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D IR IG ID O POR JOSEF von STERNBERG
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Ayuntamiento de LA Madrid
OBRA INMORTAL DE DOSTOIEWSKY
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POPULAR FILM
Gerente: J a im e O l l v e l V ív e «
Direelor técnico y Administrador S. Torres Benel
Director literario: Lope F. M artínez d e Ribera
R»daetor-jefe: Enrique Vidal
Delegado «n Madrid: A nlonio G uzm án Merino
Narváez, 60
Redacción y Administración:
Peris, 134 y Villarroel, 186
Teléfonos 80150 - 80159
B A R C E L O N A
C O N C E S IO N A R IO E X C LU S IV O P A R A LA V E N T A EN ES PA Ñ A Y A M É R IC A : S o e i.d .á G « n .- .l E ip .ñ o l» d * L ib /.ri» , O i.tio f, »
P u b lio c lo n .., S. A ., B . r b . f i , 16, Bt c Ioo. : F .r r .i, 21, M .d r iJ : M á r tir « d . J « . , 20, lr

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r ^ - A y ! k J á L ¡ i £ v M i h L r : ' ^ . : . Á
SI cada aRoftíición de Ios"atítores teatrales da el noventa por ciento
de la i'íe c e s un rotun'Sos.^c^so para su autor—fracaso más glacial^
^ ^ l o s de la e sc e n a !^ « « u e el tedio que invade al especta­
dor le hfice/mover los pies con c ésgana—. ¿por qué se em peñan en
seguir utfo^ traí'^tso liacietiíio>,cin ^ ¿Eá que no les dice nada el fra-
caso a;enbP '’
En la cpnca pprsca lejana de de^ núes nuestro íjn s m udo hubimos de aguantar, soportar
y ^ f i n ^ a g a r,Ji;£ ¿ 1 ^ j ^guientes náuseas, toda una larga fila
de película:, qUe no.¿raivsino . zarzuelas, los sainetes y las comedias
que ocupaí»n las carteleras * los teatros. Y así un año, dos, tres,
cuatro, hast^vaue para le* -«pectadores llegó el mom ento terrible en
que no podían precisar si estaban en el cine o en el teatro. Y en la
duda hicieron la cruz a los dos. El cine español murió como todos los
organismos : por falta de jugo vital.
Cualquiera, por muy lerdo que sea, supondrá que la triste experien­
cia serviría de lección para orientar y acometer futuras empresas,
alejandolas del peligro. El dinero, el tiempo y el prestigio artístico
perdido o maltrecho de algunas personas que aún llevan la espina
clavada de aquellos fracasos, invitaban a creerlo. Pues— j oh, clarividencia
!—no fue así.
Despues de tres—( tres o cuatro ?—años en que comenzaron aquí
los primero? pinitos de producción, apenas^-desconsoladora palabra__
se ha hecho nada que marque un rum bo o una línea artística deter­
m inada. Casi todo manido, trillado, y cuando no torpe imitación, vulgar.
terriblemente vulgar.
Y demos gracias—nunca serán bastantes—a que no se desencadenó
sobre nosotros la tormenta anunciada en forma de películas de Muñoz
Seca, Arniches. Benavente, Marquina, etc., con música de Alonso y
Guerrero, piedras angulares de nuestra lírica popular.
Nos cuesta trabajo creer que estos autores, a los que tanto adm ira­
mos, pero a los que jam ás nos cansaremos de combatir en el terreno
cinematográfico, pensaran por un momento que podrían crear en nues­
tro suelo una producción inspirada por ellos. Indudablemente, no lo
meditaron. rQ u é podía esperar el público de su labor? ¿Nuevas for­
m as? No. puesto que nos las llevaban a la escena, oficfo flue todos
dom inan y donde podían desarrollarlas con toda libertad y el apoyo
sumiso de cómicos y empresas. ¿Nuevos asuntos? "Tampoco.' En el
teatro no los ensayaron. ¿Cómo habían, pues, de hacerlo en el cine,
entorpecida, además, su labor por la dificultad de expresarlas en im á­
genes? ¿Q ué harían entonces? Todo lo suponemos. Y apostamos do­
ble contra sencillo a que sería algo parecido a esto : los mocitos pintureros
y las chulilias del sainete de A rniches; los frescos de Muñoz
.Seca revolviéndose en una laguna de retruécanos ; la comedia azul y
em palagosüla de los Q uintero; los personajes engolados y alti.sonar
de Marquina, disparando octavas reales, y la sutil ironía de
vente. Es decir, exactamente punto por punto, autor por a u t o / todo
lo que el público no quiere soportarles en el teatro, idel que lu y e al
ver que a los autores se les ha parado el reloj en el i ñ o 1 9 1 o f ¿Dón­
de iría una producción orientada con tal bagaje artí«ico? Alffracaso.
Si no saben dar a la escena buenas comedias, que ed su o fitó . ¿cói
han de crear buenas películas en un arte al que lle g ^ n o v e l^ ? ¿ P c ^
qué empeñarse, sin conocimiento de la em presa qije a c o m é ^ , en /
dar cuerda al reloj cinematográfico en la misma ho'^- a en — qu« - ^
paró el teatral ?
Pretensión errónea de hacer de la pantalla una co
esc en a; lam entable equivocación de unos hom bres ilustres que c
solo anuncio de su firma popular preten
ün arte de juventud
con las mismas ideas y las mis obras queVljacek caminar
el teatro—su teatro— hacia la ñoñez y íj¡ vulgaridad ; de
buscar un ingreso en el cine cuando fcí ^j;pudimientQs del
se les van de entre las manos como julto cHlhgo ^'> eh \n il
tratar de anular en sí al artista preme liradamente atrofi
bilidad, convirtiéndose en fabricantes Ífíts de üias a
esto es. sentirse derrotados en el teatroV p«ai* l,.sl-« fen * g o con ar­
mas y bagaje; abandonar con un gesto\de in g ra titi^ íy desamor a
T alía al verla agonizante, cuando ella Ies Mió tod^ que darles po­
día ; dmero y gloria. Alguien nos dirá i, que usted no sabe lo
que podrían hacer en el cine ! j Quizá no fuera lo que usted piensa \

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Peier Lorre, qu« eocarna el
"rol" del «telin o Raikolnl'
koT. Sa prim er éxiio lo obtuvo
en el film "M". afiír-
m ando «a trianfo, m i« (arde.
en “El hom bre que «abia
d em a tta d o " , realizada en
Londrei, en **Lat 13 m aletai
del Sr. O. F .', en "El diablo
b la n co ' 7 en "Bomba* en
M ooiecarlo“.
Robert A lien, Iniírpreie del
“Dmitrí", ano de lo« perto-
nafei de niái difícil coniex'
tara p s ic o ló g ic a del film,
qae en breve no> preienta*
r i Colombia.
Marlan Marih y Peler Lorre, prota|(onU(a» centrale» del film, en ana de lu» eicen ai de m ayor dramatiímo.
• i’É cscritor actual, por poco que sus inqiiic-
■ Uitlcs vibren al impulMi de lo> imperativos
O ,lr la ójKH.-a, liabrá dcjiulo dí* sentir la li'n-
Incli’in l arte cinoin.itof'ráficu? H1 cine,
con su» vastos, amplios y distintos m idio'

ok>gia criminal, .-e lanza a luchar por la vida pn San
Pelersburgo. La miseria le acOE^ con furia terrible en
aquella saciedad que no conocía el término medio, y
que iba del esplendor fastuoso de la corte imperial a
la trágica miseria que incubó en el akna desesperada
de los dc&heredados de la fortuna el- impulso revolucionario
que en los principios de este siglo asombró
al mundo. U na hermana de Raskolnikov va a entregarse
en matrimonio a un hombre al que no ama, por
salvar la situarWSn de su familia. Y el estudiante, para
impedirlo, llega al crimen. Con un furor trágico, de
patetismo impresionante, le arranca la vida a una vieja
prestamista a cuya casa síVrdida acude con reiterada
insistencia por apremios de la m.is angustiosa necesidad.
Pero el crimen no salva nada. S o salva nada’,
pwque inmediatafnenie del'crim en surge el castigo.
El crimen se descubre, pero no se averigua quién lo
ha cometido. La justicia in\estiga con celo acuciador,
sin obtener resultado positivo. Pero no hace falta que
sea la justicia quien fuipiine el castigo poc el crimen.
Basta con que en la conciencia del estudiante se produzca
la catástrofe terrible de saberse culpable para
que el castigo—un castigo cruel, aplastante, agobia-
dor, de todas las horas, de todos los minutos—no deje
en su espíritu un sólo in.stante de paz. Esta paz espiritual
no llega hasta que por consejo de una desventurada
joven llamada Sonia, a la que conociera en
casa de la prestamista en trances tan angustiosos
como los que a él te llevaban allí, confiesa su crimen,
y la jusii'Ha al castigarlo libera a su conciencia dcl
deber de castigarlo por sí misma. La estepa siberiana
—a la que le sigue Sonia en la deportación—le devuelve
al estudiante la paz espiritual que le arrebató
su crimen.
Esta es toda la acción de la novela de Dostoiewsky.
Escasa acción en el sentido de dinamismo que a la
acción novelesca se suele conceder, pero que tiene en
la prosa del gran novelista ruso una amplitud y una
profundidad gigantescas. De toda¿ las obras de Dos.
toiewsky es acaso ésta la más atormentada, la m ás
patética. s comii'nzos de »u vida de escri-
lor hay un episodio que t-.'cpresa d

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C ata lin a B irc a n a a iiu v o * n H o lly w o o d , y rotornó a España
m i ( b a ila aún q u e cuando f« fuá... Paro .,, nada m á(.
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I líts nortcam oriiani'- lardanm vario- ¡iñ o s < ti t(), su prinoipid (>reocupai ión oonslsli.'i ur cierto— la'- principales lenjei Uír. paiM's de habla canlellana los iiniii.» que rontem()l¡diail con
Indiferencia el desarrollo artístico y comercial del cim in a.
P ero eslo era ayer. ílu y ... H a bastado que unas cuan tas ()clícu-
las realizadas en Ksparta, Méjicii y .ArHi'nlin;i alcanzaran un é.'cito
popular, clamiirtiso y un-Anime, para que nierci.'»I.
Piir esto, la-s ver.-.iones .'spañida.s que se realizaban en Holiywcxid
—que tam[XKo tenían, en su lot.il;’ i :ili l.ule-. arli-tiras sino
-ini[>Uniei>íd ha dado ,d cinem a i -•
paiiul.
G ra n d es films fustrados
I-'n i,..-, j.; años del rinriiui ¡..r ’ani' . : .1 ■- liíiüs hablados
en castellano que no: •n\í,il.,i ¡1 .1U\\..,.1 .;:m \i.i \lu.!a. lo.- piodtii [ui t - prel< lidian
ofrei'erno.- así,

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Ren¿ C lair, e l p rim e ro de le> d ire c to re t fr

p X a h h A > S ^ a S S e i V t ^
‘¿ Q u i ¿ y i ü í > £ O J U l£ fi. ^ QJS>tS¿, t & h h l É á o ,» S M l ^ X V l L S ? , . .
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NDUDABLEM ENTE oiuy pocos parisinos existen en la Villa Luz que no hayan oído hablar de est
alegre se le considera alocado. No se tiene en cuenta su juventud, su vitalidad, la atmósfera en qu

