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Ventanas de otros días - Dirección Cultural UIS - Universidad ...

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VENTANAS<br />

DE OTROS DÍAS


VENTANAS<br />

DE OTROS DÍAS<br />

Poemas<br />

John Freddy Galindo Córdoba


© <strong>Universidad</strong> Industrial <strong>de</strong> Santan<strong>de</strong>r<br />

John Freddy Galindo Córdoba<br />

Rector <strong>UIS</strong>: Jaime Alberto Camacho Pico<br />

Vicerrector Académico: Álvaro Gómez Torrado<br />

Vicerrector Administrativo: Sergio Isnardo Muñoz<br />

<strong>Dirección</strong> <strong>Cultural</strong>: Luis Álvaro Mejía Argüello<br />

Colección: Otras Miradas<br />

<strong>Dirección</strong> <strong>Cultural</strong><br />

Comité Editorial: Armando Martínez Garnica<br />

Serafín Martínez González<br />

Luis Alvaro Mejía Argüello<br />

Impresión:<br />

División Editorial y <strong>de</strong> Publicaciones <strong>UIS</strong><br />

Primera Edición: noviembrebre <strong>de</strong> 2007<br />

ISBN:<br />

<strong>Dirección</strong> <strong>Cultural</strong> <strong>UIS</strong><br />

Ciudad Universitaria Cra. 27 calle 9.<br />

Tel. 6846730 - 6321349 Fax. 6321364<br />

divcult@uis.edu.co<br />

Bucaramanga, Colombia<br />

Impreso en Colombia


Para Alma


Primera Parte<br />

VENTANAS DE OTROS DÍAS


1<br />

Otro día<br />

Tras la ventana<br />

la misteriosa literatura<br />

<strong>de</strong> la sombra


2<br />

ahí<br />

la nomenclatura impar <strong>de</strong> su silencio<br />

sepultada en el jardín<br />

como un cadáver<br />

En la torre<br />

el ojo que vigila y no da tregua<br />

que al vaivén <strong>de</strong> las montañas<br />

dispara<br />

certero<br />

la agonía <strong>de</strong> no ver mientras la fiesta acaba


3<br />

Ahora parte<br />

y la casa se ha quedado sola<br />

Un eterno ir y venir hacia otra orilla<br />

Y la noche<br />

que agoniza junto a la ventana<br />

no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> extrañar<br />

sus pestañas mueren<br />

como peces pensativos en el suelo<br />

diminutos abanicos <strong>de</strong>l olvido


4<br />

no me sueltes<br />

en el fondo <strong>de</strong>l vaso<br />

las formas se entrelazan<br />

como cuando eras niño<br />

y jugabas con la arena<br />

No cruces la avenida<br />

No te pierdas<br />

he <strong>de</strong>jado migajas <strong>de</strong> pan en el camino<br />

y en cada esquina<br />

mis años como espejos


5<br />

escucha lo que digo niña<br />

para que no te arrepientas luego<br />

Esta casa nos habita<br />

y nos contiene<br />

¿Por qué insistes en llamar las cosas por su<br />

nombre?<br />

Acaso no sabes<br />

que es silencio lo que ladra<br />

y que es dolor lo que se rompe<br />

Escucha<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> abajo viene<br />

como un pájaro el secreto<br />

que es principio<br />

y final <strong>de</strong> la palabra


6<br />

mi cuerpo es ahora un agujero<br />

penétralo con los restos <strong>de</strong> tu piel<br />

que aún reposan sobre la cama<br />

Los imperios no se <strong>de</strong>struyen dos veces<br />

<strong>de</strong>ja que me reponga y me colme<br />

Espera sentada<br />

a que el último trozo <strong>de</strong>l silencio<br />

se pierda con la tar<strong>de</strong><br />

Espera<br />

sólo los <strong>días</strong><br />

pue<strong>de</strong>n llenar este vacío


<strong>Ventanas</strong> <strong>de</strong> <strong>otros</strong> <strong>días</strong><br />

