Actas Ciba en PDF - CODEM

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ACTAS
CIBA
N.O 12 1936
Relieves en roca del abrigo de Laussel (Dordoña). Figuras de mujer
con un cuerno de bisonte en la mano derecha y de un arquero.
Ambas tallas estuvieron cubiertas de rojo. Según G. Lalanne.
(Véase artículo página 339

L
Indicaciones:
El más eficaz anestésico y antipruriglnoso
de uso externo
Acción prolongada.
Supnme rápidamente el dolor y el picor de
las afecciones de la piel y de las mucosas.
Hemorroides.
Quemaduras.
Eritema solar
Eczema secQ
PrUrito anal y vulvar:
Ulceras, etc

N.. 12 - Dic. 1936
SUMARIO:
ACTAS el BA
Nuestra cubierta: Relieves en roca del abrigo
de Laussel (Dordoña). Figuras de mujer
con un cuerno de bisonte en la mano derecha
y de un arquero. Ambas tallas estuvieron
cubiertas de rojo. Según G. Lalanne.
Aguilar: La Medicina durante la Prehistoria.
Dr. Paul Durand: El tratamiento curativo de
las afecciones broncopulmonares debe instituirse
en verano .
Dres. Wilfried Loewenstein y Adolf Weissmann:
Contribución a la clínica médica
del climaterio masculino y femenino.
Dr. Agustín Castellanos: El Hospital Municipal
de Infancia de La Habana.
Este número contiene el índice general de
Actas Ciba del año 1936.
La reproducción parcial o integra de los artículos originales de esta
revista, asi como su traducción. sólo es permitída indicando su
procedencia.
I
pág.
"
"
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352
353
362

no alcanzó a ver aquellos parajes paradisíacos
porque no tengamos pruebas
materiales para ello? Creo sinceramente
que no. Aunque sea llevar el
ánimo a terreno lindero con la fantasía,
no es temerario ni aventurado suponer
al hombre en su estado más primitivo,
no presidiendo, nada de eso,
simplemente conviviendo casi como
uno más en aquel esplendoroso período,
que así podía considerarse como
aurora o cuna de la humanidad.
No han faltado, y por desgracia no
faltan a la hora presente, los que no
veIl en el hombre primitivo ni el más
pequeño atisbo en la práctica de la
Medicina y todo lo más admiten, en
confusión lamentable, una total absorción
por los ritos de la magia o brujería.
Confunden así dos sentimientos
perfectamente delimitados. La brujería
en lo que de científico pueda tener,
habrá de reconocerse como la primera
piedra, el primer jalón para la Psiquiatría,
pero de ahí a que constituya la
total manifestación, media no sólo
cuestión de criterio. Que tal vez los
encargados de estas prácticas; lleva-
340
Cuevas del Castillo
(SantanderJ.
Auriñaciense.
Siluetas de manos
(según H. BreuilJ.
dos de su ignorancia y desorientación
en la mayoría de los casos, a influencia
o maleficio de los espíritus achacasen
las enfermedades, nadie lo ha de
dudar. Pero que ellos habían de conocer
otros medios, aún siempre empíricos,
para el remedio de sus males, no
es demasiado aventurado conjeturarlo.
Buscar el remedio para el cuerpo dolorido
debemos considerarlo tan antiguo,
por lo menos, como para el espíritu.
Si sacar el maleficio de un cuerpo, si
ahuyentar de la cabeza los malos espíritus
fué siempre para aquellas gentes
una constante obsesión, como miles
de datos así lo atestiguan, ¿ no habría
de preocuparles igual prevenir el
hecho de la muerte cuando a esas otras
causas había que ac;hacarla? Que de
éstas no han quedado las mismas pruebas
materiales, no abona en contra. Lo
que sucede es que por no poder delimitar
ambas prácticas, es más cómodo
desechar una de ellas. No se puede negar
que el brujo de una tribu o clan,
ya supone una jerarquía; pues bien,
antes de que el hombre llegase a es
grado de sociedad, esto es, cuando el

.'
, carles en los otros. Son medios mágicos
y en ellos debemos a la fuerza ver
los cimientos de la Medicina. Hay' que
tener en cuenta que las palabras Magia,
Medicina y Religión estaban y han
estado unidas hasta que las ideas con
más fundamento fueron en su 'verdadero
sentido evolucionando. Pueblos
que al cadáver ya le tenían respeto,
sea por superstición o por afecto, no
podían adolecer de carencia de medios
o remedios médicos. Los cadáveres encontrados
en Mas d'Azil, por Piette,
tenían indudables señales de haber sido
descarnados los huesos largos con raspadores
de silex y después de pintados
de rojo (ocre) definitivamente enterrados.
Aquí podría verse con algo
342
OadáverelS en
posición dolenta,.
El de ar1"iba a la
izquierda es
magdale111ense
(LaugeriG-Basse,
Dordoña; y los
otros tres proceden
de sepuZtitraS de
t7"ibus acluales,
de fantasía un primer jalón en lat
prácticas de conservación y embalsa·
miento.
En épocas como el Auriñaciense, er
que ya se conoce el adorno corpora
para el tocado y eran tan frecuente¡
los colores variados, no es mucho su
poner que en este terreno a ígual al
tura se encontrasen. Si ya sabían t81
tuarse, esto es, adornarse tanto parl
la paz como para la guerra, tampoc
es aventurado suponerles aptos parl
prácticas médicas. Si en tan remotís'
mas edades sus habitantes en el a
mobiliar fabricaban estatuillas tan so
prendentes como las encontradas en 1
Landas, en la gruta del Papa, en 1
que a más del peinado parf'cen exisf

