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Orgapo äe su Veperable<br />
Oräep Cercera y (ofrabías<br />
Dirección: Silva, 39.—Madrid (<strong>12</strong>). —Teléf. <strong>12</strong>803<br />
Admón.: Apartado 234. —Madrid. — Teléf. 55944<br />
15 DE DICIEMBRE DE <strong>1930</strong> NÚM. <strong>12</strong><br />
S TI M A 1=2. 10<br />
¿CUÁNTO DURÓ LA VIDA PÚBLICA DE JESUCRISTO?, por Fr. G. Núñez. --EL VENERABLE<br />
PADRE BERENGUER CANTUL, MAESTRO GENERAL, por Fr. Guillermo Vázqucz.—NOTAS<br />
RELIGIOSAS, por Fr. Martín OrIlhdr. — PÁGINA MISIONAL. — D. ANGEL AMOR <strong>12</strong>UIBAL, por<br />
D. Amador Vázquez CaMbörl. — LAS MARAVILLAS DE LA MECÁNICA, por Guillaume. —<br />
LA OFRENDA DEL ZAGAL, por Fr. José Cereiio.—INAUGURACI6N DE LA IGLESIA ARGENTINA<br />
EN ROMA, por Fr. Sera pio González Gallego. --LOS IMPERMEABLES, por G3rcia. —<br />
INSTANTÁNEAS, por Fr. R. Delgado Capeáns. — BIBLIOTECA CIRCULANTE, por Fr. Ricardo<br />
Delgad). — 13IBLIOGRAFÍA. — NOTICIAS. — INDULGENCIAS. INDICE DEL AÑO.<br />
NCSRAIVA ¡Cuánto duró la vida panca de Jesucristo?<br />
Somos cristianos en cuanto partí-<br />
- cipamos de la vida de Cristo y tratamos<br />
de ajustarnos a este divino modelo.<br />
Debemos, pues, estudiarlo y<br />
tratar de conocerlo lo más a fondo<br />
que nos sea pósible, pues El es el Ca-<br />
, mino, la Verdad y la Vida.<br />
San Lucas nos dice que Jesús contaba<br />
como treinta años cuando todavía<br />
era tenido por hijo de José. Nuestro<br />
Salvador quiso hacer antes de<br />
predicar; quiso enseñar con el ejemplo<br />
de su vida oculta y laboriosa antes<br />
de hacerlo con su palabra divina.<br />
¿Cuánto duró su predicación? Es<br />
cosa que interesa grandemente conocer<br />
a los amantes de Jesús, deseosos<br />
de grabar en sus corazones todos los<br />
detalles de su vida santísima.<br />
Pero no tenemos sobre ello certeza<br />
absoluta, pues los evangelistas no lo<br />
dicen expresamente, y los expositores<br />
varían entre un año y tres años con<br />
algunos meses.<br />
Hoy, sin embargo, sólo quedan en<br />
pie dos opiniones: una que reduce<br />
la vida pública de Jesús a dos años y<br />
tres meses, y otra que la prolonga<br />
hasta tres arios y tres meses.<br />
La base para estos cálculos son las<br />
fiestas de los judíos a que asistió el<br />
Señor y que eran cuatro principales:<br />
la Pascua (en Marzo, Abril), Pentecostés<br />
(cincuenta días más tarde); los<br />
Tabernáculos o Escenopegia (fines de<br />
Septiembre), y las Encenias (en Diciembre).<br />
Consta que Jesús celebró una pascua<br />
poco despüis de ser bautizado<br />
(Joan. 2, 13). Otra tuvo lugar poco
después de la multiplicación de los<br />
panes al otro lado del lago de Genesaret.<br />
(Joan. 6, 2).<br />
Entre la primera y la segunda enumeradas<br />
hay otra menos evidente,<br />
pero -casi segura. Después de-la primera<br />
pascua Jesús se detuvo en Judea<br />
y no volvió a Galilea hasta<br />
que pudo decirse: Aún faltan cuatro<br />
meses y vendrá la ' siega (Joan. 4, 35).<br />
Claro es que esto no pudo decirse en<br />
el año mismo de la primera pascua,<br />
pues en ella comenzaba la siega, y<br />
debe referirse, por tanto, al año siguiente.<br />
La cuarta pascua es la de la Pasión,<br />
y entre las cuatro completan tres años,<br />
a los cuales han de anteponerse los<br />
meses que mediaron entre el bautismo<br />
y la primera Pascua, tiempo en<br />
que Jesús ayunó los cuarenta días y<br />
reunió los primeros discípulos„ etcétera.<br />
Esta :es la opinión. del Padre<br />
Knabenbauer y de otros muchos expositores<br />
antiguos y modernos.<br />
Sin embargo, el doctisimo Padre<br />
Lagrange y otros con él, reducen la<br />
predicación a dos años y tres meses,<br />
negando que Jesús celebrara la Pascua<br />
que dijimos menos evidente. La<br />
dificultad más grave que encuentra<br />
esta opinión está en los capítulos y y<br />
VI de San Juan, que el Padre La grange<br />
invierte, colocando el VI antes del<br />
V, para que la fiesta de que se habla<br />
en éste pueda ser la de Pentecostés,<br />
posterior a la Pascua de que se habla<br />
en el VI.<br />
Esa trasposición no es absurda,<br />
pues San Juan no promete contar las<br />
cosas por su orden, como lo promete<br />
San Lucas, y podernos, por tanto,<br />
— 442 —<br />
suponer que los hechos referidos en<br />
el capítulo V son posteriores a los del<br />
capítulo VI. Sin embargo, se necesitarían<br />
mejores pruebas para ello.<br />
La gran ventaja de los que reducen<br />
la predicación evangélica a dos años,<br />
es que simplifican la narración, llenando<br />
fácilmente los huecos. Sin embargo,<br />
aquí nos atendremos a la opinión<br />
de los tres años y tres meses,<br />
que es la más comúnmente seguida.<br />
Veamos ahora de ordenar cronol&-:<br />
gicamente, según ella, los principales<br />
sucesos de la vida del Señor, siguiendo<br />
Principalmente a San Lucas, que,según<br />
dijimos, promete contarlos por<br />
su orden. (Luc. 1, 3).<br />
Para-comprenderla vida del Salvador,<br />
ayuda mucho la Geografía de la<br />
Tierra Santa. ¡Lástima que michas<br />
personas piadosas no consagren una<br />
hora a su estudio! ¡Cuánto más agradable<br />
y provechosa les sería la lectura<br />
del Santo Evangelio! La Palestina<br />
es una región pequeña y fácil de retener<br />
en la imaginación una vez vista eit<br />
un mapa.<br />
Los tres primeros meses<br />
Jesús se presentó para ser bautizado<br />
a orillas del Jordán por Enero del<br />
año 31 de su vida santísima.<br />
Fue luego al desierto y al fin de los<br />
cuarenta días de ayuno volvió a ver al<br />
Bautista.<br />
En vista de los testimonios que éste<br />
dió de Jesús, siguieron al Salvador algunos<br />
discípulos de Juan, y en Marzo<br />
se dirigió con ellos a Galilea, donde<br />
convirtió el agua en vino en Caná.<br />
Va después a Cafarnaúm y allí per-<br />
manece pocos días, subiendo a Jerusalén<br />
para celebrar la Pascua en<br />
Abril. (Joan. 2, <strong>12</strong>).<br />
Desde la primera a la segunda<br />
Pascua<br />
Jesús arroja a los negociantes del<br />
templo. Recibe a Nicodemus de noche.<br />
Predica en la Judea una temporada<br />
bastante larga y bautiza por medio de<br />
sus discípulos.<br />
Envidia de los discípulos de Juan y<br />
nuevo testimonio que éste da de Jesús.<br />
Prisión del Bautista. Jesús abandona<br />
la Judea, pasando por Samaria, donde<br />
convierte a la Samaritana.<br />
En Galilea y regiones comarcanas<br />
emplea dos años que se llaman el ministerio<br />
de Galilea.<br />
Fija su residencia en Cafarnaúm,<br />
donde cura muchos enfermos: el hijo<br />
del Régulo, la suegra de Pedro, leprosos,<br />
endemoniados, etc. Pesca<br />
milagrosa en el lago.<br />
Desde la segunda a la tercera<br />
Pascua<br />
Jesús va al templo y en sábado cura<br />
al paralítico de la piscina cerca de la<br />
Puerta Probática. Escándalo de los fariseos.<br />
Jesús demuestra su divinidad.<br />
Vuelve a Galilea y defiende a sus<br />
discípulos que cogían espigas en sábado.<br />
Elige a los doce apóstoles.<br />
Sermón del Monte.<br />
Cura al siervo del Centurión.<br />
Resucita al hijo de la viuda de Nairn.<br />
El Bautista desde la cárcel envía a<br />
Preguntar si Jesús es el que ha de venir,<br />
— 443 —<br />
Perdona a la mujer pecadora en<br />
casa de Simón.<br />
Recorriendo la Galilea propone las<br />
parábolas del sembrador, de la cizaña,<br />
del grano de mostaza, del tesoro<br />
escondido, etc.<br />
Calma la tempestad en el lago. Al<br />
otro lado cura a los endemoniados, y<br />
los puercos se echan al mar.<br />
Vuelto a Cafarnaúm resucita a la<br />
hija de Jairo.<br />
Visita a Nazaret y recorre la Galilea.<br />
Herodes Antipas, que poco antes<br />
había dado muerte al Bautista, teme<br />
que éste haya resucitado.<br />
Envía Jesús a sus discípulos a predicar.<br />
Al otro lado del lago da de comer<br />
a cinco mil hombres con cinco panes.<br />
Vuelve a Cafarnaúm sobre las<br />
aguas y habla a las turbas del Pan de<br />
Vida. Era esto en vísperas de la Pascua.<br />
(Joan. VI, 2-21).<br />
Desde la tercera pascua a la escenopegia<br />
(Abril-Septiembre del tercer año).<br />
Hace muchos milagros en Galilea.<br />
Condena las tradiciones farisäicas<br />
y defiende a sus discípulos.<br />
Va a la Fenicia y cura a la hija de<br />
la Cananea.<br />
Vuelve a la Decäpolis cerca del lago<br />
de Tiberíades.<br />
Segunda multiplicación dejos panes.<br />
En Magedán promete a los fariseos<br />
la señal de Jonäs.<br />
En Betsaida cura a un ciego.<br />
En Cesarea de Filipo recompensa<br />
la confesión de Pedro con la promesa<br />
de las llaves.
Seis días después se transfigura<br />
en el Monte. Al bajar cura a un joven<br />
endemoniado.<br />
Anuncia su pasión.<br />
Enseña la humildad a los apóstoles<br />
que disputaban sobre el primer lugar.<br />
(Fin del ministerio galilaico).<br />
Desde la Escenopegia a las Encenias<br />
(Septiembre a Diciembre del último<br />
año).<br />
El Señor multiplica su actividad y<br />
sus beneficios a medida que las pasiones<br />
rugen a su alrededor.<br />
Sus parientes le invitan a subir a<br />
Jerusalén a la fiesta, y El se niega,<br />
yendo luego solo.<br />
Elige setenta y dos discípulos.<br />
Expone las condiciones precisas<br />
para seguirle.<br />
Parábola del Samaritano.<br />
Hospedase en Betania en casa de<br />
Marta y María.<br />
Al mediar la semana de la Escenopegia<br />
vuelve a Jerusalén,<br />
Absuelve a la mujer adúltera.<br />
Cura al ciego de nacimiento. Re-.<br />
vuelo que esto produce.<br />
Enseña a sus discípulos a orar.<br />
Recorre la Judea enseñando y exhortando<br />
a penitencia.<br />
Parábola de la levadura, etc. Vuelve<br />
a Jerusalén. (Luc. XIII, 22).<br />
Desde las Encenias al Calvario<br />
(Diciembre-Abril).<br />
Era invierno y Jesús paseaba en el<br />
templo, en el pórtico de Salomón;<br />
afirma su Divinidad, (Joan. 10, 22).<br />
— 444 — ocf,«5°000 „... 000°°°0 — o<br />
0 00 c:<br />
. •<br />
Va a la Perea y anuncia el llamamiento<br />
de los gentiles y la ruina de<br />
lerusalen.<br />
Sana al hidrópico en casa del fari-<br />
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seo y corrige a los invitados que se El Venerable Padre Berenguer Cantull, M. General, t el 10 de<br />
disputaban los primeros puestos.<br />
Enseña que se han de renunciar<br />
Diciembre de 1343<br />
todas las cosas.<br />
Propone las parábolas de la oveja<br />
perdida, de la dracma y del hijo pródigo.<br />
A los fariseos que se burlaban de<br />
su enseñanza propone la parábola<br />
de Lázaro y del rico epulón.<br />
Cómo debe evitarse el escándalo y<br />
corregir al prójimo.<br />
Da a los apóstoles poder de abrir el<br />
cielo.<br />
Cómo han de perdonarse las injurias.<br />
Deja la Perea y va a resucitar a<br />
Lázaro.<br />
Recorre por última vez la Samaria,<br />
Galilea y Perea, camino de Jerusalén.<br />
Curación de los diez leprosos. Necesidad<br />
de perseverar en la oración.<br />
Parábola del fariseo y del publicano.<br />
Indisolubilidad del matrimonio; encomio<br />
de la virginidad.<br />
Bendice a los niños.<br />
Diálogo con un joven rico; peligros<br />
de las riquezas.<br />
Parábola de los operarios enviados<br />
a la viña.<br />
Anuncia la proximidad de su pasión.<br />
Entrando en Jericó sana a un ciego.<br />
Come en casa de Zaqueo y al salir<br />
de la ciudad cura a dos ciegos.<br />
Semana de Pasión, cuyo estudio<br />
detallado no cabe en este resumen.<br />
FR. G. NÚÑEZ<br />
Fue el segundo General sacerdote<br />
que tuvo la Merced, a la que guió por<br />
las vías del progreso y honK con sus<br />
virtudes y sabiduría.<br />
Era catalán, sin duda, y de familia<br />
distinguida, nacido en Barcelona e<br />
hijo de aquel convento, según el Reverendísimo<br />
Gaver. En Mayo de 1317<br />
figura de conventual en Castellón de<br />
Ampurias, donde acusa recibo de la<br />
convocatoria para el capítulo de elección,<br />
y el 2 de Julio era subdiácano<br />
en Barcelona al cometer su voto a<br />
Fray Martín Sanz, Comendador de<br />
Arguines, para que lo representara en<br />
en el capítulo que había de celebrarse<br />
en Valencia el día 10, alegando para<br />
no asistir que disminuiría el culto en<br />
la casa de Santa María de la Merced<br />
si él y los demás conventuales se ausentaran.<br />
Su prestigio fue creciendo rápidamente<br />
y en 1324, a la muerte del Pa<br />
dre Guillermo Guerau, la Comunidad<br />
de Barcelona lo eligió Prior. «El nono<br />
que rigió el convento (dice Gaver),<br />
f u é el Reverendo Fray Berenguer<br />
Cantull, Maestro en Teología, hombre<br />
de santa vida y honesta conversación,<br />
como se ha dicho. Este gobernó<br />
el priorato por seis años, es<br />
decir, hasta 1330 en que fué elegido<br />
Maestro de la Orden, y fue el segundo<br />
prior de dicho convento. Hizo mucho<br />
bien en dicho Monasterio. Compró<br />
las casas en que hoy está edificado<br />
el refectorio y encima el dormitorio,<br />
y tanta fue su fama que lo juzgaron<br />
digno de obispar».<br />
El 18 de Noviembre de 1330 falleció<br />
santamente en Valencia el Maestro<br />
Fray Ramón Albert, y cuatro días<br />
después, el 22 de Noviembre, el Prior<br />
de Barcelona y Vicario general de la<br />
Orden Padre Cantull, que había asistido<br />
al funeral y quizá a la enfermedad,<br />
expidió la convocatoria para<br />
nueva elección que debía celebrarse<br />
en Barcelona el 27 de Enero de 1331<br />
(1330 según la cuenta de entonces).<br />
Firman el documento Fray Pedro de<br />
Aguilar, Fray Pedro de Rocalaura,<br />
Fray Berenguer de Prats y otros religiosos<br />
muy conocidos desde el capítulo<br />
de 1317 (1).<br />
Se aplicaba, por vez primera, el<br />
sistema de los siete electores introducido<br />
por el Beato Albert en los ca<br />
pítulos de 1319 y 1320 y tomaron parte<br />
an la elección, además del Prior de<br />
Barcelona, presidente, otros seis religiosos,<br />
a saber:<br />
Fray Pedro García, por Castilla;<br />
Fray Raimundo Cogombre; Fray Bernardo<br />
de Villamorell; Fr. Francisco<br />
Magraner; Fr. Esteban de Pina, y<br />
Fray Bartolome Cogombre, Comendador<br />
de Perphián, por la Provenza,<br />
los cuales, como por inspiración di<br />
vina, aclamaron General al Padre<br />
Cantull (2).<br />
Conforme a la constitución hecha<br />
también en 1320, el electo pidió la confirmación<br />
del Obispo de Barcelona.<br />
Pons de Gualba, grande amigo de la<br />
Merced, quien la otorgó el <strong>12</strong> de Febrero<br />
(3). En la constitución citada se<br />
declara que no siendo la Orden exenta<br />
ni en su cabeza ni en sus miembros<br />
no había por qué recurrir a la Santa<br />
(1) A. C. A. Monacales, t.° 2.679, fol. 110.<br />
(2) Vaticano: Reí/. Vat. t.° <strong>12</strong>9, fol. 319.<br />
(3) A. C. A. Monacales t.° 2.679, fol. 110.