Es esta lluvia <strong>de</strong> agujas<br />

la que evoca el tedio y el bostezo <strong>de</strong> los años<br />

No mires hacia el cielo<br />

porque hoy las nubes no son más<br />

que ventanas <strong>de</strong> <strong>otros</strong> <strong>días</strong><br />

diluvios pasajeros que perduran para siempre<br />

No olvi<strong>de</strong>s el paraguas<br />

ni el lenguaje seco <strong>de</strong> esas horas<br />

en que la memoria<br />

era tan solo un lugar <strong>de</strong> paso


8<br />

nada está más cerca ahora<br />

que la calma y la vigilia<br />

que el instante en que bajas la guardia<br />

y te das la vuelta<br />

Las flores han <strong>de</strong>jado la maleta lista<br />

ya nadie las entien<strong>de</strong> y ahora mueren<br />

No es momento <strong>de</strong> buscar la culpa<br />

frente a la ventana mi piel <strong>de</strong>lata<br />

Deja que respire y perfeccione mi silencio<br />

<strong>de</strong>ja que me vaya<br />

y me perdone


9<br />

<strong>de</strong> todas formas huimos innombrables<br />

ventanas escondidas en el vientre <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo<br />

recovecos oscuros en ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> otro tiempo<br />

y en el cuarto que olvidamos para siempre<br />

la sangre <strong>de</strong> esos muertos<br />

que ahora vienen<br />

y nos miran<br />

y se espantan


10<br />

Esa voz<br />

<strong>de</strong> nuevo como un trueno<br />

en el cielo <strong>de</strong> este cuerpo<br />

no dice nada<br />

tan solo aguarda<br />

vigila<br />

miradas sobre el hombro <strong>de</strong> la noche


11<br />

El sueño<br />

poema y luz <strong>de</strong> la memoria<br />

fantasma <strong>de</strong> su cuerpo


12<br />

Afuera en el cielo <strong>de</strong> <strong>otros</strong> <strong>días</strong><br />

la vida pasa<br />

el anciano ciego insiste en ver lo que no quiere<br />

Entre los rincones<br />

el misterio secreto <strong>de</strong> los hombres<br />

y en mis manos<br />

el temblor que nos persigue<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre


XIII<br />

La casa está vacía<br />

ya nadie viene a visitarla<br />

Las pare<strong>de</strong>s oyen<br />

canciones <strong>de</strong> alabanza<br />

Las cortinas vuelan rotas<br />

como pájaros heridos en la sala<br />

más arriba<br />

los espejos<br />

La perfecta sincronía <strong>de</strong>l silencio


14<br />

Déjame bordar<br />

sobre esta piedra el tiempo<br />

no mires hacia a<strong>de</strong>ntro<br />

porque está mal jugar a los espejos<br />

No pretendas sus silencios<br />

ni el lenguaje <strong>de</strong>l tambor<br />

que revienta mientras canta<br />

Afuera la luz es más oscura<br />

escucha cómo llueve sin morir el cielo<br />

Déjame jugar a ser el hombre<br />

una y otra vez otra y una vez<br />

hasta que pierda<br />

¿Alguien sabe en dón<strong>de</strong> estamos?<br />

No digas que ignoras lo que sueñas<br />

sabes que está mal negar lo veni<strong>de</strong>ro<br />

No pretendas el secreto <strong>de</strong> la aguja<br />

porque mientras duermes lo revelas


15<br />

hemos empezado a llorar moscas<br />

y a escupir palabras como arañas<br />

Palabras que caminan por el techo<br />

y lágrimas que revolotean<br />

sobre el cadáver <strong>de</strong>l recuerdo<br />

Palabras que tejen olvidos<br />

y un llanto alado<br />

que se impregna en la memoria<br />

No mires por la ventana<br />

ni hables con extraños<br />

No llores <strong>de</strong> nuevo<br />

ni rompas la red<br />

en don<strong>de</strong> habito


16<br />

la puerta sigue abierta y los ojos extraviados<br />

Hay mujeres en el techo<br />

y recuerdos <strong>de</strong>corando las cortinas<br />

La ventana está cerrada<br />

y un susurro se hace eco<br />

Entre la rendija y el sol<br />

existe un universo<br />

entre mi muerte y la muerte<br />

tan solo este momento


17<br />

Ha olvidado su plumaje en la cocina<br />

como el fuego en silencio se ha marchado<br />

más allá <strong>de</strong> los años la memoria y <strong>de</strong> la carne<br />

