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LAS TAREAS DE LOS MAESTROS SUFÍES<br />

ABU UN ´AYN AL ISFAHANI<br />

IBN ABI´ L HAYR<br />

AL QUSAYRI<br />

ABU HASSAN<br />

AL AHSARI<br />

III<br />

ABU HAMID<br />

IBN AL ARIF<br />

ABU´ L MAGDUD SAHA-I<br />

AL SUHRAWARDI<br />

FARID AL DIN´ ATTAR


PRÓLOGO<br />

YUKTESWAR<br />

La curiosidad del hombre lo lleva a investigar, y en la investigación<br />

abre las puertas a la experiencia.<br />

3


ABU UN´ AYN AL ISFAHANI<br />

Ante la convocatoria Abu se presenta como un hombre joven, cubierto con una túnica<br />

verde.<br />

ABU<br />

Los sufíes somos gente pacífica que nos gusta vivir en la Naturaleza y contemplar<br />

el cielo.<br />

Sabemos que de algún modo estamos pegados a la Tierra, pero esto no nos<br />

impide elevarnos al cielo.<br />

Nuestra disciplina puede parecer rígida para quienes no la comprendan, pero<br />

en realidad no hay nadie más libre que un sufí, porque lo único que lo ata a la Tierra<br />

es el cuerpo y sabemos que no nos pertenece.<br />

El cielo es nuestro lugar.<br />

Para el que no comprende, la vida del sufí es el sacrificio, pero para nosotros<br />

el único sacrificio es abandonar la disciplina.<br />

El verdadero sufrimiento está en aquel que no tiene disciplina.<br />

El dolor, la angustia, el temor no son reales para el sufí.<br />

La felicidad, la bienaventuranza, la libertad, el gozo, esa es la vida del sufí.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Considerado una autoridad en la rama Quikh del sufismo.<br />

Su vida transcurrió en Irak, y es autor de la obra más importante de la doctrina<br />

sufí: “Adorno de los awiliya” (amigos de Alá).<br />

Murió en 1038.<br />

5


IBN ABI´ L HAYR<br />

LA CONVOCANTE<br />

Lo veo sentado con los ojos cerrados, su conciencia está sumergida en una<br />

profunda meditación.<br />

Me llama la atención su cara pintada de blanco, no quiero importunarlo y me<br />

mantengo en silencio, pero al advertirme vibratoriamente abre los ojos y me sonríe.<br />

Entonces me atrevo a preguntarle:<br />

¿Por qué te pintas el rostro?<br />

IBN<br />

Es una protección para el cuerpo, porque al sumirme en la meditación este<br />

queda vacío, es algo así como un espanta demonios, para que no se acerquen.<br />

La pintura me preserva el cuerpo para luego poder regresar a él. Es algo<br />

comparable a la historia relatada en el Antiguo Testamento, cuando los judíos pusieron<br />

marcas en sus casas para que no pudiese entrar el ángel exterminador.<br />

¿Por qué eres sufí?<br />

LA CONVOCANTE<br />

IBN<br />

El hecho de ser sufí, cristiano o profesar las creencias de cualquier tradición<br />

espiritual es solo el principio del camino, es el método inicial, luego cada uno tomará<br />

su propio sendero de retorno al Padre, y éste está más allá de cualquier forma religiosa<br />

particular.<br />

Haber elegido el sufismo es un método, nada más, pero no tengo la más mínima<br />

identificación con el personaje sufí.<br />

LA CONVOCANTE<br />

¿Cuál es tu tarea en el Plan del Padre?<br />

7


IBN<br />

En este momento hay una gran necesidad de reunir energía para despertar a<br />

las almas que están dormidas.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Nació en Mehana, Hurasan. Estudió derecho y exégesis coránica. Desde niño,<br />

por influjo familiar, fue influido por el sufismo, hasta que se encuentra con su<br />

maestro Abu I Fadl Al Sarah. Practicó el ascetismo y fue anacoreta para luego<br />

dedicarse al servicio de sus hermanos.<br />

Murió en 1048.<br />

8


AL QUSAYRI<br />

LA CONVOCANTE<br />

Está en un templo encendiendo unas velas. Al percibir mi presencia se da<br />

vuelta y muestra signos de una gran alegría.<br />

AL<br />

Estoy muy contento de verte, porque son muy raras las visitas que recibo.<br />

Mi tarea es recibir a los peregrinos que busquen el descanso en la paz del<br />

Señor para luego continuar el camino.<br />

LA CONVOCANTE<br />

¿Cómo estás vinculado al Plan del Padre?<br />

AL<br />

Ya te dije, solo tengo que esperar a las almas y recibirlas, pero casi ya no hay<br />

