10.05.2013 Views

Los secretos de la mente millonaria - Las Mejores Herramientas ...

Los secretos de la mente millonaria - Las Mejores Herramientas ...

Los secretos de la mente millonaria - Las Mejores Herramientas ...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

“¡Me centro en construir una fortuna neta!”.<br />

Tócate <strong>la</strong> cabeza y di:<br />

“¡Tengo una <strong>mente</strong> <strong>millonaria</strong>!”.<br />

ACCIONES DE LA MENTE MILLONARIA<br />

1. Céntrate en los cuatro factores <strong>de</strong> <strong>la</strong> fortuna neta: Incrementar tus ingresos, tus ahorros y tus rendimientos <strong>de</strong> inversión, y<br />

reducir tus gastos simplificando tu estilo <strong>de</strong> vida.<br />

2. Averigua tu fortuna neta. Para ello, suma el valor <strong>de</strong> todo lo que posees (tu activo) y resta el valor total <strong>de</strong> lo que <strong>de</strong>bes (tu<br />

pasivo). Comprométete a seguir <strong>la</strong> pista y revisar <strong>la</strong> situación cada trimestre. En virtud <strong>de</strong> <strong>la</strong> ley <strong>de</strong>l enfoque, aquello a lo que<br />

le sigas <strong>la</strong> pista aumentará.<br />

3. Contrata a un p<strong>la</strong>nificador financiero reconocido o que trabaje con una compañía <strong>de</strong> renombre y acreditada. El mejor modo<br />

<strong>de</strong> encontrar a un buen p<strong>la</strong>nificados financiero s pedir referencias a amigos o socios.<br />

Bonificación especial: Entra en www.millionairemindbook.com y haz clic en Free book bonuses para recibir gratuita<strong>mente</strong> tu “hoja<br />

<strong>de</strong> seguimiento <strong>de</strong> <strong>la</strong> fortuna neta”.<br />

Archivo <strong>de</strong> riqueza N. 14<br />

La gente rica administra bien su dinero. La gente pobre administra mal su dinero.<br />

Thomas Stanley, en su libro The Millionaire Next Door (El millonario <strong>de</strong> al <strong>la</strong>do), entrevistó a millonarios <strong>de</strong> toda Norteamérica y<br />

escribió sobre quienes son y cómo lograron su riqueza. <strong>Los</strong> resultados pue<strong>de</strong>n resumirse en una so<strong>la</strong> y breve frase: “<strong>Los</strong> ricos<br />

administran muy bien su dinero. La gente pobre lo administra mal.<br />

No estoy afirmando que <strong>la</strong>s personas adineradas sean en absoluto más listas que <strong>la</strong>s pobres: simple<strong>mente</strong>, tienen hábitos<br />

distintos en lo que respecta al dinero. Como dije en <strong>la</strong> primera parte <strong>de</strong> este libro, estos hábitos se basan principal<strong>mente</strong><br />

en nuestro condicionamiento pasado. Así pues, en primer lugar, si no estás administrando <strong>de</strong> manera a<strong>de</strong>cuada tu dinero,<br />

probable<strong>mente</strong> fuiste programado para no hacerlo. En segundo lugar, es casi seguro que no sabes cómo administrar tu dinero<br />

<strong>de</strong> un modo que resulte fácil y eficaz. No sé tú, pero don<strong>de</strong> yo iba a <strong>la</strong> escue<strong>la</strong> no se daba <strong>la</strong> asignatura <strong>de</strong> Administración <strong>de</strong>l<br />

Dinero. En lugar <strong>de</strong> eso nos instruyeron mucho acerca <strong>de</strong> <strong>la</strong> Guerra <strong>de</strong>l 1812, que, por supuesto, es algo que utilizo mucho cada<br />

día sin excepción.<br />

Pue<strong>de</strong> que no sea una frase muy bril<strong>la</strong>nte, pero todo se reduce a esto: <strong>la</strong> única y más gran<strong>de</strong> diferencia entre <strong>la</strong> prosperidad<br />

económica y el fracaso económico es lo bien que administres tu dinero. Es sencillo: para dominar el dinero <strong>de</strong>bes administrarlo.<br />

