TALLER DE ESCRITURA Y CREACIÓN LITERARIA - Telefonica.net

TALLER DE ESCRITURA
Y
CREACIÓN LITERARIA
RELATO CORTO Y POESÍA

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Si te olvidé ,
no preguntes por qué;
tú lo sabes bien.
Si el sol se va ,
enciende el candil
pronto pasará.
MIRYAM BLANQUE, 4ºA
Cuando mis huesos
se esparzan bajo tierra,
quedará mi alma.
En algún lugar
tiene que haber una luz,
una esperanza.
LAURA CARMONA, 4ºA
Al mirar al sol ,
Me di cuenta de que eras
Mi único amor.
Dulce la música
Sonaba , al observarte
cada mañana.
MANUEL BLANCO, 4ºA
Un jardín verde,
sin flores que den color,
es algo triste.
Las nubes negras,
son algo peligrosas,
si van cargadas.
JOSEFA MUÑOZ 4ºA
La luna llena,
en el mes de septiembre
me pilló en casa.
ANA MARTINEZ, 4ºA
HAYKÚS
Cada día que pasa
Sin lograr que me quiera,
es un día perdido.
A veces pienso
que tú nunca vendrás,
pero te espero.
ALEJANDRA CÁRDENAS
4ºA
Las mariposas
vuelan alborotodas
en primavera.
Duerme chiquitín,
que la noche es corta
siempre para ti.
DELIA RUÍZ 4ºA
Brillante luna,
tu reflejo en los dos
me hace soñar.
Gran rey del cielo,
tu amarillo color
reluce eterno.
ÁNGELA SÁNCHEZ 4ºB
Flor de la vida,
¡qué duro nos resulta
su crecimiento!
Queremos querer,
queremos queridos
pero falta amor.
CARMEN MOLINA 4ºB
II
Es primavera.
Los arboles relucen,
en el planeta.
Son las estrellas,
brillan en el planeta:
son un cometa.
CARMEN Mª. LAGUNA,
4ºB
La luna llena
reflejada sobre el mar
dulce de mirar.
Paloma blanca
un mensaje nos va a dar,
sólo quiere PAZ.
ROCÍO BECERRA 4ºB
Dulces gaviotas
alegran sus cantares
al estar tú.
Enamorarme :
¿Para llegar a donde?
A despreciarte.
LAURA SANTIAGO, 4ºB
Abrí los ojos
en ese mismo instante
en el que te ibas.
Bajo tu sombra
sintiéndome sin vida,
mí alma suspira.
GEMA CRUZ 4ºB

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
POEMAS SELECCIONADOS POR ESTE I.E.S. PARA LA
I MUESTRA PROVINCIAL DE "POESÍA DESDE EL AULA"
Organizada por el Aula de Cultura del I.E.S. “Blas Infante”, con el Patrocinio de
la Delegación de Cultura de la Diputación Provincial de Córdoba.
EL VAGABUNDO
Allá va el vagabundo,
con la maleta de la ilusión y de la esperanza,
allá va, hacia el mar tranquilo,
y hacia el inmenso cielo.
Él es el gran luchador de la vida,
ahí está, ese vagabundo ilusionado,
que anhela la sencillez y la paz;
para él la vida es una canción serena e infinita.
Sus manos acarician las hojas de los árboles,
y su espíritu se eleva hacia las colinas, allá muy lejos.
Y así va, atravesando las barreras,
llenando los lugares, llenando a la gente,
buscando humanidad,
y las estrellas le dicen que él es libre.
Y sus ojos ven las casas y los hombres,
hombres alegres y hombres tristes,
hombres que esperan el dia de la liberación.
Y así va, lejos de la dureza del corazón,
lejos de la envidia y de la amargura,
dejando atrás la nostalgia y el recuerdo,
porque su dimensión es una nueva dimensión;
vive y espera, vive y llora, vive y siente.
Él es un ser humano,
vive y sufre, vive y ama,
y canta la canción del sol y de la lluvia,
del pájaro y de la montaña, y de la nube,
del mar tranquilo y del inmenso cielo.
Y su espíritu se eleva hacia las colinas, allá muy lejos.
Ilusión y el mar y él,
ilusión y la gente y él,
y la palabra y el silencio,
y el ser y la esperanza.
Y el hombre y la vida y el cielo inmenso y azul,
el mar azul,
el Espíritu, aliento, el ser humano.
Carmen Lovera García,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-D
III
EL TERCER MUNDO
Que no sea la pobreza
un manto de lluvia seca,
que nos moja
pero no nos lastima;
que sólo llega al corazón de acero,
sólo a la superficie del amor.
Un amor falso y gris
que no se compadece del mundo
y que, envuelto
en las tinieblas de nuestra alma,
entona un canto de esperanza,
un canto de alegría,
un llanto roto en el silencio.
Esta vida es el camino
que nos invita a pasear,
a oler el viento fresco de la mañana,
a ver el más bello amanecer,
a sentir el latir de un corazón;
un corazón de seda
que brota de la penumbra
y que sueña con la amistad
Antonio Luis Ruiz Medina,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
DULCE PAJARILLO
Dulce pajarillo
que me despiertas por las mañanas.
Me gustaría ser como tú
y que me salieran alas
para explorar mundos nuevos;
y ser yo el despertador de mi amado.
Dulce cantar el que tú tienes
que me despierta todas las mañanas;
si alguna vez no me despiertas,
y caigo en un profundo sueño
no sé lo que haría.
Por eso yo te lo agradezco;
gracias por cantar en mi ventana,
dulce pajarillo,
que me despiertas por las mañanas.
Nunca me abandones
y te cuidaré en mi ventana.
Dulce cantar el que tú tienes
que me alegra por las mañanas.
Me gustaría ser como tú
para vivir en la nada,
para estar siempre feliz
y cantar en las ventanas.
Raquel Hens,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
IV
Al verte, supe que
me harías daño;
pero no por eso
dejé de estar contigo.
Mi amor por ti
es bastante fuerte
para romperlo así sin más,
aunque todavía sea una niña,
sé que sin ti
no seré feliz jamás.
Aunque me dejes
y no vuelvas nunca a mi lado,
mi corazón te seguirá
a donde vayas.
Contigo estará
hasta que te des cuenta
de que yo nunca
desapareceré de tu mente;
y, cuando vuelvas a mi lado,
podré sonreír de nuevo
y secaré las lágrimas de amor
que he derramado por ti.
Tania Ruiz Salas,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Nunca pensé que fuese así,
tan hermoso y tan cruel,
tan cruel por ser verdadero,
por buscar una realidad
entre la niebla del pasado
y la lluvia del porvenir.
Un porvenir crudo como el invierno,
que se cuela por mi ventana
y que perturba mis sueños
creados en el corazón.
Sueño con sus ojos negros
que acompañan mi soledad,
sueño con sus tiernas manos
que sanan las heridas de guerra
y que luchan con escudo y lanza
por encontrar la felicidad.
Así es el amor,
el que vive en mi corazón
y que no deja de sonar,
como este beso en tus labios,
que inventan un presente
en estos versos de plata.
Antonio L. Ruiz Medina,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
Algo siento dentro de mí
y no sé lo que es.
Algo que me atormenta
cuando no te puedo ver.
Sonrío y lloro,
sin saber el porqué.
Miro las estrellas,
buscando una respuesta
y sólo veo tu cara,
que me aprieta y me desgarra,
que me miente y que me dice:
¡Te quiero con toda el alma!
Raquel Hens,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
V
¿Por qué nos quedamos
mudos ante tanto odio?
¿Por qué nos quedamos
sordos ante el dolor?
No comprendemos nada
y, aunque lo consigamos
¿Qué haremos?
No comprendemos el odio,
las injusticias ni el dolor.
¿Por qué nos cegamos
ante tanta miseria
¿Qué es el miedo o el dolor?
¿Qué es la tristeza o la soledad?
¿Qué somos ante tanto mal?
Marionetas del mundo
que nada saben,
y a ningún lugar van.
Laura Carmona,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
Hoy es uno de esos días
en los que no
me quisiera levantar.
Hoy siento algo en mi corazón
que no puedo explicar;
es como una tristeza muy grande
de la que no me puedo alejar.
Josefa Muñoz,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
Si estás cerca,
la tormenta se vuelve calma.
Si estás cerca,
el llanto es risa.
Si estás cerca,
el otoño se convierte en primavera.
Si estás cerca,
la muerte es vida.
Si estás cerca,
la guerra es paz.
Si estás cerca,
el odio se vuelve amor.
Manuel Blanco,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
A PESAR DE LA PIEDRA
Hoy camino de nuevo.
Es otro día de piedra,
de sombras iluminada,
por tenue resplandor.
Dulces sombras, dulces,
envuelven mi alma
como alondras traslúcidas.
Me dan vida.
Consigo encontrar la blandura
profunda.
Resurjo emergente
de piedra rodeada.
Descubro los ojos humanos
del mundo.
Siento la vida
a pesar de la piedra.
L.O.L.,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-C
VI
POEMA A NUEVA YORK
Una mañana de septiembre
el mundo entero tembló,
algo grave estaba pasando
al sur de Nueva York.
Una torre fue alcanzada
por un gran avión;
pudimos ver con asombro
por nuestro televisor.
Mientras su hermana gemela
lloraba con gran dolor,
otro avión le impactaba
a ella en el corazón.
Miles de vidas truncadas,
fuego, ceniza, dolor,
en nombre del fanatismo,
¡aquella gran destrucción!
La venganza nunca fue buena,
aquello ya terminó,
sólo nos queda el recuerdo
y una pequeña oración
para todas las víctimas,
americanas o no.
Jesús Delgado Vázquez,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 3º-A

