Septiembre 1966 en PDF - CODEM
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CONSEJO<br />
NACIONAL<br />
AYUDANTES<br />
TECNlmS<br />
SANITARIOS<br />
AÑO<br />
XXVII<br />
SEPTIEMBRE<br />
BOL E T I N <strong>1966</strong><br />
CULTURAL E<br />
'N fÜ R MATIVO
Un punto de vista que es conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>te aclarar<br />
Habrá algunos. aunque no muchos, a los que les parecerá que estamos concedimdo demasiado impar.<br />
tancia ([ esta reci<strong>en</strong>te ord<strong>en</strong> ministerial refer<strong>en</strong>te a la convalidación de títulos.<br />
No faltarán los que se asombr<strong>en</strong> de que a través de varios números vayamos de aCM para allá recogi<strong>en</strong>do<br />
opiniones. solicitando una breve declaración a este respecto de todos aquellos que consideramos pued<strong>en</strong><br />
t<strong>en</strong>er marcada influ<strong>en</strong>cia d<strong>en</strong>tro de un sector pequeño o grande de nuestra vida profesional.<br />
y ello obedece principalm<strong>en</strong>te a que a través de numerosos contactos, de conversaciones mant<strong>en</strong>idas de<br />
palabra o por correspond<strong>en</strong>cia, hemos llegado a la conclusión de que una bu<strong>en</strong>a parte de nuestros compañeros,<br />
aunque siempre con la mayor bu<strong>en</strong>a fe, no se han percatado todavía del alcance real de esta reci<strong>en</strong>te disposición.<br />
que nosotros no dudamos <strong>en</strong> calificar, sin embargo, como uno de los mayores triunfos alcanzados por<br />
esta <strong>en</strong>tidad nacional.<br />
Por otra parte, declararemos llanam<strong>en</strong>te que el nombre de Ayudante Técnico Sanitario ni nos gusta ni<br />
nos ha gustado nunca, y el de Practicante. por tradicional, histórico y <strong>en</strong>trañable que nos resulte. nos parece<br />
til.'l1bién poco <strong>en</strong> consonancia con nuestras actuales funciones, muy por <strong>en</strong>cima, a nuestro juicio. de lo que tal<br />
d<strong>en</strong>ominación repres<strong>en</strong>ta. Habría que buscar-y lo buscaremos-el nombre que a todos nos satisfaga por <strong>en</strong>·<br />
tero.<br />
Pero, además, del alcance de la nueva ord<strong>en</strong>, añadiremos aquí algunas aclaraciones.<br />
Primera: La aludida disposición no obliga a nadie a cambiar de nombre.<br />
Segunda: Puede resultar peligroso aferrarse a una d<strong>en</strong>ominación que ya no cumple con su cometido y<br />
que am<strong>en</strong>aza colocarnos <strong>en</strong> un plano de inferioridad. S<strong>en</strong>tirnos orgullosos de h'.1berlo ost<strong>en</strong>tado. bu<strong>en</strong>o; r<strong>en</strong>ovarse,<br />
ponerse a punto, modernizarse, caminar al mismo paso de los demás, también.<br />
Tercera; Es elem<strong>en</strong>tal buscar una unión apretada, conquistar unos derechos, hacer reconocer nuestro valor<br />
ci<strong>en</strong>tífico, formar un poderoso bloque único, ya que bastantes <strong>en</strong>emigos t<strong>en</strong>emos sin recurrir a dolorosas<br />
escisiones internas. Después ya <strong>en</strong>contraremos el nombre que nos satisfaga, la d<strong>en</strong>ominación que mejor nos<br />
id<strong>en</strong>tifique.<br />
Dos castas distintas d<strong>en</strong>tro de una misma profesión resultaba intolerable, además de ridículo, una <strong>en</strong>or·<br />
midad tan grande como sería la de afirmar que Ramón y Cajal, Marañón y un médico recién salido de la Facultad,<br />
porque las ci<strong>en</strong>cias sanitarias, al igual que las demás ci<strong>en</strong>cias, progresas<strong>en</strong> conrinuam<strong>en</strong>te, pert<strong>en</strong>ecían<br />
a tres planos difer<strong>en</strong>tes d<strong>en</strong>tro del ejercicio de la actividad médica.<br />
Clarísima injusticia que no necesita com<strong>en</strong>tarios. Pero aún hay más, muchísimo más todavía.<br />
¿Se ha p<strong>en</strong>sado objetivam<strong>en</strong>te a qué extremos hubiera podido llevarnos y cuál podría haber sido el re·<br />
sultado de semejante separación?<br />
Que cada uno medite reservadam<strong>en</strong>te con su intelig<strong>en</strong>cia y con su conci<strong>en</strong>cia, que saque las conclusiones<br />
que estime naturales y ya verá cómo esta tan repetida ord<strong>en</strong> ministerial le parece <strong>en</strong>tonces mucho más b<strong>en</strong>eficiosa.<br />
Hemos dado un gran paso, creedlo. Y ahora a continuar. a seguir luchando, a no dormirse <strong>en</strong> los laureles.<br />
Con la ayuda de Dios proseguiremos adelante, cambiaremos nuestro nombre, mejoraremos nuestra situación económica,<br />
consolidar<strong>en</strong>ws nuestra dignidad profesional y la mujer, nuestra compañera, se unirá con nosotros del<br />
mismo modo que lo ha estado siempre <strong>en</strong> todas las demás profesiones.<br />
Seguiremos adelante, siempre adelante. Pero bu<strong>en</strong>o es haber empezado por el principio.<br />
MEDICINA y C1auG!A AUXILIAR 5
Acercami<strong>en</strong>to hispano.lusitano<br />
Visita de los <strong>en</strong>fermeros POl'tugueses a<br />
Reci<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te han sido honrados los Practicantes de Badajoz<br />
con la visita de los compañeros portugueses, realizada con el<br />
fin de devolver la que hicieron ellos a Montemor-o-Novo el<br />
pasado mes de marzo con motivo de la festividad del Patrón,<br />
San Juan de Dios.<br />
La expedición v<strong>en</strong>ía presidida por los señores Pulqueiro Martins,<br />
presid<strong>en</strong>te del Sindicato de Enfermeros de Lisboa, y Alberto<br />
Rodrigues, <strong>en</strong> caJidad de presid<strong>en</strong>te de la Asamblea G<strong>en</strong>eral<br />
de Enfermeros, a los que acompañaban treinta y siete<br />
compañeros de aquella nadonalidad.<br />
Los compañeros portugueses fueron recibidos <strong>en</strong> la frontera<br />
de Caya por la Junta Directiva del Colegio Oficial de A. T. S.<br />
de Badajoz, trasladándose inmediatam<strong>en</strong>te al hotel Vasco Núñez,<br />
donde descansaron unos mom<strong>en</strong>tos, girando seguidam<strong>en</strong>te una<br />
visita a la Resid<strong>en</strong>cia del Seguro Social de Enfermedad "Nuestra<br />
Señora del Perpetuo Socorro", <strong>en</strong> la que fueron recibidos por<br />
el director de dicho c<strong>en</strong>tro, doctor don Gregario Arroyo Urieta;<br />
doctor don Juan Horcajada Rivera, inspector provincial de los<br />
Servicios Sanitarios del S. O. E., y superiora de la Comunidad,<br />
qui<strong>en</strong>es, acompañando a los colegas portugueses y comgañeros<br />
de Badajoz que se unieron, <strong>en</strong>señaron y explicaron con toda<br />
exactitud las dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias y funcionami<strong>en</strong>to de aparatos exist<strong>en</strong>tes<br />
<strong>en</strong> este establecimi<strong>en</strong>to sanitario, si<strong>en</strong>do elogiado constantem<strong>en</strong>te<br />
por los visitantes. Al final, los doctores Arroyo y<br />
Horcajada ofrecieron una copa de vino español, a la que por<br />
falta de tiempo no se pudo asistir, pero que fue agradecida por<br />
la concurr<strong>en</strong>cia.<br />
Terminada la visita a la Resid<strong>en</strong>cia "Nuestra Señora del Perpetuo<br />
Socorro", se procedió a visitar los lugares más pintorescos<br />
de la capital, aunque de una manera rápida por la premura de<br />
tiempo, pasando posteriorm<strong>en</strong>te a las instalaciones del Colegio,<br />
donde se otorgó unos minutos de descanso, parti<strong>en</strong>do hacia la<br />
iglesia del Apóstol San Andrés para visitar el altar y la imag<strong>en</strong><br />
de nuestro Santo Patrón, San Juan de Dios, donde se rezaron<br />
unas oraciones <strong>en</strong> señal de gracia por el bu<strong>en</strong> viaje y para que<br />
perpetúe la amistad luso-hispana <strong>en</strong>tre los Enfermeros portugueses<br />
y Ayudantes Técnicos Sanitarios españoles, retirándose finalm<strong>en</strong>te<br />
a descansar.<br />
Grupo de expedicionarios <strong>en</strong> un descanso <strong>en</strong> uno de los pueblos<br />
de las Vegas de Badajoz.<br />
El día 19, domingo, después de oír misa a las ocho de la mañana<br />
<strong>en</strong> la iglesia de San Juan Bautista, oficiada por el asesor<br />
religioso del Colegio de Practicantes, don José Domínguez Cardoso,<br />
y <strong>en</strong> dos autocares, partió la expedicióQ para Mérida, visitando<br />
las Vegas Bajas, la Presa de Montijo, etc., llegando a la<br />
ciudad de Mérida a las doce de la mañana, donde esperaban<br />
los titulares ·de aquella plaza con sus respectivas esposas, al<br />
fr<strong>en</strong>te de los cuales figuraba el delegado comarcal de aquella<br />
zona, don Miguel Tejada Castillo, que dio la bi<strong>en</strong>v<strong>en</strong>ida· a los<br />
compañeros portugueses, pasando a visitar seguidam<strong>en</strong>te el Teatro<br />
y Anfiteatro Romanos, cuyas explicaciones del guía de In-<br />
18 MEflICII" y CIRUGfA AUXilIAR<br />
formación y Turismo fueron escuchadas con sumo interés<br />
todos, quedando admirados de la conservación de ambos<br />
num<strong>en</strong>tos históricos. Después se trasladaron al Museo Arqu<br />
gico Romano, donde pudieron apreciar la riqueza de ut<strong>en</strong>si<br />
