Marc Bloch, Introducción a la Historia
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INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA 147<br />
biera podido evitarse más fácilmente. Por estas razones,<br />
nos parece ligado al efecto de una manera más directa y<br />
dificilmente escapamos al sentimiento de que él solo lo<br />
produjo. A los ojos del sentido común, que, hab<strong>la</strong>ndo de<br />
causa, rara vez se despoja de cierto antropomorfismo, este<br />
componente de última hora,, este componente particu<strong>la</strong>r e<br />
inopinado, viene a parecerse al artista que da forma a una<br />
materia plástica ya perfectamente preparada.<br />
En su práctica corriente no procede de otra manera<br />
el razonamiento histórico. Los antecedentes más constantes<br />
y más generales, por necesarios que sean, quedan sencil<strong>la</strong>mente<br />
subentendidos. ¿Qué historiador militar pensará<br />
en incluir entre <strong>la</strong>s razones de una victoria <strong>la</strong> gravitación,<br />
de <strong>la</strong> que dependen <strong>la</strong>s trayectorias de los obuses,<br />
o <strong>la</strong>s disposiciones fisiológicas del cuerpo humano, sin <strong>la</strong>s<br />
que los proyectiles no herirían mortalmente? Los antecedentes<br />
algo más particu<strong>la</strong>res, pero dotados todavía de cierta<br />
permanencia, forman lo que se ha convenido en l<strong>la</strong>mar<br />
<strong>la</strong>s condiciones. La más especial, <strong>la</strong> que en el haz de <strong>la</strong>s<br />
fuerzas generadoras representa, en cierta manera, el elemento<br />
diferencial, recibe preferentemente el nombre de<br />
causa. Se dirá, por ejemplo, que <strong>la</strong> inf<strong>la</strong>ción del tiempo<br />
de Law fue <strong>la</strong> causa del alza global de los precios. La<br />
existencia de un medio económico francés ya homogéneo<br />
y bien ligado será únicamente una condición. Porque esas<br />
facilidades de circu<strong>la</strong>ción que, al prodigar los billetes por<br />
todas partes, sólo permitieron el alza, habían precedido a <strong>la</strong><br />
inf<strong>la</strong>ción y <strong>la</strong> sobrevivieron.<br />
Nadie puede dudar que en esta discriminación reside<br />
un principio fecundo de investigación. ¿Para qué insistir<br />
sobre sus antecedentes casi universales? Son bomunes<br />
o demasiados fenómenos para que merezcan figurar en <strong>la</strong><br />
genealogía de ninguno de ellos en particu<strong>la</strong>r. Demasiado<br />
sé, de antemano, que no habría incendios si el aire no contuviera<br />
oxígeno; lo que me interesa, lo qué pide y justifica<br />
un esfuerzo de investigación, es determinar cómo ha prendido<br />
el fuego. Las leyes de <strong>la</strong>s trayectorias valen para <strong>la</strong><br />
derrota y para <strong>la</strong> victoria; <strong>la</strong>s explican <strong>la</strong>s dos; son, pues,