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
LA CÓ RDOBA LA BELLA
Córdoba la llana y sola,
con la gente que adora
a esa ciudad bella
con el río que la aborda.
La Mezquita quieta posa,
su torre observa toda
la ciudad algo penosa
la Mezquita quieta posa.
Con todo el sabor andaluz,
sus patios llenos de flores
su Mezquita llena de luz
y el río lleno de olores.
La mezquita quieta posa,
su torre observa toda
la ciudad algo penosa.
La Mezquita quieta posa.
Mª. Ángeles Cantero,
Bach. de Humanidades y Ciencias Sociales,
1º-BHCS
En tu largo recorrido,
bellos paisajes se hallan,
cientos de gentes albergas,
¡mas no puedo ver nada¡
Me imagino cómo eres,
la luz que tendrán tus aguas,
el placer de andar por ellas
mientras sus torrentes cantan.
Desearía poder verlo,
¡mas no puedo ver nada!
Jesús González,
Bachillerato Tecnológico, 1º-BT
"ROMANCES"
VII
LA MEZQUITA ATRAPA
Sólo tú eres lo más grande,
lo más bonito en mi vida.
Como la risa de un niño,
y la luz de un nuevo día.
Te vi cuando era pequeño,
y por eso yo lo sabía,
Me acogiste en tu seno,
sabiendo lo que sufría;
paseando por tus arcos,
y viendo tus maravillas.
Me atrapó tu interior,
sin encontrar salida.
No quería abandonarte.
Gran monumento, Mezquita.
Juan A. Cañas Ranchal
Bachillerato Tecnológico, 1º-BT
MEDINA AZAHARA
Gran palacio musulmán,
donde reyes residieron,
durante algunas épocas
allí estuvieron viviendo.
Llegaron los cristianos
y a su país los excluyeron
derrotando así a un Imperio.
Ahora eres el emblema
de una de las principales
ciudades del planeta.
F. José Díaz Gálvez
Bachillerato Tecnológico, 1º-BT

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
La bandera de mi vida
y el faro de mis sueños;
tú acaricias mi cuerpo,
tú las olas iluminas.
Cara blanca, manos frías,
cuando me llamas, despierto;
desde mi cama te observo,
recordando el primer día.
Tus hermanos celestiales
te acompañan en la noche,
llenáis de luces el cielo.
Somos amigos especiales,
un gran tesoro tú escondes:
Tú viste mi primer beso.
Ángela Sánchez,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Tengo que escribir un verso,
un verso libre,
libre como los pajarillos
que vuelan sin un destino,
pero no puedo.
No puedo, porque no sé cómo
empezar,
no puedo, porque no sé cómo hacerlo,
no puedo, porque no tengo inspiración.
Tu inspiración era él,
él lo era todo, y ahora...
Ahora es nada.
Nada, porque son ilusiones perdidas,
un pasado olvidado.
Fue un sueño,
bonito mientras duró.
¿Y ahora cómo terminar?
¿Cómo terminar este verso
para el que no encuentro final?
Tanya Recio,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
VIII
El sol brilla deslumbrando mis ojos.
El sol, sí, ese que está ahí cerca de ti,
pero que no podrás tocar jamás.
El sol se levanta junto a ti.
Y te dice cuándo es la hora de dormir.
El sol de color melocotón,
suave, pero a la vez,
te arde la piel cuando miras fijamente.
Carmen Mª Molina,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Tengo dos cosas en mi mente,
una la vida y otra la muerte,
y, a veces, están frente a frente,
pero, ante todo, la muerte.
Sentir tu enorme carisma,
sentir el cariño de quien te anima,
sentir seguridad en ti misma,
pero, mejor sin responsabilidad encima.
Tengo ganas de llorar, pero no quiero,
tengo ganas de vivir, pero no puedo,
tengo ganas de morir, pero no debo;
aunque, tarde o temprano,
llegará mi relevo.
Hay una parte de mí que quiere morir,
hay una parte de mí
que me quiere hundir,
Hay partes de mí que deberían huir,
aunque siempre habrá una sonrisa en mí
Patricia García,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Si verte fuera la muerte,
y no verte fuera la vida,
prefiero morir y verte
a no verte y tener la vida.
Si por él fuera,
yo entregaría mi vida;
mi alma está hecha de fuego,
porque aquel amor
mi vida quemó.
Ana Escribano,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Ayer la vi venir.
Vi cómo lenta y suavemente
la sonrisa de tu rostro borraba.
Vi sus grandes alas,
vi que tus sueños se llevaba
y que tú no podías hacer nada,
ni yo, ni nadie.
Vi cómo volaba
y que tu vida se llevaba,
tan tranquila, tan serena.
la vi, pude verla.
Gema Cruz,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
No hace mucho,
tú lo fuiste todo para mí.
Fuiste el agua que calmaba mi sed,
fuiste la luz que alumbraba mi camino,
fuiste mi primer amor;
pero también mi primer desengaño.
Por eso hoy, tú ya no eres nada para mí.
Rocío Becerra,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Cuando haya paz en el mundo,
se habrá acabado la guerra.
cuando se acabe la guerra,
todo el mundo sonreirá.
Cuando todo el mundo sonría,
habrá felicidad.
Carmen Mª Laguna,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
¿Qué es el día, si no hay noche?
¿Qué es la oscuridad, si no hay luz?
¿Qué es la nube, si no hay lluvia?
¿Qué es el invierno sin el otoño?
¿Qué es la primavera sin el verano?
¿Que es todo, si no hay nada?
¿Qué es la muerte, si no hay vida?
¿Qué es la verdad si no hay mentira?
¿Y qué es la vida? Todo.
Carmen Mª García,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
IX
Cuando este sentimiento
deje de fluir por mis venas,
yo te dejaré de amar.
Cuando en mis sueños
tú no aparezcas,
yo te dejaré de amar.
Cuando tus ojos marrones
me dejen de mirar,
yo te dejaré de amar.
Pero, mientras en mi corazón
haya una gota de esperanza,
te amaré toda la vida,
y después de ella.
Eva Mª Cantador,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Siempre tengo una sonrisa
cuando te veo venir.
Siempre estoy entristecida
cuando estoy sin ti.
Siempre que te recuerdo,
una lágrima aparece.
Siempre que contigo sueño,
algo me entristece.
Siempre que te miro,
algo brilla en mí.
Siempre que suspiro,
es por ti.
Mª Belén de la Cruz,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Si por él fuera,
daría la vida.
Si por él fuera,
buscaría la muerte;
pero el amor,
no me deja;
por eso, quiero la muerte.
Laura Romero,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
MICRORELATOS: EL MUNDO EN QUE VIVIMOS
Bajo este epígrafe, los alumnnos de 4º curso de E.S.O., de los grupos A y B, se
han lanzado a la aventura de la creación literaria. Aquí tenéis sus "microrelatos".
Marginada por el cáncer
Tan solo tengo doce años, y ya entiendo perfectamente el significado de
"marginación" y "desprecio". Cuando eres pequeña, no te das cuenta de las cosas que
ocurren a tu alrededor, ni tampoco de lo que opina la gente, pero conforme te vas
haciendo mayor, te vas dando cuenta y eso no es nada agradable. En la calle, la gente me
mira con mala cara y, cuando entro en un establecimiento, se retiran de mi alrededor y
comienzan a hacer comentarios como: ¡Qué pena me da! o ¡Pobrecilla!, tan solo es una
niña. En el colegio también me miran de una manera extraña y hay algunas que se ríen
de mí. Cuando estás enferma de cáncer, no es tan solo tu malestar, la caída del cabello o
todas las medicinas que tienes que tomar, son también, la reacción de las personas que
no te conocen y los obstáculos que la vida te pone por delante, lo que te hace sentir
despreciada y marginada.
Rocío Becerra Lara
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
Pena de muerte
Soy Gonzalo y soy mexicano. Me gustaría plantear un problema que me surgió a
lo largo de mi vida. El motivo por el cual os cuestiono esto es porque creo que no
hicieron justicia conmigo. Hace ocho años me condenaron a pena de muerte, por el
motivo de que aparecí borracho en el lugar del asesinato. En este tiroteo murieron dos
agentes de policía que estaban haciendo su trabajo y abrieron fuego contra ellos sin
ningún motivo. Al cabo de unos años, mi sobrino Roberto, declaró a la policía que el
culpable de aquel asesinato fue su padre Igor, que tras un arrebato de nervios abrió
fuego contra los dos policías. Ahora, tan solo quiero haceros una pregunta. Después de
haberos narrado los hechos, ¿me creéis culpable o inocente? Yo lo sé, pero, ¿qué opinan
ustedes? Si están de acuerdo conmigo, pueden encontrarme en el cementerio, ya que me
mataron creyendo que era culpable. Cinco años después de mi asesinato, me declararon
inocente, pero ya era demasiado tarde.
Patricia García Expósito,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
Grandes cambios
Ahora, mientras que escribo esto, estoy con mi nueva familia, en mi propio cuarto
comiéndome un dulce y bebiéndome un vaso de leche caliente. Desde que vine de la India a
España, mi vida ha cambiado por completo: Ahora voy al colegio y he aprendido a leer y a
escribir. Me ducho todos los días, y me cambio de mudas y ropa. Como tres ó cuatro veces
al día y he engordado casi diez kilos. Bueno, y tantas otras cosas que yo ni imaginaba que
existían... ¡Incluso veo la televisión! El lugar donde yo vivía antes no teníamos todas estas
comodidades. Hoy, por ejemplo, aquí está lloviendo, y no pasa nada. Allí la lluvia supone un
grave problema, ya que las débiles cosas de adobe se vienen abajo y las pocas pertenencias
de la gente quedan destrozadas o bajo los escombros. En estas casas no hay agua corriente
ni potable, ni tampoco luz eléctrica. Todo en la India -y en otros sitios del mundo- es muy
difícil... Yo he tenido suerte.
Gema Cruz Torres,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
X