estatuas, sarcófagos y demás objetos del Imperio romano,<br />
mando su at<strong>en</strong>ción especialm<strong>en</strong>te el instrum<strong>en</strong>tal médico de a<br />
tililmpo, que tan perfectam<strong>en</strong>te se conserva <strong>en</strong> dicho museo<br />
Grupo de expedicionarios <strong>en</strong> el Anfiteatro Romano.<br />
Y, por último, <strong>en</strong> visita a 'la Mérida monum<strong>en</strong>tal, recorrie<br />
las dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cias de la Alcazaba, pudi<strong>en</strong>do contemplar d<br />
sus murallas las bellas vistas sobre el pu<strong>en</strong>te romano.<br />
A las doce de la mañana aproximadam<strong>en</strong>te se desplazarOD<br />
lago Proserpina, donde <strong>en</strong> un moderno restaurante fue se<br />
una comida de hermandad, <strong>en</strong> la que reinó una gran ca<br />
dería y <strong>en</strong> la que el señor Pulqueiro Martins <strong>en</strong>tregó a nu<br />
presid<strong>en</strong>te, señor Carrillo, una placa de plata repujada, co<br />
cionada por un <strong>en</strong>fermo m<strong>en</strong>tal, <strong>en</strong> la que figuraban, ad<br />
de instrum<strong>en</strong>tos propios de la profesión, los escudos de Po<br />
y España, lo que agradeció <strong>en</strong> nombre de todos los Practican<br />
nliestro presid<strong>en</strong>te, el señor Carrillo Díaz, <strong>en</strong> s<strong>en</strong>tidas pala<br />
<strong>en</strong> las que hizo resaltar la amistad que reinaba <strong>en</strong>tre am<br />
profesionales, para la que no existía fronteras.<br />
A las cinco y media de la tarde, y despedidos por todos<br />
compañeros españoles, partieron para la nación hermana,<br />
pués de agradecer de todo corazón las at<strong>en</strong>ciones recibidas<br />
compañeros portugueses.<br />
LA TABLETA QUE DA BIENESTAR<br />
CORRESPONSAL
Equística y sanidad pública<br />
Uno de los problemas más graves para el hombre de<br />
hoyes el de la región que habita la especie humana. Los<br />
pueblos y ciudades se hac<strong>en</strong> poco a poco metrópolis o<br />
aglomeraciones monstruosas que un día-probablem<strong>en</strong>te<br />
<strong>en</strong> el transcurso del siglo xx-cubrirá la mayor parte el<br />
mundo habitable. Nuestro planeta llegará a ser una inm<strong>en</strong>sa<br />
ciudad.<br />
En estos hormigueros humanos el hombre se ellcu<strong>en</strong>tra<br />
ante problemas extremadam<strong>en</strong>te graves. En las regiones<br />
agríco:as se preocupan antes que nada de resolver los problemas<br />
alim<strong>en</strong>ticios. No obstante, se plantean otras muchas<br />
cuestiones vitales que hay que resolver.<br />
Si se analizan los factores que, sobre la superficie de la<br />
tierra, dan lugar a todos estos problemas, se puede comprobar<br />
que dep<strong>en</strong>d<strong>en</strong> de la naturaleza, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de la<br />
cual el hombre construye, del propio hombre que la habita,<br />
de la sociedad creada por el hombre, de las redes de<br />
las instalaciones que ha establecido, desde las más primitivas<br />
hasta las autopistas y ferrocarriles más modernos,<br />
desde las conducciones de agua más rudim<strong>en</strong>tarias hasta<br />
los sistemas más perfeccionados de aprovisionami<strong>en</strong>to, de<br />
desagüe y alcantarillado, desde las primeras conducciones<br />
de gas hasta los sistemas de <strong>en</strong>ergía moderna. Finalm<strong>en</strong>te,<br />
para instalarse, el hombre construye casas, inmuebles y<br />
riudades, donde la mayoría de sus necesidades es<strong>en</strong>ciales<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran satisfechas.<br />
_Como un animal perseguido.<br />
Cuando cuatro de estos elem<strong>en</strong>tos, el hombre, la sociedad,<br />
las redes de instalaciones y albergues, alcanzan su<br />
máximo de d<strong>en</strong>sidad, el hombre y la sociedad se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran<br />
con mucha frecu<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> una situación difícil. La salud<br />
pública, bi<strong>en</strong> se trate de higi<strong>en</strong>e {[sica o m<strong>en</strong>tal, es<br />
una de las peores. La seguridad del hombre está <strong>en</strong> peligro<br />
por los otros seres humanos o por las máquinas que<br />
ha creado. Muchos de los valores humanos se pierd<strong>en</strong><br />
poco a poco. El hombre se priva así gradualm<strong>en</strong>te de ciertas<br />
de sus libertades fundam<strong>en</strong>tales, tales como el derecho<br />
a andar librem<strong>en</strong>te por la ciudad, dejar que sus niños<br />
juegu<strong>en</strong> <strong>en</strong> las calles y <strong>en</strong> las plazas, s<strong>en</strong>tarse <strong>en</strong> un jardín<br />
público para <strong>en</strong>contrarse allí con amigos, admirar el<br />
arte y la arquitectura que son sus obras...<br />
La pérdida de estas libertades fundam<strong>en</strong>tales conduce<br />
poco a poco al ser humano a su propia pérdida. Cada día<br />
ti<strong>en</strong>e un poco más el s<strong>en</strong>timi<strong>en</strong>to de estar arruinado. Trata<br />
de ocultarse <strong>en</strong> su casa, cuyas v<strong>en</strong>tanas ya no le sirv<strong>en</strong><br />
para nada. ¿Qué interés puede t<strong>en</strong>er para él inclinarse sobre<br />
el parque de estacionami<strong>en</strong>to vecino o <strong>en</strong> mirar la<br />
wan ruta que pasa por delante de su casa? Se separa de<br />
su propio medio. El aire que respira está cada vez más<br />
contaminado e igual le ocurre con el agua, y pierde poco<br />
a poco 'su interés por la vida <strong>en</strong> libertad y <strong>en</strong> la naturaleza.<br />
Estos son algunos de los problemas que t<strong>en</strong>emos que<br />
resolver hoy. Ahora bi<strong>en</strong>, nosotros no los hemos ni incluso<br />
compr<strong>en</strong>dido. ¿Cómo podríamos, pues, <strong>en</strong>contrar la<br />
solución? Ciertam<strong>en</strong>te estos problemas son· difíciles por<br />
ellos mismos. Es la primera vez <strong>en</strong> la historia que el hombre<br />
ti<strong>en</strong>e que <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse con tal expansión demográfica,<br />
con una urbanización tan rápida y con unas exig<strong>en</strong>cias<br />
de crecimi<strong>en</strong>to, tales como las que le impone el automóvil,<br />
que poco a poco ha invadido calles y plazas y le obliga<br />
a islarse <strong>en</strong> la casa.<br />
Además de estos problemas y sus dim<strong>en</strong>siones, t<strong>en</strong>emos<br />
que considerar la agudeza con que se plantean y su creci<strong>en</strong>te<br />
amplitud. El hombre ha sido cogido desprev<strong>en</strong>ido<br />
y no ha sabido medir el efecto de estas fuerzas nuevas<br />
sobre su vida cotidiana. Por ello es por lo que no está<br />
preparado a hacerles fr<strong>en</strong>te. Por ello también no existe<br />
"El hombre ha sido cogido de improviso." No estaba dispuesto a hacer fr<strong>en</strong>te<br />
a la explosión demográfica que añade cada día 150.000 seres humanos a la población<br />
del globo terrestre. Ha sido sorpr<strong>en</strong>dido por el aflujo cada vez mayor<br />
'de las poblaciones hacia las ciudades. ¿Puede reaccionar contra esta situación<br />
crítica? ¿Dispone para esto dI? los recursos necesarios? Cosa más importante<br />
aún: ¿se ha dado cu<strong>en</strong>ta por fin de que era preciso actuar con rapidez y llevar<br />
a cabo ext<strong>en</strong>sas reformas "inmediatam<strong>en</strong>te"?<br />
aún <strong>en</strong> ninguna parte una ciudad de la que se pueda decir<br />
que, gracias a los métodos empleados, <strong>en</strong> ella la vida de<br />
mañana será mejor.<br />
Movilizar todos los conocimi<strong>en</strong>tos humanos.<br />
Sólo desde hace poco, el hombre ha empezado a compr<strong>en</strong>der<br />
la verdadera importancia de estos problemas y<br />
a movilizar sus fuerzas para resolverlos. Pero esto no<br />
se puede hacer <strong>en</strong> un día. Al contrario, hemos de compr<strong>en</strong>der<br />
que requiere tiempo. Varias de las cuestiones<br />
que nos ocupan se plantean desde hace varias dec<strong>en</strong>as<br />
de años, y <strong>en</strong> las grandes ciudades exist<strong>en</strong> desde hace<br />
más de siglo y medio. Solam<strong>en</strong>te desde hace poco cam- I<br />
pr<strong>en</strong>demos que las técnicas antiguas no bastan.<br />
La equística, o ci<strong>en</strong>cia que trata del estudio de la región<br />
que ocupa la especie humana, es una ci<strong>en</strong>cia nueva.<br />
Abarca el estudio de todos los tipos de aglomeraciones,·<br />
desde el pueblo más primitivo hasta las ciudades universales<br />
más desarrolladas, para analizar sus problemas<br />
y elaborar métodos que permitan resolverlos. La tarea<br />
no es fácil. Para llevarla a cabo hemos de acudir al conjunto<br />
de conocimi<strong>en</strong>tos humanos disponibles <strong>en</strong> este terr<strong>en</strong>o.<br />
Por esta razón, la equística agrupa sus fuerzas y<br />
se dedica a sistematizar el estudio de los grandes problemas<br />
que se plantean hoy.<br />
Graves peligros, grandes recursos.<br />
Hace dos años, el c<strong>en</strong>tro de equística de At<strong>en</strong>as invitaba<br />