peregrinos que viajen hacia El Padre.<br />

Estoy en una espera que por momentos me desespera.<br />

Se presenta el maestro Yukteswar y se dirige al sufí en tono de reproche.<br />

YUKTESWAR<br />

Debes cumplir con la tarea que El Padre te encomendó; debes tener paciencia<br />

y esperar con alegría.<br />

Las almas pronto llegarán y llenarán tu templo y serán muchas más que las<br />

que puedas imaginar.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

9


Nació en Nisapur. Fue perseguido por el islamismo oficial. Su obra capital data<br />

de 1046, y es “La epístola a la comunidad de los sufíes en Tierra del Islam”.<br />

También escribió un comentario al Corán y un manual de vida sufí.<br />

Murió en 1072.<br />

10


ABU HASSAN<br />

Se visualiza un plano blanco e inmediatamente se produce una explosión. Esa genera<br />

un movimiento que va formando una media esfera que a medida que crece va expulsando<br />

de su interior pequeñas semillas negras. Estas semillas se van fundiendo y<br />

disolviendo al entrar en contacto con el plano blanco de origen.<br />

¿Qué significa todo esto?<br />

EL CONVOCANTE<br />

YUKTESWAR<br />

Has invocado a este sufí, y la potencia de su energía ha entrado en tu mente,<br />

limpiándola de algunas semillas negras, es el proceso de purificación que has experimentado.<br />

Recomienda este método de invocar a Abu Hassan, y él ayudará a la disolución<br />

en quienes lo llamen con fe, devoción y respeto, de muchas zonas oscuras que<br />

anidan en la mente.<br />

Ésta es la tarea que El Padre le ha encomendado.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Nació en Gazna, Afganistán. Tuvo contacto con los sufíes de su tiempo. Escribió<br />

el más antiguo tratado en lengua persa titulado “Declaración de lo Velado”.<br />

Murió el Lahore en 1079.<br />

11


AL AHSARI<br />

El maestro sufí sale de una catedral románica seguido de numerosos creyentes cristianos.<br />

Se dirige hacia el Oeste y al pasar frente a una mezquita se van uniendo a su<br />

viaje una multitud de fieles musulmanes.<br />

Esta extraña peregrinación llega al borde de un acantilado.<br />

A sus pies está un abismo inmenso y todos quedan fascinados por la vista terroríficamente<br />

hermosa, alucinados por el fantasmal espectáculo del mar, rompiendo las<br />

olas contra las paredes del acantilado.<br />

La multitud parece estar en éxtasis mientras Al Ahsari comienza a orar y la oración<br />

va penetrando en la conciencia de sus seguidores.<br />

La extática atracción hacia la inmensidad de la Naturaleza y el recogimiento de la<br />

oración produce un campo neutral dentro del cual se produce el desarrollo de la<br />

conciencia de sí mismo.<br />

Pero este desarrollo solo puede progresar si las condiciones de la energía de quien<br />

experimenta lo permiten.<br />

De toda la multitud que siguió al maestro sufí se van separando aquellos que intuitivamente<br />

se arrojarán al vacío, mientras que los demás permanecerán a la espera<br />

de que se produzcan internamente las condiciones favorables.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Nativo de Herat, Afganistán. Debe su formación a varios maestros, en particular<br />

Haragvani, que le revela el sentido profundo de la experiencia sufí. Fue encarcelado<br />

y desterrado por sus enemigos. Escribió “Etapas de los viajeros” como<br />

su obra principal. Murió octogenario en 1088.<br />

13


ABU HAMID<br />

Abu se presenta con la imagen del diablo, con cuernos y barba negra, las manos<br />

con pezuñas, pero vestido de blanco.<br />

Avanza girando sobre sí mismo, en una danza que fascina a todos los presentes, y a<br />

medida que gira va envolviendo al diablo con su vestimenta blanca.<br />

El maestro sufí no es el diablo. ¿Pero quién es entonces el diablo? Las proyecciones<br />

de todos los presentes, por eso al envolverlas con su vestidura busca ir sacándolos<br />

de ese engaño diabólico.<br />

Los que han despertado se retiran, mientras los otros, que no han podido despegar<br />

de esa imagen se siguen quedando fascinados.<br />

Abu vuelve a danzar, pero esta vez el traje blanco se transforma en rojo y aparece<br />

la cruel y perversa imagen del demonio.<br />

El temor cunde entre los presentes, y como el terror puede ser un buen despertador,<br />

al tocarlos Abu a cada uno en la cabeza, pueden, ahora sí, despertar.<br />

El maestro Yukteswar, que estuvo presenciando la experiencia se dirige a Abu.<br />

