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Crónica
El Mariachi, alma musical de México
Silvia Linet Flores
En uno de sus textos, el profesor Efraín de la Cruz cita: “nuestra música tradicional, rica herencia
de sones y jarabes, es ritmo, ondulaciones y zapateados; romance y evocación, patriotismo,
valentía, adoración y alabanza; es río y arroyo; montaña, lago, luz, trueno y relámpago;
sembradío, parcela, conquista, protesta, revolución, añoranza, dulzura, amargura, canto a la mujer y
mucho más. Hay que hacer vibrar las cuerdas de una guitarra y saber qué se siente llevar el mariachi a
la ventana de la mujer amada; bailar y lanzarle al piso el sombrero como gesto de cortesía y viril
nobleza”.
Estamos de acuerdo con esta descripción tan poética de nuestra música de mariachi que a la
fecha ya se conoce en todo el mundo. Existen magníficos grupos de mariachi en Roma, Madrid, París,
EUA, Canadá, Grecia, Bélgica, Chile, Paraguay, Argentina, Costa Rica, Venezuela, entre otros, y
hasta en Japón.
Contribuyeron a este fenómeno de difusión, Silvestre Vargas y Francisco Sánchez Flores a
partir del descubrimiento del Mariachi Salinas, el más antiguo de Jalisco.
Sánchez Flores mejor conocido como “Pancho Panelas”, muralista, bailador, médico partero,
maestro, historiador y costumbrista, descubridor del Son de la Culebra, fue quien compuso los pasos
bailables que reflejan al ondular, la búsqueda de magnanimidad y lucha a la vez.
Las primeras manifestaciones musicales de los pueblos cocas, raíces que son de mariachi en el
pitillo de carrizo, el tambor y chirimía, datan aproximadamente desde el año 1532.
En 1695 aparecen las notas musicales de María del Río, música indígena, luego la española que
rescató Dávila Garibi en lenguaje coca "María-Ce-Son", que significa: María Escucha mi Canción.
Para 1800 los coculenses se adueñaron de la música religiosa española y la adaptaron a sus
violines contrahechos.
Entre 1827 y 1830 se inventó la vihuela y se integró el primer mariachi Coculan del cual
desciende el Mariachi Salinas.
Gaspar Vargas, en 1840, forma el Mariachi Vargas de Gaspar que luego sería el Mariachi
Vargas de Tecalitlán.
Allá por el año de 1880, adquirieron mucha fama Los Violines del Cerro y el mariachi
coculense de los Hermanos García.
En 1886, el primer mariachi de Cocula visitó la ciudad de México; y en 1905, el mariachi de
Justo Villa se presentó en México ante don Porfirio Díaz, llevado por los hacendados de la Sauceda.
En 1906, Justo Villa volvió a la capital del país, se quedó allá y adquirió bastante fama entre
1910 y 1920, ya que se presentaba en el bar El Tenampa cuyos dueños eran de Cocula.
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