Sede, evitando así cuantiosos gastos<br />
en daño de los cautivos. Pronto veremos<br />
que la curia romana se opuso a<br />
tal reforma declarando que el generalato<br />
de la Merced era beneficio consistorial<br />
y debía ser provisto por el<br />
Papa.<br />
El nuevo general celebró su primer<br />
capítulo en Barcelona el día de Pentecostés<br />
de 1331. En él debió nombrarse<br />
redentor a Fray Juan de Capdevila,<br />
Comendador de Gerona, que estaba<br />
en Granada en 1332, por cuyo motivo<br />
el General nombró Vicario del convento<br />
a Fray Berenguer Rossell (1).<br />
En Mayo de 1333 trasladó al Puig<br />
los restos de su antecesor, del que se<br />
declara hijo, sin duda por haber recibido<br />
de sus manos el hábito y por deberle<br />
la primera formación religiosa.<br />
El epitafio dice así: Año del Señor<br />
1330 a 19 de Noviembre, falleció el<br />
Padre Fray Raimundo, primer maestro<br />
clérigo de la Orden, y el año del<br />
Señor 1333, a 25 de Mayo el Padre<br />
Fray Berenguer hijo y sucesor de él<br />
trasladó su cuerpo a la casa de Santa<br />
Maria del Puig...<br />
Tuvo el Padre Canttill la satisfacción<br />
de ver extemdida la Orden a la<br />
isla de Cerdeña, perteneciente ahora<br />
a la corona de Aragón, recibiendo de<br />
Alfonso IV la iglesia de Bonaria, que<br />
los milagros de la Santísima Virgen<br />
transformaron luego en célebre santuario.<br />
La donación, dirigida al Padre<br />
General, lleva la fecha de 16 de Octubre<br />
de 1335, pero habiendo muerto<br />
el Rey poco después, hubo de ser<br />
despachada por su hijo Pedro IV (2).<br />
Además de los capítulos celebrados<br />
por. el General, y cuyos definidores<br />
enumera Gaver, el Padre Antillon<br />
menciona el de 1335, en Lérida, del<br />
que fue. definidor Fray Ramón Salón,<br />
mencionado en otros varios documentos,<br />
y que según el citado cronis-<br />
(1) Ibid. t.° 2.676, fol. 193.<br />
(2) Vargas: Chronica, I, pg. 158.<br />
- 446 - - 447 -<br />
ta y el Maestro Vargas, es San Ramón<br />
Nonato, mal trasladado por otros<br />
al siglo XIII (1). De este capítulo salió<br />
nombrado redentor, y al cumplir tan<br />
santo ministerio padeció el tormento<br />
del candado. Vivía aún en 1344 y fué<br />
uno de los electores del General siguiente,<br />
según la bula de confirmación,<br />
que poseo.<br />
En dos capítulos siguientes figura<br />
como definidor el famoso Fray Bonanato<br />
de Prexana, que en 1336 había<br />
sucedido en el priorato de Barcelona<br />
al Padre Domingo Otger, y que tanto<br />
hizo por la primera casa de la Orden<br />
en su dilatadísimo gobierno.<br />
En 1338, el Comendador de Valladolid,<br />
Fray Juan de Sevilla, obtuvo<br />
de Alfonso XI de Castilla la confirmación<br />
de todos los privilegios de la<br />
Orden, aunque varios eran exorbitantes<br />
y contra ellos reclamaron las<br />
cortes de Alcalá en 1348, siendo anulados<br />
en el famoso Ordenamiento.<br />
En este año de 1338, por el mes de<br />
Julio, se hallaba nuestro General en<br />
París, por asuntos de la Orden y tal<br />
vez para obtener el grado de Maestro<br />
en Teología, que tuvo según Gaver,<br />
y que no ostentaba hasta ahora. Tal<br />
grado no se confería en España, ni<br />
siquiera en Tolosa, hasta fines de<br />
aquel siglo.<br />
Benedicto XII manda al Prior de<br />
San Eloy, al Arcediano de Brie y al<br />
Chantre de París, que emplacen al<br />
General de la Merced Fray Berenguer,<br />
para que en el término de un mes<br />
comparezca personalmente ante el<br />
Papa (2). Un poco debió sorprender<br />
al Padre Cantull tal emplazamiento,<br />
pues había estado seguramente en la<br />
curia repetidas veces, y una de ellas,<br />
en 1336, llevando fondos del nue-<br />
(1) Antillón: Vidas de San Pedro Nolasco y de<br />
San Ramón. Ms. de la Universidad de Valencia.<br />
El apellido que Antillon leyó Surrons en un manuscrito<br />
de la Manresana, se lee claramente Salon<br />
en Barcelona y en Roma. En genitivo Salonis. La<br />
narración de Vargas: I, 152, depende de Antillon.<br />
(2) Vaticano: Reg. Vat. <strong>12</strong>6, fol. 4.<br />
yo Obispo de Barcelona Fray Ferrer<br />
de Abella (1).<br />
Otra bula de 1341 nos explica todo<br />
lo sucedido: pretendían los curiales<br />
que el General no se escapara de pagar<br />
la media annata, que estaba cal<br />
culada en 100 libras barcelonesas.<br />
Para ello afirmaban que la Merced no<br />
tenía derecho a elegirse General o<br />
por lo menos que la confirmación<br />
pertenecía a la Santa Sede y no al<br />
Obispo de Barcelona.<br />
• El Padre Cantull, basándose en<br />
razones evidentes, sostuvo la legitimidad<br />
de su elección, pero al cabo<br />
de tres años, cansado de tanta porfía,<br />
renunció el cargo en manos del<br />
Papa. Por fin el <strong>12</strong> de Noviembre de<br />
de 1341, Benedicto XII expide una bula<br />
en que después de contar todo lo sucedido<br />
desde la muerte del Padre<br />
Albert, y reconociendo que el Padre<br />
Cantull había gobernado bien y fielmente<br />
(rife et fideliter) declara nula<br />
su elección y le nombra de nuevo General<br />
(2).<br />
A esa bula acompañan otras dos,<br />
una dirigida a la Orden y otra al<br />
Obispo de Barcelona, en que les participa<br />
el nombramiento del General.<br />
En otras posteriores se dice, además,<br />
que éste era súbdito del Obispo y se<br />
le recomienda que lo reciba benignamente,<br />
por lo cual hubo de modificarse<br />
en las constituciones la cláusula<br />
del Padre Albert relativa a la confirmación.<br />
El 21 de Julio de 1340 estaba el Ge-<br />
(1) Göller: Die Einnahmen der Apostolische<br />
Kammer... pg. 54. (Paderborn, 1920).<br />
(2) Peg. Vot., <strong>12</strong>9, fol. 319.<br />
neral en Perpignán con el Rey de Mallorca<br />
Jaime III, Conde de Rosellón y<br />
Señor de Montpellier, que concedió a<br />
su amado Fray Berenguer un privilegio,<br />
cambiando el tributo de 24 herraduras<br />
con sus clavos, que el convento<br />
de Montpellier le ofrecía anualmente,<br />
en 30 sueldos de oro que cada<br />
General debería satisfacer una sola<br />
vez. Concédiole también otros favores<br />
(1).<br />
El 26 de Septiembre de 1343 estaban<br />
en Montpellier el General y el Prior<br />
de Barcelona Fray Bonanato, que<br />
firman tina escritura aceptando la fundación<br />
de una capellanía en nuestra<br />
iglesia por el presbítero Raimundo de<br />
Vulganhicis, para que la sirviera un<br />
mercedario (2).<br />
El 26 de Octubre obtuvieron del<br />
Papa los dos superiores importantes<br />
indulgencias con que aumentaron el<br />
culto ya muy grande de la Virgen de<br />
la Merced, y adelantaron la construcción<br />
de la iglesia comenzada por San<br />
Pedro Nolasco en Barcelona.<br />
Poco después de su regreso a Barcelona,<br />
falleció santamente el Maestro<br />
General el 10 de Diciembre de 1345,<br />
joven todavía a juzgar por la fecha<br />
en que era subdiäcono. Fue sepultado<br />
en la capilla de San Eloy.<br />
El Padre Cantull estuvo electo para<br />
Obispo, según Gaver, pero no sería<br />
de Barcelona, pues el Obispo Fray<br />
Ferrer no murió hasta el 21 de Diciembre<br />
de 1344.<br />
F. GUILLERMO VÁZQUEZ<br />
(1) Montpellier: Arch. Depart. .Merey. part. 11.<br />
(2) lbid.
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0000.000000000000 on.0 0 00noeonon00 0000000no0000000u000 o0o000000000000000000000o000000000000000uue00000000no<br />
Prólogo<br />
El autor de esta especie de mosaico<br />
declara que no será el interés histórico<br />
de la noticia su criterio único y<br />
exclusivo, sino también se tendrá en<br />
cuenta la gracia, la amenidad o la rareza<br />
de las mismas.<br />
Homenaje a la Merced<br />
Tiene la Merced muchos devotos<br />
en Gran Bretaña, a pesar de<br />
nunca haberse establecido en la isla.<br />
Uno de los últimos números de la<br />
muy importante revista católica «The<br />
Universe», aumenta la serie de sus testimonios<br />
de admiración a la Orden<br />
Mariana con estas palabras:<br />
«En la hermosa colección de sellos<br />
postales puestos en circulación por<br />
España, para conmemorar el descu<br />
brimiento del Nuevo Mundo por Cristóbal<br />
Colón, hay uno muy , valioso<br />
pintando el desembarco en la isla de<br />
Guanahani, primera tierra americana<br />
pisada por los exploradores. Destaca<br />
en el grupo de marinos un fraile de<br />
blanco hábito. De esta manera confirma<br />
el Gobierno español que algún<br />
sacerdote figuró en la primera expedición<br />
al Nuevo Mundo.<br />
Esto ha sido negado por algunos<br />
historiadores, incluso por el reputable<br />
autor católico Monsieur Jean Toussaint<br />
Bertrand, quien en su «Histoire<br />
de l'Amerique Espagnole», publicado<br />
en 1928, afirma con énfasis que ningún<br />
sacerdote acompañó o fue a bordo<br />
de la «Santa María» o de otra ca-<br />
rabela, aunque la expedición tenía<br />
naturaleza de cruzada.<br />
Pero los Mercedarios (Mercedarians)<br />
sostienen que uno de sus frailes,<br />
Fr. Juan Infante, fue en compañía<br />
de Colón en la primera salida y celebró<br />
misa en Guanahani en <strong>12</strong> de<br />
octubre de 1492, fecha del descubrimiento.<br />
Los Mercedarios recuerdan aún sus<br />
palabras cuando en el momento de la<br />
Elevación bendijo los cuatro puntos<br />
cardinales (1). Los Mercedarios usan<br />
hábito blanco.<br />
Los jacobitas de Malabar vuelven en<br />
masa a la Iglesia<br />
Los monofisitas del monje Jacobo,<br />
o sea la iglesia jacobita de Siria en<br />
Malabar, cuenta una población de<br />
350.000 almas. Están divididos, al presente,<br />
en dos partidos principales, el<br />
del Patriarca de Antioquía con 150.000<br />
y el del Mar Dionisio con 200.000<br />
adeptos. La agitación saludable, pero<br />
en escala gigantesca, ha empezado<br />
en el último partido.<br />
Mar Ivanios, hoy P. Geevarghese,<br />
es llamado el Newman de este movimiento,<br />
mucho más numeroso que el<br />
de Oxford.<br />
Profesor de Teología en el Colegio<br />
Serampore, Calcuta, le siguieron allá<br />
una gran serie de estudiantes y con<br />
algunos de ellos emprendió una especie<br />
de vida monástica, que no fué<br />
(1) Vide Fr. Pedro de S. Cecilio. Annales de<br />
Descalzos, pág. 141.<br />
más que el esbozo del Ashram o Monasterio,<br />
que estableció más tarde en<br />
el corazón de Malabar. La Congregación<br />
lleva el nombre de Betania, y<br />
consta de hombres y mujeres; de una<br />
vida austera, reducida a raíces y vegetales.<br />
La iglesia jacobita, desde que se<br />
estableció en las costas de Indostán<br />
(siglo XVII) ha sido un reñidero constante,<br />
germinación fecundísima de<br />
pleitos y de disensiones. Mar Ivanios<br />
y sus monjes elevaron la discusión al<br />
origen de esas inquietudes, y fundó<br />
una publicación consagrada a la controversia<br />
religiosa, de gran estilo.<br />
Mientras estuvo de profesor en Calcuta,<br />
obtuvo un conocimiento de<br />
obras católicas, gue ha sido la semilla<br />
preciosa que se ha desarrollado ahora<br />
de manera perfecta.<br />
Su doctrina auténtica, el poder de<br />
una vida austera y santa, el ejemplo<br />
de los cuarenta monjes y otras cuarenta<br />
mor,ijas, algunas de éstas con<br />
grados universitarios, todos ellos<br />
imitadores fieles del maestro, el Obispo<br />
Teófilo de Tiruvella...<br />
La conversión de los dos Obispos,<br />
Mar Ivanios y Mar Teófilo, puede muy<br />
bien significar el triunfo de la Iglesia<br />
en Malabar, dice un autorizado corresponsal<br />
de Chanpanacherry.<br />
Los carniceros de Limoges<br />
El gremio de los carniceros de Limoges—que<br />
está en Francia—ha celebrado<br />
su milenario; se fundó, pues,<br />
en 930.<br />
Limoges ha sido destruida tres veces<br />
por incendio, ha pasado por el frenesí<br />
revolucionario de los últimos siglos,<br />
— 449 —<br />
pero las tradiciones de los carniceros<br />
permanecen invariables. Sólo pueden<br />
pertenecer al gremio los hijos de carniceros.<br />
Practican su negocio en la<br />
misma pintoresca y antigua rue de la<br />
Boucherie (calle de la Carnecería),<br />
tan visitada por turistas, donde no<br />
hay más tiendas que de carnecerías.<br />
En medio de esta calle hay la capilla<br />
de su Patrón, San Aureliano, donde<br />
celebran sus funciones. Las fiestas<br />
del milenario las encabezaron con una<br />
comunión general los carniceros; tuvieron<br />
lugar a principio de este mes<br />
de noviembre. Llamaron a siete Obispos<br />
del centro de Francia y cantaron<br />
una Misa del siglo décimo; el Kyrie,<br />
Gloria y Sanctus fueron cantados ya<br />
en Limo ges en 930.<br />
Todos los días no se ve una cosa<br />
esí.<br />
Justicia cómica, o sea un ángel<br />
muscular<br />
Un periódico de Westphalia—que<br />
está en Alemania—publica el siguiente<br />
rasgo: En sus cercanías celebraron<br />
los librepensadores una reunión, y<br />
por cierto consiguieron atraer a mucha<br />
gente.<br />
El orador no se hartaba de insultar<br />
a Dios, los Santos y al clero católico,<br />
acabando por declarar que no había<br />
Dios, que si hubiese, le podía castigar<br />
en el mismo momento. Aún podría<br />
enviar un ángel que le apuñetease las<br />
orejas.<br />
Al instante se aproxima un prusianote,<br />
de mucha talla y corpulencia, y<br />
acercó sus manos cerradas y con toda<br />
su fuerza a las orejas del orador
mientras le decía: «Saludos cordiales<br />
de parte de Dios. El me envía como<br />
ángel suyo.» La risotada más estrepitosa<br />
del público, la confusión y una<br />
conmoción nerviosa más que regular<br />
del orador, fueron el producto de la<br />
intervención del pintoresco mensajero<br />
divino.<br />
Algo sobre la Asamblea de Acción<br />
Católica<br />
Mirando al través de las palabras a<br />
las cosas mismas, se ve claro que la<br />
Acción Católica tiene por objeto enseñar<br />
a los hombres a hacer bien el<br />
acto de fe. Si se admite que existe<br />
Dios, admitimos el hecho dominante<br />
de la vida, el que debe ser la regla de<br />
todos los demás hechos de la vida.<br />
Hablo en particular de los hechos libres<br />
del hombre. El que no lo sea<br />
muchas veces, no quiere decir que no<br />
deba serio, ni mucho menos.<br />
Decía Santo Tomás, que todas las<br />
cosas mala5 tienen esta nota común:<br />
el tomar los medios por fin. Dicho<br />
con otras palabras: el bien, es lo mismo<br />
que orden, y el mal, desorden. Y el<br />
orden es la sumisión del nivel inferior<br />
al nivel superior, y la perfección del<br />
inferior es proporcional a la capacidad<br />
de imitar al superior.<br />
La Acción Católica tiene por fin<br />
actualizar la energía potencial de la<br />
fe, derivándola hacia la mirada de líneas<br />
en que se diversifica la actividad<br />
humana. Para eso hace falta una síntesis<br />
completa y cada vez más distinta<br />
