12.05.2013 Views

1. El punto de partida - Adolfo Nigro

1. El punto de partida - Adolfo Nigro

1. El punto de partida - Adolfo Nigro

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

<strong>1.</strong><br />

Los compases heredados<br />

a <strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong><br />

No te amargues el mar,<br />

acompásate con la hora que,<br />

involuntario y cruel, nadie trasmuta;<br />

ríete <strong>de</strong> los antológicos traspiés<br />

<strong>de</strong>l mínimo común <strong>de</strong>nominador,<br />

<strong>de</strong> todo el trafalgar<br />

en que un traidor se anega.<br />

Prémiate con recordar que siempre<br />

huiste <strong>de</strong> él como <strong>de</strong> un eufonium.<br />

Ida Vitale<br />

Montevi<strong>de</strong>o<br />

Cerámicas<br />

Tapices<br />

Collages<br />

Desprendimientos<br />

Horizontes catalanes


A. N., Montevi<strong>de</strong>o, 1966<br />

Página anterior:<br />

Viaje a San Cugat. 1976<br />

Collage sobre cartón, 16,5 x 11 cm<br />

32<br />

<strong>El</strong> <strong>punto</strong> <strong>de</strong> <strong>partida</strong><br />

“Todo empezó en Montevi<strong>de</strong>o<br />

que es don<strong>de</strong> siempre empieza todo.”<br />

Enrique Fierro<br />

En 1961, <strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong> viajó por primera vez a Brasil con su hermano mellizo. Fue el primero<br />

<strong>de</strong> los <strong>de</strong>splazamientos <strong>de</strong> lugar que efectuó posteriormente, llevado por la búsqueda <strong>de</strong><br />

nuevos hallazgos. A pesar <strong>de</strong> las contingencias, esa experiencia brindó el momento propicio<br />

para su primer encuentro casual con algunos artistas uruguayos; entre ellos, José Gamarra, Luis<br />

Díaz, Nelson Ramos y Octavio Po<strong>de</strong>stá, quienes lo entusiasmaron a que visitara Uruguay, la<br />

tierra <strong>de</strong> Torres-García. Sin embargo, por razones circunstanciales, ambos hermanos tuvieron<br />

que regresar a la Argentina.<br />

De vuelta en Buenos Aires, <strong>Nigro</strong> comenzó a estudiar en la Escuela Superior <strong>de</strong> Bellas Artes<br />

Prilidiano Pueyrredón. Mientras concurría a esta institución, la situación económica lo obligó a<br />

realizar tareas disímiles. Se <strong>de</strong>sempeñó como obrero metalúrgico, albañil, verdulero, camionero<br />

y ven<strong>de</strong>dor en el Mercado <strong>de</strong>l Abasto.<br />

Durante esta época, en la que probó diversas maneras <strong>de</strong> mejorar la técnica <strong>de</strong> pintura y dibujo<br />

<strong>de</strong>l natural, sus maestros más importantes fueron Aurelio Macchi, Diana Chalukian, Héctor<br />

Nieto y Antonio Pujía. Pero fue Víctor Magariños, quien lo guió en la comprensión <strong>de</strong> la<br />

pintura mo<strong>de</strong>rna brindándole las herramientas necesarias para <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> lado los postulados<br />

académicos <strong>de</strong> aquella institución. Este artista fue también el <strong>punto</strong> <strong>de</strong> <strong>partida</strong> <strong>de</strong> la trama <strong>de</strong><br />

lazos referenciales <strong>de</strong>sarrollada por <strong>Nigro</strong> a lo largo <strong>de</strong> su proceso <strong>de</strong> producción.<br />

Se conocieron en los primeros meses <strong>de</strong> 1957, en una clase <strong>de</strong> pintura <strong>de</strong> la Escuela Nacional<br />

<strong>de</strong> Bellas Artes Manuel Belgrano. <strong>Nigro</strong> nunca asistió a sus clases como alumno regular,<br />

a pesar <strong>de</strong> que, en aquella oportunidad, era estudiante <strong>de</strong> esa entidad. <strong>El</strong> aula fue la calle -<br />

–plazas, bares cercanos a la escuela o a la avenida Corrientes– y un taller que el maestro tenía<br />

en Banfield.<br />

“Siempre buscaba vagamente al principio, un or<strong>de</strong>n, un significado en la plástica<br />

que la hiciera armonizar con el todo universal”. Este pensamiento <strong>de</strong> Joaquín Torres-<br />

García, a quien Víctor admiraba y me hizo conocer, expresa plenamente su posición<br />

como creador (...) Nos hablaba siempre <strong>de</strong>l hombre creador, el hombre que<br />

<strong>de</strong>sarrolla sus capacida<strong>de</strong>s y que lucha para lograrlo en una sociedad injusta. La<br />

luz más pura para acompañar los sueños <strong>de</strong>l hombre. Hablar en el lenguaje <strong>de</strong>l<br />

universo. Hablar <strong>de</strong> uno mismo. Hablar <strong>de</strong> los otros.” 1<br />

A partir <strong>de</strong> estos encuentros, comenzó el interés <strong>de</strong>l artista por el pensamiento <strong>de</strong> Torres-García.<br />

2 En este sentido, Magariños fue el primero que lo introdujo, <strong>de</strong> forma profunda, en los<br />

1 <strong>Nigro</strong>, <strong>Adolfo</strong>. “Víctor Magariños: recuerdos dispersos”. Buenos Aires, octubre <strong>de</strong> 1998.<br />

2 Artista clave <strong>de</strong>l arte latinoamericano <strong>de</strong>l Cono Sur, nacido en Montevi<strong>de</strong>o en 1874. Luego <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar una intensa<br />

actividad artística en Europa, en 1934 creó la “Asociación <strong>de</strong> Arte Constructivo” en Montevi<strong>de</strong>o. Iniciativa que a posteriori<br />

lo llevó a fundar el “Taller Torres-García” en 1944 originando una actividad <strong>de</strong> gran trascen<strong>de</strong>ncia en el campo cultural<br />

uruguayo, y creando un legado <strong>de</strong> extensión internacional. Torres-García es uno <strong>de</strong> los referentes más importantes <strong>de</strong> la<br />

búsqueda <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad en Latinoamérica. Des<strong>de</strong> su propuesta <strong>de</strong> reformular la posición <strong>de</strong>l continente americano, hasta la<br />

elaboración <strong>de</strong> la teoría <strong>de</strong>l universalismo constructivo, <strong>de</strong>jó abierto un arco <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s para instaurar diversos caminos<br />

en respuesta a una misma pauta: la búsqueda <strong>de</strong> lo esencial latinoamericano. Su pensamiento tuvo gran proyección,<br />

ya sea por sus escritos, sus conferencias, publicaciones y, fundamentalmente, por su <strong>de</strong>dicación en el taller. Un estudio sobre<br />

el alcance <strong>de</strong> su pensamiento teórico y sus formulaciones estéticas se encuentra en: Ramírez, Mari Carmen. <strong>El</strong> Taller<br />

Torres-García. The School of the South and its Legacy. Austin, University of Texas Press, 1992.


postulados <strong>de</strong>l creador uruguayo, cuando sus escritos y su obra aún no habían logrado gran<br />

difusión en Argentina. <strong>El</strong> acercamiento a estos planteos motivó su <strong>de</strong>cisión <strong>de</strong> realizar otro viaje;<br />

esta vez, a Montevi<strong>de</strong>o.<br />

En abril <strong>de</strong> 1966, con muy poco dinero, viajó a la capital uruguaya, adon<strong>de</strong> lo esperaba el<br />

pintor argentino Ernesto Drangosch que se encontraba allí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1965. Este cambio <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia<br />

coincidió con un momento <strong>de</strong> crisis social, política y económica en el país, por el que<br />

los intelectuales y artistas comenzaron a aumentar la confianza en sus manifestaciones, como<br />

promotoras <strong>de</strong> un cambio en la sociedad. Situación que condujo a un proceso vertiginoso <strong>de</strong><br />

propagación <strong>de</strong> nuevos valores, instaurando un clima <strong>de</strong> escasa concordancia con las búsquedas<br />

<strong>de</strong> productores plásticos como <strong>Nigro</strong>, quien al llegar a Montevi<strong>de</strong>o, sintió la impresión <strong>de</strong><br />

hallarse en una atmósfera diferente.<br />

“...me asombró que se pudiera producir un pensamiento así, tan alejado <strong>de</strong> lo que yo<br />

había vivido en Buenos Aires. En Argentina la cultura siempre miraba hacia fuera, salvo<br />

excepciones aisladas como Gambartes o Grela que no tenían la suficiente difusión<br />

como para ser conocidos por los artistas jóvenes”. 3<br />

En noviembre <strong>de</strong> este mismo año, realizó, junto con Drangosch, su primera exposición individual<br />

en la galería “U”. La muestra manifestó el <strong>punto</strong> <strong>de</strong> <strong>partida</strong> <strong>de</strong> sus investigaciones ulteriores<br />

en una presentación <strong>de</strong> pinturas, cuyos temas –naturaleza muerta y paisaje– fueron la excusa<br />

para una reflexión sobre la construcción pictórica. Por otra parte, en ellas hizo evi<strong>de</strong>nte<br />

su conocimiento y admiración por la obra <strong>de</strong> Cezanne.<br />

En este contexto, conoció a un gran número <strong>de</strong> artistas vinculados con el ambiente <strong>de</strong>l Taller<br />

Torres-García. A través <strong>de</strong> Roger Julien, amigo <strong>de</strong> varios integrantes <strong>de</strong>l Taller Montevi<strong>de</strong>o, llegó<br />

a Gurvich, 4 uno <strong>de</strong> los discípulos más importantes <strong>de</strong>l maestro uruguayo, posteriormente, su<br />

principal referente.<br />

En un primer momento instaló sus pertenencias en un viejo conventillo <strong>de</strong> la calle 25 <strong>de</strong> Agosto<br />

en la Ciudad Vieja <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o, frente al puerto. En la misma casa habían vivido Gonzalo<br />

Fonseca, Julio Alpuy, José Gurvich, “Yuyo” Goitiño y, posteriormente, Ernesto Vila. <strong>Nigro</strong> 5<br />

compartió ese espacio con Juan Cavo, quien se encontraba en el piso <strong>de</strong> abajo. A unos pasos<br />

estaba el taller <strong>de</strong> Julio Mancebo, que había sido alumno <strong>de</strong> Torres-García en su juventud;<br />

y la casa <strong>de</strong> José Gurvich, en a<strong>de</strong>lante, su maestro.<br />

Se sumaba, a su vez, un taller que el artista compartía con Drangosch, Manolo Lima y Naúl<br />

Ojeda en el Mercado Viejo.<br />

3<br />

<strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong> en: Muñoz, Miguel Ángel. "<strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong>: la tradición plástica rioplatense", texto inédito. Buenos Aires,<br />