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Mis muñecas de porcelana están bailando, me miran, me están mirando, incluso
parecen burlarse de mí. No puedo dejar de moverme, ninguna postura me parece lo
suficiente cómoda. La lámpara está girando, girando cada vez más rápido, pero no
quiero mirarla; tampoco quiero cerrar los ojos, aunque mis párpados ganarán pronto su
lucha por caer. Ya está aquí la temible sensación de estar montada en barco, no puedo
más, no aguanto, voy a... Después del sonido del “Sr. Roca” me siento mejor, ahora
podré dormir, pero el próximo sábado volveré a navegar.
Lucía Ruiz Montilla,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Un pozo negro
Llevo dos meses en este hospital y aún no me he acostumbrado a este colchón
tan duro, a esta almohada tan fina, a estas sábanas tan recias, a esta habitación tan...
¿fría? ¿Cómo he podido en este pozo sin salida? Empecé a comer menos, no probaba
los dulces... así hasta que perdí los tres kilos que, a mi parecer, me sobraban. Después de
perder esos kilos, seguí comiendo cada vez menos hasta tal punto que, mi estómago se
había cerrado casi por completo y sólo digería una manzana durante todo el día. Todo
mi ser estaba deformado: en mi cara sólo resaltaban los dos enormes huesos de los
pómulos, se me marcaban todas y cada una de mis costillas, de mis vértebras... en
definitiva, mi cuerpo era un amasijo de huesos; y mi personalidad... también estaba
distorsionada. Demasiado tarde, demasiado tarde reconocí que tenía un problema y que
necesitaba ayuda.
Ángela Claus Castillo,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Desperté sobresaltada...
Desperté sobresaltada de una pesadilla; pero, al rodearme, me di cuenta de que
aún no había terminado. Cuando encendí la luz que iluminaba mi trozo de colchón, creí
ver a la persona que mas quería en este mundo; pero a medida que pasaba la noche y
llegaba el día, esa persona se fue convirtiendo en un ser malvado y despiadado, un ser
sin corazón. Quería que se sintiera a gusto a mi lado, que me diera un poquito de amor,
pero no fue así; sus puños tenían todo mi cuerpo de tonos verdes, morados y rojos y mi
piel se fue convirtiendo en un cuadro abstracto, un cuadro capaz de sentir dolor; pero
no quería aceptar lo que verdaderamente me pasaba. Yo me preguntaba una y otra vez
por qué me hacía aquello a mí con todo el amor que yo sentía por él, y me eché en la
cama para olvidar e intentar dormir, ó quizás intentar convencerme, y mentirme a mi
misma de que esa bestia que dormía a mi lado era un apuesto hombre, generoso y dulce,
que algún día dejaría de pintar sobre mi cuerpo.
Miryam Blánquez,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Explotación de menores
Cuando estuve allí enfrente de todo, no me lo podía creer. Yo sabía que eso
pasaba, pero verlo de cerca, me impresionó. Entré como traficante ya que era la única
forma de hacer un buen trabajo. Yo estaba muy nerviosa, pero cuando entré, estos se
transformaron en coraje. Allí había tantos niños y tan pequeñitos que sentí que el
corazón se me partía. ¿Cómo puede haber personas capaces de hacer esto?
XI

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Los niños trabajaban de sol a sol por una miseria. Me pareció indignante, pero
tuve que hacer de tripas corazón, ya que era muy importante sacar a relucir esto. Así que
hice como si no me importara; incluso me tuve que reír cada vez que azotaban a un niño
cuando se paraba. Yo lloraba y lloraba por dentro pero me tenía que aguantar. Todo mi
dolor se vio recompensado cuando se descubrió todo, esos niños fueron liberados y
esos hombres encarcelados. Pero yo sigo llorando ya que sé que sólo se ha descubierto
una fábrica de mil que hay.
Luisa Ariza Carmona,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
Se sentía como un perro
Se sentía como un perro en la perrera, esperando la muerte. Solo, abandonado.
No tenía a nadie solo su agonía de saber que iba a morir. No sabía cuando pero era
pronto. La esperaba cuando el primer rayo de sol se le reflejara en la cara. Cuando
amaneció, ese rayo inundó todo su cuerpo y le iluminó el camino que tenía que seguir.
Cerró los ojos.
Marina Ruiz Montero,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Vidas diferentes
Yo estaba en la playa cuando vi llegar aquella tarde una especie de barca,
pequeña y muy bien aprovechada. Cuando se acercó más, me di cuenta que en realidad
se trataba de una patera, una de esas embarcaciones que usan los inmigrantes para llegar
a este país. Una vez hubieron desembarcado, me percaté de que entre todos ellos se
encontraba un chico, como yo más o menos. Me vio, nos miramos y entonces alguien lo
llamó por su nombre: Amed. Todos parecían extenuados. Aquella no fue la única vez
que lo vi. Una tarde, paseando por el pueblo, vi a un grupo de muchachos que parecían
encarados contra alguien. Me acerqué y vi que allí estaba él.
-Hola chicos, ¿qué hacéis? Hola, Amed, ¿vienes conmigo a la playa?
Todos se extrañaron, él más que nadie, así que le cogí suavemente del brazo y
me lo llevé de allí. Estaba muy agradecido, pero también muy callado. Para romper el
hielo empecé a hablar de mí y de mi familia, de mis hermanos... Pero cuando empezó a
hablar sobre sí mismo todo cambiaba mucho: su padre había muerto, su hermano había
desaparecido hacía un año y él tenía que buscar trabajo cuanto antes para mantenerse a
sí mismo y a su madre, que había venido con él.
Esa clase de vida me parecía tan complicada. Yo, acostumbrado a las
comodidades de la civilización, la familia... Pero todo se complicaba aún más, si se tiene
en cuenta el desprecio que les profesan algunas personas a los inmigrantes. Una muestra
de ello la había presenciado yo mismo cuando aquellos chicos se enfrentaron con él sin
razón alguna.
Ángela Sánchez Osuna,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
Niños trabajadores
Sulama está agotada, tiene los dedos destrozados, los pies llenos de cayos, muy
sucios. Ha estado todo el día picando piedras en las minas de la aldea. Se dispone ir a
XII

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
casa, después de haber recibido el mísero sueldo de doscientas pesetas. Son la una de la
madrugada y solo ha cenado un trozo de pan y agua. Se va a su cama y se acuesta.
Sulama despierta, son las siete de la madrugada, solo ha dormido seis horas y
aún le duelen los pies. Se lava la cara, se recoge el pelo y se va otra vez a picar piedras
sin ni siquiera haber desayunado y en lo único que piensa es en si alguna vez le subirán
el sueldo tan mísero que tiene.
Victoria García Mariscal,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Me llamo Jhonny
Me llamo Jhonny y voy a contar cómo es un día en mi triste vida. Vivo en
Kampala, Uganda, un país tercermundista del centro oeste de África. Aquí, nosotros los
niños, empezamos a trabajar y a ayudar a la familia a los siete u ocho años. ¿Cómo
trabajamos? Desde que nos despierta la luz del día hasta que nos dice adiós, estamos
trabajando en el campo, ya que no hay otro sitio para nosotros. Labramos y sembramos
sin parar. No podemos ni jugar ni apenas comer. No recibimos casi ninguna ayuda de
los países desarrollados, porque aunque nos mandan en el camino se pierde toda, o gran
parte de ella. Casi no sabemos ni leer ni escribir y las enfermedades nos desbordan.
Todos los días, vemos morir a mucha gente y no podemos hacer nada, porque ni
tenemos medios ni fuerzas.
Sabemos que nuestra situación no tiene arreglo, ya que los gobiernos de las
naciones no están por la labor de solucionar el hambre, la pobreza y la miseria. Así es
como yo vivo, mis amigos viven y demasiada gente, por desgracia, vive. El mundo está
muy mal repartido y a nosotros nos ha tocado la peor parte, ¡qué se le va a hacer! Hay
que aguantar hasta que la muerte nos quiera llevar, no hay otro remedio.
Lucía López Lara,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
Es mi vida
Sin darme cuenta, he llegado a esta situación desesperada. Si dijera que la culpa la
tiene mi familia y mis amigos mentiría. Yo era lo suficientemente responsable como para
saber lo que estaba haciendo. Pero, en los malos momentos, nada me animó y terminé
así, tal y como soy ahora: una drogadicta, enganchada a la heroína y a la cocaína. Mi vida
a sido corta como un suspiro, digo corta, porque esto lo empecé como una cosa más,
algo que dejaría cuando quisiera, y la verdad es que ya es tarde, ya no puedo. Me estoy
muriendo y nadie me ayuda porque no tengo a nadie. Los perdí, perdí a toda esa gente
que me quería, yo fui la primera en darles la espalda. Mi tiempo se acaba, ya falta poco,
tengo mucho miedo. Cada día sufro más, cada día que pasa es un día menos en esta vida
cruel, en este mundo de guerras. Este es el fin, ha llegado la hora, mi hora de la dosis,
aunque, mejor dicho, de mi sobredosis. Y es que con esta enfermedad no seguiré hacia
delante. El SIDA es mortal.
Saida García Carrasco,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Un sueño mientras flotaba
Eran las cinco de la mañana. Todos mis compañeros y yo esperábamos para
poder subir a esa sucia y vieja patera. Todos subimos y algunos empezaron a remar.
XIII

