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Los secretos de la mente millonaria - Las Mejores Herramientas ...

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crees que yo y todas <strong>la</strong>s <strong>de</strong>más personas que están viendo este programa somos idiotas? Más valdría que cogieses un poco <strong>de</strong><br />

ese dinero y le dieses un aumento <strong>de</strong> sueldo a tu agente <strong>de</strong> re<strong>la</strong>ciones públicas, Es <strong>la</strong> mejor frase, <strong>de</strong> <strong>la</strong>s que suenan bien en los<br />

titu<strong>la</strong>res, que jamás he oído”.<br />

Sentí brotar en mi interior <strong>la</strong> negatividad y, justo a tiempo, me pillé a mi mismo antes <strong>de</strong> que <strong>la</strong> energía negativa se apo<strong>de</strong>rase <strong>de</strong><br />

mi “Borra, borra, gracias por participar, grité en voz alta a mi <strong>mente</strong>, para ahogar aquel<strong>la</strong> voz <strong>de</strong> resentimiento.<br />

No podía creerlo; allí estaba yo, el Sr. Mente <strong>millonaria</strong> en persona, albergando resentimiento hacia Halle Berry por el dinero que<br />

había ganado. Le di rápida<strong>mente</strong> <strong>la</strong> vuelta y comencé a gritar a pleno pulmón: “¡Genial, chica! ¡Duro con ellos! Se lo has hecho<br />

<strong>de</strong>masiado barato, ¡<strong>de</strong>berías sacarles 30 millones <strong>de</strong> dó<strong>la</strong>res! Muy bien, Te lo mereces”. Me sentí mucho mejor.<br />

In<strong>de</strong>pendiente<strong>mente</strong> <strong>de</strong>l motivo que el<strong>la</strong> tuviese para querer todo aquel dinero, el problema no era el<strong>la</strong>, era yo. Recuerda: mis<br />

opiniones no influyen en <strong>la</strong> felicidad o en <strong>la</strong> riqueza <strong>de</strong> Halle, pero si en mi felicidad y mi riqueza. Recuerda también que los<br />

pensamientos y opiniones, al entrar en tu <strong>mente</strong>, no son buenos ni malos, correctos o incorrectos, pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, al entrar en<br />

tu vida pue<strong>de</strong>n influir tanto positiva como negativa<strong>mente</strong> en tu felicidad y en tu prosperidad.<br />

En el momento en que sentí aquel<strong>la</strong> energía negativa recorriéndome, se dispararon mis a<strong>la</strong>rmas <strong>de</strong> “observación” y, usando el<br />

entrenamiento que me he dado a mi <strong>mente</strong>, neutralicé rápida<strong>mente</strong> <strong>la</strong> negatividad <strong>de</strong> mi <strong>mente</strong>. No tienes por qué ser perfecto<br />

para hacerte rico, pero sí es necesario que reconozcas cuándo tu forma <strong>de</strong> pensar no resulta estimu<strong>la</strong>nte para ti o para los<br />

<strong>de</strong>más, vuelve rápida<strong>mente</strong> en pensamientos más constructivos. Cuanto más estudies este libro, más rápido y fácil será este<br />

proceso, y si asistes al Seminario Intensivo Mente Millonaria, acelerarás tu progreso <strong>de</strong> forma espectacu<strong>la</strong>r. Sé que no <strong>de</strong>jo <strong>de</strong><br />

mencionar el curso Mente Millonaria, pero, por favor, comprén<strong>de</strong>lo, no sería tan categórico con respecto a este programa si no<br />

viese yo mismo los fenomenales resultados que consigue <strong>la</strong> gente en su vida.<br />

En su extraordinario libro Millonario en un minuto, mis buenos amigos Mark Víctor y Robert Allen citan <strong>la</strong> conmovedora historia <strong>de</strong><br />

Russell H. Comell, según es contado en su libro Acres <strong>de</strong> diamantes, escrito hace ya más <strong>de</strong> cien años:<br />

Yo digo que <strong>de</strong>beríais haceros ricos, y que es vuestra obligación haceros ricos. ¡Cuántos <strong>de</strong> mis piadoso hermanos me dicen:<br />