a los especialistas pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a distintas disciplinas<br />
a examinar el problema que acabamos de exponer,<br />
para llegar, si fuera posible, a ciertas conclusiones g<strong>en</strong>erales.<br />
Ha sido así como 35 especialistas pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes<br />
a 14 países y repres<strong>en</strong>tantes de 17 campos ci<strong>en</strong>tíficos han<br />
firmado la Declaración de Delos, que pone <strong>en</strong> evid<strong>en</strong>cia<br />
los problemas y subraya la necesidad de <strong>en</strong>contrar solu<br />
('Iones eficaces.<br />
«La ciudad, a través de la historia de la Humanidad,<br />
fue la cuna de la civilización y del progreso. Hoy está<br />
profundam<strong>en</strong>te implicada, como todas las otras instituciones<br />
humanas, <strong>en</strong> la revolución más profunda y más<br />
ext<strong>en</strong>dida que ha conocido la Humanidad.<br />
»Esta revolución se hace bajo el signo de una transformación<br />
dinámica. En los próximos cuar<strong>en</strong>ta años la<br />
población terrestre alcanzará los siete mil millones de<br />
almas. La ci<strong>en</strong>cia y la técnica determinan cada vez más<br />
la forma de vida del ser humano. A medida que progresan,<br />
el comportami<strong>en</strong>to social del hombre se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra<br />
profundam<strong>en</strong>te modificado. Estos cambios se pres<strong>en</strong>tan<br />
<strong>en</strong> todos los terr<strong>en</strong>os como un verdadero peligro, contrarrestado<br />
por una probabilidad mucho mayor de progreso.<br />
El hombre puede utilizar la fuerza atómica para<br />
reducir toda la región de vida humana a ruinas parecidas<br />
a las de Hiroshima. Pero puede también suministrar a las<br />
aglomeraciones <strong>en</strong>ergía sufici<strong>en</strong>te para satisfacer todas<br />
sus necesidades. La población mundial puede sobrepasar<br />
los límites determinados por su capacidad de producción<br />
de bi<strong>en</strong>es alim<strong>en</strong>ticios. Nada más que por seguir el ritmo<br />
de aum<strong>en</strong>to de las necesidades, la producción actual de<br />
éstos debería ser triplicada hasta el año 2000, y, sin embargo,<br />
por primera vez, t<strong>en</strong>emos los medios de asegurar<br />
una alim<strong>en</strong>tación sufici<strong>en</strong>te para todos.<br />
»Estas paradojas se experim<strong>en</strong>tan <strong>en</strong> gran escala. Lo<br />
que no se ha t<strong>en</strong>ido <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta es que, <strong>en</strong> un futuro próximo,<br />
la incapacidad de adaptar las aglomeraciones humanas<br />
a la transformación dinámica <strong>en</strong> curso, puede manifestarse<br />
como el peligro más grave, fuera del de la guerra,<br />
para la suerte del ser humano, peligro más grave<br />
Que el de la <strong>en</strong>fermedad y el hambre.<br />
MWICINA y CIRUGÚ AUXILIAIl 19
La población mundial aum<strong>en</strong>ta el 2 por 100;<br />
la de las ciudades, el 4 por 100.<br />
»El rasgo universal de esta revolución <strong>en</strong> la escala<br />
mundial es el movimi<strong>en</strong>to acelerado sin cesar de la población<br />
hacia las aglomeraciones urbanas. Mi<strong>en</strong>tras que<br />
el aum<strong>en</strong>to de población total del planeta es de un 2 por<br />
100 al año, el de la población ciudadana pasa del 4 por 100.<br />
En los próximos cuar<strong>en</strong>ta años el número de construcciones<br />
urbanas sobrepasará a la totalidad de las construcciones<br />
realizadas a lo largo de la historia. Ya es<br />
evid<strong>en</strong>te que la falta de adaptación de los proyectos de<br />
desarrollo urbano es la causa de un derroche inexcusable.<br />
La aus<strong>en</strong>cia de toda previsión conduce al caos <strong>en</strong> las<br />
ciudades, am<strong>en</strong>aza el ord<strong>en</strong> cívico y provoca la destrucción<br />
de ricas y numerosas tradiciones históricas. Así, pues,<br />
la necesidad de una planificación racional y dinámica<br />
de las aglomeraciones humanas, tanto <strong>en</strong> el pres<strong>en</strong>te como<br />
<strong>en</strong> el futuro próximo, es inher<strong>en</strong>te a la situación actual<br />
de las ciudades.<br />
»El hombre está <strong>en</strong> estado de hacer fr<strong>en</strong>te a la nueva<br />
crisis. Exist<strong>en</strong> recursos sufici<strong>en</strong>tes para llevar a bu<strong>en</strong> término<br />
esta empresa. La técnica moderna permite la movilización<br />
de los medios materiales sobre una escala <strong>en</strong>teram<strong>en</strong>te<br />
nueva. Los países desarrollados gastan anualm<strong>en</strong>te<br />
150.000 millones de dólares <strong>en</strong> armam<strong>en</strong>to; a pesar de ello,<br />
sus r<strong>en</strong>tas nacionales están <strong>en</strong> alza. Los miles de millones<br />
de dólares se gastan actualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> servicios de previsión<br />
social, que las defici<strong>en</strong>cias de la vida urbana han<br />
hecho, <strong>en</strong> parte, necesarios. Cuando se t<strong>en</strong>ga conci<strong>en</strong>cia<br />
de la exist<strong>en</strong>cia de un problema, se podrán <strong>en</strong>contrar los<br />
recursos necesarios para su solución. Es verdad que estos<br />
recursos no están disponibles uniformem<strong>en</strong>te <strong>en</strong> todas<br />
partes. Ciertas sociedades continúan privadas de medios<br />
de acción; pero esto no significa ap<strong>en</strong>as una p<strong>en</strong>uria abo<br />
soluta, y al continuar su modernización, pued<strong>en</strong> ver eliminada<br />
su pobreza por la ayuda prolongada de regiones<br />
técnicam<strong>en</strong>te desarrolladas.<br />
»Las lineas directoras de la política a seguir son más<br />
claras que nunca, <strong>en</strong> cierta medida, a causa del ímpetu<br />
adquirido por los estudios sistemáticos del comportami<strong>en</strong>to<br />
humano. Su finalidad debe ser la creación de núcleos<br />
capaces de satisfacer al hombre, no sólo como padre de<br />
familia y trél¡bajador, sino también como intelectual, artista<br />
y ciudadano. Es es<strong>en</strong>cial la participación activa del individuo<br />
<strong>en</strong> la formación de su medio. Debe <strong>en</strong>contrarse <strong>en</strong><br />
estado de hacer uso, <strong>en</strong> forma creadora, de las posibilidades<br />
aún imprevisibles de la técnica <strong>en</strong> Progreso. La planificación<br />
<strong>en</strong> sí debe hacerse de manera que dichas posibilidades<br />
no sean excluidas por la consideración estática de<br />
los núcleos humanos. Es preciso, sobre todo, que el ciudadano<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tre a gusto <strong>en</strong> su medio cultural y que<br />
esté abierto a la cultura de los otros.<br />
«Afirmamos de la manera más vehem<strong>en</strong>te...»<br />
»CUando consideramos la aplicación de estos princlplOs<br />
a los problemas de urbanismo, experim<strong>en</strong>tamos la neceo<br />
sidad de reformas a largo plazo y de un refuerzo de las<br />
instituciones y procedimi<strong>en</strong>tos exist<strong>en</strong>tes. Actualm<strong>en</strong>te, los<br />
sistemas de <strong>en</strong>señanza de todos los grados no han desarrollado<br />
una actividad sufici<strong>en</strong>te para hacer fr<strong>en</strong>te a los<br />
nuevos problemas del mundo habitado por el hombre o<br />
para examinar las postbilidades de resolverlos por medio<br />
de una planificación racional. En las universidades, la<br />
aplicación de las ci<strong>en</strong>cias fundam<strong>en</strong>tales <strong>en</strong> b<strong>en</strong>eficio de<br />
la prosperidad humana reviste una forma fragm<strong>en</strong>taria.<br />
Se ocupan de un solo aspecto del hombre: su salud, su<br />
alim<strong>en</strong>tación, su educación, etc., y <strong>en</strong> absoluto del hombre<br />
como todo, del hombre <strong>en</strong> la comunidad. Por consigui<strong>en</strong>te,<br />
afirmamos de manera contund<strong>en</strong>te, nuestra convicción de<br />
que <strong>en</strong> cada una de nuestras acciones, <strong>en</strong> el s<strong>en</strong>o de las<br />
organizaciones que se ocupan de estos problemas nacional<br />
o internacionalm<strong>en</strong>te, públicas o-privadas, nuestra sociedad<br />
ti<strong>en</strong>e necesidad de:<br />
a)<br />
b)<br />
c)<br />
d)<br />
Instituir una nueva disciplina ci<strong>en</strong>tífica fundam<strong>en</strong>tal:<br />
la de los núcleos humanos.<br />
Introducir investigaciones de base de tan largo alcance<br />
como sea posible.<br />
Reunir especialistas pert<strong>en</strong>eci<strong>en</strong>tes a otras disciplinas<br />
ci<strong>en</strong>tíficas, a fin de trabajar juntos <strong>en</strong> los proyectos<br />
concerni<strong>en</strong>tes a este terr<strong>en</strong>o.<br />
Elaborar nuevos métodos para la formación de personas<br />
capaces de desempeñar un cargo de dirección<br />
y responsabilidad <strong>en</strong> el mundo de la acción.<br />
20 MJ[I)ICINA y CmuafA AUXILLU<br />
e) Atraer a ciertos espíritus dinámicos de <strong>en</strong>tre<br />
