La Florida del Ynca

BE LA FLORIDA.
noche los vnos y los ortos que-rantomas parecía ere
fin llegar a las ¡nanos. cerenlos Indios el enojo
Venido el día camina­ yiauía,que contra loschn
ron JosEípañoles por vn¿s ftianos tenia,quanto ellos
grades feméttras demayz ttas deíleauá vengarfe.
• fritóles,y calaba jai y otras Pafladas Jáselos leguas
legumbreSj'cuyos fe rubra delqsíembrados llegaron
dos a vna mano y a otra a vn arroyo hondo de mu­
del camino fe tendía por cha agua, y monte efpefío
aquellos llanos aperderfe que auia de la vna parte y
de vifta, y de trauefsia te­ otra del. Era vn palio bien
nían dov leguas, tnire las diíficultofo,y quelosenc-
íeinenterab fe derramaua migos lo tenían bien teco
gran poblazóde cafas fu el nocido, y preuemdo para
tas,y apartadas vnascleo- ofendeten el a los Caíletras,
fin orden de pueblo. llanos. Los quales viendo
De las cafas y fementeras i las dificultades y definías
fallan ios Indios a toda di q el paffo tenia,íc apearon
Jigencia,a flechar los Ca-
de los caualleros mas bien
ftelianos chumados en cí
armadosjy a efpada y rodé
dedeo y porfía que tenían
la,y otros con hachas ga­
de los matar o herir. Los
naron el pafie y derríbalo
quales enfadados de tanta
las palizadas, y barrerasq
pemnacia,y enojados del
auia hechas: paraq los ca­
corage, y fácor que les fen
uallos no pudicflen paffar,
tian perdida la paciencia
ni fus dueños ofederies. A-
fin alguna piedad, los alaqui
cargaron loslndios có;
ceauan por los mayzalcs:
grandifsimo Ímpetu yfupor
ver fi con el rigor de ror, poniendo fu vltíma ef
las armas pudieífen do- peranca devéjera los chrí
ruarlos o escarmentarlos: i ftianos en efte mal paffo,
mas todo era en vano, por ] por fer tan dificultólo, dóde
fue'