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Libro-Oraciones que Sustentan - Iglesia Adventista Agape

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En una mañana fría de invierno en San Francisco, una mujer <strong>que</strong><br />

estaba en moto, se dirigió a la cabina de peaje y dijo sonriendo: “Quiero<br />

pagar mi peaje y de los otros seis carros <strong>que</strong> están detrás de mí”.<br />

Uno tras otro, los seis carros <strong>que</strong> estaban detrás de ella llegaron a la<br />

cabina con sus dólares en la mano y se les dijo: “¡Su peaje ya fue pagado<br />

por una mujer <strong>que</strong> está allá adelante! ¡Que tenga un buen día!”<br />

La mujer de la moto había leído la frase: “Haz el bien sin mirar a<br />

quién” <strong>que</strong> estaba pegada en la refrigeradora de un amigo. Estas palabras<br />

llamaron tanto su atención <strong>que</strong> las copió y las puso en práctica.<br />

Judy Foreman vio esa misma frase escrita con spray en la pared<br />

de un almacén. Le gustó y comenzó a escribirla en la parte superior<br />

de todas sus cartas. Su esposo, el profesor Frank, pegó la frase en el<br />

mural del aula, para <strong>que</strong> sus alumnos del séptimo año leyeran; una de<br />

las niñas era la hija de una columnista de un diario local.<br />

La columnista, a su vez, colocó la frase en el periódico admitiendo<br />

<strong>que</strong> a pesar de <strong>que</strong> le gustaba la frase, no sabía de dónde procedía o lo<br />

<strong>que</strong> realmente significaba.<br />

Dos días después, esa columnista escuchó hablar de Anne Herbert,<br />

una mujer <strong>que</strong> cuidaba las casas de otras personas y hacía otros<br />

servicios pe<strong>que</strong>ños. Fue en un restaurante <strong>que</strong> Anne tomó nota de la<br />

frase, después de pensar y meditar en ella por varios días, sacó la idea<br />

de <strong>que</strong> todo lo <strong>que</strong> usted encuentra <strong>que</strong> debe hacerse, debe hacerlo “sin<br />

mirar a quién”. Para Anne eso puede ser: entrar en colegios con ropa<br />

de trabajo y pintar los salones de clase; dejar refrigerios calientes en las<br />

mesas de gente pobre de la ciudad; poner dinero sin <strong>que</strong> se note en la<br />

cartera de una anciana <strong>que</strong> está en necesidad, y tantas otras formas de<br />

ayudar. Anne cree <strong>que</strong> la bondad puede expandirse gradualmente, así<br />

como la violencia.<br />

Ahora, esta frase se escribe en adhesivos, muros, cartas y tarjetas<br />

de visita, y a medida <strong>que</strong> va volviéndose más y más conocida, va aumentado<br />

la cruzada de la bondad. Vea como:<br />

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