de la fe, y esto requiere, a su vez,<br />
mucho examen de conciencia.<br />
La última Asamblea de Toledo no<br />
ha sido, según palabras del Cardenal<br />
— 450 — ---- 451 —<br />
Segura, más que «una especie de examen<br />
de conciencia para saber lo bueno<br />
que se ha hecho y lo mucho bueno<br />
que todavía está por hacer».<br />
Por eso estas Asambleas serán<br />
anuales y se celebrarán en Toledo.<br />
Una apreciación<br />
Yo no sé si puede haber estupidez<br />
más grande que defender a estas<br />
horas la astrología, en cuanto supone<br />
influencia de la mecánica celeste sobre<br />
los destinos del hombre.<br />
Una muestra, sin embargo, de que<br />
no debe ser una cosa rara, es este<br />
gran diario de Viena que tengo a la<br />
vista y trae un artículo consagrado a<br />
resaltar la personalidad de un astrólogo<br />
u ocultista que acaba de morir<br />
en aquel país. El artículo está firmado<br />
por uno de esos especialistas que deben<br />
ser una plaga en la Europa central.<br />
Da importancia especial a un sueño<br />
que tuvo en Linz una sobrina del astrólogo<br />
la misma noche que moría<br />
éste a bastantes leguas de aquella<br />
ciudad. ¿A que no saben ustedes en<br />
qué estaba la importancia? ¡Pues consistía<br />
en que durante el sueño su tío<br />
difunto le encargó saludase a ciertos<br />
amigos! Y el articulista ve en este detalle<br />
un probable mensaje del otro<br />
mundo.<br />
Pero a todo hay quien venza; en otro<br />
artículo del mismo número, léese esta<br />
frasecita: «La idea de que un parentesco<br />
íntimo liga a todos los seres<br />
vivientes, plantas, animales y hombres,<br />
ha dejado de ser hipótesis para<br />
convertirse en un hecho». Razones:<br />
estas tres palabras: Darwin, Kampf-<br />
ums Dasein y Werden. (Darwin lucha<br />
por la existencia y evolución).<br />
¿Qué suponen esos dos artículos<br />
publicados en un mismo número de<br />
un diario de tan vasta circulación?<br />
Que domina un emocionalismo, una<br />
credulidad llevada a términos increí -<br />
bles en masas ingentes de la gente<br />
media europea.<br />
No hay como los grandes negociantes<br />
para sorprender el nivel crítico<br />
No podía dejar de complacer a tantas<br />
Comunidades Mercedarias del<br />
Norte de España el que fué tantas<br />
veces su director espiritual, confesor,<br />
predicador y siempre el Padre bondadoso<br />
y ' consejero íntimo. Todos<br />
deseaban besar su anillo pastoral y<br />
recibir su bendición antes de su partida<br />
para la Misión del Piauhy.<br />
También en su pueblo natal ansiaban<br />
verle y tributarle un sentido<br />
homenaje de cariño.<br />
Sotovellanos (Burgos).—En efecto,<br />
el día 25 de Octubre entraba en<br />
Sotovellanos, entre los vivas y aplausos<br />
de la multitud, que se apiñaba en<br />
las calles para besar el anillo de Su<br />
Ilustrísima.<br />
Al día siguiente, fiesta de Cristo<br />
Rey, ofició de medio pontifical, y a<br />
continuación entronizó el Sagrado<br />
de las muchedumbres; por eso prosperan.<br />
Si ese nivel fuera en la gente media<br />
un poco más elevado, sentiría estupefacción<br />
ai ver que aún se invoca la<br />
selección natural como teoría viable;<br />
no sé a punto fijo la impresión de -Un<br />
niño cuando ve por vez primera un<br />
animal gordo y grande, como el rinoceronte<br />
o elefante, pues algo así suelo<br />
sentir yo ante eso.<br />
O.<br />
PAGINA MISIONAL<br />
El Ilmo. y <strong>12</strong>vdmo. Fr. Inocencio López Santamaría, Obispo titular de<br />
Trebenna, Prelado Ordinario del Buen Jesús del Piauhy (Brasil)<br />
Corazón de Jesús en el Ayuntamiento<br />
y en las escuelas públicas. Las autoridades<br />
le obsequiaron con un espléndido<br />
banquete. Por la tarde administró<br />
el Santo Sacramento de la Confirmación.<br />
El día 28, el pueblo en masa salió a<br />
despedir a Su Ilustrísima, reflejándose<br />
en todos los rostros la pena y<br />
el sentimiento que les causaba la partida.<br />
Acompañaban a Su Ilustrísima su<br />
señora madre, que recibió mil parabienes<br />
de sus paisanos, y el R. Padre<br />
José Cereijo, en calidad de secretario.<br />
Bilbao.—De Sotovellanos se trasladó<br />
a Bilbao, siendo recibido en la<br />
puerta de la iglesia de las Madres<br />
Mercedarias por el Sr. Capellán y<br />
amigos íntimos, que querían manifes-
tarle de ese modo su fervorosa adhesión.<br />
Entró en la iglesia por entre dos<br />
filas de niñas del Colegio, que interpretaban<br />
escogidas composiciones<br />
religiosas. La iglesia, adornada como<br />
en los días más solemnes, estaba<br />
completamente llena de fieles. Después<br />
de orar ante el Santísimo, dió<br />
las gracias a todos por el recibimiento<br />
que le habían hecho.<br />
Bérriz.—De Bilbao marchó a Bérriz<br />
para oficiar de pontifical el día<br />
de Todos los Santos. Se le hizo un<br />
cariñoso recibimiento. El pontifical<br />
resultó solemnísimo. Interpretaron,<br />
con mucho acierto y maestría, la Misa<br />
de Angelis, a tres voces, de D. Julio<br />
Valdés. Por la tarde le obsequiaron<br />
las colegialas con una velada misional,<br />
de variado y escogido programa,<br />
a la que asistieron las autoridades,<br />
clero de Bérriz y de Durango y muchos<br />
invitados.<br />
Escoriaza.—De allí se trasladó a<br />
Olacueta para saludar a sus buenos<br />
amigos los señores De Alberdi, continuando<br />
su viaje a Escoriaza, en<br />
donde recibió también muestras de<br />
cariño de aquella simpática villa, que<br />
le tributó un entusiasta recibimiento.<br />
Al día siguiente dijo la misa de comunión,<br />
en la que comulgaron las religiosas;<br />
manifestó a las mismas su<br />
agradecimiento y las animó a trabajar<br />
por las Misiones.<br />
Zumárraga.—En Zumárraga visitó<br />
el Noviciado de las Hermanas Mercedarias<br />
de la Caridad, admirando la<br />
nueva iglesia, una joya preciosa de<br />
buen gusto y exquisito arte, levantada<br />
— 452 —<br />
a costa de muchos sacrificios de las<br />
beneméritas hijas de la Merced. Las<br />
muestras de simpatía que recibió el<br />
Sr. Obispo durante su breve estancia<br />
en este Noviciado, son una prueba<br />
más del espíritu mercedario que anima<br />
a estas infatigables heroínas de la<br />
Caridad.<br />
De allí se trasladó a Vitoria para<br />
saludar al Sr. Obispo de la diócesis,<br />
que tanto se interesó por la Misión<br />
del Piauhy.<br />
San Sebastián.—En San Sebastián,<br />
nuestros hermanos de hábito<br />
extremaron el cariño hacia Su Ilustrísima,<br />
recibiéndole como a un Padre<br />
bondadoso que va a despedirse de<br />
sus hijos para marcharse a lejanas<br />
tierras. Las pocas horas que allí pasó<br />
fueron de verdadera satisfacción para<br />
aquella Comunidad, que se consideraba<br />
feliz en poder obsequiar a su<br />
ilustre hermano de hábito.<br />
Marquina.—La Comunidad de Madres<br />
Mercedarias de Marquina le hizo<br />
objeto de uh cariñoso recibimiento, y<br />
las niñas del Colegio celebraron en<br />
su honor una velada, a la que asistieron<br />
las autoridades locales y distinguida<br />
concurrencia. Este Centro<br />
Misional le hizo entrega de un lote de<br />
ropa para la Misión del Piauhy, tanto<br />
más de agradecer cuanto que todas<br />
las piezas fueron confeccionadas en<br />
las horas destinadas al recreo. Sacrificio<br />
hermoso y digno de loa que el<br />
Señor premiará.<br />
Lequeitio.—En Lequeitio esperaban<br />
a Su Ilustrísima la Comunidad y los<br />
niños del Colegio a la puerta de la<br />
Residencia, y una numerosa y distinguida<br />
concurrencia. Cantóse un «Te<br />
Deum», y al terminar le dió la bienvenida<br />
el R. P. Pío Uribe, en breves<br />
pero cariñosas palabras. Contestóle<br />
el Sr. Obispo, agradeciéndole en el<br />
alma aquel recibimiento tan simpático.<br />
Las horas allí pasadas serán de<br />
inolvidable recuerdo.<br />
Guernica.—De Lequeitio continuó<br />
su viaje a Guernica, donde fue objeto<br />
de un cariñoso recibimiento. Aquella<br />
Comunidad le hizo entrega de un lote<br />
de ropas para el culto, que Su Ilustrísima<br />
agradeció mucho. Les dió las<br />
gracias, animándolas a continuar trabajando<br />
con el mismo entusiasmo<br />
para aquellas iglesias de su Misión,<br />
tan necesitadas de todo.<br />
Ibarra. —De allí se trasladó a Ibarra<br />
(Orozco), donde le sorprendió un entusiasta<br />
recibimiento. El pueblo estaba<br />
adornado con banderas de los<br />
colores nacionales y colgaduras. Arcos<br />
y ramos artísticos adornaban las<br />
calles por donde había de pasar Su<br />
Ilustrísima. A la puerta de la iglesia<br />
esperaba un gentío numeroso y los<br />
niños y niñas del Colegio de las Madres<br />
y de las escuelas nacionales.<br />
Dió las gracias Su Ilustrísima y penetró<br />
en el templo para revestirse para<br />
la Misa de Comunión. Comulgaron<br />
muchos fieles y los niños de las escuelas.<br />
A las once ofició de medio<br />
pontifical, y por la tarde administró el<br />
Santo Sacramento de la Confirmación<br />
a unos 400 niños.<br />
La despedida fue muy emocionante.<br />
Bilbao.—De nuevo en Bilbao, ofició<br />
-- 453 —<br />
de medio pontifical y dió la profesión<br />
a una religiosa, el día de Todos los<br />
Santos, de la Orden. Las niñas del<br />
Colegio le obsequiaron con una preciosa<br />
veladita. Mucho trabajan en<br />
aquel Centro por nuestras Misiones<br />
del Piauhy. Hay mucho entusiasmo.<br />
Le hicieron entrega de un buen lote<br />
de ropas para la Misión.<br />
Ramales.—Las Religiosas Mercedarlas<br />
de Ramales, fueron expresamente<br />
a Bilbäo a invitar a Su Ilustrísima,<br />
'pues en aquella villa, escondida<br />
en un precioso valle de la provincia<br />
de Santander, se trabaja mucho por<br />
las Misiones Mercedarias. Accediendo<br />
a esta invitación, fué a visitarlas<br />
el Sr. Obispo, siendo objeto, durante<br />
su estancia en dicha villa, de las<br />
muchas simpatías con que allí cuenta.<br />
Las religiosas y las niñas, con las<br />
autoridades locales, le hicieron un<br />
buen recibimiento e igual despedida.<br />
De regreso a Bilbao pasó por Limpias<br />
para orar ante el Santo Cristo.<br />
Fin.—Para terminar, hemos de manifestar<br />
nuestro agradecimiento a los<br />
Sres. De Larrea, de Bilbao, que tantas<br />
muestras de cariño y de verdadero<br />
aprecio dieron a Su Ilustrísima, poniendo<br />
a su disposición un magnífico<br />
coche, en el que hizo la visita a todas<br />
partes.<br />
No podemos olvidar tampoco la<br />
compañía tan grata de D. Felipe Alberdi,<br />
que tanto se sacrificó para que<br />
todo resultara lo mejor posible.<br />
No olvidaremos fácilmente tantas<br />
atenciones recibidas en todas partes.<br />
El recuerdo de aquellos días quedará
— 454<br />
grabado para siempre en nuestras<br />
almas.<br />
UN TESTIGO OCULAR<br />
Colecta de adhesión y homenaje<br />
al Ilmo. Sr. Obispo del Buen jesús,<br />
del Piauhy<br />
Pesetas.<br />
Suma anterior. 11.041,50<br />
M. M. Even, pbro., Tertiaire<br />
de la Merci (París) 105,90<br />
La Provincia de la Merced,<br />
de Valencia 100,00<br />
Rosa de Valencia ...... 100,00<br />
Sras. De Blas, para una<br />
misa en el Piauhy. 100,00<br />
M. I. Sr. Arcediano de la<br />
Catedral de Madrid, Don<br />
José Rodríguez del Valle 50,00<br />
La Provincia de la Merced,<br />
de Méjico 1.000,00<br />
Madres Mercedarias del<br />
Viso del Marqués (Ciudad<br />
Real) 50,00<br />
Una familia argentina.... 100,00<br />
Recaudado en Ferrol 597,30<br />
Pesetas.<br />
Madres Mercedarias de<br />
Ibarra (Orozco) 104,35<br />
Niñas del Colegio de las<br />
Madres Mercedarias de<br />
Orozco 25,00<br />
Sras. Gil, de Bilbao 100,00<br />
D. a María C. de Gaytán<br />
de Ayala, de Marquina 50,00<br />
Una señora devota, de<br />
Marquina 25,00<br />
Madres Mercedarias, de<br />
Marquina, para una beca. 275,00<br />
Comunidad de Padres Mercedarios,<br />
de Lequeitio 100,00<br />
Madres Mercedarias, de<br />
Guernica 100,00<br />
Producto de una rifa en<br />
Ibarra 56,25<br />
D. Vicente Urigüen . 50,00<br />
Hermanas Mercedarias de<br />
Ramales (Santander)... 50,00<br />
Entregado por la Comunidad<br />
de Escoriaza (Guipúzcoa)<br />
50,00<br />
TOTAL 14.230,30<br />
re: D. ANGEL AMOR RUIBAL il:<br />
1- 4 NOVIEMBRE<br />
Ha muerto en Santiago el sabio D. Angel Amor Ruibal, figura excelsa<br />
del Cabildo compostelano que abrillantó el nombre y propagó por el<br />
mundo entero las glorias, siempre vivas, de aquella histórica iglesia,<br />
con la luz de su ciencia filosófica, teológica y canónica. Baja al sepulcro<br />
el Sr. Amor Ruibal relativamente joven, pues acaba de cumplir sesenta .<br />
años, agotado por la abrumadoralabor de un continuo trabajo de científica<br />
investigación que, minando su robusta naturaleza, privó a la Iglesia<br />
de uno de sus operarios más valiosos y a aquel Cabildo de un miembro<br />
que era su timbre más glorioso en esta última etapa del siglo XX.<br />
El ministerio del sabio canónigo reducíase al estudio y publicación<br />
sobre los temas más difíciles de la ciencia sagrada, y allá en aquel retiro<br />
de la vieja Compostela, laboraba silencioso en su rica y variadísima biblioteca,<br />
mirando sólo a Dios, por cuya gloria se privaba aun del necesario<br />
descanso para defender la doctrina de la Iglesia, que muchos combaten<br />
solapadamente, infiltrando en ella las corruptoras teorías del Modernismo.<br />
Amor Ruibal fue, en estos últimos tiempos, el flagelo que sacudió con<br />
sus doctrinas y sus sabias enseñanzas la polilla herética que sin ruido<br />
intentaba carcomer la verdad del dogma y de la moral católica. Ahí está<br />
en pie, dando la voz de alarma, su monumental obra Los problemas fundamentales<br />
de la Filosofía y el Dogma, cuyos seis primeros tomos ocupan<br />
lugar preferente en las bibliotecas de los sabios y de los aficionados<br />
a tan fundamentales cuestiones, viniendo a ser como un crisol en donde<br />
se funde el oro de la ciencia sagrada para arrojar la escoria que en ella<br />
querían introducir las doctrinas liberales y modernistas, que Pío X, con<br />
ojos de águila, supo descubrir en sus más recónditos y aparentes argumentos<br />
y dificultades; por eso el Sr. Amor Ruibal, en sus investigaciones,<br />
va a la entraña misma del Dogma católico para asestar el golpe de muerte<br />
al Protestantismo, exponiendo y refutando, con admirable y profundo saber,<br />
el desarrollo dogmático en la teoría protestante y la teoría filosófica<br />
general y principios metafísicos a que se ajusta el sistema antiguo de la<br />
dogmática protestante, rebatiéndolas.<br />
La teoría modernista halla también en Amor Ruibal un impugnador formidable,<br />
exponiendo con mirada de águila el pragmatismo, fórmula real<br />
del modernismo, el examen y refutación de sus doctrinas, rebatiéndolas<br />
también en el aspecto lógico, psicológico y ontológico y minando a la vez<br />
la funesta teoría de la subconciencia.
