escuela de

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EL PROTAGONISMO DEL PEÓN
Desde los lejanos días de fines del siglo
XVIII (llámense tiempos de la Re- .
volución Francesa, o de Francois-André
Danican Philidor) sabemos que "los
peones son el alma .del ajedrez". Aun- .
que esta expresión suene a retórica, difícilmente
puede considerarse una exageración.
Pasemos breve revista a las funciones
que los humildes peones se echan sobre
sus hombros. Al comenzar la partida, 'son
los primeros en lanzarse, a pecho descubierto,
contra las filas enemigas, ocupan
el centro y amparan el desarrollo de sus
piezas.
En el medio juego dan pie para infinidad
de temas estratégicos y tácticos, muchos
de los cuales deciden la suerte de la
partida: peones doblados, colgantes,
pe6n central aislado y el ideal: la creación
de uno o más peones pasados. A·medida
que se aproxima el final, es bien 'sabido
que el valor del peón pasado aumenta de
forma casi decisiva y que casi todas las
maniobras del final están destinadas a
promocionar un peón pasado y, si no
existiera, a crearlo. Y no hemos hablado
de una de sus más importantes funciones:
proteger a su rey. De ahí la esencial barrera
defensiva del enroque, que hay que
mantener procurar intacta, sin fisuras,
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para ofrecer la mayor resistencia posible
a un ataque enemigo.
La única posibilidad de incorporar
fuerzas de reserva o refresco a la lucha es
la conversión mágica que permite que un
peón se convierta en dama u otra pieza,
así que ¿para qué seguir cantando las excelencias
del peón?
. Las diversas formas en que un peón o
varios peones pueden decidir una secuencia
táctica serán estructuradas aquí
en las secciones que siguen.
1 CORONACIÓN
Las fuerzas de que se dispone al comienzo
de la partida son siempre las mismas
e idénticas para ambos bandos. No
hay posibilidad alguna de recuperar el
material que se haya cambiado o perdido
durante el transcurso del juego. Sin
embargo, el peón, la pieza .más humilde
del tablero, contiene en sí mismo la posibilidad
de transformarse en otra pieza de
mayor rango si alcanza la casilla de promoción.
De modo que esos ocho mágicos
peones, que pueden convertirse en ocho
supermanesJ cosntituyen las únicas fuerzas
de refresco que pueden incorporarse
a la batalla.