199<strong>1.</strong><br />

4<br />

Nacido en Lituania en 1927. Des<strong>de</strong> 1932 vivió en Montevi<strong>de</strong>o, Uruguay. En 1945 se incorporó al Taller Torres-García<br />

y participó <strong>de</strong> todas las activida<strong>de</strong>s; inclusive, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1957, como profesor en el lugar <strong>de</strong> Alpuy, quien se había ido a<br />

vivir a Colombia. Hoy, Gurvich es consi<strong>de</strong>rado uno <strong>de</strong> los discípulos más importantes <strong>de</strong> Joaquín Torres-García, y una <strong>de</strong><br />

las figuras fundamentales <strong>de</strong> la “Escuela <strong>de</strong>l sur”. Entre los estudios sobre la producción <strong>de</strong>l artista utilizamos el trabajo<br />

<strong>de</strong> Alicia Haber, publicado en José Gurvich. Montevi<strong>de</strong>o, Fundación Buquebus, Buenos Aires, Centro Cultural Borges,<br />

1999, pp. 8-48. Al final <strong>de</strong> la publicación se halla un listado <strong>de</strong> bibliografía sobre el artista.<br />

5<br />

En esa casa permaneció hasta 1968, cuando se trasladó con su esposa al taller <strong>de</strong>l Parque Ribera.<br />

Silvia Novoa y A. N. con José Gurvich y su<br />

esposa. Cerro, Montevi<strong>de</strong>o, 1969<br />

A. N. con Ernesto Drangosch. Ciudad Vieja,<br />

Montevi<strong>de</strong>o, 1966<br />

Víctor Magariños D.<br />

Sin título. sin fecha, 25 x 30 cm<br />

Colección <strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong><br />

33


Autorretrato. 1967<br />

Collage sobre papel, 24 x 17 cm<br />

Ventana y luna. 1967<br />

Collage sobre papel, 23 x 16 cm<br />

34<br />

Los talleres <strong>de</strong> los hermanos Miguel “Lacho” y Héctor “Yuyo” Goitiño, Carlos Llanos, Clarina<br />

Vicens, Marta Morandi, Guillermo Fernán<strong>de</strong>z y Mario Mosteiro también formaron parte <strong>de</strong> este<br />

núcleo <strong>de</strong> artistas, que hicieron <strong>de</strong> Uruguay tanto un lugar geográfico como espiritual. 6 Cada<br />

uno <strong>de</strong> estos ámbitos mantuvo la atmósfera generada por las huellas <strong>de</strong>l Taller Torres-García,<br />

7 con vivencias que distendieron los aportes <strong>de</strong> su herencia, haciendo eco, principalmente,<br />

<strong>de</strong> su legado ético. Por consiguiente, la experiencia <strong>de</strong> lo colectivo frecuentó todo este período<br />

<strong>de</strong> actividad <strong>de</strong> <strong>Nigro</strong>, marcando los rasgos generales <strong>de</strong> esa primera trama <strong>de</strong> relaciones<br />

<strong>de</strong> gran repercusión en la construcción <strong>de</strong> su lenguaje.<br />

Cabe señalar que la relación que <strong>Nigro</strong> conservó con este contexto fue intensa y a la vez compleja.<br />

En primer lugar, porque en el momento <strong>de</strong> su llegada a Uruguay, el Taller Torres-García<br />

ya se había disuelto, y cada uno <strong>de</strong> sus integrantes había <strong>de</strong>rivado en un lenguaje personal<br />

que, como en el caso <strong>de</strong> Gurvich, los llevó a <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>rse <strong>de</strong> las premisas <strong>de</strong> Torres. 8 En segundo<br />

término, porque las teorías y enseñanzas <strong>de</strong>l maestro uruguayo tuvieron un peso tan<br />

gran<strong>de</strong>, que lograron instaurar una tradición artística <strong>de</strong> gran fuerza en el arte <strong>de</strong> ese país.<br />

Tradición que, para quien venía <strong>de</strong> otro lugar, resultaba sumamente atractiva a pesar <strong>de</strong> las<br />

actuales perspectivas <strong>de</strong> cambio.<br />

En este sentido, a lo largo <strong>de</strong> su proceso, <strong>Nigro</strong> reelaboró la herencia <strong>de</strong> estas experiencias,<br />

a través <strong>de</strong> un mecanismo <strong>de</strong> apropiación selectiva <strong>de</strong> don<strong>de</strong> aún sigue aflorando una modalidad<br />

<strong>de</strong> expresión plástica provista <strong>de</strong> una constante: el carácter híbrido.<br />

Collages y objetos: primeros ensayos<br />

Al año siguiente <strong>de</strong> realizar su primera muestra en la galería “U”, comenzó a emplear el collage.<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que, en el proceso <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> <strong>Nigro</strong>, esta práctica aparece cuando<br />

su pintura empieza a tomar otros rumbos. “La mesa” y “Plato con huesos”, realizadas en 1967,<br />

forman parte <strong>de</strong> las primeras experiencias <strong>de</strong>l artista bajo el empleo <strong>de</strong> esta modalidad durante<br />

su estadía en Montevi<strong>de</strong>o. <strong>El</strong> perfil plástico <strong>de</strong> ambas pone <strong>de</strong> manifiesto su temprana mirada<br />

a la estética <strong>de</strong> Picasso y Braque: perspectiva rebatida, escasa sensación <strong>de</strong> profundidad<br />

y formas planas que se superponen en una construcción representativa <strong>de</strong>l género <strong>de</strong> naturaleza<br />

muerta. Picasso y Braque constituyen las figuras emblemáticas <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l collage<br />

ya que, en 1912, cuando el cubismo analítico se hallaba en plena etapa <strong>de</strong> emergencia,<br />

dieron origen al “papier collé”, técnica <strong>de</strong>l papel pegado. Fue un momento crucial para la historia<br />

<strong>de</strong>l arte porque a partir <strong>de</strong> la utilización <strong>de</strong> esta técnica se abrieron nuevos caminos en<br />

el campo <strong>de</strong> la plástica.<br />

“...marcaba el término, o al menos un momento cardinal, <strong>de</strong> una larga evolución <strong>de</strong> la<br />

pintura occi<strong>de</strong>ntal al confirmarse como el poner en tela <strong>de</strong> juicio aquello que constituía<br />

sus propios cimientos. Pues lo que se pone en cuestión es la imagen, amenazada <strong>de</strong> <strong>de</strong>saparición,<br />

la sacrosanta imagen pictórica que se opone a la evi<strong>de</strong>ncia palpable <strong>de</strong> la<br />

materia. Pasamos <strong>de</strong>l universo <strong>de</strong> la pura ilusión y <strong>de</strong>l trompe-I’oeil a un mundo en el que<br />

6 Da Cruz, Pedro. "Pintura en dos orillas. La obra <strong>de</strong> <strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong>", Heterogénesis. Suecia, Malmo, abril, 1995, p. 33.<br />

7 En 1943, el maestro uruguayo estableció el taller-escuela comunitario “Taller Torres-García”. La iniciativa fue apoyada por<br />

un grupo <strong>de</strong> artistas jóvenes que acordaron con la ten<strong>de</strong>ncia a integrar las bellas artes y las artes aplicadas, en un contexto<br />

<strong>de</strong> valoración <strong>de</strong> la experiencia <strong>de</strong> lo colectivo. <strong>El</strong> ambiente que este grupo intentó generar se aproximó al <strong>de</strong> los talleres<br />

medievales o renacentistas, en don<strong>de</strong> los alumnos trabajaban junto al maestro, en un clima <strong>de</strong> interacción fértil y vital,<br />

propicio para el aprendizaje y el ensayo <strong>de</strong> técnicas con materiales diversos. Como los artistas <strong>de</strong> los grupos Bauhaus o<br />

<strong>de</strong> los constructivistas y productivistas rusos, los <strong>de</strong>l TTG crearon pinturas, esculturas, cerámicas, vitrales, mosaicos, objetos<br />

<strong>de</strong> metal y muebles. A pesar <strong>de</strong> que esta entidad cumplió un rol fundamental en el arte latinoamericano <strong>de</strong>l siglo XX, nunca<br />

llegó a ser una institución oficialmente aceptada en Uruguay. Sobre el TTG véase De Torres, Cecilia. “The School of the<br />

South: <strong>El</strong> Taller Torres-García, 1943-1962”, en Ramírez, Mari Carmen, op. cit., pp. 105-137.<br />

8 Jacqueline Barnitz señala que, entre 1950 y 1954, varios artistas <strong>de</strong>l TTG se turnaron para viajar por el extranjero y <strong>de</strong>scubrir<br />

el mundo por sí mismos, pues ya no les alcanzaba con lo que su maestro les había enseñado. Ya sea por este alejamiento,<br />

o por la necesidad <strong>de</strong> entablar búsquedas personales, “el arte <strong>de</strong> estos artistas se <strong>de</strong>sarrolló en direcciones más<br />

originales, al liberarse <strong>de</strong> los mo<strong>de</strong>los preestablecidos por Torres-García, aunque no <strong>de</strong> sus principios fundamentales”. Barnitz,<br />

Jacqueline, “<strong>El</strong> Taller Torres-García: Un movimiento <strong>de</strong> artes aplicadas en Uruguay”, en La Escuela <strong>de</strong>l Sur. <strong>El</strong> Taller<br />

Torres-García y su legado. Madrid, Centro <strong>de</strong> Arte Reina Sofía, julio-agosto <strong>de</strong> 1991, p. 36.


la materia <strong>de</strong>clina en términos <strong>de</strong> textura real, como si la pintura, en su búsqueda <strong>de</strong> una<br />

nueva expresión <strong>de</strong> lo real, <strong>de</strong>cidiera convocar ya no la representación <strong>de</strong> las cosas <strong>de</strong>l<br />

mundo exterior sino los propios originales, en su trivialidad, su insostenible verdad”. 9<br />

En el lenguaje <strong>de</strong> <strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong>, el collage aparece como una alternativa capaz <strong>de</strong> hacer efectivo<br />

el camino <strong>de</strong> lo simultáneo que a lo largo <strong>de</strong> su proceso lo conduce a formular diversas<br />

maneras <strong>de</strong> hacer convivir lo diferente en un mismo espacio.<br />

En esos primeros collages, el artista acu<strong>de</strong> a la integración <strong>de</strong> formas realistas en una estructura<br />

establecida sobre lineamientos geométricos. Una fusión entre realismo y abstracción, evocativa<br />

<strong>de</strong> la propuesta <strong>de</strong>l universalismo constructivo <strong>de</strong> Torres-García. 10<br />

