escuela de

Por mertes que las piezas de ajedrez
sean, su capacidad de juego es limitada.
¿Cómo dinanlizarlas?, ¿c6mo optimizar
su capacidad de juego? Para eso tenemos
toda una serie de reglas técnicas acerca
de la centralización, los puntos fuertes y
la ocupación (con piezas lineales) de filas
y columnas abiertas, donde alcanzan su
máxima expresión. Pero' su capacidad de
barrido o de conquista, por grande que
sea, es limitada.
Consideremos, por un momento, que
su rival ataca un objetivo importante en
su posición. El más importante: el rey.
Hablamos de un jaque. En teoría al menos,
dispone usted de varias posibilidades
de respuesta a ese jaque. Veamos:
1) Puede mover el rey.'
2) Puede cubrirse con una pieza.
3) Quizá puede capturar la pieza enemiga.
Una vez contempladas estas tres posibilidades
generales de respuesta a un jaque,
resulta, sin embargo, que no hemos
aclarado nada. Es decir, seguimos sin saber
qué podemos hacer. Considerémoslas,
una a una:
• Mover el rey. ¿A dónde? Si hay varias
casillas de retirada, habrá que decidir
cuál de ellas.
2
EL ATAQUE DOBLE
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• Cubrirse con una pieza. ¿Con qué pieza
y en qué punto? Es posible que haya
varias alternativas.
• Capturar la pieza. Quizá no dispongamos
de una pieza que pueda capturar
la atacante. Pero aunque exista esa
pieza, puede haber varias opciones. Si
es posible realizar un simple cambio,
deberíamos no ser tan simples y preguntarnos
por qué nuestro contrincante
nos lo pone tan fácil. Quizá la
captura sólo pueda realizarse con una
pieza de mayor valor que la atacante,
en cuyo caso es obvio que la captura
no interesa, salvo que sea vital neutralizar
el jaque. .
Éstos son sólo unos apuntes acerca de
. la dirección en que funciona nuestro cerebro
al enfrentarnos a problemas concretos
como un jaque. Pero, sobre todo,
trato de enfatizar en el hecho de que hasta
la jugada más amenazadora, al ser
planteada de forma directa, y contra un
solo objetivo suele brindarnos diversas
defensas posibles.
Otra cosa es cuando el ataque es polivalente:
un ataque simultáneo a dos objetivos,
por ejemplo. Eso se conoce en
ajedrez como ataque doble o doble ame..
naza,