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Tre> g * ( t o ( d * P «ul M u n i an et film W a rn e r B re i «El In fiern o N eg ro », p e líc u la q u e no v e r e m o t en España, p o r
h a b a r sido p ro h ib id a p o r la censura n o rte e m e ric a n a , a la q u e ha e ip a n ta d e la te n d e n c ia te c la l d e l film.
A Galitzia, a fines del siglo pasado, soportaba dos yugns infam antes; el de Austria, a la cual había sido anexionada,
y el todavía más terrible de los cosacos. En los pueblecitos judíos, donde todavía hoy en día .->e encuentran
I j viejos con el levitón carncterístico de la raza judía y mujeres con la cabeza cubierta por la típica peluca de seda
negra, se oía demasiado a mi-nudi> e! galopar de los caballos cosacos en las noches de espanto...
Huyendo del terror de los progrrfn», una familia judía, los VVicscnfreund, huyeron de aquellos lugares trasladándose
a Lwow. Allí, fl 14 de octubre de 1S95, nació un hijo al que pu-iiierun el nombre de Muni.
En aquella ciudad pasaron unos años en la más completa miseria, hasta que al fin W iesenfrtund se decidió, al igual
que muchos otros de sus hermanos de razíi, a dejar aquellas ti«frras hostiles de Europa e ir a instalarse en la moderna
tierra di* promisión : Améi ica.
Si bien Muni li pasó su infancia en «I «ghetto» neojorkino, su familia guardaba fielmente las tradiciones y lo» ritos de
su tierra natal, 1, y la vida en casa de los \Vifscnfreund era patriarral y modesta.
Paul Wiesenfreund era actor, y a los doce años su hijo Muni fué iniciado en la carrera paterna, nada gloriosa ni
lucrativa en aquellos tiempos. El teatrito del tghettoi) era pobre ; cada actor debía desempeñar varios empleos, y el niño,
en sus principios, debió aprender a interpretar los más diversos papeles.
Hacia 1926 logró hacer su aparición en Broadway, di>nde trabajó en una revista titulada
«Los otros americanos!!. E ra la primera vez que aparecía en la escena c

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Marco AntDnio de i'CU'op.itra,
y el Rirardo, Coraznn
de I^H^n di' icl.as Cru/:!das)>.
las «Jos pclíiuhis do
De Milic, es un aclor
que era muy
popular en !a cii-cna
infjU'íia. Aparte
un fÍMio y un ros-
I Irci »nuy de aourrdo
I con ambos paixlvs,
piisco una d matices di‘
la e m o c ió n , (irarias
a MI voz, y sin
que intiTvinii'ra or no .sabu'
disponer las cosas como so debe, y falsee ún lanto ' escena al no saber dar e"
mi redacción el verdadero valor de los hech'
A pesar de IikI^ escucha, digo, lee:
Te decía^T la ^ lrn carta que te escribí d
a, que sudo

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LANCA, rubia, plasmada en nieve y oro, se la vela sonreír
en la cubierta de la mayor parte de los magazines ilustrados
de 1931. Quiz.^ sea ya demasiado tarde para hablar
de ella ahora...
Pero, no ; no debemos lanzar el manto del olvido sobre esta bella
mujer que vimos correr por la jungla, cubierta por una piel de
leopardo, con la larga cat^llera rubia flotando al viento, cual una
Kva después del pecado. La di«>sa blanca de «Trader H orn»! ¿O s
acordAis de ella? Edwina era en el film una especie de sedante,
con sus brusquedades de reina salvaje y sus encantos de mujer...
T an blanca entre el Infinito de negros; tan estrella entre los
indígenas nativos, que por el mismo precio servían de maquinistas,
acarreadores y figurantes. «Trader Horn» btuvo enorme éxito.
E-.te film abrió nuevos horizontes a la estragada mente de los
productores. L a serie de historias de la jungla, los Tarzán, los
hombres leones, etc., empezó. A pesar de ello, el film de Van Dike,
con todos sus trucos, ha sido el m ás sincero y valiente de todos
ellos. Para realizarle, una pequeña «troupe» de blancos vivió durante
nueve meses en plena selva africana, en una de las regiones
más inhospitalarias del Congo belga. Partieron un día del mes

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EORCt ^MUfifcjiació nació ol tí) de > a&ril iril di- di* iS!»S. Ticiii',
pi>r !o ■ ac(ualm«'n' a lu z a d o s en .--u carrera teatral y tinemulof'ráfic
Ivn su libro nUp the Year froui HKiomsbury», conru-
(ieortio Arliv- que su c»p importancia en su carn
como estrella.
F u^eliu quien le indujo a trasladarse «¡i^^rteam ír
con compañía Mrs. Pat Campbell, decS ón que
[Kir re-;ii!iado la ascensión G e o r-
9 * A r lU t d e « R tc h e lic u *, su ú ltim a ^ ran producción.
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se lo permiten y ello sta*factibli.-, sin restar tiempo a íu trabajo,
g u a n d o llegó el momento del regreso a Europa de la compañía de
Mrs CampU'll, F lo^oie dijo a ^u m arido: uNo te vayas. Quédate
en .Vroérica, dondé-debe- llegar muy pronto a ser estrella.»
Y í.e quedaron en la Unión, alcajs/ando el eslrellato haix> \e.ntisiete anos, on
adusto de i ^ , interpret;.n

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lo
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P0 NA1 D
C01IM4 N
EL"GENTLEMAN"
DEL CINEMA
POR
SVLViA MISTRAL
B oívida a Jos grandes actores dcl celuloide americano. A ios prestigiosos, graves
^ ,• intelectuales. Y en su lugar, contagiados por la frivolidad de las crónicas pu-
blicitarias de Hollywood, se llenan cuartillas y m ás cuartillas sobre el cubano César
Romero o se habla’ de la gracia rubia—de cocktail—de Bing Crosby. Estamos en
el siglo de las aparatosidades, de los luidos musicales, de los primeros planos, de las
cabelleras rubio platino. Los aficionados al cine claman actualidad. Y nosotros, en justa
respuesta, les hablamos con propios comentarios frívolos y ha.-ita paganos sobre 'ai
cur^-adas líneas de Mae West, los divorcios de Lupe Vélez o los escándalos amoroso»
de Jean Harlow.
Todo est') r.os lo ha hecho recordar una carta de mujer, firm ada por oEllan, una de
nuestras m ás asiduas kctoras. nEila-i se queja do que en las páginas de las revistas
cinematográficas sol¡i«n

I . p o rtero d e un g ra n estu d io cercan o a B erlín, ab re las puertas de par en p a r, a fin
d e d ejar paso a u n inacabable autom óvil. D espués del paso del vehículo p o n e cerenio-
niosam ente su reloj en h o ra. K a tc d e N a g y acaba de llegar. Son por lo ta n to , sin iu-
g a r a dudas, las o c h o en p u n to .
E n su cam erin o , p erp etu am en te florido g racias a la con stan cia de anónimos adm iradores,
K a te se h a en treg ad o a lo s cu id ad o s dol p elu q u ero y d e su doncella, que se encarg a d e vestirla.
P arece u n poco m a lh u m o rad a, porque kan solo h a podido dorm ir ocho horas y m edia,
lo cu a l, te n ien d o en cu en ta q u e su su eñ o h ab itu al es d e n u ev e horas diarias, la tien e u n po-
q uillo soliviantada...
S ilenciosam ente vig ila su m aquillaje, rectifica la línea d e u n a ceja, arregla u n rizo rebe'.*
de, depila a lg u n o s cabellos co rto s q u e fo rm an an tiestético penacho en la cim a d e su fren te,
h ace desaparecer u n p eq u eñ o p u n to ro jo q u e h a descubierto c o n la ayuda de u n espejo de
a u m e n to ..., y a las 8’27, ex a ctam en te, le sirven su h ab itu al café con leche, acom pañado
d e u n panecillo c o n m a n te q u illa ; diez m in u to s m ás ta rd e absorbe un pequeño y o g o h u rt, y
seg u id am en te dedica u n c u a rto d e h o ra a rep asar lo s papeleó d e las escenas q u e debe in terp
re ta r d u ra n te e l día. C u an d o al d a r las n u ev e el regisseur llam a a ¡a puerta de su cam erino
p a ra saber si está y a disp u esta, ella se halla y a en el «plateaun.
E sta m »K hacha, h ú n g a ra de n acim iento, q u e a los diez y seis años tan sólo sabía e x p re ­
sarse en su lengua n a ta l, ru e d a ho y en día versiones en francés, inglés y alem án, co n corrección
exquisita.
E n el estudio, en g racia a su p u n tu a lid a d , se le i>erdonan i>equeflas excentricidades q u e.
d ad a la disciplina germ án ica, no serían to lerad as a nadie; p o r ejemplo, el fum ar en el i(set>i.
H o y m ism o h e asistido a u n o d e esos casos... A l te rm in a r u n a escena K ate enciende u n ei-
g a rr illo ; la habitación está llena d e letreros re c o rd a n d o la prohiW ción de fum ar, bajo las
m ás severas p enas. C u a tro bom b eros se hallan en la pieza para velar por la estricta observ
an cia de esta disposición. D esde q u e K a te h a d ejado o ir el chasquido del fósforo, los c u a ­
tro h a n m arch ad o a la p a rte m ás d ista n te del «plateaun, p u es saben que toda ten tativ a para
im p ed ir q u e ella fum e sería vana. U n a sonrisa a este, u n a m irad a suplicante al otro, u n a frase
im p lo ran te al tercero, etc., y lo s h a desarma

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REPORTAJES S E N S A C IO N A L E S
Cómo se hace un documental de fieras
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E m u\ bien que al ro n ta i ]o que vi íii los m aravillosos estudios
cincmatofiiTáficos «K o iü a Film », de la felicísima
HiiilvwiKx!, m ien tras Filmaban el ^r¡in docum ental uCon-
( j j j o a Jav a j al C onpo», p n > v c H : a r á la ira de los productores
que d u ran te m ucho tiem po llenaron las pantallas de t(«io ei
m undo, con docum entales film ados en las selvas africanas
o en las lejanas y ex u b eran tes islas ile la exótica A ustralia.
Y clam arán co n tra m i, porque después de h aber leído este
reportaje auténtico de la film ación de un diK'umental. nadie
tem blará de espanto ante el }fig-antesco p rim er plano de una
cabeza de m elenudo león, o la terrible ixK'a de una pantera
con sus hileras de blanquísim os dientes y afilados colmillos.
T o d o s los espectadores sin excepción, h abrán estad o m ás
cerca de las fieras que los heroicos «cam eram ens» que tom an
est'enas de la «selva virffenw. A hora os co n taré lo que vi en
-K o rila Film » y veréis cóm o no es tan bravo el león com o lo
retratan los ucam eram ens» de H
em prender el cam ino de los estudios sin desayunar, sin ponerm
e la co rb ata y h a sta sin lavarm e.
D esde m ucho an tes de llcfíar se oian los ruf^idos de los
leones mezclarlo.^ con los m ugidos de los to ro s, el cacarear
de las p allin as y el enorm e g riterío de un ejército de m onos,
coreados por los m ayidos de un batallón de g ato s. P o r e! ¡ a-
m ino nos encontram os varios g ru p o s de neg ro s que m artiia-
han hacia los estudios p a ra «dar am biente» al film. C uando
entram os, com enzaban los p reparativos p ara el rodaje de lu'i
prim eras escenas.
l ’n verdadero ejército de «arpinteros, pintores y p —nes,
term inaban el m ontaje de un g ra n trozo de bi>sqii