Ahora sabe<br />

allá abajo está otro abismo<br />

<strong>de</strong> sagrados e inciertos <strong>de</strong>sencuentros<br />

va sonriendo<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre<br />

su ángel como sombra la acompaña


18<br />

Para M. con la mejor <strong>de</strong> las suertes<br />

la niña come tréboles<br />

mientras espera sentada junto a la ventana<br />

a que el tiempo pase y la casa vuelva<br />

a que la madre llore envenenada y sin afanes<br />

Afuera llueve y es noviembre<br />

y ya no importa<br />

porque a<strong>de</strong>ntro es otro día<br />

y ella espera que la suerte la abandone<br />

Nadie en la distancia se hace justo<br />

nadie en la azotea es un secreto<br />

La niña<br />

y ese canto largo que no canta


19<br />

I<br />

He visto las palabras huir hacia otra parte<br />

como ratas que abandonan la nave que naufraga<br />

como puntas <strong>de</strong> lanza <strong>de</strong> otra guerra<br />

como pueblos que ar<strong>de</strong>n más allá <strong>de</strong> la frontera<br />

II<br />

Tal vez dormido escuche<br />

la escurridiza tristeza <strong>de</strong> lo dicho<br />

la certera rigi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> lo callado


20<br />

Para K. con la mejor <strong>de</strong> mis suertes<br />

como una nueva casa está tu cuerpo<br />

caracola <strong>de</strong> mares innombrables<br />

espejismo <strong>de</strong> manzanas primerizas<br />

Y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquí<br />

en la punta <strong>de</strong> la roca<br />

la ventana <strong>de</strong>l primer día sin sueño


21<br />

es necesario regresar cuando el hambre apremia<br />

merendar una o dos tristezas<br />

y cerrar la puerta<br />

escapar <strong>de</strong> nuevo sin leer las marcas en la frente<br />

y en sus ojos<br />

<strong>de</strong>scubrir las huellas viejas <strong>de</strong>l olvido


22<br />

ahora que encontramos otra forma<br />

<strong>de</strong> sabernos asfixiados<br />

una lengua in<strong>de</strong>scifrable para espantar lo que<br />

vivimos<br />

Extraño ritual<br />

ese <strong>de</strong> morir mientras se baila


23<br />

I<br />

Yo también me preguntaré<br />

el sonido <strong>de</strong> las cosas y la voz <strong>de</strong>l abandono<br />

La palabra no pue<strong>de</strong> nada<br />

salvo el instante a<strong>de</strong>cuado y la sílaba <strong>de</strong> siempre<br />

Bajar los párpados es cerrar los ojos<br />

y el dolor no es más que otro vacío<br />

El azogue <strong>de</strong> los <strong>días</strong> viene hacia nos<strong>otros</strong><br />

se hace espeso y nadie grita<br />

¿Estamos acaso muertos?<br />

¿Acaso el viento lo borró todo?<br />

No abras las cortinas<br />

seguiremos preguntando mientras dure


II<br />

No nacimos nunca<br />

fueron <strong>otros</strong> los que vinieron a preguntar<br />

primero<br />

Aquí está oscuro todavía y es silencio<br />

¿Ya lo entien<strong>de</strong>s?<br />

No hay ventana ni secreto<br />

ni respuestas como espejos<br />

El útero caliente y la puerta a mediodía<br />

No partiremos nunca<br />

nos hacemos años aquí a<strong>de</strong>ntro


Segunda Parte<br />

FIESTA DE INSOMNES


“VELAR EN UNA NOCHE,<br />

CON LÁGRIMAS SINCERAS”<br />

C. Bau<strong>de</strong>laire


Es el río quien me habla ahora<br />

Voz <strong>de</strong> la piedra que rueda<br />

Signo <strong>de</strong> lo in<strong>de</strong>cible<br />

Espejo <strong>de</strong> aquel tiempo<br />

en que no fuimos<br />

habla <strong>de</strong>l sueño y <strong>de</strong> la noche<br />

<strong>de</strong>l estupor y el abandono<br />

con palabras exactas me aconseja<br />

no per<strong>de</strong>r el juego en el silencio


Duermo<br />

la eternidad <strong>de</strong> las palabras que no digo<br />

como un volcán en celo me lamento<br />

y el silencio viene<br />

en la memoria oscura <strong>de</strong> este cuerpo<br />

Afuera hay ruido<br />

un sueño <strong>de</strong> pájaros hambrientos me <strong>de</strong>svela<br />

