La Florida del Ynca

L I B R O MIL
daua del'rxiiriíIcerio,'y,{er-
::uicio del tÓplp ;de (limpur,,
y poner cada coíaeaiu lugar.
Al derredor del téplp auta
o cho falas, apa;Cadas
vnas de otras,) pueftas por
fu orden y compasdas qua
les moftrauan fer anejas al
templo y a fu ornato, y .ícr
uício.El Gouernador y los
demás caualleros quifiéró
ver lo que en ellas auia, y i
hallaron que codas eftaua
llenas dearmas pueftas por
la orden que diremos. La
primera tala qué acercare
a ver eftaua llena de picas
que no auia peca cofa en clia,todas
muy largas.muy
bien labradas con hierros
de acotar, que por fcf tan
encendido de color paref
ciandeoro. Todas eftaua
- guarnecidas cp aniilosde
perlas, y aljófar de tres y
quatro bueltas .pueftos a
trechos por las picas. Mu
chasdellas eítaua n aderc-
, jadas ppfi.medio (¡donde
Gae (obre el p r^bro, ¡, y, la
.punta qal?e üMpiHoXcQn
mangas-decamucai de cp •
lotes y a los remates de la
gamuza ¡en ambas partes
alta y baxa , tenia Huecos
de hilo de colores con t res
.-y quatro,cinco,yléy5 bucl
•tas de perlas,ó dé aljofan,
que las hermoleauan grá>demence.
En la fegunda íala a»
uia folamente portas como
las que diximos, que
teníanlos primeros gigan
tes que eftauan a la puerca
del céplo: faluo que las de
la fala,como armas q eftauan
en recamara de feñor
eftauan guarnecidas col»
anillos de perlas, y de aljófar,
y de rapazejos de hilo
de colores pueítos a trechos
demanera que el vn
color matizaffc con otro,y
todos có lasperlas ;y las otras
picas délos gigátes no
tenian guarnició alguna.
En otra fala que era la
tercera no auia íinohachas
como las quedixímos que
teníanlos gigantes déla
quarta orden con hierros
de c.obic,que de la vna,par
te tenia