YUKTESWAR<br />

Buen trabajo de rescate.<br />

Ellos han podido ver el engaño y la fascinación de la proyección.<br />

Ahora están preparados para iniciar el viaje hacia El Padre.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Abu Hamid, más conocido como Al Gazzali, nació en Tus, Horasán. Estudió<br />

derecho y teología, siendo discípulo de Al Gunaymi. En 1085, en Bagdad, fue<br />

catedrático en la Madrasca.<br />

Escribió “Destrucción de la filosofía”. Murió en 1111.<br />

15


IBN AL ARIF<br />

Ibn se acerca a un rectángulo de cemento y deposita en éste buena tierra. Luego va<br />

sembrando semillas variadas, para más tarde recoger cosechas de muy nutritivos<br />

alimentos.<br />

De regreso en su casa va repartiendo la comida a todo aquel que la requiera.<br />

Y así va pasando el tiempo, sembrando, cosechando y repartiendo.<br />

Pero un día se le acaban las semillas, no hay nada que cosechar y ya no tiene nada<br />

que dar.<br />

Ibn se lamenta de la situación cuando lo visita El Padre.<br />

EL PADRE<br />

Has cumpido bien tu misión, ya es hora que retornes a Mí.<br />

Ibn se desprende de lo poco que le queda y se va elevando al plano del Padre.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Nació en Almería en 1088. Fue influido por la corriente sufí de Andalucía de<br />

Ibn Masarra. Definió una versión esotérica en el sufismo, y con sus adeptos se<br />

instaló en un convento fortificado en la costa de Silves. Estuvo preso en Marruecos<br />

donde muere en 1141.<br />

17


ABU´ L MAGDUD SAHA-I<br />

Abu´ l es un herrero que confecciona todo tipo de piezas, desde una espada hasta<br />

un arado, pasando por una cerradura o una verja.<br />

Como Abu´ l es requerido por todo el mundo y no le alcanza el tiempo para cumplir<br />

con todos los pedidos, prepara aprendices para que lo ayuden.<br />

Estos jóvenes herreros aceptan el aprendizaje y son formados a imagen y semejanza<br />

de su maestro. Sin embargo hay uno que se revela y quiere modificar las técnicas<br />

que ha recibido de Abu´ l.<br />

Ante la intransigencia de su discípulo Abu´ l le dice:<br />

Lo que has aprendido es suficiente para realizar el trabajo, pero si no estás de<br />

acuerdo haz lo que creas conveniente.<br />

El joven herrero decide abandonar a su maestro y se compra un traje llamativo, levantando<br />

una tienda al lado de la de Abu´ l.<br />

Al principio, atraídos por su traje llamativo, mucha gente acude requiriendo su trabajo,<br />

pero hay un punto que el aprendiz de herrero no había reparado.<br />

La gente que acudía a la tienda de Abu´ l respondía al hecho real de la calidad de<br />

su trabajo, y él inocentemente pretendía suplir con un vestido llamativo la imperfección<br />

de sus productos.<br />

Fracasado en su proyecto, avergonzado y derrotado regresó a la tienda de su maestro.<br />

Abu´ l, contra lo que él suponía, lo recibió con alegría y le dijo:<br />

Por lo que has aprendido en tu experiencia estás preparado para ser el maestro<br />

de los maestros.<br />

Asimila bien la experiencia y transmítela con la misma fuerza y claridad con<br />

que la viviste.<br />

Y así fue como este hombre se convirtió en el mejor transmisor de la escuela de<br />

Abu´ l.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Nació en Gazna. Su obra de mística sufí tuvo lugar a través de la poesía, entre<br />

la que se destaca “Vergel de la realidad”. Murió en 1150.<br />

19


AL SUHRAWARDI<br />

El maestro sufí, rodeado de un grupo de expectantes discípulos les cuenta el siguiente<br />

relato.<br />

AL SUHRAWARDI<br />

Un cohete que va surcando el espacio, de pronto estalla en infinitas luces de<br />

colores, que van cayendo hasta quedar apiñadas en la tierra.<br />

Un hombre que pasaba por el lugar, las va recogiendo mientras dice:<br />

“Si estas partículas tan luminosas son parte de algo que llegó a niveles que<br />

yo no puedo alcanzar, indudablemente han de ser muy valiosas, y de algo me van a<br />

servir”.<br />

Al terminar de juntarlas las pone en una bolsa, y al llegar a su casa las coloca<br />

