Cuentos del pájaro dragón - Fundación Gypaetus

La madre de Pompi fue a buscar comida y vio que había cazadores
en la zona. Entonces le dijo a Pompi asustada:
—¡Nos tenemos que ir de aquí enseguida!
—¿Por qué mamá? —preguntó Pompi.
—Ahora te lo explico, pero yo salgo primera —le respondió.
Debajo de esa montaña estaban cazando el padre de Diego
y sus ayudantes que no estaban capacitados para ir a cazar. No le tenían
el menor aprecio y, además, no conocían qué aves se podían cazar y cuáles no.
Entonces Rubén vio a la madre de pompi y dijo:
—¡Mira que ave tan fantástica! Yo disparo.
—¡No! ¡no! —exclamó Rubén.
Se pelearon por la escopeta y le dieron a la madre de Pompi en un ala y la llevaron
a un refugio de animales.
Pompi lloró mucho porque no quería que se fuera.
Entonces Diego bajó con su bici a ver lo que pasaba. Cuando vio
a la madre de Pompi, comprendió que habían sido Rubén
y Daniel. Diego le propuso a su padre:
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—Papá, lo podemos cuidar nosotros,
podemos hacerle un nido en la
montaña que hay al lado de la
cabaña.