jóv<strong>en</strong>es a este nuevo campo de investigación, d<br />
arrollo y aplicación práctica.<br />
Ciudadanos de una ciudad mundial...<br />
»Prov<strong>en</strong>imos de países diversos y pert<strong>en</strong>ecemos a<br />
dades cúlturales' difer<strong>en</strong>tes. Nuestras convicciones po<br />
cas difier<strong>en</strong>, y ejercemos ocupaciones distintas. Pero cree.<br />
mos que el problema de los núcleos urbanos es g<strong>en</strong>eral<br />
fundam<strong>en</strong>tal <strong>en</strong> nuestro mundo nuevo y dinámico, y q<br />
su consideración y estudio deb<strong>en</strong> estar, como ocurre<br />
todas las disciplinas ci<strong>en</strong>tíficas, por <strong>en</strong>cima de nues<br />
diverg<strong>en</strong>cias particulares. Estamos de acuerdo <strong>en</strong> que<br />
aplicación práctica de una política <strong>en</strong> los sectores vi<br />
-utilización de la tierra, situación de bloqueos o plan<br />
cación más allá del futuro inmediato-se determinará<br />
las necesidades de cada país, y, como ciudadanos, tra<br />
refos de que se incluyan estos problemas <strong>en</strong> los deba<br />
políticos de nuestras sociedades respectivas. No obstan<br />
no estamos divididos <strong>en</strong> un punto <strong>en</strong> el que quere<br />
insistir con la mayor vehem<strong>en</strong>cia, a saber: <strong>en</strong> que so<br />
ciudadanos de una ciudad mundial que está am<strong>en</strong>aza<br />
por su propia expansión vertiginosa y <strong>en</strong> que nuestro<br />
terés y deber relativos reca<strong>en</strong> sobre la suerte del ser h<br />
mano».<br />
A todos aquellos que se PI'eocupan<br />
de la salud humana.<br />
La felicidad del hombre es la única razón de ser de<br />
zona habitada por la especie humana y el único motl<br />
que justifica el desarrollo de la ci<strong>en</strong>cia equística. Es, pu<br />
necesario que todos los que se ocupan de aquélla tra<br />
de <strong>en</strong>rolar con ellos a todos los especializados <strong>en</strong><br />
campo. Son ellos solos, <strong>en</strong> efecto, los que llegarán a<br />
locar exactam<strong>en</strong>te los datos del problema y a definir<br />
forma de resolverlo.<br />
La salud del hombre debe ser una gran preocupaci<br />
de todos los que se ocupan de la equística. La solución del<br />
problema de la región habitada por la especie huma<br />
debe llegar a ser una obra magistral. La segunda reunl<br />
de Delos, <strong>en</strong> 1964, se ha preocupado, ante todo, del c<br />
plimi<strong>en</strong>to de esta tarea al decidir que era preciso de<br />
brir los medios de colaborar. Ha tomado, pues, la iniciatl<br />
de crear la Sociedad Mundial de Equística, que ha com<br />
zado a existir <strong>en</strong> febrero de 1965. T<strong>en</strong>emos derecho a<br />
perar que esta asociación podrá colaborar con todos<br />
que se interesan por el hombre y por el problema de<br />
zona que habita, a fin de llegar a soluciones eficaces<br />
este terr<strong>en</strong>o. Por ello, terminaremos este artículo con<br />
llamada: ¡que todos los que se ocupan de la salud hu<br />
particip<strong>en</strong> activam<strong>en</strong>te <strong>en</strong> nuestra obra y se esfuerc<strong>en</strong><br />
salvar la región habitada por el ser humano, a fin<br />
servir mejor a la causa del hombre!<br />
(
oL E O<br />
Manuel Martínez Heredia, «El' Boca»<br />
por mal nombre, es un gitano amante<br />
de la cultura. Los vaiv<strong>en</strong>es de su vida<br />
nómada y av<strong>en</strong>turera han terminado,<br />
y ya estable <strong>en</strong> la capital, con un bu<strong>en</strong><br />
pasar a fuerza de tratos y embustes<br />
ha decidido darle una carrera al ma:<br />
yor ele sus hijos: Antonio estudiará<br />
para Practicante. Más, no da de sí el<br />
chaleco.<br />
Reyes es otra hija que ti<strong>en</strong>e Manuel.<br />
Preciosa. Forja bronceada tallada al<br />
compás de martinetes y bulerías. Un<br />
lindo capullo temprano que le ha caí.<br />
do <strong>en</strong> suerte al «asaura» de José «El'<br />
Bisco», gitano honrado, de oficio he·<br />
rrero, pero más perro que una manta.<br />
Para la feria de mayo se querían casar.<br />
José ti<strong>en</strong>e un bu<strong>en</strong> jornal y Reyes<br />
es muy hac<strong>en</strong>dosa.<br />
Ya es Antofíito Practicante. Y Reyes,<br />
su mufíeca, se ha casado. Manuel<br />
no cabe <strong>en</strong> su pellejo de satisfacción.<br />
¡SU niño con un título!<br />
¡Na!<br />
¡Apartarse, gitanos, que oléis a pobretería!<br />
.<br />
Bi<strong>en</strong> es verdad que el nifío todavía<br />
no ha ganado nada con su flamante<br />
carrera, pero ¡cuando empiece a ga-·<br />
nar!<br />
Sólo una p<strong>en</strong>a empafía el bi<strong>en</strong>estar<br />
de Manuel: su yerno; José «El' Bisco»<br />
ha resultado «podría». ¡Siempre está<br />
<strong>en</strong>fermo!<br />
-Papá é mi arma, qué malito estoy<br />
-le dice José a su suegro cada vez<br />
que éste le visita-, ¡ni comé pueo!<br />
-Dos meses lleva sin poer trabajá<br />
el' pobresito mío-com<strong>en</strong>ta la preciosi·<br />
dad de Reyes.<br />
Y Manuel, que no <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>de de <strong>en</strong>fermedades,<br />
se extrafía de que su hijo<br />
político <strong>en</strong>gorde por mom<strong>en</strong>tos coma<br />
como una bestia y t<strong>en</strong>ga unos éolores<br />
de b<strong>en</strong>dición.<br />
-¡Jinchao que estoy, papá! ¡La cal<strong>en</strong>tura<br />
que me arrebata!<br />
Manuel filosofa: mi<strong>en</strong>tras José está<br />
<strong>en</strong>fermo, según él, cobra un bu<strong>en</strong> joro<br />
nal. Manuel pi<strong>en</strong>sa que la perrera de<br />
José va <strong>en</strong> aum<strong>en</strong>to considerable.<br />
Un día, al llegar a su casa, Manuel<br />
se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra <strong>en</strong> la puerta un nutrido<br />
grupo de personas. Es para él un acontecimi<strong>en</strong>to<br />
y se alarma. Pregunta a<br />
su mujer la causa de aquello, y ésta lo<br />
pone <strong>en</strong> anteced<strong>en</strong>tes de que a Antoñito<br />
le han nombrado Practicante del<br />
Seguro.<br />
-El' seguro ese de los que están efa·<br />
rataos. Vi<strong>en</strong><strong>en</strong> tos aquí a ponerse <strong>en</strong>dirsiones<br />
y a curarse. Antofíito trabaja<br />
mucho y no gana casi ná, pero si<br />
vieras cómo se me sube el pavo cá<br />
vez que oigo nombrá a nuestro niño:<br />
don Antonio por aquí, don Antonio por<br />
allá.<br />
José, cobrando sin trabajar. Cada<br />
vez más gordo y más flojo. Antonio,<br />
trabajando sin cobrar. Cada vez más<br />
práctico y con más cultura.<br />
Manuel divaga, se rasca la cabeza y<br />
<strong>en</strong>juicia. Llama a su mujer y le dice:<br />
-Dolores, ya no hay que quebrarse<br />
la cabesa p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> lo que va a sé<br />
nuestro Rafaliyo. Yo he p<strong>en</strong>sao que<br />
estudie ¡pa <strong>en</strong>fermo!<br />
AUXILIAR-HIN<br />
Atalaya sanitaria<br />
Apr<strong>en</strong>der durmi<strong>en</strong>do<br />
Hay her<strong>en</strong>cias imposibles. Se pue·<br />
d<strong>en</strong> legar los medios culturales, pero<br />
no la cultura misma. Entre el hombre<br />
y toda clase de bi<strong>en</strong>es hay una dis·<br />
tancia que ha de ser recorrida por todos.<br />
La intelig<strong>en</strong>cia es un don que la<br />
Provid<strong>en</strong>cia no concede a m<strong>en</strong>udo. Parece<br />
ser que Adán fue el primer perdedor<br />
del conocimi<strong>en</strong>to intuitivo de<br />
la realidad. Y así empezó el esfuerzo<br />
de su desc<strong>en</strong>d<strong>en</strong>cia.<br />
Ignoramos lo que nos reserva el<br />
destino, pese a los éxitos ci<strong>en</strong>tíficos y<br />
técnicos; pero <strong>en</strong> tanto creemos que<br />
el saber exigirá siempre el esfuerzo<br />
de apr<strong>en</strong>der, recorri<strong>en</strong>do el camino de<br />
la ignorancia al conocimi<strong>en</strong>to. Recorrido<br />
q u e nadie, afortunadam<strong>en</strong>te,<br />
puede delegar ni recurrir a otros para<br />
realizarlo, como tampoco es posible<br />
regalar las propias condiciones intelectivas<br />
a nadie. Camino de esfuerzo individual,<br />
efectuado <strong>en</strong> intimidad con<br />
el espíritu que, <strong>en</strong> comunidad, puede<br />
transferir los conocimi<strong>en</strong>tos de los<br />
trabajos de ayer y de hoy con el p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to<br />
<strong>en</strong> el futuro.<br />
Int<strong>en</strong>tamos con frecu<strong>en</strong>cia escapar<br />
a esa condición, aun sabi<strong>en</strong>do que no<br />
es posible. De esa obsesionante huida<br />
suel<strong>en</strong> obt<strong>en</strong>erse algunos éxitos; por<br />
eso la ci<strong>en</strong>cia y la técnica progresan<br />
cada vez con mayor dominio de la<br />
realidad, por su pl<strong>en</strong>a humanización<br />
<strong>en</strong> cuanto al apr<strong>en</strong>dizaje y la cultura<br />
se refiere. Se llevan a ca,bo ing<strong>en</strong>iosos<br />
int<strong>en</strong>tos para facilitar el estudio.<br />
Se ha pret<strong>en</strong>dido s<strong>en</strong>tar premisa que<br />
estudiando de noche las materias se<br />