M. I. Sr. D. Angel Amor Rulbal.<br />
— 456 — — 457 —<br />
Los seis volúmenes que deja escritos, y acaso otro en prensa, de Los<br />
problemas fundamentales, son como seis faros de rayos luminosos que se<br />
levantan con valentía en el campo de la doctrina católica, arrojando haces<br />
de luz sobre las sombras malévolas<br />
del error, que intentan<br />
inocularse en la verdad del<br />
Evangelio.<br />
No puede, de momento,<br />
hacerse un estudio del profundo<br />
talento de sacerdote tan<br />
extraordinario ni de sus sapientísimas<br />
doctrinas y publicaciones;<br />
el número y calidad<br />
de las materias que durante su<br />
vida de sacerdote absorbieron<br />
sus actividades, física y espiritualmente,<br />
no pueden abarcarse<br />
en un como bosquejo y<br />
noticia de su muerte; quédese<br />
esto para más adelante y para<br />
plumas avezadas a los difíciles<br />
estudios que fueron el campo<br />
de trabajo del llorado Amor<br />
Ruibal.<br />
Ciencia y virtud fueron las<br />
dotes con que el Señor premió<br />
la labor constante de su meritísimo<br />
apostolado, y estas dos<br />
estelas marcarán para siempre<br />
su benéfico paso por entre<br />
los hombres, aprendiendo de<br />
él, especialmente los sacerdotes,<br />
a buscar los fundamentos<br />
del saber hnmano para la<br />
defensa de la fe católica; pero<br />
más aún, la verdadera ciencia,<br />
que fué su principal aureola;<br />
la virtud de la humildad y del recogimiento, que como verdadero sabio<br />
supo apreciar y estimar más que las mismas letras humanas, que le servían<br />
para defender y dar a conocer lo divino.<br />
Siempre jovial y sonriente, para todos tenía palabras de consuelo y<br />
de consejo que animaban y atraían, buscándole como a fuente de mago-<br />
table caridad. De andar reposado y majestuoso, algo inclinado hacia adelante,<br />
sin duda por el hábito del trabajo que sobre él pesaba, hacíale' apa;<br />
recer cargado de hombros; de mirada pensativa y como absorta, contestaba<br />
a las preguntas que se le hacían como si viera estereotipadas las ideas que<br />
exponía y que al cruzar' por aquel privilegiado cerebro cristalizaban en palabras<br />
llenas de sabiduría y de bondad. Era 'bondadoso:por naturaleza,<br />
y esta cualidad natural hacíale fácil para la virtud, que encontraba en él<br />
un campo bien labrado y dispuesto para dar el fruto que todos percibimos<br />
de su virtud y de su ciencia.<br />
Vivió oculto a la gloria humana, y puede decirse que en España es<br />
donde menos se le conoce, si se excluyen los centros de ciencia a los<br />
que llegaban sus obras como rayos de luz, que enriquecían y encauzaban<br />
las investigaciones filológicas, filosóficas, teológicas y canónicas. En Alemania,<br />
Francia, Bélgica, Italia, Holanda, Hungría y en América del Norte,<br />
es tan conocido el nombre de Amor Ruibal, que su , muerte habrá de causar<br />
hondísima pena y vacío difícil de llenar.<br />
Rehuyó siempre la publicidad y amó profundamente el silencio para sacar<br />
de él el máximo fruto para sus investigaciones y la máxima utilidad para<br />
la defensa de la Iglesia; por eso ahora que baja al sepulcro, medio oscurecido,<br />
en la ciudad del Apóstol, parece que resuena más vibrante su voz en<br />
las obras que dejó escritas y esparcidas por todo el mundo y en los<br />
ejemplos de virtud que practicó en su amado retiro de Compostela, y que<br />
la luz de su figura resplandece con la gloria de los justos que han llenado<br />
sus días con el trabajo constante y nunca interrumpido por vanas quimeras.<br />
Recuerdo en estos momentos lo que de él decía un sabio profesor de<br />
Dogma, cuya reciente obra de Teología acaba de salir a la luz, discípulo<br />
muy predilecto del Sr. Amor Ruibal, que el homenaje qué debería hacerse,<br />
aun viviendo él, era colocar en el frontispciio del grandioso y monamental<br />
Seminario de Santiago una lápida de märmöl con solas estas><br />
palabras:<br />
Aquí estudió y enseñó amor <strong>12</strong>uibal.<br />
Su nombre llenará, sin duda, una época en la historia de las ciencias<br />
filosóficas y teológicas, y su recuerdo traerá a la memoria la doctrina de_<br />
una autoridad de valor indiscutible.<br />
Es de esperar que el Cabildo compostelano, en donde abundan sacerdotes<br />
de ciencia y de virtud copiosísima, dé a conocer muy pronto su<br />
biografía con un estudio completo de su persona y un comentario o resumen<br />
de su labor y de su apostolado. No puede bajar a la tumba el esclarecido<br />
nombre de Amor Ruibal para . desaparecer como los venerandos despojos
-- 458 -<br />
de su cuerpo, sino que ha de ser como la semilla que echada en el surco<br />
ha de producir copioso fruto.<br />
Descanse en paz el alma del sabio y humilde sacerdote, gloria de la<br />
Iglesia y de España.<br />
A. VÁZQUEZ CAMBÓN<br />
Madrid 5 de Noviembre de <strong>1930</strong>.<br />
DATOS BIOGPAFICOS<br />
D. Angel Amor Ruibal, nació en una pequeña feligresía de la provincia de<br />
Pontevedra, llamada San Verísimo de Barro, el 11 de marzo de 1870. Cursó<br />
los estudios eclesiásticos, formándose como sacerdote de tan ejemplar<br />
vida en el Seminario de Santiago de Compostela desde el año de 1880 al<br />
1894, en que recibió las sagradas órdenes de manos del venerable Cardenal<br />
Martín de Herrera. En la misma Universidad Pontificia compostelana,<br />
recibió el grado de Doctor en Sagrada Teología, habiendo cursado parte<br />
del Derecho Canónico. Obtuvo en todos los cursos las supremas calificaciones.<br />
En el año de 1895 hizo oposiciones en la Basílica de Santiago a una canonjía,<br />
ocupando el tercer lugar en la terna de tan reñido y concurrido certamen.<br />
Ese mismo año 1895, fue enviado a Roma con una beca especial<br />
al Colegio Español de San José, doctorándose inmediatamente en la Facultad<br />
de Filosofía y al final del curso en Derecho Canónico.<br />
De regreso a Compostela, el ario 1896, fue nombrado profesor de Sagrada<br />
Teología, redactando entonces un programa de esta asignatura que<br />
llamó la atención al Colegio de Doctores, que hubo de aprobarlo. En 1898<br />
pasó a enseñar, como profesor de la asignatura, Derecho Canónico, continuando<br />
al frente de ella hasta su muerte. En 1894, recién ordenado,<br />
obtuvo la suprema calificación en el concurso general a curatos en la Diócesis<br />
de Orense. En 1903 fue nombrado Canónigo en la Basílica de<br />
Santiago, después de brillantísimas oposiciones. En 1918 obtuvo en la<br />
misma Catedral la Doctoralía. Era miembro del Colegio de Doctores de<br />
las Facultades de Filosofía, Teología y Derecho Canónico. Fué Vicario<br />
general y Provisor con el Arzobispo Sr. Alcolea, y al fallecimiento de éste<br />
eligiólo el Cabildo Vicario Capitular, Sede vacante; actualmente desempeñaba<br />
el cargo de Provisor de la Archidiócesis compostelana.<br />
OBRAS PUBLICADAS<br />
Siendo estudiante de 5.° año de Sagrada Teología en 1892 a 1893, el<br />
Sr. Amor Ruibal se presentó a un concurso lingüístico en Alemania, habiéndole<br />
sido premiado con admiración y aplauso de los jueces un difí-<br />
•<br />
- 459 -<br />
cil trabajo acerca de las lenguas antiguas de la Caldea y formación del<br />
Caldeo bíblico.<br />
«Esponsales y Matrimonio. Análisis teológico-canónico del «Ne temere».<br />
2 vols. 1908.<br />
«Amoción administrativa de los Párrocos; Exposición y comentarios al<br />
«Maxima Cura» con un estudio sobre los principios fundamentales del<br />
Derecho Penal Canónico». 19<strong>12</strong>.<br />
«El Derecho Penal de la Iglesia», según el C. Canónico vigente. 3 volúmenes.<br />
1918-1920.<br />
«De Aristotelismo et Platanismo in evolutione Dogmatuum». 1898.<br />
«Doctrina de Santo Tomás sobre el influjo de Dios en los actos libres<br />
y sobre la Ciencia Media».<br />
«Puntos fundamentales sobre la Presciencia y la cooperación divina<br />
y crítica del libro «Die Lehre hail Tomas».<br />
«Problemas fundamentales de la Filología comparada». 4 tomos. Fue<br />
traducida esta obra al italiano, holandés y al húngaro, 1904-1905, y sirvió<br />
de texto en la Universidad de Madrid.<br />
«Introducción al estudio de la Lingüística Indo-Europea», 1900.<br />
«Principios generales de Lingüística Indo-Europea». 1900.<br />
«La Bula y sus beneficios en España».<br />
«Censuras y Penas Canónicas, según el C. Canónico vigente». 1921.<br />
«Problemas fundamentales de la Filosofía y el Dogma». (De esta monumental<br />
obra están publicados 6 tomos, el 7.° está para dar a la imprenta;<br />
queda sin terminar el resto de la obra).<br />
Están escritas y tenía preparadas para dar a la imprenta:<br />
«El Código de Hammurabi, texto asirio y versión crítica española en sus<br />
relaciones con la legislación mosaica y demás legislaciones antiguas».<br />
«Introducción a la gramática comparada de las lenguas indo-europeas».<br />
«Idem de las lenguas camítico-se míticas».<br />
Era Vocal de la Comisión Pontificia para la «Mediación Universal de María<br />
Santísima», enviando a Roma dos tomos acerca de este estudio, que se<br />
le había encomendado.<br />
Fue el continuador de una obra literaria de Menéndez Pelayo, a la muerte<br />
de éste.<br />
Tenía también, para dar ya a la imprenta, la «Refutación de algunos críticos<br />
modernos que niegan o ponen en duda el hecho de la predicación<br />
apostólica en España».<br />
Poseía todas las antiguas lenguas del Oriente, de las que se conserva<br />
alguna producción literaria; así como también todas lenguas vivas de Europa<br />
que tienen literatura de alguna importancia; y en sus obras figuran acotaciones<br />
de trabajos publicados en las aludidas lenguas.<br />
Era miembro de la Academia Gallega y correspondiente de la de la
Las maravillas de la<br />
mecänica<br />
TRISTE DESCUBRIMIENTO<br />
Cuando entramos en el estudio de<br />
la Física, las máquinas constituían'<br />
para nosotros una grande ilusión:<br />
ellas multiplicarían nuestras fuerzas,<br />
permitiéndonos obtener resultados<br />
maravillosos con el mínimo esfuerzo.<br />
No muy lejana entreveíamos la posibilidad<br />
del movimiento continuo; obtenido<br />
sin gasto ninguno de fuerza,<br />
por medio de un dispositivo ingenioso<br />
que casi todos llevamos en el fondo<br />
del cerebro.<br />
Cuando nos dijeron que las máquinas<br />
no creaban fuerza alguna, que ni<br />
siquiera devolvían toda la que recibían...<br />
se nos cayeron las alas.<br />
Después observamos que efectivamente<br />
las máquinas de vapor dejaban<br />
escapar a la atmósfera una gran cantidad<br />
de calor, en pura pérdida, sin<br />
contar la radiación ni los rozamientos,<br />
trepidaciones de los diferentes<br />
órganos y todo lo que nuestra Física<br />
llamaba trabajo<br />
¿Qué tanto por ciento de la fuerza<br />
consumida era útil en fin de cuentas?<br />
La mayor parte de las máquinas de<br />
vapor apenas utilizan del cinco al<br />
diez por ciento de la fuerza que consumen.<br />
Al saber esto casi maldije de los<br />
émbolos, bielas, manivelas, volantes<br />
- 460 -<br />
Lengua Espafiola, de lade Morales y Políticas y de la Sociedad Internacional<br />
de Intelectuales de Roma.<br />
Pertenecía - ä otras Corpoeationes nacionales y extranjeras.<br />
No puede contarse el número de sermones, pláticas y conferencias (aunque<br />
de esto último ha sido . poco) y artículos publicados en revistas patrias<br />
'y extranjeras, de las que nadie ha llevado nota.<br />
Lux AETERNA LUCEAT EI<br />
A. V. C.<br />
y demás armatostes que a tan pobre<br />
resultado conducían.<br />
Aparecieron luego las turbinas de<br />
vapor con sus enormes hélices cuyo<br />
diámetro va en aumento, a fi n de<br />
aprovechar la expansión progresiva<br />
del vapor. Aún recuerdo con admiración<br />
mezclada de espanto la primera<br />
turbina que pude contemplar a mis<br />
anchas en el arsenal de El Ferrol.<br />
¡Estas—me dije—sí que aprovecha<br />
rán por lo menos un 90 por 100 de al<br />
energía que consumen!<br />
—Tampoco!—me dijeron al cabo<br />
de algún tiempo—. No se forje usted<br />
ilusiones; el progreso obtenido es<br />
modesto.<br />
Estos días acabo de leer un dato<br />
muy reciente: la central eléctrica de<br />
Gennevilliers, a seis kilómetros de<br />
París, donde las grandes turbinas están<br />
montadas con todos los adelantos<br />
conocidos, aprovechan sólo el 15 por<br />
100 de la fuerza del carbón que consumen,<br />
pues necesitan 6.000 calorías<br />
para producir un kilowatio-hora (1).<br />
Para consolarnos indican que en<br />
Chicago se ha obtenido ya, o va a<br />
obtenerse, un rendimiento del 36 por<br />
100 en un grupo de 60.000 kilovatios,<br />
con una caldera da 480 grados y 88<br />
kilogramos de presión por centímetro<br />
cuadrado.<br />
Las condiciones son terroríficas,<br />
pero así y todo celebraremos que la<br />
noticia se confirme,<br />
GUILLAUME<br />
(1) Etudes, t.. 204, pg. 84.<br />
G00—G2GGG...000...GGVGG0.0000.--GZZGG...000...GGGGG-00G<br />
La ofrenda del zagal<br />
e00.0enene-00000.0.eteet7e0.00000.0ensse...000.00ecznn–ooe<br />
Me ha dicho allá, en la majada,<br />
al salir, mi mayoral,<br />
que trajera alguna cosa<br />
con que poder obsequiar<br />
a este niño tan hermoso<br />
que ha nacido en un portal.<br />
Yo, me dije: ¿Qué le llevo<br />
que le pueda a él gustar?<br />
En la majada tenemos<br />
queso, pan y nada más;<br />
pero a este niño chiquito<br />
esas cosas le harán mal.<br />
Por eso, niño querido,<br />
vine corriendo hacia acá<br />
con las manos tan vacías<br />
¡que hasta vergüenza me da!...<br />
Pero, mira, si tú quieres<br />
y me permites hablar,<br />
voy a decirte una cosa<br />
que sé que te ha de agradar...<br />
Me dijo un zagal anoche<br />
(no sé si será verdad),<br />
que tú vienes a esta tierra<br />
para ser también zagal;<br />
que tienes muchas ovejas<br />
y una ,g7 an heredad...<br />
ANTE EL PORTAL DE BELÉN<br />
(10%<br />
Pues siendo esto así, si quieres<br />
yo me pondré en tu lugar:<br />
cuidaré de tus ovejas,<br />
y si alguna se desmanda<br />
con amor la he de llamar.<br />
Mientras tanto, tú sentado<br />
como un rey, en una peña,<br />
las órdenes me darás<br />
que creas más convenientes:<br />
—Aquaas que están tan lejos<br />
hazlas venir hacia acá;<br />
a esas que están desganadas<br />
y a las otras que tú sabes<br />
dales una poca sal.<br />
Porque, mira, tierno niño:<br />
eres flor más delicada<br />
que el capullo de un rosal,<br />
y si corres por el monte<br />
los espinos y las zarzas<br />
tus plantas desgarrarán...<br />
De modo que ya lo sabes:<br />
tú eres el rey de estos montes;<br />
tu vasallo, este zagal.<br />
FR. JOSÉ CEREIJO MUIÑOS<br />
Madrid-Diciembre de <strong>1930</strong>.
9 O cm00000000000no00000000000000000.”.....mmmmmmonoceo oomoutb0000csommoo 000000tmr00000nem2.000000o0u0000o00<br />
4° 1 11111UGURACI011 DE LA IGLESIA A REOTIIIII G , EH 1101114<br />
-<br />
.........umuumotms000mmou tmamocsoouoo0000000000000000 unmummcm,monnmmus. ucm.m.buc.uom000000 uuuuu otacs0000peouo<br />
Un papelito azul con la orden de<br />
partir.<br />
La satisfacción íntima, muy explicable<br />
para los que nunca han estado<br />
en la Ciudad Eterna, y mucho más<br />
para los que han estado.<br />
Un pequeño saco de viaje, con lo<br />
más indispensable (es técnica de los<br />
que saben viajar), y a la estación del<br />
Norte. A las veintidós, el exprés de<br />
Hendaya que arranca magnífico, y al<br />
poco tiempo corre lanzado por la<br />
ancha Castilla.<br />
Un rato de conversación amena can<br />
un señor juez de un Distrito de Madrid,<br />
muy simpático y muy culto, único<br />
compañero de departamento; una<br />
última ojeada a la noche, en la que<br />
apenas se pueden admirar titilantes<br />
estrellas, eclipsadas por una esplendorosa<br />
luna llena, que brilla a su sabor<br />
en un cielo inmaculado; el corazón<br />
que se elevó -al Señor por vez<br />
postrera, en aquella jornada, cón fervorosa<br />
plegaria, y a dormir.<br />
—<br />
Día 27 de octubre. ¿Amanece?...<br />
Una luz triste como penumbra se filtra<br />
por los bordes de las cortinas del departamento.<br />
¿Será la luz de la aurora<br />
o la penumbrosa de la luna en su<br />
ocaso? El reloj: ¡Las siete y media!<br />
Hemos dormido como marmotas. El<br />
convoy, ya de tracción eléctrica, se<br />
desliza raudo y silencioso entre vericuetos<br />
de montañas, atravesando ríos<br />
caudalosos, horadando montañas<br />
atrevidas y de corte vertical.<br />
Llueve copiosamente. Una nube<br />
apretada y uniforme, como sombrío<br />
toldo, lanza sin cesar, con una regularidad<br />
y persistencia fatigantes, agua<br />
y más agua sobre la tierra, convertida<br />
en una inmensa esponja.<br />
Nos damos los buenos días los<br />
compañeros de viaje y añoramos:<br />
¡Ah, divino otoño madrileño, cómo<br />
te has alejado de nosotros en -unos<br />
solos instantes de plácido descanso!<br />
Rodamos por tierras de Vasconia.<br />
Irún... ¿Pasaporte?... Corriente.<br />
Hendaya, Aduana. Amables y buenos<br />
cristianos: se limitan a poner una<br />
cruz en el Saco de mano, y otra vez<br />
el pasaporte para entrar en Francia,<br />
Son las diez de la mañana.<br />
—¿Tren para Lourdes?<br />
-- A las 13,22.<br />
—¿Y a Bayona?<br />
—A las 10,57.<br />
—A Bayona me voy.<br />
El desayuno es frugal, •pero de<br />
moda: Fruta. El régimen vegetariano<br />
gana cada día nuevos adeptos_<br />
Sayona. Escampa, aunque el cielo<br />
sigue encapotado.<br />
Y en medio de un tie,npo fosco, de<br />
luz recatada y triste, sólo pude adivinar<br />
la belleza de aquella capital francesa.<br />
Me agradó mucho su catedral gótica,<br />
que es suntuosa. El aspecto de la<br />
ciudad, sencilla y apacible, agrada<br />
sobremanera. Las riberas del Adour,<br />
sonrientes, encantadoras. Hay un<br />
OGoo000.'<br />
o000<br />
ee.a. m . .91.11111.11111.1111.11.11.1<br />
o 0 aq o<br />
oonn o.<br />
Vista de la Iglesia Argentina, en Roma.<br />
C. °<br />
o<br />
11191111111111181iletit,<br />
-<br />
›.0,00e00.,<br />
noobe'óobp.' o
parque lindísimo y paseos con pretensiones<br />
de avenidas. Alrededores<br />
espléndidos y cuajados de suntuosas<br />
«villas». El Adour está imponente con<br />
las recientes lluvias, y el puente<br />
Saint-Esprit, parece más monumental<br />
que nunca.<br />
En un exprés salgo a las 14,39 para<br />
Lourdes, abandonando a la bella<br />
Lapurdum, la interesante capital de<br />
los bajos Pirineos, muy satisfecho de<br />
haberla conocido.<br />
La tarde es triste, porque el cielo<br />
está encapotado, aunque tibia y apacible.<br />
Una típica tarde otoñal, a propósito<br />
para los melancólicos. El tren<br />
se desliza por verdes campos inunda<br />
dos. El Adour y sus afluentes, por<br />
cuyas márgenes corremos, se han<br />
salido de madre. En lontananza, a la<br />
derecha, se disk/san las empinadas<br />
cumbres de los Pirineos cubiertas de<br />
blanca cabellera.<br />
Lourdes. Son las 17,29.<br />
Había cerrado la noche. Me hospedo<br />
en el «Hotel Bernardette», que sólo<br />
admite huéspedes a dormir. Me lavo,<br />
y a la Gruta.<br />
A pesar de que la época oficial de<br />
las peregrinaciones está cerrada, se<br />
ven por las calles numerosas familias<br />
forasteras, que van en particular a<br />
prosternarse ante las plantas de la<br />
Purísima Señora, Bendita entre las<br />
mujeres.<br />
Son cerca de las ocho de la noche,<br />
que es oscura por lo encapotado del<br />
cielo; a los pies de la Inmaculada<br />
arden centenares de cirios. El Gave<br />
se desliza veloz, como fantasma lí<br />
— 464 —<br />
quido entre las tinieblas, hinchado<br />
por las copiosas lluvias. Un centenar<br />
de fieles bisbea de hinojos con gran<br />
fervor, al mismo tiempo que los granos<br />
de los rosarios se deslizan entre<br />
sus dedos. Rumorean los caños cercanos<br />
de la milagrosa fuente. Las llamas<br />
inquietas de los cirios proyectan<br />
sobre la abrupta roca movibles sombras<br />
de muletas y exvotos, evocadores<br />
del milagro y de la ráfaga de<br />
lo sobrenatural que ha pasado por<br />
allí.<br />
Me arrodillo y rezo uno de los rosarios<br />
más fervorosos de mi vida.<br />
Regreso al hotel, y en mi cuarto<br />
ceno fruta. La alimentación del día ha<br />
sido rigurosamente vegetariana.<br />
Oigo notas de piano que se desgranan<br />
fáciles y armoniosas de unas<br />
manos expertas, seguramente femeninas,<br />
en un salón cercano. La música<br />
me atrae siempre con fuerza irresistible,<br />
y me voy allá. Es la hija de los<br />
dueños del hotel, que toca magistralmente<br />
una partitura de Beethoven<br />
ante su familia, en íntimo soiré. Su<br />
padre escucha con deleite; su madre<br />
y su tía hacen calceta.Después de la<br />
música, agradable conversación. En<br />
ella me entero que las dos señoras<br />
son sobrinas carnales de la Beata<br />
Bernardette Soubirous. Llevan su<br />
mismo apellido, por ser hijas de un<br />
hermano de la celestial vidente de<br />
Masabielle. Mucho celebro la oportunidad<br />
de conocer a parientes tan cercanos<br />
de una sierva de Dios, que ya<br />
está en los aliares.<br />
Al día siguiente tuve la dicha de<br />
poder celebrar en la Gruta, a la siete<br />
4<br />
y media. A pesar de ser hora tan temprana,<br />
ya hay más de un centenar de<br />
personas oyendo el Santo Sacrificio<br />
de la Misa, rezando rosarios, ofreciendo<br />
innumerables candelas, bebiendo<br />
agua el la milagrosa fuente.<br />
— 465 —<br />
Viata parcial interior de la suntuosa Iglesia Argentina, en Roma.<br />
Las gentes que oran en el Santuario<br />
de Lourdes, parecen dotadas de una<br />
fe especial, profunda y conmovedora.<br />
Después de visitar la iglesia del<br />
Rosario y de admirar sus magníficos<br />
mosaicos, y la cripta tan devota, y la<br />
basílica tan esbelta, llena de banderas<br />
y exvotos del mundo entero, me voy<br />
al hotel, tomo mi refección de fruta,<br />
me despido de la familia Soubirous,<br />
que han estado amabilísima conmigo,<br />
y a las diez salgo para Toulouse.<br />
Tuve una tarde entera para admirar<br />
la antigua capital del Languedoc. Con<br />
sus 200.000 habitantes, su industria y<br />
comercio florecientes, tiene un aspecto<br />
de urbe moderna, riente y llena de<br />
encantos.<br />
Sus monumentos son admirables,<br />
especialmente el colosal templo de<br />
Saint-Sernin.