Afuera hay miedo<br />

como <strong>de</strong> niños aullando al <strong>de</strong>sconsuelo<br />

y recuerdos<br />

como migajas <strong>de</strong> noche entre los dientes


Aletea<br />

esa voz <strong>de</strong> pequeños abandonos<br />

ese abismo <strong>de</strong> profundos <strong>de</strong>sencuentros<br />

las respuestas que no acaban<br />

y el viento que no viene<br />

La madre espera junto al nido<br />

la mañana que no llega<br />

El hijo vuelve<br />

entonando esa inerte letanía


Nadie baila en esta noche<br />

Acaso mi<strong>de</strong>n la distancia entre las horas<br />

Una música <strong>de</strong> alas secas<br />

resuena en el silencio<br />

y el licor <strong>de</strong> la memoria<br />

se hace agua se evapora<br />

Nadie canta<br />

un rumor <strong>de</strong> voces apagadas<br />

Nadie finge<br />

la obstinada angustia <strong>de</strong> ser lo que callamos


No es la noche<br />

la que viene y me confun<strong>de</strong> como un río<br />

voz <strong>de</strong> un día perdido en la memoria<br />

es tu sombra<br />

la que avanza y me con<strong>de</strong>na<br />

versículo <strong>de</strong> aquel tiempo en que perdimos<br />

abrazo <strong>de</strong>l olvido<br />

luna muerta


Y mis uñas<br />

que ahora crecen por su cuenta<br />

-ya lo sabenno<br />

es posible arañar en el silencio<br />

ni olvidar lo que se espera<br />

Alguien viene a prevenirnos<br />

<strong>de</strong>l sueño y la congoja<br />

<strong>de</strong>l sol y <strong>de</strong>l poema<br />

y no compren<strong>de</strong><br />

que mis manos han huido solitarias<br />

y que in<strong>de</strong>fenso<br />

me escondo en el olvido


Fiesta <strong>de</strong> insomnes<br />

Una casa aguarda allí en la sombra<br />

sus jardines se pueblan <strong>de</strong> fragancias<br />

Hay espejos en los cuartos<br />

Para Javier Mebarak<br />

y sus luces parecen encendidas<br />

y una secreta algarabía en sus salones<br />

Sus extraños habitantes hablan bajo<br />

Una música se extien<strong>de</strong> y nadie duerme<br />

Los insomnes bailan<br />

sin temor a que la fiesta acabe


Habla <strong>de</strong>l sol y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo<br />

<strong>de</strong> la oscura piel y la noche pasajera<br />

<strong>de</strong> la espada en la ventana<br />

y los niños que saludan<br />

Ahora vienes<br />

recorres las montañas sudorosa<br />

y entre el viento <strong>de</strong>scifras los temores<br />

te sueñas inconclusa<br />

te evaporas


Y saber que somos<br />

este cuerpo que nos queda<br />

El principio <strong>de</strong> antiguas maldiciones<br />

Un círculo invisible<br />

Una ventana ante la noche<br />

Ese lugar <strong>de</strong>l miedo don<strong>de</strong> anclamos<br />

y ese andar lento<br />

que no fuimos


Hay un día tan parecido a la muerte<br />

como un ruido<br />

<strong>de</strong>sprendido <strong>de</strong> la roca<br />

un grito<br />

como <strong>de</strong> brazos partidos<br />

Amuleto y jaula<br />

<strong>de</strong> aquel sueño<br />

que no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> volver


Apareces en la sombra<br />

<strong>de</strong>l ave que nos mira<br />

en la patria <strong>de</strong>l hombre que no espera<br />

en la esquina en que no llueve<br />

alguien canta<br />

misteriosa voz <strong>de</strong>l tiempo<br />

entre las ramas


Dame la mano y hagamos que llueva<br />

hace calor en esta selva oscura<br />

las hormigas escasean<br />

y los <strong>de</strong>dos nos señalan<br />

El río suena<br />

en los hastíos <strong>de</strong> este infierno que no ar<strong>de</strong><br />