apr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> más fácilm<strong>en</strong>te. Creemos es<br />
válido para personas que <strong>en</strong> esas horas<br />
puedan disfrutar de pl<strong>en</strong>as facultades,<br />
porque qui<strong>en</strong> se '<strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tre <strong>en</strong><br />
bu<strong>en</strong>a forma por las mañanas p<strong>en</strong>sará<br />
todo lo contrario.<br />
Sea como fuere, a las horas nocturnas<br />
se las implica favorable calidad<br />
m<strong>en</strong>tal. Quizá apoyados <strong>en</strong> esto se realizan<br />
int<strong>en</strong>tos de estudiar, <strong>en</strong> cierto<br />
modo, inconsci<strong>en</strong>te. De ahí los experi·<br />
m<strong>en</strong>tas a través de aparatos electromecánicos<br />
al objeto de repetir, int<strong>en</strong>.<br />
tanda inculcar, durante el sueño lo<br />
que se estudió antes de acostarse. Es<br />
posible que la experi<strong>en</strong>cia posea eficacia,<br />
aunque pueda fatigar el cerebro<br />
al obligarle a trabajar <strong>en</strong> el tiempo<br />
que dedica al reposo. Hasta ahora no<br />
hay noticia de que con un magneto-<br />
fón u otro aparato parecido se haya<br />
logrado asimilar durmi<strong>en</strong>do lo que <strong>en</strong><br />
el resto del tiempo jamás se leyó.<br />
Exist<strong>en</strong> disciplinas que revelan, poco<br />
a poco, muchas posibilidades humanas,<br />
no previstas ni barruntadas, pero<br />
todo sigue <strong>en</strong> estado hipotético. El<br />
profesor y el alumno han de esforzarse<br />
para conseguir un bu<strong>en</strong> desarrollo<br />
m<strong>en</strong>tal; por intelig<strong>en</strong>te que se nazca,<br />
nacemos ignorantes, y, por tanto, hay<br />
que esforzarse <strong>en</strong> caminar por esa<br />
ruta. Haya bu<strong>en</strong>os o malos profeso·<br />
res, sistemas y medios para ello, el<br />
sujeto de la cultura siempre será el l<br />
hombre. Una materia educativa no<br />
puede ser masticada y digerida por<br />
m<strong>en</strong>tes poco claras o que dispongan<br />
de poco tiempo.<br />
El apr<strong>en</strong>dizaje y la <strong>en</strong>sefíanza son<br />
problemas que progresan paralelam<strong>en</strong>te.<br />
Nada ti<strong>en</strong>e de extrafío los int<strong>en</strong>- ,<br />
tos de aprovechar el suefío; según pa·<br />
rece, el déficit de uno dificulta lo otro"<br />
<strong>en</strong> ayuda resolutiva de ese déficit que<br />
sufrimos y que sospechamos va al<br />
más. No obstante, hay que hacerle<br />
ver al alumno que, aun usando aquellos<br />
procedimi<strong>en</strong>tos para la <strong>en</strong>sefíanza,'<br />
la mejor máquina ha de ser él mismo.'<br />
La vida del hombre es corta, cuan i<br />
·do m<strong>en</strong>os <strong>en</strong> proporción a sus neceo<br />
sidades .físicas, m<strong>en</strong>tales y culturales'<br />
para el posterior período de su apli<br />
·cación y disfrute. Y a veces cortisi.<br />
ma según la dedicación, pues ést<br />
suele obligarle a constantes esfuerzo<br />
que sólo acaban cuando se apaga s<br />
propia vida.<br />
La aceleración del ritmo humane<br />
la deseamos, como también aspira<br />
mas para hacerla más rápidam<strong>en</strong>t<br />
int<strong>en</strong>sa y así t<strong>en</strong>ga apari<strong>en</strong>cia de m<br />
yor duración. Nada conseguimos, pue'<br />
la vida ti<strong>en</strong>e final, y cuando vivimo"<br />
las dificultades del apr<strong>en</strong>dizaje, incue<br />
tionablem<strong>en</strong>te requerido, nos pareCE,<br />
desmesuradam<strong>en</strong>te largo, sin percatan<br />
nos que la simplificación de la vid<br />
·no es posible ni deseable. ¿Por qu<br />
aquellos temores de antafío con rela<br />
ción al increm<strong>en</strong>to del maquinismo<br />
la automatización nos han deparad'<br />
tantas v<strong>en</strong>tajas o inconv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>tes com<br />
t<strong>en</strong>azm<strong>en</strong>te querían inculcarnos?<br />
ADOLFO LÓPEZ LÓPEZ<br />
DE MATURANA<br />
(Barcelona)<br />
MWICINA y CUlugt.\ AUJW,Wl 2,
ohre nuestra mesa de redacción descansan hoy dos liros<br />
ciP versos como remanso de paz para la m<strong>en</strong>te del<br />
Ul' lscrlbe.<br />
I'no, para mejor acercarnos, sedi<strong>en</strong>tos, a la fresca fona<br />
de lo lirico, es de una mujer, poesía ella misma, Car<strong>en</strong><br />
de la Torre Vivero, d<strong>en</strong>tro de su juv<strong>en</strong>tud siempre<br />
zana, veterana y ya bi<strong>en</strong> conocida poetisa tan to <strong>en</strong> Esña<br />
como <strong>en</strong> América.<br />
El otro, más breve, acaso más ing<strong>en</strong>uo, no por ello medigno<br />
de consideración, de Vic<strong>en</strong>te Mojica, vi<strong>en</strong>e-como<br />
pret<strong>en</strong>diera darnos con ello <strong>en</strong>vidia-de Alicante, y pace<br />
conservar <strong>en</strong> sus páginas el aura y el rumor del inmparable<br />
mar latino.<br />
El libro de Carm<strong>en</strong> de la Torre, prologado por el doctor<br />
lIarez Sierra, avalorado para mí con cariñosa dedicaria,<br />
consta de cerca de cuar<strong>en</strong>ta composiciones cuidadosa<strong>en</strong>te<br />
elegidas de <strong>en</strong> tre el frondoso jardín de la escritora,<br />
muy diverso estilo, variado carácter y difer<strong>en</strong>te medida.<br />
u tono, poético siem pre, <strong>en</strong> el más elevado s<strong>en</strong>tido de la<br />
labra, s<strong>en</strong>cillo, claro, fragante, bello y profundamcnte<br />
modonal:<br />
«¡Cuándo podrá despr<strong>en</strong>derse<br />
el alma de sus cad<strong>en</strong>as<br />
y \Iolar por el espacio<br />
hasta alcanzar las estrellas!<br />
Cada hoja que pasamos, cada página que volvemos deja<br />
espírítu como susp<strong>en</strong>dido <strong>en</strong> el aire, como sumergido<br />
vaporoso e ingrávido transporte, como absorto <strong>en</strong> Dios<br />
be qué íntimos p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos y meditaciones:<br />
ISon los vagos recuerdos de estampas luminosas<br />
<strong>en</strong> las que se pr<strong>en</strong>dieron unas horas dichosas.»<br />
La voz es insinuante, recóndita, dulce, infinitam<strong>en</strong>te f<strong>en</strong>ina.<br />
Algunas veces las palabras, los versos, como un<br />
'to apasionado, como un beso furtivo, sin perder su hons<strong>en</strong>tido,<br />
se hac<strong>en</strong> extremadam<strong>en</strong>te breves:<br />
«Yo no sé qué hay <strong>en</strong> mi pecho,<br />
si luz, si sombra, si sol...<br />
Yo no sé qué hay <strong>en</strong> mi pecho.<br />
¡Es posible que haya amor!»<br />
Otras, exacerbadas, deleitosam<strong>en</strong>te anhelantes, como si<br />
t<strong>en</strong>dieran ocultar, sin lograrlo del todo, abismos de terura,<br />
escondidas pasiones, sueños cuidadosam<strong>en</strong>te guardos:<br />
ICae de bruces la noche ahogando mis sollozos,<br />
se marchitan <strong>en</strong> mi alma las flores de mis gozos.»<br />
Algunos trabajos-Costas de Fu<strong>en</strong>tebravía, Barrio de<br />
nla Cruz, De España a Portugal, Por tierras de Olmedo,<br />
egía a Madrid-ti<strong>en</strong><strong>en</strong> regusto de rapsoda andariego, de<br />
la trashumante, ansias de horizonte, <strong>en</strong>tusiasmo de an<br />
. Y, siempre, presidi<strong>en</strong>do el valor de cada estrofa, un<br />
01' casi humano, un deseo casi físico por cada palmo de<br />
rra española.<br />
REPARAMOS<br />
M6nd..las a<br />
Podemos asegurar que cada nuevo volum<strong>en</strong> de Carm<strong>en</strong><br />
de la Torre Vivero supera al anterior y sabe dejar <strong>en</strong> nuestro<br />
ánimo, como el cuerpo de la amada, la impaci<strong>en</strong>cia de<br />
una nueva cita, el suave contacto con lo que, todavía no<br />
escrito, nos reserva para mañana.<br />
El pequeüo volum<strong>en</strong> de Vic<strong>en</strong>te Mojica no se parece al<br />
que acabamos de com<strong>en</strong>tar.<br />
Editado por la sección de publicaciones de la Caja de<br />
Ahorros del Sude>:te de España, precedido de unas palabras<br />
de pres<strong>en</strong>tación de Vic<strong>en</strong>te Ramos, nos deja, digá·<br />
maslo así, con la miel <strong>en</strong> los labios.<br />
Su estilo, <strong>en</strong> g<strong>en</strong>eral, es moderno, suelto, ll<strong>en</strong>o de promesa.<br />
Su originalidad, <strong>en</strong> muchos mom<strong>en</strong>tos, indiscutible<br />
y de la mejor calidad:<br />
Y, otra vez:<br />
a los Sres. COLEGIADOS<br />
UNA GRAN ECONOMIA<br />
HACEMOS DESCUENTO<br />
de los precios normales<br />
PALMA,<br />
«Desv<strong>en</strong>turada ciudad mía<br />
hoy,<br />
Veinticinco de mayo,<br />
ha v<strong>en</strong>ido la muerte de puntillas,<br />
te ha sorpr<strong>en</strong>dido<br />
y ha hundido sus zarpas <strong>en</strong> tu carne.»<br />
«Ibamos hacia el sueño. Eramos niños<br />
con relojes de hambre,<br />
con tábamos los años y las horas<br />
con aus<strong>en</strong>cias de panes.»<br />
Su vcna poética, sost<strong>en</strong>ida y constante a lo largo de<br />
toda su obra y de cada uno de sus versos, pres<strong>en</strong>ta, salvo<br />
raras excepciones, un perfil hosco, ll<strong>en</strong>o de int<strong>en</strong>sos ardores,<br />
