modulo ciencias sociales ciclo iv grado noveno - INSTITUCION ...
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Alemania, quería evitar a toda costa que resurgiera<br />
el poderío bélico de la nación vecina. En cambio, el<br />
gobierno británico y el de Estados Unidos<br />
subestimaban el peligro que el rearme alemán<br />
representaba para la seguridad colect<strong>iv</strong>a;<br />
consideraban que el Tratado de Versalles había<br />
sido demasiado injusto, y veían con simpatía la<br />
tendencia anticomunista adoptada por la Alemania<br />
nazi, porque podría significar una barrera capaz de<br />
detener el expansionismo soviético hacia Europa,<br />
calificado entonces por las democracias<br />
occidentales como un peligro mayor y mucho más<br />
grave que el propio nazismo. A causa de ese temor<br />
al comunismo, el gobierno británico adoptó una<br />
política de “apaciguamiento” respecto al<br />
expansionismo alemán, bajo la idea de que al hacer<br />
concesiones a Hitler podría evitarse una nueva<br />
guerra y se obtendría, además, su colaboración<br />
contra el peligro soviético.<br />
En tercer lugar, en la década de los años treinta la<br />
situación del mundo era muy distinta a la de 1914.<br />
Aparte de los trastornos ocasionados por la crisis<br />
económica iniciada en Estados Unidos, aún<br />
persistían los efectos devastadores de la Primera<br />
Guerra Mundial, que había producido una enorme<br />
transformación en todos los ámbitos de la vida<br />
humana y originado grandes crisis en<br />
prácticamente todos los países de la Tierra.<br />
Además, la secuela de tensiones internacionales<br />
que ese conflicto produjo, preparaban el camino<br />
para una nueva guerra, no obstante los intentos de<br />
la Sociedad de Naciones por evitarla. Por esta<br />
razón, puede decirse que la Segunda Guerra<br />
Mundial se originó directamente de la Primera; de<br />
ahí que ambos conflictos, enlazados por el periodo<br />
de entreguerras, constituyan lo que se considera<br />
como la “Segunda Guerra de los Treinta Años” en<br />
la historia moderna de la humanidad.<br />
12<br />
1.6.2. Consecuencias de la Segunda Guerra: En<br />
la última fase de la guerra, Estados Unidos y la<br />
Unión Soviética pasan a ejercer el papel<br />
predominante, formándose dos bloques<br />
encabezados por ellos. Estados Unidos, que ya<br />
desde antes de la guerra era la primera potencia<br />
económica mundial, se consolidó como tal. Europa<br />
quedó muy debilitada del conflicto y estaba<br />
arruinada por la guerra. Estados Unidos se<br />
convirtió, además, en la primera potencia militar<br />
mundial gracias al esfuerzo bélico realizado. A<br />
partir de entonces asumiría la función de defensor<br />
de los valores de la c<strong>iv</strong>ilización occidental,<br />
sustituyendo a Gran Bretaña en su papel de<br />
gendarme mundial.<br />
La Unión<br />
Soviética, a<br />
pesar de las<br />
grandes<br />
pérdidas<br />
materiales y<br />
humanas<br />
que sufrió<br />
por el<br />
conflicto,<br />
salió muy<br />
fortalecida.<br />
El campo<br />
socialista se<br />
extendió a los países de Europa central y oriental, y<br />
la Unión Soviética se convirtió en su centro<br />
dirigente. La Revolución China estaba en curso y<br />
tampoco se haría esperar. Los próximos años<br />
mostrarían la intensidad de dicho enfrentamiento.<br />
Para el conjunto del conflicto de 1939-1945, tanto<br />
en Europa como en Asia, las cifras de pérdidas<br />
humanas son impresionante, las mayores que una<br />
guerra haya producido en toda la historia. En total<br />
se calculan 55 millones, 25 millones de cuales era<br />
militares y el resto c<strong>iv</strong>iles, sin contar 5 millones de<br />
judíos asesinados en el Holocausto ocasionado por<br />
los Nazis. Pero esto es sólo una estimación<br />
aproximada, las destrucciones de registros c<strong>iv</strong>iles<br />
por bombardeos aéreos, la confusión provocada<br />
por los traslados de población –que imposibilita<br />
distinguir entre fallecido y desaparecidos- y la<br />
pérdida de parte de la documentación han impedido<br />
un mayor acercamiento a la cifra real de los<br />
muertos.