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La aventura de ser Scout Manual para el Scouter
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La idea educativa que persigue el Sistema de Patrullas es la
de dar un marco de responsabilidad a todos los Scouts
que componen este grupo natural de chicos. La Patrulla es
una unidad de trabajo. Cada Scout debe estar convencido
de que es indispensable para su buen funcionamiento y
para su progreso personal y de los demás.
La reunión de los chicos por Patrullas no es un invento mágico,
responde sin más a su natural tendencia a agruparse en
pandillas. El número ideal de miembros es entre 6 y 8, y
uno de sus principales objetivos es el aprendizaje del funcionamiento
democrático.
La Patrulla se configura como una “micro-sociedad” donde
cada uno de sus miembros tiene un grado concreto de responsabilidad.
El crecimiento de la Patrulla ayuda al chico a
descubrir que no existe progreso ni éxito personal sin la
ayuda de los compañeros. Cuando nos referimos a la responsabilidad,
no nos referimos a “pequeños ministros” cargados
de tareas burocráticas y de papeleo y reuniones; sino
a que aprendan a tomar pequeñas responsabilidades
dentro de su grupo de iguales.
El medio para aglutinar intereses se hace a través de la identificación
del nombre de la Patrulla con un animal, escogido
por los mismos Scouts. Será el primer contacto, junto con
una responsabilidad (cargo) de Patrulla para recrear una cierta
fantasía y poner las bases de la Integración en la Sección.
Así será necesario la elección de un Guía de Patrulla, que vele
por el buen funcionamiento de ésta. Ésta elección será democrática,
dentro de la Patrulla y se ratifica en la Asamblea, y
será necesario reunir determinadas características, cómo tener
una experiencia básica en la Sección Scout/Tropa Scout, encontrarse
en la Senda de la Colaboración, etc. El Guía es pues: