matices. Se lleva, como no podría ser de<br />

otra manera, los productos ligeros, desnaturalizados, asépticos,<br />

faltos de auténtica pasión y que se venden como churros en días<br />

de feria.<br />

Ya vaticinaba Ortega y Gasset, en los años 30, una época y<br />

una cultura como la que vivimos hoy en día. La tiranía del<br />

individuo medio, ni frío ni calor, una temperatura tibia donde sea<br />

posible la proliferación del virus de lo rutinario y lo vulgar. Pero,<br />

por fortuna para algunos, no siempre ha sido así, y habrá que<br />

creer (yo estoy convencido de ello) de que casi todo en la vida<br />

son ciclos y pronto pasará esta incómoda gripe.<br />

No se si será por el rollo generacional (o por que me estoy<br />

haciendo viejo, vaya usted a saber), pero cuando empezaba a<br />

salir de marcha, no existían tantos grupos y aún nos parecían<br />

bastantes. Por desgracia es una ley el que, cuando aumenta la<br />

cantidad, empieza a escasear la calidad. Y no estoy hablando del<br />

siglo XIX, sino de apenas <strong>50</strong> años. Soy una persona bastante<br />

selectiva y si me gusta escuchar grupos o cantantes que<br />

aparecieron en los 60 ó 70 (entre otras cosas) es porque me<br />

llenan más que la basura que circula por ahí.<br />

Durante la revolución cultural de aquella época (que no viví,<br />

pues nací en el 71) la gente que le gustaba la música se orientaba<br />

hacia unos u otros, como sucede con los equipos de fútbol.<br />

Siempre he sido más de los Beatles que de los Rolling, aunque<br />

ahora me gustan los dos. Aunque empezaron con temas más bien<br />

melódicos, aquellos se introdujeron también en etapas más<br />

rockeras, hippies o psicodélicas. Viví la muerte de John Lennon<br />

en 1980 con 8 años y, bueno, sabía que era famoso, pero no era


muy consciente de aquello ni era aún un apasionado de grupos o<br />

cantantes.<br />

Con el tiempo he ido coleccionando música y mis gustos se<br />

han ido decantando por el rock y la psicodelia de los 60-70, algo<br />

de lo que se llamó New Age, un poco de música española y poco<br />

más. Meto en el saco, aunque resultará una ensalada bastante<br />

colorista, a The Beatles, The Rolling Stones, Pink Floyd, Lou<br />

Reed, David Bowie, Vangelis, Mike Olfield, Amaral, música étnica<br />

(japonesa, china, islámica o hindú), Manolo García, Extremoduro,<br />

The Police, Ariel Rot o Joaquín Sabina, entre otros. Es como<br />

comer pipas: nunca te cansas. Entre ellos (y muchos más) escojo<br />

dependiendo de mi estado de ánimo, si me apetece algo tranquilo<br />

o con más ritmo y, en general, lo que me pide el cuerpo o el alma.<br />

Aborrezco el tinglado que se ha montado con Operación<br />

Triunfo y prácticamente no oigo a grupos que surgieron después<br />

de los 90 (con buenas y raras excepciones). Prefiero ir a lo<br />

seguro, sobre todo con los precios de los C.D.´s. Hoy mismo he<br />

comprado 2 de oferta: un recopilatorio de Vangelis y otro de la<br />

Velvet Underground.<br />

Apuntaba al principio que vivimos en una época mediocre y<br />

vulgar. No he sido justo con mucha gente: estos adjetivos se<br />

encuentran, por lo general, en los grandes productos de<br />

marketing, en la cultura de masas, en éxitos veraniegos y en las<br />

modas. No es que estén mal, es que aburren. No tienen matices ni<br />

otras lecturas y acabas harto de tararear el dichoso estribillo,<br />

que se repite más que los hermanos Dalton. Así que si queréis un<br />

consejo, apostar por la gente que vive la música intensamente y<br />

probad otros sabores. Hay muy buena calidad por ahí, pero hay<br />

que buscarla como las pepitas de oro: después de filtrar kilos de<br />

arena.<br />

ENERO 2007


¿CIVILIZACIÓN?<br />

Como socio de la organización SURVIVAL me<br />

gustaría dedicar mi artículo del mes de Marzo a los pueblos<br />

indígenas.<br />

La mayor gilipollez que he escuchado muchas veces es<br />

considerar a estos pueblos “atrasados”, “incivilizados” y<br />

estupideces parecidas. Si medimos el valor de un pueblo en<br />

grados de ecología, tranquilidad, solidaridad, calidad de vida y<br />

ausencia de muchas enfermedades “civilizadas” como el estrés, la<br />

ansiedad, la depresión, la obesidad, etc…, entonces debemos<br />

concluir que estos pueblos nos adelantan en muchos aspectos.<br />

Pero lo peor de todo no es que estén “incivilizados”, sino que<br />

se les quiere “civilizar” a toda costa. En definitiva, robarles su<br />

cultura y sus señas de identidad, agruparlos en reservas como<br />

animales listos para el sacrificio, vestirles y dotarles de todas<br />

las “comodidades”, “lujos” y demás chorradas que muchos creen<br />

la cima de la historia humana.<br />

Dejémonos ya de estupideces. La mayoría de estos pueblos<br />

tienen lo que necesitan y no necesitan nuestros “avances”. Han<br />

aprendido de la Naturaleza y de la vida estrategias y<br />

herramientas para mejorar su existencia. Es cierto que no<br />

poseen vacunas, pero ¿quién llevó muchas enfermedades a estos<br />

pueblos? No tienen tecnología avanzada, pero también es cierto<br />

que muchas veces no la necesitan para su día a día.<br />

No es que me oponga a la técnica o la ciencia. Pero sí estoy<br />

en contra de este egocentrismo occidental de mirar por encima<br />

del hombro todo aquello que considera “primitivo”. Si quieren<br />

algo, lo pedirán; en lo demás, dejadles en paz. No intentemos<br />

cambiar o acelerar la propia evolución de cada civilización o<br />

pueblo. Nuestra cultura y las suyas tienen ventajas e<br />

inconvenientes y quizás el secreto estaría en mirarles de tú a tú,<br />

e intentar aprender todo aquello que podrían enseñarnos y de lo<br />

que podríamos beneficiarnos, quizás porque con tanto “avance”<br />

hemos olvidado: el respeto por toda clase de vida, la tranquilidad,<br />

la salud integral, su filosofía o religión, más acorde con la


Naturaleza, a la que admiran, respetan y ven como una Gran<br />

Madre, que les proporciona lo que necesitan, sin llegar nunca a<br />

agotarla o a destruirla.<br />

Me da asco a veces pertenecer a una cultura que se ha dedicado<br />

durante siglos a exterminar, colonizar y esclavizar a tantos y<br />

tantos pueblos que sólo intentaban vivir en paz. Será quizás una<br />

utopía, pero nadie podrá convencerme de lo que creo: que todos<br />

podemos vivir en paz y que la Tierra es un sitio para todos. O al<br />

menos para todo el que se sienta hijo suyo. ¿Nos ha hecho más<br />

felices la “civilización”? ¿Estamos más satisfechos de nuestras<br />

vidas que hace, por ejemplo, 2.000 ó 200 años? La vida no es una<br />

línea ascendente, sino una rueda, un ciclo, y creo que nuestra<br />

“civilización” se encuentra en un punto tan bajo en cuanto a<br />

moral, filosofía, ecología y sabiduría, que ha empezado a<br />

pudrirse, y sólo un cambio de perspectiva nos podría volver a<br />

hacernos recuperar el rumbo. Y quizás una de las soluciones sería<br />

escuchar la voz de todos esos pueblos a los que intentamos<br />

destruir y “civilizar”. Que actitud más patética y que amnesia<br />

histórica. No está de más recordar que también fuimos como<br />

ellos y que caímos en el error de creernos mejores y confiar<br />

ciegamente en la razón, en la ciencia y en muchos estúpidos<br />

principios. ¿Nos envidian? Yo les envidio a ellos.<br />

MARZO 2007


PERDIDO EN UNA ISLA<br />

Uno de los libros que más me gustaron de niño, y que aún me<br />

siguen gustando, fue “Robinsón Crusoe”, de Daniel Defoe (1661-<br />

1731), que me compraron hacia 1980, cuando aún no tenía 9 años<br />

y vivía en Illescas (Toledo).<br />

Robinsón es un joven impulsivo y aventurero, de una familia<br />

acomodada que, contra el deseo de su padre de dedicarse a<br />

Leyes y seguir un camino fácil, desahogado y acorde a su<br />

posición, se embarcó en un buque y el Destino le reservó los<br />

caminos más difíciles y duros, que le sirvieron de aprendizaje y<br />

que, ya en su vejez, le hicieron reconciliarse consigo mismo, con<br />

la Providencia y con los demás seres humanos.<br />

Su padre, anciano, trata de quitar en su joven hijo lo que<br />

considera ideas locas, quitarle de la cabeza unos proyectos que<br />

también le costaron la vida al hermano mayor, que murió en<br />

Flandes tras alistarse en el ejército. Un diálogo entre la<br />

sensatez y la experiencia y los deseos de aventura de un joven<br />

que comienza a descubrir la vida. Sin embargo el padre no logra<br />

convencer a su hijo y éste sube a un buque, que tras varias<br />

peripecias naufraga. Una señal quizás. De vuelta en Londres y<br />

pasada la impresión del infortunio, vuelve a embarcar a pesar de<br />

los consejos del viejo capitán y armador del navío, que le sugiere<br />

que se dedique a negocios menos peligrosos y en tierra. Nueva<br />

negativa y esta vez, de nuevo en la mar, son apresados por<br />

piratas de Salem, donde vive prisionero hasta que se fuga en un<br />

bote.<br />

Parece que el rumbo de Robinsón es una continua lucha<br />

entre las señales que la vida le marca y su obstinación en seguir<br />

los dictados de su impulso vital. Embarcado de nuevo, esta vez<br />

naufraga y es arrojado a una isla desierta por la tempestad,<br />

como único superviviente. Es aquí donde empieza la verdadera<br />

historia del protagonista, su soledad y la superación de sus<br />

problemas y necesidades, con el ingenio, el tesón, el aprendizaje,<br />

asumiendo que está solo y debe sobrevivir.


Grandiosas son las páginas donde se relata los viajes que<br />

hace, en una balsa, al buque desmantelado que permanece a<br />

escasa distancia de la isla. Cómo aprovecha todo lo que puede<br />

necesitar más adelante: comida, armas, pólvora, licor,<br />

herramientas, ropa, cuerdas, maderas…La mayor parte del libro<br />

se dedica a narrar cómo organiza Robinsón su vida en la isla,<br />

desde la excavación de una cueva-habitación hasta la siembra de<br />

arroz y trigo, gracia a unas semillas que había encontrado en un<br />

saco. La caza y luego domesticación de cabras, para leche y<br />

carne, el secado de uvas para hacer pasas, la construcción de una<br />

segunda vivienda en el otro extremo de la isla, la captura de<br />

tortugas, la distribución de sus pertenencias en la cueva, la<br />

elaboración de tablas de madera con las pocas herramientas de<br />

que dispone, la creación de sillas, mesas, cestos de mimbre, pipas,<br />

cacharros de cerámica, las anotaciones en forma de diario con el<br />

papel y la tinta que había encontrado en el camarote del capitán;<br />

las fiebres que contrae y que cura a base de tabaco y ron; en fin,<br />

la vida de un hombre solo que debe sobrevivir gracias a su<br />

constancia, a sus propios recursos, con pocas cosas y con la única<br />

compañía de algunos loros, gatos, un perro y los animales de la<br />

isla.<br />

El libro no deja de tener un gran valor didáctico, no sólo por<br />

contraponer los designios de la vida contra la voluntad o libertad<br />

humana, sino que es un canto al trabajo personal, a la superación<br />

de uno mismo y de las adversidades. Yo soñaba de pequeño con<br />

una isla desierta, con ser como Robinsón, con poder vivir al<br />

margen de todo y no tener más ley ni más amo que yo mismo. En<br />

aquella isla, al margen del tiempo y de la Historia, Robinsón era<br />

su propia ley, su propio juez y sus propias normas. Aunque se<br />

hacen referencia a la época, el mensaje de autarquía y creación<br />

de un orden nuevo, de autoabastecimiento y libertad, se me<br />

presenta ante mí como algo claro y rotundo, como sustrato de<br />

esta obra. También la enseñanza cotidiana, la soledad y la<br />

obligación de pasar el tiempo con uno mismo, el autoconocimiento<br />

y, por fin, el encuentro de la paz interior, la reflexión sobre la


propia vida, el recuerdo de consejos de otras personas y, tras<br />

varias peripecias, el regreso a su hogar y el abandono de la isla.<br />

Robinsón no deja de ser inglés en ningún momento e incluso<br />

de rezar a su Dios, pero sutilmente el autor nos traslada a unas<br />

coordenadas al margen del espacio y el tiempo, al margen de la<br />

sociedad, un reino nuevo donde el esfuerzo personal, la ausencia<br />

total de leyes o normas, la autogestión de la propia vida y de los<br />

recursos, nos sitúa en una obra que si bien es anterior a los<br />

grandes autores anarquistas, me parece de un carácter libertario<br />

propio de las grandes utopías anteriores y posteriores, que<br />

entronca con Diógenes y los cínicos, el igualitarismo de<br />

corrientes de la Edad Media, la libertad de los grandes<br />

personajes del Renacimiento y el pensamiento anarquista de los<br />

siglos XIX y XX. Una obra pues para disfrutar, para recapacitar<br />

y para dar alas a la imaginación de los que soñamos con un mundo<br />

más justo, más libre, donde todos tengamos cabida.<br />

MAYO-JUNIO 2010


EL CULTO A LA GRAN DIOSA<br />

El misterio forma parte de la Historia de la Humanidad.<br />

Muerto Cristo, se acababa una etapa marcada por lo femenino. El<br />

esenio trató a las mujeres de un modo especial, de manera que se<br />

sintiesen personas y no un escalón por debajo del hombre, como<br />

marcaba la cultura judía. Quizás ya el Paleolítico supo ver en la<br />

mujer ese misterio que luego tanto fascinó a tantos hombres. Las<br />

cuevas prehistóricas, con pinturas rupestres, son un símbolo del<br />

útero, que luego se reproduciría en los templos egipcios y las<br />

catedrales románicas y, sobre todo, góticas. Para algunos sus<br />

puertas, con sus numerosos arcos, que decrecen, son una<br />

representación de la vulva, y sus tímpanos adornados el clítoris.<br />

La planta cruciforme en forma de túnel y su temperatura, de<br />

nuevo el útero, y sus brazos laterales los ovarios.<br />

Se sospecha que en las cuevas prehistóricas se celebraban<br />

ritos secretos, rituales de iniciación, desconocidos, quizás<br />

relacionados con la fascinación e impresión que causaba la<br />

fertilidad femenina entre nuestros antepasados. Una admiración<br />

primitiva, de nuestros primeros balbuceos históricos, quizás una<br />

sociedad igualitaria como afirmaban autores como Marx y los<br />

marxistas. El Neolítico y la producción de alimentos mediante la<br />

agricultura explotó en multitud de ritos y mitos hacia la Gran<br />

Diosa Madre, la Potnia, Ártemis o Deméter griegas, pero que ya<br />

anteriormente aparece en cultos a lo femenino, por ejemplo la<br />

Ianna babilónica, la Isthar acadia o la Astarté fenicia. El Próximo<br />

Oriente se inunda de deidades femeninas, con sacerdotisas al<br />

cargo de su culto.<br />

El ejemplo más impresionante es la cultura minoicocretense,<br />

que evolucionó desde el 3.000 al 1.400 a.C. Una<br />

sociedad que, casualmente, apenas muestra indicios de<br />

militarismo, construcción de murallas, ejércitos o elementos<br />

claramente bélicos como otras culturas cercanas: Egipto, Sumer,<br />

Acad, Babilonia, Asiria, Mitanni, Hatti, Micenas, etc… Una cultura<br />

con rasgos femeninos, a pesar del culto al toro, representante de


la virilidad y fuerzas masculinas, pero siempre subordinado a la<br />

Gran Madre, adorada en bosques, cuevas o bosques sagrados, al<br />

cargo de sacerdotisas. El Próximo Oriente fue un hervidero de<br />

cultos similares y, en este contexto, aparece la figura de<br />

Jesucristo, que toma prestados elementos egipcios, esenios y de<br />

otros cultos.<br />

Es obvio reconocer que la mayoría de culturas actuales son<br />

masculinas, como sus dioses principales: Alá, Yahvé, Dios, etc… Y<br />

también es obvio señalar que cualquier iniciado en los misterios<br />

de cualquier tipo, sabe que no puede haber Masculino sin su<br />

correspondiente Femenino, pues de ello se deriva el desequilibrio,<br />

como lo demuestra nuestra decadente, masculina y prepotente<br />

civilización. quizás la crisis que vivimos, al margen de su<br />

repercusión económica, sea la ocasión para retomar aquellos<br />

viejos cultos a la Diosa Madre, pues nuestro sistema ha agotado<br />

el gusto por la competitividad, la agresividad, el poder, el control<br />

o la racionalidad, y demanda cooperación, solidaridad,<br />

sentimentalidad, libertad e intuición.<br />

Mi evolución personal no es ajena a esta crisis. Como<br />

muchas personas me formé en ese mundo masculinizado. Debo<br />

agradecer, pues, a mi enfermedad el girar en redondo y buscar<br />

otros caminos, en cuyos senderos encontré un mundo que había<br />

perdido. Reencontré lo femenino e intuí que quizás mi<br />

desequilibrio no era otra cosa que un exceso de valores<br />

masculinos. Para mucha gente –hombres sobre todo, pero también<br />

mujeres- expresar sentimientos o ser ilógico, espontáneo, etc…<br />

significa perder su virilidad. No creo que ello sea verdad. Tanto<br />

hombre como mujeres tenemos valores de ambos polos, y en ese<br />

equilibrio se halla la fuerza que nos mantiene en buen estado.<br />

Cada cual debe mirarse el ombligo y con sinceridad ver qué está<br />

pasando. El hombre debe ser mujer, y no estoy hablando de<br />

homosexualidad, bisexualidad o transexualidad, que por otro lado<br />

son elecciones personales, sino de la androginia, del ser completo<br />

que es mujer y hombre al mismo tiempo. Al igual que una mujer


puede ser fuerte, racional o fría, sin por ello dejar de ser mujer<br />

o falta de feminidad.<br />

La sociedad actual debe volver a recuperar aquellos valores<br />

que hacen que hombre y mujer valgan por igual, que no denigren a<br />

uno u otro, de tal modo que exista un equilibrio. Si conseguimos<br />

esto, habremos superado realmente esta crisis, que a pesar del<br />

maquillaje económico, no es otra cosa que un desequilibrio de<br />

fuerzas. Ojalá cretense, cátaros o templarios no hayan muerto<br />

en vano y de una vez por todas veamos a la mujer como lo que es:<br />

el más grande misterio de la Naturaleza, ante el que un<br />

verdadero hombre tan solo puede postrarse y reconocer su<br />

ignorancia y su incapacidad para comprender algo tan fuerte<br />

como el mar y tan dulce como la miel.<br />

FEBRERO 2009


2. HISTORIA<br />

“A finales de este periodo [Paleolítico], Creta pertenecía al<br />

área cultural egeo-anatolia caracterizada por los ídolos desnudos<br />

de grandes caderas, casi exclusivamente femeninos, encontrados<br />

preferentemente en las tumbas. Algunas figurillas evocaban a<br />

mujeres encintas, otras agachadas como dando a luz y otras con<br />

niños en brazos. Aunque no puede calificarse como un culto a la<br />

Madre Tierra, pues todavía no son agricultores, sí puede<br />

considerarse como culto hacia la fertilidad e incluso como el<br />

antecedente de unas posteriores creencias hacia la Gran Diosa<br />

de la Naturaleza.”<br />

PILAR FERNÁNDEZ URIEL. “Historia Antigua Universal<br />

II”. [El mundo griego], UNED, Madrid, 2007, p. 65


FALSA RECONQUISTA:<br />

En plena descomposición del reino visigodo de España,<br />

durante la guerra civil que enfrenta a los partidarios de Witiza y<br />

Rodrigo, hacen su aparición en el norte de África tropas<br />

musulmanas al mando de Tariq y Muza.<br />

Durante muchos siglos la teoría oficial y más comúnmente<br />

aceptada es la de una invasión islámica en toda regla. Pero,<br />

¿realmente invadieron los musulmanes la península ibérica, a<br />

partir del año 711? Intentaré en este artículo elaborar una<br />

teoría alternativa que, en mi opinión, se adecua mejor a la<br />

realidad y a lo que hipotéticamente pudo ocurrir a principios del<br />

s. VIII de nuestra era.<br />

Rodrigo, según las crónicas, había seducido a la hija del<br />

gobernador visigodo de la Tingitania (Ceuta y alrededores), don<br />

Julián. No debió gustarle mucho, pues a partir de entonces Julián<br />

se pasa de manera secreta al bando de Witiza. Quizás por<br />

voluntad propia o instigado por sus nuevos aliados, entra en<br />

contacto con las tropas árabes y bereberes que se encontraban<br />

en los alrededores. La idea era embarcar en naves visigodas a<br />

estas tropas, y desembarcarlas cerca de Gibraltar, en calidad de<br />

mercenarios, que ayudarían a derrotar a Rodrigo.<br />

Un detalle que me gustaría señalar es la coincidencia<br />

fonética entre la Cava, nombres que dan las crónicas a la amante<br />

de Rodrigo (hija de Julián) y la palabra árabe Kaba, que significa<br />

prostituta. ¿Se llamó la Cava o la Kaba porque quizás entregaba<br />

sus favores de buen grado, a cambio de joyas, vestidos o por el<br />

placer de hacerlo? ¿Será un mito la violación que se le supone a<br />

Rodrigo, quizás para convertirlo en un demonio, incapaz de<br />

defender la fe? Cualquier mujer que se entregara<br />

voluntariamente a un hombre, fuera del matrimonio, podría haber<br />

recibido antiguamente el apelativo de prostituta. El enfado de<br />

Julián podría ser, pues, doble.<br />

Dejábamos a éste transportando tropas musulmanas a<br />

Gibraltar (que se llama así en honor al comandante árabe, Gibral


Tariq). Rodrigo se encontraba luchando en el norte contra una<br />

sublevación de los vascones, cuando recibió la noticia del<br />

desembarco. Bajar rápidamente, combatir con tropas cansadas,<br />

sufrir deserciones y finalmente ser derrotado. En los 3 años<br />

siguientes casi toda la península es ocupada e islamizada.<br />

La pregunta que lanzo ahora es la siguiente: ¿realmente se<br />

puede conquistar un país, en la Edad Media, en tan sólo 3 años?<br />

Sólo el asedio de la ciudad de Troya duró más de una década.<br />

¿Cómo es posible que los hispano romanos, cuyo número rondaba<br />

los 10 millones, conocidos en todo el Mediterráneo por su amor a<br />

la libertad (a Roma le costó varias generaciones pacificar la zona)<br />

se rindieron, sin más, y en tan poco tiempo? Es sencillamente<br />

absurdo.<br />

Sabemos que la religión oficial en tiempos de Rodrigo era la<br />

novedosa Cristiano-trinitaria, que había sustituido a la arriana,<br />

declarada herética. ¿Cómo hacer entender a la población que<br />

Dios no era uno, sino tres, entre otras cosas? Nunca fue del<br />

agrado de la mayoría y fueron frecuentes las revueltas. Pues<br />

bien, tanto el Arrianismo como el Islam son religiones<br />

monoteístas. Y con otro punto en común: la tolerancia. Las<br />

guerras de religión, las Cruzadas y el enfrentamiento Islam-<br />

Cristianismo serán algo posterior, debido a motivos económicos,<br />

políticos, estratégicos y quizás defensivos y de propia<br />

supervivencia, pero no tanto éticos o religiosos. Mahoma<br />

respetaba más a judíos y cristianos (gentes del Libro) que a<br />

ateos.<br />

Parece más realista pensar que tanto el Islam como el<br />

sustrato hispano romano sintonizaban en la misma frecuencia,<br />

eran la misma princesa con vestidos diferentes. Así tendríamos<br />

una entrega voluntaria y rápida y una posterior islamización en un<br />

tiempo récord. Muchos judíos, hartos de las persecuciones<br />

visigodas y poderosos socialmente, abrieron de buen grado las<br />

puertas de muchas ciudades, sin ni siquiera ofrecer resistencia.<br />

No se explica que un ejército de tan sólo 25.000 soldados pueda<br />

conquistar tierra hispana a un precio tan bajo. La Historia


posterior demuestra que la península fue un hueso duro para más<br />

de un conquistador.<br />

Hispania no fue conquistada, sino que se entregó<br />

voluntariamente. Fue una apuesta fuerte y valiente, que resistiría<br />

a los herederos de los restos visigodos hasta 1492, con la<br />

rendición de Granada, y hasta 1609 con la expulsión definitiva de<br />

todos los moriscos. España fue Islam porque quiso. Que triste<br />

mentira y vergonzosa imagen la que se nos vendió con la tan<br />

cacareada “Reconquista”. Nunca hubo tal, sino intereses<br />

económicos. No había que expulsar a ningún extraño; los extraños<br />

eran los que querían vender una religión incomprensible, una<br />

moral hipócrita y decadente, unas costumbres rígidas y<br />

constantemente vendidas por la idea del pecado y una vida al<br />

servicio de la religión. ¿Realmente es eso lo que los hispanos<br />

queríamos? Que cada cual responda desde dentro de su corazón.<br />

SEPTIEMBRE 2006


LOS TEMPLARIOS:<br />

Los troncos crepitan; el humo comienza a desdibujar las<br />

figuras en una céntrica plaza parisina. Falta poco para la<br />

primavera de 1314. Jacques de Molay, último Gran Maestre del<br />

Temple, sube despacio el cadalso hacia la hoguera que derretirá<br />

su cuerpo y que, poco antes, han encendido los alguaciles del rey.<br />

Y con la serenidad de quién sabe que su vida llega a su fin, dedica<br />

unas palabras a sus jueces y verdugos, aconsejándoles que se<br />

preparen a comparecer ante Dios. Pocas semanas después Felipe<br />

el Hermoso, aparentemente sano, moría misteriosamente en su<br />

lecho, sin que sus médicos lograran encontrar la causa de su<br />

dolencia. Su ministro Nogaret, también culpable del complot a la<br />

Orden, no tardó en ser visitado por la Gran Dama. Semanas antes<br />

Clemente V, papa de turno y tercer conspirador contra el<br />

Temple, había pasado a engrosar la lista de cadáveres salpicados<br />

por la maldición templaria, con lo cual la Vida hizo justicia, en uno<br />

de los arrestos, procesos y sentencias más vergonzosos de toda<br />

la historia de Europa.<br />

Desde su fundación, allá por el año 1118, muchas cosas<br />

habían pasado. De un pequeño grupo de 9 caballeros, la Orden se<br />

fue convirtiendo en una organización poderosa, cuyos tentáculos<br />

se extendían por Inglaterra, Portugal, Castilla, León, Navarra,<br />

Aragón, Francia o condados como los de Cataluña o Languedoc. En<br />

sus años mejores, el Temple era prestamista (con intereses) de<br />

reyes y grandes señores; controlaba innumerables posesiones;<br />

dirigía una fuerza militar nada despreciable; alquilaba su extensa<br />

flota en múltiples empresas; en una palabra: era odiada, temida y<br />

envidiada por casi todos. No es de extrañar, pues, que el avaro<br />

rey francés Felipe IV y su compinche papal, Clemente V,<br />

maquinaran un plan para librarse de tan incómodo enemigo y, de<br />

paso, hacerse con sus posesiones y librarse de sus deudas<br />

económicas para con la Orden.<br />

Las ridículas acusaciones de herejía, conseguidas por medio<br />

de la tortura a sus miembros, no eran sino una cortina de humo


para justificar tanta ambición, estupidez y felonía. Verdad o<br />

mentira (poco importa), fueron declarados herejes, partícipes de<br />

prácticas homosexuales, adoradores de ídolos demoníacos y<br />

defensores de supersticiones y otras prácticas poco cristianas.<br />

Aquello fue tan vergonzoso que ningún monarca europeo accedió a<br />

proceder contra la Orden, fuera del francés y el romano. Pero<br />

bastó para que el Temple naufragara para siempre, camuflándose<br />

sus miembros en otras órdenes militares, en el destierro o Dios<br />

sabe dónde.<br />

Bien. Esa es la historia oficial, la que se cuenta en los libros<br />

de texto financiados por el Ministerio de Cultura. Pero, ¿qué se<br />

esconde tras el humo de la hoguera de Jacques de Molay? ¿Qué<br />

fue lo que hizo rodear al Temple de esa aureola de misterio que,<br />

aún hoy (más de 700 años después), le rodea? Es posible que las<br />

respuestas se encuentren en los archivos de las bibliotecas del<br />

Vaticano (informes de las declaraciones ante la Inquisición,<br />

documentos secretos de la Orden, etc…) y tan sólo podamos<br />

contar lo que pudo filtrarse y, sobre todo, lo que podemos<br />

deducir, intuir o, sencillamente, imaginar.<br />

Algo hay de cierto en todo ello: que la Orden se enriqueció,<br />

material y espiritualmente. El oro, la plata y los conocimientos<br />

que permitieron (entre otras cosas) la financiación y el diseño<br />

técnico de más de un centenar de catedrales por toda Europa,<br />

¿de dónde vinieron? Se apunta a descubrimientos bajo las ruinas<br />

del Templo de Salomón, en Jerusalén, donde instalaron su cuartel<br />

general, e incluso viajes a América mucho antes que Cristóbal<br />

Colón.<br />

Rumores, indicios; el secretismo era moneda corriente<br />

entre caballeros templarios y en cualquier organización<br />

clandestina que se precie. Pero, incluso el secreto mejor<br />

guardado sale a la superficie y la historia va desgranando<br />

verdades, atando cabos y poniendo a cada cuál en su sitio. Para<br />

todo lo demás sobran libros en las estanterías y basta una<br />

biblioteca para leer los miles de datos que el tema templario ha<br />

suscitado. Está al alcance de cualquiera.