Todos duermen<br />

el sopor <strong>de</strong> ojales entreabiertos<br />

este sueño incierto<br />

y la memoria <strong>de</strong> la brisa<br />

que no vuelve


Bailamos este baile manso<br />

hasta que la nueva luna llegue<br />

Oímos otra vez<br />

la voz <strong>de</strong> los jaguares<br />

y huimos<br />

ante el silencio <strong>de</strong> los astros<br />

esa hermosa voz<br />

como un naufragio


Mi amigo Juan toca la guitarra<br />

cierra sus ojos<br />

muer<strong>de</strong> sus labios<br />

envenena su silencio<br />

¡ Buen jazz! -dicen los <strong>de</strong> al ladolos<br />

que siguen el ritmo con los pies<br />

Pero ellos no saben<br />

no entien<strong>de</strong>n<br />

que la suya es una lengua inmemorable<br />

cargada <strong>de</strong> signos y <strong>de</strong> sueños<br />

No entien<strong>de</strong>n<br />

No escuchan<br />

la secreta sencillez <strong>de</strong> aquella voz


En las líneas <strong>de</strong> tu mano está la selva<br />

cazadores <strong>de</strong> hormigas la vigilan<br />

inventores <strong>de</strong> sueños la recrean<br />

no intentes profanarla<br />

los árboles no corren<br />

ni saben <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino<br />

pero tus <strong>de</strong>dos podrían señalarte


Un sonido como <strong>de</strong> ecos se repite<br />

en los muros lentos <strong>de</strong> los <strong>días</strong><br />

Ha muerto otra vez y nadie llora<br />

Nadie sabe <strong>de</strong> su voz ni sus silencios<br />

<strong>de</strong> sus manos escribiendo en hojas secas<br />

pero he visto su alma en pena<br />

por las calles <strong>de</strong>l domingo y los zaguanes <strong>de</strong>l<br />

olvido<br />

Ha venido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos a morir <strong>de</strong> nuevo<br />

aquí en los bares <strong>de</strong>l amor<br />

ese absurdo plagio


Tal vez adorar el tiempo exacto<br />

Un ojo oscuro<br />

un viaje largo<br />

este instante casi azul<br />

en que per<strong>de</strong>mos<br />

y esta fiesta eterna que no viene<br />

Toma mi mano<br />

enmascarada<br />

y recuerda que el sueño<br />

no me vence


Este universo que ahora habito<br />

<strong>de</strong> infinitas y confusas escrituras<br />

me con<strong>de</strong>na y me <strong>de</strong>stierra<br />

al lugar <strong>de</strong>l <strong>de</strong>senfreno<br />

Una fauna oscura <strong>de</strong>vora el abandono<br />

y este clima extraño sofoca el apetito<br />

En el mar hay dioses que no duermen<br />

y en el cielo lunas grises me vigilan<br />

En algún lugar vive tu ausencia<br />

ángeles <strong>de</strong> risas locas la protegen<br />

No he venido aquí a saberte hecha palabra<br />

quiero olvido<br />

esa eterna arquitectura


Ese país <strong>de</strong> nieve me llama en sueños<br />

me ro<strong>de</strong>a y me predice<br />

y en las horas en que bebo <strong>de</strong>l licor <strong>de</strong>l río<br />

