Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Amor a segunda vista<br />
cuentro real con ella, se <strong>de</strong>svanecieron todos mis prejuicios.<br />
En vez <strong>de</strong> sentarse con el obispo y los que venían a<br />
verla y llevar el peso <strong>de</strong> la conversación, condujo a todos a<br />
la capilla, se arrodilló y se puso a rezar <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Santísimo<br />
Sacramento. No quiso acercarnos a su persona y su<br />
obra, ¡sino al Santísimo Sacramento!<br />
En último término, <strong>de</strong>bo la gracia <strong>de</strong> haber estado cerca<br />
<strong>de</strong> la <strong>Madre</strong> <strong>Teresa</strong> <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi or<strong>de</strong>nación sacerdotal<br />
en 1982, así como el privilegio <strong>de</strong> acompañarla en sus<br />
viajes en repetidas ocasiones durante varios años, al hecho<br />
<strong>de</strong> que el obispo Hnilica poseía el carisma <strong>de</strong> no hablar<br />
inglés. Si era necesario, se entendían directamente, él<br />
en eslovaco y ella en croata –ambas son lenguas eslavas–,<br />
pero, cuando había que tratar algún asunto más complicado<br />
o tenían que tratarlo en profundidad, hacía falta un<br />
intérprete. Y ahí es don<strong>de</strong> entraba yo, traduciendo <strong>de</strong>l inglés<br />
<strong>de</strong> la <strong>Madre</strong> <strong>Teresa</strong> al italiano o alemán <strong>de</strong>l obispo<br />
Hnilica.<br />
Una vez, durante una <strong>de</strong> las primeras ocasiones en<br />
que me <strong>de</strong>diqué a hacer <strong>de</strong> intérprete <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> mi or<strong>de</strong>nación,<br />
el obispo Hnilica salió y me quedé a solas con la<br />
<strong>Madre</strong> <strong>Teresa</strong>. Le pregunté qué <strong>de</strong>bía hacer un sacerdote<br />
recién or<strong>de</strong>nado si sentía en su corazón que <strong>de</strong>bía ir a Rusia<br />
<strong>de</strong> misionero. Su respuesta fue inmediata:<br />
—Debe hacer lo que su obispo le diga.<br />
Sentí que veía claramente mi interior, así que, para<br />
justificarme, le pregunté:<br />
—Pero, si el obispo no dice nada, ¿qué <strong>de</strong>be hacer?<br />
<strong>La</strong> <strong>Madre</strong> <strong>Teresa</strong> se quedó un momento pensativa y<br />
contestó:<br />
—Entonces <strong>de</strong>be hacer lo que le diga el Papa.<br />
Y eso fue, exactamente, lo que sucedió al cabo <strong>de</strong>l<br />
tiempo. A través <strong>de</strong> Juan Pablo II –indirectamente–, acabé<br />
yendo con la <strong>Madre</strong> <strong>Teresa</strong> primero a Moscú y <strong>de</strong>spués a<br />
Armenia. El secretario <strong>de</strong> Estado, car<strong>de</strong>nal Angelo Soda-<br />
21