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Estaba asustado, pero el sueño podía con mi miedo. Un sueño apareció en mi mente, un
sueño sucio que nunca deseé tener. Todo era negro, no se veía nada, solamente mi
cuerpo hundido bajo el mar y solamente mi alma salía al exterior. Yo quería perseguirla
pero no podía, era como si alguien me agarrara de brazos y piernas y no me quisieran
soltar, querían que me fuera con ellos, pero yo luchaba por no irme y salir de allí. Pero
mi alma salió al exterior, yo dejé de moverme. Había muerto. La marea me arrastró hacia
la orilla, allí recogieron mi cuerpo, mi pequeño cuerpo irreconocible por la reacción del
agua. Me envolvieron en una tela blanca me pasaron en una especie de camilla. Y de
repente me desperté y mi voz decía ¡no, no, no! Reaccioné y me di cuenta de que nada
de esto me había pasado, sonreí a mis compañeros y agarrando a mi mejor amigo dije:
¡esta historia va a salir muy bien! Todos sonrieron.
Marina López Gavilán,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
El pasajero inmigrante
Después de recorrer cientos de kilómetros, Juan llegó a su destino. Pero, al mirar
en la cubierta de su camión, se percató de que había alguien. El hombre vio unos ojos
negros atemorizados. Pensó durante unos segundos, aclarando de esta forma los
temores que había tenido a causa de los extraños ruidos que había oído durante su viaje.
Y, sin perder tiempo, ayudó a este pasajero, que como otros muchos, habría venido sin
papeles.
Manuel Blanco Jurado,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Un día cualquiera
Un día cualquiera, en Sudán, con el sol despuntado a lo lejos y con un llanto
agudo, se despertó una mujer joven. Tenía aspecto de tener muchos años por haber
trabajado desde pequeña y haber tenido una mala alimentación. Nunca había comido
dos días seguidos, y cuando comía, tan solo lo hacía con harina que les daban las ONGs
de la zona, y que tenía que esconder, para que cuando viniera el ejército de la guerrilla,
no se la llevara y se quedara sin comer.
Al levantarse, vio que el llanto procedía de uno de sus hijos que lloraba
desconsoladamente al lado del cántaro de agua que estaba vacío. Cuando consiguió que
el niño se callara, cogió el cántaro y dejó a su hijo mayor al cargo de los más pequeños
para irse al pozo más cercano para coger agua (que no estaba potabilizada) y dársela a
sus hijos.
Tras haber caminado durante horas, llegó a un viejo pozo en el que había una
cubeta oxidada para recoger agua. Cogió el agua en el cubo y la echó al cántaro. Al llegar
a su choza, era muy tarde y el sol era ahora tímido, mientras que la luna tomaba
protagonismo en el firmamento y ella, cansada, se acostaba hasta el siguiente día, para
volver otra vez a lo mismo.
Ángel Luis Merchán,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
Solos en el desierto
Abdelazir es un chico de quince años, saharaui, que reside en Córdoba acogido
por una familia, hasta que realicen todas las pruebas y operaciones necesarias para
XIV

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
solucionar su problema, poliomielitis, enfermedad que afecta a las piernas teniendo que
usar muletas ya que no puede sostenerse.
Aquí su vida es muy muy diferente a la del Sáhara; aquí su vida es como la tuya,
llena de comodidades. En cambio, en el desierto todo son calamidades: ¿agua?, no
tienen, tan solo un pozo que, a veces, se encuentra a kilómetros, ¿luz?, nada de
electricidad, ni asfalto. En España, Abdelazir lleva muletas; pero allí anda arrastrándose
y humillado, ya que ¿de qué sirven unas muletas en un mar de arena?
Viven en un desierto “prestado” a expensas de la ayuda internacional que no
llega, con la sensación de que la comunidad internacional les ha abandonado. Sufriendo
violaciones de los Derechos Humanos más elementales a mano del pueblo marroquí.
¿Esto es vida? Ayudémosles a cambiarlo.
Laura Carmona Santiago,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Amanece un día más
Amanece un día más y, al mirarme al espejo, vuelvo a ver esas horribles marcas
que cubren mi cuerpo. Siento miedo, impotencia, rabia pero hay algo dentro de mí que
me dice que cambiará, que sus golpes se volverán caricias.
Hoy todos están tristes, visten con ropa muy oscura y lloran. Lloran por mí.
Quizás, si hubiera puesto freno, hoy tendría algo que pedí y que no volveré a recuperar.
Ya es tarde para mí, pero espero que esto os haga pensar y que le pongáis remedio a
tiempo y no tarde como yo.
Pilar Ortiz Aguilar,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Sus pensamientos
Él no sabía lo que estaba sucediendo, fue algo que no había sentido nunca.
Aquella noche se sentía con más energía, nunca había tenido tantas, y tampoco había
aguantado tanto tiempo bailando, estuvo toda la noche. Solo estaba observando desde
que llegó y no le quitaba ojo de encima. Había visto que se tomó una pastilla de esas
raras y no parecía saber sus efectos.
Llegó la hora de irse, esperé a que saliera para que yo lo pudiera seguir después.
Cuando pasaron unos segundos, después de su salida, traté de seguirle. Esperaba que se
fuera en taxi pero se fue andando. Se puso en marcha y yo decidí seguirle. Nada mas
andamos unos minutos y se desmayó. Yo llamé a una ambulancia y se lo llevaron al
hospital. Allí le hicieron unas pruebas y me dijeron que podía haber sido peor, pero no
había sido grave. Él me dijo que no llamara a sus padres para que lo recogieran, que él
iría andando, pero yo no quise que se fuera sólo y decidí acompañarle.
Al llegar a su puerta, nos despedimos y él me dijo que nunca había conocido a
una chica como yo, tan estupenda, y me propuso que nunca más nos separáramos. A mí
, eso, me llegó hasta el corazón y nunca me separé de él.
Laura Romero Prieto,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
XV

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Drogadicción
Pensé que podría dejarlo cuando quisiera, pero no es así. Yo era alguien alegre,
deportista, me gustaba salir con mis amigos, hasta que la probé por primera vez. No
sabía que acabaría así, de esta forma. Ahora nunca veo una sonrisa en mi rostro,
tampoco salgo a correr, como hacía cada mañana antes de ir al Centro y lo que más
añoro: MIS AMIGOS.
¿Por qué lo probaría? Ojalá nunca lo hubiera hecho. Me arrepiento de no
haberme dado cuenta antes del daño que me hacía. Pero ahora, con la ayuda de mis
padres, estoy intentando olvidar todo lo que me había pasado y empezar a vivir la vida.
Tania Ruiz,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Me desperté de un sobresalto
Me desperté de un sobresalto, una pesadilla horrible; todos lo días, al despertar,
las mujeres del pueblo teníamos que desplazarnos quince kilómetros andando hacia el
río, para coger agua y lavar la ropa, teníamos que llevar el agua en unos cántaros grandes
y los sosteníamos en la cabeza, sí, como las modelos sostienen los libros, solo que los
cántaros pesaban unos diez kilos, más o menos. Menos mal que todo ha pasado... ¡Qué
dolor tan extraño tengo en el cuello! ¿De qué será?
Delia Ruiz,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-A
Pensamientos
No es la primera vez que lo hace, y creo que no será la última. Aunque me lo ha
prometido, no creo en su palabra, lo siento, ya no, no puedo confiar en él. Me ha
mentido tantas veces... tantas como yo me he engañado creyendo que podría cambiar. Y
es que estoy muy cansada ya de esta maldita situación. Ahora las palizas son a diario, e
incluso ha llegado a darme dos en el mismo día. Pero esta, esta es la gota que ha
colmado el vaso, ¡no aguanto más! Ahora mismo voy a comisaría y lo denuncio, pero ¿y
si se entera me mata? Yo sé que es capaz, aunque luego se arrepienta. Pero si no lo
hago... ¡Ninguna persona en este mundo puede vivir así!
Mejor, me iré de casa. Así seguro que no lo volverá a repetir. Pero... ¿y si decide
buscarme y me encuentra? ¡Me mataría también! ¿Qué hago?, no sé qué hacer... ¡tengo
miedo!
Gema Cruz Torres,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4°-B
XVI

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
CUENTOS ORALES
I
Antes, mucho antes de que el hombre apareciera sobre la tierra, ya las pasiones
andaban desatadas sobre la superficie de nuestro planeta. La Envidia, el Odio, la
Bondad, el Amor… todos se aburrían, sin saber en qué poner su interés ni cómo pasar
el tiempo sin poder hacer daño ni ayudar tampoco a nadie. Para entretenerse, la
Imaginación inventaba juegos que a veces les divertían y otras no. Aquel día, había
propuesto jugar a esconderse y todos aceptaron. Pero nadie se ofrecía a ponerse de
espaldas apoyado en un árbol y a esperar a que se escondieran los demás para buscarlos.
Por fin, la Locura se ofreció a ser la que iniciara la cuenta. Los demás no estaban muy
conformes, pero accedieron y la Locura comenzó una cuenta imposible: uno, dos, ocho,
diez, cuarenta… ¡Ya!
Y comenzó la búsqueda. Poco a poco, y con piruetas imposibles, fue
encontrando a todos sus compañeros sin tardar mucho, a todos menos al AMOR. Y es
que el Amor es, a menudo, difícil de encontrar. Llamó a los compañeros para que le
ayudaran, pero nadie quería voluntariamente buscar al AMOR. Éste se había escondido
entre unas zarzas con espinas y se negaba salir. La Envidia fue la que lo delató y ayudó a
la Locura en su difícil tarea. Y es que el AMOR – cuando se encuentra– a menudo se
resiste a salir a la luz.
Sin embargo, la Locura no se desesperó. Buscó medios para conseguir acabar su
juego –cuando todos los demás, más prudentes, habían desistido ya–. Cogió un palo y
comenzó a mover las zarzas, a pesar de que se pinchaba y hasta sangró. Un fuerte
alarido resonó e hizo que todas las pasiones se estremecieran. En su búsqueda, la locura
había hundido el palo en los ojos del AMOR que, a partir de ese momento, se quedó
ciego. Sólo entonces consintió en volver con sus compañeros. Como único remedio
para intentar consolarlo, la Locura se ofreció a ser sus ojos.
Sólo así es fácil comprender cómo actúa el Amor cuando, por fin, se le consigue
encontrar y sacar a la luz.
XVII

