trabajo precario o el. el campo uruguay •
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El <strong>trabajo</strong> <strong>precario</strong> en <strong>el</strong> <strong>campo</strong> <strong>uruguay</strong>o abajo y Sociedad<br />
los trabajadores de las Grandes Empresas, mientras que en <strong>el</strong> sector informal s e<br />
incluyen a los trabajadores de las pequeñas empresas (con menos de cinco personas<br />
ocupadas) al <strong>trabajo</strong> en <strong>el</strong> servicio doméstico y a los Trabajadores<br />
Independientes (los trabajadores por Cuenta Propia y los trabajadores familiares<br />
no remunerados). Según la información proporcionada por Tokman (1999), <strong>el</strong><br />
sector informal no agrícola de América Latina proporcionaba <strong>el</strong> 52% de los<br />
empleos en 1990, y <strong>el</strong> 57% de los mismos en 1996. Como se sabe, esta proporción<br />
crecería aún más si se incluyesen los trabajadores agrícolas.<br />
En una tesitura similar, Beck (2000) asevera que sería un error suponer que<br />
los procesos de industrialización, de formalización, reglamentación y legalización<br />
de las r<strong>el</strong>aciones laborales, que ha sido <strong>el</strong> camino de las sociedades desarrolladas<br />
de Occidente, es un molde común para todos los demás países. En particular,<br />
señala que, en Anulriea Latina, <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> asalariado formal y estable es solo <strong>el</strong> privilegio<br />
de un reducido sector de la fuerza de <strong>trabajo</strong>. Muchos trabajadores asalariados<br />
carecen de la protección d<strong>el</strong> sistema de seguridad social, que provee de<br />
protección a la salud y a la vejez y seguros de paro, entre otros beneficios. Pero<br />
además, la mayoría de los trabajadores (40%) pertenecen al creciente sector<br />
informal de la economía, sin que haya una r<strong>el</strong>ación necesaria entre uno y otro sector,<br />
en <strong>el</strong> sentido de que los trabajadores informales estén en la cola de espera d<strong>el</strong><br />
<strong>trabajo</strong> formal.<br />
En síntesis, es posible afirmar que, al igual que en los países desarrollados,<br />
ha disminuido la proporción de trabajadores d<strong>el</strong> sector formal (que son todos asalariados),<br />
pero que <strong>el</strong>lo ocurre en un contexto en <strong>el</strong> cual <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> no formal y no<br />
asalariado (a diferencia de los países desarrollados) ha sido mayoritario o al menos<br />
representa una pi -onorción muy importante d<strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> total.<br />
Otra variable que es conveniente analizar es <strong>el</strong> desempleo. En páginas anteriores,<br />
al analizar la situación d<strong>el</strong> desempleo en los países desarrollados, ya se ha<br />
hecho referencia a la particularidad de que, a partir de la década d<strong>el</strong> 80, <strong>el</strong> desempleo<br />
aumenta aun en economías en crecimiento. Es decir, que <strong>el</strong> desempleo<br />
tendría más que ver con los cambios tecnológicos y con los cambios en la organización<br />
d<strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> que con la falta de crecimiento. Aunque no cabe duda que sin<br />
crecimiento es impensable la creación de nuevos empleos. El desempleo ha sido<br />
creciente en América Latina durante la década d<strong>el</strong> 90, habiendo muchas diferencias<br />
por países. Esto tiene que ver tanto con las diferentes tasas de crecimiento<br />
en cada país, como con que aqu<strong>el</strong>los que crecen, lo hacen con inestabilidad, creciendo<br />
mucho en algunos arios y poco en otros, lo cual influye en la variabilidad .<br />
de las tasas de desempleo (ToxmAN, 1999).<br />
Una tercera variable que es posible analizar para América Latina es la<br />
tencia de <strong>trabajo</strong> <strong>precario</strong>. Por definición, <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> en <strong>el</strong> sector informal es<br />
