12.05.2013 Views

Rogelio Sinán, alta cifra poética y

Rogelio Sinán, alta cifra poética y

Rogelio Sinán, alta cifra poética y

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

trados raudales psíquicos que se entrecruzan en ese pequeño universo repleto<br />

de pasiones, vicios y heroísmos que es Panamá, encrucijada en los<br />

caminos del mundo " .<br />

Y aquí está precisamente la clave de la triunfal acogida que ha merecido<br />

esta novela : Plenilunio (en verdad, el título es cursilón) nos dá la<br />

cabal visión de Panamá, en la Zona del Canal bajo la seducción del oro<br />

yanqui, en los días del gran negocio de la segunda guerra mundial . La<br />

denuncia de <strong>Sinán</strong> es grotesca y cruel . En dos pinceladas nos ofrece la<br />

cruda realidad panameña, puente del Inundo donde acechan todas las tentaciones<br />

y se quiebran los valores . Calidonia, Chorrillo, sangre negra que<br />

se quiere negar a sí misma, pero que tiñe cada vez más el alma nacional,<br />

aunque el moreno quiera discriminar al jamaicano y el de la tez más clara<br />

al moreno. Es Panamá que sufre doblegada bajo otra disc riminación<br />

mayor, la del gold roll en la Zona del Canal . Pintor veraz y atrevido de<br />

esta realidad panameña es <strong>Rogelio</strong> <strong>Sinán</strong>, como lo es también Joaquín Belcho<br />

C. en su LUNA VERDE . En la lunática Elena Cuhna, histérica y lúbrica,<br />

<strong>Sinán</strong> anuncia una crisis moral que amenaza a los hogares donde.<br />

se respira una atmósfera existencialista . Los diálogos cínicos de Elena<br />

con su padre, aún en su estado normal, podrían incorporarse sin esfuerzo<br />

a Una Cierta Sonrisa, de Francois Sagan . En esa casa se respira sexo y<br />

corrupción por todas partes . Amargo es el cuadro que <strong>Sinán</strong> nos pinta en<br />

las palabras de Mark:<br />

--Te extrañará, sin duda, que hable de dólares . . . pero, ¿qué? . ..<br />

es muy difícil decir balboa . . . Me produce la impresión de algo irreal . ..<br />

Y, además (¿por qué debemos negarlo?) lo que íbamos ganando no eran<br />

balboas. Eran Dólares. Dólares de la Zona . Dinero americano que nos<br />

caía a manos llenas . . . Diluvios de billetes con la efigie de Washington . ..<br />

Monedas con el águila . Mil níqueles con el indio y el búfalo . . . Las arcas<br />

del Tío Sam se derramaban para fines de guerra . . . Y el chorro tan<br />

grueso que salpicaba . . . Nos caían en el Istmo algunas gotas —muchedumbre<br />

de gotas que muchos recogían avaramente, sedientos . . . Yo me<br />

cegué. No tuve escrúpulos en gastar mi dinero con prostitutas . . . ¡Habían<br />

llegado tantas al Istmo! ¡Mexicanas, cubanas, argentinas . . ., de todas<br />

partes las había! Mujeres rubias, de ojos verdes, perversas, habituadas<br />

a sacarle a uno el oro muy lindamente . . . Y además, había el chance,<br />

la lotería, los tragos, la hípica, y otras mil diversiones . . . " .<br />

Novela realista y audaz es ésta de <strong>Sinán</strong>, que no recurre al pobre recurso<br />

(le la novela de tesis, sino que todo se desprende casi naturalmente<br />

de la acción misma, de la propia situación sin que él se empeñe en meter<br />

PAGINA 62 L O T E R I A

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!