Narraciones y cantos al son del Cesar - libreriadelaU
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Semana Santa<br />
Es una fecha sagrada,<br />
dice mi mamá,<br />
pero a mí me confunde mucho<br />
porque veo a todo el mundo jugar.<br />
Costumbres de La Jagua de Ibirico<br />
Los <strong>al</strong>imentos que se consumían eran los dulces de bastimentos<br />
acompañados de bollos de maíz y queso, preparados por las abuelas.<br />
Se compartían con vecinos, amigos y familiares.<br />
Las carnes de res, cerdo, g<strong>al</strong>lina y anim<strong>al</strong>es de monte eran<br />
reemplazadas por las apetecidas tortugas que habitaban en el río<br />
Sororia, ubicado <strong>al</strong> nororiente de la población. Era difícil atraparlas<br />
porque las cuidaban los caimanes. El más indicado para esta faena<br />
era quien estaba conjurado o “cruzado”: sometido a un rito dirigido<br />
por el rezandero <strong>del</strong> pueblo. Se ponía a la per<strong>son</strong>a en manos de Dios<br />
por medio de credos y padrenuestros, y se santificaba. El conjurado<br />
debía meterse de frente <strong>al</strong> caimán y rascarle la mandíbula inferior para<br />
adormecerlo, instante que aprovechaba para amarrarlo con bejucos<br />
largos y fuertes, y neutr<strong>al</strong>izarlo. En ese momento se pescaban las<br />
tortugas en las cuevas de los caimanes.<br />
Los niños también participaban de los días santos: cambiaban<br />
oficios domésticos y trabajos por juegos, recolectaban frutos, que<br />
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