en un cofre que guarda en un sitio muy seguro. Pero alguien que lo estuvo observando<br />

sin que el hombre lo advirtiera, lo siguió en su camino de regreso, y espiándolo<br />

por una ventana pudo ver el escondite. Cuando la casa quedó sola no tuvo inconveniente<br />

en robar el cofre.<br />

El ladrón no conocía el contenido del cofre pero sospechaba que era algo<br />

muy valioso, y presa de su ambición decidió abrirlo.<br />

Azorado vió entonces como las partículas se disparaban, ascendiendo al cielo<br />

y formando un halo de luz.<br />

El dueño del cofre, que conocía las artes mágicas, al contemplar el halo de<br />

luz pudo seguir la pista del ladrón y apresarlo. Este, muy compungido le pidió que<br />

lo perdonase, pero el dueño del cofre muy enojado le contestó:<br />

“¿De qué me sirve tu arrepentimiento si ya no tengo aquello que con tanto<br />

celo guardé?”.<br />

Entonces el ladrón, después de reflexionar unos segundos le dijo:<br />

“Si aquello que con tanto celo guardaste, yo te lo pude robar, no era ni para ti<br />

ni para mí, dado que cuando abrí el cofre volvió a su lugar de origen.<br />

Por lo tanto nada puedes recriminarme, ya que eso que tu tomaste y yo te robé<br />

no era para nosotros, y ahora está donde pertenece”.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

Nació en Suhrawardi en 1151. Estudió derecho y filosofía en Maraja para trasladarse<br />

a la corte de Isfahan. En Alepo trabó amistad con el hijo de Saladino,<br />

Malik Al Sahir. Buscó combinar el sufismo con concepciones neopitagóricas y<br />

zoroastrianas. Escribió “Filosofía de la iluminación” y “Templos de Luz”. Acusado<br />

de herejía fue ajusticiado en 1191.<br />

21


FARID AL DIN ´ATTAR<br />

Farid narra este relato a un grupo de gente reunida en el mercado de la ciudad.<br />

FARID<br />

Hace no mucho tiempo, por este mismo mercado, caminaba un hombre que<br />

llevaba una burra con intención de venderla.<br />

Pero mientras hombre y burra caminaban, el animal, sin que su dueño lo advirtiera,<br />

iba cometiendo desastre tras desastre.<br />

En una tienda se comió las frutas, en otra destrozó las bolsas que contenían<br />

los cereales, en su recorrido pisoteó y arruinó cuanta mercadería estuvo a su alcance.<br />

Los damnificados, desesperados, fueron detrás de hombre, reclamándole a<br />

viva voz el pago de los daños ocasionados por la burra.<br />

El dueño del animal trató de calmarlos diciéndoles:<br />

“Tengan paciencia, con lo que obtenga de la venta de la burra los indemnizaré<br />

a cada uno con lo que corresponda”.<br />

El hombre consigue vender la burra y con el dinero obtenido fue pagando<br />

cada reclamo.<br />

Pero al ser satisfecho el último, se da cuenta que no le queda ni un centavo<br />

de la venta de la burra, y contra lo que podría suponerse siente un gran alivio y reflexiona:<br />

“De cuántos problemas me deshice con la venta de esta burra, y cuántas deudas<br />

pagué con el dinero que obtuve de ella”.<br />

Y arrodillándose dice:<br />

“Gracias Señor, por sacarme este peso de encima, y te vuelvo a dar las gracias,<br />

por estar canceladas todas mis deudas”.<br />

Levantándose retoma el camino para regresar a su pueblo.<br />

Cuando los vecinos lo ven llegar le preguntan como le fue con la venta, a lo<br />

que él responde.<br />

“Obtuve el precio correspondiente a una calamidad, y por la misma suma me<br />

deshice de ella”.<br />

A lo cual uno de sus vecinos le respondió:<br />

“Entonces has hecho un buen negocio, te deshiciste de lo que no te servía,<br />

sin haber tenido que pagar precio alguno”.<br />

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .<br />

23


Este maestro sufí fue perfumista y médico.<br />

Escribió “Memoria de los amigos de Alá”, “El libro de los secretos divinos””,<br />

siendo su obra más conocida “El lenguaje de las aves”.<br />

Murió en 1234.<br />

24


EPÍLOGO<br />

YUKTESWAR<br />

Quien logre penetrar en la esencia de los relatos y vivir las expe-<br />

riencias desde la naturaleza de los personajes, podrá salir de su propio<br />

personaje y podrá percibir que hay algo distinto y más profundo en el<br />

mismo.<br />

25

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