MIERCOLES, <strong>15</strong> DE AGOSTO DE 2007 www.libreonline.<strong>com</strong> Aniversario de una leyenda: Eddy Chibás Una vocecita Aleida León Durán Este 16 de agosto se cumplen 56 años de la muerte de Eduardo R. Chibás, un líder político cubano cuya personalidad y actuaciones reunieron rasgos suficientes para ser convertido en una leyenda del siglo XX. Sin embargo, la fecha pasa quizás desapercibida en Cuba porque en este momento, la figura a la que Fidel Castro quiso un día imitar en popularidad, ya no le aporta nada a él. Es una de las grandes brechas que separan a los cubanos democráticos y a los cubanos castristas. Ahí tenemos el ejemplo de la inmensa maquinaria propagandística con la que el gobernante (¿o ex gobernante?) Castro, después de propiciar su muerte, ha creado y respaldado: la figura del fracasado guerrillero argentino Ernesto Guevara. Castro no promovió su beatificación porque él es ateo. El 27 de noviembre de 2001 el Correo de Cuba emitió un sello que llevaba la efigie de Chibás, una de las figuras de mayor arraigo popular en Cuba, mucho antes del arribo al poder del gobierno actual. Decía la explicación del sello: Eduardo R. Chibás, Communist Leader, Cent. of Birth. Es decir, líder <strong>com</strong>unista, centenario de su natalicio. Esta es una absoluta falsedad. Chibás, dinámica figura política, <strong>com</strong>batió apasionadamente el <strong>com</strong>unismo durante toda su corta vida adulta, y en todos los foros. Uno de estos ataques se hizo famoso en la isla: su alocución a los miembros de la Asociación de Torcedores de Tabaco. Haciendo un símil con sus apellidos, Chibás dijo allí que iba a romper (con su palabra) cabezas tan duras <strong>com</strong>o las de Blas Roca, de la Unión Revolucionaria Comunista (más tarde Partido Socialista Popular), y la de Lázaro Peña, de la Confederación de Trabajadores de Cuba, ambos connotados <strong>com</strong>u- nistas. Fundador (1946) y líder del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), llegó a ser elegido Senador de la República. Enarbolaba el lema “vergüenza contra dinero”, y, en palabras del fallecido escritor y periodista Guillermo Cabrera Infante, “un hombre genuinamente honorable, con una sola obsesión: la necesidad de la total honestidad en los asuntos públicos”. Cabrera Infante y algunos otros lo consideraban “un genio político de su tiempo”. Aunque la economía se desarrollaba en espiral ascendente, la inestabilidad y la corrupción políticas en la década de 1940 eran evidentes. En la Universidad de La Habana, que gozaba de total autonomía, florecían las pandillas universitarias, figurando en ellas, <strong>com</strong>o gángster de poca monta, el por 47 años jefe del gobierno cubano, Fidel Castro. Castro, dos de cuyas más sobresalientes carac- terísticas han sido siempre su visión política y su oportunismo, ingresó en las filas de la ortodoxia y trató de acercarse al líder ortodoxo, pero según allegados a Chibás, a éste le desagradaba mucho Castro. De acuerdo a Rodolfo Pardo, exilado desde 1960, él presenció una escena que refleja el rechazo de Chibás por Castro, no porque este último fuera <strong>com</strong>unista ya que en ese tiempo, si lo era, no se sabía, sino por ser un sujeto poco re<strong>com</strong>endable, “un tira-tiros”. Pardo, era ortodoxo en Cuba y en el exilio fue por mucho tiempo director del Comité Mundial Pedro Luis Boitel Pro Presos Políticos Cubanos en New Jersey. “Castro siempre trató de acercarse a “Eddy” (así llamaban los cubanos a Chibás). Recuerdo que, aprovechando que este había detenido un momento su “cuña” (pequeño automóvil convertible), Castro se le metió en el carro para exhibirse con Eddy. Este lo sacó sin contemplaciones. Comentó que no quería que nadie lo viera en <strong>com</strong>pañía de un gángster con quien él no tenía nada que ver”. En la era democrática de Cuba, las elecciones presidenciales se celebraban cada 4 años. Chibás se perfilaba cada vez más <strong>com</strong>o el hombre que en Eduardo R. Chibás: Fundador (1946) y líder del Partido del Pueblo Cubano (Ortodoxo), llegó a ser elegido Senador de la República. Enarbolaba el lema “vergüenza contra dinero”, y, en palabras del fallecido escritor y periodista Guillermo Cabrera Infante, “un hombre genuinamente honorable, con una sola obsesión: la necesidad de la total honestidad en los asuntos públicos”. Cabrera Infante y algunos otros lo consideraban “un genio político de su tiempo”. 