En “Ventana y luna”, también <strong>de</strong> 1967, se producen ciertos cambios en la elección <strong>de</strong> la estructura<br />

subyacente <strong>de</strong> la imagen, y asimismo, un mayor alejamiento <strong>de</strong> aquellas realizaciones<br />

más próximas a las construcciones cubistas. A través <strong>de</strong> la disposición central <strong>de</strong> ese astro, la<br />

construcción comienza a hacer eco <strong>de</strong> cierta síntesis formal, pero al contener en su interior una<br />

amalgama <strong>de</strong> objetos <strong>de</strong>l ámbito cotidiano, establece esos brotes <strong>de</strong> simultaneidad que <strong>de</strong>sdoblan<br />

su sentido en la superposición <strong>de</strong> papeles texturados en blanco y negro, interrumpidos<br />

por pequeñas zonas <strong>de</strong> rojo.<br />

Tanto en “La mesa” y “Plato con huesos” como en “Ventana y luna”, los papeles pegados adquieren<br />

valor por la forma, por la representación <strong>de</strong>l objeto, no tanto por la materia. En este<br />

sentido, estas realizaciones se hallan en una esfera <strong>de</strong> la construcción bidimensional, que al<br />

autor le permite aprovechar el recurso <strong>de</strong>l fragmento en función <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n y la unidad estructural.<br />

En cuanto al color, hay escasas variaciones, y coinci<strong>de</strong>ntemente, una manipulación <strong>de</strong><br />

los quebrados y los acromáticos que en años posteriores se torna más inusual.<br />

A pesar <strong>de</strong> permanecer en el campo <strong>de</strong> lo bidimensional, estas experiencias, en las que adhiere<br />

recortes <strong>de</strong> papel sobre la imagen, lo introducen en otra faceta <strong>de</strong> la producción: aquella<br />

que permite la introducción <strong>de</strong> una realidad <strong>de</strong>l mundo exterior al cuadro en la realidad<br />

pintada <strong>de</strong>l mismo. 11 Por lo tanto, son las primeras incursiones en el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> una modalidad<br />

que, prontamente, va a <strong>de</strong>scansar sobre el ímpetu <strong>de</strong> asociar realida<strong>de</strong>s diferentes en la<br />

9 Guigon, Emmanuel. Historia <strong>de</strong>l collage en España. Teruel, Museo <strong>de</strong> Teruel, 1995, p. 27.<br />

10 <strong>El</strong> objetivo <strong>de</strong> Torres era llegar a una síntesis integrada para po<strong>de</strong>r lograr la afirmación <strong>de</strong> un “arte constructivo universal”.<br />

Una práctica que permitiera la verda<strong>de</strong>ra creación <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>n, basado en una síntesis estructura/figuración, que<br />

pudiera cambiar, radicalmente, el sentido <strong>de</strong>l arte. Para <strong>de</strong>sarrollar estas premisas tomó como referencia a las artes primitivas,<br />

sosteniendo que no había que apropiarse <strong>de</strong> su aspecto estético, sino <strong>de</strong> su naturaleza metafísica. Propuestas<br />

que hicieron que, <strong>de</strong> su legado, lo más trascen<strong>de</strong>nte fuera aquel ejercicio <strong>de</strong> las contradicciones que le permitió formular<br />

la síntesis <strong>de</strong> tres movimientos <strong>de</strong> la vanguardia: cubismo, neoplasticismo y surrealismo. Sobre este aspecto véase Fló,<br />

Juan, “Torres-García <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o”, en La Escuela <strong>de</strong>l Sur. <strong>El</strong> Taller Torres-García y su legado. Madrid, Centro <strong>de</strong><br />

Arte Reina Sofía, julio-agosto <strong>de</strong> 1991, pp. 7-18.<br />

11 Guigon, Emmanuel, op. cit., p. 27.<br />

Plato con huesos. 1967<br />

Collage, 21 x 39 cm<br />

La mesa. 1967<br />

Collage, 50 x 70 cm<br />

Colección particular, Atenas<br />

35


Cerámica. 1968<br />

33 cm<br />

Códice Nuttall<br />

Imagen <strong>de</strong>l Antiguo México<br />

36<br />

obra. Ímpetu que dibuja esa aceptación <strong>de</strong> lo plural, <strong>de</strong> lo heterogéneo, acor<strong>de</strong> con una visión<br />

y forma <strong>de</strong> vivir el mundo.<br />

Los inicios <strong>de</strong> <strong>Nigro</strong> en esta práctica fueron paralelos a sus primeros <strong>de</strong>sarrollos en la esfera<br />

<strong>de</strong> la producción artesanal. Vertiente que marcó el primer antece<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> lo que luego iba a<br />

ser su producción objetual, a partir <strong>de</strong> 1980.<br />

Las características <strong>de</strong> un nuevo contexto y las vivencias colectivas en el taller <strong>de</strong>l Cerro contribuyeron<br />

a fundar nuevos valores en la mirada <strong>de</strong>l artista. Reafirmó ese atractivo que le <strong>de</strong>mandaban<br />

los objetos primarios y los materiales toscos, para comenzar a hacer cerámicas, collares,<br />

trabajos en ma<strong>de</strong>ra y en vidrio. De este modo, logró introducir el mundo <strong>de</strong>l objeto en toda<br />

su dimensión significativa. 12<br />

Su llegada a esta vertiente <strong>de</strong>l quehacer artístico tuvo dos motivos: la vigencia <strong>de</strong>l pensamiento<br />

<strong>de</strong> Torres-García en ese entorno, a través <strong>de</strong>l núcleo <strong>de</strong> artistas reunidos alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> Gurvich, y<br />

su situación económica. Había llegado a Uruguay sin un sustento económico para mantenerse y<br />

vio en la venta <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> producción un recurso para seguir en ese lugar.<br />

12 Faccaro, Rosa. "Los buscadores <strong>de</strong> almejas". Buenos Aires, Galería Márgenes, mayo-junio <strong>de</strong> 1992.


Cerámicas. 1970<br />

José Gurvich<br />

Pareja cósmica. Ca. 1968<br />

Cerámica, 11 x 8 x 5 cm<br />

A. N. Taller <strong>de</strong>l Cerro, 1969<br />

Cerámica. 1970<br />

Feria <strong>de</strong> libros y grabados.<br />

Atlántida, Uruguay, 1970<br />

37


Tapiz Nazca. Ca. 200 AC<br />

225,4 x 28,6 cm<br />

38<br />

Los postulados <strong>de</strong> Torres-García cambiaron su perspectiva <strong>de</strong>l arte. Dicha noción incluía a las<br />

prácticas convencionales y no convencionales sin ningún or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> jerarquía. <strong>El</strong> arte era consi<strong>de</strong>rado<br />

un oficio que podía ramificarse en varias áreas, entre ellas estaba la artesanía. 13 Este pensamiento<br />

lo indujo a producir estos objetos con el mismo ímpetu con el que hacía sus pinturas,<br />

sobre la base <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> condiciones que profundizó en sus experiencias <strong>de</strong> taller, abocado<br />

a la realización <strong>de</strong> cerámicas en engobe con Gurvich, Cavo, Drangosch y José Luis Da Cruz.<br />

“Íbamos a buscar el barro al Pantanoso. Lo preparábamos, lo amasábamos, le sacábamos<br />

los grumos y el aire y Gurvich empezaba a trabajar la pasta. Iba <strong>de</strong>sarrollando<br />

las formas que inventaba en el momento. Lo hacía sobre la marcha sin ningún plan.<br />

Tenía formas preparadas en una mesa y les iba incrustando los seres y las cosas que<br />

iba creando en un instante...” 14<br />

Esta exploración en el campo <strong>de</strong> las artes aplicadas comportó una vuelta <strong>de</strong> su mirada hacia<br />

el pasado. Actitud que reafirmó en Chile, en 1971, en don<strong>de</strong> permaneció un año participando<br />

<strong>de</strong> las ferias. Expuso su producción artesanal en la Peña <strong>de</strong> los Parra, en la calle Carmen.<br />

Allí, tomó contacto con los tapices <strong>de</strong> Violeta Parra, y comenzó a realizar los suyos, tejidos sobre<br />

arpillera. Los diseños que empleó tenían gran<strong>de</strong>s vínculos con los <strong>de</strong> la cultura <strong>de</strong> Paracas,<br />

pero también, con los dibujos constructivos <strong>de</strong> Torres-García. Desarrolló esta veta <strong>de</strong> producción<br />

hasta 1974.<br />

En ese mismo contexto, comenzó a probar la aplicación <strong>de</strong> esmaltes sobre objetos <strong>de</strong> cerámica.<br />

Realizó gran cantidad <strong>de</strong> cacharros, cuyos dibujos también hicieron eco <strong>de</strong> esa mirada<br />

hacia el pasado indígena, principalmente, por tomar como referencia a algunos diseños <strong>de</strong> la<br />

cerámica nazca.<br />

En 1972 regresó a Uruguay. Continuó recorriendo distintas ferias para ven<strong>de</strong>r sus piezas. A<br />

pesar <strong>de</strong> ello, sus convicciones se orientaron en torno <strong>de</strong>l reforzamiento <strong>de</strong>l valor plástico <strong>de</strong><br />

estos objetos, no <strong>de</strong> su valor funcional. En este sentido, siguiendo los planteos <strong>de</strong> Torres-García<br />

continuó realizando su producción en serie, pero pensando en cada pieza como un objeto<br />

único, con cualida<strong>de</strong>s estéticas diferentes.<br />

“Torres había aclarado que no había zonas <strong>de</strong> exclusión en el arte y que un cacharro<br />

tenía que ser encarado con el mismo ímpetu plástico con que se enfrenta uno al óleo.<br />

No se privilegiaba nada. Y esa ten<strong>de</strong>ncia igualitaria el maestro la <strong>de</strong>jó como herencia<br />

cultural.” 15<br />

En efecto, es bajo este <strong>punto</strong> <strong>de</strong> vista que po<strong>de</strong>mos señalar los primeros antece<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> la<br />

producción objetual posterior <strong>de</strong> <strong>Nigro</strong>. Perspectiva bajo la cual también estas piezas utilita-<br />

13 Estas concepciones son las que conducen a Torres-García a formar el taller en Uruguay (1943-1962). La i<strong>de</strong>a principal<br />

<strong>de</strong>l maestro era reunificar las distintas modalida<strong>de</strong>s artísticas y hacer <strong>de</strong>saparecer la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> un arte superior a la artesanía,<br />

para establecer una tradición <strong>de</strong> artes aplicadas en ese país. Sobre el tema véase: Barnitz, Jacqueline, op. cit.,<br />

pp. 21-37.<br />

14 Entrevista al artista <strong>de</strong> Miguel Carvajal. Montevi<strong>de</strong>o, diario <strong>El</strong> País, 24 <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 2002.<br />

15 I<strong>de</strong>m.


ias pue<strong>de</strong>n ser consi<strong>de</strong>radas como parte <strong>de</strong> su expresión artística, y mostradas en su pura condición<br />