En este parto sin epidural que vivimos últimamente, donde<br />

se airean los trapos sucios de cualquier hijo de vecino, me da por<br />

pensar que se habla demasiado y se conoce poco de lo que<br />

realmente significó la Orden del Temple, de su legado cultural y<br />

de cómo ha influido en nuestro presente. Pero como dice el<br />

refrán, el que sabe no habla y el que habla no sabe, así que<br />

prefiero guardarme mis propias conclusiones y terminar tan sólo<br />

con algunas pinceladas: los templarios eran más cristianos (en su<br />

sentido más amplio y puro) que la Iglesia misma; pretendían<br />

transformar el mundo desde la sombra, de forma sutil y sin<br />

violencia; y descubrieron que la Tierra era un organismo vivo y<br />

que, como los alquimistas, trabajando en el enorme océano sin<br />

fondo del Inconsciente Colectivo, se puede cambiar la superficie<br />

de la Conciencia. Y ni una palabra más: en boca cerrada no entran<br />

moscas. Que el Cielo los tenga en su gloria. Amén.<br />

OCTUBRE 2006


ESPAÑA Y EL ISLAM<br />

Desde muy joven me sedujo lo relacionado con otras<br />

culturas, especialmente las orientales. Hoy quisiera dedicar mi<br />

artículo a algo tan genérico, amplio y multifacético como es el<br />

Islam.<br />

Vivimos en un país impregnado hasta los tuétanos en la<br />

cultura islámica. Multitud de costumbres y aspectos relacionados<br />

con la gastronomía, la lengua y en general lo que llamamos cultura<br />

nacional está íntimamente relacionado con el mundo musulmán y<br />

sobrevive a pesar de los siglos y los intentos por erradicarlo. No<br />

en vano fuimos (con alguna otra rara excepción) el único país<br />

europeo donde esta manera de interpretar la vida se desarrolló<br />

durante siglos. En Hispania (o mejor dicho, Al-Andalus) esta<br />

aventura se extendió desde el 711 hasta 1492, oficialmente,<br />

aunque la expulsión de los últimos moriscos lleva fecha del año<br />

1611. Es decir, entre 8 y 9 siglos, lo cual es bastante.<br />

No voy a descubrir nada nuevo si digo que en los últimos 10<br />

años España ha recibido a miles de ciudadanos de países del<br />

Magreb, especialmente de Marruecos. Lo que poca gente sabe es<br />

que muchos de los que vuelven, al cabo de tantas y tantas<br />

generaciones, tienen más sangre española que muchos de los que<br />

se rasgan las vestiduras en cuanto oyen la palabra moro.<br />

Desde aproximadamente la descomposición del Califato de<br />

Córdoba y la desintegración de Al-Andalus en reinos de taifas, la<br />

avalancha cristiana fue arrinconando la cultura islámica en la<br />

península hasta quedar reducida al reino de Granada y la<br />

población cautiva que iba quedando en reinos cristianos como<br />

vasallos, los moriscos. Así pues, estos españoles, pues lo eran con<br />

tanto o más derecho que Isabel y Fernando, fueron emigrando a<br />

África, según avanzaba la mancha cristiana sobre la Península,<br />

añorando en vano el regreso a sus casas y a sus vidas, truncadas<br />

por estúpidas guerras religiosas e intereses políticos,<br />

económicos, estratégicos o lo que quieran.


Me parece una auténtica esquizofrenia (si se le permite<br />

esta expresión a un enfermo mental como yo) el tratar de bucear<br />

en ramas genealógicas para demostrar la españolidad o no de los<br />

habitantes o visitantes de la península. Pero si vamos a ser así de<br />

gilipollas, no está de más recordar que los descendientes de don<br />

Pelayo, es decir, todos los futuros primeros reyes de España,<br />

descendían de visigodos, una tribu germánica, y por tanto<br />

“extranjera” o “forastera” como les gusta decir a muchos.<br />

Estoy convencido (aunque si les digo la verdad, me importa<br />

poco) de que en la España de Al-Andalus había muy pocas<br />

personas que realmente tuvieran en sus venas sangre árabe,<br />

egipcia, magrebí, bereber o de otra nacionalidad similar. Al igual<br />

que pasó con los visigodos, esta etnia ocupaba los cargos<br />

militares, administrativos, judiciales, etc… pero el 80 % (y me<br />

quedo corto) de la población era de ascendencia hispanorromana,<br />

es decir, autóctonos de la península, mestizos o puros de iberos,<br />

celtas o romanos. ¿Pero es que a estas alturas nos vamos a poner<br />

también a decir que iberos, celtas o romanos no eran de aquí?<br />

Pues mire, si nos ponemos, pues vamos a decir que los únicos que<br />

realmente eran “puros” eran Adán y Eva. Y si ellos emigraron (me<br />

importa un bledo si por gusto o a la fuerza) pues aten cabos y<br />

miren si no es un poco estúpido hablar de orígenes.<br />

Bueno, a lo que iba. Decía que el 80 %, como mínimo, de los<br />

andalusíes tenían un origen autóctono, aunque ya me empieza a<br />

joder el maldito adjetivo. ¿Qué cómo era posible? Pues<br />

sencillamente porque entre elegir cristiano o musulmán pues la<br />

gente se hacía musulmán. ¿Por qué? Pues no lo sé. Cuestión de<br />

gustos, supongo. Pero es un poco absurdo pensar que en 3 años<br />

pueda conquistarse un país con esa facilidad, si no es porque la<br />

gente se entrega voluntariamente. Los romanos comprobaron la<br />

feroz resistencia de las tribus iberas y celtas y tardaron muchas<br />

décadas en pacificar Hispania. ¿Les parece un cuento? Pues<br />

consulten un libro de Historia. Quizás la cultura islámica ha<br />

estado más cerca de los corazones hispanos que toda esa mierda<br />

que nos cayó desde una maloliente covacha de Covadonga. Yo, que


quieren que les diga hace tiempo que elegí entre blanco o negro.<br />

Y como mis antepasados hace 1.300 años, también lo he hecho de<br />

modo voluntario.<br />

JUNIO 2007


LA VIDA DE LOS VENCIDOS<br />

Con el golpe de Estado o sublevación militar del general<br />

Franco acabó un pedazo de nuestra historia que prometía ser<br />

rica en posibilidades y vida próspera, fértil y positiva. Hablar de<br />

lo que pudo ser y no fue es absurdo. Pero aún con aquella<br />

catástrofe llamada guerra civil, me gustaría dedicar este artículo<br />

a los años que van de 1939 a 1975, es decir la postguerra, la<br />

dictadura militar y el triunfo del fascismo en nuestro país. Y lo<br />

haré en base a mis conocimientos históricos y, mucho más<br />

importante para mí, a los recuerdos de los miembros de mi<br />

familia que, de un modo u otro, atravesaron aquella difícil pero<br />

llena de valores y belleza humana, vida. Antes que nada, no hay<br />

que olvidar que tras cualquier guerra hay vencedores y vencidos,<br />

y que la vida para los primeros es más fácil; a los últimos les toca<br />

pechar con las injurias, los abusos, las represalias y todo el<br />

aparato represor del gobierno vencedor. Aun así, me gustaría que<br />

este viaje estuviese lleno de belleza y que, aunque no olvidemos<br />

nunca la derrota y las dificultades, nos centrásemos en cómo era<br />

la vida en España, a pesar de las zancadillas y felonías de los<br />

afines al régimen.<br />

Si hay algo que enseguida me llama la atención es la escasez<br />

general, la falta de productos incluso básicos, que había que<br />

suplir y procurase con el ingenio, los amigos, la familia o<br />

directamente recurriendo al estraperlo o contrabando. Quien<br />

vivía en el campo tenía más acceso, evidentemente, a productos<br />

alimenticios, mientras en las ciudades la convivencia con el<br />

hambre era más cercana. Supongo que ser descubierto<br />

traficando con alimentos era un delito grave, pero mucha gente<br />

lo hacía, bien para ayudar a familiares o sacarse unas pesetas<br />

suplementarias con que comprar otros productos.<br />

Una vida, pues, llena de necesidades, donde el hambre de<br />

casi todo agudizaba el ingenio y fomentaba la solidaridad,<br />

exceptuando como digo a los que siempre sacan partido en apoyar<br />

al vencedor, sea injusto o no. Llaman la atención los comercios:


panaderías, tiendas de ropa o de ultramarinos. En todos ellos se<br />

exhibía poco género. Qué diferencia con nuestros centros<br />

comerciales, supermercados, tiendas, etc… ¿qué pasará con todo<br />

ello? ¿Todo va a la basura una vez pasada la temporada? Esta<br />

superabundancia de todo ¿a quién beneficia? Al capital, por<br />

supuesto. A las grandes firmas y empresas, a los tiburones de<br />

esta nueva época consumista y derrochadora. Antes había poco<br />

de todo, se compraba lo que se necesitaba, se pagaba al contado,<br />

se reparaban las cosas, duraban más…<br />

Los listillos del régimen sacaban tajada de la miseria<br />

cotidiana, se aprovechaban de su condición de victoriosos. Se<br />

cometieron atropellos impunemente: expropiaciones forzosas,<br />

prisión para sospechosos, rebeldes y simpatizantes de la<br />

República o no afines al gobierno, insultos, vejaciones… Pero la<br />

vida siguió. Entre la jungla de limitaciones, la gente sobrevivió y,<br />

en ocasiones, también vivió. Fue necesario apañarse con lo que se<br />

tenía, con las propias fuerzas y recursos. Oficios sublimes que<br />

casi han desaparecido: lañadores, afiladores, recogedores de<br />

chatarra, papel, trapos; vendedores de garbanzos tostados,<br />

cañamones y otras buenas viandas; estraperlistas, multioficios:<br />

un huertecillo por aquí, un trabajillo por allá, 4 panes debajo del<br />

jersey, rumbo a la ciudad. Picardía guerrillera frente a la<br />

macropotencia del ejército regular del Caudillo: la temida y<br />

odiada Benemérita, guardas forestales, los Grises que olfateaban<br />

la subversión como perros de presa…Aquello fue una Odisea para<br />

quien lo vivió y para quien, sin vivirlo, lo observa a través del<br />

tiempo, lo rememora, lo oye de boca de sus protagonistas. A<br />

todos aquellos Ulises habría que darles un homenaje, derribar el<br />

Valle de los Caídos y erigir allí sus estatuas, reconocer que su<br />

esfuerzo no fue en vano. Observar la miseria que rebosa esta<br />

cultura de hoy –miseria sí, bien digo- y comprenderéis que<br />

nuestros padres y abuelos miren hacia otro lado, sin entender<br />

nada. Aquello no fue el Paraíso, pero se intentó. No puedo por<br />

menos de admirar a todos y todas las personas que hubieron de<br />

sobrevivir en condiciones extremas, mientras los espabilados de


toda la vida se regodeaban en su opulencia. Esto no es un<br />

atentado al Generalísimo y sus secuaces: semejante calaña no<br />

merece gastar tinta y papel. Es un quitarse el sombrero hacia los<br />

buenos españoles, vencidos pero no exterminados. Vuestro<br />

ejemplo debe ser nuestro horizonte y desde aquí, modestamente,<br />

os alabo y os admiro. Así se hace.<br />

JULIO 2008


LA HISTÒRIA MAI CONTADA<br />

Com a estudiant de Història he de dir que no tot lo que<br />

rellueix és or; o siga, que allò que anomenem Història, al millor<br />

dels casos, no és sinó una mentida transmesa de generació en<br />

generació. Em trobe a la disjuntiva d’estudiar la Història “oficial”<br />

que s’ensenya a les universitats, i que hauria de servir-me per a<br />

ocupar una plaça a qualsevol lloc (administratiu o no) o manar-lo<br />

tot a la merda i estudiar pel meu compte, amb la consegüent<br />

marginació als medis “oficials”.<br />

¿On està l’anarquisme als manuals? ¿On les comunitats<br />

camperoles? ¿Els moviments socials? ¿La lluita dels marginats –<br />

homosexuals, dones, malalts mentals, prostitutes, artistes...-?<br />

¿On la vida quotidiana de tantes i tantes persones sense<br />

història? Ja dic que a la universitat es margina conscient o<br />

inconscientment la vertadera història de determinants sectors.<br />

Tenim que estudiar la política dels grans estats, regnes, imperis,<br />

les famoses batalles, els tractats diplomàtics, l’economia de<br />

Roma, Grècia, Mesopotamia, Asiria, Babilònia, Egipte... ¿On està<br />

la gent comú? ¿Realment astó és la Història? ¿O està tan<br />

manipulada –per a continuar mantenint un sistema – que només<br />

ens traguem tones de merda que –com el seu nom indica- només<br />

ens emmerdarà i ens farà papagais d’aquest muntatge?<br />

Bé, es cert que cadascú mira on vol mirar. Potser hi haja<br />

que plantejar-se un altre sistema d’estudi, perquè no només<br />

importa aprovar els exàmens, sinó formar-nos a nivell personal i<br />

esbrinar eixa altra història que dorm el somni dels immortals.<br />

Personalment estic saturat i defraudat. Però també he eixit<br />

escarmentat. Sé que tindré que mirar a altres llocs, investigar<br />

altres missatges, espolsar velles idees i doctrines, pautes de<br />

pensament diferents, filosofies oblidades, moviments socials<br />

“heterodoxes”, “herètics” o “perillosos”.<br />

Però com el buscador d’or, per a aconseguir un poc tindré<br />

que furgar tones y tones de terra. Mirant la Història hi ha alguns<br />

passatges molt interessants, que sempre han rebut el meu afecte


i interès: el Neolític o canvi d’una dieta carnívora per altra<br />

vegetal, amb la explosió de cultes matriarcals i deesses<br />

femenines. La estranya civilització minoica de Creta, la història<br />

anònima dels camperols medievals, a una època anomenada<br />

bàrbara, salvatge, decadent, obscura...però amb una gran dosi de<br />

màgia, mitologia, inconscient col·lectiu, ritus, festes populars,<br />

akelarres, carnavals; una ideologia senzilla basada en la<br />

observació de la Natura i els seus ritmes, sempre vista amb<br />

desconfiança i temor per les autoritats (els senyors feudals o els<br />

càrrecs de l´Esglèsia), que va tenir segles per a intentar<br />

domesticar i cristianitzar en tots els sentits.<br />

Fa poc ha segut la festa de la Nit de San Joan. Festa<br />

mil·lenària pagana del solstici d’estiu, que festeja el dia més llarg<br />

i la nit més curta de l’any, la potència màxima del deu sol, el inici<br />

de la collita, el foc, el desenfreni, el ball, la bogeria, un cert<br />

xamanisme de festa de trànsit, d’eixida d’u mateix. I molt més<br />

coses que, potser, s’estén recuperant. Una nit aixina “mereixia”<br />

l’advocació d’un personatge potent per a l´Església com Joan (no<br />

sé si l’evangelista o el Baptista, cosí de Jesucrist), però aquella<br />

sabia lo que feia cristianitzant aquesta autèntica festa<br />

orgiàstica i dionisíaca.<br />

I també les heretgies medievals, com els “pobres de Crist”,<br />

“dulcinians”, o els famosos càtars, que tan a prop del meu cor es<br />

troben i que van patir una persecució i repressió tan violenta que<br />

quasi van ser oblidats per la Història. Per no parlar del templaris,<br />

les societats secretes d’inspiració maçònica (que segurament,<br />

Franco, emparanoiat, veia per tots els costats) o els propis<br />

anarquistes, tan mal mirats sempre per la societat en general, i<br />

que han mantingut la flama del canvi social al llarg del segles. En<br />

tot això pense mentre m’avorrís llegint les històries de l’altra<br />

Història: la “oficial”, que potser només servisca per a satisfer els<br />

paladars poc exigents i conformistes.<br />

OCTUBRE 2009


3. POLÍTICA<br />

“El cinismo (…) respondía a algunas de las exigencias de<br />

fondo de la época helenística (…). La denuncia cínica de las<br />

grandes ilusiones (…): 1) La búsqueda del placer, 2) el apego a la<br />

riqueza, 3) el ansia de poder, 4) el deseo de fama, de brillo y de<br />

éxito, (…) conducen al hombre a la infelicidad, (…). La exaltación<br />

de la autarquía y de la apatía –entendidas como condiciones<br />

esenciales para la sabiduría y, por lo tanto, la felicidad- se<br />

transformará en el hilo conductor del pensamiento helenístico.”<br />

GIOVANNI REALE Y DARIO ANTISERI. “Historia del<br />

pensamiento filosófico y científico. I. Antigüedad y Edad Media”.<br />

Herder Editorial, S.L., Barcelona, 2008, p. 210.


