Marzo - Abril 2011 - INEEA Morelos - INEA

-¿Qué más le agradó de los contenidos educativos, que
en un momento dado le facilitaron a usted acreditar su
educación básica?
-Me gustó que inicialmente me dieran una plática con
conocimientos de primaria y secundaria. De primaria,
con una sola plática me sirvió porque saqué buena
calificación en el examen, 9.5 de promedio.
-Después de esa conversación, doña Carmen, ¿qué
siguió?
-Inmediatamente pedí hacer mi examen y, sí, en esa
única vez saqué buena calificación y, posteriormente,
hice el examen para la secundaria. Saqué 9.5 en primaria,
y 9 en secundaria.
-¿Usted, recomendaría los servicios educativos del INEA?
-Definitivamente, sí. Mucha gente necesita acreditar y
certificar sus estudios básicos, ya que es imposible que
a cierta edad se estudie nueve años, seis de primaria y
tres de secundaria. Si se aplican es fácil-, recomendó a
quienes son mayores de 15 años y no tienen primaria o
secundaria terminada.
-A su juicio, ¿qué le falta al INEA para que más gente
conozca sus beneficios?
-Una mayor difusión entre la población a la que está
dirigido.
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Simultáneamente se congratuló porque a mucha gente la
ha impulsado a que estudie la preparatoria. “Es fácil, nada
más échale ganas”, les decimos mis hijas y yo. “Afánate
y seguro que obtienes tu certificado de preparatoria con
la carrera en puericultura, a nivel técnico”, especificó la
mujer a la que, según sus hijas, “le falta un grado para ser
físico–matemática”.
-A la preparatoria vamos 15 personas de mi familia.
Primero fue mi hija Angélica, quien empezó a invitarnos
a nosotras y a vecinas de aquí de la unidad habitacional
donde vivimos, cuya entrada principal tiene marcado
el número 111 de la calle Chilpa, colonia Santa María
Nonoalco, delegación Álvaro Obregón.
-Usted, doña Carmen, ¿piensa continuar con la
licenciatura?
-Mi hijo Rafael quiere que vaya a estudiar a la
Universidad de la Tercera Edad. Voy a presentar
el examen de ingreso a la Universidad Nacional
Autónoma de México (UNAM) por amor propio.
Quiero ver si apruebo el examen. Si lo paso voy a
inscribirme para no quitarle el lugar a alguien. Tengo
miedo de no pasarlo, pero lo voy a hacer, reconoció la
madre de ocho hijas y cuatro hijos.
A fin de darle ánimo, le recordamos que recientemente
ha pasado tres exámenes (de primaria a secundaria y
de secundaria a la preparatoria), a lo cual reacciona
y revira:
De hecho, en la preparatoria abierta no tengo el promedio
de la secundaria, estimado en 9 puntos, pero si un 8.5.
Con este promedio tengo la mitad de compañeros que
reprobaron 8,7, ó 5 materias, entonces hasta con 7.5
que hubiera sacado, me salva de reprobar.
Una vez más, Doña Carmen se dirigió a las personas de
15 años o más que se encuentran en rezago educativo
en el sentido de que aproveche las oportunidades que
a través del INEA está dando el Gobierno Federal para
acreditar sus estudios de educación básica y mejorar su
calidad de vida.
De la Sombra del Caudillo a Cuentos para Eva
Como ávida lectora, especificó que no tiene escritores
favoritos. “Leo todo lo que me traen mis nietas y nietos”,
aclaró y se fue de largo en sus palabras e ideas propias.
Ahora está leyendo Cuentos para Eva de Isabel Allende.
De Paulo Cohelo ha leído El Alquimista, cuyo título
arribó a su memoria.