<strong>de</strong> objetos. 16<br />

Esta inclinación no tuvo trascen<strong>de</strong>ncia en todos los ámbitos. La importancia <strong>de</strong> esta producción,<br />

en Uruguay justificada por el rol que jugó el TTG 17 , no fue igual en Buenos Aires en don<strong>de</strong><br />

sólo fueron manifestaciones aisladas las que dieron cuenta <strong>de</strong> esta ten<strong>de</strong>ncia. Una <strong>de</strong> ellas<br />

fue la muestra <strong>de</strong> artesanías organizada por Diana Chalukian 18 en Lomas <strong>de</strong> Zamora, en<br />

1972. Una exposición que brotó <strong>de</strong> un impulso casi marginal, para marcar, críticamente, la<br />

situación <strong>de</strong> la producción artesanal. En el catálogo <strong>de</strong> presentación 19 subyace un cuestionamiento<br />

en torno <strong>de</strong> esa concepción <strong>de</strong>l producto artesanal como un elemento útil, como pieza<br />

vendible con atributos formales acor<strong>de</strong>s con la moda <strong>de</strong> la temporada. 20<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que, en este contexto, el concepto <strong>de</strong> producto artístico aplicado no existía tal como<br />

se lo planteaba en Uruguay. En ese momento, la Argentina se caracterizaba por la existencia<br />

<strong>de</strong> una gran divisoria entre lo culto y lo popular teniendo como muestra clara el hecho<br />

<strong>de</strong> que casi ningún artista compartía aquella práctica con las más convencionales <strong>de</strong>l arte.<br />

Por eso, cuando <strong>Nigro</strong> regresó a Buenos Aires, en 1973, no pudo continuar con ese estilo <strong>de</strong><br />

vida que lo había llevado a <strong>de</strong>ambular <strong>de</strong> feria en feria para subsistir a través <strong>de</strong> la venta <strong>de</strong><br />

sus objetos. En ese entonces, abandonó esa producción, y continuó con la realización <strong>de</strong> dibujos,<br />

collages y pinturas, que venía realizando simultáneamente.<br />

Sin embargo, esas experiencias marcaron, <strong>de</strong> un modo fundamental, su producción posterior<br />

<strong>de</strong> collages y objetos. Posiblemente, el rasgo perdurable originario <strong>de</strong> aquellas prácticas haya<br />

sido ese gusto por lo primario, por una materialidad enmarcada en las coor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong> la<br />

simplicidad.<br />

16 A la hora <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l arte objetual, en varias ocasiones se ha colocado el <strong>punto</strong> inicial <strong>de</strong> esta vertiente<br />

en los objetos utilitarios antiguos. Se trata <strong>de</strong> perspectivas que visualizan a esas piezas por su riqueza plástica, y no sólo<br />

por su valor histórico. Un ejemplo <strong>de</strong> este enfoque se halla en un número extraordinario <strong>de</strong> la revista Artinf: “Más allá <strong>de</strong>l<br />

objeto”, en don<strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> autores plantean un recorrido por los <strong>de</strong>sarrollos <strong>de</strong>l objeto en la Argentina. En esa ocasión<br />

Ángel Bonomini señaló: “Salvo en el caso <strong>de</strong> la arquitectura, las artes tienen en común un terminante apartamiento <strong>de</strong> toda<br />

intención utilitaria. Sin embargo, a lo largo <strong>de</strong> la historia el hombre ha <strong>de</strong>jado testimonios <strong>de</strong> que hasta en los utensilios <strong>de</strong><br />

uso cotidiano se ha podido llegar a un alto nivel estético según el refinamiento <strong>de</strong> los artesanos que los i<strong>de</strong>aron. Precisamente<br />

con el surgimiento <strong>de</strong> la Bauhaus se le exige a todo objeto utilitario la jerarquización <strong>de</strong>l diseño para alcanzar un nivel<br />

que sobrepase la mera eficacia en su misión <strong>de</strong> cortar, alumbrar, apoyar, etc. Sin aspirar a convertirse en obras <strong>de</strong> arte<br />

los objetos superan entonces su pura funcionalidad para sumar a la exaltación <strong>de</strong>l material con que están construidos, riqueza<br />

plástica...”. Bonomini, Ángel. “<strong>El</strong> objeto temporal”, Buenos Aires, Revista Artinf, Nº 78-79, año 14, 1989, p. 7.<br />

17 Véase el estudio <strong>de</strong> Jacqueline Barnitz, op. cit., pp. 19-37.<br />

18 En el catálogo <strong>de</strong> la muestra mencionada, se ven algunas concepciones propias <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> Torres-García. En<br />

este caso, es posible rescatar esa <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la autenticidad <strong>de</strong> la pieza, en <strong>de</strong>trimento <strong>de</strong> aquella “concepción <strong>de</strong> las<br />

artesanías al nivel <strong>de</strong> la fantasía para la moda <strong>de</strong> temporada”. Chalukian, Diana, “Artesanía. Una actividad fundamental<br />

en la sociedad humana”, Municipalidad <strong>de</strong> Lomas <strong>de</strong> Zamora, Lomas <strong>de</strong> Zamora, 1972.<br />

19 I<strong>de</strong>m.<br />

20 I<strong>de</strong>m.<br />

Construcción. 1973<br />

Tapiz, 63 x 155 cm<br />

Colección Rodolfo Guelfi<br />

39


40<br />

Una estética <strong>de</strong> la simultaneidad<br />

“Pensar el collage sería (entre otras cosas) intentar reflexionar sobre los cortes y las continuida<strong>de</strong>s,<br />

las diferencias y las coinci<strong>de</strong>ncias, las separaciones y los vínculos.” 21<br />

En todo proceso <strong>de</strong> producción plástica hay una ten<strong>de</strong>ncia natural a los <strong>de</strong>svíos y las divergencias.<br />

En el itinerario <strong>de</strong> <strong>Nigro</strong>, el empleo <strong>de</strong>l collage ratifica esta inclinación, a través <strong>de</strong><br />

las variaciones manifiestas en los modos <strong>de</strong> utilizar la técnica. Aun así, en las obras realizadas<br />

hasta finales <strong>de</strong> los 90, estas alteraciones no ocultan la posibilidad <strong>de</strong> una constante: la<br />

presencia <strong>de</strong>l objeto. Fragmentado o no, presentado o representado, en sus imágenes, ellos<br />

establecen diferentes niveles <strong>de</strong> anclaje con la realidad.<br />

“Es un objeto autónomo, capaz <strong>de</strong> establecer relaciones insólitas e inéditas y que se caracteriza<br />

por su pertenencia a un mundo concreto, el <strong>de</strong>l artista: este boleto y no otro; el<br />

número <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> Rosario, don<strong>de</strong> viví mi infancia; aquella taza <strong>de</strong> café con leche; la<br />

carta <strong>de</strong>l amigo que vive en Barcelona; el pan, la cuchara y el plato <strong>de</strong> todos los días". 22<br />

En los primeros años posteriores a su regreso a Buenos Aires, sus collages muestran un rasgo<br />

común: la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar la potencia significativa <strong>de</strong> cierto grupo <strong>de</strong> objetos, los que<br />

pertenecen al ámbito urbano. <strong>El</strong> énfasis en estos elementos, y el modo <strong>de</strong> integrarlos y <strong>de</strong> construir<br />

el espacio <strong>de</strong> la imagen, tiene una relación estrecha con el momento <strong>de</strong> inserción <strong>de</strong>l artista<br />

en su medio. Se trata <strong>de</strong> un período crítico. En primer lugar, porque <strong>de</strong>bía adaptarse nuevamente<br />

a Buenos Aires, adon<strong>de</strong> se radicaría <strong>de</strong>finitivamente, pero también, por las características<br />

propias <strong>de</strong> este contexto, no muy a<strong>de</strong>cuado a sus búsquedas. En el campo artístico imperaba<br />

un clima <strong>de</strong> transición, conductor <strong>de</strong>l aplacamiento <strong>de</strong> las tensiones que habían caracterizado<br />

a la vorágine vanguardista <strong>de</strong> los años 60. Los realismos y las distintas variantes <strong>de</strong>l arte<br />

conceptual eran las ten<strong>de</strong>ncias características <strong>de</strong> la década. Por otra parte, los 70 argentinos<br />

fueron una década <strong>de</strong> inestabilidad política, <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilitamiento económico y <strong>de</strong> crisis social.<br />

Estos años constituyeron una etapa <strong>de</strong> reacomodamiento, en don<strong>de</strong> los recuerdos <strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o,<br />

<strong>de</strong> Rosario y <strong>de</strong> otras ciuda<strong>de</strong>s, o <strong>de</strong> barrios, como la Aguada o Malvín, que venían<br />

conformando su itinerario <strong>de</strong> viajes, condujeron a una inclinación estética por el tema <strong>de</strong> la<br />

ciudad que trabajó <strong>de</strong> una manera similar a Gurvich.<br />

La obra “Montevi<strong>de</strong>o”, <strong>de</strong> 1974, es un ejemplo <strong>de</strong> esta faceta. La característica dominante<br />

<strong>de</strong> la imagen es la preferencia por una paleta <strong>de</strong> colores tierras, <strong>de</strong> poca saturación y <strong>de</strong> escasos<br />

valores, si la diferenciamos con su producción anterior.<br />

La relación con Gurvich radica en la utilización <strong>de</strong> una iconografía próxima a la visualizada<br />

en las obras <strong>de</strong>l maestro <strong>de</strong> fines <strong>de</strong> los 60 y comienzos <strong>de</strong> los 70. La presencia <strong>de</strong> personajes<br />

volando, que llevaron a pensar en la vinculación <strong>de</strong>l uruguayo con Chagall, aparece muy<br />

frecuentemente.<br />

Otra <strong>de</strong> los signos iconográficos <strong>de</strong> Gurvich, presente en “Montevi<strong>de</strong>o”, es el frigorífico abandonado<br />

que aflora <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el fondo <strong>de</strong> esa construcción. Este elemento funciona como un <strong>punto</strong><br />

21 Guigon, Emmanuel, op. cit., p. 10.<br />

22 Giunta, Andrea. Este libro, p. 2<strong>1.</strong>


Montevi<strong>de</strong>o. 1974<br />

Collage, 36 x 23 cm<br />

Vista <strong>de</strong> la playa <strong>de</strong>l Cerro, 1966<br />

41


Horizonte catalán. 1976<br />

Collage, 15 x 21,5 cm<br />

<strong>de</strong> anclaje con la realidad <strong>de</strong> ambos autores, en tanto que forma parte <strong>de</strong>l paisaje que los<br />

ro<strong>de</strong>aba en Montevi<strong>de</strong>o. Escaleras, ruedas, casas, edificios, bares, rostros, se suman a este<br />

espectro iconográfico exponente <strong>de</strong> una especie <strong>de</strong> realismo constructivo, no imitativo, que<br />

termina por hacer evi<strong>de</strong>nte su aproximación al francés Fernand Léger. 23<br />