“Y usted siendo sacerdote cristiano, ¿se pasa el tiempo recorriendo el país, arriba y abajo, y aconsejando a los jóvenes que se<br />

hagan ricos, que ganen dinero?”! Sí c<strong>la</strong>ro que sí.<br />

Dicen: “¡Qué horror! ¿Por qué no predica usted el Evangelio en lugar <strong>de</strong> ir predicando que los hombres ganen dinero?” Pues<br />

porque ganar dinero <strong>de</strong> manera honrada es predicar el Evangelio. Por eso, <strong>Los</strong> hombres llegan a ser ricos pue<strong>de</strong>n ser los<br />

hombres más honrados que encuentres en <strong>la</strong> comunidad. U algún joven <strong>de</strong> los presentes esta noche pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir: “Ah, pues a mí<br />

me han dicho toda mi vida que si una persona tiene dinero no s nada honrada, que tener mucho dinero es <strong>de</strong>shonroso, mezquino<br />

y <strong>de</strong>spreciable”. Amigo mío, ese es el motivo <strong>de</strong> que tú no tengas dinero, el tener esa i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> <strong>la</strong> gente. Eso en lo que esta basada<br />

tu fe es <strong>de</strong>l todo falso. Permitidme que os diga c<strong>la</strong>ra<strong>mente</strong> que noventa y ocho <strong>de</strong> cada cien hombres (y mujeres) ricos <strong>de</strong> América<br />

son honrados. Por eso son ricos. Por eso se les confía dinero. Por eso mantienen gran<strong>de</strong>s empresas y encuentra toda <strong>la</strong> gente<br />

que quieran para trabajar con ellos.<br />

Y otro joven dice: “A veces oigo hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> hombres que consiguen millones <strong>de</strong> dó<strong>la</strong>res <strong>de</strong> forma <strong>de</strong>shonesta”. Si por supuesto,<br />

también yo. Pero, <strong>de</strong> hecho, son casos tan excepcionales que los periódicos hab<strong>la</strong>n <strong>de</strong> ellos como noticia, y lo hacen constante<strong>mente</strong><br />

hasta que te formas <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que todos <strong>la</strong>s <strong>de</strong>más personas ricas se hicieron ricas con métodos <strong>de</strong>shonestos.<br />

Amigo mío, tu llévame a los barrios <strong>de</strong> <strong>la</strong>s afueras <strong>de</strong> Fi<strong>la</strong><strong>de</strong>lfia y preséntame a los propietarios <strong>de</strong> <strong>la</strong>s casas que hay en<br />

los alre<strong>de</strong>dores <strong>de</strong> esta gran ciudad, casas tan hermosas, con jardines y flores, esas espléndidas y artísticas casas, y yo te<br />

presentaré a <strong>la</strong>s mejores personas <strong>de</strong> <strong>la</strong> ciudad, tanto por su carácter como por su empresa. El hecho <strong>de</strong> ser propietario <strong>de</strong> su<br />

casa hace más honorable, honrado y puro, auténtico ahorrados y cuidadoso a quien <strong>la</strong> posee.<br />

Predicamos en contra <strong>de</strong> <strong>la</strong> codicia en el púlpito y empleamos los términos “cochino dinero” <strong>de</strong> forma tan extrema que los cristianos<br />

se forman <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que tener dinero es malo para cualquier hombre. El dinero es po<strong>de</strong>r, ¡y <strong>de</strong>berías ambicionar razonable<strong>mente</strong><br />

poseerlo! Deberíais porque podéis hacer un mayor bien con él que sin él. Es con dinero como se imprimieron vuestras Biblias,<br />

como se construyeron vuestras iglesias, como se envía a vuestros misioneros y como se paga a vuestros predicadores. Yo<br />

digo, pues, que <strong>de</strong>beríais tener dinero. Si podéis llegar a ser rico honrada<strong>mente</strong> es vuestro religioso <strong>de</strong>ber hacerlo. Es un error<br />

espantoso por parte <strong>de</strong> esas piadosas personas pensar que, para ser piadosos, <strong>de</strong>ben ser terrible<strong>mente</strong> pobres.<br />

El pasase <strong>de</strong> Conwell hace varias observaciones excelentes. La primera <strong>de</strong> el<strong>la</strong>s se refiere a <strong>la</strong> capacidad <strong>de</strong> generar confianza.<br />

De todos modos los atributos necesarios para hacerse rico, hacer que los <strong>de</strong>más confíen en ti <strong>de</strong>be entrar en los primeros<br />

puestos <strong>de</strong> <strong>la</strong> lista. Piénsalo: ¿harías negocios con una persona en quien no confiases, al menos, hasta cierto punto? ¡Ni hab<strong>la</strong>r!<br />

Eso significa que para hacerte rico es muy probable que mucha, mucha, mucha gente <strong>de</strong>ba confiar en ti, y también es muy<br />

probable que para que esa mucha gente confíe en ti, tengas que ser total<strong>mente</strong> digno <strong>de</strong> confianza.<br />

¿Qué otros rasgos necesita una persona para hacerse rica y –lo que es incluso más importante- permaneces rica? No cabe

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