LA REPÚBLICA<br />

La República o res publica significa, en latín, la cosa, el<br />

asunto o la realidad pública, es decir la política o, por extensión,<br />

el Estado. Los primeros filósofos griegos pronto distinguieron,<br />

dentro de los asuntos que afectaban al ser humano, dos áreas en<br />

su actividad: por un lado la Ética, que se ocupaba de la virtud del<br />

individuo a nivel personal: cómo debía regirse y ordenarse el ser<br />

humano para ser alguien justo, noble y con otra serie de<br />

cualidades, incluso en su relación con los demás (lo que más tarde<br />

se llamará Moral) e incluso cómo ser feliz de modo virtuoso, y<br />

por otro lado, la Política, es decir la actividad práctica de<br />

organizar la sociedad. La República es, también, uno de las obras<br />

más conocidas de Platón, donde precisamente intenta explicar su<br />

noción de sociedad, junto a otros aspectos que tratan de resumir<br />

toda su anterior producción filosófica.<br />

El asunto de la organización de los seres humanos es tan<br />

antiguo como su presencia en la Tierra, y ya las bandas o clanes<br />

de cazadores de la Prehistoria se reunían de modo que las<br />

actividades fuesen más o menos rentables, menos difíciles o más<br />

placenteras. Evidentemente la organización para la caza de<br />

animales y la obtención de carne era la actividad principal y a la<br />

que dedicaban más tiempo y energías. Pero también existía una<br />

estructuración de las tareas para recolectar frutos, para crear<br />

herramientas o útiles de diversa finalidad, para cuidar a los<br />

niños, enfermos, heridos, o ancianos, y (más adelante) para<br />

realizar las pinturas en cuevas y abrigos, con una finalidad<br />

mágica, propiciatoria para la caza o simplemente para expresar<br />

su universo simbólico y metafísico o espiritual.<br />

Dado que cada individuo es diferente, también sus<br />

habilidades son diferentes y, si bien en estos primeros estadios<br />

de la humanidad, podría decirse que todos sabían, hacían o<br />

conocían las diferentes actividades, la especialización fue<br />

tomando cuerpo en forma de artesanos especializados (útiles de<br />

sílex o hueso; canastos; cerámica…), recolectores dedicados en


exclusividad mientras el resto del clan cazaba, y sanadores,<br />

curanderos o chamanes, una especie de médicos rudimentarios<br />

que trataban de curar los males físicos y espirituales, en una<br />

época en que las enfermedades eran consideradas psicosomáticas<br />

y donde el componente mágico era muy importante.<br />

Así vemos que estas sociedades trataban de organizarse en<br />

base a las habilidades individuales o de grupo, con una gran<br />

importancia de la responsabilidad en cada “oficio”, pues del buen<br />

o mal comportamiento o de la buena o mala realización de la<br />

tarea, dependía la supervivencia del grupo entero. Se<br />

necesitaban ciertas cualidades para ser cazador, y otro para<br />

recolectar, para realizar utensilios, para cuidar a los que no<br />

estaban en condiciones de capturar animales, para realizar los<br />

rudimentos de una primera y primitiva medicina, para<br />

comunicarse con las fuerza de la Naturaleza, etc… Una especie<br />

de comunismo libertario donde se respetaban la habilidad<br />

personal y donde cada uno ayudaba según sus posibilidades y<br />

recibía según sus necesidades.<br />

Una vida muy en el presente, donde apenas tenía cabida la<br />

previsión futura y donde quizás se tomaban las decisiones en<br />

grupo y de modo espontáneo, tratando de crear la cohesión del<br />

grupo a través de las distintas actividades, desde la caza, el<br />

reparto de la carne, las reuniones alrededor del fuego (cuando<br />

fue “inventado”), los bailes o danzas rituales, acompañadas quizás<br />

de palmas e instrumentos musicales rudimentarios, junto a la<br />

ingesta de plantas alucinógenas (como es frecuente en pueblos<br />

cazadores-recolectores actuales u otros avistados y contactados<br />

en épocas pasadas, como los indígenas norteamericanos, los<br />

mayas, etc…) y, por supuesto, la participación en ritos de<br />

iniciación y mágicos en el interior de las cuevas, alrededor de<br />

pinturas figurativas y simbólicas.<br />

Esta organización de tribus y clanes tiene una base en la<br />

consanguinidad, en lo que se denomina la familia extensa, pero<br />

hay que suponer (o comparar con los trabajos antropológicos<br />

actuales) que en esas sociedades nadie era más que nadie, sino


que cada uno era hábil en una u otra tarea. Y eso incluye también<br />

a las mujeres, que gozarán de un estatus igualitario, no sólo por<br />

el carácter mágico de los embarazos y el parto y de la<br />

fascinación que el hombre de la época sentiría por todo lo<br />

relacionado con lo femenino, presente en su vida cotidiana y<br />

observable en la Naturaleza, tanto en las plantas, los animales<br />

como los fenómenos naturales, sino porque esa misma mujer<br />

formaba parte del grupo y contribuía a la supervivencia del<br />

mismo. La mujer era, pues, algo mágico, complemento necesario<br />

de lo masculino, conectada con las fuerzas misteriosa y eslabón<br />

de aquellas sociedades. Las pinturas de vulvas o las estatuillas de<br />

mujeres de grandes pechos y embarazadas (las llamadas “Venus”)<br />

son abundantes durante el Paleolítico Superior y están presentes<br />

en multitud de yacimientos.<br />

Como muchos autores suponen, o bien deducen del<br />

comportamiento y la creencia de otros pueblos observados a<br />

posteriori (que incluso hoy sobreviven con su propia cultura) la<br />

sociedad prehistórica es comunitaria, es solidaria, es<br />

democrática (en el sentido de participación de todos) y busca la<br />

supervivencia del grupo y la felicidad de cada uno de sus<br />

miembros. Los “poderes” son transitorios, no hereditarios y<br />

cambian con el tiempo. Cada “oficio” y cada actividad debe<br />

garantizar su eficacia, nadie ocupa un puesto por sangre,<br />

tradición o favoritismo, porque si no responde de su valía, el<br />

individuo pone en peligro al grupo entero. Esta falta de poder<br />

podría ser considerada también una especie de anarquismo o<br />

comunismo libertario en el sentido de que no se tiene la<br />

sensación de que nadie está por encima de nadie, el poder se<br />

elige en situaciones precisas y transitorias y el reparto de<br />

productos y satisfacciones es comunal.<br />

La vida en las sociedades prehistóricas no es en modo<br />

alguno idílica, pero tampoco es, como quieren hacernos creer,<br />

primitiva, carente de satisfacciones, brutal o simplemente inculta<br />

y sin sentido. La verdadera maestra de aquellos individuos era la<br />

propia Naturaleza y, si bien es verdad que no tenían las


“comodidades” y “adelantos” que tenemos ahora, también es<br />

verdad que no las necesitaban. No era mejor o peor, era<br />

diferente. Grandes sabios, sin duda, que utilizaban el medio sin<br />

agotarlo y que se integraban en el ambiente, sin contaminantes,<br />

estrés, enfermedades “modernas” o afanes superfluos,<br />

protocolos y cosas así. Todo su universo giraba en torno a<br />

necesidades reales y naturales: cazar y recolectar para comer,<br />

conseguir agua, construir todo tipo de útiles, cacharros o cestos<br />

necesarios, aprender y conocer las plantas curativas,<br />

confeccionar prendas para el invierno, conseguir leña… Nada es<br />

innecesario, todo tiene una finalidad y un sentido. Incluso los<br />

rituales y acontecimientos sagrados satisfacen la parte<br />

espiritual, mágica y metafísica, tratan de responder a las<br />

preguntas acerca del origen, de los sucesos, de la vida y la<br />

muerte, del mundo que les rodea.<br />

El paso del Paleolítico al Neolítico supone un cambio en las<br />

sociedades. El contacto con la Naturaleza y el fin de las<br />

glaciaciones han hecho observar al ser humano más ampliamente<br />

los ciclos de las plantas. Ya no se trata sólo de recolectar, sino<br />

de controlar todo el proceso: sembrar, regar, abonar y esperar la<br />

cosecha. Si suponemos a la mayoría de hombre cazando animales,<br />

quizás tendríamos que atribuir a las mujeres el invento de la<br />

agricultura y la domesticación de animales que, por otro lado,<br />

está más en consonancia con sus ciclos naturales, tanto la<br />

menstruación como la gestación. Una labor de observación propia<br />

y exterior, que va a posibilitar la independencia de la incierta<br />

caza y evitar los desplazamientos o nomadismo siguiendo las<br />

manadas, por un lado, y por otro la sedentarización, la<br />

construcción de aldeas, la mayor especialización de los oficios, la<br />

complejidad de la sociedad y, a la larga, los problemas derivados<br />

de las luchas de poder y la obtención de recursos: la aparición de<br />

las castas militares y sacerdotales, la guerra y los intentos de<br />

organizar las cada vez más polivalentes sociedades.<br />

No obstante este cambio, es de suponer que en un primer<br />

momento, los beneficios superaron a los inconvenientes. Poco a


poco podían conseguirse excedentes: de cereales, de carne, de<br />

lana, de leche, etc…y, por tanto, gestionar mejor el día a día para<br />

evitar hambrunas y las incomodidades de los desplazamientos.<br />

Estas primeras realidades hay que situarlas hacia el 8.000-<br />

6.000 a.C. en zonas como los valles de los ríos Nilo, Tigris y<br />

Eúfrates, el Jordán, el Ganges o en otros del sudeste asiático.<br />

Una explosión casi simultánea que cambiará la mentalidad y<br />

cotidianidad de las gentes, si bien (como en casi todo) sucedió de<br />

forma gradual. En estos dos estadios, Paleolítico y Neolítico<br />

(como en los primeros años de una niña llamada Humanidad) se<br />

fueron forjando las características que siglos después irán<br />

conformando nuestro mundo, por diversas etapas, con fases de<br />

ida o de vuelta, de crecimiento y muerte, de avance o de<br />

retroceso, un eterno ciclo, un eterno retorno, como gustaban de<br />

decir el orfismo y muchos filósofos griegos o el mismo<br />

Nietzsche. Las sociedades son más simples o más complejas, son<br />

más fáciles o difíciles de analizar, pero en definitiva las formas<br />

de organización responden a patrones quizás ya existentes en<br />

aquellos primeros estadios.<br />

Soy de la creencia en la teoría de los ciclos, del recuerdo y<br />

del olvido, de la muerte y el renacimiento, rasgos culturales,<br />

modos de organización que vuelven, que perecen, que son<br />

adoptados en otras coordenadas espaciales o temporales. En<br />

todos ellos podemos aprender o desaprender, observar y sacar<br />

conclusiones, identificarnos con unas u otras, esperanzarnos o<br />

girar en otra dirección. Todas las épocas tienen rasgos positivos<br />

y negativos y para cada persona poseen un significado u otro,<br />

pero creo que hay un patrón universal y subconsciente, como el<br />

Inconsciente Colectivo del que hablaba el psiquiatra vienés Carl<br />

Gustav Jung. O quizás como el mundo de las Ideas del que<br />

hablaba Platón, un modelo ideal al que la copia humana trata de<br />

aproximarse.<br />

A raíz de mi enfermedad he visto las cosas de otro modo.<br />

En primer lugar creo que lo sencillo es más fácil de gestionar que<br />

lo complejo, en todos los aspectos de la vida, y por supuesto en la


Política o en el modo de organizarse los seres humanos. Los<br />

Estados nacionales se han convertido en monstruos de múltiples<br />

tentáculos, que se inmiscuyen en todas las parcelas de nuestra<br />

vida. Creo que es más adecuado entender la vida desde los<br />

Ayuntamientos, desde nuestra comunidad. Organizarse<br />

localmente es más sencillo, más natural, más económico y menos<br />

complicado, se simplifica la burocracia, los gastos, todo ese<br />

dinero que se pierde en nimiedades. El Estado es tan absorbente<br />

y tan devorador que nos agota, nos esquilma, nos vampiriza y<br />

coarta nuestra libertad y espontaneidad.<br />

El primer objetivo debe ser el económico. Cada persona<br />

debe fomentar sus habilidades, su vocación, su don. Así se<br />

convierte el trabajo en algo placentero, en una extensión de<br />

nuestra personalidad, no en algo enajenador, extenuante,<br />

destructor de nuestro equilibrio. A cada persona se le da bien<br />

una cosa, y es absurdo que a quien le gusta pintar o escribir, se<br />

dedique a cuidar heridos o a quien le guste cocinar tenga que ser<br />

cirujano. Evidentemente estamos hablando de una comunidad<br />

organizada, aunque sigo pensando que lo ideal es la autarquía, es<br />

decir, que cada persona pueda satisfacer todas sus necesidades.<br />

El traspaso de competencias a los Ayuntamientos sería un primer<br />

paso, pero lo que realmente creo que debería funcionar son las<br />

comunidades rurales, basadas en la tierra, donde una parcela<br />

proporciona el alimento a cada unidad. Dado que soy vegetariano,<br />

el problema no me preocupa: en una parcela se pueden cultivar<br />

patatas, frutales, legumbres y otros productos necesarios e<br />

incluso producir huevos frescos. El agua es otra necesidad<br />

primaria y el lugar debe poseer un pozo u otra fuente natural de<br />

agua potable, e incluso puede acondicionarse la casa para la<br />

recogida de agua de lluvia. Una vez cubiertas las necesidades<br />

elementales de comida y agua, el resto es variable. Existirán<br />

comunidades que puedan especializarse en elaborar ropa sencilla<br />

y calzado, herramientas para las labores agrícolas, papel, y otras<br />

serie de productos aunque lo ideal sería que cada comunidad o<br />

parcela elaborase por sí misma todo lo que pudiese. Células


autónomas y autosuficientes, donde deberían utilizarse energías<br />

renovables como la solar (tanto las cocinas como captadores de<br />

energía transformables en electricidad, aunque esto último no lo<br />

considero muy necesario) o la eólica, leña de los alrededores,<br />

abono natural de los propios animales y/o de compost vegetal,<br />

con horno, talleres, etc…<br />

El tema de las cooperativas es algo interesante. Un modo<br />

de vender los excedentes de cada parcela, tanto de alimentos<br />

como de otros productos. Gestionados por la propia comunidad o<br />

por una reunión dentro de cada ayuntamiento, como primer paso,<br />

a precios adecuados y estables, vigilando la calidad de los<br />

productos, con la cooperativa como único intermediario entre los<br />

productores y los consumidores. El tema de la sanidad es otro<br />

problema importante. El primer lugar soy partidario de la<br />

prevención y de una vida lo más sana y natural posible. Pero<br />

quizás sería interesante llevar a cabo una especie de pequeños<br />

hospitales para asuntos graves, que deberían gestionar y<br />

sufragar los habitantes de una comunidad, quizás los<br />

Ayuntamientos. Hoy en día se tratan problemas menores que<br />

despilfarran tiempo y recursos y que podrían haberse evitado<br />

con una buena educación sanitaria, vida sana y prevención.<br />

Evidentemente el tema de cirugía es algo serio y es necesario<br />

disponer de este recurso, pero un gran porcentaje de los casos<br />

tratados actualmente por la Seguridad Social y Hospitales<br />

privados se podían haber evitado.<br />

El tema del dinero es optativo. Creo que el trueque es un<br />

sistema muy bueno, y se evita que mucha gente se enriquezca.<br />

Con una serie de comunidades autárquicas casi no es necesario e<br />

incluso pueden elaborarse unos vales de cambio, pero está<br />

sujeto a posible fraude y mercado negro. El tiempo libre en<br />

contacto con la naturaleza es mucho más genuino y sano. La<br />

mayoría del ocio que se nos vende por televisión es una serie de<br />

actividades triviales, absurdas y perniciosas, de las cuales<br />

terminamos hartos, aburridos o enfermos. Paseos por el campo,<br />

pintar, hacer talleres con los más pequeños de papel reciclado,


panadería u otros, observar la naturaleza, tomarse una cerveza o<br />

escribir creo que son más que suficientes para sentirnos bien.<br />

Un sistema mixto tampoco es inadecuada como medio de<br />

pasar a una independencia absoluta y porque aún estamos muy<br />

vinculados al tema de industrias, productos industriales y<br />

elementos que no pueden fabricarse si no es en estos centros,<br />

pero creo que cuando antes dejemos atrás todo este mundo, más<br />

felices viviremos. Esto no es sino un pequeño esbozo de la<br />

sociedad en la que me gustaría vivir y una pequeña contribución a<br />

la elaboración y desarrollo de ideas para la consecución de estos<br />

objetivos, aunque no soy político ni se me ha dado nunca bien la<br />

política ni la organización de otra cosa que no sea yo mismo. Hay<br />

gente más preparada en este sentido, con más experiencia y que<br />

serían los que deberían orientarnos un poco más en este campo.<br />

Aún así estoy convencido de que la tendencia es hacia este<br />

camino y que hay muchas iniciativas que están consiguiendo<br />

resultados reales y factibles, que lo que parece utopía es posible<br />

realizarlo. Repasando la Historia me doy cuenta que todo pasa<br />

por ciclos. Creo que el modelo urbano e industrial está agotado y<br />

está exterminando el Planeta. La vuelta a las raíces y a la<br />

Naturaleza es, pues, a mi juicio el único camino que puede salvar<br />

la Humanidad y al individuo en particular.<br />

SEPTIEMBRE-OCTUBRE 2010


EN LA DIRECCIÓN CORRECTA (O EL ENEMIGO INVISIBLE)<br />

Estamos a pocas semanas del fin del 2010. Miramos atrás y<br />

comprobamos si hemos cumplido con los objetivos cumplidos, en<br />

este último año, en la última década… en los últimos 18 años, o en<br />

toda una vida. La percepción personal es muy importante, pero la<br />

satisfacción es una extraña mezcla entre hechos objetivos, entre<br />

parámetros cuantificables y nuestra propia subjetividad. Nos<br />

movemos entre la consecución de nuestros sueños y una cierta<br />

disciplina interior, entre el deber autoimpuesto y el disfrute de<br />

una vida que se nos va, segundo a segundo.<br />

He hablado en otras ocasiones del “Sueño de Occidente”,<br />

que desgraciadamente sólo es real para una escasa minoría. Pero<br />

objetivamente hablando es posible para millones de personas.<br />

Basta con tener unos ingresos mínimos aceptables, disponer de<br />

acceso a agua potable, energías, transporte, sanidad, ocio,<br />

alimentación saludable… ¿Qué está pasando entonces? La<br />

infelicidad es una epidemia en nuestra cultura, una lacra que<br />

afecta incluso a personas bien situadas. Tenemos lo que nos<br />

basta y aún así, crece la frustración, las depresiones, la<br />

incertidumbre, el miedo, los odios…<br />

Es cierto que vivimos una crisis económica (extensible a<br />

otras áreas) pero no es el motivo de fondo. Hay gente sin<br />

trabajo, viviendo en condiciones precarias y gente en las afueras<br />

del sistema, marginadas y sin oportunidades de cambiar su<br />

situación. El mundo capitalista, el mundo de las<br />

socialdemocracias, de las presuntas democracias (término más<br />

que discutible) ha apretado el acelerador a fondo. Una huida<br />

hacia delante, un sálvese el que pueda, una reacción de no vuelta<br />

atrás… Pocos son los que pueden seguir el ritmo que están<br />

marcando desde centros inaccesibles como gobiernos,<br />

multinacionales, grupos de presión, entidades bancarias. Un filtro<br />

por el que se va escurriendo la gente en esta carrera hacia el<br />

infierno.