Sus parques y riberas del Garona<br />
le dan un aspecto de grandeza a esta<br />
hermosísima ciudad, que no dudo en<br />
afirmar es una de las más dignas de<br />
ser visitadas de Francia.<br />
Salí para Mónaco a las 21,35, no<br />
sin antes cenar caliente en un restorán<br />
cercano a la estación, pues el<br />
sistema Adán y Eva que traía desde<br />
Madrid, me empezaba a dar muy malos<br />
resultados. El régimen vegetariano<br />
me parece ddmirable por el sistema<br />
homeopático...<br />
Llegué a Mónaco a las 9,35. Pude<br />
celebrar el Santo Sacrificio en una<br />
parroquia cercana a la estación, a la<br />
que hay que subir muchas escaleras.<br />
Me interesaba conocer el Museo<br />
oceanográfico,fundaddpor el príncipe<br />
Alberto I. Tiene fama de ser el más<br />
rico del mundo entre los de su género.<br />
En efecto, es maravilloso, y una<br />
revelación de las interioridades del<br />
mar. Yo aconsejo a los que con frecuencia<br />
hacen el viaje por la Costa<br />
Azul de prisa, que se detengan unas<br />
horas en Mónaco para admirar este<br />
admirable conjunto de talento y de<br />
voluntad.<br />
También visité la Catedral de San<br />
Nicolás, del siglo pasado, de aspecto<br />
monumental.<br />
Fuí en tranvía hasta Montecarlo,<br />
Rodeé el famoso Casino, en el que<br />
tantos desgraciados encuentran su<br />
ruina.<br />
En el parque magnífico, regado por<br />
un deslumbrante sol de otoño, numerosos<br />
tipos exóticos de ambos sexos,<br />
casi todos ya de avanzada edad, se<br />
abisman en la lectura, ajenos a las<br />
- 466 ----<br />
maravillas de la naturaleza y arte que<br />
les rodean.<br />
Por aquellos parajes ha pasado y<br />
está pasando el dinero del materialismo.<br />
El sacristán, que a la mañana<br />
me ayudara a misa en una minúscula<br />
parroquia y de aspecto pobrísimo, me<br />
dijo: «Aquí todos son católicos, pero<br />
sólo en tres actos de la vida lo manifiestan:<br />
En el Bautismo, en la primera<br />
Comunión y en el Matrimonio. El último<br />
ya es después de haber pasado<br />
a la Eternidad: el entierro». Los extranjeros<br />
que animan aquellos parajes<br />
deleitosos en la estación de invierno,<br />
aún miran menos hacia arriba<br />
en su inmensa mayoría. Aquel conjunto<br />
inaudito de comodidades y riqueza,<br />
causa profunda melancolía en<br />
el corazón del creyente.<br />
A las 14,20 sigo viaje a la Ciudad<br />
Eterna.<br />
Un tiempo admirable me acompañó<br />
en mi viaje feliz, que sucedía a las<br />
copiosas lluvias de los días anteriores,<br />
y que tenían inundadas grandes<br />
extensiones del mediodía de Francia.<br />
Roma me recibió como vestida de<br />
fiesta. Y la encontré remozada en lo<br />
que tiene de urbe moderna. Su progreso<br />
material es visible.<br />
La primera novedad que se nota,<br />
es la supresión de los tranvías en<br />
toda la parte céntrica, sustituidos por<br />
magníficos y cómodos autobuses. La<br />
pavimentación es soberbia, y el orden<br />
en la circulación casi perfecto. Los billetes<br />
de autobuses y tranvías son combinados,<br />
y hay además unos billetes<br />
horarios, con los que durante una<br />
hora se puede viajar en todas direc-<br />
ciones. Estos son comodísimos para<br />
hacer diligencias de poca duración, o<br />
simplemente para darse un paseo<br />
agradable en un momento de asueto.<br />
Los asombrosos monumentos de<br />
la Ciudad Eterna, todos en sus si-<br />
- 467 —<br />
Representaciones eclesiásticas, civiles, diplomáticas:y Grandes Cruces de la Merced en la inauguración<br />
de la Iglesia Argentina,7en Roma.<br />
tios.,. y atrayendo como siempre el<br />
turismo del mundo entero.<br />
Visita al Rvdmo. P. Garrido, Maestro<br />
general de nuestra Orden en la<br />
plaza de Buenos Aires, que me recibe<br />
amabilísimo. Y me voy a mi alojamiento<br />
de la Vía Bonella, en donde<br />
mis antiguos compañeros, el muy reverendo<br />
P. Miguel López, Procurador<br />
general, y el M. R. P. Ameno Sancho<br />
Blanco, Asistente general, Posiulador<br />
y Gran Canciller de los Caballeros<br />
de la Merced, me esperaban con los<br />
brazos abiertos. Celebré la oportunidad<br />
de conocer al Rvdo. P. Demetrio,<br />
Archimandrita, autor del almanaque<br />
Mercedario, que publica desde hace<br />
dos años en francés; culto, trabajador<br />
infatigable, y de cuya actividad y<br />
amor enardecido a nuestra Orden,<br />
tanto se puede esperar.<br />
Y llegó el día grande, la fiesta magna<br />
para los Mercedarios de Roma, la<br />
inauguración de la Iglesia Argentina
en la plaza de Buenos Aires, fundada<br />
por el acaudalado y fervoroso sacerdote<br />
Mgr. Gallardo, y entregada a<br />
nuestro P. Rvdmo., para que la regenten<br />
él y todos sus sucesores en el<br />
supremo mando de la Orden.<br />
Como los lectores de LA MERCED<br />
conocen la historia de este templo y<br />
la de su conclusión bajo la dirección<br />
del Rvdmo. P. Garrido, paso a relatar,<br />
a grandes rasgos, la fiesta de su<br />
inauguración.<br />
Acudieron para la solemnidad el<br />
P. Provincial de la Provincia Romana,<br />
el P. Comendador de Nápoles,<br />
varios Padres y Coristas de Orvieto<br />
y toda la Comunidad de Pianto, de<br />
Roma.<br />
Era el 1.° de noviembre, Fiesta de<br />
Todos los Santos, y a las ocho empezó<br />
la larguísima ceremonia de la<br />
consagración el Emmo. Cardenal<br />
Pompilii, protector de la Orden. Duró<br />
unas cuatro horas, y es admirable la<br />
resistencia del venerable anciano, que,<br />
a pesar de su avanzada edad, no manifestó<br />
ni la - más pequeña fatiga.<br />
Ayudaron en la ceremonia los estudiantes<br />
argentinos del Colegio Pío<br />
Latino. Los cantos litúrgicos a cargo<br />
de la Comunidad .Mercedaria, bajo la<br />
dirección del R. P. lgnelzi. Maestro<br />
de ceremonias, Mgr. Dante.<br />
Acabada la ceremonia, se dió paso<br />
al pueblo, apiñado a la entrada. Se<br />
llenó el magnífico templo en pocos<br />
momentos, excepto el trozo acotado<br />
para las representaciones y los Comendadores,<br />
Grandes Cruces y Caballeros<br />
de la Merced, que acudieron de<br />
toda Italia para contribuir a la solemnidad.<br />
— 468 —<br />
A las once en punto empezó la Misa<br />
pontifical, que celebró el Ilustrísimo<br />
Mgr. Palica, Vicegerente de Roma;<br />
Caballero Gran Cruz, y gran amigo<br />
de la Orden.<br />
La capilla de música nutridísima.<br />
con los mejores elementos de Roma.<br />
Tuve el honor de hacer de Diácono<br />
en esta solemnidad, y de inaugu-:<br />
rar, con el canto del Evangelio, el<br />
magnífico ambón de mármol, de perfecto<br />
estilo basilical.<br />
Estuvieron presentes en la solemnidad<br />
los Excmos. Embajadores de la<br />
Argentina, España, Chile y Santo<br />
Domingo, y numerosos Caballeros,<br />
Grandes Cruces y Comendadores de<br />
la Orden Militar de la Merced, en hábito<br />
capitular, que, por lo vistoso,<br />
contribuyó grandemente al esplendor<br />
de la fiesta.<br />
Había representaciones del Gobierno<br />
italiano y de la más alta aristocracia<br />
de Roma.<br />
Después de la solemnidad se entonó<br />
un Te Deum, que cantaba el pueblo<br />
entusiasmado, alternando con el<br />
Coro.<br />
Después de la gran fiesta se sirvió<br />
un banquete a los convidados en la<br />
Residencia Generalicia, al que asistió,<br />
entre otras personalidades, Su Eminencia<br />
el Cardenal Lauri, gran amigo<br />
de los Mercedarios.<br />
Por la tarde se trasladó el Santísimo<br />
desde la Capilla provisional (que<br />
desde ahora será espléndido salón de<br />
conferencias, sobre todo para la colonia<br />
argentina) al nuevo templo, con<br />
una procesión solemnísima, presidida<br />
por el Emmo. Sr. Cardenal Locatelli.<br />
El día 2 de Noviembre se celebró<br />
otra Misa pontifical, en la que ofició<br />
Mgr. Dubouswski, Obispo de Filipópoli,<br />
Comendador Mayor de la Mer-<br />
ced de Polonia, verdaderamente entusiasta<br />
de nuestra Orden.<br />
Y, seguidamente, banquete en el<br />
Convento de San Adrián, ofrecido,<br />
principalmente, por el P. Procurador<br />
General al Rvdmo. P. General Fray<br />
Juan del C. Garrido, que presidió el<br />
acto, y a los Caballeros, Grandes<br />
— 469 —<br />
Cruces y Comendadores que habían<br />
ido a la solemnidad desde las ciudades<br />
más apartadas de Italia. De éstos<br />
voy a citar el gran Duque Amoroso,<br />
Próceres de toda Italia, Grandes Cruces, Comendadores y Caballeros de la Militar Orden de la Merced<br />
que asistieron a la solemnidad con las insignias.<br />
1, Com. Ricciotti.-2, Conde Bettucci.-3, Com. Stramaglia.-4, Barón Lieto.-5, Duque Amoroso.- 6, Conde<br />
Bertini Trasoni -7, Marquesa de Paternó di Sessa.-8, Doña Rafaela de Giordano.-9, Marqués de Paternó<br />
di Sessa.-10, Dr. Scheible.-11, Dr. Capemberg.-<strong>12</strong>, Marqués Colocci Vespucci.-13, Ingeniero Villa.-<br />
17, Com. Mocchi.-18, Com. Evangelisti -19, Abogado Tuccimei.-20, Com. Bonatti -21, Com. Maestro<br />
Consorti.-22, Com. Marchesini.-23, Com. Lauri.-24. Dr. Muller.-25, Proff. Bonomi.-26, Gr. C. Sr. Giordano.-27,<br />
Com. Manzia.-28, Prof. Marcelliani.-29, Dr. Gorga.-30, Com. Gorga.-31, Sordino di Lanfranchi.-<br />
32, Com. Evangelisti.-35, Com. Cimento.-36, Com Ricciardi.-37, Com. Guerriero.-38, Com. Baldini.-<br />
39, Com. Gr. C. Tuccimei.<br />
los Marqueses Colocci Vespucci, Reggio<br />
d'Aci Reale, Paternó y señora;<br />
Condes de Bertucci, de Bertini Frassoni;<br />
Barón Lieto, Excma. Sra. Di<br />
Giordano, y otros muchos caballeros<br />
de la más rancia nobleza y de la ciencia<br />
italianas, que se honran vistiendo<br />
el manto blanco de la Merced y, lu-
ciendo en sus pechos las nobilísimas<br />
condecoraciones de nuestra Orden,<br />
que, corno es sabido, fué militar durante<br />
el primer siglo de su existencia,<br />
y sus insignias recientemente reconocidas<br />
en España durante el glorioso<br />
gobierno de don Miguel Primo de<br />
Rivera, Caballero Gran Cruz de la<br />
Orden.<br />
Hermosísimo fué el brindis que pronunció<br />
el gran Duque Amoroso al<br />
final del banquete, en que con tanta<br />
alegría habían fraternizado religiosos<br />
y caballeros. Era honda la emoción<br />
que nos causaba oir al prócer llamar<br />
a boca llena nuestra Orden a la Mercedaria,<br />
siete veces secular.<br />
Elocuentísimamente le contestó el<br />
P. Conturci, de nuestro Colegio de<br />
de Orvieto, indicando que, así como<br />
la Orden Mercedaria contribuyó a<br />
contener los avances de la morisma,<br />
que pretendían arrollar en Europa al<br />
cristianismo, ahora debía seguir su<br />
tradición, oponiendo su esfuerzo a<br />
los avances del comunismo, que pretende<br />
destruir la sociedad.<br />
No me olvidaré de la alegría y entusiasmo<br />
de tantos nobles, al verse<br />
por primera vez reunidos y luciendo<br />
el vistosísimo uniforme de la Orden<br />
Militar, y marchar llenos de deseos<br />
de trabajar en todas partes por la gloria<br />
de Dios y esplendor de la colectividad<br />
gloriosa.<br />
Y como español haré notar las alabanzas<br />
a España salidas de los labios<br />
de aquellos magnates, y el Ball de<br />
Milán me aseguró que, en el próximo<br />
año, vendrán a visitar nuestra patria<br />
una veintena de caballeros de la Merced<br />
de su jurisdicción, para admirar<br />
— 470 —<br />
sus monumentos y conocer la cuna<br />
de las glorias Mercedarias.<br />
En la tarde del 2 se trasladó desde<br />
la capilla hasta la nueva iglesia solemnísimamente<br />
la imagen de nuestra<br />
Madre, entre una multitud de fieles del<br />
aristocrático barrio, muchos de<br />
cuales lloraban emocionados.<br />
El nuevo templo es hermosísimo,.<br />
todo de mármoles y alabastros; y, IQ<br />
que falta por cubrir, irá de riquísimos<br />
mosaicos, por el estilo del de la fa-.<br />
chada -principal.<br />
Con todo respeto y entusiasmo fe-i<br />
licité al Rvdmo. P. General por<br />
éxito de la solemnidad inolvidable.:<br />
Desde la adquisición para la Orden<br />
de una joya como la iglesia de la<br />
Adolorata, hasta su inauguración,<br />
nuestra primera autoridad fué de triunfo<br />
en triunfo, entre las más inauditas<br />
dificultades, que él, en su profunda<br />
piedad, atribuye en absoluto a Nuestra<br />
Santísima Madre, que sigue mirando<br />
amorosa por sus hijos.<br />
También creí justísima una felicitación<br />
cordial al M. R. P. Avelino Ferreyra,<br />
Secretario general, que en la<br />
ausencia del P. Rvdmo. durante su<br />
visita a las Repúblicas de Sudamérica,<br />
dirigió las obras de terminación<br />
con abnegación y talento, dignos de<br />
todo aplauso.<br />
A mil plácemes se hizo acreedor el<br />
P. Ameno, Canciller de los Caballeros<br />
de la Merced, por el esplendor a<br />
que ha sabido elevar el Capítulo Militar<br />
de Italia, que por la admirable organización<br />
llegó a entusiasmar a los<br />
mismos interesados al verse tantos<br />
reunidos.<br />
El P. Procurador se multiplicó has-<br />
— 471<br />
fa lo increíble en estos días de fatigas,<br />
mereciendo parabienes afectuosísimos,<br />
a los que tuve el honor de<br />
unir el mío muy sincero.<br />
Después de dos o tres audiencias<br />
muy interesantes que me concedió el<br />
Rvdmo. P. General, emprendí el viaje<br />
de regreso el día 5 de Noviembre, a<br />
las 17,30.<br />
Lo hice directo hasta Barcelona.<br />
Para aprovechar cuatro horas que<br />
había de perder en las combinaciones<br />
de trenes, hice una parada de cuatro<br />
horas en Niza, para poder celebrar el<br />
Santo Sacrificio en el templo principal.<br />
En plena temporada de invierno<br />
estaba la hermosísima ciudad repleta<br />
de gentes ricas, idas de los países<br />
más distantes del inundo. A primera<br />
vista es algo deslumbrador. Examinando<br />
los tipos y reflexionando un<br />
poco, se siente profunda pena: aquello<br />
es un conglomerado de ociosos,<br />
absorbidos por :el materialismo que<br />
quiere invadir al mundo. Ojalá no<br />
pueda conseguirlo.<br />
Después de una pequeña estancia<br />
en Barcelona, por varios asuntos, llegué<br />
con felicidad, el día 9 por la maña<br />
na, a la ciudad del Oso y el Madroño.<br />
Mil gracias a nuestra Santísima Madre,<br />
porque me concedió la alegría<br />
de poder presenciar una efemérides<br />
gloriosa y trascendental para nuestra<br />
Orden.<br />
FR. SERAPIO GONZÁLEZ GALLEGO<br />
Los impermeables<br />
A mi amigo Don X.<br />
Querido amigo: Me encuentro entre<br />
la espada y la pared, y aunque la situación<br />
no es llueva, no deja de ser<br />
incómoda.<br />
Unos se quejan de que la Iglesia<br />
defiende el aislamiento y se opone<br />
tenazmente a que los españoles veamos<br />
y copiemos lo que haya en el.<br />
extranjero. Como el odio contra la<br />
Iglesia suele concentrarse contra nosotros,<br />
nos llaman... Nos llaman frailazos<br />
impermeables, que debe ser<br />
cosa muy mala, aunque para el invierno<br />
sea útil.<br />
