Narraciones y cantos al son del Cesar - libreriadelaU

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El mujeriego
Había una vez un abuelo al que le gustaba beber mucho. Trabajaba
en la finca por espacio de tres meses, y cuando bajaba al pueblo se
metía una borrachera de siete días. Le llovían las mujeres, a las que
trataba muy bien. Un día se quiso deshacer de una que estaba un
poco vieja y que, según las malas lenguas, era bruja. Tomó su mula
y la ensilló y partió para su finca. Su única compañía era un viejo
acordeón, el cual tocaba cuando comenzaba a subir la cuesta. Cantaba
décimas con una voz tan ronca que parecía que se iba a quedar sin
respiración.
Cuando iba a mitad de camino sintió que la mula subía con
dificultad, como si llevara mucho peso.
Él la echaba con los talones, pero la mula caminaba menos, parecía
que iba a morir. En eso, se le dio por mirar atrás, y cuál no sería
su susto cuando vio en el anca de la mula a una mujer. Enseguida
comprendió que eso era brujería. Comenzó a decir groserías contra la
mujer, y, cuando pretendía tumbarla con oraciones, esta se convirtió
en un pájaro negro que alzó el vuelo soltando unas carcajadas que lo
erizaron. El abuelo quedó paralizado, y prometió no volver a mujerear
más. Sin embargo, el día de su muerte lo lloraron más de veinte
mujeres.
Docente Miriam Aguirre Martínez