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ESPAÑA Y EL ISLAM<br />

Desde muy joven me sedujo lo relacionado con otras<br />

culturas, especialmente las orientales. Hoy quisiera dedicar mi<br />

artículo a algo tan genérico, amplio y multifacético como es el<br />

Islam.<br />

Vivimos en un país impregnado hasta los tuétanos en la<br />

cultura islámica. Multitud de costumbres y aspectos relacionados<br />

con la gastronomía, la lengua y en general lo que llamamos cultura<br />

nacional está íntimamente relacionado con el mundo musulmán y<br />

sobrevive a pesar de los siglos y los intentos por erradicarlo. No<br />

en vano fuimos (con alguna otra rara excepción) el único país<br />

europeo donde esta manera de interpretar la vida se desarrolló<br />

durante siglos. En Hispania (o mejor dicho, Al-Andalus) esta<br />

aventura se extendió desde el 711 hasta 1492, oficialmente,<br />

aunque la expulsión de los últimos moriscos lleva fecha del año<br />

1611. Es decir, entre 8 y 9 siglos, lo cual es bastante.<br />

No voy a descubrir nada nuevo si digo que en los últimos 10<br />

años España ha recibido a miles de ciudadanos de países del<br />

Magreb, especialmente de Marruecos. Lo que poca gente sabe es<br />

que muchos de los que vuelven, al cabo de tantas y tantas<br />

generaciones, tienen más sangre española que muchos de los que<br />

se rasgan las vestiduras en cuanto oyen la palabra moro.<br />

Desde aproximadamente la descomposición del Califato de<br />

Córdoba y la desintegración de Al-Andalus en reinos de taifas, la<br />

avalancha cristiana fue arrinconando la cultura islámica en la<br />

península hasta quedar reducida al reino de Granada y la<br />

población cautiva que iba quedando en reinos cristianos como<br />

vasallos, los moriscos. Así pues, estos españoles, pues lo eran con<br />

tanto o más derecho que Isabel y Fernando, fueron emigrando a<br />

África, según avanzaba la mancha cristiana sobre la Península,<br />

añorando en vano el regreso a sus casas y a sus vidas, truncadas<br />

por estúpidas guerras religiosas e intereses políticos,<br />

económicos, estratégicos o lo que quieran.

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