El mundo se polariza, y los que son ricos o pobres lo son aún<br />

más. Comprender esto es vital porque seguramente marcará los<br />

acontecimientos de los próximos años. El estupor que causa<br />

marcarse unas metas y no poder llegar a ellas es sin duda el<br />

alimento que está creando esta sociedad insatisfecha. Pero la<br />

pregunta es: ¿qué clase de sociedad queremos? ¿Tenemos idea<br />

clara de las posibles alternativas, de las soluciones o del rumbo<br />

que va a seguir todo esto? ¿A qué llamamos felicidad? ¿Qué<br />

valores rigen nuestras vidas? ¿Qué estamos dispuestos a perder,<br />

a ganar, a aceptar? Vivimos en una cultura del bienestar, en el<br />

Primer Mundo, más concretamente en la Unión Europea, un<br />

conglomerado de países y realidades que surgió con una clara<br />

vocación política y económica, más que social o cultural. La gente<br />

que maneja capitales a gran escala y tiene capacidad de<br />

influencia y decisión se mueve libremente en este escenario.<br />

¿Qué puede importarles unos millones más o menos de parados?<br />

¿Unas pequeñas pérdidas de unos cuantos miles o cientos de<br />

miles de €uros, cuando puede invertir en un espacio vastísimo? El<br />

capital no tiene apego a ningún tipo de sentimiento, es<br />

implacable; sólo obedece a una ley y sigue a un único Dios: el<br />

beneficio. ¿Podemos llegar a creernos toda la cortina de humo<br />

que nos lanzan desde los gobiernos nacionales, desde el Consejo<br />

de Europa, desde Washington o desde los organismos<br />

internacionales? ¿Qué demonios está pasando? ¿Es sostenible el<br />

actual sistema, con millones de personas sin trabajo, con otros<br />

cuantos en el umbral de la miseria absoluta, con la degradación en<br />

todos los sentidos de una mal llamada democracia? ¿Quién se<br />

está beneficiando de todo esto? No la gente que acude a la cola<br />

del paro a tratar de ganarse un sueldo para alimentar a sus<br />

familias; no la gente que debe acudir a Servicios Sociales, a<br />

Cáritas o a otra organización porque necesita comida y ayudas; no<br />

los mendigos que pululan por las grandes ciudades como Elche,<br />

Alicante, Barcelona o Madrid; no los enfermos mentales (como<br />

yo) que debemos sufrir el odio de una sociedad desestructurada<br />

que confunde a sus enemigos y que descarga su rabia contra


quien no tiene la culpa; no la gente de a pie, que ve cómo sus<br />

vidas, sus ahorros, su futuro y sus sueños se van al cubo de la<br />

basura. ¿Quién saca beneficio de todo esto y, sobre todo, por<br />

qué no dan la cara? Todos lo saben pero nadie quiere señalar con<br />

el dedo. Sabemos que una vez más la crisis económica ha sido la<br />

excusa perfecta para el lucro de los de siempre, para el recorte<br />

de derechos de la gente trabajadora, para la caza y captura de la<br />

libertad de expresión, para remover los odios contra inmigrantes,<br />

mendigos, homosexuales, prostitutas, enfermos mentales,<br />

anarquistas, ecologistas, minorías y cualquier voz que se atreva a<br />

criticar el actual Sistema. El actual estado social se ha<br />

desintegrado y la salida de los que poseen los hilos de este<br />

teatro ha sido el salto al vacío. Han apostado doble contra nada.<br />

Si la jugada les sale, se despertarán con el doble de poder,<br />

dinero e influencia. Si no, habrán convertido este mundo en una<br />

mierda, aunque ya lo llevan convirtiendo, desde hace más de 200<br />

años.<br />

¿Y cuál es la solución de “nuestros dirigentes”? Pues variada<br />

y a cuál más ingeniosa. Barren las calles de prostitutas e<br />

indigentes ante la llegada del Papa a Barcelona; expulsan a<br />

gitanos rumanos porque “molestan”; cargan sin contemplaciones<br />

contra manifestantes antisistema; nos acojonan con el viejo<br />

cuento de “viene la derecha”, como el lobo de Caperucita, cuando<br />

ellos mismos se han convertido en la derecha; acallan las voces de<br />

personas lúcidas y comprometidas, como el juez Garzón –obligado<br />

a dejar su labor por la presión de grupos de extrema derecha-;<br />

obligados a buscarse la vida en otro país, a pesar de tener<br />

talento, como es el caso del bailarín Nacho Duato, estigmatizado<br />

por su condición sexual; presionando a escritores y artistas<br />

“libres” y “políticamente incorrectos”, como es el caso de<br />

Fernando Sánchez Dragó, por un presunto delito de no se que<br />

historias de abusos sexuales; llenándonos la programación<br />

televisiva de basura rosa, de chupaculos adictos al régimen, de<br />

fútbol y más fútbol, de noticias seleccionadas y<br />

convenientemente maquilladas; de miedos que causan


intranquilidad a la gente –el terrorismo, las drogas, los desastres<br />

naturales, las cifras económicas negativas…-, de una auténtica<br />

basura narcótica que entretenga a la gente y les impida pensar y<br />

tomar decisiones; invadiendo con periódicos que cuentan todos lo<br />

mismo, sean del color que sean; cargando contra profesionales<br />

independientes y alternativos, cuyo único delito es pensar o<br />

actuar de forma diferente a lo que se lleva, obligándoles a dejar<br />

sus puestos de trabajo, presionándoles para que se callen, para<br />

que se “integren” o para que se larguen… Pero aún así, no dan la<br />

cara. Controlan el sistema económico, político y social, pero se<br />

escudan detrás de toda esa mierda de dinero, de nombres de<br />

instituciones que todos saben que están dirigidas por<br />

testaferros, por monigotes, por hombres de paja, como los llamó<br />

el cantante Lou Reed… Se esconden cuando saben que han jodido<br />

todo el sistema, su sistema, cuando han enviado al paro, a la<br />

ruina, a una vida de infierno a millones de personas… Se esconden<br />

y no son capaces ni tan siquiera de ayudar a mejorar las cosas,<br />

cuando parece ser que son los únicos con dinero, poder e<br />

influencia para hacerlo. Se esconden cobardemente observando<br />

la mierda sobre la que flotan: desastres ecológicos, paro,<br />

corrupción, precariedad laboral, miseria, hambre…<br />

A muchos de vosotros os digo: estáis cargando contra los<br />

que nada saben o nada hicieron. El enemigo es otro, tiene<br />

nombres y apellidos, controlan vuestras vidas y les importa una<br />

mierda vuestra situación. ¿Realmente creéis que el enemigo es<br />

una prostituta, un indigente, un rumano, un gitano, un marroquí,<br />

un homosexual, un anarquista, un enfermo mental? ¿Tanta mierda<br />

tenéis en la cabeza para no ver que el enemigo es el Capital, el<br />

Sistema actual de socialdemocracia, de capitalismo, de<br />

consumismo, de corrupción, de clientelismo, de picaresca? Estáis<br />

ciegos si pensáis lo contrario. Todas nuestras vidas dependen de<br />

unos cuantos cientos o miles de personas poderosas en todo el<br />

mundo, que se ríen de vuestros patéticos pataleos. A salvo tras<br />

sus muros, chapotean sobre la mierda de millones de personas: se<br />

muestran cómodos porque tienen un colchón de cientos de miles


de €uros o de dólares, de relaciones clientelares, de amigos tan<br />

poderosos como ellos. Y sin embargo, cargáis contra quien no<br />

tiene la culpa. Es a ellos a quien hay que señalar con el dedo, como<br />

David cargó contra Goliat. Es a ellos a quien hay que derrotar,<br />

porque la situación vuestra y del mundo les importa una mierda.<br />

Si este sistema no funciona es hora de poner solución, de unir<br />

hombro con hombro y de derribar sin violencia, pero con valor y<br />

firmeza, un mundo injusto, clasista, discriminatorio y<br />

brutalmente competitivo, y cambiarlo por otro donde todos<br />

seamos iguales, sin poder, sin represión, con libertad y donde se<br />

acaben los miedos.<br />

NOVIEMBRE-DICIEMBRE 2010


4. SALUD NATURAL<br />

“A pesar de todo, he aprendido de los andaluces la mejor<br />

lección: disminuir las necesidades para disminuir las fatigas que<br />

cuesta satisfacerlas. Y así he llegado a necesitar muy pocas<br />

cosas, y esas pocas, muy poco. Porque la verdadera felicidad no<br />

está en tener, amigo mío, sino en ser y en no necesitar.”<br />

ANTONIO GALA. “El manuscrito carmesí”. Ed. Planeta,<br />

Barcelona, 1990, p. 63


¿UNA TAZA DE TÉ?<br />

Desde que se descubrió accidentalmente el sabor del té en<br />

China, según cuentan las leyendas, su consumo se ha extendido,<br />

en territorios y número de personas. La camelia sinensis y, en<br />

menor medida, la sativa, son originarias de China e India,<br />

respectivamente. Y aunque su uso se está poniendo de moda en<br />

Occidente, lo cierto es que es una droga o planta medicinal de<br />

oriente.<br />

El mayor consumo de esta sustancia se localiza en China,<br />

India, Japón, Nepal y el sudeste Asiático, aunque debido a<br />

contactos culturales y otras causas, se consume y/o se cultiva<br />

también en Rusia, Sudamérica, Australia, Turquía, Kenia,<br />

Tanzania y todo el ámbito cultural islámico (Marruecos, Túnez,<br />

Argelia, Egipto, etc…).<br />

La planta se recolecta, obteniéndose el té verde, muy rico<br />

en vitamina C y abundantes propiedades: antioxidante,<br />

antienvejecimiento, anticancerígeno, protector hepático y<br />

cardíaco, regulador de la presión arterial, antivírico,<br />

antibacteriano, etc… Su sabor es fresco y ligeramente amargo,<br />

consumiéndose así, por ejemplo, en zonas islámicas (mezclado con<br />

hierbabuena, menta o shiva). Es un té ligero que refresca y que<br />

estimula suavemente, con un efecto duradero. Las variedades<br />

más conocidas de este té podrían ser el gunpowder o pólvora, de<br />

China, el Assam verde de India o los verdes japoneses: matcha,<br />

bancha, sencha o genmaicha.<br />

Si realizamos una pequeña fermentación del té, obtenemos<br />

los semifermentados, entre los que se encuentran el conocido<br />

oolong, que combinado con jazmín, dan lugar al té chino que se<br />

toma en los restaurantes de este país. Si seguimos fermentando<br />

el té, conseguimos el llamado té negro, oscuro, fuerte y denso. El<br />

más conocido en Europa es el tomado por los británicos, que lo<br />

importaban de su principal colonia, India. Es, por ejemplo, el té<br />

de Ceylan, que muchos llaman Breakfast o Five ´o clock. Era el té<br />

en bolsitas rojas que aún se venden en muchos supermercados.<br />

Al igual que el verde, existen muchos tipos: el Pu-erh (o Rojo), el


Lapsang Suchong, ambos de China; el Assam negro de India; el<br />

anteriormente citado de Ceylan, etc… Estos tes son más fuertes,<br />

aunque no llegan a tener tanta capacidad estimulante como el<br />

café, tienen un efecto intenso y corto, como aquel.<br />

Así que ya sabéis: verde, suave y refrescante y con muchas<br />

propiedades medicinales. O negro, más fuerte y estimulante y<br />

con más cuerpo. En muchas teterías y pubs aparecen infinidad de<br />

nombres. Muchas veces obedecen a denominaciones personales o<br />

comerciales, pero lo que hay que ver primero es si es un té verde<br />

(fresco), semifermentado o negro (fermentado): Luego podéis<br />

añadir los ingredientes que más os gusten: canela, menta o<br />

hierbabuena, clavo, naranja, bergamota, limón, frutas o lo que la<br />

imaginación os diga. Mis favoritos. Pues el gunpowder chino con<br />

hierbabuena o shiva (el té moruno); los verdes japoneses; el<br />

oolong; el Ceylan con especias o el Darjeeling hindú. Salud y<br />

disfrutar de vuestro té.<br />

ABRIL 2007


Sano vegetal<br />

Conocía la dieta vegetariana de mi interés por la cultura<br />

oriental, en la adolescencia, pero no fue hasta la Primavera de<br />

1997, con 25 años, cuando decidí adoptar esta filosofía.<br />

Evidentemente conocía el sabor de la carne y el pescado, pero no<br />

fue ese el motivo que me movió a hacerme vegetariano. Aún hoy<br />

echo a veces de menos aquello, pero como digo, no fue el sabor,<br />

sino el hecho de decidir no matar ningún animal para alimentarme.<br />

Para quien ama la fauna de la Tierra, en general, quien ha asistido<br />

a la matanza del cerdo o quien observa los ojos de todo animal<br />

listo para el sacrificio, sabe lo que digo. Es por ello que, a mi<br />

pesar y con cierto punto de nostalgia, aunque satisfecho y<br />

contento, opté por alimentarme con productos que me ofrecía<br />

exclusivamente el mundo vegetal.<br />

Soy de la creencia que incluso las plantas tienen alma, pero mi<br />

opción, como la de los jainas de la India, es la de menor impacto a<br />

nivel productivo de dolor y una especie de minimalismo<br />

gastronómico. Lo siento, pero soy incapaz de matar a un animal<br />

para alimentarme. Me pongo enfermo sólo de pensarlo y me jode<br />

cuando me como un filete o un pescado saber que ese pobre<br />

animal estaba vivo antes de estar en mi plato.<br />

Parece una auténtica gilipollez, lo reconozco, pero si<br />

pensáis en ello tiene más sentido de lo que parece. Así que me<br />

sumo, me sumé, a la comunidad de locos que han elegido este<br />

camino y hoy por hoy tan sólo debo elegir otra fuente de<br />

proteínas, que puedo sustituir por queso, huevos, frutos secos,<br />

levadura de cerveza, legumbres, soja, pipas de girasol y calabaza<br />

y algunas otras que me olvido.<br />

La mayor parte de la comunidad vegetariana del mundo se<br />

encuentra, con diferencia, en La India, concretamente en el<br />

noroeste, en la región del Gujarat. La noción de ahimsa o no<br />

violencia se encuentra allí impregnada hasta los tuétanos en las<br />

personas. También han descubierto que esta opción gastronómica<br />

es más adecuada desde el punto de vista de la salud, de la mayor


toma de conciencia y una ayuda a la hora de crecer personal y<br />

espiritualmente. Reconozco que aquí, en Occidente, aún es un<br />

fenómeno muy minoritario, pero creo que aconsejaría a todo el<br />

mundo que lo probara durante un período y comparara. No sólo<br />

desde el punto de vista de la tranquilidad de conciencia, sino<br />

desde el punto de vista meramente fisiológico. Es una auténtica<br />

bomba de salud, y un excelente medio de eliminar colesterol,<br />

urea, azúcar, anemia, en fin, para tener unos análisis de libro. Lo<br />

que digo lo ratifico en primera persona y por experiencia propia.<br />

En fin, no me gusta hacer propaganda ni apología de nada, pero sí<br />

puedo afirmar que ser vegetariano me ha ayudado a ser mejor<br />

persona y a tener una excelente salud, lo cual es muy de<br />

agradecer, en estos tiempos de estrés, comida basura y<br />

enfermedades degenerativas. Salud y buen provecho.<br />

FEBRERO 2008


UNES QUANTES IDEES<br />

Necessitem menjar. Bé, mengem, però respectant la vida<br />

natural i animal. Vos recomane el vegetarianisme. És una opció<br />

més barata econòmicament en tots els sentits. la carn i el peix<br />

són cares. es necessiten molts de pastos per a alimentar una<br />

vedella, una ovella o una cabra, i eixa terra es podria dedicar a<br />

cereal, llegums, fruites o hortalisses.<br />

¿Haveu pensat realment el patiment d’un animal que sap<br />

que va a morir? ¿Haveu estat alguna vegada en la matança del<br />

porc? ¿Vos pareix agreable? Jo sí he estat i és una de les<br />

experiències més traumàtiques que recorde. Desprès de llançarli<br />

aigua calenta bullint per a quitar-li els pels hi ha que clavar-li<br />

un ganivet al coll, mentre crida i crida, sabent que va a morir...<br />

Encara hui em donen ganes de vomitar. ¿Haveu estat en una<br />

granja de gallines? Jo sí. Els animals estén en gàbies de poques<br />

dimensions. S´els subministra aigua i menjà i la seua única<br />

ocupació i utilitat es viure tancats, sense quasi poder menejarse,<br />

en una situació que em recorda a les carcels o els camps<br />

d’extermini nazis. Una vida res de natural i de agreable. ¿Haveu<br />

vist les escenes per televisió de la caça de foques? Les colpegen<br />

amb pals al cap, fins a que moren i a voltes les quiten la pell<br />

encara moribundes, perquè és més fàcil. ¿Vos pareix això humà?<br />

Podem suportar el fred amb la llana que tallem a les ovelles, però<br />

hi ha gent que prefereix el suau tacte del pell de foca...coste el<br />

que coste. ¿Haveu vist com maten les oques o els aus per a<br />

Nadal? Jo he pogut presenciar eixa escena, també molt<br />

traumàtica i desagradable. ¿Mereix la pena delectar el paladar<br />

amb un poc de carn a costa de fer patir a un animal, només<br />

perquè no pot defendre-se i es una cosa culturalment “natural”?<br />

¿O deixar els peixos que s’afoguen lentament a un vaixell, fins a<br />

que s’asfixien? ¿Haveu estat a punt d’afogar-vos alguna vegada?<br />

Jo sí. La sensació és horrorosa, d’impotència, por i patiment.<br />

penseu en això la pròxima vegada que vos entren ganes de<br />

comprar peix.


Es convenient usar peces de roba naturals per a cobrir-se,<br />

sobre tot de cotó, que no és molt car i es molt higiènic. Per<br />

descomptat hi ha que usar-lo també com a roba interior. Les<br />

fibres produïdes a partir del petroli no transpiren ni absorbeixen<br />

la suor i son fonts de creació de microorganismes, al·lèrgies i<br />

erupcions cutànies. ¿Es més sexy una dona per portar una<br />

bragueta de poliamida de l’ultima moda? Bé, jo no estic d’acord.<br />

Hi ha roba interior de cotó molt sexy i suggerent, sense els<br />

perills anteriors. Per no parlar dels tacons. ¿Vos pareix excitant<br />

una dona mig tambalejant-se en un precari equilibri? A més<br />

l’esquena pateix només pel gust de donar el gust als mascles. Hi<br />

ha solucions naturals per a realçar la feminitat d’una dona, però<br />

no a costa de jugar-se la salut. ¿Quants potingues i cremes<br />

s’anuncien per televisió? Son cars i ofereixen les mil meravelles.<br />

¿Quan de temps necessita una dona per a poder combinar la<br />

parafernàlia de complements “necessaris” per a estar guapa?<br />

Que si un cinturó que fasa joc, uns tacons, el vestit del mateix<br />

color que el pintallavis. No se, crec que és tot l´oposat al<br />

feminisme. Un tall de monyo adequat, una crema hidratant<br />

natural i un poc de picardia fan d’una dona una bomba sexual.<br />

Només hi ha que destacar un poc els encants naturals i posar un<br />

poc d’imaginació. La moda –tant en roba, cremes, etc...- només es<br />

un negoci. Així de clar. I una esclavitud per a dones i homes.<br />

Si compreu roba bonica i que vós agrade de veritat, vos<br />

durarà molts anys, vos agradarà posar-vos-la i no tindreu que<br />

trencar-vos el cap en organitzar un arsenal de vestits, pantalons,<br />

sabates, cinturons, etc...No és tracta de vestir com el Cro-<br />

Magnons, sinó d’utilitzar sàviament els diners i el temps. Vos<br />

aconseje un llibre que a mi m’ajuda’t molt. Es diu: “Simplifica tu<br />

vida”, d´Elaine St. James, Editorial RBA Integral, Barcelona,<br />

2002. Ací trobareu molts trucs per a fer la vida més senzilla i<br />

poder desfruitar més d’altres coses realment importants.<br />

Crec que el problema fonamental és la quantitat de<br />

productes ofertats. Els magatzems, supermercats i gran<br />

superfícies comercials ens inviten a consumir. ¿Què es fa amb


tota la menjà o la roba que sobra quan termina la temporada?Mai<br />

aneu a estar “a la moda” tan des del punt de vista alimentici com<br />

de vestits. La “moda” matemàticament parlant és el valor que<br />

més es repeteix. És a dir, la “moda” és lo que fa la majoria, lo que<br />

més abunda. Però aquesta canvia constantment. prefereix la<br />

qualitat i la salut perquè son valors segurs i mai vos equivocareu.<br />

El bon gust no significa necessàriament gastar-se un muntó de<br />

diners en articles que vos anuncien com a bons o bonics.<br />

La sensació de alliberació que provoca la senzillesa és com<br />

un orgasme permanent. És difícil resistir-se a aquesta tendència<br />

una vegada que l’has provada. ¿Per què ens agraden tant les<br />

caricatures, quan estén fetes amb estima i gràcia? Perquè<br />

mostren els traços bàsics, identifiquen al personatge de seguida i<br />

somriem. La vida ha de ser també una caricatura, si volem<br />

desfruitar de les coses importants. En tots els sentits.<br />

Simplificar, reduir i no deixar-nos manipular. Així es com<br />

s’aconsegueix disciplinar el caràcter i veure les coses tal com<br />

son. Vos invite a provar aquesta filosofia. però no penseu que sóc<br />

una espècie de guru d´astó. Intente ser pragmàtic e introduir<br />

canvis en la meua vida, però com deia en l’editorial, estic en un<br />

procés de transformació i em costa com al que més. Però ho<br />

intente i crec que puc aconseguir-lo. Almenys proveu-lo i<br />

compareu els resultats. A mi em fascina.<br />

ABRIL 2009


MADRUGAR<br />

Bueno. Pues parece que ya estamos en Mayo. Nos ha<br />

costado adaptarnos a la Primavera y, poco a poco, nuestras<br />

hormonas se equilibran. Lo mejor que encuentro de esta época es<br />

la luz. Vivimos en el Mediterráneo y eso se nota. Ahora amanece<br />

antes y anochece más tarde.<br />

Llevo mucho tiempo sin practicar el sano deporte de<br />

madrugar. Esta noche pasada no tenía sueño, así que me he<br />

relajado sobre la cama y he ido dejando pasar los minutos. Sobre<br />

las 4 de la mañana he iluminado la habitación con velas y me he<br />

puesto a hacer Yoga y un poco de gimnasia y estiramientos.<br />

Seguidamente he hecho 10 ó 15 minutos de meditación, en la<br />

postura del diamante (la que usan los japoneses para comer en<br />

casa). Acto seguido he cogido ropa interior limpia, una camiseta,<br />

y un vaquero y me he dirigido al aseo. Me he dado una ducha<br />

caliente, mientras frotaba la piel con una manopla de cuerda,<br />

para eliminar la piel muerta y favorecer la circulación. Finalmente<br />

me he afeitado.<br />

La atmósfera y el ambiente que rodean la madrugada son<br />

sencillamente deliciosos. Con la luz atenuada y casi en plena<br />

oscuridad, apenas se oyen los pájaros y los madrugadores que<br />

trabajan en el Mercado de Abastos, en mi barrio. Ventilar un<br />

poco la casa, encender una varilla de incienso japonés, de lavanda<br />

y leer artículos atrasados de la revista “Integral”. Y ahora,<br />

escribir este pequeño artículo, como homenaje a una noche en<br />

vela y a las maravillas del silencio y la soledad. Cada vez me<br />

siento más cómodo en la quietud, conmigo mismo. Y cada vez<br />

soporto menos el estruendo de una ciudad, a pesar de que<br />

Crevillent es un pueblo relativamente pequeño. Odio el tumulto de<br />

los coches, su humo, sus cláxones; y las prisas, el estrés y el<br />

bullicio neurótico. Intento buscar momentos de soledad y<br />

aislarme todo lo posible de ese bombardeo continuo en que se ha<br />

convertido el mundo actual. Es casi una misión imposible:<br />

desconectar aparatos, no oír las noticias, no comprar prensa,


poner música suave o no ponerla, aislarse de conversaciones,<br />

centrar la atención en el presente. Una locura que, al menos en<br />

esta breve tregua, puedo evitar, para empezar un día quizás lleno<br />

de sorpresas.<br />

Un cambio profundo es, creo, cosa de muchos años.<br />

Reeducar el cuerpo, la mente y el espíritu requiere paciencia,<br />

constancia y valor. Hay que ser un poco flexible para estar<br />

abierto a los cambios, a captar los mensajes, consejos o ideas<br />

que puedan ayudarnos a disfrutar, a estar serenos y a estar más<br />

en sintonía con nosotros y los demás. Personalmente tengo<br />

tendencia a estresarme. O mejor dicho, a estresarme en el<br />

mundo actual que vivimos. ¿Cómo es posible que un pueblo de tan<br />

sólo 30.000 habitantes tenga una flota de más de 10.000 coches<br />

y más de 2.000 motos? No me lo he inventado, lo he leído en<br />

alguna publicación local. 1 coche cada 3 habitantes. Más de<br />

13.000.000 coches en España, en una estimación a la baja. Y<br />

podemos seguir multiplicando para englobar la C.E.E., estados<br />

Unidos, etc…Millones de tubos de escape escupiendo humo. Y a<br />

ello hay que sumarle los aviones, la quema de árboles, etc… En fin,<br />

lo dejaré aquí, porque no quiero estropearme el día.<br />

Creo que soy afortunado por no haberme dejado seducir<br />

por el vehículo de 4 ruedas. Entiendo que para mucha gente es<br />

casi imprescindible, pero en la mayoría de los casos hay otras<br />

opciones: bicicletas, transporte público, compartir el coche con<br />

amigos o compañeros, ir andando al trabajo o a otros sitios. Pero<br />

vaya, haga cada cual lo que le plazca.<br />

Ciertamente somos animales de costumbres, pero esa es<br />

precisamente la ventaja del ser humano, con respecto a otros<br />

animales: nos adaptamos a casi todo. Introducir ciertos aspectos<br />

en nuestra vida, poco a poco, nos resultarán útiles y agradables, y<br />

ganaremos paz y tranquilidad. Todos, creo, tenemos nuestro talón<br />

de Aquiles, nuestro punto débil. Pero observando y aprendiendo<br />

podemos proteger ese lado vulnerable. Me gustaría afirmar que<br />

he conseguido recuperar el equilibrio, pero no es totalmente<br />

cierto. No he llegado aún a mi meta y quizás tarde años en


ecuperar mi salud, pero gracias a mi constancia he logrado<br />

grandes cambios y llevo una vida aceptable. El hecho de sentir<br />

aún sensaciones desagradables en presencia de mis semejantes<br />

(miedo, inseguridad, cansancio, estrés…) me indican que aún no he<br />

conseguido superar mi dolencia. Es un síntoma de que se me exige<br />

cambios. Y en ello estoy. No es fácil, o al menos no demasiado<br />

fácil, pero vaya, es necesario y poco a poco lo iremos logrando.<br />

Son ahora las 7 y media de la mañana. Feliz día a todos y buena<br />

suerte.<br />

MAYO 2009


SALUD INTEGRAL<br />

Me gustaría dedicar este artículo a todas las medidas que<br />

pongo en práctica para mantener y recuperar mi salud física,<br />

psicológica y espiritual. En primer lugar, mi columna vertebral es<br />

la dieta vegetariana, un sistema de alimentación que depura, no<br />

es agresivo hacia el resto de animales, atempera las pasiones y es<br />

muy útil para lograr paz, serenidad y lucidez mental. Los únicos<br />

productos que incluyo del mundo animal son los huevos y el queso;<br />

todo lo demás proviene del reino vegetal: cereales, legumbres,<br />

semillas, hortalizas, frutas, verduras, aceites, etc…no es sólo un<br />

régimen, sino una filosofía de vida y un compromiso hacia la paz y<br />

el hambre en el mundo. Aparte de eliminar el dolor animal, los<br />

pastos necesarios para alimentar a una oveja o vaca, pueden<br />

utilizarse para cultivar vegetales, que alimentan a más gente.<br />

Realizo unas 5 ó 6 comidas al día; prefiero comer poco y a<br />

menudo, que realizar grandes comilonas que nos saturan, cargan<br />

el aparato digestivo y producen digestiones pesadas, gases y<br />

sensación de hartazgo. Hay que procurar combinar a lo largo del<br />

día un aporte de hidratos de carbono o energía (pasta, arroz,<br />

patatas, pan…) con proteínas o reparadores del tejido (queso,<br />

huevo, semillas, legumbres, frutos secos…) y vitaminas y<br />

minerales que intervienen en los procesos internos (hortalizas,<br />

verduras, fruta…).<br />

En segundo lugar el higienismo o vida natural. Visto sólo<br />

con prendas naturales, como algodón, lino o lana, tanto interior<br />

como exteriormente. Los productos derivados del petróleo son<br />

agresivos hacia la piel, cargan el cuerpo de electricidad estática,<br />

nos quitan energía y son una fuente de contaminación, tanto en su<br />

producción como en su deshecho. Las prendas orgánicas<br />

transpiran y absorben mejor el sudor, sin el peligro de los<br />

posibles focos de hongos y erupciones cutáneas.<br />

Duermo todo el año con la ventana de mi habitación abierta,<br />

para ventilarla y evitar las altas concentraciones de anhídrido<br />

carbónico de la respiración, un potente veneno que nos desgasta,


nos produce cansancio y somnolencia y satura las células. Desde<br />

hace muchos años, soy incapaz de dormir en una habitación<br />

cerrada. Me produce claustrofobia y la sensación de que voy a<br />

morir contaminado o asfixiado. La sensación de limpieza, incluso<br />

en pleno invierno, es de una pureza sublime. Por otro lado duermo<br />

a ras del suelo, con un somier de láminas. Me gusta pensar que<br />

estoy cerca de la tierra y que estar elevado desnaturaliza. Las<br />

camas actuales son un invento absurdo, que nos alejan de las<br />

sensaciones primitivas, cuando la gente dormía cerca de la tierra.<br />

En cuanto a la higiene personal, en invierno es suficiente<br />

con ducharse 1 ó 2 veces por semana (en verano 2, 3 ó 4 veces),<br />

aunque debemos realizar una higiene corporal diaria, lavando las<br />

zonas pilosas con agua y jabón. La piel no debe sufrir las<br />

agresiones del contacto continuo con productos corrosivos, como<br />

los jabones. Las duchas de verano deberían consistir en aplicar<br />

jabón a las zonas pilosas y simple agua a la piel, excepto un día a<br />

la semana que podemos aplicar este producto, junto a una<br />

manopla de cuerda, para eliminar las células muertas. Ropa<br />

sencilla y cómoda y un calzado adecuado son suficientes; la moda<br />

muchas veces nos presiona a comprar cosas que no nos gustan, y<br />

que sólo sirven para gastar más dinero, llenar los armarios y<br />

cajones y sentirnos defraudados y con una sensación de hastío.<br />

Hacer ejercicio a diario es fundamental, ya sean labores<br />

domésticas, deporte o, sencillamente, caminar, que es muy<br />

completo y además gratis. Ordenar la casa, lavar, hacer la<br />

comida; cualquier ocupación es buena para mantenernos ocupados<br />

y activos. Hay que aprovechar cualquier ocasión para pasear. Ir a<br />

los sitios más lejanos para procurarnos lo que necesitamos,<br />

cualquier excusa es buena para dejar el coche (quien lo tenga) y<br />

caminar por las calles, los parques, el campo o la playa…<br />

En tercer lugar las distracciones o entretenimientos. Toda<br />

ocupación debe satisfacer las necesidades internas del ser<br />

humano. Cada persona nace o se desarrolla con unas habilidades y<br />

aficiones, que hay que potenciar desde nuestra infancia. En mi<br />

caso me gusta leer, escribir, oír música, pintar, caminar y hacer


labores domésticas. También es bueno descansar, relajarnos o<br />

meditar, escuchando el silencio, la naturaleza, una buena música o<br />

viendo una buena película o documental. Es conveniente no<br />

cargarse mucho con la T.V., la radio o la prensa, donde la mayoría<br />

de las noticias son tristes, dramáticas o negativas. En cuanto al<br />

trabajo, cada uno debe buscar el que mejor le convenga, aunque<br />

quizás pasen años hasta encontrar el adecuado. Aparte de<br />

proporcionarnos dinero, debe satisfacer nuestras habilidades,<br />

nuestras aficiones y nuestra filosofía de vida. Merece la pena<br />

ganar menos y estar más cómodo y sereno.<br />

Creo que el secreto de la paz, la serenidad y el amor es la<br />

vida natural. Nada nos cura más intensamente de nuestras<br />

dolencias que dejar de lado el estrés, las prisas, la mala<br />

alimentación, la falta de descanso, el abuso de drogas, la rutina,<br />

el trabajo excesivo y el alejamiento de nuestros principios y<br />

filosofía de vida. Tenemos que procurarnos descanso y soledad,<br />

hobbies, sanas amistades, ocupaciones agradables, pero sobre<br />

todo, alimentar ese yo interior, conciencia interna o espíritu<br />

personal que nos guía, a poco que le escuchemos. La sencillez en<br />

toda nuestra vida es la clave de una buena salud integral, que nos<br />

vuelve más humanos y nos permite captar la belleza y la poesía,<br />

ser comprensivos ante el dolor, receptivos ante nuestro entorno<br />

y fuertes ante la multitud de estímulos que a veces sufrimos en<br />

la vida urbana y actual.<br />

Mi principal defecto es sin duda el orgullo. En muchas<br />

filosofías y religiones, acertadamente, se pretende destruir el<br />

ego. Es conveniente abrirse al dolor ajeno, participar con más<br />

gente en el día a día, alejarse del exceso de estímulos y llevar<br />

una vida saludable. La meditación, la soledad, el paseo, hacernos<br />

responsables de nuestra vida y ser realistas pueden ayudar a<br />

destruir ese armazón interno que procura dolor y nos hace<br />

alejarnos del resto. Es difícil destruir en poco tiempo las<br />

relaciones difíciles y las conductas egocéntricas. Requiere<br />

esfuerzo y disciplina, pero los resultados merecen la pena. No<br />

quiero criticar más esta civilización. Ya lo he hecho y no quiero


insistir más en ello. Es preciso crear una nueva y todos somos<br />

responsables en el día a día. A veces he pensado que esto se<br />

acababa, pero creo que si algún día el mundo desaparece no<br />

tenemos la capacidad de conocer el momento. Creo que el<br />

mensaje debe ser de esperanza y de disfrutar los pequeños<br />

detalles y placeres de la vida. Lo que pueda ocurrir no debe<br />

preocuparnos. Nuestra misión debe ser la de hacer un mundo más<br />

bello, más justo y menos doloroso. Y podemos hacerlo.<br />

Aprendiendo, recuperando y enseñando lo poco o mucho que<br />

sabemos. El viaje de la vida puede empezar hoy mismo. Suerte y<br />

salud a todos.<br />

JUNIO 2009


CARTA A UN AMIC<br />

Cada vegada estic més convençut de l’abordatge integral en<br />

el tractament de qualsevol malaltia, o dit d’una altra manera, de<br />

veure globalment a l´individu en lo que respecta a la seua salut i<br />

equilibri.<br />

Segurament de menuts posseíem una major capacitat<br />

d’intuïció i de saber lo que ens convenia i lo que ens desagradava.<br />

Encara la visió autosuficient que molts adults tenen, que<br />

sempre miren als nens com a sers incomplets i en procés de<br />

formació, son més savis que nosaltres en molts aspectes. Per això<br />

es convenient escoltar-los. A voltes lo que pareix testarrudesa<br />

es una senyal per a dir-nos que alguna cosa no va bé o que estem<br />

violentant la certesa que un nen posseeix i que, de vegades, no té<br />

cap explicació “adulta”.<br />

Però m’estic apartant de l’objectiu d’aquest article. Bé, com<br />

a malalt mental he de fer un esforç suplementari per a poder<br />

gaudir de la tan apreciada salut i del tan meravellós equilibri.<br />

L’objectiu prioritari, doncs, durant molts anys ha segut,<br />

naturalment, recuperar la salut. Encara que a voltes se m’oblida,<br />

determinats aconteixements em posen de nou en el bon camí.<br />

No és necessari una voluntat de ferro (o potser si, no ho<br />

sé) per a introduir petits canvis i rutines saludables a l l’hora de<br />

fer-nos sentir millor. Parle, evidentment, des de la meua<br />

experiència personal, però he de dir que no em trobe encara<br />

totalment curat de les meues dolences. Aixina que jo també<br />

m’apliqui el compte i em pose mans a l’obra. Continue amb la dieta<br />

vegetariana, encara les meues “caigudes” en la temptació de<br />

menjar carn i peix (i ja vaig pels 11 anys), que sí, que està molt<br />

bo, però que hauríem d’evitar, per la seua nocivitat i perquè no<br />

podem continuar infligint més dolor al regne animal. Sé que costa,<br />

lo sé per experiència, però per a poc que ho intentem podem<br />

aconseguir-lo i ens sentirem millor, física, psicològica i<br />

moralment. Aquesta dieta ajuda també a controlar i quasi<br />

reduir el consum d’alcohol.