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
II
Existió una vez un hombre que se consideraba con menos suerte que nadie en la
vida; es más, sin ninguna suerte. Y tomó una resolución difícil: saldría por los caminos y
buscaría a Dios para preguntarle por qué no tenía suerte y pedirle que le ayudase.
Comenzó su difícil y largo camino, esperanzado en lograr su objetivo. El cielo estaba
plomizo, los caminos intransitables, pero logró reunir fuerzas para emprender su ardua
tarea. El primer obstáculo que se le presentó fue un río profundo, que necesitó cruzar
para poder internarse por los caminos de un bosque de espesa arboleda. Allí se tropezó
con un lobo famélico y de mal aspecto que le preguntó dónde iba. Cuando el hombre
sin suerte le contó sus propósitos, el lobo le pidió, por favor, que le preguntase a Dios
de su parte por qué estaba tan delgado y se encontraba tan mal. El hombre accedió y
memorizó su encargo.
Más tarde, ya en el bosque, se encontró con un árbol medio seco y
resquebrajado que sólo sostenía ya, a duras penas, una hoja descolorida y mustia. El
árbol también le preguntó dónde iba y, al saberlo, le encargó que preguntara a Dios por
qué estaba en tan triste situación. El hombre accedió a su ruego.
Continuó su camino cada vez más cansado. Cuando ya casi estaba extenuado en
medio de aquel bosque inhóspito, encontró una casita muy blanca a cuya ventana se
asomaba una mujer hermosa y con cara triste. También ella se interesó, extrañada, por la
finalidad del viaje de aquel hombre joven y atractivo. Él, amablemente, le contó sus
planes y ella, le pidió como los demás, que le ayudara y le preguntara a Dios, si
conseguía encontrarlo, por qué estaba tan triste y aburrida. Él accedió.
Por fin, y tras muchos empeños, nuestro hombre encontró a Dios y logró que
éste contestara a su pregunta y a las de sus compañeros. Dios le aseguró que no debía
preocuparse, que volviera sobre sus pasos y que, con seguridad, encontraría su suerte.
Así lo hizo y pronto volvió a ver a la hermosa mujer que, muy contenta, supo que Dios
había contestado su pregunta: necesitaba encontrar a un hombre joven y atractivo que la
acompañara. Ella miró al muchacho y le pidió que fuera él quien se quedara. Pero el
joven afirmó que le era imposible: necesitaba seguir buscando su suerte.
Se marchó y, a la mañana siguiente, volvió a ver a su amigo el árbol que también
se alegró enormemente al saber que Dios le había revelado el origen de su problema:
entre sus raíces alguien había enterrado un grandioso tesoro que no le dejaba nutrirse
adecuadamente. Sólo tenía que encontrar a alguien que lo desenterrarse, así volvería a
quedar libre y sano para crecer. El árbol le pidió que fuera él quien desenterrara ese
tesoro con una pala que había allí cerca, pero el hombre le aseguró que no podía, porque
tenía mucha prisa en seguir su camino y encontrar su suerte.
Y continuó andando hasta encontrar al lobo famélico. También a él le transmitió
la respuesta de Dios a su pregunta: debía comerse al primer TONTO que pasase y se le
pusiera delante. Y el lobo se lo comió.
XVIII

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
III
La niña, menuda, vivaracha y de ojos inquietos, preguntaba y preguntaba y pedía
imposibles sin cesar: ¿Verdad que el cielo es azul porque alguien lo pinta? Sí, hija, sí…
¿Verdad que el sol sale cada día porque yo cierro los ojos y se lo pido con todas mis
fuerzas?. Sí, hija, claro que sí…
Y así siempre. Era agotador encontrar respuestas y así resultaba tan sencillo… A
la niña de ojos inquietos no parecía importarle el hecho de que las respuestas fueran
siempre idénticas. Un día, una pregunta se hizo más insistente que las demás: ¿verdad
que, si me lo propongo, podré conseguir la luna para mí sola? Sí, hija, sí; si te lo
propones, lo conseguirás.
Y la niña, lista, perseverante, con unos ojos que lanzaban “chispitas” pensó y
pensó cómo lograría su propósito. Una noche, desvelada, puso en práctica su plan.
Encontraría a una persona mayor –los mayores son sabios, pensó– y ella le preguntaría
cómo lograr lo que ansiaba. Se escapó por la noche, y buscó… hasta que encontró a una
viejecita de aspecto encantador que le dio la solución que buscaba: tenía que poner un
caldero con agua por la noche en el alféizar de la ventana de su cuarto, esperar a que
hubiera luna llena y a que ésta, en su trayectoria, se reflejara completa en el agua del
caldero. Y entonces ¡zas! Pondría la tapadera en su sitio y allí se quedaría atrapada la
luna.
La niña, que disponía de todo el tiempo del mundo, esperó… hasta lograr lo que
la viejecita le había aconsejado. Y entonces fue la niña más feliz del mundo: ¡Mamá!
¡Papá! ¡Tengo la luna para mí sola! Sí, hija, sí… ¿Me la puedo quedar?. Sí, hija, sí. Claro
que sí, para ti para siempre. ¡Qué bien! La niña no se lo podía creer. Al llegar la noche, la
humanidad entera, inquieta, comprobó que la luna había desaparecido del firmamento y
que el mundo había perdido su orden natural.
En la mesa, durante la cena, la niña oía los comentarios de asombro y contó a
los demás que la luna la tenía ella en su cuarto encerrada en un caldero. ¿Había algún
problema por eso? No, hija, claro que no. Pero ella, muy lista, meditó y meditó y
comprendió que sí debía haber algún problema. Así, cuando todos dormían, desde la
calle, los peatones vieron, cómo un haz de luz fuertemente luminoso atravesaba la
oscuridad y se elevaba hasta el firmamento.
Gracias a la decisión de la niña, el mundo volvió a su orden natural.
XIX
Adaptación y recopilación: Soledad Contreras Gutiérrez,
Profesora responsable del Dpto. de Actividades

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
MENSAJE EN UNA BOTELLA
Era un viento apacible, una brisa, el verdadero motivo de su movimiento. No
recuerda de dónde ni cuándo surgió todo, pero el ambiente era leve, tranquilo y
afable. Estaba rodeado de múltiples formas circulares de colores que le recordaban el
arco iris, solo que la combinación de colores no la tenía clara: rosas, verdes, azules,
negro, blanco, rojos, violetas. Unos y otros se atraían y repelían siguiendo unas
normas que no llegaba a entender. Es verdad, ahora me doy cuenta, -se decía. El
movimiento hacía que algunos adquiriesen forma circular perfecta, otros ligeramente
deformados, algunos de vivos colores, otros realmente feos. Feos.
Un momento, si miraba bien, todos tenían aspecto espacial, el arco era una
ilusión, estaba rodeado de cuerpos de formación más o menos oblonga unos, casi
esférica otros. Él mismo sentía que la brisa procedía de atrás, eso era evidente. ¡Cielo
Santo!, surgían múltiples cuestiones: ¿Qué forma tendría? , y de colores ¿qué tal?,
¿sería azul-negro, rojo-gris o perfectamente amarillo?, ¿cuántos colores tendría? Voy
a fijarme en otra esfera para reflejarme, -pensó. Pero, ¿hasta qué punto me puedo
fiar de la imagen que se me devuelve?, y eso sin contar, por supuesto, con la posible
distorsión que pudiera producir la sustancia ligeramente jabonosa que les envolvía y
que, por cierto, de vez en cuando aumentaba de velocidad, aunque los cambios de
dirección, que los había, eran mínimos y suaves. Tras considerar las distintas
posibilidades, se dijo: "De acuerdo, observemos y disfrutemos de este apacible
movimiento".
Transcurría el tiempo y experimentó que en ocasiones otras formas circulares
se adherían a él, o él a ellas, en número indefinido pero no excesivo. Proseguían el
desplazamiento conjuntamente y a lo lejos había más esferoides o conjuntos de ellos,
todos con su correspondiente gama de colores, luz y tonalidades. El tamaño de las
entidades, individuales o en grupo, era muy variado. Los había que eran muy
voluminosos (algunos casi desorbitantes estaban muy, muy lejos). Otras veces, miles
de semejantes en columna se erigían hacia el cielo, en otras, en cambio, el descenso
era vertiginoso, o el movimiento de zigzag les desconcertaba. A veces, la dispersión
entre ellos era total.
Era suficiente, -se dijo, ya tenía bastante, ya podía intuir su colorido, sabía
cómo eran sus colores. El contacto en los infinitos torbellinos en que había
participado le había enseñado que estos pertenecían a las sábanas con talco, sutilezas,
socios de otro mundo, ostentaciones, obsequios mutuos, ocasionales sustos,
“zarabandas", soles, sapiencia incompleta... ¡ERA HORA DE EXPLOTAR!
(De un escribidor que leyó algo de Física
y le faltó leer un poco más de Metafísica)
XX
Francisco Marjalizo Anguís,
Profesor del Dpto. de Electrónica

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
ME GUSTA... NO ME GUSTA
Me gusta tocar el chelo las horas que quiero, me gusta acostarme los viernes
tarde, me gusta salir los viernes al cine con mis amigos, me gusta estar con mis perros,
me gusta llorar en soledad, me gusta estar con mis padres, me gusta cuando vamos a
comer fuera de casa, me encanta ir al baño a ducharme, me gusta bailar en bodas y
permanecer hasta el amanecer, me apasiona bañarme desnudo en el mar y fumar en
fiestas. No me gusta levantarme temprano, no me gusta tocar el chelo desganado, no me
gusta permanecer en cama cuando estoy malo, no me gusta entrar en un hospital, no me
gusta permanecer al sol mucho tiempo y no me gusta soñar despierto.
Francisco Alcaide González,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
Me gustan las nubes después de haber llovido, las canciones de “La oreja de Van
Gogh”, el sabor de las manzanas recién cogidas, las personas que están riendo todo el
tiempo y la bella Mezquita de Córdoba. Me encanta ir al cine para ver la última película
que se ha estrenado, el trino de los pájaros de mi jardín, las comidas que hace mi abuela,
bañarme en la piscina en verano, el olor del pegamento y quedarme en la cama cinco
minutos más.
No me gustan los insectos de color oscuro que pueden volar, la gente que
miente a cada momento, llevar la cartera llena de libros cada mañana, el olor del vinagre,
los relámpagos que se reflejan en la pared de enfrente, el sonido del reloj al marcar las
doce y ver aceitunas cerca de lo que toco. Odio el color de los contenedores de basura,
la voz de mi madre a las siete y media, las personas que hacen daño a los demás y el
ruido de las motos cuando me despierto. Detesto los discos de “Tamara”, el color gris y
aguantar al profesor a última hora.
Manuel Blanco Jurado,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
Me gusta andar descalza por la playa oliendo el mar, un chocolate con grumos,
leer un libro de Ágata Christie mientras escucho a Silvio Rodríguez, las tardes de viernes
en una fiesta, donde todos bailamos hasta el amanecer, dejándonos la piel con música de
lata. Me gustan los descansos entre hora y hora en el instituto para fumar mientras
hablas con tus amigas, me gusta la gente que se ríe en la calle, absortos del mundo,
entrar en mi cuarto y tenerlo ordenado, vestir con ropa oscura, observar desde mi
ventana a los pájaros y los pendientes.
No me gusta ver a las parejas besarse, como si solo estuvieran ellas y fueran lo
más importante, las noches de calor, los hombres que te chillan. No me gusta la luz de
los faros de los coches, ni la nata en la leche, el aire frío que te rasga la garganta, odio los
pantalones de pinzas con zapatos, pelos en la comida, la cama fría, la gente impaciente,
los libros de Corín Tellado, los anuncios entre películas, los que hacen ruidos cuando
comen y odio las injusticias del mundo.
Laura Carmona Santiago,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
XXI