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B ela l « 9 0 »i, a lg u fto i de cuyo» m o-
m «n le > e i n e m « l o 9 '* f * « ® *
co m e ilu (tr«ció n a esta pá g ín fli b«
t id o « le g ld o p o r los in q ie te s p a f»
In te rp re ta r e l p e rso n a l» central de
• El m iíie r lo d e l M a rfa C e l e í t e .— El
co n d e d e «Drácula»; el m ed ico de
E
» i acto r h ú n g aro -ru m an o B ela L ugosi es bien conocido en tre nosotros
lK>r sus papeles im presionantes y trágicos. P ersonifica e n la cinem a-
tografía actual al tip o m ás acabado y perfecto de traid o r, m o nstruo,
in h u m an o , devorador d e vidas y de ho n ras. S on papeles an tip ático s, que
req u ieren u n alto sen tim ien to d ram ático y u n ta len to nada
c o m ú n . P ero así com o B oris Kar'.off h a sido rodeado desde
su éx ito en « E l d o cto r F ran k en stein » co n u n a aparatosa p u ­
blicidad, u n reclam o in sisten te y acaso algo excesivo. Bela
L ugosi h a perm anecido en v u elto en u n a indiferencia pu b licita
ria , q u e en la actu alid ad lo favorece, pues el público sabe
de sobras q u e no está m u c h as veces b ajo e l p rim er p la ao re ­
lum broso e l m ejor actor, el q u e m ás se lo m erece... B oris K arloff,
ap arte d e su m aquillaje original y m isterioso exhibido
en c a d a u n a de sus producciones, ac tú a secam ente, ásp eram
en te, sin extiresar co n e l g esto la h o n d u ra de la actuación
d ram ática. A l n a tu ra l, sin m aquillaje, .sin fondos oscuros y
sin m úsica e x tra ñ a , el p ro tag o n ista d e »L a m om ia» es com pleta
m en te insípido, m u y al c o n trario d e Hela L ugosi, qtie a
pesar d« la a c ritu d n a tu ra l de su s roles, m uestra su talen to , su estilo artístfco,
perten ecien te a la vieja escuela dram ática que obliga al acto r a «vivir's
u caracterización, d án d o le m atices d e realism o y veracidad.
Ik ’la L ugosi desde su ju v e n tu d se dedicó al teatro , llegando a ser u no de
tos actores m á s destacados del T e a tro N acio n al de B u dapest. D espués de
la g u e rra eu ro p ea m arch ó de su p aís en busca d e o tro s horizontes m ás am -
lilios, N orteam érica, fué su m eta. E n los E stad o s l^nidos form ó p a rte de
u n a ag ru p ació n te atral h ú n g a ra q u e recorría las ciu d ad es del in terio r con
u n repertorio nativo.
L u e g o se dedicó a l estu d io del idiom a inglés, porque su trab ajo en la
com pañía h ú n g a ra e ra escasatnente retribtiído. A l poco tiem po d eb u tab a en
las tablas estadounidenses desde el escenario m odesto de un te atro d e b a ­
rrio. M ás ta rd e se le d ió u n p ap el de im i)ortancia en u n te atro im p o rtan te
de N ew Y o rk , siendo u n fracaso ro tu n d o , obedecido acaso a su defectuosa
pronunciación o a su com pleto desconocim iento de la técnica te atral n o rteam
ericana, m u y d istin ta d e la europea. N o volvió a tra b a ja r h asta q u e d o ­
m inó p o r com iileto la le n g u a inglesa, y luego no ta rd ó en co nvertirse por
su fuerza dram ática y s u personalidad artística en u n o d e los actores m á-
apreciados p o r el p ú b lico new yorquino. Y a fam oso, fu é co n tra ta d o p o r las
em presas cinem atográficas, destacándose siem pre p o r sus papeles siniestros
y m isteriosos. ¿Q u ién n o recu erd a a Bela L u g o si encarn an d o en «D rácula»
al v am p iro esp elu zn an te y fa n tá stic o ? ... M as, sin em bargo,
com o h a su ced id o a m uchísim os a rtistas d e g ran sentim iento
a rtístico , N orteam érica no apoyó cin em atográficam ente a n u es tro pro tag o n ista, relegándolo a u n seg u n d o p lano. H ollyw ood
n o co m p ren d e m u c h a s veces a ios actores m ás prestigiosos,
m ien tras apoya a o tro s q u e n o se lo m erecen. T enem os el caso
cercan o d e L ilian H a rv e y , la lin d a estrella europea, q u e, dotada
Jas aguas, vicniiia u c:„iostrn« m arítim os M as nosotros n o n o s referim os a éstos, sm o a
tam b ié n la causa d e « n t e n a ^ s de e l tiem p o convirtió «n ley en d a. Se
los b u q u es desaparecidos, a q desaparecidos L a frag ata «A tlanta», q u e p artió desde unas
p u ed en se fu p o d e ella. C om o el b arco m e r c n te
S r ^ L . (lue desapareció en el m ar de las A ntiU as, sin q u e n u n c a la civilización supiera la
í f u s l de a c u d ía pérdfda. A sim ism o se perdió en el olvido d e los m ares el yate am ericano « R ^
causa oe aqueiia p de R ío de Janeiro u n a noche estrellada d e ju m o , ru m b o a la
y a b , q u e dejó barco rom pehielos ruso .T a n ia » , que acaso d e s a p a r e ó en ­
Ayuntamiento de Madrid
tre los hielos del N orte, p ero q u e a ciencia cie rta n ad ie lo sabe O com o el velero
p an am eñ o «Trópicos», q u e atravesó el c a n a l en los prim eros días d e agosto del
año 1Q30 para hacer u n viaje recreativo p o r los m ares del S u r y q u e el_ m isterio
lo c u S ó co n su velo g ris... E l m a r h a sido e; ú n ic o testigo de esas m isteriosas
desapariciones, de esas trag ed ias horribles q u e tu v iero n por lecho la arenosa pro-
i
I
L ■ >
^” E ? Í ñ u m r n Í r d e .E l m isterio del María Celestes es la historia o ley en d a del
b u q u e m isterioso que, desplegadas las velas, n av eg a e n alta m a r acan elad o por
las o la . inquietas de la inm ensidad azulada. E s el b u q u e d e s a p a r^ id o al q u e ei
tiem po h u n d ió en el olvido... E s e l velero desierto, s m tripulación al q u e encucnt^an
ios otros buques en las ru ta s m arítim as, le h acen las señales de rigor.
sm q u e coiito.ste otra cosa q u e u n eco p rofundo y
g randioso, ta n g ra n d e y solem ne com o el desierto
saiado. ¿Q u é m isterio se encierra en el b u q u e solita
rio ? ... ¿Q u é m ano invisible hace conservar la
estabilidad al v e le ro ? ... ¿Q u ién dirige e l barco
en ru ta s alejad as de los p u e rto s civilizados?...
Sólo la ley en d a sab e de aq u el tenebroso dram a
del m ar. E n v erd ad , nadie sabe la realid ad de lo
sucedido a l «M aría C elesto i, el velero airoso, o rg
u llo d e los m ares tranquilos. S u h isto ria p erm
anece en e l in có g n ito , en el m ás p ro fu n d o de
ios m isterios. E l cin em a llev ará a las m u ltitu d es
la leyenda m aravillosa y m isteriosa que cubre al
«M aría C eleste», y en el p ap el d e m arin
o loco estará B ela L u g o si, el actor
ru m an o . C u b ierto p o r la m áscara triste,
la expresión indefinida del orate,
Bela L ugosi n o s d ará u n a in te rp re ta ­
c ió n g e n ia l y talentosa. S u caracterización
ex tra ñ a n o s d a rá u n a m uestra
de su ÍLtimo sen tim ien to artístico, tan
echado a p e rd e r p o r el o ro yaiike.
son frases líricas, ex p resad as p o r m ero
afán p u blicitario, falsos reclam os o
k bluff solam ente. E l p ú b lico español
L te n d rá ocasión d e ju z g arle cu an d o la
^ ley en d a tenebrosa del velero desapare-
cido, llevada al lienzo 6ajo ese títu lo
sonoro d e «E l m isterio del María Ce-
leslea, Uegue a nosotros, in terp retad a
(ContinÚA en I n f o rm a e I o n « >)
» v!.
». I
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ESTUDIOS
•J :
CINEMATOGRÁFICOS
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PRINCIPE DE V ER G A R A, 84
T E L É F O N O 6 0 5 0 0
MADRID
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M íq n ific o «hAll» d e l e d ilic io d o n d e e s tin in tl< l« d « i las oficinas y algu nas d e p e n d e n c ia » (é cn ic a t d e l
e tiu d io . La fu n tu o iid a d d e e t t o t nuevo» e tiu d io i q u e d a b ien p a le n liz a d a en la p resen te fo to g rafía.
D e iz q u ie rd a a derecha:
Laboratorios para e l re v e la d o ; un aspecto d e la sala de m o n ta je ; cab ina d e sonido.
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Ayuntamiento de Madrid
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V is ta g e n e ra l d e los Estudies R ep lence.
Características de estos Estudios
imiiiiiiiiinmiiiiiiiiiiiimiiiiiiiiiiiMiKiiniiinintimiimiimiiMiMiiiiiiitiiiiiiiMmiHilinuiDiiHiiiiMiMiiiiiiMiiiiiuHuiiHMiiMiHuiiiiiiMiii
Dimensiones del Estudio
Largo, 3 8 ms.¡ ancho, 2 0 ms.¡ a lto , 15 ms.
Situada en el centro d e l Estudio se halla una piscina de las siguientes
dim ensiones: Largo, 1& ms.; ancho, 12 ms.; profundidad, 6 ms.
Sistema de iluminación
Es el más p e rfe cto y com pleto que se conoce hasta la fecha. D e la
casa W e in e rt, de Berli'n.
Sistema de sonido
B re using - R o p te n ce .
Laboratorio
Equipado to ta lm ente con los aparatos y m aquinaria de la casa Unión,
de Berli'n.
Sala de montaje
Estos aparatos, com o los a nte rio re s, son de suma precisión y de la
casa U nión, de Berlín.
Sala de proyección
D ecorada y am ueblada p o r et Sr. Pierpa.
Cabina de proyección
Equipada con dobles aparatos Roptence.
Sala de sincronización
Equipada con el tom asonido Breusing-R optence.
Cámaras de tomavistas
C inephone, últim o m odelo, S uper-P arvo y Parvo.
Camión para exteriores
Breusing - Roptence.
Arquitectos de los Estudios
Sres. Sanz y Fonseca.
Las películas re a liza d a s en estos E stud ios están
avalad as p o r la más p e rfe c ta asistencia técnica.
18'

Mi amiCo. rl cimTista de provincias, ha venido ¡i M:irinin películas... H a leído en la prensa rauelias m íorm acioi» -
referentes a ellc-.s, v tiene bii n cUisifieada-s en sU archivo infmid.-id de
folo! de eplateaus... .-a'u, J.- monl.ije, ;aborat.>ru>s, etc., etc, 1 cío
ícKia esa docunieniaci..n le ti^u ra ietra m uerta ; algo asi com.i
..studiar la rirculaeión de la «an-n- c-n un tratado de fisioiojiui. >
dedo >.e las ingenian les honi-
bres p ara nm ^ertir un rollo de película virgen en un m undo de
im-iuenes ss coches de lujo, y qu>:
llam an .iplaieau» aunque no tiene nada de plato, los actores se p');^
nen a hacer jerijíonza» y a charlar d fiartr' de una cam ar;i poriátu
y de u n micrófono oolfiado en cualquier pan e. K1 celulaids- se va
enrollando, enrollando a vueltas de m anivela y, cuando ya no hay
niiis, d rseansan los artistas. T nos hom bre- con :unono.> y guantes
blancos, cogen despuro ia película enroilatia e:i la cám ara, hacen
io n ^ a la calle (íarcfa de Paredes.
I mTi e el taxi a la izquierda y s> detiene frente al núm*-ro 5,5.
E S T U D IO S B A L L E S T E R O S T O N A - F I L M
Buen a.“ptTío. O bra ri-il-nt.
- ¡P ero si están en el ci’nln i de Madrid l —m»’ dirc asoml)radr>
ti
, e .
Don Serafín Ba*
Ileftteroft. d i r e c ­
io i* pxopitftnrío
d e lofr estudios
BallesteroH Tona
Film»
Don J o 9é Santn«iai.
director 4 e er «n
y don Píídro Nervii*
re . director d e pro*
d*. Lci^n de AtlAiiHc
Filxca, ACom|>aSAdos
de colekbo*
redores d e \ o * £«*
tudios B a ile * te r o >
Tona Film.
Dod B ernardo de
la T o rre, direc*
to r-g fe re o te de
loa Estudios de
C ham artüi, habla
a nuestro dele*
9ado en Madrid»
aeñor G u z m á n
M erino» del e stado
7 des&rro'
lio d e dichos ej*
tadioft.
Ayuntamiento de Madrid
rineasta. l> b rn haber costado una íoilui.a, ¿A cOmo cslá aquí
i ' uie Je term io? , t ■ j ■ .
- vI-:¡ pie? Supongo qiif eso dependtn. dcl ta-
'"E rc ln e Ü ta me mira furibundo y, sin m á. comentarios, entra en
los F,tiKlios. Yo le .sico pre^Mrupacto. ¿Kn qué je liabré ofendido.--
Nos Drcsentamo. .kius a ^v*»* don Fed«=rico • Gc.nM-s, . . , director técnico . m^gc riero de sonido y hombre que h a puest,> en los Kbtudios Balles-
!aboraei

miioniera
able.
Indispuesto, (iuarda cam a h a rr unos día>.
Afortunadatn«-nte. acude en nu(~^Iro auxilio don Luis Marquina.
y uxlü so arr«?gla. Vi-íitamiK ín.-. K>tu
que los ladrillos, si quiere.
~ ;AMHiibro>o! ¡,\«ombroso! Yo suiMinia...
—Que todo eran gacelilias de l’rensa, ¿no es cierto?
—Algo asi. Compruebo con ori;ullo que nucslra producción c-
una realidad espléndida.
—Al menos, va por buen camino.
(^^n esta impresión optimista, nos encaniinanios a Cham.-irtín
dendeiicias y se hacen
unas fot(i> qu