En la obra, algunos <strong>de</strong> los elementos mencionados convergen en zonas <strong>de</strong> superposición, que<br />

emergen <strong>de</strong> una estructura que basa su forma <strong>de</strong> disposición en bandas horizontales irregulares.<br />

La fractura <strong>de</strong> las formas, las transparencias y la variación <strong>de</strong> las proporciones reales <strong>de</strong><br />

los objetos, refuerzan ese intento <strong>de</strong> subordinar la temática a la construcción pictórica.<br />

Estas características <strong>de</strong> “Montevi<strong>de</strong>o”, perceptibles también en otras obras <strong>de</strong>l mismo período,<br />

nos permiten señalar un aspecto fundamental <strong>de</strong> la asimilación que hace el autor <strong>de</strong>l lenguaje<br />

<strong>de</strong> Gurvich. Precisamente, dirigió su mirada a aquella producción que mostraba una re<strong>de</strong>finición<br />

<strong>de</strong>l lenguaje y, si se quiere, una ruptura con lo aprehendido a instancias <strong>de</strong> Torres. 24<br />

<strong>El</strong> hecho <strong>de</strong> apartar el uso <strong>de</strong> la estructura ortogonal, y acudir a la realización <strong>de</strong> composiciones<br />

más dinámicas fue una actitud clave <strong>de</strong> este cambio <strong>de</strong> Gurvich, retomado por <strong>Nigro</strong> y<br />

<strong>de</strong>sarrollado en otras series <strong>de</strong> collages.<br />

Los años posteriores a “Montevi<strong>de</strong>o” manifestaron algunos cambios que se <strong>de</strong>sataron con una<br />

nueva situación: un viaje.<br />

En 1974 Drangosch se había ido a España. Dadas las circunstancias que atravesaba el país,<br />

y ante las noticias <strong>de</strong> su amigo que residía en San Cugat, <strong>de</strong>cidió viajar a Europa en 1975.<br />

Se instaló en Barcelona hasta marzo <strong>de</strong> 1976.<br />

Durante su estadía, aprovechó para recorrer los museos <strong>de</strong> aquellos lugares <strong>de</strong> los cuales se<br />

hablaba constantemente: Holanda, Francia, Madrid. En esos lugares, quedó impresionado<br />

por las obras <strong>de</strong> algunos artistas: Chagall, los españoles Tapies, Millares, Miró, Picasso, la<br />

mayoría <strong>de</strong> ellos, gran<strong>de</strong>s maestros <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l collage. También <strong>de</strong>scubrió al escultor<br />

español Alberto Sánchez, <strong>de</strong> quien admiró la forma <strong>de</strong> plasmar, en la imagen plástica, alusiones<br />

a su lugar <strong>de</strong> origen, a su tierra toledana.<br />

En efecto, el viaje fue la situación que otra vez sentó las bases para un <strong>de</strong>svío en su producción.<br />

En sus collages, comenzó a plantear la necesidad jerarquizar algunos elementos reales<br />

que, adheridos al plano pictórico, adquirieron mayor presencia en el espacio plástico. Por otra<br />

parte, la paleta comenzó a ser más heterogénea, con ten<strong>de</strong>ncia a los colores cálidos.<br />

De este tiempo es “Viaje a San Cugat” (1976). Una construcción en don<strong>de</strong> aparece un boleto<br />

<strong>de</strong> viaje pegado sobre la superficie, con una inscripción que dice “Barcelona”. De ese ensimismamiento<br />

<strong>de</strong> planos y <strong>de</strong> cosas que mostraba en “Montevi<strong>de</strong>o”, pasó aquí a una selección<br />

<strong>de</strong> objetos un poco más acotada, aunque igualmente heterogénea en torno <strong>de</strong> ese bole-<br />

23 Nelly Perazzo sostiene que la influencia <strong>de</strong> Léger en <strong>Nigro</strong> se ve, sobre todo, en la serie <strong>de</strong> pinturas <strong>de</strong> “Objetos en<br />

el espacio” que <strong>Nigro</strong> comienza a realizar a fines <strong>de</strong> los 60, cuando en su producción afloraba el tema <strong>de</strong> la ciudad.<br />

Para la autora, el <strong>punto</strong> <strong>de</strong> <strong>partida</strong> <strong>de</strong> la mirada <strong>de</strong> <strong>Nigro</strong> es la posición teórica <strong>de</strong>l artista francés. Léger habla <strong>de</strong> un<br />

“Nuevo realismo” o “realismo conceptual”, en don<strong>de</strong> lo que yace sustancialmente en la obra es la importancia <strong>de</strong>l objeto<br />

como realidad concreta. Esto se traduce en la opción <strong>de</strong> arrojar los objetos al espacio junto con formas abstractas.<br />

Véase: “Léger y el objeto”, en Perazzo, Nelly, op. cit., pp. 25-27.<br />

24 Des<strong>de</strong> su ingreso al TTG, en 1945, José Gurvich cultivó el universalismo constructivo. Fue uno <strong>de</strong> los representantes<br />

más notables <strong>de</strong> este lenguaje hasta mediados <strong>de</strong> los años 50, cuando diversas experiencias fueron orientando al artista<br />

hacia un lenguaje más personal, <strong>de</strong>sarrollado con mayor fuerza a partir <strong>de</strong> la década <strong>de</strong>l 60. Véase Haber, Alicia,<br />

op. cit., pp. 12-18.<br />

La luna y la bahía. 1975<br />

Oleo, collage, tela, 60 x 50 cm<br />

Colección particular, Buenos Aires<br />

43


Erensto Drangosch, A. N. y Carlos Kilian.<br />

Feria <strong>de</strong> la Catedral, Barcelona, 1975<br />

44<br />

Horizonte catalán. 1976<br />

Collage, 18 x 25 cm<br />

to. Selección <strong>de</strong> elementos que, en a<strong>de</strong>lante, fue <strong>de</strong>purando para preconizar sólo algunos <strong>de</strong><br />

ellos; los que tuvieron un peso mayor en sus vivencias: los carros, los boletos, las cartas. La<br />

misma actitud había notado en Miró, a quien conoció en la Feria <strong>de</strong> belenes <strong>de</strong> la catedral<br />

<strong>de</strong> Barcelona recorriendo los puestos y dialogando con los artesanos. 25 Su admiración por el<br />

maestro radicó, justamente, en la posición que aquél había adoptado ante la realidad y el objeto.<br />

26 Actitud que lo llevaba a respetar, valorar y rescatar a las cosas más simples.<br />

Son<strong>de</strong>ando el campo <strong>de</strong> los trabajos mencionados, Montevi<strong>de</strong>o y Barcelona, sitios a los que<br />

alu<strong>de</strong>n esas obras, fueron para el artista lugares <strong>de</strong> profundas vivencias, pero también dos <strong>de</strong><br />

las zonas <strong>de</strong> tránsito, cuando comenzaba a trazar su camino <strong>de</strong> búsquedas. A lo largo <strong>de</strong><br />

esos años, le había resultado imposible establecerse en un único lugar, principalmente, por las<br />

particularida<strong>de</strong>s que surgían en cada uno <strong>de</strong> los contextos en los que se encontró por las instancias<br />

<strong>de</strong> viaje. Esa vivencia <strong>de</strong> lo transitorio lo llevó a esbozar otra i<strong>de</strong>a, plasmada casi subrepticiamente<br />

en la serie <strong>de</strong> Horizontes catalanes: la utopía. Un carácter enraizado en los lineamientos<br />

<strong>de</strong>l universalismo constructivo, expresado en su obra a través <strong>de</strong> un or<strong>de</strong>namiento<br />

<strong>de</strong> la construcción guiado por la línea <strong>de</strong> horizonte. La disposición escalonada <strong>de</strong> zonas paralelas,<br />

basada en una geometría libre, seguía los planteos <strong>de</strong> Gurvich. En este caso, esta sistematización<br />

tenía que ver con una dimensión tendiente a recuperar lo perdido, a mirar más<br />

allá <strong>de</strong>l alcance <strong>de</strong> la visión.<br />

25 Conversación <strong>de</strong> <strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong> con la autora, Rosario, año 2003.


Con esta serie, planteó una nueva ten<strong>de</strong>ncia temática. De las referencias a la ciudad pasó a<br />

un interés por el campo y la tierra. Tema que le traía a la memoria imágenes <strong>de</strong> su niñez, <strong>de</strong>l<br />

trabajo con su padre repartiendo verdura con los carros, <strong>de</strong> sus vacaciones en Rosario y en el<br />

campo santafesino. La chacra, las parvas, la luna, los frutos, tenían que ver con ese clima, con<br />

el cual estuvo vinculado durante su estadía en Barcelona.<br />

En esta serie, nuevos materiales comenzaron a cobrar relevancia. La mirada a la producción<br />

<strong>de</strong> Tápies y Millares tuvo que ver con esa necesidad <strong>de</strong> abarcar otro tipo <strong>de</strong> cualida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong><br />

trascen<strong>de</strong>r la esfera <strong>de</strong>l papel integrando un trozo <strong>de</strong> materia gruesa a la realidad pictórica<br />

<strong>de</strong> la obra. En este sentido, Nelly Perazzo señala:<br />

“Si los tapices y la cerámica habían suscitado en <strong>Nigro</strong> la inclinación a la artesanía, en<br />

España, la proximidad <strong>de</strong> los artistas Tápies y Millares, que habían logrado tan alto grado<br />

<strong>de</strong> expresividad matérica, no pudo menos que pronunciar su gusto por las superficies<br />

y los materiales. Así aparecen los cartones ásperos y rugosos como soporte (...); cartón<br />

corrugado, papel, arpillera, chapa y pequeñas ramas en “Horizonte catalán”. 27<br />

Sobre la base <strong>de</strong> los postulados <strong>de</strong> Guigon, <strong>Nigro</strong> empieza a transitar una instancia en don<strong>de</strong><br />

la materia va a <strong>de</strong>clinar en términos <strong>de</strong> textura real, al ser presentada como tal. 28 En uno<br />

26 Haber, Abraham. "Carta <strong>de</strong> Barcelona". Buenos Aires, Galería <strong>de</strong>l Retiro, junio-julio <strong>de</strong> 1983.<br />