virilm<strong>en</strong>te atorm<strong>en</strong>tado, como si el poeta se abrasara<br />
<strong>en</strong> su interior <strong>en</strong> la llama de su propia poesía:<br />
«Rojo el mar, rojo el cielo, rojo el aire.<br />
y hasta la esponja de la tierra es rojo,<br />
empapados <strong>en</strong> sangre.»<br />
La «esponja de la tierra» <strong>en</strong> Vic<strong>en</strong>te Mojica no es roja,<br />
como pudiera esperarse, sino «rojo», haci<strong>en</strong>do del color<br />
algo material y cruel, algo que todo lo cubre <strong>en</strong> una visión<br />
siniestra y dolorosa. Es siempre la de Vic<strong>en</strong>te Mojica<br />
una inspiración ávida, tremante, ll<strong>en</strong>a de torturados deseos<br />
de perfección, pl<strong>en</strong>a del temor, el asombro y la inquietud<br />
de s<strong>en</strong>tirse poeta. Diríasele asustado de sí mismo<br />
<strong>en</strong> la vigilia, como si notase que se le cuajaba <strong>en</strong> su alma<br />
el dolor de sus ardi<strong>en</strong>tes p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>tos. Le vemos bafbuci<strong>en</strong>te<br />
a veces de puro emocionado, mirando a todos lados,<br />
como atemorizado de no saber decir todo lo que si<strong>en</strong>te.<br />
El mismo, de rodillas, humildem<strong>en</strong>te, lo pide:<br />
«Dame el nombre, Señor, la voz preciosa<br />
con que Tú bautizaste cada cosa,<br />
para poder llamar brisa a la brisa,<br />
al vi<strong>en</strong>to, vi<strong>en</strong>to, y a la rosa, rosa.»<br />
En este tomito de Vic<strong>en</strong>te Mojica lo s<strong>en</strong>timos poseedor<br />
afortunado de aquello que no puede apr<strong>en</strong>derse <strong>en</strong> las preceptivas<br />
literarias ni logra alcanzarse tundiéndolo como<br />
el hierro o acariciándolo como a la arcilla de modelar. Vic<strong>en</strong>te<br />
Mojica ti<strong>en</strong>e estro poético, tal<strong>en</strong>to y fibra de poeta,<br />
<strong>en</strong>orme caudal de poesía <strong>en</strong> el corazón. Dejarla correr sin<br />
limitaciones, sin temores, vali<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te, le bastará para<br />
triunfar pl<strong>en</strong>am<strong>en</strong>te.<br />
JERINGAS<br />
n. o<br />
40<br />
M A D R I D (lO)<br />
A. S. de Y.<br />
de todos los tipos<br />
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MEDICINA y CUI1JGIA AUXILIAR 29
Tea Bass y yo acostumbramos reunirnos <strong>en</strong> el café los martes<br />
y los viernes por la tarde. El último martes me había sido<br />
imposible acudir a la cita y hoy llego un poco receloso, temi<strong>en</strong>do<br />
las reacciones viol<strong>en</strong>tas de mi archiviol<strong>en</strong>to amigo.<br />
-¿Qué le pasó el otro día?-preguntó levantando una ceja<br />
sin saludar-o Me dio usted un plantón de padre y muy señor<br />
mío, querido Zapico.<br />
-No pude v<strong>en</strong>ir. Tuve que asistir a un <strong>en</strong>tierro-balbucí.<br />
-Pues me hizo usted polvo. Es preferible malgastar quini<strong>en</strong>tas<br />
pesetas a derrochar un par de horas sin ton ni son, mirando<br />
a las musarañas delante de un café con leche. En estos tiempos<br />
cada minuto, incluso para los madrileños, vale su dinero y, de<br />
haberlo sabido, me hubiera quedado <strong>en</strong> mi despacho terminando<br />
un expedi<strong>en</strong>te que me trae de coronilla.<br />
-Lo si<strong>en</strong>to, Teo; créame que lo si<strong>en</strong>to, pero no me fue posible<br />
avisarle, porque me lo dijeron <strong>en</strong> casa cuando regresé a<br />
comer, veinte minutos antes de la hora señalada. Era un profesor<br />
del colegio de mi chico que falleció casi de rep<strong>en</strong>te, creo<br />
que de infarto de miocardio.<br />
-Pues se comportó bi<strong>en</strong> inoportunam<strong>en</strong>te el bu<strong>en</strong> señor. Ya<br />
podía no haber elegido un martes para el sepelio. Un miércoles,<br />
un sábado, por ejemplo. ¿Y era muy amigo de usted?<br />
-Pues, no. Ap<strong>en</strong>as habíamos hablado un par de veces con<br />
motivo del poco interés que se toma el muchacho para el estudio.<br />
Si he de decirle la verdad, no logro recordar claram<strong>en</strong>te<br />
su fisonomía, y hasta es posible que si ahora viniese a s<strong>en</strong>tarse<br />
<strong>en</strong> la mesa de al lado, no le reconociera. Pero ya sabe usted<br />
lo que son estas cosas. Etiqueta, costumbre, cortesía, rutina social.<br />
Hay que felicitar por Pascuas a infinidad de personas que<br />
nos ti<strong>en</strong><strong>en</strong> sin cuidado y que seguram<strong>en</strong>te olvidaríamos todos<br />
los años si no llevásemos una cuidadosa lista de compromisos.<br />
Hay que darle el pésame a la familia de un vecino con el cual<br />
sólo hemos mant<strong>en</strong>ido el levísimo contacto de coincidir varias<br />
veces <strong>en</strong> el asc<strong>en</strong>sor. Siempre hay un número de bodas, un número<br />
de bautizos, un -número de comuniones, de funerales, de<br />
primeras misas y de tomas de hábitos que no es posible soslayar.<br />
Casi es la única difer<strong>en</strong>cia que existe <strong>en</strong>tre el hombre civilizado<br />
y el hombre de las cuevas de Altamira.<br />
Nuestra vida de relación se halla prefabricada a base de<br />
caja de puros para don Servando y el c<strong>en</strong>iceri to el día del saDlÓ<br />
de un· amigo; la bolsita de bombones de tarde <strong>en</strong> tarde par(<br />
nuestra secretaria de la oficina; la mantelería, el cubierto di<br />
plata o el juego de café, tan socorridos, para esa parejita adorable<br />
que han formado María Victoria, la hija de nuestro compañero<br />
Antúnez, y el mayor de la viuda de Casimiro Han<br />
nares. Sería curioso hacer una lista completa de los azucar<br />
con tapa de plata, de las galleteras, de los cubitos para el hie<br />
de las escribanías de Talavera, de los cortapapeles de Toledll;<br />
de los "juegos de cubiertos para servir" de acero inoxida<br />
que ha t<strong>en</strong>ido que regalar un hombre hasta llegar a los ciJI.<br />
cu<strong>en</strong>ta años.<br />
Esa ord<strong>en</strong> ministerial de la Provid<strong>en</strong>cia que obliga a "amar<br />
prójimo como a ti mismo" se cumple escrupulosam<strong>en</strong>te graciaa<br />
a que al citado prójimo le damos la <strong>en</strong>horabu<strong>en</strong>a por su<br />
c<strong>en</strong>so, le acompañamos a la toma de posesión, le aplaudimos<br />
discursito, le echamos un billete de ci<strong>en</strong> pesetas <strong>en</strong> la band<br />
de la mesa petitoria <strong>en</strong> donde postula su señora, ocupamos<br />
puesto de com<strong>en</strong>sal durante la "comida íntima" del día de<br />
jubilación y le seguimos <strong>en</strong> un coche, con la cara más o mellOl<br />
compungida, hasta su última morada del cem<strong>en</strong>terio del Est<br />
-Ya, ya, ya ... Esa es una de tantas cosas que siempre be<br />
considerado como idiotas. Yo también, cuando era más jovell<br />
y me s<strong>en</strong>tía incapaz de rebelarme ost<strong>en</strong>siblem<strong>en</strong>te contra todl<br />
esa estúpida sarta de conv<strong>en</strong>cionalismos sociales, me he viSlll<br />
forzado a asistir a innumerables <strong>en</strong>tierros.<br />
Hace años, al regreso de un duelo de esta clase anodina,<br />
juré no volver a hacerlo más. Mi<strong>en</strong>tras me acercaba a la pre.<br />
sid<strong>en</strong>cia s<strong>en</strong>tí la vergü<strong>en</strong>za de mi Jalta de sinceridad estrechando<br />
la fría mano de unos señores respetables, <strong>en</strong>lutados, pálidos,lIIII<br />
peinados, con el nudo de la corbata torcido y los párpados iIflamados,<br />
que ignoraba si eran hijos, hermanos o sobrinos di!<br />
difunto. Me sorpr<strong>en</strong>dí observando que el más bajito no se había<br />
afeitado y t<strong>en</strong>ía la fofa barba cubierta de erizados pe!aI<br />
canosos <strong>en</strong>treverados con rojizos. Me sonrojé al darme cu<strong>en</strong>ta<br />
de que estaba p<strong>en</strong>sando <strong>en</strong> que uno de aquellos caballeros 110<br />
tardaría mucho tiempo <strong>en</strong> seguir al desaparecido, pues pareda<br />
HALIBuT·.POMIDA'··<br />
. . - . - .<br />
30 MEDICINA y CIRUGrA AUXILIAR<br />
ACELERA LA CICATRIZACiÓN DE TODAS LAS HERIDA
sanitaria<br />
ormación de ag<strong>en</strong>tes de saneami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> el Pacífico<br />
En la región del Pacífico, los ag<strong>en</strong>tes de saneami<strong>en</strong>to ti<strong>en</strong><strong>en</strong><br />
tJe <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse, <strong>en</strong> su trabajo diario, con problemas que exilID<br />
por su parte esfuerzos poco comunes. La población no sabe<br />
, g<strong>en</strong><strong>en</strong>ilm<strong>en</strong>te, de los datos ci<strong>en</strong>tíficos sobre las bacterias,<br />
la forma de propagarse las <strong>en</strong>fermedades por medio del<br />
., los alim<strong>en</strong>tos contaminados, las moscas o las manos su-<br />
. Esta ignorancia se refleja <strong>en</strong> la neglig<strong>en</strong>cia de la limpieza<br />
na! y <strong>en</strong> la incompr<strong>en</strong>sión de la g<strong>en</strong>te con respecto a las<br />
cticas colectivas de higi<strong>en</strong>e.<br />