El tema de les drogues és molt controvertit i en hi ha<br />

gustos per a tots. Si observem la Història comprovem que la<br />

introducció de certes substàncies en la cultura humana obeeix a<br />

connotacions màgiques, rituals, religioses i comunitàries. El ser<br />

humà ha buscat productes que li sacaren del seu estat<br />

habitual; en última instància volia aconseguir un canvi de<br />

consciència, bé per a escapar de la rutina, per a accedir a altres<br />

plans de consciència, tenir inspiracions o visions o fomentar els<br />

llaços d’unió dintre de la comunitat. Generalment les drogues<br />

només es consumien en moments determinats, com festes, rituals<br />

o celebracions col·lectives. Només observant l’antic xamanisme<br />

(que encara perviu en molts pobles “primitius”) veiem que les<br />

drogues estan per a certes activitats i només per a això.<br />

El problema actual de les drogues es que s’han convertit<br />

en substàncies purament recreatives, dintre d’un culte a<br />

l’hedonisme i una fugida del dolor i de les dificultats de la vida. El<br />

haixix, per exemple, com la majoria de substàncies psicodèliques,<br />

eren utilitzades per a operar un canvi de consciència, bé per a<br />

motius terapèutics, rituals o per a crear una actitud d’unió en un<br />

grup. Per tant, consumir psicodèlics era quelcom esporàdic i amb<br />

un motiu concret. Per tant, ¿com estranyar-nos de la quantitat<br />

de conflictes, problemes personals i socials que es deriven d’un<br />

ús (i abús) purament recreatiu del consum de haixix, marihuana,<br />

L.S.D., mescalina, etc...? Lo que estava reservat per a<br />

esdeveniments concrets, es converteix en un hàbit, en una<br />

entrada a la evasió i el consum sense límits.<br />

Personalment he consumit també haixix i conec els efectes<br />

que provoca. Conec el canvi de consciència, la reducció de<br />

l’ansietat, el agermanament amb els amics que també l’han<br />

consumit, el augment de l’apetit, el desig sexual, les ganes de<br />

riure, la sensació (en definitiva) de que tot està bé. Però també<br />

conec les paranoies, el desinterès per les coses, l’abandonament<br />

de les motivacions i projectes, la fredor davant els sentiments<br />

dels demès, la marginalitat, les amistats inconvenients, els<br />

problemes derivats del seu ús amb les autoritats, la família o la


pròpia persona, el deterioro de funcions cerebrals, per un ús<br />

abusiu; la esquizofrènia, en definitiva.<br />

Una altra droga que ens acompanya des del principi dels<br />

temps és, com no podia ser d’una altra manera, l’alcohol, una<br />

droga mediterrània (el vi de raïm) o egípcia i cèltica (la cervesa),<br />

entre altres, que desprès va derivar, per destil·lació en alcohols<br />

més forts com el whisky, la ginebra, el ro o el vodka. Associat a<br />

rituals dionisíacs, també va a estar present en actes col·lectius i<br />

comunitaris, rituals de pas i, en general, com els psicodèlics, per<br />

a propiciar l’eixida del món, la extraversió, la rialla, la festa i la<br />

unió entre participants en orgies, comensals o simplement com a<br />

forma de socialització. Ni que dir té que el pas dels fermentats<br />

(cervesa, 5 graus) o vi (12 graus) als destil·lats (40 graus) va<br />

representar el salt que va del mareig a la bogeria. Igualment,<br />

com ha passat amb respecte als al·lucinògens, s’ha pervertit el<br />

seu ús i ha passat de droga màgica a droga recreativa, de<br />

consumir-la en moments senyalats a fer-lo habitualment i per<br />

qualsevol motiu.<br />

No estic a favor ni en contra de les drogues, però tinc<br />

una malaltia mental, conec un poc la Història i busque sempre<br />

l’equilibri i la salut. No vuig fer apologia ni persecució de les<br />

drogues. La majoria de nosaltres ha consumit, consumeix o<br />

consumirà drogues. Lo que pretenc amb aquest article és<br />

prevenir contra el mal uso de les drogues. Ningú pot obligar o<br />

prohibir el consum de drogues a ningú, encara que la llei estiga a<br />

favor o en contra. Si una persona vol consumir alguna cosa, lo<br />

farà, bé públicament (si es pot) o clandestinament (si no es pot,<br />

està prohibit o no li deixen). Però com a malat mental tinc una<br />

responsabilitat amb mi mateix i la resta de malats mentals.<br />

Moltes vegades no es podrà evitar el consum de certes<br />

substàncies, però es necessari ser intel·ligent i procurar evitar el<br />

seu ús i abús, reduir al mínim (o eliminar per complet) el consum<br />

d’aquestes drogues, que per altra part han perdut el seu caràcter<br />

primitiu. El abús de les drogues, com el abús de qualsevol<br />

cosa, és perjudicial, és una malaltia i provoca malaltia, més


prompte o més tard. I també astó puc dir-lo per experiència<br />

personal. Lo que en principi pot començar com una cosa divertida,<br />

pot convertir-se en un infern personal i social. Consumeixes<br />

drogues o no, pensa sempre lo que vas a obtenir i lo que pots<br />

perdre, procurant EVITAR AL MÀXIM EL CONSUM DE<br />

QUALSEVOL DROGA. I si tens problemes amb elles, demana<br />

ajuda o possiblement acabaràs pitjor de lo que estès.<br />

P.D.: Aquest article està dedicat a un amic que ha tingut<br />

problemes. M’agradaria que reflexionara respecte a la seua<br />

situació i, sobretot, que confiara més en la seua família i molta<br />

gent que l’estima de veritat, inclòs jo mateix. Confíe en tu.<br />

DICIEMBRE 2009


AMOR SEXUAL:<br />

“El sexo os hará libres” rezaba el frontón del templo de<br />

Délos, en Grecia. ¿O era el conocimiento? Bueno, en cualquier<br />

caso, casi es lo mismo.<br />

Desde que el pensamiento grecolatino y, más tarde, el<br />

judeocristianismo empezaron a campar por estas latitudes,<br />

perdimos la inocencia y se empeñaron en hacernos creer, a golpe<br />

de decreto imperial, cláusulas monárquicas o bulas papales, que el<br />

amor debía guiar nuestras vidas, que sin él la persona (otro<br />

concepto que se las trae) se brutaliza; algo que parece ser nos<br />

separa del mundo animal. Y lo peor es que desde entonces, nadie<br />

se ha puesto de acuerdo en qué demonios es eso del amor.<br />

En Oriente no existe separación entre lo físico y lo<br />

espiritual. Entonar un himno o una oración a Shiva tiene tanto<br />

valor como practicar cualquier posición del Kama Sutra. Cocinar<br />

un arroz al curry que practicar Yoga. Cualquier manifestación del<br />

ser humano debe ser realizada con devoción, prestando atención<br />

y disfrutando el presente. Por desgracia, y aunque parece que la<br />

balanza comienza a oscilar y cambian los valores, nos llevan<br />

muchos siglos de ventaja.<br />

Bien. De sobra es conocido el ensañamiento con que la<br />

Iglesia ha perseguido herejes, por el único y divertido delito de<br />

celebrar orgías, bacanales y, en definitiva, por practicar el sexo<br />

cómo, cuándo y con quién mejor le pareciese. Durante la Edad<br />

Media, muchas mujeres subieron a la hoguera acusadas de<br />

tirarse al Maligno después de ingerir una buena dosis de hongos<br />

psicodélicos. Polvo brutal donde los haya, así que sólo cabe añadir<br />

el que les quiten lo bailado.<br />

Sin entrar a exhibir el comportamiento libidinoso del clero,<br />

que, bajo manga y con nocturnidad, ha hecho también sus pinitos<br />

en el campo del fornicio (pederastia, túneles entre monasterios<br />

próximos de sexo contrario, maridajes a viva voz con parientes<br />

cercanos y un largo etcétera), sólo quería dejar claro que el sexo<br />

es una fuerza poderosa, a la que ni los santos varones de Roma


han podido resistirse. Ni cilicios ni gatos de siete colas. La<br />

Naturaleza es un tsunami que se ríe de los ridículos diques de<br />

contención de la razón.<br />

Y si el sexo aletea desde nuestra infancia, ¿por qué<br />

demonios nos empeñamos en ocultarlo, en disfrazarlo, en<br />

reprimirlo? Al fin y al cabo, ¿qué hay de malo? Uno de los<br />

argumentos que muchos autores de nuestra mohosa y mustia<br />

civilización esgrimían era así de básico: el sexo nos deshumaniza;<br />

nos embrutece, nos aleja de Dios y de nuestros más nobles<br />

sentimientos y pensamientos. Personalmente me parece una<br />

gilipollez, habida cuenta que para mantener esa postura se<br />

necesita toda una vida dedicada a mirar para otro lado cuando el<br />

sexo escuece entre las piernas.<br />

Y al fin y al cabo, ¿qué se nos vende por amor? San Valentín<br />

y los centros comerciales; la boda en la que tenemos que empeñar<br />

hasta los testículos; una campaña de imagen ante la sociedad de<br />

la que se acaba hasta las narices, representando un papel que se<br />

cae a pedazos. No estoy en contra del amor. Me parece un<br />

sentimiento noble, cuando es espontáneo y sincero. Y también<br />

cuando ese amor no necesita de aderezos o salsas protocolarias.<br />

Pero me gustaría dejar bien claro que el sexo no ocupa una<br />

división inferior, y que el “sexo sin amor” también es posible. Al<br />

menos sin el amor occidental del que antes he hablado.<br />

Yo entiendo por amor el respetar a la otra persona; el<br />

colocarla en el mismo plano de igualdad que nosotros; en hacer<br />

que se encuentre a gusto en nuestra presencia, sin artificios ni<br />

doble intencionalidad; en definitiva, en que disfrute de nosotros<br />

como lo hacemos con él o ella. Así de claro. Todo lo demás son<br />

convencionalismos sociales y ganas de engañarse a uno mismo, a<br />

tu pareja y a los demás.<br />

Respeto, no obstante, la actitud de la gente que dice estar<br />

enamorada, y aunque ya he mostrado mi opinión sobre lo que<br />

entiendo por amor, a veces de nada sirve influir en situaciones<br />

ajenas. Yo también he pasado por la etapa del amor platónico, de<br />

las princesas azules y de la querencia espiritual. Pero me atrae


mucho más practicar juegos prohibidos y tener un igual en mis<br />

relaciones sexuales. Aparte del sentido común, entendido como el<br />

Inconsciente Colectivo, y ciertas normas de respeto hacia uno<br />

mismo y los demás, no creo que haya nada prohibido o condenable<br />

en cualquier práctica sexual: homosexualidad; prostitución<br />

voluntaria, cibersexo, parejas, tríos, bacanales; fantasías;<br />

posturitas… lo que se os ocurra.<br />

No en vano uno de los chacras hindúes se localiza en la zona<br />

genital. Por algo será. No quiero terminar haciendo apología del<br />

sexo libre; allá cada cual. Tan sólo mostrar que el sexo forma<br />

parte del ser humano, que es tan importante como el amor bien<br />

entendido o la razón, y que no podemos desperdiciar<br />

estúpidamente uno de los mejores instrumentos de placer que<br />

Dios, la naturaleza, el diablo o quien sea nos ha proporcionado.<br />

Así de claro y sencillo.<br />

NOVIEMBRE 2006


MADRE TIERRA<br />

Hace poco leía en el Magazine del periódico<br />

INFORMACIÓN un excelente artículo (como todos los que hace)<br />

de Lucía Etxebarría. Hablaba de la diferencia entre los países<br />

ricos y los pobres, de la explotación que desde hace siglos, y aún<br />

hoy, realizan los primeros sobre los segundos.<br />

Es injusto y no podemos seguir callándolo. Es vergonzoso<br />

que el nivel de vida de nuestra civilización deba apoyarse en la<br />

miseria del Tercer Mundo. Debemos reaccionar contra esa<br />

explotación económica y cultural. No podemos seguir valorando a<br />

las personas por lo que tienen, más que por lo que son. Pero la<br />

riqueza no da siempre la felicidad. Se sabe desde siempre, y creo<br />

que la subida del nivel de vida o el acceso a mejores servicios,<br />

individuales o sociales, nos está conduciendo a una galopante<br />

infelicidad y a una segregación de los lazos que unían a las<br />

personas. La solidaridad nace de la necesidad, de la adversidad y<br />

de sentir como nuestros los problemas ajenos. No podemos<br />

seguir despilfarrando riqueza, cuando sabemos que muchas<br />

familias, en otros lugares, sobreviven con un puñado de €uros al<br />

día.<br />

La Historia es una cadena de éxitos y fracasos y una<br />

tentativa del ser humano por encontrar el equilibrio entre la<br />

Naturaleza (asfixiante y amenazadora en nuestros inicios) y la<br />

Razón (que hoy usamos con demasiada ligereza). Culturas tan<br />

antiguas como la china saben por experiencia que lo masculino (el<br />

Yang) y lo femenino (el Yin) deben mantenerse en una buena<br />

relación. Durante la Prehistoria, los seres humanos debían<br />

sobrevivir al entorno hostil, dedicando muchas horas a conseguir<br />

alimento, a desplazarse en busca de recursos, a luchar contra el<br />

calor, el frío o los animales y, en general, a poder seguir viviendo.<br />

Actualmente es de sobra conocido (otra cosa es que nos impacte)<br />

los desastres hacia la Naturaleza. Nos hemos acostumbrado a las<br />

catástrofes ecológicas con demasiada facilidad, como si fuese<br />

algo natural, lo cual no es cierto. No se trata de conservar el


ecosistema a nuestros herederos (que ya es de por sí loable). Es<br />

que estamos cavando nuestra propia tumba. La gente debe<br />

concienciarse de que debemos respetar la naturaleza, ahorrar y<br />

no despilfarrar agua y energía, no caer en el consumismo que nos<br />

obliga a comprar cosas que no necesitamos, a reciclar papel,<br />

plásticos o vidrio y a llevar una vida sencilla, ecológica y libre (en<br />

lo posible) de contaminaciones acústicas, ambientales o visuales.<br />

No se trata de renunciar al progreso, si no de usarlo sabiamente.<br />

La Tierra lleva décadas gritando su dolor, y nos negamos a<br />

escucharlo. Décadas suplicando un trato digno y respetuoso,<br />

desde su antigua sabiduría. ¿Cuándo abriremos nuestros oídos?<br />

Esperemos que pronto o será ya demasiado tarde.<br />

DICIEMBRE 2006


5. CRÍTICA SOCIAL<br />

“Mirada desde sus resultados, la vida vagabunda e<br />

inadaptada es una cantidad negativa. Pero mírese a ella misma, al<br />

movimiento interior del espíritu, indócil, inquieto, arisco,<br />

exigente, que no se deja modelar por las imposiciones del medio,<br />

que prefiere ser fiel a su individual destino, aunque esto le<br />

cueste renunciar al triunfo en la sociedad. Al punto notamos la<br />

nobleza, la dignidad que hay en esa manera de enfrontarse con la<br />

vida. (…). Bajo esta nueva perspectiva la adaptación toma los<br />

caracteres de una caída, de una inercia, de una vil sumisión a la<br />

esclavitud”.<br />

JOSÉ ORTEGA Y GASSET. “El Espectador”. Salvat<br />

Editores, S.A., Navarra, 1970. p. 37


COLORES<br />

La oleada de inmigrantes a nuestra civilización occidental es<br />

casi imparable, y personalmente creo que en los próximos años<br />

irá a más. Es lógico pensar, por otro lado, que esto suceda: el<br />

reclamo del Paraíso es un imán para miles de personas que viven<br />

en la periferia de nuestras fronteras. Que luego la realidad aquí<br />

sea distinta a lo que se habla, se oye, se ve o se imagina, es otra<br />

historia.<br />

Pero las diferencias económicas y sociales, con o sin<br />

inmigrantes, son brutales, aquí y en todo el mundo. En esta lucha<br />

por la supervivencia y por acceder a nuestro trozo de pastel,<br />

muchas veces nos olvidamos de que todos tenemos derecho a<br />

vivir dignamente. La marginación diaria es a veces la moneda<br />

corriente del colectivo extranjero, que abarca desde la<br />

xenofobia o el racismo hasta la precariedad laboral, la ilegalidad<br />

o la prostitución forzosa no voluntaria.<br />

¿Qué demonios está pasando en Occidente? La gente tiene<br />

miedo de perder su mísera existencia, de contagiarse de<br />

enfermedades o diferencias culturales. Tienen miedo de que sus<br />

hijos se mezclen con lo que para ellos es sinónimo de basura.<br />

Quiero pensar que esto no es generalizable, pero en la actitud y<br />

el lenguaje de mucha gente se aprecia una preocupante<br />

inclinación hacia ideales insolidarios y claramente fascistas.<br />

La convivencia cotidiana con la inmigración está sacando a la<br />

superficie viejos miedos, odios y situaciones que no fueron<br />

superadas. Y quien más poder, influencia y riqueza posee, más<br />

vulnerable y atacado se siente. Pero hasta que no asumamos que<br />

las fronteras y culturas son barreras creadas artificialmente no<br />

estaremos preparados para acoger a toda la masa de gente<br />

foránea que presumiblemente seguirá acudiendo a tierras<br />

occidentales. De nada sirven leyes represivas, perseguidoras o<br />

entorpecedoras de esa llegada; ni estupideces como la que<br />

protagonizó el Rey al visitar, de un modo neocolonialista, las<br />

ciudades de Ceuta y Melilla. O su desplante ante el Presidente de


Venezuela, Hugo Chávez, cuando éste acusaba al expresidente<br />

Aznar de fascista. Ese “¡¿Por qué no te callas?!” expresa a la<br />

perfección el sentimiento del ciudadano medio hacia los<br />

habitantes del “Tercer Mundo”. “¿Por qué no te callas? ¿Por qué<br />

no te largas a tu país? ¿Por qué vienes a molestarnos, a<br />

invadirnos, a contagiarnos…?<br />

En fin. No tengo donde caerme muerto. Tengo familia y<br />

casa, y no me falta la comida y el techo o el vestido, pero aparte<br />

de eso, poco puede quitarme nadie, venga de dentro, de fuera, de<br />

arriba o de abajo. Así que estoy vacunado contra esa epidemia<br />

que, esta vez sí, parece invadir nuestras latitudes: el odio y el<br />

malestar hacia culturas diferentes a las que estamos<br />

acostumbrados. Que la amenaza se llame Marruecos, Colombia,<br />

Ecuador, Nigeria o Rumania me trae sin cuidado. No me siento<br />

especialmente atacado por gente de estos países y creo que el<br />

ser humano es bastante similar en culturas como, por ejemplo, la<br />

islámica, la sudamericana, la china, la subsahariana o la que se os<br />

ocurra.<br />

Es cierto que cada vez se están revolviendo las tripas y las<br />

conciencias de muchas personas, pero personalmente me importa<br />

poco. Creo que compartir, colaborar y ayudar a que la vida sea<br />

más justa y equiparable para todos es el motor que debe regir la<br />

existencia, y no la actitud avariciosa, egoísta y xenófoba de<br />

gente que sólo entienden su vida pintada de un mismo y aburrido<br />

color. La vida, por fortuna, nos ofrece una extensa gama de<br />

colores, que agradezco de todo corazón.<br />

ENERO 2008


EN LA FRECUENCIA ADECUADA<br />

Hace casi 30 años, el embajador de Chile en La India,<br />

Miguel Serrano, escribía estas palabras, en una carta dirigida al<br />

psiquiatra Carl Gustav Jung: “El Camino es el de la Alquimia. La<br />

India no obtiene más resultados por ese camino. En cambio, el<br />

Occidente ha agotado la posición racional. Mejor para el hombre<br />

blanco occidental retirarse entre bastidores. El Occidente<br />

tendrá que aprender a ser ilógico”.<br />

Y en la contestación que Jung hacía a aquel, se leía lo<br />

siguiente: “Nuestra conciencia sólo imagina que ha perdido a sus<br />

dioses, en realidad ellos están todavía allí, y sólo necesitan una<br />

condición general para resurgir con una mayor fuerza.<br />

Como nosotros hemos perdido ampliamente nuestros<br />

dioses y el estado actual de nuestra religión no nos ofrece una<br />

respuesta eficaz nos encontramos en un aprieto semejante al de<br />

la Alemania prenacionalista del año 20. Es decir, epidemia mental<br />

y guerra.<br />

Hay algo como una convincente Verdad, pero nosotros<br />

hemos perdido su visión, debiéndose mayormente a nuestro<br />

intelecto, en aras del cual sacrificamos nuestra certeza moral”.<br />

El libro, del cual he extraído las cartas, está al alcance de<br />

cualquiera (“El Círculo Hermético”, Miguel Serrano, Grupo Libro<br />

88, S.A., Colección Paraísos Perdidos, Madrid, 1992) y ofrece un<br />

interesante punto de vista de dos grandes visionarios y poetas<br />

(cada uno a su manera) que nacieron en la segunda mitad del siglo<br />

XIX. Me refiero al ya citado Jung y al no menos polémico<br />

Hermann Hesse. Sus “profecías”, como las que lanzara Ortega y<br />

Gasset en la España de los años 20, son de plena actualidad y una<br />

verdadera balsa a la que aferrarse en estos tiempos de Kali-Yuga<br />

o Edad de Hierro de la Humanidad.<br />

El Tercer Mundo, como en los días de la Roma Imperial,<br />

penetra por todos los límites de nuestras fronteras, acude como<br />

los insectos hacia un farol en plena noche. Es una invasión, sin<br />

duda, aunque quizás tan sólo sea la vuelta de un boomerang, la


consecuencia de siglos de dominación, colonialismo y primer plano<br />

en la vida política, social, económica, cultural y ¿por qué no?<br />

militar. La “fortaleza” se desintegra, hace aguas por todas<br />

partes y es sólo cuestión de tiempo que reviente y caiga al suelo,<br />

estrepitosamente y de manera rotunda. Lo estamos viendo. Sólo<br />

que ahora no son visigodos, alanos, vándalos, ostrogodos,<br />

lombardos, germanos, anglos o sajones, sino marroquíes,<br />