E D IT A D A P O R
HISPANIA ORBIS FILM
IN T E R PR E T A D A P O R
^ l l d a M o r e n o y R a m ó n i e s e n l m e n a f
M U S IC A : Antonio Matas.
IN ST R U M E N T A C IO N : Pascual Godes.
DECORADOS : Director, Ramón Martín Durbán. Arqui­
A U T O R A R G U M EN T O : Francisco Gibert.
tecto, Boulanger.
JEFE D E PRODUCCION : Manuel Com enna. INGENIERO S O N ID O ; René . Renault.
O PE R A D O R E S: I.". A drián Porchet, y 2 .\ Roberto M O N T A JE ; José Gaset Nicolau.
Porchet. LA B O R A TO R IO : Cirwfoto.
D IA LO G O : Pedro Puche. EISTUDIOS : Orphea-Films.
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DIISTIPIIIBIUCII0 IN IDIE
AIRIISMS A\S0 CIIA\ID0 S
Ayuntamiento de Madrid
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REALIZADA P O R
I s i d r o S o d a s y I n a n P a r e i l a d a
R E P A
H ILD A M ORENO . . . .
RAM ON DE SE TM EN A T .
R O SITA D E CABO . . .
FERN A N D O CO RTES . .
CA STRO BLANCO
SA M U EL CRESPO
M ODESTO CID .
PA Q U IT A TO RRES
CESA R POMBO .
I. PA LO M ERO . .
F. O TER O . . .
F. GIM EN EZ . .
R T O
Trini Ocampo
Luis Mellado
M aiuja
Borio
Máximo de Ponce
D. Salmón, médico
Tío Tacaño
D.‘ Hortensia, alcaldesa.
Padre Lucas
D. Anastasio, alcalde
Pedro, criado
Trifón, hijo del alcalde
m i
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•S-Jt-A

I»
V
GIris...
Ju v en tu d , d in a ­
mism o, b e lle z a , ‘'s e z -
a p p e a l", m úsica, d an za , alegría,
la locura del Jazz-band, A m érica del Norte
... R a s c a c ie lo s ... N a d a mAs que ra s c a c ie lo s
H
'K '-
at, actualmente, dos PNrm'la-. cifH'niatogrAficas
cf,pnrialcs : la yiinijui y la rusa. Y mils propiamente,
la soviética, D es escuelas, que no mMc»
son di.stinta*!. sino opuesta».
No tengo ia pretcnsiiin de lanzirm e al e-tiidio
nudoso y documonladi> di' anibní, mixliis ile
hacer cinema. Tarea de tal alcíuicc y envergadura
rctjuicri- m ás reflexión y m adure/ de
¡uieio que la del periodista, guiado únieamento
j>or sus conocimie
ser destin.ido al libro, no a la
luja volandera y fufia/. i, como los coches
Kord. Films en serie: de «eow-boys», de
guerra, de «gangslers>i, de «monstruos», de
los m a r's

V a U r ia n e Laen
p \
A n to n io V ic o
Pilar
M u ñ o z
? ■% *" ARCH.\ h acia ad elan te el c in em a español ? L a pre-
/ g u n ía n o es n u e v a , y se re p e tirá m u c h as veces
a ú n . A u n q u e parece q u e se co n te sta sola y en
sen tid o afirm ativo.
E s in d u d a b le q u e se le v e a v an zar, a v a n z a r... ¿ P e ro h a ­
cia d ó n d e , h a c ia q u é m eta ? D e esta in c e rtid u m b re proviene
q u e n azca u n a y o tra v ez sobre las c u a rtilla s esa p reg u n ta.
T o d o s lo s signos e x terio res in d ican q u e el cin o m a hisp an o
está en m o v im ien to . A u m e n ta la p ro d u cció n , se incorporan
a é l a rtista s d e te a tro d e reconocido p restigio, se le v an tan
n u ev o s estu d io s cinem atográficos, se fo rm an n u e v a s em p resa
s p ro d u c to ra s, se perfecciona la técn ica, se realizan p e­
lícu las c u y o c o ste so b rep asa en m u c h o s m iles el m ed io m illón
d e p esetas...
P e ro to d o esto, ta n necesario, n o b a sta p ara q u e la p re ­
g u n ta in icia l q u e ab re este a rtíc u lo , deje d e te n e r u n sig n ificado
p a ra los q u e llevam os el cin e esp añ o l m etid o e n el
corazón y en e l cerebro. P a ra m í, lo confieso, to d o ese m o ­
v im ien to d e av alan ch a d e a rtis ta s q u e p a sa n del escenario
d e la vieja fa rá n d u la a la p an talla, o q u e n acen y a en ella,
no tien e i » r a h o ra m á s q u e este sig n ific a d o ; el c in em a liis-
R o illa D faz
p a ñ o se am erican iza y e n tra en la época del «superfilm » y
d e la «vedette».
T ie n e la v e n ta ja , sin em b arg o , de q u e se v a nutriendft de
a lg u n o s a u tén tico s valores in terp retativ o s. S o b re ellos v a ­
m os a enfilar ahora n u e stro com entario.
'• E S T J ? E L L ^ S "
E n tre las nestrellas» españolas h ay u n as, q u e h a n llegado
al cin em a p ro ced en tes del te atro y o tras q u e se h a n form ado
d irectam en te a n te las cá m a ra s cinem atográficas.
P a ra las q u e traían y a u n n o m b re hecho en la escena d ra-
Ayuntamiento de Madrid
m ática, s u c a rre ra en el c in e h ab lad o h a sido m e n o s es­
pinosa q u e p a ra las o tras, salidas d e rep e n te del a n ó n i­
m o. T e n ía n sobre éstas la v e n ta ja d e un n o m b re fam oso
y la d e l d o m in io d e l g esto y d e la p alab ra declam ada.
E sta ú ltim a v e n ta ja p o d ría h ab erse tro cad o en g rave
in co n v en ien te ai el c in e m a n o estu v iera influido p o r el
te atro , a rte p rim ogénito.
D el g ru p o p ro ced en te d e l te a tro , p o r su ab o lengo a r ­
tístico y p o r su n o m b re ilu stre, la p rim acía le co rres­
p o n d e, in d u d a b lem en te, a C atalin a B árcena.
O tras «estrellas» com o R a q u e l R o d rig o , R o sita D íaz
Jim en o , L in a Y eg ro s, A n to ñ ita C olom é y C h arito L eo-
nís, a u n q u e p ro v ien en d e la escen a d ra m á tic a y lírica,
d eb en la reso n an cia d e s u s n o m b res al cin e m u ch o m ás
q u e al teatro .
Im p e rio A rg e n tin a y C arm elita A u b e rt, fo rm an la
ex cep ció n . P o rq u e lleg an del escenario frívolo, de las
varietés. L a p rim era, c o n u n n o m b re célebre, llen o de
p restigio, q u e consolidó y a en la p a n ta lla sonora co n su
film «Su noche d e bodas», y la se g u n d a , q u e m an tie n e
e l su y o p o r ig u al co m o e stilista d e la can ció n y com o
«vedette» de cinem a.
M ary del C a rm e n M e rin o h a n acid o , artísticam en te,
en e l lienzo cinem atográfico. L e h a b astad o u n a película
p a ra q u e s u n o m b re q u ed e en e l p rim e r p la u o de la po ­
p u la rid ad .
E n c u a n to a H ild a M oreno, se h a fo rm ad o en el e x ­
tra n je ro , au iiq u e q u ed a in c o rp o rad a, com o p rim e ra fig u ­
ra , al cinc nacional.
L O S G A L A N E S
E x iste n in d u d a b le m e n te en n u e stro cin em a varios ga
lañes n o ta b les : José D aviera, R icard o N ú ñ e z , ] u a n de
O rd u ñ a, R a m ó n d e S e n tm e n a t...
P ero a estos galanes, p o r e sta r ex cesivam ente p re­
ocupados d e s u fig u ra, d e su fo to g en ia, les fa lta algo
p ara acab ar d e ser el p erfecto g alán de la p an talla. E sa
p reocupación les lleva a c u ltiv a r e x a g e ra d a m e n te su
«yo» social con p erju icio del

