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posterior demuestra que la península fue un hueso duro para más
de un conquistador.
Hispania no fue conquistada, sino que se entregó
voluntariamente. Fue una apuesta fuerte y valiente, que resistiría
a los herederos de los restos visigodos hasta 1492, con la
rendición de Granada, y hasta 1609 con la expulsión definitiva de
todos los moriscos. España fue Islam porque quiso. Que triste
mentira y vergonzosa imagen la que se nos vendió con la tan
cacareada “Reconquista”. Nunca hubo tal, sino intereses
económicos. No había que expulsar a ningún extraño; los extraños
eran los que querían vender una religión incomprensible, una
moral hipócrita y decadente, unas costumbres rígidas y
constantemente vendidas por la idea del pecado y una vida al
servicio de la religión. ¿Realmente es eso lo que los hispanos
queríamos? Que cada cual responda desde dentro de su corazón.
SEPTIEMBRE 2006