argelinos, rumanos, colombianos, ecuatorianos, argentinos, chinos<br />

y un largo etcétera.<br />

Es un hecho que el bastión europeo se agrieta, incapaz de<br />

guardar por más tiempo su Tesoro: la riqueza y opulencia<br />

económica, la fuente de oportunidades y, en definitiva, el poder<br />

vivir de acuerdo al sueño que hemos restregado por la cara a los<br />

habitantes de los que, alguien poco acertado, llamó el Tercer<br />

Mundo.<br />

El modelo socialista/comunista cayó, al igual que el<br />

norteamericano/europeo occidental lo hará, tarde o temprano. Y<br />

es un hecho también que, como las cartas de hace 30 años que<br />

reproduje, los países más pobres demandarán más protagonismo,<br />

más riqueza y más oportunidades. El problema no es tanto esta<br />

situación, que ya vivimos y que cualquier analista puede observar.<br />

El problema son las consecuencias que puedan tener en un plazo<br />

no muy lejano.<br />

Personalmente me preocupa que las nuevas generaciones<br />

reacciones con odio y sean presa fácil de las corrientes<br />

neofascistas y que, por lo que observo, muestran ya actitudes<br />

hacia ciertos colectivos que son de un contenido ciertamente<br />

peligroso: grabación de videos caseros o con el móvil de violencia<br />

hacia gente indefensa; acoso, insultos y agresiones a compañeros<br />

de clase; violencia física y verbal hacia discapacitados o<br />

vagabundos; convivencia “normalizada” y cotidiana con la<br />

violencia; odio y actitudes agresivas hacia inmigrantes y, en<br />

general, la ley del más fuerte y a actitud cobarde que conlleva el<br />

actuar en grupo respaldado por una tribu de canallas, faltos de<br />

sensibilidad y verdadera hombría. Por suerte esta actitud no es


generalizable, así que no se puede meter a todo el mundo en el<br />

mismo saco.<br />

En fin, es una actitud patética que obedece a múltiples motivos:<br />

no sólo la imitación de los modelos de muchos adultos, sino el<br />

consentimiento de todo aquello que piden, la vida dentro de la<br />

abundancia, la falta de valores y el hecho de que la cantidad<br />

siempre es incompatible con la calidad. Es innegable que por cada<br />

persona que merece la pena hay 15 ó 20 de estos protoindividuos,<br />

que supongo, han nacido para hacer bulto y llenar los censos de<br />

los funcionarios de rigor. En fin amigos. Estar preparados porque<br />

esto es sólo el principio. Creo que las cosas van a ir a peor y no es<br />

por falta personal de antidepresivos, sino porque las señales son<br />

evidentes y basta con tener las antenas enfocadas en la<br />

frecuencia adecuada. Ánimo y esperemos que esto no sea el<br />

Apocalipsis, porque me piílla fuera de juego y no tengo hechas las<br />

maletas.<br />

MARZO 2008


TRIBAL PEOPLE<br />

Vivimos en una época que tiende a homogeneizarlo todo: el<br />

comer, el vestir, el pensamiento, el ocio, el arte, la filosofía, la<br />

religión…la cultura, en definitiva. Buscar el origen de esta<br />

globalización es difícil, pero es innegable que muchas fuerzas<br />

luchan por ese objetivo, que esconde un propósito aún más<br />

macabro: controlar y domesticar el espíritu de individuos y<br />

pueblos. Quizás en el papel de Guardián del Nuevo Orden, que<br />

Norteamérica ha asumido, tras el fin de la Segunda Guerra<br />

Mundial, se encuentre el origen de esta idea que ya pulula por<br />

todos los rincones del Planeta.<br />

Sin embargo, la vida es pluralidad, contraste, riqueza<br />

cultural, diferencias. Aunque podemos afirmar –quizás en la línea<br />

del psiquiatra Gustav Jung - de que existe un sustrato común en<br />

todos los seres humanos, un mínimo común en todo espacio y<br />

tiempo de la historia del Mundo o una raíz que nos iguala a todos,<br />

lo cierto es que lo esencialmente importante es el hecho de que<br />

hasta no hace mucho tiempo existía una infinita pluralidad<br />

cultural.<br />

El Humanismo, en su carácter general, no es otra cosa que<br />

el hermanamiento internacional, el sentir como próximo al<br />

diferente, al “otro”, en derribar fronteras y en la unidad global<br />

Pero eso no quita que sea necesario y útil el mantener las<br />

diferencias, porque ello nos enriquece y nos hace expandirnos y<br />

abrir nuestras mentes a lo desconocido.<br />

Partiendo prácticamente de un origen común africano de<br />

toda la Humanidad (el Australopithecus) y la expansión 2<br />

millones de años después del Homo Erectus por todos los<br />

continentes, el ser humano ha ido creando infinidad de culturas,<br />

en virtud de su medio de subsistencia, del clima, de su religión y<br />

creencias, en definitiva, de su posición en el espacio, en el tiempo<br />

y en infinidad de coordenadas diferentes, lo cual creó cientos,<br />

quizás miles, de realidades propias y genuinas. Sería imposible<br />

enumerar todas las culturas que han ido surgiendo desde,


pongamos por caso, la revolución neolítica, hace ahora unos<br />

8.000 años. Hoy, sin embargo, esa tendencia está invirtiendo su<br />

trayectoria. Existe una tendencia a volver a unir lo diferente,<br />

a pasar el rasero de modo que nada sobresalga, que nada ni nadie<br />

pueda tener el honroso honor de ser diferente. A grandes rasgos<br />

podemos señalar hoy 7 culturas: la islámica, la subsahariana, la<br />

occidental (USA incluida), la oriental y quizás las realidades<br />

sudamericanas y la de los pueblos de Oceanía. Evidentemente es<br />

algo caricaturesco, pero hoy hay más parecido entre un francés y<br />

un norteamericano, o entre un francés y un japonés que la que<br />

había, por ejemplo, entre un romano y un habitante de Germania,<br />

vecinos del Imperio. ¿Por qué sucede esto? ¿Es algo<br />

programado? ¿Existe un complejo sustrato ideológico al que<br />

beneficie esta situación? Evidentemente y como he apuntado<br />

antes, el control es más fácil dentro de la uniformidad, del<br />

pensamiento único, de la igualdad de culturas y aspiraciones. Es<br />

un hecho tan cierto como la salida diaria del sol. Un enorme<br />

ejército de replicantes, de clones, de mentes condicionadas de<br />

modo sutil y otras veces menos delicadas. Una realidad<br />

aparentemente surrealista, alucinante y más propia de la ciencia<br />

ficción, pero que se está imponiendo y parece ser, si no lo<br />

remediamos, el futuro de la Humanidad.<br />

Y en este contexto nos encontramos con los pueblos<br />

“primitivos”. Los restos de un naufragio que luchan por<br />

sobrevivir. Desde organizaciones como SURVIVAL, se lucha por<br />

su existencia, por reivindicar todo lo diferente, por mostrar al<br />

mundo que son nuestra memoria, el hecho palpable de que su vida<br />

cotidiana refleja nuestros orígenes. Alguna vez fuimos como<br />

ellos, sintamos o no vergüenza o pudor. Empresas mineras,<br />

petrolíferas, compañías madereras, extractoras de oro o<br />

diamantes, intereses urbanísticos… Toda una serie de amenazas<br />

que, junto a esta creciente ola de uniformidad, mezclada con una<br />

falsa y superficial concepción de la democracia, exportada desde<br />

Estados Unidos y Europa Occidental, están acabando (si no lo<br />

impedimos) con la riqueza cultural, no sólo de estos pueblos


(bosquimanos, guaraníes, lapones, indios pueblo…) sino de<br />

nuestra propia identidad nacional, regional e incluso local, en<br />

todos y cada uno de nosotros. Desde este modesto escrito<br />

reivindico la pluralidad y el hecho diferencial, que nos hace<br />

únicos e irrepetibles.<br />

0CTUBRE 2008


EXPAÑA…O SÁNCHEZ DRAGÓ<br />

Escribo este artículo el día 9 de marzo, a las 2 de la tarde.<br />

Jornada de elecciones e incógnita cantada, a no ser que ocurra un<br />

milagro o el Apocalipsis: es decir, PP o PSOE. He leído de un tirón<br />

“Y si habla mal de España…es español”, el último libro de<br />

Fernando Sánchez Dragó, Ed. Planeta y me gustaría opinar un<br />

poco al respecto de lo que entre sus páginas se cuece.<br />

Comparto con Dragó la visión negativa y catastrófica de<br />

este país donde hemos nacido. Cierto es que es ya irreconocible<br />

la faz de lo que un día nos hizo únicos e irrepetibles, el tópico de<br />

Spain is diferent. Poco queda ya de lo que sentirnos orgullosos,<br />

por propio, personal y colectivo. Los ingredientes de este cóctel<br />

mortal los enumera Dragó y yo mismo lo reafirmo, pues hace<br />

tiempo que he llegado a las mismas conclusiones: telebasura,<br />

pérdida de valores auténticos, prostitución ante Europa y<br />

EE.UU., turismo salvaje que todo lo arrasa, la envidia como motor<br />

de la vida cotidiana, rebelión de las masas, guerra civil en la<br />

actitud diaria de los españoles, falta de un proyecto común y<br />

colectivo, el aplauso al pícaro y la burla a quien no sabe o no<br />

quiere serlo, la burocracia, lenta y mastodóntica, la falta de<br />

responsabilidad general y, en fin, para no aburrir, que no sabemos<br />

ya quien coños somos ni adonde demonios vamos.<br />

Visión pesimista donde las haya, como ya dije, pero esa y no<br />

otra es la realidad hoy en España. No comparto, sin embargo, con<br />

Dragó la opinión de que el fracaso o la culpa de nuestros males de<br />

hoy sean los nacionalismos y la inmigración. Siempre fuimos<br />

tierra de taifas e independentismos, y también de mezclas<br />

culturales y, por otra parte, la idea global de lo que es España<br />

nació en Castilla, y a nadie más se le preguntó si queríamos<br />

participar o no: decretazo donde los haya de nuestros poco<br />

sutiles, católicos y facinerosos Isabel y Fernando. En fin, me<br />

importa un bledo la unidad de España y también, como ya dije en<br />

otro artículo, la “invasión” extranjera. No creo en las fronteras y<br />

reitero de nuevo la creencia de que esto es sólo el principio, de


que Roma (Europa) caerá estrepitosamente, y de que vivimos (a<br />

pesar del maquillaje que nos embadurna) una crisis tan evidente y<br />

profunda como la del siglo V d. C.<br />

No he ido a votar. Llevo sin acercarme a una mesa electoral<br />

la friolera de 12 años y ahí sigo. Ni Zapatero ni Rajoy me<br />

representan, ni creo tampoco, porque esto es la jungla, que salga<br />

otro partido diferente. En su libro, Dragó advierte que salga<br />

quien salga, el proceso de desintegración del alma española será<br />

ya irreversible y pone como ejemplo el fin o agonía de la España<br />

que retrató en su excelente libro “Gárgoris y Habidis”. España es<br />

ya un museo de prehistoria, un museo de cera de lo español, pero<br />

la vida sigue y habrá que adaptarse, más bien bucear en el<br />

chapapote de este naufragio del “Prestige”.<br />

A gente como Dragó, al que admiro desde siempre, le<br />

quedan las reservas cherokies del idioma y de los toros. A mí, que<br />

aborrezco esa fiesta cruel y salvaje y que me importa un bledo<br />

hablar en castellano, en valenciano, en francés o en latín (aunque<br />

reconozco que me manejo bien en el primero), pues me queda el<br />

consuelo de rescatar día a día lo poco que aún queda de nuestra<br />

personalidad individual y colectiva, como humano y como grupo,<br />

pues soy persona de excelente memoria, coleccionista de sueños<br />

y buen hispano.<br />

NOVIEMBRE 2008


VELOCIDAD DE VÉRTIGO<br />

El mundo va muy rápido. Esa es la conclusión que<br />

prácticamente todos nos hacemos. Parece como si desde la<br />

creación del Planeta y las primeras muestras de vida brotaron, la<br />

velocidad haya aumentado a un ritmo vertiginoso. ¿Qué está<br />

pasando?<br />

Los primeros homínidos dedicaban muchas horas a<br />

conseguir alimentos. Podría decirse que su vida giraba en torno a<br />

la subsistencia. Su mundo religioso y moral estaba íntimamente<br />

ligado a este hecho, pero también es cierto que disponían de<br />

muchas horas para observar el entorno, interpretar los símbolos,<br />

los fenómenos naturales, los cambios de percepción, desarrollar<br />

la intuición y, en general, plantear su posición con respecto al<br />

medio en que vivían y el Universo.<br />

Vistos desde hoy a mucha gente les parecen primitivos,<br />

cuando en realidad las características que más les definen son la<br />

sencillez, la austeridad, la intuición, la espontaneidad, la<br />

humildad, la ausencia de lujos, la inexistencia de deseos<br />

asociados al poder, al reconocimiento social, a la idea de<br />

“progreso” y, en definitiva, a todas las pamplinas que definen<br />

nuestro mundo “moderno”. Es decir, que poseían todo aquello que<br />

hoy no tenemos o estamos de camino de perder.<br />

Admiro de nuestros antepasados, hombres y mujeres, esa<br />

mimesis con el entorno, esa capacidad de colaborar con el Medio<br />

Ambiente. Estaban obligados a respetar en lo posible su entorno,<br />

pues de él dependía su subsistencia. Un Homo Erectus o incluso<br />

un Sapiens Sapiens observaría con asombro nuestra vida actual y<br />

pensaría que nos hemos vuelto locos. Y en el fondo es así. ¿Cómo<br />

si no explicar nuestra civilización? ¿No podemos escapar a esa<br />

vorágine? Pararse es tan difícil. Algo nos empuja a seguir el ritmo<br />

trepidante, ¿por qué? Quizás asociamos la quietud con el fracaso.<br />

No es cierto. ¿Qué es al fin y al cabo fracasar? Debemos<br />

aprender a respetarnos, a cuidarnos, a querernos, pero de<br />

verdad, no con la basura informativa que nos propone más y más


placeres, más y más gastos, más y más consumo. Ese no es el<br />

camino.<br />

A mi juicio la ruta es la del desprendimiento. De sencillez.<br />

De vuelta a lo básico. Cuanto me nos tenemos (cruenta ironía)<br />

mejor nos sentimos. Pero hay que obligarse a caricaturizar el<br />

mundo. A marcar sus rasgos básicos. ¿Qué necesitamos para<br />

vivir? Bien poca cosa. Alimento, un hogar, distracciones, un<br />

trabajo, una pareja y amigos. ¿Realmente soy feliz por comer<br />

“canard a l´orange” en un restaurante de lujo, de 100 €uros el<br />

menú? ¿Realmente necesito un móvil de última generación que<br />

hace fotos, tiene Internet, chequea tu estado de salud, te dice<br />

las proteínas que has comido hoy y el número de espermatozoides<br />

almacenados en tus escrotos? o ¿queremos un vehículo para<br />

desplazarnos o para hacer rabiar al compañero de trabajo? ¿Son<br />

nuestras parejas reflejo de una necesidad vital de compañía o<br />

simples floreros que se llevan de un lado para otro?<br />

La respuesta es que no podemos evitarlo. O sí. Vamos a la<br />

muerte sin haber vivido realmente, sin disfrutar realmente de<br />

pequeñas cosas. Incluso este artículo está creado desde el<br />

cansancio, desde la parada obligada a una semana agotadora.<br />

¿Para qué? ¿Qué gano en todo ello? Más cansancio, supongo. Me<br />

cansa ya escribir. No quiero hacerlo, pero algo dentro de mí me<br />

empuja. Quiero vivir, sólo eso. Pero creo también que compartir<br />

con otros seres humanos tus vivencias te hace sentir mejor.<br />

Tengo 37 años. Nací en Toledo. Llevo unos 30 años en<br />

Alacant. ¿He aprendido algo? Quizás que debo desaprender<br />

muchas cosas. Soy duro de mollera, pero buen alumno. Aún así<br />

sigo pensando que todo va demasiado rápido. Es imposible<br />

asimilar todo lo que nos pasa. El caudal de información y<br />

estímulos del mundo en que vivimos. Envidio, pues, a aquellos<br />

primeros humanos a los que llamamos “primitivos”. No poseían<br />

casi nada, pero dudo que poseyeran los males actuales: depresión,<br />

estrés, y otras enfermedades mentales; obesidad, azúcar,<br />

colesterol; hipotecas, deudas y pagos; preocupaciones tan<br />

estúpidas como romperte la cabeza en qué les vas a regalar en


Navidades a tus hermanos. O eso o la hecatombe. Os invito, os<br />

animo a reducir la velocidad. A volver a “perder el tiempo”, a<br />

dedicarse unas horas a hacer lo que más nos gusta…o a no hacer<br />

nada ¡Qué delicia ver pasar los segundos! Obligaciones que nos<br />

colgamos al cuello. Paz de espíritu, sosiego y lentitud. Suplico<br />

desde estas páginas al responsable de este tren de progreso que<br />

quite la séptima velocidad. Quiero ver el paisaje, desfrutar del<br />

sol, bajarme cuando quiera y dedicar unos minutos a hacer lo que<br />

me salga del coño. Ese es mi deseo para 2009. Esperemos que sea<br />

así, porque si no nuestra locura nos va a pasar factura dentro de<br />

poco, y esta vez no podremos descambiar el organismo<br />

defectuoso tras presentar el ticket de compra.<br />

DICIEMBRE 2008


TODO LO QUE NECESITO<br />

Empezamos 2009 y el III año de ITACA. Gente que va y<br />

que viene, pero con las mismas ganas de siempre. El proyecto de<br />

volver a seguir la dieta vegetariana, que en los 2 últimos años ha<br />

sido inconstante, el deseo de encontrar un pequeño trabajo y una<br />

pareja.<br />

Oía o leía hace poco que toda crisis (esta lo es) debe servir<br />

para cambiar, reorientar la vida, descubrir otros caminos. El<br />

sendero de crecimiento económico anual es una inflación<br />

consumista, un camino de despilfarro in crecendo. No se trata de<br />

crecer un 2, un 3 ó un 4 % del PIB, sino de vivir bien, tener<br />

trabajo, que la riqueza esté mejor repartida y no creo que la<br />

solución esté en inyectar más dinero a los bancos. El modelo<br />

liberalista, socialista o simplemente capitalista de la economía<br />

está en crisis (estaba podrido en su esencia) y no se trata de<br />

poner parches, sino de introducir uno nuevo, donde se tienda a la<br />

autosuficiencia, la autogestión, las cooperativas, el desarrollo de<br />

lo local, sin perder de vista lo global. ¿Qué hacemos de la<br />

agricultura? Un sector del que dependemos y que ocupó al casi<br />

90 % de la población hasta 1800, más o menos, y que ahora<br />

apenas cuenta con el 3 ó 4 % del país. Y sin embargo, se tira<br />

comida, se despilfarra. El año pasado vi un excelente reportaje<br />

de “Callejeros”. Gente como tú y como yo buscando en los<br />

contenedores de los grandes supermercados. Sin entrar en<br />

consideraciones de que la comida está en buen estado, se me caía<br />

la cara de vergüenza al ver a gente teniendo que revolver entre<br />

las bandejas y bolsas desechadas un poco de comida que sus<br />

míseras pensiones o pagas no les permitían comprar. ¿Es esto<br />

justo? ¿Es justo esta diferencia tan abismal entre los de arriba<br />

y los de abajo? Se me enciende la sangre cuando veo a los<br />

famosetes hacer el tour por todos los programillas rosas,<br />

vendiéndonos sus miserias y tratando de convencernos de lo dura<br />

que es su vida. Una mala ostia cundo compruebo que gastan en


potingues y peluquería al día el sueldo que cobra un jubilado<br />

normal al mes.<br />

Pero hay que ser positivo. Dejemos a esta tribu que salga<br />

por televisión, que también hay gente que los ve y tratemos de<br />

reorientar nuestra nave y regresar sanos y salvos a buen puerto.<br />

Hay muchas recetas para estar más o menos satisfechos con<br />

nuestras vidas. Lo he dicho mil veces; el secreto es la renuncia,<br />

saltar a tiempo de este tren que va a mil por hora. Austeridad,<br />

ahorro, minimalismo, saboreo del presente. Lo dicen y lo han<br />

dicho decenas de escritores, de filósofos, de maestros, de<br />

líderes religiosos, pero nunca los creemos. Y la clave está en<br />

nosotros. Somos también responsables de la crisis. No podemos<br />

seguir esquilmando el Planeta y marginando a las poblaciones<br />

periféricas o esta situación reventará (está ya reventando) por<br />

algún lado. Hay sitio para todos, pero hay que compartir con<br />

generosidad y sin egoísmo. Cada persona dice mucho en el<br />

conjunto y no sólo como nos lo recuerdan los políticos, para echar<br />

una papeleta con el voto en una urna. Si cada uno de nosotros<br />

cambia siquiera una parte de su modo de vida, la sociedad entera<br />

volverá a recuperar el equilibrio. No sirve de nada quejarse,<br />

aunque a veces es preciso; lo he comprobado muchas veces, hasta<br />

la náusea. Sin embargo, aceptar lo que tenemos y tomarse la vida<br />

como un juego y no como una carrera de velocidad, una guerra<br />

con el vecino o una feroz competencia, nos ayudan a aprender, a<br />

fijarnos, a cambiar cosas, a comentar aspectos con otras<br />

personas, a adoptar pautas o costumbres más saludables o<br />

acertadas. Sentirse a gusto no tiene nada que ver con tener<br />

miles de cosas, sino saborear las pocas que tenemos. ¿Qué valor<br />

vamos a dar a algo si es fácil de conseguir? Nuestros padres o<br />

tíos, pero sobre todo nuestros abuelos, vivieron otras épocas.<br />

Muchos jóvenes los tratan de antiguos, de desfasados, de<br />

carcamales, de aburridos. Pero ellos seguramente vivían mejor<br />

que nosotros, a pesar de todo. Con más necesidades, más<br />

estrecheces o más miseria si se quiere, es cierto, pero con una<br />

vitalidad existencial que no veo casi nunca en esta sociedad.