í
i»
q u e a c tú a co n idc-ntica d esen v o ltu ra en el te a tro y en e!
cine.
A F é lix d e P o m é s ta m b ié n m e resisto a in c lu irlo en tre
!os g alan es, p o rq u e el co n cep to q u e se tien e g en era lm e n te
en E sijañ a del g alán no h a (.asado d e los tiem p o s d e R o d o l­
fo V a le n tin o , q u e hizo d e lira r a ta n ta s sen tim en tales y a
ta n ta s histéricas.
S i in c lu im o s a P o m é s e n tre lo s g alan es, e s a condición
d e situ a rlo e n la m ism a lín ea ex cep cio n al q u e e n tre los
am erican o s o cu p an u n W a rn e r B ax ter y u n C live B rook,
o u n C la rk O a b le y u n G a ry C ooper. E s d ecir, g alan es q u e
m á s q u e en la escen a am orosa, casi siem pre de fácil y a g ra ­
d ab le in tv rp rctació n , resaltan en las q u e req u ieren recia fi­
b ra d ram ática.
L O S A C T O R E S C O M IC O S
S u s n o m b re s e stá n au reo lad o s p o r la fam a : V alerian o
L eó n , C asim iro O rtas, M ig u el L ig ero , C astrito . P e ro esta
fa m a se h a fo rm ad o en el te a tro , sin añ a d ir n u e v o s laureles
al p a sa r a i cin e.
S ig u e n siendo en el lienzo lo s p o p u la res acto res q u e son
en el te a tro . A caso, el q u e m e jo r se a d a p ta a las co n d icio ­
nes artístic as q u e el c in em a re q u ie re de su s in té rp re te s, es
V alerian o J.,eón, q u e en ¡(Es m i hom bre» lo g ra v en cer en
él, en a lg u n a s escenas, a l a c to r te atral.
T a m b ié n M ig u el L ig e ro en su ú ltim a p ro d u cció n — «La
V erb en a d e la P alo m a» — ap arece e x e n to d e cierto s am an e­
ram ien to s y resabios de las ta b la s fa ran d u leras. Si se lo
p ropone, su v is có m ica p u e d e ser d e ta n b u e n a ley e n la
p a n ta lla co m o e n e l escenario,
O tro acto r cóm ico q u e m erece se r m en cio n ad o , e s L u is
V illasiul.
P arece q u e a V illasiu l le h a sido m á s fácil a d a p ta rse al
cine q u e a los fam osos co m ed iajites a n terio rm en te citad o s.
S u g ra c ia có m ica se am o ld a bien a la s exigencias d e la fo-
to g e n ia, a u n q u e e stu v o a p u n to d e an u la rse e n u n a serie
de p erso n ajes ta rta m u d o s, m u y «oratoria fin d e siglo».
D O S A C T O R E S D E C A R A C T E R
H a y q u e colocar p o r encim a d e los dem ás acto res d e este
g én ero , d e n tro del cin ein a esp añol, estos dos n o m b r e s : P ep e
C alle y A lfo n so M uñoz.
P e p e C alle a c tú a a n te la cám ara c o n pasm osa n a tu ra li­
d ad . N o h a lleg ad o n u e stro c in e a la d eb id a sazón p a ra q u e
podam os e q u ip a ra r en e sp o n tan eid ad d e m o vim ientos a n in ­
g u n o d e su s in té rp re te s, a u n L ew is S to n e, p o r ejeniplo,
p ero si h a y alg u n o co m p a ra tiv a m e n te , ese es P ep e C alle.
E l alcalde d e «S ierra d e R o n d a» , el p ad re b u rg u é s de «E l
a g u a e n el suelo», e l la b ra d o r d e «N obleza b a tu rra » , son ti­
p o s cinem atográficos casi perfecto s c re a d o s ,p o r P e p e C alle.
A lfo n so M u ñ o z e s e l o tro g ra n a c to r de c arácter q u e nos
h a d a d o el c in em a h isp an o actu al.
T a l vez re c u e rd a algo m á s q u e el a n te rio r la técn ica in ­
te rp retativ a te a tra l, p e ro de to d a s form as e s u n o d e los v a­
lores m á s firm es d e n u e stra cin em ato g rafía.
S u «D on Q u in tín , e l A m arg ao » , a u n sien d o u n sainete
te a tra l llevado a la p a n ta lla — y u n sain ete de A rn ic h e s— ,
está lo g rad o cinem atográficam ente.
A tfe n to M uA oz
R«cnón da
S « n tm e n a l
^ D O S A C T R I C E S D E C A R A C T E R
Y dos actrices em in en tes : D olores C ortés
y C arm en R odríguez.
L leg a D olores C o rtés a nosotros, poi
m ed io del lienzo d e p la ta, en ((La V e rb
en a d e la P alo m a» , a lta c u m b re del g én
ero c h ico español, castiza esta m p a de
u n M ad rid desconocido p a ra la a c tu a l g e ­
neración, d e l M ad rid de 1890, con sus
m o citas v erb en eras, su s o rganillos, sus
c h u rro s y s u s m ozos b arb ian es. Y llega
ex presiva d e gesto, p recisa d e ad em án,
^o\i
AATÍO
iA hTO ^
tra z a n d o c o n m a estría la silu eta d e u n a d e aquellas
m u je r ^ del p u eblo, b ro ta d a y a co n alm a del ingenio
fe c u n d o d e do n R icard o d e la V eg a, e l g ra n sainetero.
Ig n o ro si D olores C ortés h a in te rp re ta d o ese m ism o
tip o en el teatro — p ro b ab lem en te sí— , pero desde lu e ­
g o en la p an talla q u ed a b ie n definido y de u n a m anera
esen cialm en te cinem atográfica.
C arm en R o d ríg u ez tien e u n a la rg a a c tu ació n cine­
m atográfica. D u ra n te m u c h o s añ o s h a tra b a ja d o en los
estu d io s no rteam erican o s. A sí su n o m b re v iene co n el
av a l del cine y an q u i.
N o cab e, en este rá p id o desfile d e im ág en es d e n u es­
tr o cin em a, la m en ció n d e los film s in te rp re ta d o s por
esta ilu stre actriz, q u e ad q u iriría to n o s de biografía,
y m e c e ñ iré a s u labor e n la' película en q u e h a to­
m a d o p a rte en E s p a ñ a : «E l o ctavo m an d am ien to » .
S in desm érito p a ra los d e m á s in té rp re te s d e l film ,
especialm ente p ara su «estrella», la g en til L in a Y e-
gros. y L u is V illasiul, C arm en R o d ríg u e z es el p u n ta l
m ás sólido d e « E l octavo m an d am ien to » .
S u p erso n aje, a tra v é s d e su a rte , q u ed a hu m an izad o
au n a tra v é s de u n a acciiín m elodram ática y de e s­
casa co n sisten cia. Y este es el m ejo
r elogio q u e p u e d e hacerse d e u n a
actriz.
U N IN C L A S I F I C A B L E
J u a n d e L a n d a , ¿ es u n a c to r có m i­
co, o b ie n d ra m á tic o ; u n «villano»,
o u n c a ra c te rístic o ? M ás bien e l
« h om bre m alo» del film , P e ro h ay
en su «villanía», en su «m aldad»,
u n m atiz q u e u n a s veces parece có ­
m ico y o tra s cínico— o m ejor, u n a
m ezcla

n
!!
I \S-1X> w habla ck- u n . i m u j e r huy q u e nkiiiM ,
in'iiriabU'tm-nlr. a 1 que M-nlWiac» ma^ que lo que v^
r-.ruu
.Aunque habr.i que ir pon-ando un p d o d e J " J e s t r a > c l n t A l ^ . r j i i
r ■ Hnv. pi>r íiucer, tmla un^ ciktfc-a del cinema ‘‘"^‘>^‘1"'^'’'"
este iig u lo ,yflraviU.iso qij^ f o ^ a una pierna de mujer cortando
el aire In un puri» y dan/arin. Si no fu ésem o s demasiado
creclditiE ya.) h alaríam o s de las bañistas de Ma

\
,1'
■•'•Ni
/
V - A
C a rm e lita A u b e rt
LA ÚLTIMA PRODUCCION
DE JO S É M a r ía C a s t e l l v í
JOSÉ M . * C a s t k l i . v í , al o b o zar en su mnU' !a
idea

“ CURRITO
DE LA CRUZ“
f I

€ L 6 6 S 0
SU MÚLTIPLE FOTOGENIA
Si- escriben artiru lo s enteros stibre el beso y no hay >los críticos
ai-orílcs i-n t-1 mtxln de iipreciarlo. I-as sltirs y los j>-H!anes lo can tan con
d isiinlos tonos v diverso lenífuajp {'•ráfico, y e n trt tilo s se nota la
m ism a «lisi-ordancia. Kl U-so es la síntesis del am o r y, com o c'>U-, es
m ás para sentido quo para explicado.
'l'an raro es el arte de tn-sar, tan vario e indew riptiblc m irado Ciai-
crelam enlf. ^
Kl b»-so con t(Klo tiene m arc:ulos y m uy contH'idrjs dcs ílescoyuntailos, besos de ira, de lasi-ivia y sob«Tbia. Besos
lujuriosos de las (íarlxi, las D ieirich, las H arlow , las C raw ford,
qui' resucitan en pleno si^jlo X K a aquellas aliaiias d r la sierpe que
en !•! m undo bistrtrico, lej'cndario y literario, se llam aron (ijp ris ,
Klena. D ido. T hais, D aüla, F riné, A spasia. Safo, Cloe, C'ieopatra,
.Mesalina, V aleria, Salom é, M aif.;arita ile H orpu’ia y dem ás lres i-n las voráj^ines

m s RRT15TRS
VftSOCIRDOl
A la izquierda y de arriba abajo;
“Vivamos de nuevo “
por A N N A STEN Y FREDRIC M ARC. Bellísimo film de
R ouhen M am oulian, producido por Samuel Goldwyn. Entrenado
en el Coliseum
“El caballero del Folies Beré¿re“
por M AURICE C H EV A LIER y M ERLE OBERON. Divertida
y espectacular producción «20th Century», estrenada en el
Fantasio
“la Pimpinela Escaríala"
por LE5LIE H O W A R D y M ERLE OBERON. Soberbia producción
de Alexander Korda, editada por London Films, estrenada
en el Coliseum
g|iniiiiiiiiiiiiiniiiiiiiiiiiiinHi

ATLANTIC PIL#I$ I9
En el V aniversario de esta marca, culmina su ascensión ^
Lvelyn Laye, protasoni^ta d^'l film «1.a canción del crepúsculo», film
d e Viclor Saville, «o el

A ntoñita Colom é y Ei)ríreiniada con
verdaderas explosiones d e aplausos. A finales de 1Q30 recibió
Rol>ert D onat proposiciones p a ra tra b a ja r en H ollyw ood,
per», m odesto siem pre, consid eró q u e potlría fracasar p o r su
ioca {¡reparación p a ra este nu ev o a rte y prefirió n o aceptar-
t
0. l ’o r fin, en In g la te rra hizo u n a película que fué im fra­
caso com pleto, pero com o h ab ía en í-1 facultades, ju v e n tu d
y jirestancia, p ro n to le tom ó o tro director q u e hizo de él im a
v erd ad era fif'ura, q u e e n ]kkx)s años se situó en tm lu g ar
fran cam en te elevadísim o.
lín In p la te rra R obert D onat impresicm/) nH oinbres d e m a-
ñiuuii;, (ílil cajero» « lista ncK'he en L o ndres», «La vida p riv
ad a de H nrique V IIIu , y en A m érica, con A lex an d er K o rd a,
(lEl C onde d e M ontecristo».
R obert D onat term in ó recien tem en te ujia soberbia p ro d u cción
p a ra la O aum ont-H ritish, d e L ondres, titu lad a iiLos
tre in ta y n u ev e escalones^, en la anola Que ínter*
p re ta u n o d e !o«
principales papeles
e n el film «La can*
ción del crepúsculo»
de]>ortista E d g a r N evilla, (¡uif tam bién ad ap tó la obra al celuloide.
E l re p a rto de esta cin ta está in teg rad o por estrellas y astro
s de lo m ás aplaudido y conocido d e n u e stro púbiico.
D e la p a rte técnica sobra decirlo, p u esto q u e to d o s sus
com poneTites h a n dem ostrarlo p le n am en te e n o tra s p ro d u cciones
su s g ran d es conocim ientos.
«Crisis m undial» fué la p rim era producción A tlá n tic , y el
éx ito alcanzado p o r la m ism a hizo q u e esta p ro d u cto ra se
lanzase a film ar «T'na n u ijer en peligro», recien tem en te te rm
in ad a y a h o ra «L a señorita d e Trévelez»,
D am os a continuación la ficha com pleta d e esta película,
qu e p o r su s co m ponentes ijrom ele, com o las anteriores, ser
u n o de h>s m ejores film s nacionales.
R ep arto ; F lo rita, M aría O aniez ; A raceli, A n to ñ ita Colom
é ; D on G onzalo, A lb erto R o m e a ; G alán , N icolás R odríguez,
y m u c h as ch icas bellísim as, v erdaderas m arav illas fem
en in as h acen iMipelitas, y éstas son ; R osa M aría F o n ta-
nals, K va A rió u , M aría C ruz y T rin i T ejad a.
La deliciosa estrella Anto<
ñita Colomé en Madrid.
N u ev am en te hem os ten id o el g usto d e salu d ar en M adrid
a La deliciosa estrella cinem atográfica A n to ñ ita C olonié, una
d e las fig u ras m ás destacadas de n u e stra pantalla.
H a b la n d o con ella n o s en teram o s de que el m otivo del viaje
p o r la cap ital de E sp añ a es m otivado p o r el co n tra to que
tiene co n la p ro d u cto ra nacional A tlá n tic F ilm s para tom ar
p a rte com o estrella en la c in ta en producción «U na m u jer
en peligro».
N u e stra q u erid a estrella se en cu en tra cad a día m ás fo rm
a d a d e facultades, m ás co m pleta de a rte y , sobre todo, m ás
e n tu sia sm a d a con sus intervenciones cinem atográficas.
E n su b rillan te carrera cinem atográfica. A n to ñ ita Colom é
Ayuntamiento de Madrid
h a d ejado u n a estela resplandeciente, q u e d e día en día a u ­
m e n ta considerabIe:nente. A ctu alm en te, de c u a n ta s figuras
c u e n ta el cin em a n acional, la C olom é es de las m ás

i;-
On C t ü T s^T7 '
C
i.MO fs ele suiioiier, no prcteii(k> Hesciibrir
al veterano actor. A l trazar
estas líneas sol:inient« in ten to esl>o-
/.ar la ]icrsonali».-siir ik- c n a n to se lia dicho sohre lr\
improvisaeicm de actores cinem atográticos,
tocionaks dotes artísticas.
encargáiidi4 e la realización (W esa serie de
film s q u e lian sido film ados por e x tra n je ­
ros to talm en te desconocidos en la cinem
atografía o i>or inexjiertos cineastas de
n u estro país.
F élix de P om és es un acto r ecto de serieintor y m ag n ífico
d ib u jan te , y h abla correctam ente seis
idiom as. A ficionado a los deportes desde
m u y joven, y co nstituido atléticam ente,
lia triu n fad o fácilm ente en todo, lial)iend
sido campeí'jn de lisp añ a