1952 sucedería en la presidencia al abogado Carlos Prío Socarrás, elegido en 1948. Como se sabe, Fulgencio Batista dio un golpe de estado el 10 de marzo de 1952, impidiendo las elecciones. Contrario a lo que el gobierno actual cubano quiere hacer creer, Estados Unidos no “abusó” de Cuba. Era lo opuesto: siempre hubo una estrecha cooperación entre ambos países. Según el historiador Emeterio Santovenia, con el agudizamiento de la crisis mundial y la “guerra fría”, la colaboración de Cuba con Estados Unidos se hizo más estrecha y en 1951 se desarrolló en Cuba una intensa campaña anti<strong>com</strong>unista. A medida que se recrudecía la guerra de Corea, aumentaban los sentimientos anti<strong>com</strong>unistas en el pueblo y el gobierno. Este cerró las oficinas del Partido Comunista, sus estaciones de radio y su vocero principal, el periódico “Hoy”. Muchos de quienes rodeaban al Presidente Prío Socarrás cayeron en la corrupción administrativa. Chibás los fustigó a través del programa radial que tenía todos los domingos a las 8 p.m. en la estación CMQ. A esa hora, Cuba se paralizaba para oírlo hablar. Durante varios domingos hostigó al Ministro de Educación Aureliano Sánchez Arango, a quien llegó a acusar de robarse los dineros de la educación pública y emplearlos en un negocio en Guatemala, asociado con altos funcionarios del gobierno de Arévalos. Chibás prometió presentar pruebas. No pudo. Bien porque no las consiguió, bien porque no las había. Aquello contribuiría a cambiar el destino de Cuba. La noche del domingo 5 de agosto de 1951, Chibás fue especialmente apasionado al dirigirse al pueblo, y especialmente a los ortodoxos, a quienes conminó a “tomar una escoba y barrer a los ladrones en el gobierno”. “Este -dijo - es mi último aldabonazo para despertar la conciencia cívica del pueblo cubano”. Acto seguido, sacó su revolver y se disparó en el abdomen, sin que nadie pudiera evitarlo, ni siquiera uno de sus principales asistente, José Pardo Llada, entonces de 25 años. Cuando éste y otros 4 allegados a Chibás, cargaron su cuerpo ensangrentado y lo sacaron para llevarlo al hospital, allí estaba Castro en un auto. Fue quien condujo para trasladar al herido al Centro Médico. Castro organizó a un centenar de ancianas para que lloraran por turnos en grupitos fuera de la habitación del herido. Chibás falleció el día 16 del mismo mes. Ya Castro tenía escritos siete discursos lamentando la muerte del líder y él, uno de los más jóvenes e insignificantes miembros del Partido Ortodoxo, impuso su voluntad de velar el cuerpo de Chibás en el Aula Magna de la Universidad. La autonomía del recinto impedía que la policía o miembros del gobierno entraran en el. Castro se exhibió todo el tiempo en primer lugar de las guardias de honor, apareciendo en los medios noticiosos <strong>com</strong>o el más ferviente doliente. Al siguiente día, entre 200,000 y 300,000 personas esperaban fuera de la universidad para a<strong>com</strong>pañar el féretro. Según cuenta la periodista Georgie Anne Geyer (autora del libro “Guerilla Prince”), al llegar al poder en 1959, y tras las masivas demostraciones en su apoyo, Castro preguntó a Miguel Angel Quevedo, director de la popular revista Bohemia: “Miguelito, ¿todavía piensas que Chibás era más grande que yo?”. Tras llegar al poder, Castro borró de Cuba el nombre de Eduardo R. Chibás. Pero 30 y pico de años después, las nuevas generaciones descubrieron en algún libro el nombre y la honestidad de Chibás, que volvió a hacerse popular en Cuba. Entonces, Castro “desempolvó” a Chibás y lo convirtió en “líder <strong>com</strong>unista”. El sello reflejó otra mentira de Castro: el centenario. Al sacar el 27 de noviembre del 2001 un sello conmemorativo del “centenario” de Chibás, Castro aparentemente pretendió adelantarse a cualquiera en los honores a este líder, indiscutiblemente anti<strong>com</strong>unista que él quiso hacer aparecer <strong>com</strong>unista después de muerto. Porque el ya fallecido Raúl Chibás, hermano del líder, aseguraba que su hermano nació el 26 de agosto de 1907, no en el año 1901 <strong>com</strong>o sugería la aparición de este sello. 7 días/24 horas... www.libreonline.<strong>com</strong>...con noticias y fotos al momento <strong>15</strong>
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