El agua de lluvia recogida <strong>en</strong> bidones o cisternas se contafácilm<strong>en</strong>te<br />
si se saca con las manos mal lavadas o bidosucios,<br />
o si los depósitos no están cubiertos. Incluso si<br />
. t<strong>en</strong> retretes, sucede que la g<strong>en</strong>te no los utiliza por ciertas<br />
iciones o tabús. Puede ocurrir igualm<strong>en</strong>te que las personas<br />
edad hayan sido educadas <strong>en</strong> las islas del litoral donde no<br />
t<strong>en</strong> letrinas y que prefieran la maleza o la playa.<br />
El ag<strong>en</strong>te sanitario <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tra igualm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> su camino obslos<br />
de ord<strong>en</strong> cultural. "Sólo su <strong>en</strong>tusiasmo-hace constar<br />
H. Brandt-le permite v<strong>en</strong>cer dificultades increíbles. Dea<br />
su juv<strong>en</strong>tud, es a m<strong>en</strong>udo poco respetado, <strong>en</strong> una soad<br />
donde la edad da la autoridad. Si pert<strong>en</strong>ece a un clan<br />
e no es considerado "aristocrático", ti<strong>en</strong>e que hacer aceptar<br />
programas a los jefes y a los ancianos, sin cuyo apoyo sus<br />
erzos serían estériles. Ante una población frecu<strong>en</strong>tem<strong>en</strong>te<br />
tica, que considera anormal que se le quit<strong>en</strong> a un niño los<br />
sitos intestinales y que pi<strong>en</strong>sa que la filariosis protege conlos<br />
fantasmas y los demonios acuáticos, su tarea es extrem<strong>en</strong>te<br />
difíciL"<br />
Además de los obstáculos del idioma. de la cultura y de la<br />
ncia de educación. exist<strong>en</strong> los problemas económicos y las<br />
tiones de transporte y comunicación.<br />
El territorio bajo el mandato americano abarca más de 2.100<br />
, de las que m<strong>en</strong>os de 100 están habitadas por 86.000 pernas<br />
<strong>en</strong> lotal. Estas islas están diseminadas <strong>en</strong> el Pacífico<br />
id<strong>en</strong>tal, al norte del Ecuador y al este de las Filipinas, sobre<br />
ext<strong>en</strong>sión mayor oue la de Estados Unidos. no alcanzando,<br />
embargo, su superficie a la mitad de la del Líbano. La conicación<br />
de ideas pres<strong>en</strong>ta numerosas dificultades <strong>en</strong> razón<br />
la separación de las islas y de los múltiples dialectos y l<strong>en</strong><br />
. La topografía de las islas. bi<strong>en</strong> se trate de islotes volcás<br />
elevados o de pequeños arrecifes de coral, influ<strong>en</strong>cia todos<br />
aspectos de los problemas de saneami<strong>en</strong>to. Los transportes<br />
efectúan por aviones ordinarios o anfibios. por barco, o tamén<br />
por canoas hechas <strong>en</strong> troncos de árboles. Se procede rám<strong>en</strong>le<br />
a la construcción de escuelas primarias y secundapero<br />
muchas carec<strong>en</strong> de agua potable, de retretes conv<strong>en</strong>te<br />
y de otras instalaciones necesarias a la higi<strong>en</strong>e.<br />
El objeto principal del curso era dar a los partiCIpantes una<br />
ación teórica y práctica <strong>en</strong> materia de higi<strong>en</strong>e del medio,<br />
iJ<br />
LABORATORIOS<br />
LASA<br />
Este artículo muestra cómo se ha integrado la educación sanitaria de manera constructiva,<br />
<strong>en</strong> un curso de formación de cinco semanas, organizado por un grupo de ag<strong>en</strong>tes<br />
de saneami<strong>en</strong>to <strong>en</strong> las islas del Pacífico. Los trabajos prácticos del curso han p<strong>en</strong>nimitido<br />
demostrar, de forma convinc<strong>en</strong>te, lo que, con los medios disponibles, se pod1"Ía<br />
hacer gracias a la educación, para mejorar las condiciones del medio.<br />
insisti<strong>en</strong>do, sobre todo, sobre las baclerias, la higi<strong>en</strong>e personal,<br />
el agua potable, los alim<strong>en</strong>tos, alcantarillas, eliminación de basuras,<br />
control de vectores, educación sanitaria, redacción de<br />
informes y administración. Los medios de <strong>en</strong>señanza se componían<br />
de confer<strong>en</strong>cias, discusiones por pequeños grupos, estudio<br />
de problemas y su resolución, visitas de estudio, utilización<br />
de medios visuales y puesta <strong>en</strong> marcha de proyectos.<br />
Aunque las refer<strong>en</strong>cias dadas aquí sólo tratan de la educación<br />
de la salud, todas las partes del curso fueron cuidadosam<strong>en</strong>te<br />
hechas.<br />
P.·eOCUl>aciones de los pal'ticillantes.<br />
Entre los problemas planteados por los participantes, figuran<br />
los sigui<strong>en</strong>tes: ¿Cómo obt<strong>en</strong>er la colaboración del público y<br />
hacer que la g<strong>en</strong>te se dé cu<strong>en</strong>ta de la necesidad de t<strong>en</strong>er costumbres<br />
higiénicas, como, por ejemplo, utilizar los retretes,<br />
lavarse las manos, destruir las basuras? ¿Cómo v<strong>en</strong>cer la ignorancia<br />
con respecto a las bacterias, la forma <strong>en</strong> que se exti<strong>en</strong>d<strong>en</strong><br />
y produc<strong>en</strong> las <strong>en</strong>fermedades? ¿Cuáles son los medios<br />
para hacer que la g<strong>en</strong>te t<strong>en</strong>ga conci<strong>en</strong>cia de las necesidades<br />
sanitarias, crean <strong>en</strong> lo que se les <strong>en</strong>seña y cambi<strong>en</strong> sus costumbres?<br />
¿Cómo se puede llegar a un público poco educado<br />
con un equipo simple? ¿Cuáles son los conocimi<strong>en</strong>tos técnicos<br />
y métodos pedagógicos necasrios para resolver los numerosos<br />
problemas sanitarios que se plantean <strong>en</strong> el mundo micronesiano<br />
<strong>en</strong> pl<strong>en</strong>a evolución?<br />
He aquí, además, algunas de las cuestiones relativas a la<br />
educación sanitaria por las que los participantes se interesaron<br />
especialm<strong>en</strong>te: ¿Cómo hacer compr<strong>en</strong>der al público que la<br />
tarea empr<strong>en</strong>dida es imp:Jrtante para su futuro? ¿Cómo tomar<br />
contacto con los miembros de una colectividad, a fin de que<br />
acept<strong>en</strong> la <strong>en</strong>señanza sanitaria que se les propone? ¿Cómo colaborar<br />
con los diversos grupos de la comunidad? ¿Cómo se<br />
pued<strong>en</strong> modificar las prácticas sanitarias? Indíqu<strong>en</strong>os los medios<br />
eficaces para <strong>en</strong>señar a las poblaciones las nociones es<strong>en</strong>ciales<br />
de higi<strong>en</strong>e, lo que son las <strong>en</strong>fermedades contagiosas, los<br />
problemas relativos al agua y otras cuestiones relacionadas con<br />
la salud.<br />
Al poner <strong>en</strong> marcha los elem<strong>en</strong>tos pedagógicos del curso, he<br />
estado de acuerdo con Léonie Martin <strong>en</strong> la descripción de su<br />
trabajo, cuando fue agregada a la Comisión Pacífico-Sur. "Para<br />
cada curso-dice-se eligieron ciertos temas considerados de<br />
primera importancia <strong>en</strong> la región. Cada uno era objeto de una<br />
breve revisión: después se pasaba a las cuestiones fundam<strong>en</strong>tales:<br />
de todo esto, ¿qué hay que <strong>en</strong>señar a la g<strong>en</strong>te y, sobre<br />
todo, cómo <strong>en</strong>señárselo para conv<strong>en</strong>cerla de que hay que actuar?<br />
Esto nos permitió hablar de los métodos pedagógicos, del<br />
empleo de los medios visuales y de las técnicas de discusión<br />
<strong>en</strong> grupo. Pudimos obt<strong>en</strong>er así refer<strong>en</strong>cias sobre las costumbres<br />
y tabús, que son fundam<strong>en</strong>tales t<strong>en</strong>er <strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta, si se quiere<br />
que la <strong>en</strong>señanza marche. Al no insistir directam<strong>en</strong>te sobre<br />
arnitina Lasa<br />
ESTIMULANTE DEL APETITO Y DEL DESARROLLO<br />
MEDICINA y CIRUGfA AI.JxtIIAR J5
las cuestiones teóricas, evitamos asustar a los alumnos. En<br />
efecto, <strong>en</strong> muy poco tiempo, los participantes formularon por<br />
sí mismos los principios que queríamos inculcarles. Ciertam<strong>en</strong>te,<br />
la formación <strong>en</strong> este nivel es una tarea difícil, pero lleva con<br />
ella su recomp<strong>en</strong>sa."<br />
I ntegl'ación de la educación sanitaria.<br />
Los dos primeros días del curso se pasaron sobre el terr<strong>en</strong>o,<br />
uno <strong>en</strong> el islote volcánico elevado de Mo<strong>en</strong>; el otro, <strong>en</strong> Pis,<br />
que es un arrecife de coral, para examinar los programas y<br />
problemas relativos a la higi<strong>en</strong>e del medio <strong>en</strong> dos circunscripciones<br />
insulares típicas.<br />
Después de estas visitas, los participantes decidieron dedicar<br />
sus trabajos prácticos al mejorami<strong>en</strong>to de las condiciones sanitarias<br />
del refectorio utilizado <strong>en</strong> común, <strong>en</strong> Mo<strong>en</strong>, por dumnos<br />
y maestros. Este proyecto, <strong>en</strong> el que se <strong>en</strong>contraban .mplicados<br />
la administración del distrito, los servicios médicos y sanitarios,<br />
el inspector de las escuelas, los trabajos públicos, así<br />