U n a a lc a n a d a « M azu rka»
0
UFILMS
ÉXITO SEGURO
ES UNA MARCA DE
He aquí cuatro de sus grandes
«Las quiero a todas»
producciones:
T ~T“ N gran film musical de Kipura, el gran cantante que
I el cinema yanqui arrebató a la produccfón europea.
' Canciones, fiestas de noche, alegres escenas llenas
de optimismo y juventud.
Robert Stolí, el inspirado compositor alenisin, ha decorado
lab escenas de este film n>n una partitura alegre, ligera y
juguetona, adaptada a iaa facultades del cantante predilecto
del cine europeo.
Está diri}íid;i por Cari I.am ac stibrc un argumento de Ernst
Marischka, c interpretado por Jan Kiepura, l.iip Deyers. Inge
List, Adele Sandrock, Frita Im hoff y Theo Lingen.
«Mazurka»
E s t á justificada
la e x p e c ta c ió n
mundial que rada
nueva obra de Wi-
l!y Forst va despertando.
A la reveta-
ción de « V u e la n
oiis canciones», sigue
la plena madurez
de iiM a sc a ra -
daii, y ahora, «Ma-
zurkaii, su tercera
película, ya se sale
de la atención en
su espera para llegar
a la impaciencia.
Lo nuevo y original
que tuvieron
iu s dos cintas anteriores
Hega a límites
de genialidad en
«Marurkai). Las escenas,
tanto en el
aspecto de dirección
como de interpretación,
van ayudando
a presentar uno de
los temas más humanos
y que desde
luego nunca se había
intentado llevar
a la pantalla.
I.a orden y especial
deseo de Willy
Forst en no querer
p u b lic a r el argu-
-mento de su nueva
producción hasta .su
estreno, nos impide
el placer de adelantar
las líneas generales
de este modelo'
de escenarios,
d o n d e «!u fu e r z a
emotiva va en aumento,aprisionando,
de m anera acelerada,
el interés y
atención del público.
D e la manera
más natural del
niundo puede decirse
que esta creación—más
que realización—'nueva
de
Willy Forst tendrá
el carácter de acontecimientoauténtico
en la nueva temporada. Ufilms, alborozada, da a la pantalla
la tercera producción de Willy Forst, consciente de lo
que esto significa para el cine.
Sus intérpretes .son; Ingeborg Theek, Pola Negri, Inge
List, .Mbrecht Schonhals y Franziska Kinz.
«Vida mía»
El galán viene a caer del paisaje agrícola de Vi^na al camerino
de la m ás bonita estrella del teatro, y la enam ora. Poco
falta para que ese am or lo aproveche el padre. Pero el criado
que los vigila dfl supuesto peli¿ro a la ciudad, avisará a la
madre y apartará el sentimiento amoroso y vehemente del
muchacho por medio de una absurda invención. El criado le.s
hace hermanos. La chica no lo sabe y lo quiere como otra
cosa. El equívoco se deshace a !a entrada de Viena. H a quedado
rota una velada familiar, la multitud se entera dei rescate
de su artista perdida. Y como desde el primer momento
Ayuntamiento de Madrid
ULARGUl FILMS
Selecciones en Exclusiva
E N NUESTROS CINEMAS
-Marta Eggerth ha jugado todo su temperaaienio y belleza, los muchachos
son felices y la película magnífica.
Colaboran con .Marta Eggerth : Wolf .Ubach-Rctty, Ida Wüst,
Richard Romanowsky y H ans .\Ioser. La música de! film es de
Franz Lehar.
«Una Carmen rubia»
-Marta Kggerth, en su papel de María Barkas vuelve a ser ma.
ravillosa. Cwno en u a rla ray a a mó> a ltu ra .
D o i e tca n « » de « V id a mía»

IS
\
/
/
E' RA blanca y rubia ; tan blLinca que parecía tran sp aren ­
te ; tan rubia com o las espiijas m aduras. T enia carno-
^ sos y sensuales loá labios. Mi>rtlf’r en ellos era comu
m order la pulpa «luice y sabrosa de la g-uinda g arrafal.
E ra to d o m ujer, todo fem inidad, todo sexo. E n ella, 1o . él se desplom ó a los pies de «Ln
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•idad
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■ntos
stola
lobl¿
K Lr*
Im púiiica» esp an tad a ante la responsabilidad que la noche
colffaba

« AVENTURA ORIENTAL
E
s t i film, realizado en los Estudios Orphca, será estrenado en breve.
Los que le conocen hablan de él con elogio. Nosotros esperamos mucho
del buen gusto de Ibérica Fikn y de su director Nosseck, y estamos
deseando poder tom ar parte en este coro de plácemes que siguió a
su presentación en prueba privada.
El film, que tim e una primera parte de exi'itico ambiente, s« recrea en ui
UN GRAN É X IT O DE LA
PRODUCCIÓN NACIONAL ¡
“ ES MI HOMBRE"
'humorism o de buen gusto y en graciosas expresiones llevadas a la pantalla
pw el talento de O rtas, uno de los valores de la escena cómica emanóla.
Aurora Garcialonso, bellísima e inteligente actriz, colabora con O rtas en
el film, los segundos planos de cuya ¡nterjx-etacic^ están en manos de Busq
u é is V Fern.-índez, C.irmen .Sebastián y Ri-ye

■:r . * i
/
¿i
E s CDStumbro en cierta clase de sujetos añorar hipi'icrita y
litcrari.'imente los tU 'm ocigjfaflU lll^^áa ¡k'na de candor y
de gracia. Si dí}4i> nhip^m am enu?TÍtó bion cuáles son «nis
palabras: Si tanto lo dcM -ar\^i)('r « ( ^ b son?, ¿parro!ln tn á i completo y una tóir
'iltu d'- la palabra hablada.
lUestaría ;
J
como »ésto»it, no.•entrarás en mí tu
iUc, dios de loi niños: lú ic» regófájas en
solos son capaces