27 Perazzo, Nelly, op. cit., p. 45.<br />

28 Guigon, Emmanuel, op. cit., p. 27.<br />

Joaquim y los peces. 1976<br />

Collage, 10,5 x 22,3 cm<br />

Colección Joaquín <strong>Nigro</strong>, Buenos Aires<br />

45


Horitzò català. 1976<br />

Oleo collage sobre hardboard, 61 x 122 cm<br />

Colección Agustín Bloise, Buenos Aires<br />

46<br />

<strong>de</strong> esos “horizontes catalanes”, la nota mayor está dada por los fragmentos <strong>de</strong> tela <strong>de</strong> arpillera<br />

que se convierten en luna, y también en una extensión <strong>de</strong> campo, en cuya superficie pinta<br />

ban<strong>de</strong>ras rojas. Este tipo <strong>de</strong> recursos le permiten saltar hacia una producción en don<strong>de</strong> el residuo,<br />

el pedazo, pue<strong>de</strong> convertirse en un elemento total, lo cual es posible mediante el <strong>de</strong>splazamiento<br />

<strong>de</strong> la cualidad <strong>de</strong> un objeto a otro. 29 Una <strong>de</strong> las entida<strong>de</strong>s sígnicas más importantes<br />

<strong>de</strong> esta obra es la palabra “sur”, que propone un marco <strong>de</strong> significación <strong>de</strong> inevitable<br />

relación con los discursos <strong>de</strong> Torres-García. En este sentido, el término se convierte en una cita<br />

que cumple la función <strong>de</strong> reivindicar la dirección marcada por el maestro uruguayo, cuando<br />

en su manifiesto señaló: “Nuestro norte es el sur”. 30<br />

A partir <strong>de</strong> su regreso <strong>de</strong> Barcelona, el artista continuó sus <strong>de</strong>sarrollos en la esfera <strong>de</strong>l collage.<br />

29 Mecanismo visualizado por Andrea Giunta, cuando señala que “en el collage y en la pintura se plantean los conceptos<br />

<strong>de</strong> interrelación y unidad entre el mundo <strong>de</strong> la obra y el <strong>de</strong> la realidad y también entre los objetos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la obra.<br />

Esta i<strong>de</strong>a se expresa a través <strong>de</strong>l <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> una cualidad <strong>de</strong> un objeto a otro: un trozo <strong>de</strong> arpillera es una luna<br />

amarilla, un fragmento <strong>de</strong> diario, un barco...”. Giunta, Andrea, este libro, p. 2<strong>1.</strong><br />

30 Manifiesto <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong>l Sur, Joaquín Torres-García, Uruguay, febrero <strong>de</strong> 1935.


A<strong>de</strong>u Barcelona. A Silvia. 1976<br />

Collage, 25,5 x 10 cm<br />

Colección Trilce <strong>Nigro</strong>, Montevi<strong>de</strong>o


Carro y cielo. 1979<br />

Collage sobre hardboard, 74 x 39 cm<br />

Colección María Peña, Buenos Aires


Siguió explotando aquella ten<strong>de</strong>ncia a jerarquizar elementos llegando, consecuentemente, hacia<br />

una síntesis mayor en la composición. Camino que abrió el paso a una tensión entre ese<br />

abigarramiento <strong>de</strong> planos o <strong>de</strong> objetos que preconizaba en las obras anteriores, y la emergencia<br />

<strong>de</strong> espacios casi vacíos en la imagen. A posteriori, su producción va a girar en torno<br />

<strong>de</strong> este movimiento, pero con la ten<strong>de</strong>ncia señalada a rescatar <strong>de</strong>l caos a ciertos objetos ya<br />

empleados en obras anteriores.<br />

“<strong>El</strong> boleto”, <strong>de</strong> 1978, pone <strong>de</strong> manifiesto esta característica. Se trata <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los casos<br />

en don<strong>de</strong> el objeto queda pon<strong>de</strong>rado, tanto por las características <strong>de</strong> la composición como<br />

por su presencia concreta. Jerarquizado o disperso, en las obras mencionadas hasta ahora<br />

y también en las posteriores, el boleto constituye una referencia propicia para realzar el valor<br />

<strong>de</strong> la cosa mundana, pero también para evocar sus experiencias <strong>de</strong> viaje. En este trabajo,<br />

emerge <strong>de</strong> un conjunto caótico <strong>de</strong> elementos i<strong>de</strong>ntificables en el mundo que nos ro<strong>de</strong>a,<br />

creando una atmósfera irreal, sobre todo, por la disparidad <strong>de</strong> las relaciones proporcionales.<br />

Edificios, casas, un auto, la cola <strong>de</strong> un animal, una botella, una cuchara, un número que<br />

refiere al año <strong>de</strong> realización <strong>de</strong> la obra, son signos que, por las relaciones ficticias que mantienen<br />

en esta construcción, no guardan fi<strong>de</strong>lidad con su referente. Este mismo tipo <strong>de</strong> relación<br />

entre los objetos es perceptible en obras como “Carro y cielo”, “Carta <strong>de</strong> España” y<br />

“Viaje a Munro”, entre otras.<br />

En el mismo año en que realizó “<strong>El</strong> boleto”, se abocó a un conjunto <strong>de</strong> obras que tituló “Desprendimientos”.<br />

<strong>El</strong> mecanismo aquí es diferente. En vez <strong>de</strong> centralizar la tensión en un objeto<br />

multiplicó los <strong>punto</strong>s <strong>de</strong> atención en una gran zona <strong>de</strong> abigarramiento.<br />

Sobre estas bases, es posible señalar esa preferencia <strong>de</strong> <strong>Nigro</strong> por una estética <strong>de</strong> lo simultáneo<br />

que nos conduce a reivindicar una <strong>de</strong> las herencias <strong>de</strong>l universalismo constructivo <strong>de</strong><br />

Torres-García. Se trata <strong>de</strong> ese ejercicio <strong>de</strong> las contradicciones que el maestro uruguayo<br />

transmitió a través <strong>de</strong> una síntesis entre el mundo <strong>de</strong> la razón y la emoción, entre lo trascen<strong>de</strong>nte<br />

e inmanente, entre lo conciente e inconsciente, entre la intuición y el conocimiento,<br />

<strong>El</strong> boleto. 1978<br />

Collage, 11 x 12 cm<br />

49


Migraciones. 1980<br />

Collage, 22 x 31 cm<br />

Colección Alberto Ré<br />

50<br />

entre la síntesis y el análisis, entre la geometría y la representación, entre la abstracción y<br />

la figuración. 31<br />

Coinci<strong>de</strong>ntemente, en <strong>Nigro</strong>, la simultaneidad es un carácter vivencial transportado a la imagen<br />

a través <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> recursos propios <strong>de</strong> la estética barroca: <strong>de</strong>scentramiento, <strong>de</strong>sbor<strong>de</strong>,<br />

multiplicación <strong>de</strong> los <strong>punto</strong>s <strong>de</strong> vista. Caracteres perceptibles en este conjunto <strong>de</strong> obras en<br />

don<strong>de</strong> el boleto queda arrojado a un espacio <strong>de</strong> fluctuación entre lo figurativo y lo abstracto.<br />

En estructuras diferentes, los objetos que componen las imágenes <strong>de</strong> esta etapa son arrojados<br />

al espacio plástico generando una atmósfera <strong>de</strong> levedad. Síntoma retomado <strong>de</strong> los cuentos<br />

<strong>de</strong> Italo Calvino, plasmado a través <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> referencias a un universo en don<strong>de</strong> todo<br />

se mezcla, todo convive.<br />

“...Mi operación ha consistido las más <strong>de</strong> las veces en sustraer peso; he tratado <strong>de</strong><br />

quitar peso a las figuras humanas, a los cuerpos celestes, a las ciuda<strong>de</strong>s...” 32<br />

A pesar <strong>de</strong> ciertos brotes <strong>de</strong> jerarquía, en estas obras, personas, boletos, cucharas, cartas, astros<br />

y otros entes, adquieren esa liviandad que los coloca en el mismo plano <strong>de</strong> proyección,<br />

para refugiarse en distintos niveles <strong>de</strong> significación.<br />

La misión alusiva <strong>de</strong> los signos<br />

“<strong>El</strong> verda<strong>de</strong>ro estupor está hecho <strong>de</strong> memorias.” Cesare Pavese<br />

Los primeros 80 marcaron el comienzo <strong>de</strong> otra etapa en el proceso plástico <strong>de</strong> <strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong>.<br />

Empieza el itinerario <strong>de</strong> su producción objetual, al mismo tiempo que sus collages <strong>de</strong>rivan en<br />

otras formas <strong>de</strong> disposición <strong>de</strong> los objetos.<br />

“Migraciones”, <strong>de</strong> 1980, es una <strong>de</strong> las series emblemáticas <strong>de</strong> esta época, en don<strong>de</strong> la particularidad<br />

está dada por una atmósfera en don<strong>de</strong> los objetos vuelan. A diferencia <strong>de</strong> lo que<br />

31 Haber, Alicia. José Gurvich, op. cit., p. 14. Juan Fló, por su parte, señala que esa conjugación <strong>de</strong> contrarios es lo<br />

más trascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l legado <strong>de</strong> Torres. Fló, Juan, “Torres-García <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Montevi<strong>de</strong>o”, en La Escuela <strong>de</strong>l Sur. <strong>El</strong> Taller<br />

Torres-García y su legado, p. 12.<br />

32 Calvino, Italo. “Levedad”, en Propuestas para el próximo milenio. Buenos Aires, Siruela, 1990, p. 15.


Trilce y el mes <strong>de</strong> junio. 1978<br />

Collage, 50 x 30,5 cm<br />

Colección Trilce <strong>Nigro</strong>, Montevi<strong>de</strong>o


Desprendimientos. 1980<br />

Collage, 25,5 x 28,5 cm<br />

Colección Hugo <strong>de</strong> Francesco<br />

52<br />

sucedía en “Desprendimientos”, estos elementos no están arrojados a un caos. Simplemente,<br />

se hallan en el vacío. Un espacio que hace eco <strong>de</strong> la levedad, liberando a esos entes al acecho<br />

<strong>de</strong>l movimiento, que hasta ahora es ficticio.<br />

En esta serie, el autor utiliza procedimientos <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia azarosa, como respuesta a un contexto<br />

que cambia su perspectiva <strong>de</strong> la realidad, y por el cual <strong>de</strong>sarrolla una imagen abierta a<br />

otro tipo <strong>de</strong> planteos. Se trata <strong>de</strong> una producción que se torna, como las <strong>de</strong>más, en diálogo<br />

con los sucesos <strong>de</strong> su presente, pero en momentos <strong>de</strong>terminados como éste, adquiere otro matiz<br />

<strong>de</strong> significación.<br />

<strong>El</strong> año 76 había dado comienzo a una etapa distinta <strong>de</strong> la historia argentina. Con otro período<br />

<strong>de</strong> dictadura militar, el <strong>de</strong>nominado Proceso <strong>de</strong> Reorganización Nacional, se produjo la<br />

elevación <strong>de</strong> las Fuerzas Armadas al po<strong>de</strong>r. Éstas tuvieron como claro objetivo producir una<br />

transformación drástica en la sociedad, a través <strong>de</strong>l empleo <strong>de</strong> prácticas <strong>de</strong> intervención en el<br />