como el personal del refectorio y los alumnos, permite mostrar,<br />
etapa por etapa, los métodos a emplear para mejorar las condiciones<br />
sanitarias. Han demostrado ser particularm<strong>en</strong>te útiles<br />
para la difusión de las nociones de higi<strong>en</strong>e, las reuniones de los<br />
Comités que compr<strong>en</strong>d<strong>en</strong> el personal administrativo, los empleados<br />
del refectorio, los alumnos, así como otros grupos difer<strong>en</strong>tes.<br />
Este proyecto se continuó durante todo el curso. Ha<br />
servido para demostrar de ur..a manera particularm<strong>en</strong>te asombrosa<br />
lo que se puede llevar a cabo con los recursos de que<br />
se dispone y el espíritu de colaboración. Especialm<strong>en</strong>te se pudieron<br />
obt<strong>en</strong>er cambios <strong>en</strong> la eliminación de los restos y basuras,<br />
hacer que la g<strong>en</strong>te tuviera los cubos limpios y bi<strong>en</strong> tapados,<br />
reparar los <strong>en</strong>rejados de los mosquiteros, proteger los alim<strong>en</strong>tos<br />
contra las moscas, mejorar el desagüe de las aguas sucias y<br />
emplear métodos mejores para lavar la vajilla y limpiar la fresquera.<br />
Se proyectaron, para los diversos grupos de la comunidad,<br />
películas sobre las instalaciones higiénicas, manipulación de alim<strong>en</strong>tos,<br />
el agua pura y la prev<strong>en</strong>ción de las <strong>en</strong>fermedades. Se<br />
invitó también a participar <strong>en</strong> ciertas discusiones y asistir a<br />
varias reuniones al personal de la cantina y del hotel.<br />
Los trabajos de educación sanitaria organizados <strong>en</strong> clase e incorporados<br />
a los proyectos comunitarios fueron examinados, t<strong>en</strong>i<strong>en</strong>do<br />
<strong>en</strong> cu<strong>en</strong>ta los recursos de que se disponía y las particularidades<br />
sociales y culturales. Las discusiones recayeron, principalm<strong>en</strong>te,<br />
sobre los temas sigui<strong>en</strong>tes: ocasiones de <strong>en</strong>señar que<br />
se ofrec<strong>en</strong> a los ag<strong>en</strong>tes de saneami<strong>en</strong>to, obstáculos para la educación,<br />
factores culturales y económicos y su influ<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> la<br />
educación, <strong>en</strong>señanza individual, demostraciones prácticas y su<br />
sitio <strong>en</strong> la educación sanitaria, métodos de discusión <strong>en</strong> grupo<br />
y responsabilidades del animador, del secretario y de los miembros<br />
del mismo; forma de preparar una confer<strong>en</strong>cia, una reunión,<br />
una acción comunitaria de nivel del pueblo; forma de dar un<br />
alcance educativo a una visita de inspección (cada participante<br />
repres<strong>en</strong>tó una visita); forma de redactar un bu<strong>en</strong> informe.<br />
Proyectos de educación sunitada.<br />
En grupos de cuatro, los participantes se inclinaron sobre<br />
ciertos problemas sanitarios de la región, estableci<strong>en</strong>do después<br />
el texto de un folleto, bosquejando una charla para los grupos<br />
de habitantes del pueblo e institutores y preparando medios visuales<br />
s<strong>en</strong>cillos. Los proyectos elegidos por los participantes<br />
recayeron sobre las cuestiones sigui<strong>en</strong>tes: la diarrea y su prev<strong>en</strong>ción;<br />
forma <strong>en</strong> que transmit<strong>en</strong> las moscas la <strong>en</strong>fermedad;<br />
la tuberculosis, problema mayor; las instalaciones sanitarias <strong>en</strong><br />
la comunidad; el agua potable; la higi<strong>en</strong>e de los alim<strong>en</strong>tos;<br />
evacuación de los detritus humanos.<br />
Cada uno de los miembros de siete grupos han pres<strong>en</strong>tado<br />
sus trabajos y discutido con los otros alumnos. Se han ejercitado<br />
así <strong>en</strong> hablar <strong>en</strong> público y <strong>en</strong> mant<strong>en</strong>er una discusión. Los<br />
grupos han sometido igualm<strong>en</strong>te sus proyectos a los institutores<br />
que participaron <strong>en</strong> los cursos de verano organizados <strong>en</strong> Mo<strong>en</strong>.<br />
Esta experi<strong>en</strong>cia despertó gran interés <strong>en</strong>tre los participantes, el<br />
profesorado y la colectividad local, que pidió se organic<strong>en</strong> por<br />
sus miembros discusiones del mismo género.<br />
Plancs de tI-abajo.<br />
La última semana del curso se consagró <strong>en</strong> su mayor parte a<br />
la puesta a Dunto de los planes de trabajo para el mejorami<strong>en</strong>to<br />
de las condiciones sanitarias <strong>en</strong> las localidades de donde v<strong>en</strong>ían<br />
los participantes. Los que pert<strong>en</strong>ecían a una misma localidad se<br />
pusieron a trabajar juntos, seleccionando los objetivos a largo y<br />
corto plazo y poni<strong>en</strong>do a punto los planes y métodos necesarios<br />
36 MEIlIClNA y CIRuafA AUXILIAR<br />
para llevar a cabo estas tareas. Los participantes se dedi<br />
a determinar los aspectos prioritarios y medios de obt<strong>en</strong>er<br />
participación de la administración, de los funcionarios de<br />
bajos públicos, del profesorado, así como de las personas'<br />
y<strong>en</strong>tes. Se discutió, etapa por etapa, las diversas formas de<br />
acción educadora a empr<strong>en</strong>der con el personal, los grupos<br />
portantes y el conjunto de la colectividad. El programa de<br />
grupo se sometió finalm<strong>en</strong>te al conjunto de los partici<br />
para discusión e intercambio de puntos de vista.<br />
Valol'ación y proyectos del futuro.<br />
Se procedió periódicam<strong>en</strong>te a valoraciones, a fin de d<br />
cu<strong>en</strong>ta de la medida <strong>en</strong> que el programa de <strong>en</strong>señanza co<br />
pondía a los intereses de Jos participantes y respondía a sus<br />
blemas. Al final del curso se hizo una valoración escrita bast<br />
detallada y hubo discusiones sin ton ni son sobre el curso <strong>en</strong><br />
y sobre las posibilidades de organizar otros de perfeccionami<br />
Todos los participantes han manifestado un vivo interés por<br />
tareas cotidianas y han demostrado un excel<strong>en</strong>te espíritu de<br />
laboración. Las sesiones de valoración han permitido darse e<br />
ta de sus progresos <strong>en</strong> las difer<strong>en</strong>tes etapas del curso. No<br />
tante, algunos tuvieron que <strong>en</strong>fr<strong>en</strong>tarse con las dificultades<br />
güísticas, y otros <strong>en</strong>contraron el ritmo del curso demasiado<br />
pido, demasiado avanzado, demasiado largo o demasiado co<br />
La mayoría de ellos han subrayado el <strong>en</strong>riquecimi<strong>en</strong>to pe<br />
gico que han obt<strong>en</strong>ido y cómo han apr<strong>en</strong>dido, por ejemplo, a<br />
solver un problema, preparar un folleto o un diagrama,<br />
una reunión, presidir una discusión, poner a punto un pr<br />
ma y utilizar con pl<strong>en</strong>o conocimi<strong>en</strong>to talo cual método de<br />
señanza.<br />
El profesorado ha procedido también a valoraciones. T<br />
han comprobado que la tarea que habían empr<strong>en</strong>dido era<br />
apuesta, pero que había habido motivo para estar satisf<br />
de los progresos llevados a cabo. Se decidió que uno de<br />
profesores se dirigiría a los directores de los servicios sani<br />
de los seis distritos, unos ocho meses después de la clausura<br />
curso, para pasar revista a los progresos realizados <strong>en</strong> la pu<br />
<strong>en</strong> marcha de los programas de saneami<strong>en</strong>to, los obstáculos<br />
v<strong>en</strong>cer y la ayuda supletoria que conv<strong>en</strong>dría prestar para<br />
canzar los fines señalados.<br />
En lo que concierne al futuro, los participantes fueron l<br />
dos a examinar numerosas ideas importantes, desde el p<br />
de vista de su desarrollo profesional, tales como el nivel<br />
nimo de educación que se debe exigir a las personas que<br />
ran llegar a ser técnicos de saneami<strong>en</strong>to, la formación <strong>en</strong><br />
sos de empleo, bi<strong>en</strong> a nivel de los distritos o a nivel del t<br />
torio, las posibilidades de formación superior <strong>en</strong> el extranJ<br />
Durante toda la duración del curso, los participantes han<br />
mostrado que eran consci<strong>en</strong>tes del alto papel que habían<br />
llamados a desempeñar y manifestaron un gran interés por<br />
evolución social de su país: construcción de escuelas, e<br />
sión de los servicios de sanidad, mejorami<strong>en</strong>to de las comu<br />
ciones y progresos <strong>en</strong> otros campos de la vida social y eco<br />
mica. Finalm<strong>en</strong>te, se han dado perfecta cu<strong>en</strong>ta de lada la<br />
portancia de un medio sano para el bi<strong>en</strong> estar de las po<br />
ciones.<br />
("Educación Sanitaria".)<br />
ULLO A<br />
OPIICO<br />
Carm<strong>en</strong>, 12 y 14 - Avda. José Antonio, 16 • Alcalá, 147<br />
Avda. de la Albufera, 12 - Bravo Murillo, 151 y 256<br />
P.O de Extremadura, 55 - Hortaleza, 56 - Alberto Aguilera,43<br />
P.O de las Delicias, 16 - Luchana, 36 - Avda. Donostiarra, 19<br />
Descu<strong>en</strong>tos a señores Practicantes