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2 VOCES CIUDAD CCS / MIÉRCOLES 20 DE JULIO DE 2011
Herramientas
contra el
imperialismo
RICARDO LEÓN
(*) MILITANTE JPSUV CARACAS
rleon1984@gmail.com
Hace unos cuantos días, reunido con
algunos camaradas, debatíamos ideas
intentando buscar herramientas que
nos permitan comprender un poco
esta sociedad tan contradictoria, y
sobre todo encontrar algún camino
que permita transformarla.
En esta búsqueda tropezamos con la
dialéctica, término que estudiamos y
aplicamos en nuestro día a día de
militancia revolucionaria. Aunque aún
es objeto de estudio, por mi persona,
para entenderlo a cabalidad, voy a
arriesgarme a asegurar que la dialéctica
es de gran utilidad en este camino
revolucionario, que decidí andar hace
un buen tiempo.
A través de la dialéctica podremos
llevar a cabo el análisis que nos
impulse a eliminar tantas arbitrariedades
incrustadas en nuestra sociedad y
construir un modelo de país, en el que
prive la verdadera esencia de la
humanidad.
Carlos Marx definió la dialéctica
como: “la ciencia de las leyes generales
del movimiento, tanto el del mundo
exterior como el del pensamiento
humano”. Teniendo como punto de
partida esta definición, es necesario
tener presente que toda lucha
revolucionaria debe ir de la mano de la
lectura, la escritura y sobre todo de la
generación de ideas que estén
dirigidas a lograr como objetivo
estratégico la derrota del sistema
capitalista, para poder edificar una
sociedad verdaderamente humana, y
donde la alienación del trabajo sea
totalmente erradicada de nuestras
relaciones económicas.
En estos días de julio de 2011, en los
que aún escuchamos las noticias de los
ataques a Libia y cuando el imperio
arremete contra los países propulsores
de la liberación de los pueblos,
debemos reflexionar sobre nuestro
papel en la historia y a la vez asumirlo
con pasión, entendiendo que debemos
buscar y comprender las herramientas
que nos den la capacidad de enfrentar
las causas que han destruido poco a
poco la conciencia de la sociedad.
Por otro lado, estas mismas herramientas
deben ser útiles para profundizar
la lucha, que de una vez por
todas nos libere del yugo del capitalismo
que actualmente está en su fase
superior, o mejor dicho está en su fase
más putrefacta llamada imperialismo.
LETRA INSURRECTA
Fecundo Facundo
F
ROSA ELENA PÉREZ MENDOZA
rosaelenaperez@gmail.com
ue un maestro en vivir a la intemperie. Nació con el
abandono a cuestas e hizo de esa condición un canto de
esperanza. A los seis años, fue cuando dijo su primera
palabra con el nombre de su mamá, luego, como él mismo refirió en
una de las entrevistas que le realizaron, no podía esperarse mucho
de un chico cuyas andanzas callejeras lo llevaron a un reformatorio,
donde logró recuperar parte de lo perdido gracias a la biblioteca que
un padre jesuita le diera a conocer. Más tarde, vino la iluminación
otorgada desde lo más humilde: Simón, un vagabundo con fe, le habló
de Dios y lo estimuló a comenzar su carrera de músico. Y allí empezó
un firme andar de originalidad creativa y de trovador que fundía
prédicas de amor con denuncia.
Con uno de sus poemas -tanto enigmático como profundo-, nos ha
dado por pensar que lo escribió en honor a Sara, su madre, pero en
realidad podría referirse a todas las mujeres liberadas del mundo.
Así decía: “Dejó la escoba, se lavó las manos, siguió cantando pero
muy bajito. / No se peinó ni lavó los pisos; se quemó el pastel, se
cambió el vestido. / No leyó los diarios y cerró los libros, al final de
cuentas, siempre es lo mismo. / Apagó la radio, encendió las velas y
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al llegar la noche se durmió contenta. / Temprano en la mañana se levantó
radiante y escribió con dentífrico en el espejo del baño su nuevo
apellido. / Alzó la copa, la copa vacía, y brindó con nadie, llena de
alegría. / Le dijo un verso, un verso de Whitman a la golondrina que
pasó de prisa. / Entre las cortinas se perdió bailando, intentó una
mueca, terminó llorando; tuvo mucho miedo pero fue muy lindo: / A
las seis en punto, María tuvo un niño”. Dentro de un discurso que podríamos
tildar de género, el cantor honró lo femenino y le hizo abrir
los ojos a más de una mujer con estos versos sorprendentes.
Amante de la vida y sembrador del amor, Facundo debe estar ahora
cultivando flores y amistades junto a poetas de todo el mundo que
le han cantado a lo sencillo y a la vida modesta. Fue un hombre que
subvirtió su destino y demostró que, con voluntad, cualquiera puede
sobreponerse al dolor para dar ejemplo y disfrutar la vida desprendidamente.
Siempre propagó ideas que hacían ver claro a otros dentro
del caos y la confusión, pues señaló con tino dónde se hallaba lo hermoso
y lo trascendente.
Entonces, junto a Facundo, sabemos que no hay que impostar la
voz, sino cantar desde el tono personal, sin olvidar nuestro origen y
elevándonos a nivel de la tierra –así aconsejaba en la canción de cuna
Vuele bajo- para lograr todo lo que deseamos. Por eso, pueblo nuestro,
vuele bajo.
Chávez y el pueblo
ANTONIO J. BLANCO SEQUERA
ablancosequera@gmail.com
www.ciudadccs.info
Cuando decidí escribir en este mismo espacio sobre el Poder Popular,
lo hice inspirado por la dinámica revolucionaria y lo observado en
muchos sectores, en los cuales existe cierta apatía hacia la participación
y la corresponsabilidad en la construcción de la nueva sociedad.
Fue en esos días en qué, el comandante Chávez se embarcó en una gira
que lo llevó por varios países de Nuestra América, culminando ésta
en la República hermana de Cuba.
En el momento en que llega la noticia a Venezuela de la operación del
presidente Chávez en Cuba, la preocupación no se hizo esperar por
parte de todos los venezolanos y en el momento en que hiciese aquella
declaración calificada por el comandante Fidel de valiente, la tristeza
y la consternación inundó a todos en el país así como en muchos
lugares del mundo.
No hubo ni siquiera de los sectores que nos adversan ninguna declaración
negativa, al contrario, fueron muchos los llamados a la recuperación
pronta del Presidente. Esto por supuesto nos indica que hasta en
esos sectores están claros que la única garantía de estabilidad política
y de paz en el país se llama Hugo Chávez Frías.
El objeto de este artículo apreciados lectores es llamar a la reflexión
acerca del momento histórico que vivimos, entender el esfuerzo que
está haciendo un hombre por dignificar a su pueblo y sacarlo de la miseria,
no basta con gritar “Pa’ lante Comandante” si no asumimos el
desafío (citando a Mézsáros), pues estamos viendo cómo el Presidente
se consume ante nosotros en esta lucha. Celebramos hace poco el nacimiento
de nuestra patria, fuimos testigos de la gran participación
del pueblo en todas las actividades que se realizaron, motivados por la
convocatoria y el sentimiento patriota que el líder siempre emana,
quedando demostrado así, que el presidente Chávez es y será el gran
timonel que guíe a este pueblo hacia la victoria, pues es la conexión
perfecta, Chávez y el pueblo.
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