Aprended de ellos. No estoy en contra de los cambios o, mejor<br />

dicho, de eso que llaman “Progreso”. Pero admiro aquellas épocas<br />

pasadas en que se vivía de un modo más natural y menos<br />

enfermizo. Imaginaos una cena en 1920, en una familia humilde y<br />

modesta: un poco de pan, algo de aceite, un poco de queso de<br />

oveja, agua para los niños y un vasito de vino tinto para los<br />

mayores. No hay televisión; tampoco radio. No hay prisas, ¿para<br />

qué? Se charla, se comenta el día, se saborea cada mendrugo de<br />

pan (no hay más…) Hay miseria, claro que la hay. El dinero lo tiene<br />

el patrón que los ha jodido más de 60 horas a la semana por 4<br />

pesetas de mierda, pero esa familia tiene algo: son honrados, no<br />

deben dinero a nadie. Pueden sentirse orgullosos, en su pobreza.<br />

Aunque esa noche el estómago les ruja, saben que se tienen los<br />

unos a los otros. Eso es la vida, y no la mierda que nos venden en<br />

televisión: “Cómprese este coche último modelo”. “Váyase de<br />

viaje a la quinta puñeta”. “Cómprese el traje de Mariquita Pérez<br />

en el cumpleaños de Fulano de Mengano" Es asqueroso. ¿Eso es el<br />

Progreso? Que se vayan al infierno, yo no quiero esa vida.<br />

Preferiría mil veces tener que compartir mi pobre queso de oveja<br />

con mis hijos y mi mujer que vivir como me marca la telebasura.<br />

Un trabajo digno, una pareja, unos amigos, una casa (o un campo)<br />

y la conciencia tranquila. No quiero más.<br />

ENERO 2009


Poema 33<br />

6. RELIGIÓN<br />

“Comprender a los demás es ser inteligente;<br />

Comprenderte a ti mismo es ser sabio.<br />

Conquistar a los demás es tener fuerza;<br />

Conquistarte a ti mismo es ser fuerte.”<br />

LAO-TSE. “Tao Te Ching”. Ed. Martínez Roca S.A., Madrid,<br />

2003, p. 67<br />

Poema 81<br />

“Los buenos no tienen mucho;<br />

Quienes tienen mucho no son buenos”.<br />

IDEM, p. 127


CRISTO Y YO:<br />

¿Quién fue Jesucristo? ¿Un Dios? ¿Un mortal? Nadie lo<br />

sabe a ciencia cierta. Es, sin duda, un misterio. Incluso para él<br />

mismo, me atrevería a afirmar.<br />

Hasta hace muy poco tiempo, la historia oficial de este<br />

personaje nos venía condensada en los cuatro Evangelios<br />

canónigos: el de Tomás, Felipe, Lucas y Juan. Esa era su vida, sin<br />

discusiones. Sin embargo, desde los comienzos del Cristianismo,<br />

muchos individuos se cuestionaron esta versión ortodoxa y<br />

comenzaron a crear su propio Jesús particular, intuyendo que<br />

esto era sólo una visión que convenía a la Iglesia y que se nos<br />

ocultaba la cara más humana del maestro de Galilea.<br />

Desde hace tiempo han ido apareciendo, para desgracia de<br />

la curia romana, toda una serie de documentos que amplían la<br />

biografía del individuo que más ha influido, para bien o para mal,<br />

en la cultura occidental desde hace 2 milenios: los evangelios<br />

apócrifos, los rollos de Qumrán, etc… No voy a entrar a<br />

pormenorizar su contenido, pues no los conozco lo suficiente, no<br />

soy un especialista en la materia y muchos de estos textos (no<br />

todos) están al alcance del público general. Pero sí me gustaría<br />

expresar mi opinión, a la luz de ellos y de acuerdo a mi conciencia<br />

y a mi propio corazón.<br />

Jesús era humano, de eso no tengo duda. No sé si realizaba<br />

milagros o era producto de técnicas aprendidas en Egipto o en<br />

otros lugares. Su madre lo trajo al mundo de forma más o menos<br />

natural, es decir, después de quedarse embarazada, no era virgen<br />

(pues tenía ya otros hijos) y tampoco voy a entrar en los<br />

supuestos avisos y anunciamientos por parte de ángeles. J.J.<br />

Benítez, por ejemplo, los convierte en seres venidos de otras<br />

galaxias, en una especie de plan de mundos lejanos. Cada loco con<br />

su tema; tampoco es descabellado.<br />

A mí, la verdad, me da igual. Observador, curioso y de<br />

espíritu inquieto, aprendió en todos los lugares donde estuvo. Su<br />

estancia en Egipto, como una especie de exiliado, tuvo que ser


intensa en conocimientos y revelaciones. Apoyo también la teoría<br />

de que compartió años de aprendizaje con la comunidad ascéticoreligiosa<br />

de los esenios, que vivían en las cercanías del Mar<br />

Muerto. Siguen siendo aún bastante desconocidos, como el<br />

propio Jesús. Toda una vida dedicada, pues, al difícil arte de<br />

entender la esencia humana, de conocer paraísos e infiernos, de<br />

navegar por los mil senderos de la existencia cotidiana, para<br />

renacer ya para siempre en Hombre, conocedor de sí mismo y de<br />

los demás. Un viaje fascinante, como otros héroes solares:<br />

Osiris, Hércules, Ulises, Buda, Sócrates o tantos otros. Esa es la<br />

grandeza de nuestro Cristo. Atravesar descalzo por las propias<br />

hogueras, con miedo, dolor, soledad, incomprensión, dudas,<br />

desesperación, para por fin amanecer en un espíritu nuevo, una<br />

piel nueva, donde la vida ya no duele y el presente resbala<br />

lentamente al compás de una inspiración y una expiración. Jesús<br />

se hace dios, después de morir como hombre, pero sin dejar<br />

nunca jamás de ser hombre. Y ese sentimiento de haber<br />

alcanzado su propio Centro ya no le abandonará hasta su muerte<br />

en el Gólgota, si realmente murió allí…<br />

Qué quieren que les diga. Ese viaje fascinante es para mí lo<br />

más importante a que puede aspirar una persona: ni riqueza ni<br />

poder ni nada puede igualar a la búsqueda de ese estado. Existe,<br />

pero su camino se pierde por mil laberintos, que hay que recorrer<br />

y que espera al que de verdad lo desea. Jesús no fue el único<br />

Cristo. Hubo otros antes que él y otros después de él. Es el<br />

modelo arquetípico, la constante que opera en nuestro<br />

subconsciente y que nos marca la pauta de hacia dónde debemos<br />

caminar. Tenía razón cuando dijo que él era el camino. Lo que él<br />

consiguió está al alcance de cualquier mortal que quiera<br />

arriesgarse en este viaje sin retorno.<br />

En cualquier momento de nuestra vida aparece esa<br />

quemazón que nos anuncia que algo no va bien, que no podemos<br />

seguir engañándonos a nosotros mismos. No se puede servir al<br />

propio tiempo a nuestra conciencia y al oro del emperador. O<br />

nosotros o la muerte. Y es por ello que existe un Cristo personal


en cada individuo, sólo accesible al corazón y que se escurre<br />

como agua de las manos que quieren encerrarlo en prisiones fijas<br />

e inamovibles. Está vivo y así ha de ser. Para recordarnos que la<br />

vida es alegre, que el pecado tan sólo es traicionar nuestra<br />

conciencia y que debemos ser valientes y seguir siempre aquel<br />

camino que hemos elegido. Lo otro es el reino de la Muerte que<br />

Jesús venció aún después de muerto, y que combatió toda su<br />

vida, riendo con los niños, amando la vida y repartiendo con<br />

generosidad lo que generosamente le había sido entregado. Ojalá<br />

te tuviéramos cerca, en este mundo de locura y extravío. Te<br />

echamos de menos, amigo.<br />

FEBRERO 2007


Lao-Tse y el Taoísmo<br />

Lao-Tse nació aproximadamente hacia el s. V a.C. en China<br />

y fue contemporáneo de grandes figuras como Confucio, Buda o<br />

Sócrates. Su pensamiento más profundo está recogido en una<br />

colección de 81 poemas llamado Tao Te Ching o Libro del Camino<br />

y de la Virtud, base de lo que se conoce como Taoísmo.<br />

Es una obra caleidoscópica, de fácil lectura y que es capaz<br />

de vencer el paso del tiempo. Desborda sabiduría y es, sin lugar a<br />

dudas, una de las grandes Biblias de la cultura china, como<br />

pueden ser también el I Ching o Libro de las Mutaciones. Exponer<br />

su contenido brevemente es difícil, debido al carácter simbólico<br />

de los poemas y a ese tono camaleónico que comenté antes y que<br />

ofrece múltiples lecturas.<br />

Es un libro de filosofía o religión, pero donde la naturaleza<br />

es la protagonista y la maestra. A ella se remite lao-Tse a la hora<br />

de aprender pautas de conducta. Ella es el Tao, el Camino;<br />

observando los cientos de fenómenos naturales encontramos las<br />

claves de la vida y asignamos a cada cosa su proporción de Yin<br />

(femenino) y Yang (masculino).<br />

Luís Racionero, en la edición que prologa de esta obra,<br />

comenta que es un libro místico pero práctico, como corresponde<br />

a la cultura china. Destacaría muchas cosas de éste, tantas que<br />

dudo poder terminar: la sencillez como máxima (y la austeridad,<br />

por supuesto); la idea del eterno retorno, es decir, de la visión<br />

cíclica de todo (y de saber esperar su vuelta, más pronto o más<br />

tarde), como también afirmaría Nietzsche en sus escritos; la<br />

espontaneidad y naturalidad como maneras de regirse en el<br />

mundo; la antilógica, el saber conformarse con lo que tenemos,<br />

sin esperar nada más (¿alguien dijo Progreso?); el anarquismo<br />

clásico, basado en las pequeñas sociedades rurales, pacífico, lejos<br />

de todo poder y ley, en libertad; el minimalismo general, que es<br />

casi otro signo de ascetismo y sencillez: en el vestir, en el comer,<br />

en el pensar…; y, en fin, la intuición como motor de toda la obra,<br />

que recupera y expone el arma del eterno femenino y que se


efleja en ese carácter simbólico, críptico y casi subconsciente<br />

de todos los poemas.<br />

Para concluir recomendaros su lectura, pero avisándoos que<br />

no es un género al que estemos acostumbrados en Occidente,<br />

donde la Razón y la Lógica lo encasillan todo y nos muestran un<br />

mundo cuadriculado y previsible. No ocurre igual en Oriente<br />

(China, Japón, India…) donde la Poesía, la Imaginación y el<br />

Simbolismo se desbordan hasta el infinito. El Tao Te Ching está<br />

vivo. Puñeteramente vivo, diría yo.<br />

ABRIL 2008


EL CULTO ZEN.<br />

Hablar del Zen es hablar de una escuela budista japonesa.<br />

Sus pilares, que empiezan a conocerse y extenderse por<br />

Occidente, lo constituyen la meditación, la creación artística<br />

(pintura, poesía, diseño de jardines…) y las artes marciales, a<br />

grandes rasgos.<br />

Su historia comienza en las escuelas budistas de China,<br />

pero se desarrolló sobre todo en Japón. Zen (en japonés) o Chan<br />

(en chino) son la trascripción del sánscrito Dhyana, que es el<br />

estado mental de quien medita. El Zen vivió su esplendor durante<br />

la dinastía Tang (600-900 d.C., aproximadamente) y se extendió<br />

por el sudeste asiático (Corea, Tíbet, Vietnam, Camboya,<br />

Tailandia o Japón). El Zen, como diversidad, aglutina el<br />

misticismo de India, el naturalismo y pragmatismo de la China<br />

taoísta/confucionista, y en su base las doctrinas de las escuelas<br />

budistas del Japón.<br />

Para la filosofía Zen meditar es la clave para alcanzar la<br />

paz interior. Similar en esto a otras religiones, sus<br />

recomendaciones para ello consisten en lo siguiente: habitación<br />

en silencio, semipenumbra, temperatura media, ropa cómoda, un<br />

cojín, respiración regular, sencillez y limpieza, espalda erguida y<br />

mente en blanco. Los maestros zen recomiendan montar un<br />

pequeño altar con imágenes, velas, incienso y gemas. Si se realiza<br />

correctamente, la meditación proporciona un estado de<br />

tranquilidad y paz muy placenteras.<br />

Otro aspecto del Zen son los jardines, sencillos y<br />

equilibrados, donde cada elemento (plantas, rocas, agua o arena)<br />

tiene una función simbólica, que favorece la introspección, la<br />

calma y la meditación. Otra herencia Zen del Japón actual es la<br />

ceremonia del té, exquisita, elaborada y lenta, que mitiga el<br />

estrés y nos sumerge en la eternidad de los tiempos.<br />

Y no podemos olvidarnos, por supuesto, del arte. Crear,<br />

para la doctrina Zen, implica dejarse llevar, ser espontáneos,<br />

olvidarnos en lo posible de la técnica y la perfección, en tanto el


esultado final nos aporte paz. Menos conocida es la vertiente de<br />

esta filosofía en las artes marciales, pero como proponen estas<br />

disciplinas clásicas, lo esencial es realizar el mínimo esfuerzo y el<br />

máximo impacto, cansarse poco y aprovechar la energía, sin odio,<br />

sólo como última defensa, pues el zen es ante todo pacifismo.<br />

Por último, señalar que muchas escuelas zen practican el<br />

vegetarianismo, pues consideran que matar es dañar y dañarnos a<br />

nosotros mismos. Las teorías del psiquiatra vienés Gustav Jung, y<br />

su Inconsciente Colectivo, están muy en sintonía con esta<br />

filosofía, y ambas comparten la idea de que el ego es pura<br />

ficción.<br />

Como epílogo, cabría añadir lo siguiente: encontrar a Buda<br />

en nuestro corazón, libertad personal de conciencia, conocerse a<br />

uno mismo, sencillez y minimalismo (en el comer, en el vestir, en<br />

el pensar…), ser más que tener, dejar que toda fluya, no sufrir<br />

por cosas inútiles, ecologismo local y planetario, responsabilidad,<br />

compartir con los demás, divinizar cada tarea cotidiana y buscar<br />

nuestro propio don o habilidad personal. Esto (y mucho más) es lo<br />

que nos propone la filosofía Zen.<br />

MAYO 2008


EL BUDISMO<br />

El budismo surgió en la India, aunque ahora es allí<br />

minoritario, y ha triunfado en otros sitios, como el sudeste<br />

asiático (Camboya, Vietnam, Tailandia, Japón…) y gana<br />

simpatizantes en Occidente.<br />

El príncipe Siddharta, futuro Buda, fue hijo de un noble<br />

feudal hinduista, y pasó la vida rodeado de lujos y comodidades.<br />

Sus salidas furtivas le acercaron a la enfermedad, la vejez y la<br />

muerte, todo lo doloroso de la existencia. Comprendiendo que<br />

sólo dentro de sí encontraría la Verdad, abandonó el palacio, su<br />

mujer y su hijo y se hizo asceta errante, a la edad de 29 años.<br />

Tras 6 años de renuncias, se sentó bajo un árbol y, tentado por<br />

Mâra, el Maligno, esperó la Iluminación. Tras alcanzarla y a la<br />

edad de 35 años, se dirigió a Benarés a propagar su doctrina, por<br />

espacio de 40 años. Su bandera será entonces seguir la Ley<br />

(Dharma), pero no como la entendemos en occidente, sino como lo<br />

correcto, y la renuncia al deseo. El núcleo de su doctrina se<br />

resume en:<br />

- La vida es dolor.<br />

- El deseo, el apego y la ignorancia crean dolor<br />

- Cesando el deseo, cesa el dolor.<br />

- Para cesar el deseo es necesario: visión, pensamiento,<br />

palabra, acción, medio de existencia, esfuerzo, atención y<br />

meditación correctas (Óctuple Sendero).<br />

Buda enseñó que aferrarse al mundo y a lo que fluye nos<br />

hace daño, y que todos nuestros actos tienen una consecuencia<br />

(ley del Karma). El objetivo ha de ser el Nirvana, es decir, la paz<br />

en vida y la muerte de nuestro ego. También enseñó que hay que<br />

buscar nuestro propio camino, que no hay que sentir alegría,<br />

pena, ira o envidia y que la meditación nos ayuda a ver el mundo<br />

tal cual es.<br />

Los monjes budistas, hombres y mujeres, creen que en una<br />

vida de renuncias está la clave para encontrar el Nirvana.<br />

Practican el ascetismo, los votos de pobreza y castidad y la no


violencia. Algunas escuelas budistas, sin embargo, influidas por el<br />

Tantra, ven en el sexo un camino a la liberación y no algo<br />

negativo. Su moral es similar a la brahmánica: no robar, no<br />

mentir, no matar, etc… Su medio de subsistir ha de basarse en la<br />

mendicidad, pues el dinero y la posesión de bienes están<br />

prohibidos. Como otras doctrinas no violentas, su modo de<br />

alimentación preferida es la vegetariana.<br />

Algunos aspectos se asemejan al primitivo cristianismo, y es<br />

habitual predicar la benevolencia, la paciencia, el pacifismo o la<br />

ausencia de cólera. La mayoría de escuelas budistas aconsejan<br />

una vida de sosiego, retiro y contemplación. Casi todas coinciden<br />

en lo negativo de poseer bienes o medios materiales y aconsejan<br />

abandonar la familia para consagrarse a la búsqueda del Nirvana<br />

y encontrar a Buda en nuestro corazón, objetivo último de<br />

cualquier budista.<br />

JUNIO 2008


LA RELIGIÓN INTERIOR<br />

No se si existe Dios; no puedo responder a esa pregunta.<br />

No se si alguien lo ha visto, lo ha oído o lo ha experimentado por<br />

algún otro sentido, aunque las religiones más auténticas son no<br />

las que creen en la divinidad, sino las que la “sienten” dentro de<br />

uno mismo. En determinados momentos de mi vida he<br />

experimentado sensaciones que se parecen a esa presencia divina<br />

dentro del ser humano, bien por la mística, por las drogas, la<br />

meditación profunda, la filosofía u otras disciplinas. Pero insisto<br />

que, como humano, no puedo afirmar tajantemente la existencia o<br />

no de Dios. Quienes creen en Él muchas veces no lo “sienten”, lo<br />

cual me parece contradictorio. Pero respeto que quieran creer, si<br />

eso les ayuda en el día a día.<br />

He visto y experimentado demasiadas cosas que me impiden<br />

concebir la divinidad como algo esencialmente masculino, como<br />

sucede con el catolicismo, el judaísmo o el islamismo. Me parece<br />

una posición machista y dice poco de la cultura que se apoya en<br />

esa creencia. Son religiones –y culturas- eminentemente<br />

patriarcales, donde la mujer, lo femenino, ocupa un lugar inferior.<br />

La crisis de Occidente, podría ser también la crisis del<br />

patriarcado, lo cual no es descabellado. Hemos asistido a todos<br />

los “logros” que nos ha traído esta versión de Dios: guerras,<br />

crueldad, falta de sentimientos, violencia machista, atentados<br />

contra la Naturaleza, confianza ciega en la razón,<br />

desacreditación de la intuición y otros valores femeninos, etc…<br />

Por tanto no seré yo quien defienda esta postura.<br />

Ante la pregunta de si creo en ese Dios, mi respuesta es<br />

negativa. No puedo ni quiero creer. Abdicar en ese sentido sería<br />

reconocer, de hecho, y defender todo el mal que se ha cometido<br />

en su nombre. Ser exclusivista es una manera de fanatismo y de<br />

enfermedad, una esquizofrenia, una amputación de una parte de<br />

la existencia. No son las únicas religiones sobre la Tierra y por<br />

otro lado, ha habido y existen otras versiones distintas hacia lo<br />

que no podemos entender, lo que trasciende nuestra humanidad.


Hay quien cree en el evolucionismo, en la ciencia, en la teoría del<br />

Big Bang, en la creación, etc…Hay cosas que se escapan a nuestro<br />

entendimiento y cada cultura se inventa o trata de acercarse a<br />

aquello que forma parte de un Universo que desconoce.<br />

Por mi parte, no sé a ciencia cierta si Dios existe –como<br />

comenté antes- pero tampoco puedo afirmar que no exista.<br />

Simplemente no lo sé. Pero si seguimos tirando del hilo podemos<br />

llegar a la siguiente conclusión. ¿Por qué Dios es hombre, si<br />

existe? ¿No puede ser mujer? O quizás, mucho mejor, ¿No puede<br />

existir una pareja de creadores, hombre y mujer? Dios se basta<br />

a sí mismo, se afirma, lo cual no es evidentemente demasiado<br />

frecuente en la Naturaleza. Vemos cómo para que exista vida se<br />

necesitan los 2 polos, el Yin y el Yang, los contrarios, lo masculino<br />

y lo femenino. Así que por la misma regla de tres, podríamos<br />

creer en una Diosa que se basta a sí misma, lo cual también es<br />

difícil de comprobar. Así que tenemos que Dios puede ser<br />

hombre, puede ser mujer o pueden ser ambos, por poner algunas<br />

de las múltiples posibilidades que podemos imaginar.<br />

Aventurado, pues, el menú que nos ofrecen las principales<br />

religiones del mundo. Mi postura es realista y personal y está<br />

basada en mi experiencia. El ser humano tiene necesidad de lo<br />

trascendente, pero es necesario romper con ese lastre que, en lo<br />

que respecta a Occidente, representa la divinidad. Debemos<br />

recordar que durante un tiempo primó el matriarcado y el culto a<br />

las diosas de la Naturaleza y de la Fertilidad, por ejemplo.<br />

Personalmente estoy convencido que, en mayor o menor<br />

proporción, lo Masculino necesita a lo Femenino y viceversa. Si<br />

alguien me afirma que cree en dos seres que crearon el mundo,<br />

Mujer y Hombre, estará mucho más cerca de mi propia creencia<br />

o de lo que considero más acertado. Algo que no podemos, por<br />

otro lado, verificar, pues se escapa a nuestra razón y a nuestros<br />

sentidos.<br />

También admito a todos y todas los que, al margen o no de<br />

la sociedad, han buscado caminos que conduzcan a interiorizar<br />

esa especie de fuerza o energía que, según muchas religiones y


filosofías orientales se encuentra dentro del ser humano. El<br />

verdadero potencial humano está dentro de nosotros mismos,<br />

aunque ni sepamos ponerle nombre: Dios, Diosa, Alma, energía,<br />

fuerza…Quien busca dentro de sí, quien bucea en su alma, inicia<br />

un camino difícil y oscuro, que muchas veces conduce a la locura,<br />

al extravío, o quizás a la iluminación, al gobierno de sí mismo.<br />

Todo ser humano se plantea alguna vez el problema de su origen,<br />

que yo soy incapaz de responder. Hay miles de caminos y<br />

posibilidades, muchos realmente válidos y sinceros. Pero la<br />

respuesta dada en nuestra cultura no es la mejor vía.<br />

Somos demasiado insignificantes para asomarnos a ese pozo<br />

sin fondo que es el origen de todo. Místicos, locos, consumidores<br />

de drogas, artistas, han abierto caminos antes no pisados. No es<br />

un pecado afirmar que no podemos probar la existencia de Dios.<br />

Es sencillamente una evidencia que toda persona, por poco<br />

sincera que sea, experimenta por sí misma. Si hubiera visto la<br />

divinidad, podría contarlo, pero no ha sido así. Pero a pesar de<br />

ello respeto cualquier camino interior y creo que sin provocar<br />

daño a nadie, todas las vías son personales y válidas. Creo que lo<br />

más cerca de lo que muchas religiones y filosofías llaman la<br />

divinidad, es un estado interior de paz, un equilibrio, un espíritu<br />

sano, un sentirse bien con uno mismo y con el mundo. Si me<br />

encuentro bien, ¿por qué voy a hacer el mal? Si estoy en paz<br />

conmigo mismo, ¿por qué necesito hacer daño a otra persona?<br />

Quizás la violencia es una reacción ante esa falta de equilibrio, o<br />

al menos quiero creer eso. Pero para llegar a ese estado de paz<br />

interior hay que recorrer un camino, a menos que seamos una<br />

persona afortunada y lo poseamos desde que nacemos. Ese<br />

camino es quizás la auténtica búsqueda de Dios, pues nos conduce<br />

al equilibrio, y si me encuentro bien conmigo mismo, ya no tendré<br />

necesidad de insultar, de hacer daño a nadie y realmente habré<br />

encontrado a Dios, al verdadero Dios y seré como Él o Ella. Creo<br />

que si la divinidad existe tan sólo puede pretender eso de<br />

nosotros y nosotras, y no que creamos en algo de lo que dudamos<br />

y no estamos seguros.


Es en esa lucha diaria por mejorar, por purificar nuestra<br />

condición humana, donde se halla la auténtica religión. Yo, como<br />

miles o millones de otros seres, me limito a intentarlo, porque<br />

estoy convencido que el esfuerzo personal de todos, por pequeño<br />

que sea, puede hacer que el mundo, exterior e interior, sea un<br />

lugar más habitable.<br />

ENERO-FEBRERO 2010


7. ENFERMEDAD MENTAL<br />

“La soledad es el camino por el que el destino quiere<br />

conducir hacia sí mismo al hombre. La soledad es el camino que<br />

más teme el hombre. Porque allí se esconden todos los horrores,<br />

todas las serpientes y todos los sapos. Allí es donde acecha lo<br />

espantoso. ¿No corre la leyenda de que todos los solitarios,<br />

todos los exploradores del desierto de la soledad, son personas<br />

desencaminadas, malas o enfermas? (…)<br />

¿No se cuenta también de Zaratustra que murió loco y que,<br />

en el fondo, todo cuanto hacía y decía era ya producto de su<br />

locura? ¿Y no sentisteis vosotros, al oír semejantes<br />

afirmaciones, algo así como un sonrojo? ¿Cómo si hubiera sido<br />

más noble y digno de vosotros figurar entre esos locos y os<br />

avergonzaseis de no tener el valor necesario para ello?”<br />

HERMANN HESSE. “Escritos políticos. 1914/1932”. Ed.<br />

Bruguera, S.A., Barcelona, 1985, p. 177.


UNA MIRADA DIFERENTE<br />

Esquizofrenia es una palabra formada por dos términos<br />

griegos, cuyo significado es “mente escindida”. Parece un término<br />

que define a la perfección el comportamiento observado en quien<br />

la padece, pues podría afirmarse que dichas personas padecen<br />

múltiple personalidad. Digo que parece que la palabreja lo define<br />

a la perfección, en tanto que desde hace siglos los valores<br />

imperantes pretenden uniformizar las múltiples variantes del ser<br />

humano (la conocida aldea global), a imagen y semejanza de<br />

dioses personalistas, sólidos y coherentes.<br />

Es sabido la imagen que produce en muchas personas toda<br />

escena sacada de sus casillas. Los codazos, las risitas histéricas,<br />

el telefonazo a hurtadillas a Policía, Cruz Roja, Juez de Paz, la<br />

Legión o el obispo de la Diócesis… Pero, por fortuna, de los<br />

escarmentados nacen los avisados, y el cachorro de psiquiátrico<br />

aprende pronto a disimular. No es plan de salir en ropa interior a<br />

las 4 de la madrugada, vociferando que tu cuarto se ha llenado de<br />

alienígenas que quieren abducirte. Un poquito de por favor.<br />

No es plan pasar las Navidades entre polvorones de<br />

Lorazepán o turrón duro de Zyprexa. Los locos se han reciclado,<br />

faltaría más. Una cuestión de estética y marketing, dado los<br />

tiempos postmodernos que corren. Hay que conformarse con ser<br />

un poco marginal, pero sin pasarse; la extravagancia siempre<br />

vende: un par de buenos amigos (o ninguno, que da más morbo);<br />

cultivar una imagen ambigua, etc… Me refiero a ser un poco<br />

rarito: cambios de imagen, ropa de mil clases y tantas facetas<br />

como días de la semana. No se, despistar al personal, mientras<br />

buscan la etiqueta. Pero ya digo; un poco de buen gusto,<br />

discreción y protocolo: sobre todo mucho protocolo. Que tienes<br />

ganas de aullar como un lobo, pues un poco de respiración yóguica.<br />

Que te corroe la mala uva, pues qué sé yo, le das un poco de más<br />

a la nicotina. Que te deprimes, nada como Operación Triunfo.<br />

Hagan la prueba. ¿No les entra como una mala ostia adrenalínica<br />

(tipo Guardia Civil) ver a esos energúmenos haciendo gargaritos?<br />

Pues eso: solución para todo.


Si es que no hay nada como estar enfermo. Ese subidón de<br />

autoestima cuando cumples los 35, sin trabajo, sin dinero y<br />

viviendo con tus padres. Pero ¿habrá que integrarles? Coño,<br />

claro. Pero si está de moda. La integración europea; la<br />

integración paisajística… pues ya está: la integración<br />

esquizofrénica. Locos al poder. Vaya titular. Pero integrarse, ¿en<br />

qué? ¿En los chiflados del músculo, gimnasio, chute de<br />

anabolizante y arroz blanco con clara de huevo deshidratado?<br />

¿En la moda independiente y anoréxica de las pasarelas? ¿En la<br />

digestión pesada de la tele basura? ¿En el Master de Relaciones<br />

Interpersonales, con vinito de honor? Y al final, ¿qué más da?<br />

Pues mire, pues no me integro. No crean, estar un poco mal tiene<br />

sus ventajas. Tranquilidad de conciencia, paz y mucho tiempo<br />

libre. Y que no se me olvide: el Certificado de Minusvalía. Cada<br />

Esquizofrénico tiene el suyo propio, como un tatuaje, como el<br />

DNI. Vale para todo: descuentos, viajes, cursos… y a vivir la vida<br />

loca. Vaya nivel. Aunque eso de ser “menos válido” jode, pero ante<br />

tanta maravilla, entre tanto jardín de Jauja uno se olvida de sus<br />

problemas, se ajusta el cinturón y sale a la calle con una radiante<br />

sonrisa de amor, orgullo y ese aleteo de mariposillas en el<br />

estómago que te hacen amar a tu prójimo, dar gracias, digo, y<br />

bendecir tu condición de loco rematado. Menos mal que el<br />

Ministerio de Asuntos Sociales vela por nosotros, que si no.<br />

Sobre todo con las pensiones no contributivas de 300 €uros al<br />

mes, que digo yo que si se piensan que vivimos a base de aire, sol<br />

y agua, como las plantas. Voy a intentar esa dieta (bueno, casi<br />

ayuno) a ver cuanto duro. Y luego dirán que estamos locos…<br />

DICIEMBRE 2006


LA CÁRCEL<br />

Mi vida ha sido extraña. Fui buen alumno, con excelentes<br />

notas académicas en E.G.B., algo más modestas en el Instituto,<br />

pero siempre con la convicción de que ese era mi camino. Me ha<br />

gustado siempre (aún me gusta) estudiar, conocer, interesarme<br />

por ese concepto tan amplio llamado cultura. Soy curioso por<br />

naturaleza, una esponja que absorbe casi de modo ilimitado. Con<br />

los años me he vuelto más selectivo, pero intento siempre que<br />

puedo mantener un cierto espíritu infantil, de admiración, de<br />

inocencia y asombro ante lo desconocido, ante todos y todo lo que<br />

me puede enseñar algo.<br />

Mi camino estaba trazado, hasta que el Destino rompió<br />

aquella línea recta y morí y tuve que volver a nacer. De repente<br />

desapareció toda normalidad, toda enseñanza, todo apoyo, toda<br />

seguridad. Estaba solo, desamparado y vacío. Quien haya pasado<br />

por una situación similar no se sorprenderá si digo que estuve a<br />

punto de perecer. Tampoco si afirmo que tuve que apretar los<br />

dientes, llorar, desesperarme, ser presa del odio, la rabia, el<br />

miedo, todo lo mezquino y ruin de la existencia. De golpe. aquel<br />

chico tranquilo, feliz, seguro de sí, una persona con un futuro<br />

prometedor por delante, se convirtió en una basura humana, en<br />

una escoria, en un salvaje, en un organismo primitivo que debía<br />

sobrevivir y que hasta el respirar se convertía en algo doloroso y<br />

difícil. Me convertí en presidiario y carcelero de mí mismo, en mi<br />

enemigo; me perdí en un laberinto de altos muros, viví privado de<br />

auténtica libertad y felicidad, de los placeres más elementales y<br />

básicos. Descubrí que ya no era tan honrado, ni tan perfecto, ni<br />

tan buena persona, ni que la vida fácil iba a continuar<br />

eternamente.<br />

¿Existe acaso mayor dolor para mí que no poder leer unos<br />

párrafos sin fatigarme? ¿Qué no poder mantener una<br />

conversación sin terminar con la cabeza cargada? No poder mirar<br />

a los ojos sin sentir inseguridad, miedo o vergüenza. No disfrutar


plenamente de la comida, de la música, de los demás ni de mí<br />

mismo. Sentirse observado, analizado, criticado constantemente,<br />

a veces de modo real, otras de forma imaginaria. Dudar de todo y<br />

de uno mismo. Contar los minutos que pasan hasta que llega la<br />

noche. No poder dormir. Desesperarse. Vivir como una presa<br />

acorralada por perros de caza. Presente, siempre presente; cada<br />

segundo era un tiempo precioso arrancado a la Muerte.<br />

En fin. Quizás esto sólo sea el 1% de aquella etapa. Pero fue<br />

real; yo estuve allí y lo viví. Y sin embargo, aquella época me<br />

marcó y me hizo cambiar. Me obligó a lanzar por la borda lo<br />

innecesario, lo inútil: el barco se hundía por su propio peso; era<br />

preciso aligerar carga. Y lo hice. Y al fin, poco a poco, algo<br />

empezó a pasar. Empecé a respirar de nuevo; sentía placer de<br />

nuevo por cosas aparentemente sin importancia. Empecé a ser de<br />

nuevo el que siempre fui, pero consciente de todos los aspectos<br />

de mi personalidad. Me había transformado en mí mismo; había<br />

salido de la cárcel, tras 14 años sin ver la luz del sol.<br />

¡Qué hermosa es la vida tras una condena tan larga y difícil!<br />

¡Cómo apreciamos de nuevo cada detalle! ¡Cómo damos gracias por<br />

poder respirar, por poder comer, por vivir sin dolor! Aún tengo la<br />

rutina del preso, del condenado a muerte: lo llevo escrito en la<br />

frente a fuego y metido en la sangre hasta los tuétanos, pero soy<br />

libre. He sobrevivido y puedo contarlo. Lo he perdido casi todo,<br />

pero la vida me ha dado una segunda oportunidad. Y ahora, en la<br />

calle y a las puertas de la cárcel, mi alma respira tranquila y se<br />

abre al mundo. Nunca olvidaré aquella celda; fue mi vida durante<br />

muchos años, pero la vida me ha devuelto lo más preciado y falto<br />

durante ese tiempo: la libertad personal y la conciencia de mí<br />

mismo.<br />

JULIO 2009


EN TIERRA DE NADIE<br />

Leyendo un artículo de José Ortega y Gasset, de su época<br />

en “El Espectador”, recogidos en un libro del mismo título, se me<br />

ha ocurrido el tema para este trabajo 1 . Nací hace 38 años en la<br />

meseta castellana, en la vieja ciudad de Toledo. Mis antepasados<br />

vivieron en esas tierras, muchas generaciones antes que yo,<br />

tengo casi toda mi familia allí, y por tanto, mi constitución<br />

genética le debe mucho a esa tierra. Sin embargo, mi apellido<br />

Rossell proviene de familias instaladas en Girona y –como pude<br />

comprobar en un viaje a Carcassonne- también existe en el<br />

Rosellón, en Languedoc y otras zonas de Francia, por no hablar<br />

del apellido inglés Russell 2 . Vine al Levante con 5 años de edad,<br />

cuando la personalidad no está aún formada y, por tanto, he<br />

pasado cerca de un 85 % de mi vida aquí.<br />

Prácticamente todas las Navidades las pasaba en Toledo, en<br />

contacto con mis abuelos, mis tíos y luego mis primos, pero poco a<br />

poco fueron haciéndose más espaciadas en el tiempo. Mis<br />

estudios, mis aventuras, mis amistades, mis amores, mis<br />

tristezas, mis éxitos y mis fracasos han ocurrido en Levante.<br />

Pero es difícil compaginar, por un lado tu código genético, y por<br />

otro el proceso de socialización a que estás sometido en una<br />

tierra donde no has nacido. A veces pienso que mi esquizofrenia<br />

(mente escindida, en griego) no ha sido otra cosa que este<br />

dualismo que no he podido solucionar, unir y sobrellevar. No me<br />

siento cómodo últimamente cuando viajo a la meseta; sus<br />

costumbres, sus gentes, su humor, su visión de la vida me<br />

expulsan de allí. Me siento extraño y desplazado. Pero no he<br />

conseguido tampoco integrarme en esta nueva vida aquí en el<br />

Mediterráneo. Su extroversión, su rapidez, su humor<br />

desbordante, su personalidad relativista, su sociabilidad, su<br />

cercanía, el carácter comunitario de su vida social…la chispa y<br />

1 “EL ESPECTADOR”. José Ortega y Gasset: “IDEAS SOBRE PÍO BAROJA”.<br />

CAP. XIII. Pp. 77-88. Ed. SALVAT, MADRID, 1970<br />

2 El escritor más conocido es Bertrand Russell (1872-1970). Destaca “LOS<br />

CAMINOS DE LA LIBERTAD”, 1918, por ejemplo en Ed. ORBIS, S.A., 1982


apertura de su pensamiento me acobardan. Añoro entonces, a<br />

veces, la soledad, el misticismo, el silencio, los paisajes infinitos<br />

de campos vacíos, el ocre y verde oliva, el trigo y los olivares y,<br />

sin embargo, se que ya no podré ser uno de ellos, volver sobre<br />

mis pasos.<br />

Una sensación extraña, como de estar situado en el No men<br />

´s land, en la tierra de nadie, me ha atormentado durante mucho<br />

tiempo. He intentado, no se si con éxito, olvidar mis orígenes,<br />

intentar romper aquellas raíces y crear otras aquí, integrarme,<br />

participar de la vida bulliciosa que se respira en estas latitudes.<br />

Sin embargo, quizás en realidad nunca he sido de ningún sitio. He<br />

hecho decenas de viajes y de Km. por toda España 3 y siempre he<br />

querido saber si era uno más, si podría sentirme cercano a la<br />

gente con quien me relacionaba. No echo en cara a nadie el origen<br />

de mi enfermedad. Quizás era necesario y haya muchos motivos y<br />

muchas causas. Pero no odio a nadie ni desprecio a nadie. Mi<br />

soberbia y mi orgullo son tan sólo la máscara que esconde una<br />

profunda y total indefensión y vulnerabilidad. Pocos conocen mi<br />

lado más débil y a la vez humano. No soy el tipo que ven, con una<br />

apariencia fuerte y segura y que tan sólo desea una mano amiga y<br />

un poco de ayuda. La vida me ha dotado de esta mimesis, de esta<br />

protección, de esta capacidad camaleónica y de este escudo que<br />

todos ven, y que esconde un ser desnudo y vacilante. Mi orgullo<br />

no es sino un castillo con el que defenderme, quizás contra<br />

enemigos imaginarios, y tal vez una cárcel de la que no me<br />

liberaré hasta que baje el puente levadizo.<br />

Recuerdo, sin embargo, cierta ocasión en que viajé por<br />

segunda vez a León, en el año 1995, más o menos. Me encontraba<br />

ya enfermo, pero lo pasé muy bien, en compañía de viejos amigos<br />

que había conocido 3 años antes, en un Campo de Trabajo 4 (Iñaki,<br />

Blanca y Cristina) Me divertí, reí y disfruté, sin acordarme que<br />

parte de mi familia y amigos estaban a casi 1.000 Km. de<br />

3 De las 20 Comunidades Autónomas únicamente nunca he estado en Galicia, País<br />

Vasco, Extremadura, Ceuta, Melilla y Las Palmas. He viajado por el resto, sólo, con<br />