111.e:ario. Pero lo peculiar es la extensión de la precariedad a los <strong>trabajo</strong>s formales, en<br />
particular al empleo formal. Los empleos en <strong>el</strong> sector público su<strong>el</strong>en contem-<br />
Irularse como estables y seguros, aunque algunas evoluciones recientes muestran<br />
que también en <strong>el</strong> sector público se podría haber iniciado una tendencia hacia la<br />
4''precarización , principalmente a partir de los contratos de obra y de las tercerizaeiones.<br />
Es en las grandes empresas donde <strong>el</strong> empleo es crecientemente precarizado<br />
a partir d<strong>el</strong> crecimiento de los contratos "atípicos". Estos son contratos a<br />
. , ,.,tiempo definido, o que contienen cláusulas que hacen más sencillo para la empresa<br />
dar por terminada la r<strong>el</strong>ación laboral. La precariedad también consiste en<br />
empleos a tiempo parcial, con rotación de los días laborables en la semana, con<br />
protección de la seguridad social reducida o inexistente, o directamente <strong>el</strong> <strong>trabajo</strong><br />
en negro". Todas estas situaciones han tendido a aumentar en la década d<strong>el</strong> 90<br />
en <strong>el</strong> sector formal de América Latina, favorecidos por una legislación permisiva<br />
o por la falta de controles adecuados y por la debilidad de las organizaciones de<br />
los trabajadores (ToKmAN, 1998). Tokinan también señala que en los últimos 15<br />
años en América Latina, ocho de cada diez nuevos empleos han sido creados en<br />
<strong>el</strong> sector informal de la economía. En síntesis, la calidad de los empleos y de las<br />
ocupaciones ha disminuido en <strong>el</strong> continente durante la década d<strong>el</strong> 90.<br />
Beck ha llegado a decir que los países desarrollados están sufriendo una<br />
"brasileñización" de sus economías en r<strong>el</strong>ación al <strong>trabajo</strong>. Con <strong>el</strong>lo está queriendo<br />
expresar, que los cambios en las r<strong>el</strong>aciones d<strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> que llevan a la precarización,<br />
que están ocurriendo en Europa, son situaciones que siempre se han<br />
vivido en Brasil. De esta manera, <strong>el</strong> estudio de las formas de inserción laboral de<br />
la mayoría de los trabajadores en Brasil ayuda a anticipar y a re-conocer lo que<br />
puede llegar a ocurrir, según su opinión, en los países d<strong>el</strong> viejo continente. En sus<br />
palabras: -Los denominados países 'premodernos', con un <strong>el</strong>evado índice de <strong>trabajo</strong><br />
injbrinal y multiactivo, encarnan <strong>el</strong> futuro de los denominados países 'postmodernos'<br />
d<strong>el</strong> Occidente 'duro — (BEcK, 2000:104).<br />
A lo largo de los últimos 50 arios, en América Latina, ha habido intensos<br />
debates tratando de explicar la emergencia y la persistencia de trabajadores no plenamente<br />
insertos en una economía capitalista. Los términos de estos debates han<br />
<strong>•</strong> variado no sólo según la situación d<strong>el</strong> <strong>trabajo</strong> en <strong>el</strong> continente, sino también según<br />
la posición int<strong>el</strong>ectual, o los marcos teóricos esgrimidos por los autores para dar<br />
<strong>•</strong>_ , cuenta de este fenómeno. La posición desarrollista separaba a los trabajadores en<br />
la antinomia tradicional / moderno según la cual todos aqu<strong>el</strong>los trabajadores que<br />
pertenecían a los sectores "tradicionales" (en particular <strong>el</strong> agro, pero también <strong>el</strong><br />
pequeño comercio, la pequeña industria, las artesanías) se acabarían a medida que<br />
<strong>el</strong> sector formal, industrial, fuese penetrando y dominando las economías. Según<br />
esta perspectiva los trabajadores que estaban en <strong>el</strong> sector tradicional solo estaban<br />
"a la espera" para ser incorporados en <strong>el</strong> sector moderno. La teoría de la margi-