f Z i
B riqitts H s lm , la gran a ctriz « (e m a n a d e ren om bre
u n iv e r ia l, v iv a c o m o una p rjn c a ta a u tá n iica H «
a q u f a lq u n a i p a r s p a c tlv a i d a oca
m aterialista y dinám ica, de rad io , «jazz-
band», < bussinesm en» y telegrafía sin h ilos,
cóm o fu eron A sp asia, F rin é , %Safo y
otras cortesanas y h eteras d e la an tig u a
G recia, au n q u e su s im ágenes q u ed aran
talladas en m árm oles y en bronces, y
au n q u e en to rn o a sus figuras se haya
escrito u u a copiosa lite ra tu ra . P ero la
im presión q u e n o s q u ed a de ellas a tra ­
vés d e esos m o n u m en to s escultóricos y
literarios, nos las h acen p resen tir de esa
belleza q u e evoca u n a m u je r d e nuestro
tiem po com o B rig itte H elm .
E n tre las actrices d e c in em a, e s acaso
esta ad m irab le y m agnífica alem ana, la
única q u e conserva ín teg ram en te esa
belleza q u e se a ju sta a l cán o n estético
griego.
A u n q u e la pub licid ad h a d ad o en e x a l­
tar com o bellezas d e u n a calidad clásica
a o tras a rtistas d e ia p an talla— a una
Joan C raw ford, p o r ejem plo— , es lo cierto
que sólo B rigitte H olm m erece legítim
am ente este galardón.
N o se c re a , sin em b arg o , q u e en lo esp
iritu al y tem p eram en tal, tenga la «estrellan
alem ana n in g n n a concom itancia,
n ingún parecido co n aquellas m ujeres,
im ig as de filósofos y poetas. B rig itte tiene,
p o r el contrario, to d as las caracterís­
ticas d e la fém ina or las calles
de B erlín, cau san d o u n atropello. B rig itte era rein cid en te en este d eh to de im previsión
y desobediencia a lo o rd enado en la regulación del trán sito > las au to rid ad es berlinesas, sin
n in g u n a ciase de consideración a s u fam a artística y a su belleza clásica, la castig aro n com o
a l ciu d ad an o m á s obscuro y vulgar.
C iertam ente le halaga a B rigitte H e lm , com o le h alag aría a cu alq u ier m u jer, gloriosa o
no, q u e consideren ú n ic a la calid ad d e su belleza y d e q u e la vean rep resen tad a en m á rm
oles y bronces a trav és de la H isto ria del m undo. P ero la irritaría que en lo m oral y tem ­
p eram ental la considerasen fu era d e su época, co n u n retraso de centurias.
S u h ogar, h asta en el m ás insignificante detalle, es u n reflejo de su personalidad. Al
d iv id u o se le p u ed e id en tificar m uchas veces por el am biente q u e le rodea. Sobre lodo si
ese am b ien te se lo h a creado él m ism o, es el d e su
propio h o g ar. 5
T odo, en la m ansión de B rig itte H elm , es de un r
refinado g u sto m oderno. L a s estan cias d e su h o g ar j;
están instaladps so briam ente, co n elegante sencillez, f
N a d a d e cach arro s, m u ñecos y figurallas artísticas f
sobre los m uebles y e n Jos rincones. N ad a de un P
m obiliario ab ig arrad o y de u n a o rnam entación lia- F
m ativa, escandalosa, ch ab acan a en definitiva. F
E l d orm itorio, el «boudoirn, e; g ab in ete o salita '
ín tim a ; todo de líneas sim ples, sobrio y d e buen '
g u sto . P ráctico y ú til, e n consecuencia. Y conforta- I
ble y g rato , p o r lo ta n to . ¿
E sta atm ósfera rodea a ta n m aravillosa m u je r en |
su casa de B erlín.
B rigitte H e lm , &demás d e m u y m o d ern a, es ra­
cialm en te alem ana. P a ra ella no e x iste n in g ú n país
co m p arab le al suyo.
C uando el doctor G oebels, m inistro de P ro p ag an ­
d a, se erigió en m e n to r, g u ía , consejera y m ás i.
m enos en cu b iertam en te, en d ic tad o r d e la industria
cinem atográfica alem ana, a lg u n o s p ro d u cto res com o
Zeissler y n o pocos artistas se d isg u staro n , reb elán ­
dose co n tra la introm isión del doctor G oebels, que
consideraban, m á s q u e excesiva, intolerable, B rig
itte H elm se lim itó a so n reír co n cierto d esdén. A
ella, lo ú n ic o q u e la m olestaba es q u e el fascism o
■a obligara a u sa r cam isas d e un determ inado color ;
fuera d e esto, si A lem an ia h ab ía elegido ese régim
en era seg u ram en te p o rq u e co n v en ía a su prospe­
ridad m ás q u e n in g ú n otro. S u p ro testa fué de orden
estético m ás q u e d e orden político. E n esto d e­
m o stró su germ an ism o , su c a rá c te r n etam en te ale-
r
Ayuntamiento de Madrid
El to c a d o r da B rig itia a b ia rto • la luz y a l p a rfu m a d a tu Jardín
m a, tam bién alem an a. A lu d o a M arlene D ietrich. M arlene, sí declaró en d istin tas ocasiones
y en tono agrio, q u e n o regresaría a A lem an ia co n ánim os d e tra b a ja r en su s estu d io s cinem
atográficos. L a e stu p e n d a in té rp re te de « E l A n g el A zul» y d e «F atalidad» n o h abía lograd
o identificarse co n H olly w o o d , n i co n sus procedim ientos d e trab ajo , p ero m enos co n fo rm
e estaba a ú n co n la o rientación q u e el hitlerism o le d ab a a l c in em a alem án.
N o o b stan te, en M arlene D ietrich h a y u u a alem ana cien p o r cien, com q e n B rig itte H elm .
A u n q u e h ay ta n ta s cosa^ que parece separarlas y diferenciarlas.
R ecuérdese q u e M arlen e h a ex ig id o siem pre ser d irig id a en su s film s p o r Joseph vo n S tern-
y q u e cu an d o la P a ra m o u n t le im p u so com o d irecto r a R o u b e n M am oulián e n «L a V en
u s R ubia», M arlene in ten tó co m p rar el n eg ativ o d e la pelícu la p a ra d e stru irlo reducién­
dolo a cenizas. A l ro m p er co n S tern b erg , im p u so p a ra su s p ro d ucciones a o tro realizador
a le m á n : E rn s t L u b itsch . Y es q u e Jía rle n e D ietrich , a u n en H ollyw ood— m osaico d e to­
das las razas h u m a n a s, «cock-tail» d e to d as ¡as patrias— p reten d e q u e la en v u elv a u n a a tm
ósfera p u ra m e n te alem ana.
A hora, M arlene D ietrich p re p a ra el regreso a su p aís p ara in te rp re ta r lo s dos últim os
film s d e su carrera artística.
^ a y o no h a y an alo g ía d e germ an ism o en tre a m ^ fam osas (cestrellasu ?
^ in te n tó oponerlas, p e ro era v an o el em peño.
E flu d ie , b ib lio te c a , sata d « m útlca... H a a q u í « I lu g a r da *u m an *
slón más q u a rid o d a la In ta lig a n ta y b *l)f$ im a actriz a la m a n a
L o q u e h a y en B rig itte H elm superior a M arlene D ietrich, e s ese sab er d efinir u n a actitu
d , sin arriesgarse a actitu d es q u e luego h a n de p esar y ser rectificadas.
L a genial in té rp re te d e «Atláiitida)) sabe p o r lo re g u la r lo q u é quiere y a dónde v a. Si a lg
u n a vez parece a tu rd id a , n u n c a p u ed e p arecer indecisa,. V a a la av en tu ra, a l erro r, e in ­
cluso al fracaso, c o n p le n a conciencia d e sus actos y sabiendo lo q u e en ellos expone. E s m ás
adm irable to d av ía p o r esta cu alid ad d e su carácter.
Y así e s su h o g a r : un reflejó d e s u p ersonalidad, co m o e l m arco, precioso, e n q u e encaja
su figura.
P o r estas estancias, bien entonadas, sin estridencias d e luz, p ero claras, diáfanas, harm o-
niosas c ru za ia silu eta clásica de esta m u je r m aravillosa.
A caso, en ese g abinete, m ediada la noche, h a y la luz d iscreta d e u n a lám p ara. Y esta bella
m u je r m edita, estu d ia el c a rá c te r del p ersonaje q u e h a d e en carn er en su p ró x im o film , o
lee u n a o b ra de literatu ra.
¿ P e ro d e qué a u to r es ese libro q u e sostienen ab ierto su s m anos blan cas y afiladas? ¿U n
:;Iásico o u n co n tem p o rán eo ? L o q u e no cab e du d a es q u e el a u to r del libro es alem án.
T a l vez la g en til d u e ñ a d e esta m ansión confortable, ni lee, n i m edita, n i estu d ia, n in g u ­
no d e los perso n ajes q u e h a d e en carn ar p ara la p an talla. P u e d e h ab er regresado del teatro
o del cin e y co m er a h o ra unos pasteles rociados co n u n a copa d e ru b io ch am pán, ¿P ero
realiza este a cto ta n trascen d en tal, después d e todo, sola o en la g ra ta com pañía d e algún
am ig o o de un fam iliar?
E s posible todavía q u e taippoco acabe d e reg resar d e la calle, q u e no h a y a salido esta
noche d e casa y q u e esté oy en d o el concierto q u e tran sm ite p o r rad io cu alq u ier em isora ale
m ana o e x tran jera.
C u alq u ier acto q u e realice esta m u je r m agr.ffica , estará im pregnado de serenidad, desia
cará su belleza d e perfil clásico en este am biente m o derno d e ese g ab in ete íntim o.
(rY m u y a n tig u o y m u y m oderno», q u e c_ntó R u b én D ario, a l q u e seg u ram en te conoce
Si en lu g a r d e m ed ian o ch e fuese m ediada la m a ñ a n a , esta preciosa m u jercita, cu y o s re tra ­
tos ilu stran a m e n u d o ¡as p lan as d e las revistas cinem atográficas, estará en su «boudoiv»,
lleno d e finos ta rro s d e p orcelana y d e cris*dt, que co n tien en pom adas, crem as y esencias, y
fren te a l espejo q u e copia su im agen en un su til salto d e cam a, o en u n k im ono d e raso
bordado.
E sta rá m aquillándose d iscretam ente, p erfu m an d o su c arn e p alp ita n te y gloriosa p ara lueg
o c u b rirla co n u n tra je q u e c iñ a sus form as y salir a d a r un paseo en esta m a ñ a n a b e rlinesa,
blanca, d e frío estim ulante d e la salu d y del ap etito .
Y si es n o ch e cerrad a, y e l cuerpo está la x o d e fatiga, siente e l cansancio d e la actividad
y ejercicio a q u e se le h a som etido d u ra n te el día, esta linda m u jercita estará en su alcoba.
S u s ro p as sutiles v an cay en d o le n tam en te, sin prisa, en esta atm ósfera tib ia d e calefacción.
L a escu ltu ra, tallada en c arn e, v a m ostrán d o se d esn u d a, en toda su esplendente belleza.
S ólo u n a luz ro sad a, ta l vez azulada, ilu m in a débilm ente la alcoba, d an d o algo de ap arición,
d e im ag en d e sueño, a esta herm osa m u jer.
L u eg o , la estan cia q u ed a co m p letam en te a oscuras, y ia p erso n a q u e h a y en ese lecho de
líneas sim ples, p e ro ta n m ullido, d u erm e p ro fu n d am en te, m ie n tra s su subconsciente v a d an ­
do form a, sin lógica trab azó n , sin co n tin u id a d ap a re n te , a las im ágenes del su eñ o en que
se atro p ellan los deseos fallidos, las pasiones rep rim id as, las ilusiones irrealizables.
Y es e n este m om ento cu an d o el p eriodista indiscreto en m udece tam bién,
B erlín, 1935. H erman W krner

v r \ A n v « J t c
Dt
C h .r lM B oyar y K a th a rin * H vp burn, «n una « l o n a dat film R ad io .C o r a z o n c i ro io i» .
D
rsoE que Kiitharine Hepburn llegó a Cinelandia ha fil­
un sincero aspecto de admiració.i ante la excepción
mado Mete películas, y cada una ha sido un éxito superior
al precedente, y ha conquistado con su .irte sincero
de Iii regia que rige a las actrices... y a las mujeres.
a loda la ccil.mia cinematográfica y a todos lo, públicos de todos
—¡ V oy a tener que salir en defensa de las inuieres
! ¿Que le han h>’cho?
los países que. e piensa.
—No tengo nada que perdonarle.
Q u i» contradecirla_ t.xlavfa m.-Ss, pero no me dejó hablar
linuando sin parar, sin lomarse un mendcnria y de esclavitud, !a mujer se
(ConÜDúa en Infonnaclonea)
•i i.
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CO M O GARANTÍA DE ÉXITO
ARTÍSTICO y EC O N Ó M IC O
TODO EL
NA 1ER1A L
D I R E C T O
EN
E S P A Ñ O L ‘U
“El
(IITIMO
CONTRABANDISTA
p ro tag on izad o p o r e! glorioso d iv o M i­
gue! Fleta y musicado p o r el insigne
Pablo Luna, que tendrá estre­
no sim ultáneo en v a ­
rias regiones.
«SANGRE
DE FUEGO.
con
C arm en G u errero,
M ig u e l A n g e l Ferriz
y René C ardona
V
O
y
V
'vi';
QUi
'no
supo
•nr¡,
Aeo.
AMAü»
Eli ®AVI® ÍMI®^IIES»
LA PO PU LAR Ó P E R A DEL M AES TR O PENELLA
% •
W
con
Pablo H ertogs,
P ilar Lebrón,
M a p y Cortés,
V íc to r M ig u e l M eras
y los niños
E nrique C astellón
y Eugenia G raciani
p ara
contribuir a
esta prosperidad, se
complace en comunicarles
Que, después del éxito inigualable
alcansado por
“ L A D O L O R O S A “
CEL PRIMER FILM DEL MAESTRO SERRANO)
están ultimados y próximos a su lanzamiento los films Que ilustran esta página
Ayuntamiento de Madrid
\

Miguel ¡ÁgCTo, d intórprete «k-l i>a¡n.-l He mDoii Hilarión^,
ha dicho : i

En Madrid, el mismo día, se prcycció ^
«LA HIJA DE JUAN SIMON»
en ocho locales a la vez
•U HIIA DE JUAN SIMON
NO KS la españolada h^rha en España, la pandereta, la castüñuel.i
y el «toreadcr»,
ES «1 osp/ritu del m ás recio folklore nacional en el griio de una c

L J .
lElL
t-'-ixr
1 i A
8 a b y Baudi, m inúsculo in té rp re te d e m a d re c lU *.
Lupita Tevar, he ro ín a d e c A Ia t sobre e i Chace».
LA\IB® IPA\ir® IPII®
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DANIEL ARAGONÉS
LAURIA, 86 • TELÉFONO 7«3394
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Franciska C a a l, en « le rnadrecita».
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Hispano American Fiims, S. A.
■ Alas sobre el Qiacon on p^pañu!), {-(in José Crespo,
[.upila Ti'var y Antonio M onnii, y las ni;\s brillantes t's!rel!a> do
habla liispana. ia má.- forniifi.-ible cpr un elenco brillaiiic-. lis In biografía de Jam es
Buchanap Urady, nDiamond Jim», qut- acumuló más millones que
Creso ■iiimiij mi«i) de eslad'in, y que- hi/ii