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Me gusta jugar con mis primos chicos, perder el tiempo viendo las novelas, oír
música, ir a ver alguna película, aprender cada día cosas nuevas y tener más
conocimientos. Me encanta echar un rato con mis amigas para poder contarnos nuestras
cosas, leer las revistas sobre los cotilleos de los famosos y las novelas, la tortilla de
patatas, ir a casa de mi abuela y echar un rato allí.
No me gustan las peleas e insultos entre compañeros, criticar a los demás, tener
la habitación desordenada con la cama llena de libros y cosas por medio, hacer muchos
deberes en los que tenga mucho que pensar, tener mal genio con las personas que me
quieren, cometer errores de los que luego me arrepiento, estudiar mucho, que me traten
un poco mal. Odio las lentejas con granos de arroz y trozos de verdura, levantarme
tarde, parece que la mañana es más corta o levantarme muy temprano, luego tengo
sueño, las personas que se creen más que nadie.
Josefa Muñoz Montoro,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
Me gusta ver amanecer en el campo con mis amigos, mirar el sol tumbada en el
césped, reírme con solo mirar a alguien, las caritas inocentes de los bebés, el olor de las
rosas, mirar las estrellas y la luna desde la terraza, comer donuts, me gusta leer las obras
de Jordi Sierra i Fabra, las mariposas, que me besen en los labios, la sonrisa de Natalia,
dormir arropada hasta el mediodía en los días fríos de invierno, la dulce mirada de
Óscar, me gusta el oso de peluche de mi hermana y ver fotos.
No me gusta que me miren fijamente a los ojos, que me juzguen por la
apariencia, no me gusta hablar gritando, juzgar a las mujeres como objeto sexual, las
películas del Oeste, el humo del tabaco sobre mi cara, los olores fuertes, los zapatos de
punta estrecha, los días nublados, levantarme temprano y sobre todo la rutina.
Ángela Claus Castillo,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
Me gusta pararme a pensar lo que tengo que escribir, buscar el lado bueno de la
gente, hacer muecas a los bebés, reflexionar sobre el mundo, tocar las gotas que caen de
mi tejado, los balcones con pocas flores, las ventanas a medio abrir, el otoño, el olor a
hierba recién cortada, la tortilla de patatas, el sonido de los grillos de lejos en las noches
de verano en plena Sierra de Cazorla. Me gusta la poesía susurrada por Antonio Gala,
pasear por mi barrio al amanecer, las canciones con violín de The Corrs, me gusta
perder el tiempo mirando al cielo, la gente que habla mucho, etc.
No me gustan las personas que razonan poco, no me gustan las voces agudas
que se quedan a vivir en mis oídos, los teléfonos de un color oscuro o llamativo, la gente
que pregunta a quien no debe, las matemáticas, el calor excesivo, el sonido de las motos
cuando pasan cerca de mí, los viajes de más de 4 horas, el olor de las espinacas, las
chicas demasiado maquilladas, el arroz blanco sin tomate, las naranjas todavía fuertes,
los periodistas que critican sin saber, la música brasileña, las imágenes en blanco y negro,
todo lo que está a medio hacer, los deportes de riesgo total, la guerra entre ricos y
XXII

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
pobres -que siempre ganan los ricos-. No me gustan las personas que piden perdón con
una sonrisa en la boca.
Antonio Luis Ruiz Medina,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-A
Me gusta pasar el tiempo con mis amigos y amigas, el olor a un jardín lleno de
flores, ver reír a las personas, una buena torta de chocolate, escuchar música flamenca,
los animales, acostarme y estar escuchando la lluvia, ayudar en lo que puedo a las
personas.
No me gusta ver a alguien que lo esté pasando mal, pasarme la tarde en mi casa
encerrada, la nata, discriminar a las personas por su aspecto o por su forma de pensar, la
música clásica, hacer mi cama y estar triste.
Ana Teresa Barroso Cabanillas,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Me gustan los cielos con nubes blancas para ver las formas que toman, los
atardeceres y amaneceres con nubes en el cielo porque estas se tiñen de colores, leer un
buen libro en las tardes lluviosas y ver el mar de día, cuando el sol le arranca destellos a
las olas. Pasear por el campo, levantarme y acostarme tarde, ir al cine en invierno con
mis amigos y jugar a juegos de mesa las tardes de domingo con mi familia.
No me gustan las películas surrealistas, las voces, la soledad, la música tecno, ver
a dos amigos peleados, la hipocresía, ni el aire muy fuerte. Salir a la calle y que el aire te
despeine, los cementerios y estar mucho rato en una iglesia; tampoco las casas oscuras,
el desorden y el tumulto de las grandes superficies.
Noelia Caballero Casero,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Me gusta oír a los pájaros cantar por la mañana, ver a un niño recién nacido; me
gusta leer poesías de Antonio Gala, salir cuando está lloviendo y mojarme; sentir un
beso de mi madre sobre mi mejilla; me gusta soñar con cuentos de hadas, me gusta ver
el sol cuando se esconde entre las montañas y la luna llena cuando se refleja en el mar.
No me gusta oír ruidos extraños mientras estoy estudiando, que anochezca tan
temprano en invierno, hacer sufrir a los animales; no me gusta ver mis fotografías
encima de la mesa, hablar despacito y suave, no me gusta cortarme el pelo corto y
pintármelo en rubio.
Eva Cantador Montilla,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Me gusta el olor del campo en primavera, hablar con los animales, darle vueltas a
las cosas simples, las velas, mirar el mar al atardecer, ayudar a los demás, dormir cuando
llueve. Me fascina opinar sobre cualquier tema, ir al cine un día de lluvia, la Navidad, el
olor del suavizante, el arco iris, pintarme las uñas, los boleros, ir al parque un día de
invierno con mis amigos cuando hay sol, creer en cosas increíbles, las flores, los libros
sobre masajes y comprarme complementos. Me encanta el cantar de los pájaros al
despertar, el tacto de la seda, el sabor del limón, hablar por teléfono, escribir cartas, los
Budas, los niños pequeños, las fotografías, la playa e ir de fiesta.
XXIII

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
No me gusta el desamor, los exámenes, el olor a gasolina, el tabaco, el racismo,
las telas artificiales, el champán y la gente egoísta. Odio la contaminación, las guerras,
que me cambien las cosas de lugar, las hamburguesas, la hipocresía entre amigos, las
personas envidiosas y los libros con muchas páginas. Me supera los nervios que un
móvil suene en el cine, las peleas entre amigos, las personas creídas, los lugares oscuros,
el frío, que el día tenga 24 horas, el desorden, las personas que no hablan, los ratones y
las drogas.
María del Olmo Rodríguez,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Me gustan los animales, tocar la guitarra cuando estoy deprimida, leer por las
noches, escuchar música (hip-hop, punk...), ser como soy, crear mi propio estilo, la
independencia, poder ayudar a la gente si necesita ayuda, la sinceridad, que te valoren
por cómo eres y no por lo que eres, la gente que me rodea, la tranquilidad.
No me gusta que me digan lo que tengo que hacer, que te califiquen sin
conocerte, planear las cosas (prefiero que surjan), las discotecas ni su música, odio
estudiar, que llueva en una acampada, los pantalones estrechos, expresar mis
sentimientos que la gente sepa más de lo que debe, la típica gente protagonista.
Patricia García Expósito,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Me gustan los días de invierno paseando por el campo con mi familia, el olor de
los pimientos asándose en el horno, las canciones de Alejandro Sanz, las novelas que
nunca quieres acabar por no despedirte de los personajes. Me gustan las fresas, el calor
del verano, los versos escritos en un diario, las películas que me hacen saltar en el
asiento, la luna llena reflejándose en el mar.
No me gusta el humo que escupen los camiones de la carretera, la hipocresía, los
vecinos gruñones, ver el campo infectado de basuras. Odio las calles en obras, las
interminables colas de los supermercados, las personas que consideran a otros inferiores
por no ser como ellos, y no soporto la falta de personalidad.
Ángela Sánchez Osuna,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
Me gusta pasear con mi familia en las tardes oscuras de lluvia, recordar buenos
momentos con mis amigos, las manzanas al horno, recibir las hojas de los árboles que
caen mientras paseo, admirar la puesta de sol, escuchar en mi tiempo libre música
clásica, las estrellas de mar y arreglarme los fines de semana. Me gusta acariciar a mis
animales y escuchar la caída del agua por el canalón.
No me gusta ver cómo me enfadan mis amigos, la sopa, los tipos que se creen
superiores a los demás, odio los zapatos azules, las cáscaras de pipas sobre la mesa, el
helado de nata, el joyero que me regaló mi vecina, los chistes tan malos que cuenta mi
tío cuando estamos todos reunidos en familia, no me gusta que mis amigos estén
enfadados.
Laura Santiago Casado,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-B
XXIV