me hace otro en mi presencia<br />

<strong>de</strong>snudo<br />

imperturbable<br />

Ahora llueve largamente<br />

aquí<br />

sobre el silencio


esta noche incierta me guiaba<br />

por las calles verdosas como ríos<br />

Otras lenguas venían en mi auxilio<br />

<strong>otros</strong> sueños me soñaban inconcluso<br />

Sobre la hierba<br />

la sutil melancolía<br />

<strong>de</strong> olvidar lo que vivimos


Las calles reclaman su silencio<br />

esa danza negra y esa risa larga que no entiendo<br />

Sueño espantos<br />

en las noches que no vengo<br />

No me encuentro callado en el retiro<br />

y esa risa loca<br />

<strong>de</strong> ángeles que llegan<br />

No me mires<br />

no es mi culpa<br />

la noche apenas canta


Quizá soñamos otra muerte<br />

en la escritura <strong>de</strong> los astros<br />

Otra voz<br />

en las mañanas <strong>de</strong>l recuerdo


Al fin la noche<br />

esta gran batalla<br />

en don<strong>de</strong> me hago juicio y me perdono<br />

Este abismo cruel en don<strong>de</strong> sueño<br />

esa fiesta que no acaba<br />

esa sombra<br />

que <strong>de</strong> pronto nos olvida


Tercera parte<br />

DE ESTE LADO DEL MIEDO


A mi madre y sus flores secas


Me da miedo.<br />

Esta casa me da entero bien, entero<br />

lugar para este no saber dón<strong>de</strong> estar.<br />

César Vallejo


[Uno]<br />

De este lado <strong>de</strong>l miedo<br />

hay un lugar<br />

tan parecido al miedo mismo<br />

como el poema


[Dos]<br />

Es la nomenclatura extraña <strong>de</strong> este lugar sin<br />

nombre<br />

la que me guía y me confun<strong>de</strong><br />

ríos arrojados al olvido<br />

calles oscuras en espera <strong>de</strong> otro tiempo<br />

hombres malolientes <strong>de</strong>sterrados para siempre<br />

Ya en el silencio<br />

bajo la sombra in<strong>de</strong>scifrable <strong>de</strong> los años<br />

y en medio <strong>de</strong> esta selva que contengo<br />

caminamos como locos invencibles<br />

bailamos como ahorcados sin zapatos<br />

lloramos como viejos conocidos<br />

lentos<br />

sucios<br />

moribundos


[Tres]<br />

Cada palabra pronunciada sin ser dicha<br />

un temblor <strong>de</strong> voces que se apagan<br />

y una lluvia repentina que no cesa<br />

un refugio hecho <strong>de</strong> sombras<br />

aguarda en la memoria<br />

llave y puerta<br />

cada palabra ante la muerte


[Cuatro]<br />

Cómo evadir la falsa pesadilla<br />

que como una niña loca<br />

camina por la casa<br />

y raya las pare<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>sgarra las cortinas<br />

y juega sola en el patio<br />

hasta que la nueva lluvia llega<br />

Cómo hurgar en el vacío<br />

<strong>de</strong> la piel en la distancia<br />

si el miedo duerme al lado<br />

y se levanta a la cocina<br />

recorre los pasillos<br />

se <strong>de</strong>tiene ante la puerta<br />

a ver pasar el sueño


[Cinco]<br />

no soy yo<br />

el silencio que habla ahora<br />

esa voz que grita <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro<br />

Qué palabras pronuncio ante el espejo<br />

qué lenguaje el <strong>de</strong> mi sangre<br />

qué medida qué secreto<br />

No<br />

no me escuches<br />

aquel que no soy yo<br />

es quien me habita


[Seis]<br />

Sobre tu espalda <strong>de</strong>scansa el tiempo<br />

una roca anclada en los misterios <strong>de</strong> la carne<br />

un mapa antiguo hacia el secreto <strong>de</strong> esa piel<br />

que ahora es otra y que me olvida<br />

La fiesta sigue y no hay reversa<br />

la noche se disfraza <strong>de</strong> avalancha<br />

y nos enreda nos confun<strong>de</strong><br />

nos enferma<br />

Y tú no bailas<br />

perdida bajo el peso <strong>de</strong>l país en don<strong>de</strong> habitas<br />

ni me sueñas<br />

alfabeto imprescindible <strong>de</strong> los <strong>días</strong>


[7]<br />

Rectas las piernas y la espalda<br />

la palabra<br />

el nombre<br />

recto el silencio<br />

como para escribir un poema al miedo


[Ocho]<br />

No hablo <strong>de</strong> esta noche ni <strong>de</strong>l lado que<br />

habitamos<br />

hablo <strong>de</strong>l silencio<br />

<strong>de</strong>l papel y la tijera<br />

y la piedra<br />

como una forma <strong>de</strong> justicia voy sonriendo<br />

miro al miedo que cruza la avenida y me saluda<br />

y lo saludo –con esta poca cortesía que aún me<br />

queday<br />

él lo cree y continúa su camino somnoliento<br />

Hablo <strong>de</strong> ser uno<br />

<strong>de</strong> enfrentar la voz <strong>de</strong>l huracán con el grito <strong>de</strong> la<br />

brisa<br />

palabra contra palabra<br />

calle a calle<br />

espacio abierto en don<strong>de</strong> construir un parque y<br />

un jardín<br />

sin estatuas ni placas ni alabanzas<br />

Hablo <strong>de</strong> ser otro<br />

<strong>de</strong> huir <strong>de</strong> uno mismo sin la mirada puesta<br />

con la cabeza hundida y los hombros hechos alas<br />

<strong>de</strong> cruzar la línea que divi<strong>de</strong> la frontera<br />