'/yÚG'S'
.V r •.<
INTÉRPRETES
• v
V
’v*--».*,
Lina Y egroi y Ram¿D de S«iilm«D*t en ana de la» etcenat de m ayor «m oción del íflm.
“EL §ECRETO DE ANA MARÍA"
g / pe@i0iyeei©ipii ©i ila ü i^ ií ©®© i¡!iiA€i©[f!iM
A rgum ento d a RAFAEL LOPEZ DE HARO
Música del m aestro DEM ON •
Dirección d e S A L V A D O R ALBERICH
O p e ra d o r. YSV COLDBERGER
Arriba: Jnaa de Lan-
da, 7 “Cfalspfta*', una
r e v e la c ió n in fa n til
qae d eb eri d cine a
etia producción.
P i tiMlTííiílilfílM V Jiy^Kl P 1 U M P ^ Abalo: Samuel Cre.-
. _ po# Sniérprele de uno
Colaboran con «lo» artistas en el film: ANGELINA GONZÁLEZ, LUIS VILLASIUL, FINA CONESA, SAMUEL CRESPO) 1^ , prin clp ale*
ALFONSO ALBALAT, CARMEN S A L A Z A R y e l niño « C H IS P IT A ». personaje».
P€SIITA\
H)ÍIA£
' ■ y destejer «!o-
I gios en torno a su
sensibilklad... Sentir
muy nuestro su triun-
ío y pagársele con el re-
i'nlo de un deseo de superación
en la senda florida
lie sus triunfos y decwa-
da por el lírico estallido
de nuestros aplausos...
•Asomarnos a la gracia de
su belleza para comulgar
en perfecciones y beber
luz en la inquietud de su
mirada viva... Acariciar
su presente con lauros y
colgar nidos de esperanza
fn el futuro de su arte,
es cuanto debemos a Rosita
Díaz Jimeno, una de
¡as pdcas artistas españolas
que retornaron de
Hollywood sin traerse
consigo el latigaao de un
fracaso.
Y así lo hacemos, no
movidos por la insinceridad
de un halago egoísta,
sino por nuestro afán de
verdad y de justicia que
anima nuestra pluma.
Ayuntamiento de Madrid
Informaciones
Los diez mejotes {ilms de la temporada,
seg;án la critica norteamericana
E' N el congreso anual celebrada por The Füm Daily, la veterana
publicación cinematográfica norteamericana, y al
^ cual concurrieron más dé 450 críticos de cinema de los diferentes
Estados, se procedió, según costumbre, a designar por
votación las diez mejores producciones de la temporada 1935.
A continuación damos el resultado de este plebiscito, el de más
resonancia que se celebra en América.
«(David Copperfield», film M.-G.-M. dirigido por Geor*
ge Cukor ................................................................. .......
«Tres lanceros bengalíes», film Param ount, dirigido
339 votos
por Henry H a t t a w a y ........................................................... 278 »
iiEl delator», film R. K. O. dirigido por John Ford.
iiLa traviesa Marielta», film M.-G.-M., dirigido por
256 »
W . S. Van D ik e ........................................................................
((Los miserables», film de 20th Century, A. A., diri­
250 ■)
gido por Richard B o le s la w s k i...........................................
«Nobleza obliga», film Param ount, dirigido por Leo
Me. C a r e y ................................................................................
uTop Hat», film de R. K. O ., dirigido por Mark
235 "
S a n d ric h ........................................................................................
iiBroadway Melody of i(>36», film M. G. M., dirigido
‘74
por Roy del R u th ........................................................................
((Roberta)i, film de R . K. O ., dirigido por William
166
A. S e ite r........................................................................................ >5S
«Ana Karenina», film M. G. M.. dirigido por Clarence
'B ro w n................................................... ; . . . 129 «
Se clasificaron a continuación: «Alice Adams», de R. K. O .;
((Imitación de la vida^i, de U niversal; «L a Pimpinela Escarlata»,
de Artistas Asociados ; «G-Men», de la W arner Bros. ; «Sequoia»,
de M. G. M. ; «Broadway Bill», de C olum bia; «Mares de China»,
de la M. G. M. ; ((No *ne dejes», de London Films, .Artistas Asociados
;i(The Scourxlrel», de Param ount; «Becky Sharp», de R.
K. O . ; i(El Cardenal Richelieu)i, d e 2oth Century, Artistas Asociados
; «Las Cruzadas», de Param ount;
I
noi
cal
!

Pola N eírl, fam ota acirir polaca qne fu i en el m ando cínem alogríflco de antaño primer(«lma figura, y
cara crónica ««caudalosa lU n ó p ig in a i y pitfins* de la prenia nnlverial, ha vuello a l cinem a de«pué« de nn
alejam iento que rom pe hoy com o protagonista de "Ma*ui3ía“, fllm dirigido por W llly Forci, el gran diree*
tor vlené* elevado a lo i prím eroi plano» d e e«le arte por ta triunfo rotando «n “V aelan mi* caacionec .
tltuye un supuesto viaje al planeta Marte. El film se rodará seguram
ente con el procedimiento tecnicolor.
* Roy del R uth dirigirá a George Raft en su próximo film para
)a 20th Century-Fox « It had to Haf^enn.
* Bettc Davis y W arren WilHam, acaban de terminar para 'a
Kir.st National un film titulado >i.
■k D e las i6o películas previstas en el plan de producción alemana
para la temporada 1935-36, han sido ya completamente terminadas
94.
Volveremos a ver de nuevo un film do vam piros: íiDracula’s
daughter», que producirá—¿cómo no?—¡a Universal y cuyo intérprete
será también Bcla Lugoat.
★ George Bancorft tendrá un pape] importante en la nueva producción
de Frank C apra «Opera Hat», film en el que intervendrán
también Oary Cooper y Jean Arthur. Esta cinta será editada por
Columbia Pictures.
B a l anee
(CoK áiuiit)
llywood—es un actor francamente detestable. Con su eterno gesto
dé bobalicón sospechoso y sonriente, ha aparecido durante cinco
afios en la pantalla, hasta convertirse en el (dolo de todos los horteras
y en la ilusión de todas las criadas de servir. Tal vez será
porque canta muy bien, según opinan algunas personas que alardean
de conocer la materia. Pero como nosotros, en estos momentos,
no tenemos m ás preocupaciones artísticas que las cinemato.
gráficas, nos limitamos a dar nuestra opinión sobre sus once películas:
«El precio de un beso», -(Ladrón de amorn, «Hay que casar
al príncipe», «La ley del harén>i, nEl caballero de' la noche»,
iiMi último amor», a melodía prohihlda”,
«La cruz y ia espada», «Un capitán de cosacos» y «El vuelo del
{•.mor».
Y la opinión es tan fuerte, que creemos oportuno no transcribirla.
Nos conformamos con hacer constar que solamente «La cruz
y la espada» y «El vuelo del amor» tienen calidades cinemato-
gráñcas.
El atildado Raoul Rouli«n
En torno a este actor brasileño, de voz cálida y empalagosa, los
norteamericanos han creado un género de películas, de tan baja
calidad cinematográfica como las de Mojica, pero dirigidas a otro
sector de público de aficiones m uy distintas. Los /ilms de Raoul
Roulien nEI último vcu-ón robre la tierra», «No drjes la puerta
abierta)!, «¡Granaderos de amor», «.Asegure a su mujer», «Te quiero
con locura» y «Piernas de seda»—son siempre vodeviles, viejos
y complicados, muy propios para satisfacer las exigencias de un
público bien vestido pero sin cultura, que se complace contemplando
estas sucias inlrigas de cimediano mundo», que Roulien interpreta
con tanta fidelidad.
Nada nuevo nos h a traído, por tanto, Raoul Roulien. Todo lo
íial/íamos visto en muchos escenarios teatrales, y no en los de
algún prestigio artístico, por cierto. T al vez !a única novedad que
podemos encontrar en_ él, es su estilo de cantante. Porque hasta
®W a, para serlo, era imprescindible una cualidad: saber cantar.
Que es, precisamente, lo único que no sabrá nunca el atildado
Raoul Roulien.
Pequeños aciertos.,.
A la hora de consignar los aciertos, lo mejor sería dejar una
cuartilla en blanco. Pero para evitar una fam a de detractores que
nnnca queremos tener, consignamos aquí tres títulos, de tres películas
modestas, que tal vez por su propia modestia lograron un
tono medio agradable y perfecto: ..Eran trece», .

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3
" t
■ y
. r
teósicamente servida de sabrosos m anjares y rico» cubiertos, no
put.'de observar otra cosa, en los que asisten al banquete, que la
acción física de comer, irn fotógrafo obtiene una instantánea y la
visión es irreprochable. U n artista pinta un cuadro, y aunque muy
ingenioso en detalles, que a pesar de todo no logran la expresión
real, la visión es semejante a la del fotógrafo. Pero ahora, Alexan-
der Kormbre; démosle una limosna.n Yo, ai
ver al mendigo lo que menos m e preocupa es su persona. Hay muchos
mendigos en iguales condiciones para Cjue me detenga a pensar
en la sui'rte de uno soto. SI soy un artista del cinema, de la
pluma o de la pintura, lo primero que hago es deshumnnizar al
burgués en instante de dar la limosna al mendigo. La caridad
es para mí una ironía, mientras que para un artista a imagen y
semejanza de Ortega es un r.isgo humano, Después d«' deshumanizar
al burgués deshumanizo ai mendigo. El que pide limosna se
somete servilmente a un destino que resignadamente juzga justo.
Los do.s personajes son inhumanos, consciente o inconscienetmen-
te. y el artista que los humaniza al refiejurios en su obra, infringe
un delito contra el arle.
René Clair, como Pabst, Korda. Van Dyke, Fedor Ozep. C har.
lie C'haplin, («ranowsky Pierre Colombier y todos Uw realizadores
soviéticos. s

dirMtor del film- ííe vigila cuidadosamente su gesto y sus palabra»,
V pide a los que le rodean le adviertan inmediatamente sus faltas,
^ a n de dicción o sean de expresión facial.
T aché
Ronaid Colman, el ((gentlemann del cinema
¡ CoucImM ^ J
como por ejemplo Nelson Eddy o la m irada picara de üeorgi'
Kaft. Lukas, Brook o Colman, suelen »er para su edad tempran.c.
Ue mujeres en embrión, uno» hombre» maduros, que aunque en
la realidad puedan ser de su predilección, nu lo son en cambio en
el mundo de la farsa.
^'o ignoro la edad de mi simpática y amable corresponsa', peru
r* le adivina joven a través de su carta ligenmiente serdosa y p trascendencia.
Por lo regular no utilizan actores profesionales, o los presentan
en una sola producción. E n esto es Eisenstein quien se muestra
m ás intransigente. Busca los intérpretes de sus películas en talleres,
fábricas y oficinas ; entre los campesinos y ias gentes con
quienes se cruza en la calle, hasta encontrar los tipos que cuadran
a sus personajes.
Este sistema es, desde luego, mucho más difícil que el de elegir
artistas ya formado» para intérpretes de la obra cinematográ-
hca, pero tiene, en cambio, la ventaja de su trabajo ante el objetivo
m ás espontáneo y real que cuando juegan la acción adore»
prole»ionales, por eminentes que sean.
Roberth Flaherty siguió con buen resultado el método de Eisens-
lein en su film «Hombres de Arani). Pero es que Flaherty, realizador
de un documental de la knportatKia de «Moana», y que fue
ayudante de M urnau en «Tabú», no está influenciado por el cine
yanqui como la mayoría de los directores europeos.
Sin esa preocupación de la «vedette», a la que hay que hacerle
los papeles a la medida, como los vestidos, y sin esa otra preocu-
pactót^ de lo comercial, que tiende a la universalización, el cinema
soviético se convierte en reflejo vivo de un pueblo en plenitud de
vida, pudiendo captar los rasgos específicos de una raza, convirtiéndose
a la vez en arte netamente nacional, superior siempre
por m ás verídico y sentido, por m ás hondo y emocional, que esa
tendencia, ne^sariam ente fallida, a ]o universal.
En arte—pintura, música, literatura—lo de raigambre y abolengo
m ás nacional, lo m ás castizo, es lo que verdaderamente se
unlversaliza.
En España constituyen un buen ejemplo Goya, Velázquez, el
U reco; Bretón, Chueca, Albéniz: Cervantes, Calderón v Lope
de Vega.
• • • •
Hay que reconocer, >in embargo, que no todo el cinema yanqui
es industria. Bastaría el arte humanísimo, el humorismo amargo
de C harlot; bastarían los nombres de King Vidor y Van Uyke,
con sus films «Y el mundo marcha»,

Ayuntamiento de Madrid