Pero otros recuerdan que del extranjero<br />
vinieron hace años algunas<br />
Comunidades, y que casi todas las<br />
Ordenes son internacionales, y nos<br />
acusan de ser demasiado permeables<br />
y de renunciar ligeramente a lo castizo.<br />
Creo que usted figura o figuraba<br />
entre los últimos.<br />
¿Quiénes tienen razón? Probablemente<br />
ni unos ni otros.<br />
Desde luego, los que nos califican<br />
de impermeables no saben seguramente<br />
el terreno que pisan. Ignoran<br />
que muchísimos frailes españoles han<br />
hecho todas o parte de sus carreras en<br />
el extranjero y, dentro o fuera de España,<br />
han convivido con sus hermanos<br />
de diversas naciones.<br />
Están, por tanto, en situación de<br />
saber lo que allá haya de bueno y de<br />
malo.<br />
Es verdad que los frailes no suelen<br />
solicitar subvenciones del Estado y<br />
eso los coloca en tremenda inferioridad<br />
con respecto a los pensionados<br />
que muchas veces tienen que dedicar<br />
su tiempo a mal aprender la lengua<br />
del país de su destino.<br />
Esa inferioridad de los no pensionados<br />
hube de palparla yo en París,<br />
donde para entrar en la Biblioteca y<br />
Archivos nacionales es reglamentaria
lo presentación del Embajador respectivo.<br />
Yo visité al Sr. Quiñones de León,<br />
que me recibió muy amable, pero se<br />
excusó de presentarme, pues ese favor<br />
se reserva a los pensionados por<br />
el Estado. ¿Lo quiere usted más claro?<br />
Para nuestro ilustre Diplomático<br />
no es ciudadano respetable sino el<br />
que vive del Presupuesto.<br />
Los demás, que trabajan y sudan<br />
para elevar el nivel cultural de su patria<br />
y redimirla del bochorno de que<br />
sean extranjeros quienes desentierren<br />
sus glorias, ¡esos no merecen atención<br />
alguna!<br />
Afortunadamente en París encontré<br />
amigos que me presentaran en los<br />
centros aludidos, a pesar de la negativa<br />
del señor Embajador; pero pasé<br />
malos ratos.<br />
Como usted sabe de estas cosas,<br />
y varias veces hemos hablado largamente<br />
de ellas y de su comparación<br />
con lo que pasa en- otras naciones<br />
que conozco (sin que el Estado me<br />
haya dado para ello un céntimo), le<br />
ruego que diga a los amigos de «El<br />
Sol» que no escriban sandeces, que<br />
lo es y de grueso calibre la de suponernos<br />
impermeables... ¡ellos cuya<br />
cultura usted conoce bien!<br />
Si de enseñanza y sus métodos se<br />
trata, usted sabe bien que gran parte<br />
del personal docente de las Ordenes<br />
religiosas está formado en el extranjero<br />
o por extranjeros en España. Y<br />
cuenta que esos extranjeros iban a la<br />
cabeza de sus naciones respectivas!<br />
Es verdad que el personal extran-<br />
---- 472 —<br />
jero ha desaparecido en gran parte o<br />
se volvió a su tierra, pero las casas<br />
fundadas por franceses, alemanes,<br />
ingleses... y sus métodos subsisten<br />
en manos españolas. Esto último le<br />
servirá de consuelo a usted que temía<br />
vernos extranjerizados. Advierta que<br />
el personal extranjero no se renueva,<br />
antes van españoles para fuera de<br />
España.<br />
Puede usted dormir tranquilo, por<br />
tanto. Y el amigo Heliófilo sepa que<br />
tenemos los ojos mucho más abiertos<br />
que él para saber lo que se hace fuera<br />
de aquí, aunque no nos valgamos de<br />
ello como «El Sol» para insultar a<br />
España.<br />
Aunque el recuerdo sea ya lejano,<br />
nobleza obliga, y hay que decir ahora<br />
a los viejos anticlericales que aque<br />
has Comunidades extranjeras, contra<br />
las que tanto vociferaron, nos trajeron<br />
métodos de trabajo, aquí desconocidos<br />
o poco usados, restauraron<br />
interesantísimos monumentos destrozados<br />
por los liberales españoles, y<br />
con más frecuencia de lo que se supone<br />
trajeron a España muy saneados<br />
capitales, que aquí se han quedado.<br />
Usted sabe que en Silos trabajaron<br />
Don Férotin y D. Morin y con ellos se<br />
formaron el Padre Serrano y los<br />
monjes actuales. El caso de Silos no<br />
es único ni mucho menos, aunque sea<br />
ejemplar.<br />
Hasta otra se encomienda su buen<br />
juicio su afectísimo amigo,<br />
GARCÍA<br />
INSTANTANEAS<br />
La Academia de Ciencias de París y la idea religiosa<br />
La religión siempre despierta la<br />
idea religiosa, y ésta suele despertar,<br />
en todos tiempos, las más acaloradas<br />
pasiones en los hombres y dividirlos<br />
en bandos enemigos. Los consoladores<br />
dogmas de nuestra sacrosanta religión<br />
encuentran una calurosa y entusiasta<br />
aceptación en unas concienciencias<br />
y también una invencible resistencia<br />
en otras, fenómeno que<br />
origina esos violentos choques, esas<br />
encarnizadas luchas, de que nos habla<br />
la historia de todas las épocas, y<br />
que en la actual se están desarrollando<br />
de una manera tumultuosa en algunas<br />
naciones.<br />
Hace poco más de un año, los 75<br />
miembros de la «Academia de Ciencias<br />
de París», ante el mundo entero,<br />
se han ocupado científica y filosófica.<br />
mente del sentimiento religioso, de la<br />
idea de Dios, de lo Infinito, del alma<br />
humana.'<br />
Mr. Robert de Flers, ilustre miembro<br />
de la misma Academia, fue el iniciador<br />
de éste que pudiéramos Mamar<br />
deporte espiritual, y el que propuso<br />
a los 74 sabios que componen<br />
tan docta Corporación, la cuestión<br />
siguiente: La ciencia que usted cultiva,<br />
estimado colega, la ciencia de su<br />
especialidad y predilección, en la<br />
cual es usted eximio y célebre maestra,<br />
¿se opone al sentimiento religioso?<br />
A esta cuestión o interrogante propuesta<br />
a los 74 miembros de la «Academia<br />
de Ciencias de París», han<br />
contestado todas las ciencias humanas:<br />
la Física, la Química, la Geología,<br />
la Biología, la Astronomía, las<br />
Matemáticas, la Botánica, la Zoología,<br />
la Anatomía, la Fisiología, la<br />
Filosofía, etc., etc.<br />
No todos los 74 sabios contestan,<br />
piensan y opinan de la misma manera,<br />
pero sí todos coinciden, unos con<br />
restricciones y otros con ciertas condiciones<br />
en afirmar y sostener la necesidad<br />
de los sentimientos religiosos<br />
y en que la ciencia no se opone a la<br />
idea religiosa. «No hay ninguna incompatibilidad<br />
entre la ciencia y la<br />
religión—contesta M. H. Chatelier,<br />
químico, metalúrgico y profesor de la<br />
Sorbona—. Este es un hecho demostrado<br />
por la experiencia; Pascal, Ampere,<br />
Cauchy, han sido a la vez hombres<br />
profundamente religiosos y muy<br />
grandes sabios...» Y M. IR. Leconte,<br />
botánico y profesor del Museo de Historia<br />
Natural, dice: «El antagonismo<br />
entre la ciencia y la religión no existe<br />
sino en el espíritu de aquéllos que lo<br />
desean». M. d'Arsenval, médico, profesor<br />
del Colegio de Francia, escribe:<br />
«¿Han existido y existen numerosos<br />
grandes sabios con espíritu religioso?<br />
Esta contestación tiene la brutal insolencia<br />
de un hecho; por consiguiente,<br />
la cuestión planteada... es ociosa...»<br />
El geólogo M. L. de Launay, profesor<br />
de la Escuela Superior de Minas, no<br />
teme contestar: «Yo he tomado posición<br />
definida en la cuestión que usted<br />
me plantea, pues he escrito últimamente<br />
un volumen titulado «El Cristianismo»,<br />
para demostrar precisamente<br />
que no hay ninguna incompatibilidad<br />
entre la ciencia y la religión».<br />
«Es imposible admitir una oposición<br />
cualquiera entre la verdad científica y<br />
el sentimiento religioso»—contesta el<br />
ilustre matemático, inspector general<br />
de Minas, profesor de la Escuela Politécnica,<br />
E. Lecornu—. El general<br />
R. Bourgeios, geodésico, director del<br />
Servicio Geográfico del Ejército, dice:
-«Nada se opone a que el espíritu<br />
científico esté de acuerdo con las<br />
ciencias religiosas, reflexivas y cultas;<br />
al contrario, el espíritu profundo<br />
de las ciencias las refuerza, haciendo<br />
todavía más sorprendente la obra del<br />
Creador».<br />
Muchos ilustres miembros de la<br />
distinguida Academia de Ciencias, no<br />
pueden dominar la indignación que<br />
les produce «esos malhechores intelectuales<br />
que, en nombre de la ciencia<br />
misma, cuyas lecciones falsean, cuya<br />
autoridad usurpan, quisieran extinguir<br />
la única luz capaz de orientar<br />
debidamente la vida del hombre individual<br />
y social»—escribe M. Grandmaison.<br />
« Imprudentes» - les llama L.<br />
Quenu. « Pseudosabios infatuados, cegados<br />
por malos instintos y por odiosas<br />
pasiones»—les dice M. Ocagne.<br />
«Sí, es os desgraciados — exclama<br />
M. Sejurné - acumulan la ignorancia<br />
sobre el odio religioso». «Presuntuosos<br />
—concluyé M. André—la mayor<br />
parte de ellos no condenan la religión<br />
sino por espíritu de orgullo, como si<br />
el saber humano fuera capaz de suministrar<br />
una solución a todos los enigmas<br />
de la vida».<br />
El que quiera leer todas las contestaciones<br />
de todos los miembros de la<br />
docta «Academia de Ciencias de París»<br />
a esta cuestión, las encontrará en<br />
«Le Fígaro», que publicó su texto íntegro<br />
en cuarenta ediciones, y en ellas<br />
verá el lector cómo casi la totalidad<br />
sostienen y afirman categóricamente<br />
la armonía entre la ciencia y la religión.<br />
El problema de la natalidad<br />
Máxima natalidad, mínima mortalidad<br />
y mayor proporción de matrimonios<br />
debe ser el ideal demográfico<br />
de toda nación civilizada. Pero<br />
en España, y en otras naciones, no<br />
sucede así por el declive descendente<br />
de la natalidad que se presenta con<br />
— 474 --<br />
caracteres verdaderamente alarmanmantes:<br />
los nacimientos disminuyen<br />
en cifra aterradora, no sólo en las<br />
ciudades, sino que también en los<br />
campos, como puede observarse por<br />
las estadísticas sacadas de los libros<br />
parroquiales; la aguda crisis de matrimonios<br />
es una desconsoladora revelación<br />
de la relajación de costumbres<br />
familiares y del aumento a pasos<br />
agigantados de la inmoralidad pública<br />
y privada; los problemas que presentan<br />
los inauditos avances del feminismo<br />
moderno agravan más y más el<br />
malestar moral y social y multiplican<br />
las dificultades para la salvación y<br />
regeneración de la familia; los desacuerdos<br />
familiares, primero, el divorcio,<br />
después, lo perturba todo y<br />
mata la obra común del padre y de la<br />
madre; el tálamo nupcial está «abierto<br />
a todas las ignominias» y vergüenzas<br />
inconfesables, que ponen náuseas a<br />
nuestra pluma por la putrefacción<br />
moral, social, ética y religiosa que<br />
revela.<br />
En medio de esta crisis aterradora,<br />
cuyo influjo es de desconsoladoras<br />
consecuencias, sólo Mussolini, entre<br />
todos los hombres de Estado, ha<br />
comprendido que la salud del pueblo<br />
se manifiesta en su fecundidad y que<br />
de ésta depende su potencia económica,<br />
social y política; a este fin dicta<br />
leyes, impone nuevas orientaciones,<br />
cierra con mano fuerte las fronteras<br />
de Italia a todos los procedimientos<br />
anticoncepcionistas, que van de la<br />
nación vecina; persigue toda esa literatura<br />
enfermiza, agónica, de burdel,<br />
corruptora de almas, enfangadora de<br />
corazones; premia a las familias numerosas,<br />
impone impuestos a los solteros,<br />
para con sus ingresos favorecer<br />
la infancia desvalida, a fin de<br />
arrancarla a las garras de la muerte.<br />
Es verdad que también en otras naciones<br />
se estudia por diversos procedimientos<br />
la manera de detener el<br />
descenso de la natalidad, disminuir la<br />
mortalidad, de inculcar a los padres<br />
de familia la comprensión de sus deberes<br />
y de aliviar la carga que les<br />
proporciona la numerosa descendencia.<br />
Pero tienen que convencerse los<br />
hombres de Estado y los sociólogos<br />
que todas esas medidas preventivas<br />
sólo miran al aspecto económico del<br />
problema, y olvidan el más principal,<br />
el único capaz de cicatrizar esta llaga,<br />
que es el aspecto espiritual.<br />
Para conseguir éste -escribe un<br />
profesor alemán, Korherr—, es preci.<br />
so entrar no sólo en el cuerpo, sino<br />
también en el alma; es preciso inducir<br />
al individuo al sacrificio necesario<br />
para el saneamiento de la nación. Es<br />
preciso también hacer resurgir la<br />
autoridad y el ¡'espeto de la familia.<br />
Es necesario mejorar las condiciones<br />
de la vida en las ciudades y en los<br />
campos, para evitar la despoblación,<br />
contener el urbanismo, combatir el<br />
alcoholismo, perseguir a sangre y<br />
fuego la pornografía en el teatro, en<br />
el cine, en la novela, en la revista, en<br />
el arte y proteger y hacer respetar la<br />
maternidad. Es urgentísimo inyectar<br />
grandes corrientes de moral y vida<br />
cristianas en todas las capas sociales.<br />
No se escapa al observador que la<br />
autoridad política más fuerte no es<br />
suficiente para conseguir, por sí sola,<br />
esta plausible finalidad; es necesario,<br />
es urgente, la intima colaboración con<br />
la Iglesia, porque el factor más poderoso,<br />
eficaz y seguro para influir en<br />
la mentalidad de los pueblos, ha sido<br />
siempre la religión de Jesucristo.<br />
Es necesario, pues, que las mujeres,<br />
muchas de ellas víctimas de lamentables<br />
ofuscaciones, vuelvan a<br />
ser piadosas y buenas cristianas y<br />
permanecer en el trono en que la Providencia<br />
las ha colocado.<br />
Educación del corazón<br />
El corazón es el gran enfermo del<br />
siglo. Para acudir a esta enfermedad<br />
— 475 —<br />
crónica que padece, no basta, no está<br />
en instruir, ni en abrir nuevas escuelas,<br />
como quieren algunos, ni rodearlo<br />
de todo confort de la vida moderna,<br />
y, mucho menos, en satisfacer<br />
todas sus exigencias. Hay que decirlo<br />
muy alto, porque no son éstas las corrientes<br />
de la sociedad contemporánea,<br />
ni la idea del día, sin duda derivadas<br />
de aquella frase tan manoseada<br />
de Víctor Hugo, inexacta en el fondo<br />
y de mal gusto en la forma: «Destruid<br />
la cueva de la ignorancia, y matareis<br />
el antro del crimen»; frase que vertió<br />
alguien al lenguaje de Cervantes,<br />
diciendo: «Cada escuela que se abre<br />
es una cárcel que se cierra».<br />
Por poco que nos fijemos en las<br />
estadísticas de los crímenes en las<br />
naciones más progresivas, nos convenceríamos<br />
de la inexactitud de estas<br />
gratuitas afirmaciones. Fijémonos en<br />
Francia, por no ser sospechosa de<br />
inquisitorial y reaccionaria. Francia<br />
arrancó el Crucifijo de las escuelas,<br />
implantó la enseñanza laica y trató de<br />
borrar a Cristo de la sociedad. En<br />