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
Me gustan los dulces rellenos de crema, la música de Le Ann Rimes, el tacto de
las mantas de franela en invierno, el pan recién hecho por la mañana, la sonrisa de un
niño al descubrir algo nuevo, el sonido de las olas que chocan en la playa al amanecer,
jugar con mis amigos al videojuego por las tardes, encontrarme a gente conocida a la
hora del recreo, las historias enredadas de los Final Fantasy, abrir los regalos del día de
reyes y sorprender a mi familia en Navidad.
No me gustan las verduras que hay en los guisos, que los niños pequeños usen
armas de fuego como si nada, ver cómo se burlan de la gente indefensa, la absurda
guerra de Estados Unidos y Afganistán, las clases de Matemáticas y Física, las galletitas
saladas que siempre ponen en las fiestas, los alumnos que interrumpen una clase para
decir o hacer tonterías, que llueva los días que hay clase de Educación Física y las
tostadas que se queman en el tostador.
Antonio Jesús Leal Martín,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-C
Disfruto con la llegada del verano, en que todos los amigos de siempre nos
volvemos a encontrar, y disfrutamos de maravillosos momentos en el puerto. Me gusta
el mar, las olas, el cariño de mis mejores amigos, que la gente sea feliz y que me endulce
con sus alegrías. Adoro Ibiza y a todos sus “after”, las comidas de mi abuela, las noches
en el faro con Miguel, los deportes al aire libre, a mis padres cuando están de buen
humor, el silencio de mi casa por la noche, las ferias de los pueblos de Málaga, las tardes
calurosas en la playa, los “botellones” de los sábado-noche, los largos baños calientes,
las “juergas” en el coche de mis primos, las vueltas en moto con Laura, los bonitos
sueños de los que me acuerdo, crecer poco a poco, no perderme los buenos momentos,
los cortaditos de sidra y tocinos de cielo que compra mi madre, las discotecas grandes y
llenas de luces, las buenas jugadas de billar, las entretenidas tardes en casa de Ricky, los
maravillosos consejos de Esther y Miriam, la inteligencia y sabiduría de Jorge, el de
Madrid; despertarme con buen pie cada mañana, acostarme en el sofá después de comer,
no tener prisas ni llegar tarde, conocer culturas y visitar países diferentes, los masajes y
los peinados de Elena, la comprensión y la paciencia de Marga, los buenos libros de
lectura, la limpieza y el orden en mi habitación y a mi hermano pequeño cuando se ríe.
Me encanta mi cuñado Borja que me deja la moto, el actor Eduardo Noriega, las tardes
televisivas y que todo me vaya bien durante el curso. Me gustan las canciones de Rosario
Flores, la ropa de “Bershkas”, aprender cada día más, tener seguridad en mí misma y,
sobre todo, ser una buena persona.
No me gusta el ascensor averiado de mi bloque, despertarme temprano para ir al
instituto, mi madre cuando grita desesperadamente, las peleas y enfados entre mis
hermanos, las estúpidas guerras que matan a niños, el olor a colonia barata, el frío y la
lluvia del invierno, que se me manchen las manos de grasa de la moto, los pesados libros
que tienes que cargar con la cartera, los colores oscuros y tristes, el actor Richard Gere,
la mala compañía y las malas personas, la mentira y el engaño, no saber lo que hacer
hoy, los malos chistes, las casas con poca luz, los ordenadores lentos, los hombres
infieles y rencorosos, las personas hipócritas, las malas series televisivas, las películas de
cine aburridas y el cocido muy consistente. No soporto el dominio de mi hermano
mayor sobre mí, los deberes largos y pesados, que mi hermana me coja la ropa y más
XXV

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
tarde no la eche a lavar, las personas que se creen superiores a los demás, las resacas de
los domingos por la mañana y gastar el tiempo para nada. Odio la desigualdad entre
hombres y mujeres respecto al trabajo, tener que hacer mi cama todas las mañanas, no
entender las explicaciones del profesor, los probadores pequeños de las tiendas, la
injusticia por encima de todo, las miradas desagradables, tener que caminar mucho para
asistir a algún sitio, esperar cola a la entrada de un cine, un museo, una discoteca... No
me gusta que las personas no sean libres y que se les juzgue mal, el chocolate con
conguitos, la fiebre alta y el dolor de cabeza y sobre todo ser una infeliz. Carmen Lovera García,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 4º-D
XXVI

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
NATURALEZA DE UN ADOLESCENTE
(10-1-2002. Jueves)
Querido Diario:
Hoy mi día ha sido bastante completo, (un coñazo) primero tuve que ir al gimnasio a quitarme
esta “barriga cervecera” que me está saliendo, luego a casa de Ana a devolverle sus cds y después a
guitarra, ya por fin es de noche y tras el largo paseo que he tenido que hacer en metro hasta llegar al
barrio he conseguido llegar a mi casa y descansar “tirao” en el sofá, “rascándome la barriga” como
quien dice, mientras veo con mi padre el Barça-Madrid (única afición que comparto con mi padre por la
cual creo que podría dar las gracias porque... si te dijera que es nuestra única afición, no exageraría y
partido que esperábamos durante días) por eso ahora que hay anuncios me he levantado y me he venido
hasta mi cuarto (he hecho ese gran esfuerzo) para cogerte y contarte como llevaba hoy el día.
A veces pienso que mi vida es bastante monótona, aburrida y me siento solo,
pero no soledad física porque en verdad estoy rodeado de todos mis amigos y familia
(bueno de toda mi familia no. Ya sabes lo de mi hermano, por cierto, mi madre ese tema
lo lleva mejor, ya lo va superando, con esto no quiero decir que lo esté olvidando, sino
que lo va asumiendo, pero los primeros meses fueron los peores) ¡Bueno a lo que iba!
Que no es soledad física, sino sólo en el sentido de como que nadie te comprende lo
suficiente o como si mis amigos no me pudieran dar todo lo que yo creo que necesito,
como si me faltase algo ¿será una paranoia mía? Cuando me siento así siempre me queda
pensar que mañana es Viernes y me iré de movida con mis amigos y que el próximo será
Sábado y veré por fin a la prima de Ana, Ángela, a la que llevo esperando para ver toda
la semana con ansia, ella es algo especial para mí, no sé... es simplemente ella. Si leyeran
esto último el Pelos, el Mortí, el Güevos... dirían que soy un cursi de mierda y que sólo
tengo mariconadas en la “pelota”. A ver... cuando salimos por ahí todos, los tíos
tenemos que aparentar ser algo más, demostrar que rompemos con todo, que arrasamos
que pasamos de todo, en definitiva que somos unos verdaderos machos ibéricos
(Naturaleza del ser masculino) aunque luego sea mentira y dentro de cada uno de
nosotros sepamos que no es así, que tenemos corazón que incluso me atrevería a decir
que nos importan las cosas ajenas, que no somos unos pasotas, bueno a pesar de todo
somos humanos ¿no?
Bueno, te dejo, que empieza el fútbol, me despido ¡si mis amigos supieran que
escribo en ti desde hace años...! Me matarían, aunque, pensándolo bien, seguro que ellos
tienen otro diario, lo que pasa es que no lo quieren admitir porque todos (incluido yo
aunque también lo tenga) en nuestra faceta de hombres duros le llamaríamos nenaza,
seguro, seguro que lo tienen.
Bueno, que me despido y ahora de verdad.
ADIÓ S
XXVII
Juanao

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
¡Hola, querido Diario!:
XXVIII
(12-1-20002. Sábado)
¿Qué tal? Yo estupendamente, aquí arreglado con tres kilos de gomina que me sujetan los
pelos, un litro de colonia y una camiseta no muy estrecha para que no se me note “la bartolomena”,
dispuesto a comerme el mundo o mejor dicho a Ángela. Estoy nervioso, aunque no te lo creas, estoy muy
nervioso (cosa que no es normal en mí), por fin la voy a ver ¡si tú pudieras conocerla! Me entenderías, su
pelo largo y liso, su piel tensa y suave, y sobre todo su olor, suyo propio, a limpio como... a no sé, no
tengo palabras ¿quizás a mujer? Ella no es como las de las revistas que mi hermano escondía bajo su
cama y que quedamos para ver todas las noches antes de acostarnos, no, ella no es así, ella es algo mucho
mejor. Bueno, te dejo, que llego tarde y pienso ser el primero en llegar.
Juanao
Pd: Estoy muy nervioso, muy nervioso, mucho, espero que todo salga bien.
ADIÓ S
¡Hola querido diario!:
(16-1-2002. Miércoles)
¿Cómo estás? Yo como “pa” tirarme tres tiros y tirarme al río a que me devoren
las carpas contaminadas, ¡VAYA ASCO! Acabo de terminar de discutir con mi madre,
porque dice que no estudio y que si eso me va a servir para el día de mañana y todas esas
“chorrás” y al final me ha acabado sacando el tema de que si no le ayudo en nada, que
soy un vago igual que mi padre, que voy a acabar siendo un “desgraciao”, que como a
ella le pase algo algún día, la familia se viene abajo, que entre los dos la tenemos como
una esclava, que ella no hace nada más que quitar mierdas a la gente (eso quiere decir
que trabaja de limpiadora) para que nosotros hagamos lo que nos da la gana... me tiene
ya harto y para colmo el Sábado no vino Ángela, según me dijo su prima, había quedado
con no se qué tío de su clase (seguro que era un asqueroso). Estoy harto de esta vida,
me quiero fugar de mi casa, me quiero ir lejos de este país, a Pakistán, por ejemplo, que
me pilla bien lejos, prefiero estar en la guerra que en mi propia casa. Encima de todo, mi
madre me ha “pillao” un paquete Fortuna en el bolsillo del pantalón, me lo sacó cuando
los iba a lavar y me ha “liao la traca.”
Bueno, me despido, que no tengo más ganas de hablarte.
ADIÓ S
¡Hola querido Diario!:
Juanao
(12-1-2002.
(12-1-2003. Sábado)
¿Qué tal? Yo hoy ya un poco más apaciguado que el otro día y con las ideas mucho más
claras, así que borrando u olvidando todo lo que te conté, porque se me “cruzaron los
cables”, lo primero es que mi madre tiene razón: como siga así, voy a terminar como mi
padre, lo cual me parece vergonzoso y penoso; del tabaco, a ver qué se le va a hacer si ya
lo sabe, y lo de que la tenemos como una esclava es verdad, la pobre está todo el día
limpiando “pa” sacar la casa adelante y cuando llega de trabajar se pone a servirnos a
nosotros como si fuésemos reyes (la verdad es que si yo hubiera estado en su situación,