ámbito público, reforzadas con actos <strong>de</strong> censura, persecución y genocidio.<br />

Para <strong>Nigro</strong>, quien por esta razón vio alejarse a amigos y familiares, una forma <strong>de</strong> resistencia


fue la producción plástica. Bajo modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> construcción alusivas, elaboró una serie <strong>de</strong><br />

alegorías 33 <strong>de</strong> este tiempo <strong>de</strong> crisis e incertidumbre.<br />

“<strong>El</strong> zapato” es una <strong>de</strong> las obras que nos permiten poner a foco esta particularidad. Se trata<br />

<strong>de</strong> la representación <strong>de</strong> una bota, cuyo uso convencional distien<strong>de</strong> la característica alusiva <strong>de</strong><br />

la obra. En el nivel compositivo, dicho elemento funciona como el continente <strong>de</strong> una diversidad<br />

<strong>de</strong> objetos que se dispersan <strong>de</strong>ntro y, en pocos casos, fuera <strong>de</strong> esa área <strong>de</strong> contención<br />

planteando, <strong>de</strong> ese modo, la aleatoria adhesión <strong>de</strong> todos esos entes al sistema. Una carta<br />

<strong>de</strong> espadas en la parte superior juega un rol significativo en esta producción. Como en muchas<br />

<strong>de</strong> sus obras, representa al po<strong>de</strong>r, entablando una relación <strong>de</strong> dominio con el resto <strong>de</strong><br />

los elementos.<br />

En esta misma esfera, es posible visualizar el collage titulado “De esta tierra”. Una obra en<br />

don<strong>de</strong> los trozos <strong>de</strong> papel reconstruyen la misión <strong>de</strong> los recuerdos: rescatar <strong>de</strong>l olvido.<br />

Fue realizada en 1983, en homenaje a las Madres <strong>de</strong> Plaza <strong>de</strong> Mayo. Para su construcción,<br />

dispuso una serie <strong>de</strong> bandas <strong>de</strong> papel pegadas, sobre las cuales dibujó y pegó una serie <strong>de</strong> elementos:<br />

los pañuelos blancos, la palabra Jueves (aludiendo al día fijo <strong>de</strong> reunión <strong>de</strong> las madres),<br />

ban<strong>de</strong>ras, panes. En la parte superior, colocó un naipe señalado con una flecha. La flecha es utilizada<br />

con frecuencia para señalar o alertar al espectador. <strong>El</strong> naipe es un elemento que, como<br />

en el caso anterior, simboliza el po<strong>de</strong>r: ”...un po<strong>de</strong>r causante <strong>de</strong> lo que sucedía abajo”. 34<br />

Un análisis específico y más <strong>de</strong>tallado nos permitiría exten<strong>de</strong>r estas observaciones a otros collages.<br />

Posiblemente, ellos podrían constituir otra vertiente <strong>de</strong> la producción <strong>de</strong> este artista, diferenciada<br />

por tejer un discurso representativo <strong>de</strong> su modo particular <strong>de</strong> dialogar con la realidad.<br />

33 La alegoría es un recurso <strong>de</strong> la retórica. Posibilita el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong>l sentido, a través <strong>de</strong> la evocación o presentación<br />

<strong>de</strong> una imagen que tiene la capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar el pensamiento <strong>de</strong> otro objeto.<br />

34 Entrevista al artista <strong>de</strong> Alfredo Seymour Hopkins, inédita, Estados Unidos, 1984.<br />

Desprendimientos. 1978<br />

Collage, 25 x 34,5 cm<br />

Colección particular, Buenos Aires<br />

53


Desprendimientos I. 1980<br />

Oleo, collage, 80 x 50 cm<br />

Colección Jorge Samantob<br />

54<br />

Sin ultimar <strong>de</strong>talles, en esta etapa <strong>de</strong> maduración <strong>de</strong> su lenguaje, varios signos van a adquirir<br />

funciones alusivas. Así vemos cómo a la carta <strong>de</strong> espada se suma, paradójicamente, la epístola.<br />

Una sigue siendo el símbolo <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r; la otra, aparece como la representación <strong>de</strong> un<br />

vínculo a distancia. Esta última, como contra<strong>partida</strong> <strong>de</strong> la carta <strong>de</strong> espada, se convierte en el<br />

referente utópico <strong>de</strong> su propio mundo <strong>de</strong> experiencias y, al mismo tiempo, <strong>de</strong> esas contingencias<br />

que se <strong>de</strong>satan en su contexto.<br />

En a<strong>de</strong>lante, la epístola, en sus obras, se transforma en el referente <strong>de</strong> un <strong>de</strong>seo común, el <strong>de</strong><br />

retener ese lazo <strong>de</strong> unión con otros seres a la distancia. Lazo que había sido suspendido por<br />

los trances coyunturales que amenazaban a nuestro país por aquellos años.


Hacia una vertiente objetual<br />

“Así llegamos a la aparición <strong>de</strong> los ‘objetos’, simultánea al momento en que se hacen irreconocibles<br />

en la pintura. Éstos nacen como hijos <strong>de</strong> toda su obra pictórica y sus collages anteriores,<br />

pero guiados por otra necesidad expresiva.” 35<br />

La presencia específica <strong>de</strong> los objetos que <strong>Nigro</strong> comenzó a mostrar en algunos collages (principalmente<br />

aquellos que tenían cartas y boletos) terminó por concretarse en otro tipo <strong>de</strong> realización.<br />

Des<strong>de</strong> 1980, barcos, peces, guitarras, herramientas fueron llevados a un plano diferente<br />

<strong>de</strong> presentación: el objeto.<br />

En la mira <strong>de</strong> este recorrido, su proceso marca un trayecto en don<strong>de</strong> el collage funciona como<br />

ese tránsito hacia la vertiente objetual <strong>de</strong> su producción. Esto no significa que el artista haya<br />

<strong>de</strong>splazado al primero <strong>de</strong> los recursos; por el contrario, a partir <strong>de</strong> este momento, comenzó<br />

a cultivar ambas prácticas manifestando su predilección por inmiscuirse en líneas simultáneas<br />

<strong>de</strong> elaboración. Rasgo que nos permite rescatar algunas características comunes a estas<br />

modalida<strong>de</strong>s, para po<strong>de</strong>r acercarnos a los orígenes <strong>de</strong> las elecciones <strong>de</strong>l autor.<br />

Des<strong>de</strong> los tiempos más remotos, tanto el collage como el objeto permiten trabajar por adición,<br />

armar con trozos <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s concretas una pieza, sea ésta bidimensional o tridimensional.<br />

De esa posibilidad pen<strong>de</strong> el hallazgo <strong>de</strong> la intuición. Uno <strong>de</strong> los rasgos permanentes <strong>de</strong>l proceso<br />

creativo procesado, muy particularmente, por cada uno <strong>de</strong> los referentes <strong>de</strong> <strong>Nigro</strong>. En<br />

este sentido, basando su lenguaje en las leyes <strong>de</strong> la geometría, Torres-García colocó a la intuición<br />

en el rango <strong>de</strong> los principios fundamentales <strong>de</strong> la creación artística:<br />

“Sin entrar en muchas filosofías, sino yendo <strong>de</strong>rechamente a nuestro objeto, <strong>de</strong>stacaremos<br />

oponiéndolo a todo este cerebralismo, el sentimiento. Sentemos, que, lo no sentido<br />

no vale nada, ya que el principio motor <strong>de</strong> la creación ha <strong>de</strong> ser el sentimiento.<br />

Sentimiento o emoción, que, en un momento dado, nos hace clarivi<strong>de</strong>ntes. Llamémosle<br />

intuición, si se quiere, o inspiración; lo mismo da.” 36<br />

Des<strong>de</strong> diversas perspectivas históricas, el empleo <strong>de</strong> materiales pobres también es propio <strong>de</strong><br />

estas formas <strong>de</strong> resolución. Precisamente, artistas uruguayos, también referentes y amigos <strong>de</strong><br />

<strong>Nigro</strong>, como Washington Barcala, Nelson Ramos o Ernesto Vila, dieron cabida a esta elección.<br />

Torres-García había comenzado a realizar objetos con materiales pobres <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1927.<br />

Como parte <strong>de</strong> su herencia, legó un auténtico arte póvera, cuyos valores plásticos infundieron<br />

una ética <strong>de</strong> la materialidad a su producción. 37<br />

Siguiendo las líneas <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong>l arte, ambas formas <strong>de</strong> realización, en principio, marginadas<br />

<strong>de</strong>l arte oficial, constituyeron iniciativas fundamentales, primero el collage y luego el objeto,<br />

para liberar a la obra <strong>de</strong> la figuración. En este aspecto, un rasgo diferencial <strong>de</strong> la perspectiva<br />

<strong>de</strong>l universalismo constructivo uruguayo, tomada por <strong>Nigro</strong>, es la admisión simultánea<br />

<strong>de</strong> la figuración y la abstracción en la misma resolución.<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que, a pesar <strong>de</strong> las características en común con el collage, la vertiente objetual<br />

conformó otra opción <strong>de</strong>l lenguaje permitiendo la utilización <strong>de</strong> otros recursos para la construcción,<br />

diferentes tanto <strong>de</strong> la producción bidimensional como <strong>de</strong> la escultura, lo cual perfila un<br />

campo <strong>de</strong> difícil <strong>de</strong>finición.<br />

“<strong>El</strong> objeto se halla cerca <strong>de</strong>l campo <strong>de</strong> la pintura y lindante con el campo <strong>de</strong> la escultura.<br />

Las exigencias <strong>de</strong>l objeto son diferentes: el espacio no es el elemento virtual, pictórico,<br />

ni el factor primordial escultórico. Es un espacio <strong>de</strong> ocupación, <strong>de</strong> contorno, <strong>de</strong><br />

cercanía. Su volumen acerca la contemplación y muestra otras cosas que la pintura<br />

35<br />

Giunta, Andrea, este libro, p. 2<strong>1.</strong><br />

36<br />

Torres-García, Joaquín, “Mística <strong>de</strong> la pintura”, Montevi<strong>de</strong>o, 1947, p. 23. Recopilado en una selección <strong>de</strong> fragmentos<br />

en: Fló, Juan, Joaquín Torres-García. Escritos, Arca, Montevi<strong>de</strong>o, 1974, p. 23.<br />

37<br />

Giunta, Andrea. “Torres-García. Objetos y estructuras en ma<strong>de</strong>ra”, La Actualidad - arte y cultura, Año XIV, Suplemento<br />

3, agosto <strong>de</strong> 1990.<br />

<strong>El</strong> pez y la luna. 1987<br />

Objeto, 27,5 x 42 cm<br />

55


A. N. con Juan Cavo. Buenos Aires, 1974<br />

Guitarra. 1987<br />

Objeto, 51 x 8 cm<br />

Colección Joaquín <strong>Nigro</strong><br />

56<br />

oculta. En el universo <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntida<strong>de</strong>s cada objeto es una toma <strong>de</strong> sentido, cada mirada<br />

una captación diferente”. 38<br />

Por lo tanto, en la búsqueda <strong>de</strong> nuevas posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l lenguaje, e interesado por la exaltación<br />