Francia, casi todos saben leer y escribir,<br />
y, sin embargo, se llegó al colmo<br />
de la inmoralidad, al máximo del<br />
desenfreno, al refinamiento de la lujuria,<br />
a comerciar escandalosamente<br />
con el pudor de la niñez, a la bancarrota<br />
del honor, de la honradez y de<br />
la dignidad humana. No está todo,<br />
pues, en instruir, en abrir nuevas<br />
escuelas, en la ampliación de los programas<br />
educativos. Por encima de<br />
todas estas afirmaciones está, y estará<br />
siempre, la afirmación del Divino<br />
Maestro: «Del corazón salen los malos<br />
pensamientos y todas las acciones<br />
perversas». Afirmación que la<br />
experiencia diaria, con la abrumadora<br />
elocuencia de los hechos, confirma.<br />
No está el remedio para sanar el<br />
corazón agónico de las modernas sociedades<br />
en abrir nuevas escuelas; es<br />
preciso, es necesario y de urgentísima<br />
necesidad, cerrar ciertas escuelas,
si no han de abrirse nuevas cárceles<br />
y ensanchar los cementerios.<br />
La regeneración del individuo y,<br />
por ende, de la sociedad, debe empezarse<br />
por regenerar el corazón. Hay<br />
que educar el corazón. En el corazón<br />
estan las raíces de los crímenes, de<br />
los vicios, el germen de todas las<br />
rebeldías y el asiento de todas las<br />
concupiscencias de la carne y de la<br />
sangre. La instrucción por sí sola no<br />
basta; podrá hacer bachilleres, pero<br />
jamás, nunca, podrá hacer «hombres».<br />
Porque lo que califica al hombre,<br />
lo que ennoblece al hombre, es<br />
más, mucho más que la vasta instrucción,<br />
es la bondad de carácter, la<br />
educación de la voluntad, la grandeza<br />
cristiana del corazón. No es la cabeza,<br />
sino el corazón, a donde se mira<br />
al hombre.<br />
Hay, pues, que educar, hay que<br />
formar el corazón, si queremos regenerar<br />
al individuo y salvar la sociedad;<br />
a ésta, lo mismo que aquél, han<br />
de salvarla, no las ideas, sino las<br />
virtudes; no la han de regenerar las<br />
leyes, sino las sanas costumbres; no<br />
Entre los innumerables medios corruptores<br />
con que cuenta hoy el mal<br />
en nuestra sociedad, el más funesto<br />
en sus consecuencias, el que sobre<br />
todo excita los temores y las alarmas<br />
de la Iglesia de Jesucristo, es ese<br />
desbordamiento afrentoso de las malas<br />
lecturas. Ellas envilecen la sociedad,<br />
envenenan la vida en las mismas<br />
fuentes donde nace, corrompen la<br />
juventud y amenaza socavar todos<br />
los fundamentos del orden social. Por<br />
— 476 —<br />
la han de llevar a cabo los sabios,<br />
han de hacerla los buenos; no han de<br />
ser obra de los doctos e instruidos, la<br />
han de realizar los probos y los educados;<br />
no la ha de hacer la ciencia,<br />
ha de hacerla el amor; en una palabra,<br />
ha de ser obra de corazones.<br />
Nunca como hoy es más exacta la<br />
tan repetida frase: hacen falta hombres...<br />
Y la razón es, porque se ha<br />
roto el equilibrio necesario para el<br />
progreso integral del hombre, que<br />
debiera de existir entre la enseñanza y<br />
la educación, entre la instrucción y la<br />
disciplina, entre la vida de la inteligencia<br />
y la vida del corazón.<br />
Hoy el gran problema está en la<br />
educación del corazón. Pero casi<br />
nadie se preocupa de educar el corazón;<br />
de éste tan sólo se ocupan los<br />
poetas, los novelistas, los románticos...;<br />
cuando para la regeneración<br />
del individuo y de la sociedad se debe<br />
empezar por regenerar el corazón,<br />
que es el gran enfermo del siglo XX,<br />
FR. R. DELGADO CAPEÁNS,<br />
O. DE M.<br />
Biblioteca circulante de nuestra SON le la merced<br />
eso, todos los que tienen plena conciencia<br />
de su responsabilidad y todos<br />
los hombres de buena voluntad que<br />
anhelan salvar los pueblos tratan de<br />
atajar esa terrible inundación de literatura<br />
pornográfica, enfermiza, que<br />
llega a todas las clases sociales.<br />
Hay que oponer una campaña intensa<br />
a la propagación del libro erótico<br />
e indecente, que tantos daños<br />
causa a las almas, a las familias y a<br />
la sociedad.<br />
Los Pomanos Pontífices, el episcopado<br />
y el clero proclaman que la obra<br />
más importante de los tiempos modernos<br />
es la Prensa, el apostolado<br />
del libro.<br />
Convencidos de esta urgentísima<br />
necesidad los Padres Mercedarios de<br />
la Residencia de la calle de Silva, de<br />
Madrid, van a inaugurar una «Biblioteca<br />
circulante de Nuestra Señora de<br />
la Merced}, con el fin de proporcionar<br />
al pueblo lecturas morales,<br />
recreativas, amenas, instructivas y<br />
científicas. Tendrá también un apartado<br />
de obras infantiles, en donde los<br />
padres de familia encontrarán obritas<br />
recreativas para poner en manos de<br />
sus niños.<br />
En esta hermosa cruzada tiene una<br />
parte muy importante la mujer católica,<br />
y el Padre Director de la misma<br />
espera su valiosa cooperación y su<br />
eficaz apoyo. Alistäos en este bendito<br />
apostolado de las ' Buenas Lecturas»,<br />
formando parte activa de la «Biblioteca<br />
Circulante»; desterrad de vuestros<br />
queridos hogares toda clase de<br />
lecturas que envenenan la inteligencia<br />
y el corazón de vuestros maridos, de<br />
vuestros hijos e hijas; cerrad la puerta<br />
a los periódicos impíos y blasfemos;<br />
trabajad por la propagación de las<br />
' Buenas Lecturas»; atajad esa corriente<br />
devastadora de cieno y barro<br />
- 477 -<br />
que amenaza sumergir en sus podridos<br />
fondos a la sociedad contemporánea.<br />
Desde estas columnas hago un<br />
llamamiento a todas las personas<br />
de buena voluntad que quieran y<br />
deseen cooperar a esta importantísima<br />
obra de los tiempos presentes,<br />
que manden al Padre Delgado Capeáns,<br />
Silva, 39, Madrid, obras morales,<br />
religiosas, recreativas, amenas<br />
y científicas que tengan en sus casas,<br />
como también en metálico, cooperando<br />
así a esta urgentísima cruzada de<br />
las ' Buenas Lecturas..<br />
Varias familias nos han mandado<br />
ya importantísimas obras y otras nos<br />
han ofrecido su valiosa cooperación.<br />
En el próximo número de LA MERCED<br />
empezaremos a publicar los nowbres<br />
de los donantes y las obras con que<br />
contribuyan a la fundación de la «Biblioteca».<br />
Nuestros cooperadores habrán<br />
cumplido satisfactoriamente una misión<br />
noble y santa por la causa de<br />
Dios, de la Iglesia, de la Patria, de la<br />
civilización y del orden social, y con<br />
esto contribuirán a traer a esta desolada<br />
tierra el reinado social de Cristo<br />
Rey.<br />
EL P. RECTOR DE LA<br />
BUENA DICHA
00 0OØ00 00%0000000000000000000000000000000000<br />
00000000000000000000000000000000000000000000000002<br />
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3 3<br />
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.00.00000000.00.000000000o00000000000000000c0000.8<br />
Peynés-Monlaur, LOURDES Y BERNARDITA.<br />
Un tomo en 8.° de 266 páginas con hermosa<br />
encuadernación. 2–Pesetas 4.—<br />
Editorial Litúrgica Española, Cortes,<br />
58t, Barcelona.,<br />
Muchos son los libroS publicados sobre<br />
Lourdes, peroen español no conocemos<br />
ninguno que se ocupe detenidamente<br />
de la i.nteresante, figura de Bernardita<br />
.<br />
En estos momentos que Ja Iglesia la<br />
ha beatificado, justo es que se conozca y<br />
estudie con cariño su personalidad, tan<br />
llena de atractiVör's. Htimildi violeta escOgida<br />
por la Virgen para realizar su misión,<br />
una vez quedó ésta terrninadä, parece<br />
que se esfuma y desaparece del mundanal<br />
ruido. Pero resulta muy emocionante<br />
seguir sus pasos como religiosa en<br />
el Instituto Cristiano de Nevers, estudiarla<br />
como novicia y profesa y ver c6mo<br />
a<br />
JUNQUERA DE AMBÍA<br />
El primero de noviembre se celebró en<br />
esta villa la fiesta de la bendición y jura de<br />
la bandera de los Jueves Eucarísticos,<br />
precedida de un triduo en que el P. José<br />
Orjales, luchador incansable y apóstol de<br />
esta devoción, enfervorizó a los concurrentes<br />
y organizó la gran fiesta.<br />
Amaneció Junquera engalanada, COITtO<br />
jamás se recuerda. En la plaza del Padre<br />
Feijoó se levantó un primoroso altar portátil,<br />
donde se celebró la santa Misa y se<br />
dió la comunión general a la muchzdumbre<br />
reunida de esta parroquia y de las co-<br />
0000000000000000000000000000000000000000000000...0<br />
0 000000000000000000000000000000000 00 .000000000000<br />
o o<br />
o o<br />
o o<br />
BIBLIOGRAFIA<br />
NOTIC1<br />
marcanas. El P. Orjales, pronunció delicados<br />
fervorines .y dirigió hermosos cánticos.<br />
¿,Y qué decir del extraordinario acto de<br />
la tarde? La magna procesión cual grandiosa<br />
manifestación de fe y entusiasmo<br />
paseó y aclamó con vítores y cantos a Jesús<br />
Sacramentado bajo palio por las calles<br />
de la villa. En ella figuraron significadas<br />
personas, que con mucho gusto la<br />
presidieron; tales fueron D. Arturo Pérez<br />
Lerantes, D. Luis Colemán y Fr. Gustavo<br />
Lamas, venerable Clero de toda la comarca<br />
y PP. Mercedarios aquí residenciados, , ,w<br />
con cruces parroquiales y sus feligreses;<br />
o o<br />
o o<br />
g g<br />
• e o<br />
00 000000000t0000000000000000000000 0. 0000000000000<br />
2.00000000000000000000000000000000.00000000000.00.<br />
va ascendiendo gradualmente por la escala<br />
mística en cuya cima se abre la eternidad.<br />
Tal es el valor de esta obra, verdadera<br />
delicia; literaria, como cosa salida de la<br />
plumä exquisita de Reynés-Monlaur.<br />
Pero noise crea por todo lo dicho que<br />
la autora Prescinda de los emocionantes<br />
acontecimientos acaecidoi en : la Santa<br />
Gruta. PreCiSamente este libro nos da una<br />
visión . completamente inédita sobre el particular.<br />
Para obtener este resultado, se ha<br />
valido con preferencia de la encuesta verificada<br />
con motivo del proceso de beatificación,<br />
y en cuanto al relato de las visiones,<br />
bastará „añadir que está ,copiado literalmente<br />
del mismo que Bernardita escribió<br />
de su puño Y letra.<br />
Es obra que deleitará inmensamente a<br />
todos los fieles cristianos, pero de una<br />
manera especial a lös innumerables devotos<br />
de la Virgen Blanca.<br />
AS<br />
Colegio de los PP. Salesianos de Allariz<br />
con la bandera de San Luis Gonzaga;<br />
banderas de los Jueves Eucarísticos de El<br />
Ferrol, Pontevedra, San Juan de Poyo,<br />
Sanjenjo y Aro; Secciones Adoradoras<br />
Nocturnas de Orense, Milagros, Junquera<br />
y Armariz; Secciones de Tarsicios de las<br />
mismas localidades; de Orense asistieron,<br />
además, con nutrida representación y sus<br />
banderas, Sección Adoradora Nocturna de<br />
Señoras, Marías de los Sagrarios, Juventud<br />
Católica y Colegio de los Hermanos<br />
Maristas; estandartes y banderas de muchas<br />
parroquias limítrofes; niños de las<br />
escuelas nacionales del contorno con sus<br />
profesores y los de la catequesis con sus<br />
insignias. Daba escolta al Santísimo la<br />
Guardia civil de este puesto con uniforme<br />
de gala, cerrando la marcha la banda del<br />
batallón de Cazadores de Mérida, de guarnición<br />
en Orense.<br />
Al Ilcgar al mencionado altar—situado<br />
en la fachada de la capilla de San Pedro<br />
Mártir—las largas filas procesionales que<br />
en su mayoría llevaban hachas encendidas,<br />
se detuvieron replegándose en sitios<br />
destinados al efecto, ocupando lugar<br />
preferente los juristas locales. Luego de<br />
colocar la custodia en el trono preparado<br />
y de entonar el «Pange lingua», el P. Orjales,<br />
tres breve pero entusiasta alocución,<br />
pronuncia la fórmula reglamentaria, siendo<br />
repetida y contestada por los archicofrades,<br />
que desfilan a continuación por<br />
delante de la gloriosa insignia besándola,<br />
la cual estaba sostenida por la madrina<br />
D . Otilia Pérez de Colemán, acompañada<br />
por el presidente de esta Sección D. Juan<br />
Manuel Pérez Cid. Después de cantar el<br />
Himno a la Bandera y el «l'amura ergo.,<br />
se procedió a dar la bendición con el Santísimo,<br />
mientras la música batía la Marcha<br />
Real y atronaba el espacio fuerte descarga<br />
de bombas. Momento sublime aquel<br />
en que rendidas las banderas y los fieles<br />
de hinojos, desde su interior exclamaban<br />
¡Santo, Santo, Santo es el Señor Dios de<br />
las multitudes!; y éstas mismas, reconocidas<br />
al Dios Eucarístico, espontáneamente<br />
brotó de sus labios el dulce y melodioso<br />
«Cantemos al Amor de los Amores...»<br />
Recogida la procesión en la ex<br />
Colegiata, se procedió a la Reserva y<br />
nueva bendición, ocupando el púlpito el<br />
P. Orjales, para testimoniar el agradecimiento<br />
a los asistentes a tan sacrosanto<br />
acto.<br />
- 479 --<br />
Como nota final, fueron muchas las<br />
personas que reunidas en la casa de la<br />
madrina, señora Pérez de Tolemán, participaron<br />
del espléndido «lunch» que tenían<br />
preparado.<br />
Nuestro agradecimiento para dicha señora<br />
y demás protectores, y que el Señor<br />
premie su generosidad y sacrificio, dispensados<br />
a nuestra Archicofradía.—Antonio<br />
Amado, secretario de la Sección.<br />
EJEA DE LOS CABALLEROS<br />
La fiesta de la Santa Infancia.—Con<br />
extraordinaria brillantez se celebró en esta<br />
villa la fiesta de la Santa Infanda que<br />
anualmente organiza la Rvda. Comunidad<br />
de Religiosas Mercedarias del Santo Hospital.<br />
Jamás había presenciado este pueblo<br />
procesión tan conmovedora. Entre 'interminables<br />
filas de niños y niñas esmeradadamente<br />
aseados, que dieron al acto singular<br />
encanto, variadas representaciones<br />
o «pasos » de la vida misionera y de los<br />
inapreciables beneficios que rinde en los<br />
más remotos países salvajes, constituyeron<br />
la nota más nueva y grandiosa de tan<br />
memorable solemnidad. Niños y niñas<br />
perfectamente vestidos y caracterizulos<br />
representaban ante el numeroso público<br />
que admirado presenció el desfile, las<br />
figuras de los misioneros y religiosas que<br />
entre los salvajes trabajan heroicamente<br />
en la conquista de las almas para Cristo<br />
y en especial de los niños que recién nacidos<br />
quedan bárbaramente abandonados<br />
por sus propios padres, cuyos tipos varios<br />
con ajustada propiedad vimos en los<br />
moritos, chinos y personajes del Japón,<br />
del celeste Imperio y regiones vecinas,<br />
donde más cunde tan inhumana barbarie.<br />
Faquines conduciendo en un carrito los<br />
niños amontonados como vil mercancía,<br />
expuestos al hambre y a la muerte, fueron<br />
uno de los más gráficos simbolismos del<br />
aleccionador cortejo. También figuraban<br />
angélicos grupos de parvulitas que con el<br />
