capítulo: 2 el profesor challenger - Santa Joaquina de Vedruna
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“Vamos Edward. Dispara a los <strong>de</strong>más” gritó Lord Roxton. Nosotros disparamos al resto <strong>de</strong> los<br />
hombres mono. Algunos <strong>de</strong> <strong>el</strong>los cayeron, muertos. Los otros gritaron y huyeron. Nosotros<br />
cortamos las cuerdas alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> las piernas y brazos <strong>de</strong> los dos <strong>profesor</strong>es y <strong>de</strong>spués<br />
corrimos hacia <strong>el</strong> campamento.<br />
Los prisioneros indios nos siguieron y se quedaron <strong>de</strong> pie silenciosamente fuera <strong>de</strong> nuestro<br />
campamento. Uno <strong>de</strong> <strong>el</strong>los era un hombre joven. Él nos miró cansado y asustado.<br />
“Debemos ayudarles a ir a casa,” dije yo.<br />
“¿Pero dón<strong>de</strong> viven <strong>el</strong>los?” preguntó Challenger.<br />
“Creo que lo sé,” dije. “Yo estaba en <strong>el</strong> lago la pasada noche y vi fuego en las cuevas. Estoy<br />
seguro <strong>de</strong> que <strong>el</strong>los viven allí.”<br />
A la mañana siguiente, nosotros anduvimos en dirección al lago. Llegamos allí y vimos muchos<br />
indios en canoas viniendo hacia nosotros. Uno <strong>de</strong> <strong>el</strong>los era <strong>el</strong> Jefe indio. Él vio al joven hombre<br />
indio con nosotros, y corrió hacia él y lo abrazó. “Motosawi, Motosawi,” repitió él una y otra vez.<br />
Motosawi era <strong>el</strong> hijo d<strong>el</strong> Jefe, y su padre estaba f<strong>el</strong>iz <strong>de</strong> verle con vida. Motosawi habló a los<br />
otros indios durante un largo tiempo. Nosotros no entendíamos su lengua, pero era obvio que<br />
él estaba hablándoles acerca <strong>de</strong> los hombres mono y d<strong>el</strong> rescate. Él terminó <strong>de</strong> hablar y los<br />
indios gritaron y agitaron sus lanzas en <strong>el</strong> aire. Ellos estaban preparados para luchar contra los<br />
hombres mono. Ellos nos miraron y nosotros sentimos con la cabeza. ¡Nosotros estábamos<br />
preparados para ayudarles a luchar!<br />
Al día siguiente, hubo una terrible batalla entre los indios y los hombres mono. Nosotros nos<br />
quedamos <strong>de</strong> pie al lado <strong>de</strong> los indios e intentamos ayudarles. Primero, los hombres mono<br />
atacaron en un área abierta. Los indios fueron rápidos en reaccionar. Ellos dispararon flechas<br />
en todas direcciones y mataron a muchos hombres mono.<br />
Después, nosotros nos a<strong>de</strong>ntramos en <strong>el</strong> bosque y los hombres mono nos sorprendieron. Ellos<br />
estaban escondidos en los árboles y nos atacaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>el</strong>los. Los hombres mono mataron<br />
muchos indios, pero mis compañeros y yo disparamos nuestros rifles y uno por uno, los<br />
hombres mono cayeron <strong>de</strong> los árboles. Poco <strong>de</strong>spués, todos <strong>el</strong>los estaban muertos y la batalla<br />
había y terminado. Pero otra batalla nos estaba esperando –¡necesitábamos aún encontrar un<br />
camino fuera d<strong>el</strong> Mundo Perdido!<br />
Primero, nosotros hicimos un nuevo campamento bajo las cuevas indias. Las entradas hacia<br />
sus cuevas estaban arriba en los precipicios, con estrechos escalones para llegar a <strong>el</strong>las. Los<br />
indios estaban a salvo porque un dinosaurio no tenía la posibilidad <strong>de</strong> entrar en las cuevas.<br />
Pero <strong>el</strong>los no estaban seguros fuera <strong>de</strong> las cuevas.<br />
Una noche, algunos indios estaban andando hacia sus cuevas. De repente, dos feroces<br />
dinosaurios atacaron y mataron a seis <strong>de</strong> <strong>el</strong>los. Pero <strong>el</strong> resto <strong>de</strong> los indios en las cuevas les<br />
dispararon flechas envenenadas.<br />
Después <strong>de</strong> esto, los días pasaron rápidamente. Nosotros <strong>de</strong>scubrimos algunas maravillosas<br />
criaturas y gastamos muchas horas observando la inusual flora y fauna <strong>de</strong> esta extraordinaria<br />
meseta. Pero nosotros no estábamos cerca <strong>de</strong> nuestro objetivo y una cosa estaba clara: los<br />
indios eran nuestros amigos, pero <strong>el</strong>los no querían ayudarnos a salir d<strong>el</strong> Mundo Perdido. Ellos<br />
probablemente creían que nosotros les dábamos buena suerte.<br />
“Quizá los indios están intentando que nos que<strong>de</strong>mos aquí,” dijo Lord Roxton.<br />
“En sus ojos, somos héroes y <strong>el</strong>los se sienten seguros con nosotros aquí.”<br />
Nosotros no éramos f<strong>el</strong>ices, pero solo Motosawi lo entendía. Nosotros lo salvamos a él <strong>de</strong> los<br />
hombres mono y él quería ayudarnos a nosotros.<br />
Una noche, Motosawi vino hacia nuestro campamento. Él me dio una gran hoja con algunas<br />
marcas en <strong>el</strong>la. El joven hombre señaló hacia las cuevas sobre nosotros y nos <strong>de</strong>jó.