<strong>de</strong> creernos dados viejos<br />

<strong>de</strong> un juego interminable


Hablo <strong>de</strong> ser uno nuevamente<br />

<strong>de</strong> ser el huracán<br />

la brisa<br />

la palabra<br />

piedra papel y tijera<br />

otro miedo


[Nueve]<br />

quizá la locura<br />

es el castigo<br />

José Manuel Arango<br />

La locura que ahora somos<br />

me habla en sueños<br />

me hace sombra y me maldice<br />

me da una mano en lo alto <strong>de</strong> la torre<br />

y sin ningún aviso me abandona<br />

me lleva entre dormido a la frontera <strong>de</strong> mi voz<br />

que ahora es otra y que me olvida<br />

Cosas <strong>de</strong> una noche<br />

[me digo y me acomodo]<br />

pero ella insiste<br />

y se ríe ante el espejo<br />

con esa mueca exacta<br />

<strong>de</strong> quien lo sabe todo


[Diez]<br />

Para J.V.<br />

Libera mi mano fundida entre la roca como<br />

espada<br />

y levántala ante el miedo<br />

es el amor<br />

esta cruel batalla


[Once]<br />

los niños <strong>de</strong> ojos cóncavos<br />

juegan<br />

(<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s<br />

que a veces nos escuchan)<br />

buscan en la basura y acomodan<br />

las piezas viejas <strong>de</strong>l insomnio<br />

ríen fuertemente al calor <strong>de</strong> sus silencios<br />

se hacen unos <strong>otros</strong> los <strong>de</strong> antes<br />

corren por el patio y escalan las pare<strong>de</strong>s<br />

caen<br />

sangran<br />

y un grito <strong>de</strong> años inunda las estancias<br />

y sale hasta la calle<br />

[don<strong>de</strong> un anciano es el presagio y la llovizna]<br />

ahora lloran<br />

sin lágrimas ni tiempo y esperan<br />

que alguna vez sus sueños<br />

digan algo


[Doce]<br />

y camino por la casa<br />

como si algo no encajara<br />

como si la ventana rota clamara por su vida<br />

repaso con mis <strong>de</strong>dos la pintura vieja<br />

la gramática <strong>de</strong>l viento que empuja los papeles<br />

la palabra invisible hecha <strong>de</strong> tiempo<br />

como una aguja silenciosa<br />

en el río <strong>de</strong> la sangre<br />

me <strong>de</strong>slizo<br />

me hago fuerte<br />

aunque la noche ya no habite estos rincones<br />

aunque sólo espere escondida en algún lugar <strong>de</strong>l<br />

miedo<br />

a que todo acabe<br />

o perdure para siempre


[XIII]<br />

Y el traidor que vive entre nos<strong>otros</strong> se viste <strong>de</strong><br />

