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Libro-Oraciones que Sustentan - Iglesia Adventista Agape

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Dwight L. Moody, el gran evangelista, predicó en los Estados Unidos<br />

y en Inglaterra en la década de 1870. Como resultado, más de 900<br />

mil personas se convirtieron. ¿Cuál era el secreto de todo eso? Maryann<br />

Adelard, era la mujer <strong>que</strong> oraba mientras él predicaba. Moody<br />

también acostumbraba a poner 490 estudiantes del seminario de Northfield<br />

para realizar reuniones de oración y ayuno en favor de sus cruzadas<br />

evangélicas.<br />

La oración es nuestra más grande arma espiritual. Las dos cosas<br />

<strong>que</strong> Satanás más teme, son la oración y la multiplicación. La oración<br />

permite a Dios realizar cosas en períodos cortos de tiempo, algo <strong>que</strong><br />

nosotros no seríamos capaces de realizar sin él, en meses o años de<br />

trabajo, por<strong>que</strong> Dios actúa a favor del pecador a través de las oraciones<br />

de los santos.<br />

Cristo nos dejó un gran ejemplo. Como un hombre <strong>que</strong> vivió aquí<br />

en la tierra, dependía totalmente del Padre y de forma sistemática,<br />

todos los días, separaba un tiempo para estar a solas con Dios y poder<br />

conversar con él. “Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro,<br />

salió y se fue a un lugar desierto, y allí oraba” (Marcos 1:35).<br />

4. Comentario de la reflexión.<br />

5. Texto del Espíritu de Profecía:<br />

“En visiones de la noche pasó delante de mí un gran movimiento<br />

de reforma en el seno del pueblo de Dios. Muchos alababan a Dios. Los<br />

enfermos eran sanados y se efectuaban otros milagros. Se advertía un<br />

espíritu de oración como lo hubo antes del gran día de Pentecostés.<br />

Veíase a centenares y miles de personas visitando las familias y explicándoles<br />

la Palabra de Dios. Los corazones eran convencidos por el<br />

poder del Espíritu Santo, y se manifestaba un espíritu de sincera conversión.<br />

En todas partes las puertas se abrían de par en par para la proclamación<br />

de la verdad. El mundo parecía iluminado por la influencia<br />

divina. Los verdaderos y sinceros hijos de Dios recibían grandes bendiciones.<br />

Oí las alabanzas y las acciones de gracias: parecía una reforma<br />

análoga a la del año 1844”.<br />

Consejos para la <strong>Iglesia</strong>, p. 117.<br />

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