coro del Colegio iban cantando preciosos<br />
himnos a los acordes de la banda municipal.<br />
En la plaza Mayor, ocupada por numerosísimas<br />
personas, recitaron, desde improvisada<br />
plataforma, alusivas y emocionantes<br />
composiciones poéticas, las alumnas<br />
Juanita Sierra Giménez, Pilar Sumuelzo<br />
Quintana y Apolonia Mena, que escucha-
oh sucesivamente grandes aplausos por<br />
su atinada declamación, que hubieron de<br />
repetir al terminarse la procesión.<br />
La cantidad recaudada en la procesión,<br />
ascendió a 75 pesetas, de las cuales sorteamos<br />
25 para bautizar chinitos.<br />
Los niños agraciados son los siguientes:<br />
Lorenza Bueno, para bautizar una<br />
niña que se llame Mercedes. Josefina Lasobras,<br />
para una niña Concepción. Angeles<br />
Racaj, para una niña Angeles. Félix<br />
Ladrero, para un niño que se llame Pedro<br />
Nolasco, y Fernando Asensio, para un<br />
niño que se llame Santiago Asensio Capdevilla.<br />
Gustosos enviamos estas pese<br />
ticas al incansable y Rvdo. D. Clemente<br />
O. de Urbina, que con tanto celo colabora<br />
en la obra tan simpática de la infancia, y<br />
al que con verdadero afecto saludamos.<br />
Todo, en fin, cuanto pudo contribuir a<br />
que el público recordara o aprendiera lo<br />
que hace la caridad cristiana en este respecto,<br />
se encontraba en este acto tan simpático<br />
y edificante, organizado por el celo<br />
fervoroso y entusiasta, y digno de todo<br />
encomio, de las almas que lo dirigieron.<br />
Bien provechoso es que estas obras de<br />
caridad, que descubren las necesidades<br />
por que se desvela nuestra Madre la Iglesia,<br />
sean dadas a conocer tan acertada<br />
mente a la atención disipada y alejada de<br />
sus propios deberes tantos cristianos,<br />
obligados en una u otra forma a contribuir<br />
con su posibilidad a obras de caridad<br />
como la de la santa infancia.<br />
Solamente el Señor puede y sabe remunerarlas<br />
cumplidamente, y por eso,<br />
acreedoras a ello las religiosas Mercedarias,<br />
con su virtuosa Superiora la Madre<br />
Concepción, tan benemérita de esta villa,<br />
les testimoniamos desde estas columnas<br />
- 480 - -- 481 —<br />
CON LAS DEBIDAS LICENCIAS<br />
nuestro más arditnte anhelo de que así<br />
sea para ellas y para todas las niñas y<br />
personas que ejemplarmente intervinieron<br />
en la hermosa solemnidad que dejamos<br />
pobremente reseñada.<br />
Indulgencias para el mes de<br />
Enero<br />
Día 1.—La Circuncisión del Señor. Indulgencia<br />
plenaria a los Terciarios que<br />
visitaren nuestra iglesia.<br />
Día 4. —El Santísimo nombre de Jesús.<br />
Indulgencia plenaria a todos les fieles que<br />
visiten nuestras iglesias y absolución general.<br />
Día 6.—La Epifanía del Señor. Indulgencia<br />
plenaria para los Terciarios.<br />
Día 17.—Confirmación de la Orden.<br />
Absolución general para todos los fieles.<br />
Día 18. —Cátedra de San Pedro. Absolución<br />
general para los Religiosos y Terciarios.<br />
Día 23,—San Raimundo de Pefi afort.<br />
Indulgencia plenaria a todos los fieles que<br />
visiten nuestras iglesias.<br />
Día 31.—Nuestro Padre San Pedro Nolasco.<br />
Indulgencia plenaria y absolución<br />
general para todos los fieles. (La indulgencia<br />
se puede ganar en cualquiera de<br />
los ocho días que siguen al de la fiesta).<br />
Editorial Católica Toledana, Juan Labrador, 6, teléfono 211.<br />
ENERO<br />
INDICE DE <strong>1930</strong><br />
(AÑO XIII)<br />
«San Pedro Nolasco», por Fr. M. Escánez.—«Un homenaje a Tirso», por Fr. E•<br />
Silva.—«La bella de los Cantares>, por Fr. J. S. Crespo.—«Profilaxia social>, por Fray<br />
R. Delgado Capeáns.—«Nuestra Señora del Puig», por Fr. M. Ortüzar.—«Veinte mil<br />
valencianos en el Puig».—«Los documentos históricos de la Merced en América», por<br />
Fray Pedro N. Pérez.—«Las misiones Mercedarias en Esmeraldas>, por Fr. Guillermo<br />
Vázquez.—«Página misional>.—«La fiesta de la Inmaculada en Húmera», Corresponsal.—«Los<br />
primeros días del hombre», por Fr. R. Sanjurjo.—«Los Libros Santos», por<br />
Fr. Carlos Silva.—«La Empleadita», pon. G. Herreros.—«Suscripción para una beca».<br />
«Tesoro espiritual y limosnas para las misiones del Colegio de la Merced en Marquina».—«Favores<br />
recibidos de Nuestra Santísima Madre».—«Noticias».—«Indulgencias<br />
del mes>.—Paginas 1 a 40.<br />
FEBRERO<br />
«La educación de la juventud», por Fr. R. Delgado.—.E1 V. P. Andrés Garrido», por<br />
Fr. G. Vázquez.— «Evocación», por Fr. J. Cereijo.—«Los primeros días del hombre , por<br />
Fr. R. Sanjurjo.—«Charitas», por Guardado Pesado.—«Cervantes y los Mercedarios»,<br />
por Fr. V. Núñez.— « Los cruceros>, por Fr. G Placer. — «En la Argentina», por Fr. 5. González<br />
Gallego.—«¡Informaos bien!», por Wilhelm.—«Página misional » , por Fr. Marcos.<br />
De Puerto Rico», Corresponsal.—«El Hijo Pródigo», por J. G.' Herreros.—«Suscripción<br />
para una beca>.—«Noticias».—«Bibliografía>.—«Necrología».— «Indulgencias del<br />
mes».— Páginas 41 a 80.<br />
MARZO<br />
La Fiesta de San José-, por Fr. M. Escánez.— «El V. Fr. Antonio de San Pedro»,<br />
por Fr. G. Vázquez.—«Los Ejercicios Espirituales, por Fr. R. Delgado.—«Santo<br />
Tomás de Aquino», por Fr. J. S. Crespo.—«Los primeros días del hombre», por Fray<br />
R. Sanjurjo.—«Los cruceros», por Fr. G. Placer.—«Las monedas del Evangelio>, por<br />
V. Núñez. — « La nueva Italia>, por Fr. E. Silva.— «Por tierras de Hispanoamérica», por<br />
Fr. S. G. Gallego.— « Página misional».—nMadrid ciudad romana», por G.—«La deshonestidad<br />
de la moda femenina», por Fr. R. Delgado.—«¡Ante el Rey!-, por J. García<br />
Herreros.—Noticias». — « Bibliografía'.—«Indulgencias del mes».—Páginas 81 a <strong>12</strong>0.<br />
ABRIL<br />
«Resucitó, no está aquí», por Fr. M. Escánez.-1La sociedad sin Dios>, por F. R.<br />
Delgado.—«El Dúo de los pájaros», por Sergio M. Dun.— « El Ilmo. P. Raimundo Melchor<br />
Magi», por F. G. Vázquez. — «El tratamiento de Jesús a su Madre » , por Fr. V.<br />
Núñez.--«Vayamos al campo», por Fr. 0.—«Los cruceros » , por Fr. G. Placer.—«Una<br />
república monástica » , por Fr. G. V.—«La conquista del aire>, por Fr. R. Sanjurjo.—<br />
«Ocho días de retiro espiritual » , por Fr. R. Delgado.—«De Puerto Rico», por F. E. García».—«Oda<br />
a Santo Tomás de Aquino», por Fr. J. S. Crespo.— « ¿,Cuándo comenzaron<br />
a vestirse las imágenes »?, por G.— « Preventorio Infanta Beatriz>, por A. Arnáiz.—«In<br />
memoriam», por Fr. L. Santamaría.—«Noticias>.—»Bibliografia».—«Indulgencias del<br />
mes».—Páginas <strong>12</strong>1 a 160.
MAYO<br />
— 482 —<br />
«Algo sobre los inefables nombres del Espíritu Santo», por Fr. M. Escánez.-«La<br />
sociedad sin Dios», por Fr. R. Delgado.-«El Beato Juan Gilabert», por Fr. G. Vázquez.<br />
«Los cruceros', por Fr. G. Placer.- « Virgen Mercedaria», por 13. Abarzúa.-«El Corazón<br />
de Jesús y la Eucaristía», por Fr. R. Delgado.-«El Romancero», por Fr. G. Placer.<br />
« Vocación», por G.-«El Catecismo de Herencia», por Fr. L. Arias.-«Página misional»,<br />
por Fr. J. Marcos.-«Notas del viaje de San Raimundo a España», por Fr. F.<br />
Freiría.-«Meditación», por Fr. C. Silva.- « Páginas Mercedarias», por J. G.' Herreros.<br />
«Los millones de los frailes», por García.-«Noticias».-«Bibliografía».-«Necrología».<br />
«Indulgencias del mes».-Páginas 161 a 200.<br />
JUNIO<br />
«El Corazón de Jesús, centro de amor y de luz», por Fr. R. Delgado.-«Al Reverendísimo<br />
P. Maestro General», por Fr. J. S. Crespo.-«El Congreso Eucarístico de<br />
Cartago», por Fr. G. Vázquez.-«El pueblo sin Dios», por Fr. R. Delgado.-«Alfonso<br />
de Särria», por Fr. G. Placer.-«Impresiones de un mercedario», por Fr. G. Vázquez.<br />
«Los primeros días del hombre», por Fr. R. Sanjurjo.--«Por tierras de Hispanoamérica»,<br />
por Fr. Serapio G. Gallego.-«Notas marginales a un libro misionero», por Fray<br />
M. Ortúzar.- a lmpresiones de una Comunión», por Fr. J. C. M.-«La señorita», por<br />
Julia G.* Herreros.-«Noticias». «Bibliografía».- «Necrología. - «Indulgencias del<br />
mes».-Páginas 201 a 240.<br />
JULIO<br />
«El padre de los cautivos » , por Fr. M. Escánez.-«La paz de Cristo en el reino de<br />
Cristo » , por Fr. R. Delgado.-«El Rvmo. P. Matías Papiol», por F. G. Vázquez.-«Mi<br />
amor», por Fr. M. S.-«Un refrán gallego», por Fr. G. Placer. -«Día Eucarístico», por<br />
Fr. R. Sanjurjo.-«La festividad del Corpus en el Real Sanatorio del Guadarrama».-<br />
«EI caso de Santa Teresita», por García.-«Cuentos viejos», por Naturalista.- De<br />
Sagrada Escritura», por Fr. G. Vázquez.-«Carta lírica», por Sergio M. Dum.-«Lo<br />
que vf en Milán», por Fr. G. Núñez.-«Página misional».-«10ra pro nobis!», por Julia<br />
G. Herreros.-«El amor a Cristo», por M. 5.- « Noticias ».- « Necrología».-«Indulgencias<br />
del mes».- Páginas 241 a 280.<br />
AGOSTO<br />
«Viñetas del Evangelio», por Fr. M. Escánez.-«Algunos prejuicios contra el catolicismo»,<br />
por Fr. R. Delgado Capeäns.-«Santoral mercedario», por Fr. Guillermo<br />
Vázquez.-«La cuartilla blanca» (poesía), por Sergio M. Dun.-«Los últimos Gerundios»,<br />
por Fr. G. Núñez.-«Estudios gallegos», por Fr. G. Placer.-«El privilegio más<br />
antiguo de la Merced en Castilla», por Fr. G. V.-«De la imitación de Cristo», por Fray<br />
Agapito Fernández.-« Mons. José Palica».-« Las polémicas de LA MERCED » , por García.<br />
«La semana misiológica de Barcelona», por Fr. G. Vázquez.--aRespuesta a la Carta<br />
lírica», por A. X.-«Roma en Galicia» (poesía), por Fr. J. Santiago Crespo.-«El Esposo»,<br />
por J. G. Herreros.-«Página misional ».- «Noticias ».- « Bibliograffa».-«Indulgencias<br />
del mes».-Páginas 281 a 320.<br />
SEPTIEMBRE<br />
«El nuevo Prelado del Piauhy», por Fr. A Barros. - «Consagración episcopal del<br />
Rvdmo. P. Inocencio López Santamaría».-«Día de júbilo por Fr. Raimundo Sanjurjo.<br />
« Al Ilmo. y Rvdmo. Padre Fr. Inocencio López Santamaría», por Fr. J. Santiago Cres-<br />
— 485 —<br />
po.-«La Prelatura de Born Jesus de Gurgueia», por Fr. R. Sanjarjo,«Santa María<br />
de la Merced», por Fr. Guillermo Vázquez.-«Nuevas misioneras al Extremo Oriente»,<br />
por Wilhelm. - «De Sagrada Escritura», por Fr. G. Núñez.-«Justicia y verdad», por<br />
Fr. Amador de la Verdad.-«Estudios gallego'», por Fr. Gumersindo Placer.-«Nuestras<br />
bodas de oro » , por G. V.-«El castillo de Vallseñor», por J. G. a Herreros».-<br />
«La dureza de nuestras respuestas», por García.-«Cómo era 'el 'Convento de Poyo<br />
en 1575», por Fr. G. V.--«Noticias».- « Bibliografía». -»Indulgencias del més».-<br />
Páginas 321 a 360.<br />
OCTUBRE<br />
«El Reino de Nuestro Señor Jesucristo», por el P. Maestro Ofia.-«Gerundiana», por<br />
el P. Vázquez.-«Página misional»: Circular del M. R. P. Provincial, Colecta-hourenaje<br />
de la Provincia, Terceras Ordenes y Cofradías de la Merced al Ilmo. Sr. Obispo de<br />
Trebenna y Cuarta expedición misionera de Bérriz al Extremo Oriente.-din gran<br />
Obispo misionero, el Ilmo. Fr. Andrés Navas», por Fr, GuillermolVázquez.- «El Padre<br />
Juan Crisóstomo, Director espiritual del P. Juan Falconi», por Fr. Juan G. Castro.-<br />
¿La Merced y su Obra misional', por Fr. Ricardo Delgado.-« ¡Viva Cristo Rey!», por<br />
Wilhelm.-«La disciplina de los Colegios religiosos»,. por García.- . EI castillo de<br />
Vallseñor», por J. G. Herreros.- «Noticias». , Necrblogías»..--«Indulgencias del<br />
mes». - Páginas 361 a 400.<br />
NOVIEMBRE<br />
«La Eminentísima dignidad de la Madre de Dios, 'según el P. Saavedra», por Fray<br />
Guillermo V,izquez.-«Teresita de Jesús, niña de cinco años, Mercedaria descalza», por<br />
Fr. Juan G. Castro.-«La enseñanza religiosa en la hora actual», por Fr. Ricardo Delgado.-:«<br />
El Maestro Fr. Silvestre Saavedra», por Fr. G. Vázquez.-2Página misional».<br />
«Los frailes y la enseñanza » , por Garcfa.--«Instantänea», por Fr. R. Delgado.--«Ga-<br />
!legos curiosos», por Fr. Gumersindo Placer.- «¡Guerra al capital!», por Fr. M. Sancho.-«Romance<br />
del buen mercedario« ,, por Sergio M. Dun.-«Favores de Nuestra<br />
Santísima Madre y de la Beata Mariana de Jesús ».- « Noticias».-: «Necrología».-11ndulgencias<br />
del mes»'-Páginas 401 a 440.<br />
DICIEMBRE<br />
«¡,Cuánto duró la vida pública de Jesucristo?», por Fr. G. Núñez.--«El R. P. Berenguer<br />
Cantul, Maestro General», por Fr. Guillermo Vázquez.-«Notas religiosas», por<br />
Fr. Martín Ortúzar.-«Página Misional».-D. Angel Amor Ruibal, por D. Amador<br />
Vázquez Cambón.-«Las maravillas de la mecánica», por Guillaume.- «La ofrenda<br />
del zagal», por Fr. José Cereijo.-«Inauguración de la Iglesia Argentina en Roma», por<br />
Fr. Serapio González Gallego.-«Los impermeables», por García. - «Instantáneas»,<br />
por Fr. R. Delgado Capeäns.-Biblioteca circulante, por Fr. Ricardo Delgado.-<br />
'Bibliografía».-'Noticias ' .-«Indice del año».-Páginas 441 a 484.<br />
GRABADOS<br />
Homenaje a Tirso de Molina, página 5.-El Excmo. Sr. Melo, Arzobispo de Valencia,<br />
página 16.-Mulatos convertidos por las Mercedarias en Esmeraldas, página 23.<br />
Convento de la Merced de Huete, página 45.-El V. P. Andrés Garrido, página 49.<br />
Noviciado de Sarria, página
-- 484 —<br />
Monseñor Tedeschini, Nuncio de Su Santidad, página 83.—E1 Sr. Obispo de Puerto<br />
Rico y la Junta de la Orden Tercera, página 87.—El V. Fr. Antonio de San Pedro,<br />
página 89.—Asilo de las Mercedarias de Linares, página 101.<br />
El Rvmo. P. General con la Comunidad de Poyo, página <strong>12</strong>3.—El Ilmo. P. Raimundo<br />
Magí, página 151.—Colegio de Mercedarias en Ejea de los Caballeros, página 143.<br />
El General Primo de Rivera, página 155.<br />
El Beato Juan Gilabert, página 173.—Catequesis de Herencia, páginas 186 y 187.—<br />
Catequistas de San Raimundo, página 189.<br />
Sagrado Corazón de Jesús, página 203.—Colegio de Mercedarias de Enguera, página<br />
205.<br />
El P. Matías Papiol, página 250. — Sanatorio de Guadarrama, páginas 257<br />
y 258.<br />
El V. P. Pedro Urraca, página 289.—Primera Comunión en Ponce, página 316.<br />
El Ilmo. P. Inocencio López, página 521.—Consagración del mismo en Poyo, página<br />
329.—Capítulo provincial de Castilla, página 340.<br />
El Ilmo. P. Andrés Navas, página 375.—Capilla Mayor de la Merced de Baza, página<br />
385.—Nueva Iglesia de Ponce, página 423.—Catequesis de ídtm, página 424.<br />
M. 1. Sr. D. Angel Amor Ruibal, página 456.—Vista de la Iglesia Argentina en<br />
Roma, página 463.—Vista parcial de la suntuosa Iglesia Argentina en Roma, página<br />
465.—Representaciones eclesiásticas, civiles, diplomáticas y Grandes Cruces<br />
de la Merced en la inauguración de la Iglesia Argentina en Roma, página 467.—<br />
Próceres de toda Italia, Grandes Cruces, Comendadores y Caballeros de la Militar<br />
Orden de la Merced que asistieron a la solemnidad con las insignias, página 469.<br />
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