temblores y <strong>de</strong> apuros<br />

mira el reloj a tiempo<br />

sacu<strong>de</strong> sus silencios<br />

y sale a trabajar<br />

camina muy tranquilo por las calles inundadas<br />

saluda a las vecinas que murmuran<br />

a los niños que gritan mal su nombre<br />

a los perros que muer<strong>de</strong>n sus zapatos<br />

Él sonríe. Es su oficio. Una forma miserable <strong>de</strong><br />

ternura.<br />

Un olvido<br />

Una forma <strong>de</strong> ser otro que no duele<br />

Una hermosa ingravi<strong>de</strong>z <strong>de</strong> lo no dicho<br />

Un fantasma que <strong>de</strong>scubre sus secretos<br />

en las líneas <strong>de</strong> la noche<br />

en la maldad <strong>de</strong> lo que aguarda<br />

o en las formas <strong>de</strong>l poema


[Catorce]<br />

nadie canta esa música <strong>de</strong> siglos<br />

tampoco estrechan<br />

esas manos tuyas<br />

que ahora saben <strong>de</strong>l olvido


[Quince]<br />

Más allá <strong>de</strong>l dolor hay una calle<br />

un arrecife hecho <strong>de</strong> sueños sin historia<br />

trozos <strong>de</strong> un canto largo<br />

que se arrastra como un río<br />

Del otro lado hay una selva<br />

un lugar seguro don<strong>de</strong> protegernos<br />

<strong>de</strong> fantasmas <strong>de</strong> otro tiempo<br />

y <strong>de</strong> las horas<br />

UN SEGUNDO ES COMO UN GIRO Y UN VUELO<br />

UNA TORMENTA<br />

toma mi mano y corre<br />

crucemos juntos la avenida<br />

el bosque el mar<br />

y la memoria


[Dieciséis]<br />

Aún me acuerdo <strong>de</strong> las flores secas sobre la mesa<br />

ese magnetismo <strong>de</strong> la muerte en la ma<strong>de</strong>ra<br />

<strong>de</strong> tus manos que eran alas<br />

y pájaros<br />

<strong>de</strong> cómo las pusiste en el florero<br />

sin importar el espectáculo <strong>de</strong> hacerlas otro<br />

cuerpo<br />

y otra piel<br />

aún recuerdo tus manos que eran alas<br />

<strong>de</strong> cómo me peinabas cuando niño<br />

con tu prisa <strong>de</strong> olvidos a <strong>de</strong>shoras<br />

y las flores<br />

y su aroma <strong>de</strong> hermosa muerte<br />

en mi memoria


[Diecisiete]<br />

Hay quien sabe que la noche avanza<br />

y que es como un grito que <strong>de</strong>spierta<br />

o como aquello<br />

que nos oye <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre<br />

yo la he visto<br />

acercarse hasta las puertas <strong>de</strong> la casa<br />

mirar por las ventanas<br />

como diciendo algo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos<br />

haciendo señas con las manos<br />

como aquellos que se marchan<br />

pero <strong>de</strong>jan en sus cuartos<br />

las cosas or<strong>de</strong>nadas<br />

por si regresan pronto


[Dieciocho]<br />

Ya no vuelves como el águila a la roca<br />

El tiempo ha oxidado las ca<strong>de</strong>nas


[Diecinueve]<br />

A la memoria <strong>de</strong> Nelson Ballesteros<br />

Nadie sabe a ciencia cierta<br />

si el hombre es el hombre para él mismo<br />

Acaso un minúsculo accesorio<br />

<strong>de</strong>l tiempo que nos queda<br />

Una rara manera <strong>de</strong> escon<strong>de</strong>rnos en los <strong>días</strong><br />

Ese lento caminar hacia ningún lado<br />

La vida<br />

como un sencillo sobrenombre <strong>de</strong> la muerte


[Veinte]<br />

No se escucha el tiempo<br />

un terror blanco que viene y nos <strong>de</strong>rrumba<br />

un abismo<br />

un espejo en que enfrentamos<br />

el ver sin nuestros ojos puestos


[Veintiuno]<br />

atuendo inservible <strong>de</strong> los <strong>días</strong> este <strong>de</strong> la muerte<br />

evi<strong>de</strong>nte signo <strong>de</strong> la noche entre la piel<br />

sueño <strong>de</strong> una hora<br />

en que las calles duermen<br />

y la tristeza se divierte<br />

un rostro invisible<br />

maquillado <strong>de</strong> lluvia se avecina<br />

no dice nada<br />

tan sólo espera<br />

la próxima palabra<br />

como un diluvio


[Veintidós]<br />

Vivimos juntos mi padre y yo<br />

Una casa gran<strong>de</strong><br />

Cinco habitaciones<br />

Cuatro baños<br />

Comedor cocina patio<br />

Una palabra<br />

Una frontera<br />

De ese lado hay un taladro y un reloj<br />

un miedo menos fuerte que sus manos<br />

De este lado hay un espejo<br />

cosas sin valor<br />

y un miedo que contiene todo<br />

que se filtra por las ventanas e ilumina<br />

las flores lejanas <strong>de</strong> mi madre


y la ilumina<br />

es una CASA GRANDE<br />

una casa que duerme mientras todos se levantan<br />

una casa a veces fuerte<br />

a veces lenta<br />

digo lentitud para <strong>de</strong>cir miedo<br />

la palabra<br />

mi cuarto oscuro y el eco <strong>de</strong> mi voz en sus<br />

entrañas<br />

Hay dos miedos aquí<br />

Uno que se niega a enten<strong>de</strong>rse<br />

y otro que se ríe <strong>de</strong> sí mismo<br />

Una espantosa lentitud una <strong>de</strong>licada<br />

convivencia<br />

Mientras el taladro suena arruina las pare<strong>de</strong>s<br />

arregla<br />

el espejo se mueve con peligro<br />

una casa extraña la nuestra


PERO NUESTRA AL FIN Y AL CABO<br />

Los sábados el viento y tantas cosas por <strong>de</strong>cir<br />

mi ortografía lejana<br />

los diseños <strong>de</strong> mi hermano<br />

la música<br />

la eterna economía <strong>de</strong> los <strong>días</strong><br />

y está Él con sus manos gran<strong>de</strong>s como gatos<br />

mi padre<br />

que aún sueña y miente<br />

abandona<br />

que aún duda y ríe<br />

<strong>de</strong> este lado <strong>de</strong>l miedo estamos juntos<br />

<strong>de</strong>struyéndonos<br />

amándonos<br />

reinventando formas <strong>de</strong> evasión<br />

calculando nuestros pasos<br />

fumando juntos los azules segundos <strong>de</strong> los años


<strong>de</strong>l otro lado quizá<br />

exista una esperanza<br />

otra forma<br />

otro día<br />

otra página<br />

en don<strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir un poema en blanco


[Veintitrés]<br />

Cada nueva página un Poema en blanco

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