<strong>de</strong> un objeto en particular, <strong>Nigro</strong> comenzó a realizar objetos a la par <strong>de</strong> los collages.<br />

La primera <strong>de</strong> estas producciones fue “<strong>El</strong> barco”, <strong>de</strong> 1980. De sus objetos personales, los barcos<br />

forman parte <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> los más preciados. <strong>El</strong> interés alcanzó tal <strong>punto</strong>, que <strong>Nigro</strong> llegó<br />

a reunir una colección con piezas originarias <strong>de</strong> distintos lugares.<br />

Por en<strong>de</strong>, el barco se convirtió en uno <strong>de</strong> los íconos más importantes <strong>de</strong> la vertiente objetual<br />

<strong>de</strong> una producción que, en este tiempo, comenzó a enmarcarse en otra línea <strong>de</strong> atención <strong>de</strong>l<br />

autor: el tema <strong>de</strong>l agua. 39<br />

Conduciendo la mirada hacia los aspectos primordiales <strong>de</strong> la obra mencionada, es posible visualizar<br />

que, en este caso, el artista utiliza una serie <strong>de</strong> materiales encontrados o guardados<br />

que hacen eco <strong>de</strong> lo primario, <strong>de</strong> lo tosco: trozos <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, un rollo <strong>de</strong> cartón, clavos, hilo.<br />

“Esos objetos o fragmentos constitutivos <strong>de</strong> objetos son primarios en un estadio ligeramente<br />

distinto al <strong>de</strong> la naturaleza. Al integrarse en un nuevo objeto alu<strong>de</strong>n inevitablemente<br />

a la condición primaria y establecen asociaciones con el agua, el pez, el pájaro,<br />

el pescador, las barcas, la playa.” 40<br />

Ese mismo ímpetu <strong>de</strong> utilizar los materiales en bruto se observa en varios <strong>de</strong> sus objetos <strong>de</strong> la<br />

primera mitad <strong>de</strong> esta década, en don<strong>de</strong> el material es presentado en sus cualida<strong>de</strong>s puras.<br />

<strong>El</strong> autor alcanza a rescatarlos <strong>de</strong> su contexto, pero los respeta, venera su potencia significativa.<br />

Actitud también próxima a las enseñanzas <strong>de</strong> Torres-García:<br />

“Cuanta más comprensión y respeto hacia el material <strong>de</strong>sarrollemos más podremos esperar<br />

que la actitud hacia la producción y la evaluación <strong>de</strong> la forma <strong>de</strong>l arte sea honesta<br />

y responsable”. 41<br />

En este aspecto, una <strong>de</strong> las constantes es la utilización <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra. En ocasiones, es encontrada<br />

en alguna playa, como suce<strong>de</strong> en “<strong>El</strong> barco (Homenaje a Juan Cavo)”; otras veces es tomada<br />

<strong>de</strong> los cajones <strong>de</strong> frutas, como se ve en “<strong>El</strong> ojo <strong>de</strong>l agua” <strong>de</strong> 1993. Las tablas <strong>de</strong> cocina<br />

se convirtieron en uno <strong>de</strong> los soportes frecuentes. En “Guitarra <strong>de</strong>l mar” <strong>de</strong> 1991, realizada<br />

con este tipo <strong>de</strong> base, <strong>de</strong>stacó, antes que esa rusticidad dada por el material, la ten<strong>de</strong>ncia<br />

a encontrar el equilibrio y la unidad, reforzados por la verticalidad.<br />

En “<strong>El</strong> pez”, “<strong>El</strong> pájaro”, ambas <strong>de</strong> 1982, y “<strong>El</strong> barco” <strong>de</strong> 1983, utiliza clavos, hilo <strong>de</strong> algodón,<br />

alambre y ma<strong>de</strong>ra, empleados casi en el mismo estado en que fueron encontrados. Por<br />

consiguiente, son obras en las que el color juega un rol secundario igual que el grafismo, manifestado<br />

en función <strong>de</strong> resaltar cualida<strong>de</strong>s ficticias <strong>de</strong> la materia.<br />

Otra perspectiva nos muestra que <strong>Nigro</strong> se sirve <strong>de</strong> pequeños objetos que integra junto a los materiales<br />

en bruto: sogas, perchas, ruedas, una aguja <strong>de</strong> tejer, broches <strong>de</strong> la ropa. En esta instancia,<br />

inmerso en la obra, el objeto funcional abandona su función utilitaria para colocarse en el mismo<br />

rango que la materia en bruto, aunque siga evocando lo que representa. En obras como “<strong>El</strong> pez<br />

y la luna” la paleta <strong>de</strong> pintor no cumple con su rol natural, al igual que la panera <strong>de</strong> mimbre en “<strong>El</strong><br />

girasol”, o que la escuadra en “<strong>El</strong> barco” (1991) y en “<strong>El</strong> pescador (homenaje a Juan Grela)”.<br />

La forma <strong>de</strong> disponer los elementos en la estructura es un carácter que comparten varios <strong>de</strong> sus<br />

38<br />

De Ambrosini, Silvia. “Introducción”, Revista Artinf, op. cit., p.6.<br />

39<br />

Perazzo, Nelly, op. cit., p. 69.<br />

40<br />

Fèvre, Fermín. “<strong>El</strong> objeto recuperado”. Buenos Aires, Clásica y Mo<strong>de</strong>rna, 1 al 19 <strong>de</strong> Julio <strong>de</strong> 199<strong>1.</strong><br />

41<br />

Torres-García, citado en Barnitz, Jacqueline, op. cit., p. 30.<br />

42<br />

Esto respon<strong>de</strong> a los postulados <strong>de</strong> Torres: “Hablamos mucho <strong>de</strong> geometría, pero conviene ponernos <strong>de</strong> acuerdo sobre<br />

lo que enten<strong>de</strong>mos por eso. Porque hay dos especies <strong>de</strong> geometría: una intuitiva, po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir, espiritual; y otra hecha<br />

con la regla y el compás. La primera es la que nos sirve, no la segunda. Al trazar la estructura <strong>de</strong> un objeto es la intuición<br />

la que <strong>de</strong>be llevarnos la mano”. Torres-García, Joaquín. “La recuperación <strong>de</strong>l objeto”. Montevi<strong>de</strong>o, 1952, p. 173.<br />

Recopilado en una selección <strong>de</strong> fragmentos en: Fló, Juan. Joaquín Torres-García. Escritos, op. cit., p. 95.


objetos. En este sentido, cada construcción genera un sistema, a expensas <strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n<br />

y unidad, sobre la base <strong>de</strong> una geometría intuitiva. 42<br />

<strong>El</strong> hecho <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar asentado que, en esa estructura, cada elemento ocupa un lugar <strong>de</strong>terminado,<br />

nos lleva a señalar un <strong>punto</strong> <strong>de</strong> contacto con la producción objetual <strong>de</strong> Gonzalo Fonseca.<br />

Otro <strong>de</strong> los discípulos <strong>de</strong> Joaquín Torres-García, quien también realiza una serie <strong>de</strong> construcciones,<br />

en don<strong>de</strong> cada entidad significante se halla <strong>de</strong>terminada por su relación con las<br />

<strong>de</strong>más. 43 En “<strong>El</strong> pescador (Homenaje a Juan Grela)” los elementos guardan este tipo <strong>de</strong> relación.<br />

Se hallan en una dirección coherente con lo que tien<strong>de</strong>n a significar. La tensión hacia<br />

abajo, hacia el agua, evoca el movimiento que cualquier pescador ejerce en la vida real. Asimismo,<br />

en “<strong>El</strong> pez y la luna”, la dirección <strong>de</strong>l lápiz se dirige a ese astro, en cuyo interior se<br />

halla el N° 22 que indica la fecha <strong>de</strong> nacimiento <strong>de</strong>l artista.<br />

En efecto, esa forma <strong>de</strong> disponer elementos y esa utilización <strong>de</strong> materiales toscos <strong>de</strong>rivan en<br />

la concepción base que aúna a todos estos objetos: la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n y unidad proce<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> una premisa teórica fundamental para todos los artistas seguidores <strong>de</strong> Torres-García, la concepción<br />

<strong>de</strong> estructura.<br />

“Estructura, quiere <strong>de</strong>cir, reconocimiento <strong>de</strong> que en el fondo <strong>de</strong> todo resi<strong>de</strong> la unidad.<br />

Fuera <strong>de</strong> ese concepto todo es fragmentario, sin base.” 44<br />

Para <strong>Nigro</strong> esta noción fue el puntapié <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> construcciones que estuvieron dirigidas<br />

por la intención <strong>de</strong> lograr un or<strong>de</strong>namiento plástico a través <strong>de</strong> la relación entre las formas,<br />

las líneas y los colores, sobre una base geométrica que tenía la función <strong>de</strong> otorgar universalidad<br />

a su expresión. 45<br />

En a<strong>de</strong>lante, las transformaciones que sufre su lenguaje tienen que ver con nuevos planteos relacionados<br />

con esta concepción y con las premisas <strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> ella. Esos <strong>de</strong>svíos traen a colación<br />

una serie <strong>de</strong> indagaciones, cuya característica perpetua va a ser esa trama <strong>de</strong> signos<br />

<strong>de</strong> referencia a su universo <strong>de</strong> objetos cotidianos, y el juego permanente con la materia.<br />

43<br />

En este caso, nos apoyamos en la teoría <strong>de</strong>l signo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los postulados <strong>de</strong> Ferdinand <strong>de</strong> Saussure. No nos <strong>de</strong>tenemos<br />

en este <strong>punto</strong> ya que visualizar a las obras <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un marco teórico semiótico implica un estudio específico que actualmente<br />

se está llevando a cabo, pero que exce<strong>de</strong> las coor<strong>de</strong>nadas <strong>de</strong> este ensayo.<br />

44<br />

Torres-García, Joaquín. “Estructura”. Montevi<strong>de</strong>o, 1935, p. 17. Recopilado en una selección <strong>de</strong> fragmentos en: Fló,<br />

Juan. Joaquín Torres-García. Escritos, op. cit., p. 33.<br />

45<br />

<strong>Nigro</strong>, <strong>Adolfo</strong>. “Encuentros entre un artista y su memoria: José Gurvich - <strong>Adolfo</strong> <strong>Nigro</strong>”. Buenos Aires, Union Carbi<strong>de</strong>,<br />

julio <strong>de</strong> 1983.<br />

<strong>El</strong> barco. 1980<br />

Objeto, 20 x 28 cm<br />

Colección María Carnaghi<br />

57

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!