<strong>Los</strong> pobres o bien administran mal su dinero o bien evitan directa<strong>mente</strong> el tema monetario. Hay muchas personas a <strong>la</strong>s que no<br />

les gusta administrar su dinero porque, en primer lugar, dicen que hacerlo restringe su libertad y, en segundo lugar, afirman que<br />

no tienen suficiente dinero que administrar.<br />

En cuanto a <strong>la</strong> primera excusa, administrar el dinero no restringe tu libertad; al contrario, <strong>la</strong> incrementa. Administrar tu dinero te<br />

permite acabar creando libertad económica para que no tengas que trabajar nunca más. Para mí, eso es <strong>la</strong> auténtica libertad.<br />

En cuando a los que arguyen <strong>la</strong> razón siguiente: “no tengo suficiente dinero que administrar”, están mirando por el extremo<br />

equivocado <strong>de</strong>l telescopio; más que <strong>de</strong>cir: “Cuando me sobre el dinero comenzaré a administrarlo”, <strong>la</strong> realidad es: “Cuando<br />

comience a administrarlo me sobrará el dinero”.<br />

Decir: “Empezaré a administrar mi dinero en cuanto este al día” es como si una persona con exceso <strong>de</strong> peso afirmase: “Empezaré<br />

a hacer ejercicio y dieta en cuanto pierda cinco kilos”. Es comenzar <strong>la</strong> casa por el tejado, lo cual no lleva a ninguna parte… ¡o<br />

incluso hacia atrás! Primero empieza a administrar a<strong>de</strong>cuada<strong>mente</strong> el dinero que tengas y <strong>de</strong>spués tendrás más dinero para<br />

administrar.<br />

En el Seminario Intensivo Mente Millonaria cuento un re<strong>la</strong>to que l<strong>la</strong>ma mucho <strong>la</strong> atención a <strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> los asistentes. Imagina<br />

que vas caminando por <strong>la</strong> calle con una niña <strong>de</strong> cinco años. Topáis con una he<strong>la</strong><strong>de</strong>ría y entráis. Le compras un he<strong>la</strong>do <strong>de</strong><br />

cucurucho Al salir <strong>de</strong> <strong>la</strong> he<strong>la</strong><strong>de</strong>ría, ves que el cucurucho empieza a temb<strong>la</strong>r en <strong>la</strong>s manitas <strong>de</strong> <strong>la</strong> niña y, <strong>de</strong> repente, plof: el he<strong>la</strong>do<br />

sale <strong>de</strong>l cucurucho y se cae al suelo.<br />

La niña comienza a llorar, así que volvéis a entrar en <strong>la</strong> tienda y, cuando estás a punto <strong>de</strong> pedir por segunda vez, <strong>la</strong> niña se fija en<br />

un colorido letrero con <strong>la</strong> fotografía <strong>de</strong> un cucurucho “<strong>de</strong> tres bo<strong>la</strong>s”. Seña<strong>la</strong> <strong>la</strong> foto y grita emocionada: “¡Quiero aquel!”.<br />

Bueno, he aquí <strong>la</strong> cuestión: siendo <strong>la</strong> persona amable, afectuosa y generosa que eres, ¿acce<strong>de</strong>rás a comprarle a esta criatura el<br />

he<strong>la</strong>do <strong>de</strong> tres bo<strong>la</strong>s? Tu respuesta inicial podría ser “C<strong>la</strong>ro”. Sin embargo, al consi<strong>de</strong>rar <strong>la</strong> cuestión un poco más <strong>de</strong>tenida<strong>mente</strong>,<br />

<strong>la</strong> mayoría <strong>de</strong> los participantes en nuestro seminario respon<strong>de</strong>: “No”. Porque, ¿querrías arrojar a <strong>la</strong> niña al fracaso? La criatura

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!