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
habría tardado menos en estallar como ella lo hizo ayer), mientras mi padre... tocándose
la barriga, al muy cerdo no le vaga ni levantarse del sofá, ni para buscarse un “curro”;
además se cree que mi madre está a su servicio.
Ayer por la noche estuve hablando con ella, me contó que se iba a divorciar,
pero que estaba esperando el momento más adecuado para decírselo,
(se pondría, y de hecho, se pondrá como una furia) que ella ya no podía seguir más con
esa situación y con el sinvergüenza de mi padre, que ella me quiere muchísimo y que
intentaría por todos los medios que me fuera con ella, me sentí muy culpable y con
grandes remordimientos; me comporté no como un hombre duro, ni como un macho
ibérico, sino como un machista, un hombre asqueroso... en definitiva y con perdón de la
palabra como un completo jilipollas (a ver, ¡qué se le va a hacer, tengo un buen
maestro). Ayer encontré en mi madre un verdadero amigo, estuvimos hablando durante
horas y de verdad (será una paranoia mía) llegué a pensar que si mi madre tuviera 16
años, estaría loco por ella, porque ella, al igual que Ángela, también es especial. Por
cierto, le conté también lo de Ángela, porque ella me preguntó si me pasaba algo con
alguna chica, ya que me veía muy raro ultimamente.
Bueno, que me despido, las cosas van a cambiar mucho a partir de ahora.
ADIÓ S
Querido Diario:
XXIX
Juanao
(19-1-2002. Sábado)
¿Qué tal? Yo no muy bien, hoy he salido a dar una vuelta con mis amigos,
hemos estado por ahí de movida, Ángela ha venido, he estado hablando con ella y le he
confesado lo que sentía por ella, ella me ha dicho que lo sentía mucho, pero que solo
quería conmigo amistad y nada más, que ahora mismo acababa de salir de una relación y
no estaba muy bien como para comenzar otra.
Esto me ha “dejado hecho polvo”, aunque he intentado hacer que no se note
con mi faceta de hombre duro, mis amigos me lo han notado y me han dicho que no me
preocupe, que yo tengo muchos cojones para buscarme a otra tía mejor, lo que no me
ha servido de mucho, porque lo estaban diciendo no con el corazón sino con la
naturaleza del ser masculino, en plan “coleguitas guays”, para animarme un poco, bueno
siempre me queda la esperanza de que si hoy es mi amiga, mañana puede ser algo más.
Me despido.
ADIÓ S
Juanao
Paqui Duque Romero,
Enseñanza Secundaria Obligatoria, 3º-G.

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
¿UNA NOCHE MÁS?
Me desperté y pensé si en la vida no existe más que terror, muerte, desolación...
simplemente un caos total. Se sabe que todo esto lo hemos conseguido gracias a que
hemos querido poder y placer para uno mismo, la gente ya no es nadie, sólo existes tú.
Un sueño tuve, en el que el mundo se unía al son de un mismo canto: paz,
alegría, amor... un canto que se oía por todos los lugares, que por muy lejos que
estuvieras, más fuerte lo oías: un canto a la libertad, un canto para decir "no nos
pisotearán", un canto al final de una guerra.
Una lucha que nadie quería que se produjera, un final para una pelea que ocurrió
por algo que jamás debería haber ocurrido, pero el pueblo se unió, dio su alto, una
llamada al "no más guerras", sino una paz eterna y feliz, pero tan solo fue un sueño;
Este sueño se puede lograr y hacer que esa noche no fuera una más, sino una
noche de unión entre naciones, para formar lo más grande jamás conseguido: una paz
universal, pero: (silencio) ¿fue una noche más?
Tan sólo mira a tu alrededor.
XXX
Antonio Javier Prieto Mora,
Cuidados Auxiliares de enfermería, Adultos

Revista POLIMNIA, nº 5 CREACIÓ N
DIARIO DE UN NIÑO EN LA GUERRA CIVIL
Día 14 de Julio de 1939:
Hoy nos hemos levantado temprano para poder buscar comida, después hemos aprovechado para
jugar un poco. Nuestros padres hoy han tenido que combatir poco, pero ha habido bajas. Menos mal
que hemos podido comer al mediodía. He visitado los nuevos refugios para cuando nos
bombardeen.
Día 15 de Julio de 1939:
Hoy el día se ha levantado nublado: esperemos que esto no quiera decir nada malo, he salido al
campo con mi tío a dar una vuelta y coger unos pocos espárragos. Después fui con mi amigo Juan y
me ha dicho que los refugios fueron destruidos anoche y menos mal que no hubo heridos. Hay
rumores de que se va a acabar la guerra, pero yo no me lo creo, cada día que pasa va a peor. Hoy, sin
ir mas lejos, estábamos jugando y en la colina estaba un hombre dándole de comer a sus marranos y
de pronto apareció un avión tirando bombas y desgraciadamente cayó una sobre el hombre que
estaba con los marranos. Aquella experiencia fue inolvidable, ver a ese hombre esparcido por todas
lados.
Día 16 de Julio de 1939:
Cuando hoy me he levantado, he oído la noticia de que estaban reclutando. Me acerqué al hombre y
le pregunté si tenía una carta para mí, me dijo que sí, era de mi tío Ignacio y decía así:
Hola sobrino, ¿cómo estas?, yo bien pero algo asustado, mi buena noticia es que ya mismo iré al pueblo.
Bueno te dejo me tengo que ir; cuida bien de tu madre y de tu hermana.
Así se acababa la carta, menos mal que mi tío todavía estaba vivo. Hoy no ha habido
bombardeos, esperemos que esto se acabe ya.
Día 17 de Julio de 1939:
Hoy nos hemos levantado asustados por el ruido de los aviones, pero con lo que me ha pasado, no
sé cómo todavía estoy aquí.
Estábamos jugando en la calle cuando oímos el ruido de los aviones, unos se metieron en
los refugios, otros en sus casas. Yo me fui a mi casa con mi madre y mi hermana; nos metimos
debajo de la cama y entonces, ¡boooom! Explotó un bomba justo en la pared del patio, donde estaba
hasta entonces un canario; la pared se vino abajo y el canario desgraciadamente también murió,
menos mal que no nos pasó nada. Esto pasó en otras casas y algunas personas no tuvieron la misma
suerte.
Día 18 de Julio de 1939:
¡Menos mal!, hoy no ha habido bombardeos. He ido a la taberna de Luis y había mucha gente
alrededor de la radio, ¡acababan de anunciar el final de la guerra civil!
¡Bien! Se ha acabado la guerra y en ese mismo instante vi a mi tío Ignacio, pero le faltaba una pierna,
le pregunté que le había pasado y él me contestó:
-En un combate me hirieron en una pierna y gracias a Dios que un compañero me cogió y me llevó
al campamento. Después allí me curaron y me dejaron en reposo. Lo malo vendrá después, el peor
enemigo, el hambre; yo quizás pase hambre, pero menos que otros, ya que mi padre es panadero.
Mi tío Ignacio se ha colocado de guardia y me ha dicho que cuenta conmigo para ayudarle a
que no le roben en el almacén de garbanzos.
Rafael Romero Benítez,
Ensñanza Secundaria Obligatoria, 3º-G
XXXI

Revista POLIMNIA, nº 5 IDIOMA MODERNO
VICTOR HUGO ( 1802-1885)
Cette année, on commémore le bicentenaire de la naissance du plus grand représentant de la
littérature française. La diversité et originalité de l’oeuvre de Victor Hugo ( romans, poésie, épique...)l’a
élevé a la catégorie de génie universel. Cet auteur est né à Besançon en 1802, dans le sein d’une famille
aisée . Son père, lorrain, était général et plus tard comte d’empire et sa mère était nantaise ; il avait deux
frères plus âgés que lui, Abel et Eugène. Avec sa famille, il a voyagé en Espagne dont il a gardé un
souvenir ineffaçable .Mais la séparation de ses parents finira par briser ce foyer.
Il a commencé à composer ses premiers poèmes très jeune et son ambition était immense; il
écrivit en 1816 : "Je veux être Chateaubriand ou rien". Son attraction par la littérature a continué sans
cesse. En 1827, il a publié Cromwell dont le préface définit le drame romantique et en 1830 son drame
Hernani forcera les portes de la Comédie Française. À 29 ans, Hugo publie le premier de ses deux
grands romans, Notre Dame de Paris et, en 1862 Les Misérables, où il défend les opprimés. L’amour a
joué un rôle très important dans la vie de cet auteur. En 1822, il a épousé Adèle Foucher et ils ont eu
quatre enfants: Léopoldine, Charles, François et Adèle. La mort en accident de sa fille Léopoldine a
provoqué une énorme douleur et désespoir à Victor Hugo; il a dû attendre seize ans avant d’écrire Les
Contemplations, un recueil de poèmes consacrés à la mémoire de sa fille.
Quant à la politique, il a osé s’opposer à Napoléon III, ce qui a provoque son exil dans les îles
Jersey et Guernesey pendant 19 ans. Cette étape contemple l’apparition des oeuvres très
importantes comme Les Châtiments et La Légende des siècles. Il retourne en France après la chute de
"Napoléon-le-petit"» et la proclamation de la République; il décide de prendre part dans la politique
comme député, mais pas pour longtemps parce que sa véritable passion est la littérature.
Victor Hugo est mort le 22 mai 1885 dans son pays natal. Les Français pleurent sa disparition
et lui font des funérailles nationales. Son corps repose au Panthéon de Paris mais son âme vivra dans les
coeurs de toutes les personnes qui sont tombées amoureuses de ses oeuvres.
Demain, dès l’aube, à l’heure où blanchit la campagne,
Je partirai. Vois-tu, je sais que tu m’attends.
J’irai par la forêt, j’irai par la montagne.
Je ne puis demeurer loin de toi plus longtemps.
Je marcherai, les yeux fixées sur mes pensées,
Sans rien voir au dehors, sans entendre aucun bruit,
Seul, inconnu, le dos courbé, les mains croisées,
Triste, et le jour pour moi sera la nuit.
Je ne regarderai ni l’or du soir qui tombe,
Ni les voiles au loin descendant ver Harfleur,
Et, quand j’arriverai, je mettrai sur ta tombe
Un bouquet de houx vert et de bruyère en fleur.
Les contemplations ( extrait)
XXXII
Miriam Tirado Bernabeu,
Bachillerato Humanidades y Ciencias Sociales, 2º-BHCS