amigos o con mi familia.<br />

4 Campo de Trabajo de Soto de Valdeón, León, 1992. Restauración de hórreos.


distancia. No obstante, en la estación de Madrid, mientras<br />

esperaba un tren que me devolviera a Alicante, me invadió la<br />

angustia y la soledad, mientras oía por megafonía el próximo<br />

destino y me puse a llorar, añorando mi casa y mi gente. Fue y me<br />

sentí estúpido, pues siempre pensé que la nostalgia era un mito y<br />

que un auténtico ser humano no es de ningún sitio. Pero<br />

instintivamente echaba de menos mi hogar.<br />

He podido comprobar en estos años los distintos modos de<br />

pensar y de sentir, las psicologías y el carácter que hace que<br />

seamos distintos unos de otros, aunque todos somos humanos. La<br />

diversidad cultural, en definitiva. Castilla es –o era- un enorme<br />

paisaje desolado, silencio, sin núcleos urbanos en muchos Km. Un<br />

mundo rural y difícil, con inviernos duros y fríos, donde quizás las<br />

diferencias sociales son brutales. Flota en el aire un sentimiento<br />

de feudalismo y de clientelismo, de falta de libertad, de<br />

esclavitud, de sumisión a la autoridad, a todos los que poseen<br />

poder. Siempre eres alguien por encima y por debajo de otros,<br />

aunque la pobreza y las dificultades unen a la gente y los incita a<br />

ayudarse mutuamente, a defenderse.<br />

En el Mediterráneo –al menos, al principio- no aprecié esa<br />

forma de vida piramidal, sino que se respira más la libertad, la<br />

igualdad y la fraternidad, trilogía que no se inventaron solamente<br />

los revolucionarios franceses de 1789. Aquí todo el mundo es<br />

igual a todos, no hay nadie por encima de nadie. La fuerza está en<br />

el grupo y no en el individuo. No existe lo que considero el<br />

feudalismo o el clientelismo, sino el amiguismo, en el buen sentido<br />

de la palabra, la camaradería. Los ricos y los pobres, los grandes<br />

y los jóvenes, los humildes y los notables, todos viven codo con<br />

codo, todos se reúnen cuando la ocasión lo requiere, en fiestas,<br />

reuniones, eventos…<br />

He intentado, pues, durante mis años aquí, convertirme en<br />

uno más, pues no tenía más familia y apoyo que mis padres y<br />

hermanos. No se si lo he conseguido, pero por lo que llevo escrito<br />

no estoy muy seguro de ello. El orgullo, el amor propio y la<br />

soberbia han sido mi cota de mallas, mi armadura y mi castillo,


pero me han hecho aislarme y volverme una persona algo<br />

solitaria, extraña y un poco extravagante. Sin embargo, no pierdo<br />

la esperanza de que algún día pueda sentirme uno más, pues más<br />

difícil que vivir lejos de tu tierra es no poder participar de la<br />

vida que pasa a gran velocidad ante ti.<br />

Y finalmente unas palabras para navegantes. Soy una<br />

persona pacífica, que ha optado por el vegetarianismo 5 y la<br />

convivencia. No me gustan las revoluciones. No me gusta<br />

demasiado cómo se están desarrollando los acontecimientos en el<br />

mundo, en España o aquí en Levante y, aunque soy optimista y<br />

tengo esperanzas, no creo en cataclismos que pongan patas<br />

arriba el mundo existente. O al menos no debido a una<br />

sublevación, una toma del poder o algo parecido. Que no me<br />

busquen los apóstoles de la Revolución. Por encima de las ideas<br />

sitúo a las personas y me importa más tener amigos sinceros,<br />

sean de derechas, de izquierdas, del centro, de arriba, de abajo<br />

o lo que les de la gana, que tener que odiar a los que no son o<br />

piensan como yo.<br />

A pesar de que me considero anarquista no creo que haya<br />

que hacer una especie de limpieza racial y de la noche a la mañana<br />

masacrar terratenientes, iglesias, ricos y otra fauna capitalista.<br />

Prefiero crecer como persona y tratar de comprender qué es lo<br />

que mueve a la gente a actuar, que les motiva a seguir vivas. Creo<br />

en la evolución y en el cambio, en la educación interior y exterior,<br />

pero también en la tolerancia y el respeto, y me considero<br />

también cristiano, budista, individualista, amante de la cultura –a<br />

pesar de todo-, poseo una educación que no puedo tirar a la<br />

basura de la noche a la mañana y disfruto, no sólo con la lectura<br />

de buenos textos anarquistas, sino también con un canto<br />

gregoriano, con la contemplación de un iglesia románica, una<br />

espectáculo místico, una conversación con alguien que me fascine<br />

o me aporte algo –sea de la clase social que sea- y tengo<br />

inclinaciones místicas y religiosas que no voy a reprimir por el<br />

5 Alimentación o filosofía de vida que puede encontrarse en el hinduismo, en el<br />

budismo, o en comunidades como los esenios, los maniqueos o los cátaros, entre<br />

otras.


simple hecho de ser anarquista. Quiero vivir intensamente todos<br />

los aspectos de mi personalidad, que a veces parecen estar en<br />

oposición y contradicción, pero que yo, y sólo yo, debo reunir,<br />

coordinar y tratar de integrarlos dentro de mí. Una aclaración<br />

que lanzo por adelantado y os deseo Feliz Semana Santa, a quien<br />

le gusten las procesiones de encapuchados. Yo soy más de pà<br />

torrat, fabes tendres, coca de verdura, alls asats i de la<br />

processió dels sacos de Crevillent, mística, intensa y bella. Salud<br />

y Anarquía.<br />

MARZO-ABRIL 2010


8. VIAJES<br />

“De Santa Pola salen unos barquitos que, en poco más de<br />

media hora, nos dejan en la isla de Tabarca. El viaje, con el<br />

cabeceo del barco cuando se sale a mar abierta, alarma un poco a<br />

quienes no tenemos la costumbre de navegar. Por lo demás, el<br />

trayecto suele ser tranquilo, de una total seguridad y la gente lo<br />

aprovecha para ensimismarse, charlar un rato o tomar el sol en la<br />

cubierta.<br />

Tabarca, en verano, es una isla concurrida. La gente llega,<br />

da una vuelta por el pueblo y acude hasta la playa o busca unos<br />

acantilados donde poder bañarse, mientras aguarda la hora de<br />

comer. En Tabarca se comen unos estupendos calderos, hechos<br />

con unos fondos soberbios. Son unos fondos olorosos, densos,<br />

con la grasa precisa para que el arroz se pegue ligeramente a los<br />

labios. (…)<br />

Para quien se instala en Tabarca durante varios días, la isla<br />

ofrece escasa diversión (…) Baños, largos paseos y alguna copa<br />

después de cenar, completan el panorama. Todo esto en un<br />

ambiente sosegado, de un hedonismo monástico que, ayudado por<br />

el calor, os va embotando ligeramente los sentidos hasta que<br />

acabáis por tener una conciencia precisa de vuestro propio<br />

cuerpo. Un paseo al atardecer, mientras los colores son tenues y<br />

se van debilitando, se enciende la luz del faro, el mar se adensa y<br />

vosotros cruzáis la isla sin encontrar un alma, provoca una<br />

sensación de soledad de una pureza extrema, únicamente<br />

superada cuando, a finales de septiembre, un temporal de<br />

levante os aísla de tierra y tenéis que encerraros en casa<br />

durante un par de interminables días.”<br />

V.V.A.A. “Tierra Adentro. Rutas de la provincia de<br />

Alicante”. Ed. “Información”, Murcia, 1990


FORMENTERA: PARAISO PERDIDO.<br />

Llegué a la isla alrededor de las 4 ó las 5 de la tarde,<br />

después de unas cinco horas de barco, muy agradables, por el<br />

mar Mediterráneo. Mis expectativas muy altas, como siempre que<br />

emprendo un nuevo viaje. Y la realidad, como casi siempre, me<br />

escupió de nuevo a la cara.<br />

Aquí, como en todos los lugares sagrados, libres y<br />

paradisíacos, la llegada del homo estúpidus, con su tarjeta de<br />

crédito y su capacidad de arrasarlo todo, han destruido el<br />

encanto que quizás algún día tuvo.<br />

Encontrar el pasado hippie y su leyenda (sexo sin tabúes,<br />

libertad, hospitalidad…) es como encontrar una moneda perdida<br />

en una playa. No encontré lo que esperaba y debo admitir que la<br />

situación quizás vaya a peor. Italianos, alemanes y españoles con<br />

buena cuenta corriente están convirtiendo esta singular Itaca en<br />

otra Ibiza, Marbella, Benidorm o Torrevieja: un lugar donde sólo<br />

impera la ley del dinero. Una cutrez y un falsete. Un remedo<br />

consumista de lo que un día, que yo no vi., debió de ser lo más<br />

parecido al Edén Bíblico.<br />

Formentera es cara, está empezando a masificarse<br />

(circulan por la isla una buena flota de coches y motos de<br />

alquiler) y sus habitantes “naturales” están empezando a ser<br />

desplazados por el pariente más próximo del chimpancé: el<br />

hombre-masa, el turista hortera y rico que piensa que sólo el<br />

dinero abre todas las puertas. Y en esta agonía contemplo la<br />

prostitución forzosa de un mundo y los restos del naufragio:<br />

viejos y obesos hippies alcoholizados, colgados o marginados;<br />

unos cuantos alternativos descolocados y algo aturdidos; una<br />

hospitalidad y cordialidad que empieza a adquirir un tono<br />

forzado, cuando el interlocutor descubre que no tienes donde<br />

caerte muerto; la anarquía aún de una isla donde no existen los<br />

semáforos… y la gente conduce con una seguridad y un saber<br />

estar inusuales.


¿Me divertí? Bueno, digamos que asistí de una manera<br />

sosegada a la contemplación de una nueva fauna en esta antigua<br />

selva, ahora zoológico. Cuando las cosas y las personas empiezan<br />

a medirse por su peso en oro, el espíritu corrompido empieza a<br />

exhalar un perfume un tanto nauseabundo para olfatos<br />

libertarios y espíritus cansados de normas y protocolos.<br />

¿Literatura? Puede ser. Pero para quien los símbolos son<br />

una manera de estar en el mundo, no puedo ignorar que la<br />

podredumbre capitalista ha empezado a devorar a la<br />

independiente, salvaje y anarquista república de Formentera. El<br />

Diablo la tenga en su gloria.<br />

JULIO 2007


OCCITÀNIA<br />

Del 16 al 21 de Julio, el que esto escribe y su compañero de<br />

aventuras Antonio Boix, realizamos un pequeño viaje al corazón<br />

del catarismo: Carcassonne. Me atraía la idea de captar en<br />

primera persona lo que aún queda de todo aquello, no se,<br />

aprovechar las vacaciones y hacer de reportero gráfico, cronista<br />

y viajero a un tiempo. He de confesar que lo he pasado muy bien,<br />

y aunque no he podido profundizar allí y a fondo esta doctrina, he<br />

captado muy buenas sensaciones, a pesar de que hablamos de una<br />

religión o doctrina que se remonta al siglo XIII d. C.<br />

Recorrimos cerca de 900 Km. en 9 horas de tren, un<br />

TALGO algo ruinoso, pero con el encanto de lo antiguo. Tanto<br />

tiempo dan para mucho: dormitar, mirar por la ventana, ver video,<br />

irse a la cafetería, esperar una parada más larga para asomar la<br />

cabeza por la puerta y fumarse un cigarrillo, leer, conversar con<br />

tu compañero y, sobre todo, una buena dosis de paciencia. Ya en<br />

Narbonne, a punto de bajar del tren, conocimos a una francesa<br />

de París, de padres españoles, que nos comentó que podía<br />

llevarnos a Carcassonne en el coche de su marido. Aceptamos,<br />

porque el siguiente tren salía dentro de 2 horas. Tuvimos suerte<br />

y luego explicaré por qué. A eso de las 8 de la tarde saludamos a<br />

su marido y todos (la mujer, su pareja, su hija de 13 años y<br />

nosotros dos) disfrutamos de un pequeño viaje, charlando de mil<br />

cosas. El hombre era divertido y un poco irónico, hablaba<br />

castellano y era de Alsacia-Lorena (germano hablante).<br />

Conversamos sobre la crisis mundial, la crisis de la uva en<br />

Languedoc, de los españoles y los franceses, de fútbol y del<br />

ciclismo, del catarismo, en fin, de nuestras cosas. Nos<br />

despedimos a la puerta del Hôtel des Voyagers.<br />

Entrada cerrada. No hay timbre. No se ve ni un alma.<br />

¿Pasaremos la noche en la calle? Son las 9 ó las 9 y media y,<br />

cansados, empezamos a preocuparnos. Llamamos a un móvil<br />

anotado en la puerta y, después de 2 intentos, la voz de una<br />

mujer mayor nos contesta en francés que enseguida baja. En


ecepción nos echan el puro porque nos esperaban antes y a las 9<br />

cierran la puerta. Creo que estaba a punto de irse a dormir.<br />

Pagamos el 60 % que nos queda de la habitación, el desayuno para<br />

5 días y nos “castiga” a no salir esa noche, porque “Je suis très<br />

fatiguée et je me suis levée a six heures”. Vale. Pues nada, una<br />

ducha, cambio de ropa, cena fría de lo que llevamos en la mochila,<br />

un poco de T.V. y radio, tabaco, charlamos y a dormir.<br />

A la mañana siguiente nos organizamos un poco y decidimos<br />

gastar un máximo de <strong>50</strong> €uros al día. Recorremos un poco la<br />

ciudad nueva, con un plano, y nos damos cuenta de que es<br />

bastante antigua, como de los años 1930-40, con pocos pisos de<br />

más de 3 plantas, no muy grande ni extensa, y animada. Antonio<br />

quería subir ese mismo día a la Ciudadela y allí que fuimos.<br />

Tardamos unos 20 minutos en llegar al Puente Viejo sobre el río<br />

Aude y nos quedamos alucinados por lo que vimos. El río no era<br />

muy profundo allí, con algunos patos, las márgenes muy anchas y<br />

cubiertas de césped y árboles, y arriba, sobre un pequeño<br />

promontorio, la espectacular construcción militar de la Cité de<br />

Carcassonne, de la Edad Media, de una extensión y perímetro<br />

considerables. Parecía un sueño, un espejismo. La misma<br />

impresión que cuando vi por primera vez el palacio nazarí de la<br />

Alhambra de Granada.<br />

Una subida suave nos llevó a la puerta de entrada, que<br />

atravesamos sobre un puente levadizo, salvando un enorme foso<br />

seco. Gran animación, turistas (sobre todo franceses) pululando<br />

por allí y una zambullida en el s. XIII y XIV: calles empedradas,<br />

irregulares, altas, estrechas; un montón de gente por aquí y por<br />

allá; una Babel de lenguas (francés, catalán, inglés, italiano,<br />

castellano…) y viviendas y tiendas medievales. En fin, un baño en<br />

el pasado. Todo está lleno de bares, restaurantes y tiendas de<br />

souvenirs. Recorrimos al azar por las calles y desembocamos en<br />

una plaza mediana, sombreada por viejos y grandes árboles, llena<br />

de mesas, de los más de 7 u 8 restaurantes allí situados. Ese día<br />

habíamos desayunado a las 7 de la mañana, así que decidimos<br />

adaptarnos al horario francés y comer a las 12 ó 12 y media. Así


pues, regresamos a La Bastide o ciudad nueva y almorzamos en<br />

un restaurante vietnamita, porque aún no conocíamos los precios<br />

de la zona, pero los siguientes días comimos en la Ciudadela, con<br />

menús de 12, 14 o 16 €uros (2 platos, pan y postre) con bebida y<br />

café no incluidos. En Francia no se puede fumar dentro de los<br />

sitios públicos, pero lo permiten en las terrazas. Hecha la Ley,<br />

hecha la trampa.<br />

Es difícil resumir en tan poco espacio todo lo que vimos y<br />

vivimos. Nos encantó la Ciudadela, compramos recuerdos,<br />

anduvimos bastante y nos dio tiempo a muchas actividades, todas<br />

allí en Carcassonne: visitas a iglesias o plazas, 2 conciertos<br />

distintos de rock francés, gratuitos, el Museo de la Memoria<br />

Combatiente, una biblioteca, una exposición de escultura de Miró,<br />

pubs y discotecas, entrar descalzos y disfrutar como niños por el<br />

río Aude…Afortunadamente conozco un poco el idioma y nos fue<br />

muy útil. Hacía tiempo que no lo hablaba pero, por lo que captaba<br />

y me decían, me entendían casi siempre. En general la gente es<br />

bastante amable y educada y nos han tratado bien en casi todos<br />

los sitios. Ese es quizás el legado cátaro: una gente tolerante y<br />

respetuosa. Los vinos de aquella región son sencillamente<br />

extraordinarios, se come muy bien y aunque hay cosas un poco<br />

más caras (como el tabaco, algunos souvenirs o la comida en<br />

ciertos sitios) tampoco es exagerado y si sabes mirar mucho<br />

antes de comprar y economizar, puedes pasar el día con pocos<br />

gastos. Y no quiero terminar sin agradecer los estupendos<br />

desayunos de nuestra anfitriona en el hotel: café Express<br />

(delicioso), croissants recién hechos, zumo de naranja y pan<br />

francés con mantequilla y confitura. Nos trató muy bien y quiero<br />

desearla paz, felicidad y salud. Au bientôt Madame! J´attend la<br />

voir une autre fois.<br />

SEPTIEMBRE 2008


VIAJES<br />

Siempre me han gustado los contrastes culturales, a pesar<br />

de que desde hace tiempo vivimos en la puta globalización. De<br />

niño y adolescente practiqué camping con mis padres y visité<br />

múltiples lugares y provincias: el verdor de Asturias; la<br />

monumentalidad de Cantabria; la impresionante y gigantesca<br />

naturaleza de Huesca; la paz de la pradera de Albarracín en<br />

Teruel; el bullicio de Moraira (que despertó mi sexualidad) en<br />

Alacant; el amor de los bosques y la fauna de Cazorla, en Jaén; la<br />

sensibilidad y misterio de la Alhambra y las calles llenas de<br />

peregrinos, alternativos y mochileros de Granada; los gritos del<br />

pasado en Numancia, Soria; la originalidad de Andorra; mis<br />

balbuceos en lengua extranjera, en Lourdes o Foix, Francia; el<br />

frío y una sensación extraña de lejanía en Ezcaray, La Rioja; las<br />

flores de lavanda que recogimos cerca de Cuenca; los cambios de<br />

paisaje, gentes y costumbres en los viajes de Alacant a Toledo…<br />

Durante mi adolescencia viajé de nuevo a Francia, a la<br />

Vendée, a Granada y el orgulloso pasado de Córdoba, a Sevilla<br />

(Parque de Maria Luisa, Plaza de España, Estación, los vinos de<br />

sus tabernas y mi primera borrachera); València con mis<br />

compañeros de clases de Historia del Arte; las discotecas y<br />

playas de Mallorca, donde corrí en ropa interior, de noche, y nos<br />

bañamos en sus frías aguas; y ya joven, a León, a un campo de<br />

trabajo donde descubrí de una vez por todas que no era<br />

homosexual…aunque poco importaba ya, pues quienes me acusaban<br />

de este supuesto “crimen” habían hecho ya su daño. Y ya adulto,<br />

en Alhama de Murcia, Sierra Espuña; el silencio místico y<br />

primitivo del Maestrazgo, en Castelló; Vielha, otra vez en<br />

Huesca; mi primer vuelo en avión, acojonado y drogado de<br />

Micebrina, rumbo a Tenerife; mi retorno a León, a ver viejos<br />

colegas; la tranquila Formentera; la bulliciosa Ibiza; la solitaria<br />

Tabarca; Carcassonne, en Languedoc (Francia), mi última<br />

aventura.


Ahora viajo poco; apenas tengo dinero: Elx, Alacant y poco<br />

más, pero las ganas de viajar no han disminuido, Al contrario, me<br />

muero de ganas por volver a ponerme en marcha. Y, sin embargo,<br />

me acuerdo que lloré en Madrid, cuando volvía de León, al oír por<br />

megafonía que volvíamos a Alacant…nunca había echado tan en<br />

falta mi patria, donde vivo. Miles de viajes me aguardan:<br />

Marruecos, Túnez, Egipto, Jerusalén, de nuevo el Languedoc,<br />

Granada, Formentera mi sueño, La India, donde me gustaría<br />

morir…<br />

¿Qué ocurría en mi interior mientras observaba por la<br />

ventanilla del coche? ¿Qué cambio de conciencia se operaba<br />

dentro de mí? ¿Aprendí, fui feliz? ¿Dónde estaba? Mi infancia,<br />

mi pubertad, mi adolescencia…todo se truncó. Durante 15 años mi<br />

vida transcurrió en las tinieblas. Como si un Dios maligno<br />

formatease mi disco duro. Era un hombre nuevo…vacío y<br />

profundamente desgraciado. Sobrevivir fue la consigan segundo a<br />

segundo. La sonrisa se borró de mi peculiar y simpático sentido<br />

del humor. Mi corazón estaba duro y frío…roto. ¿Fui yo mismo<br />

alguna vez en esos 15 años? Sí y mil veces sí. ¿Quién si no luchó?<br />

¿Quién si no lloró amargamente? ¿Quién si no perdió el corazón<br />

mil veces? Yo, apretando los dientes, maldiciendo a Dios,<br />

comiéndome los nervios y la ansiedad. Yo, soportando las burlas y<br />

el desprecio. Yo, conmigo como única guía.<br />

Todo aquello está a punto de morir. Poseidón me perdonó,<br />

alejó las olas y me escupió contra las playas de Itaca, sobre un<br />

madero, 15 años después, cansado, desnudo y muerto de frío,<br />

pero vivo. Conseguir ropa, afeitarse, cortarse los mugrientos<br />

cabellos, comiendo para saciar mi hambre, bebiendo para aplacar<br />

mi sed…volviendo a sentirme hombre entre los hombres;<br />

volviendo a sentirme hombre ante las mujeres; recuperando mi<br />

confianza, el respeto, mi reino…cuando partí lejos de mi familia.<br />

¿Fui Ulises? Quizás. Fui muchas cosas, algunas buenas y otras no<br />

tanto. Estuve allí, en los infiernos, bromeando con Satán,<br />

engañándole y escapándome. Y de repente fue como un ritual de<br />

paso. Ni blanco ni negro. El gris más aburrido. No era nada. Ni


pasado ni futuro. La guadaña había segado todo el trigo. Tuve que<br />

sembrar y esperar la cosecha. Hoy recojo ya mis primeros<br />

tomates, mis lindas lechugas, mis bellas y dulces almendras, mi<br />

pan, mi queso, mi vino…<br />

He construido una barca. Cuando sople la brisa embarcaré y<br />

volveré a los mares. Ya no temo a Poseidón ni al mismísimo Zeus.<br />

Afrodita y Venus me protegen para siempre. Partiré, libaré vino<br />

en las aguas y me perderé donde nace el sol…<br />

MARZO 2009

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