d'Azil, etc.), representativos de diversas
plantas u hojas y espigas sueltas.
¿ Quiere esto decir que reprodujeran
plantas por ellos cultivadas? No. El
hombre cuaternario no fué ni ganadero,
ni menos agricultor. Representan
hierbas de utilidad práctica y a no
dudarlo, la farmacopea en aquellos
tiempos hubo de ser casi exclusivamente
vegetal. Si estos hombres tenían conocimientos
bastantes para manejar la
pintura y los colores y éstos los mezclaron
con grasas animales, pintando
verdaderamente al óleo, ¿qué de particular
tuviera que conociesen substancias
que, en forma de cataplasmas o
unturas, usaran para curarse las lesiones
que por lo menos se producían
al perseguir a los animales?
En el mismo Auriñaciense se encuentran
en la Cueva del Castillo las
célebres siluetas de manos de tan variada
y difícil interpretación. Desde
luego son negativas, esto es, reproducciones
que han sido realizadas aplicando
el modelo su mano en la pared lisa,
bien dibujando los contornos con pintura
negra o roja o, como indica übermaier,
untando previamente la pared
con grasa líquida, aplicando en seguida
la mano y espolvoreando sobre ella
polvo de carbón u ocre, con lo cual,
al retirar la mano, la silueta quedaba
así en negro o en rojo fielmente re-
Sepultu?'It con 7
cráneos, en Nueva
Caledonia
(F. Samsini.
producida. Por ellas podemos apreciar
mutilaciones de algunos dedos (dos
pulgares y un índice), cosa que a mi
juicio no supone una imperfección del
artista, sino una mutilación fortuita
o, tal vez más seguramente, provocada.
Como en otras muchas prácticas, también
en la actualidad encontramos pueblos
que igual proceden en Australia y
aún en América, los cuales se amputan
alguna falange (nunca todo el dedo y
obsérvese que igual es en los de la época
cuaternaria) en señal de luto o sacrificio
por sus difuntos o como promesa
ante sus dioses para interesar la
curación de algún ser querido. Bien
puede admitirse que, como ello en dicha
época indudablementp supusiese
un acto destacado y de especial valor,
no es extraño que ellos mismos o los
hechiceros o magos de la colonia quisieran
así de esta manera perpetuar
lo excepcional del acontecimiento.
Perteneciente al Solutrense fué ha·
lIado en una sepultura un esqueleto
con marcada escoliosis en Laugerie­
Haute (Dordoña). Es muy de hacerse
notar que entre aquellos habitantes no
era objeto de postergación la mujer.
En los enterramientos se han encono
trado esqueletos femeninos en igual.
dad de condiciones que el del varón J
lo mismo o aún más, pudiéramos deciJ
respecto de los niños, lo que pruebE

.
­
1­
Y if
ba
fehacientemente que observaban fiel y
constantemente prácticas de amor familiar.
Así, pues, donde existe cariño
hacia la prole, lógicamente hemos de
presumir interés en conservarla. Paralelo
con este probado amor familiar,
se desarrollaba en ellos un verdadero
culto mortuorio hacia el cuerpo humano
o, con mayor predilección en algunas
regiones, por el cráneo. Prueba pe
esto los hallazgos de la cueva de Ofnet
(N6rdlingen-Baviera) donde, en dos fosas
encontradas, se hallaron en una
seis cráneos y en otra, en la mayor,
hasta veintisiete. Estas cabezas debieron
ser separadas del tronco después
df' la muerte y a ello induce el que se
hayan encontrado señales de cortadura
en alguna de las vértebras cervicales
que a los cráneos acompañaban.
Los descubrimientos de la cueva Auriñaciense
denominada de "Des Enfants",
próxima a Menton, Italia, es
un aserto de lo primero. Fué encontrado
un esqueleto masculino en posición
de decúbito supino muy próximo a los
dE' dos niños de corta edad y otro de
mujer, y además otros dos esqueletos,
uno de hombre y otro femenino, los
que, por su posición, demostraban haber
sido enterrados aquél, el primero,
sobre el dorso, y éste con las extremidades
encorvadas y apretadas contra
. ,
su cuerpo o sea en cuclillas. No siempre
era violenta la posición de los esqueletos
encontrados, como así tampoco
todos presentaban señales de ligaduras,
y en esta práctica hay un paralelismo
semejante con la que observan
ciertas tribus de pueblos primitivos
actuales (Australia, Africa del Sur,
América boreal, etc.), los cuales, para
evitar que los malos espíritus que invadieron
el cuerpo del difunto puedan
volver a molestar o causar la desgracia
de la tribu, le atan con fuertes ligaduras
y en posición lo más violenta
posible. En el culto a los cráneos participan
así mismo estos primitivos actuales.
Los encontrados por F. Sarasin,
en Nueva Caledonia, son muy significativos
y bien pueden ser cráneos de
jefes u otras personalidades de la tribu
o, según mi modo de interpretarlo,
también pudieran ser de personas de
una misma familia y que fueran enterradas
sucesivamente al ocurrir su fallecimiento.
A nuestra curiosidad no
puede pasar desapercibida esta diversidad
de posturas que en manera alguna
pueden calificarse de- caprichosas.
Su finalidad, tanto religiosa o por causa
de enfermedad, es difícilmente descifrable
psicológicamente en aquellos
hombres todavía de tara intelectual no
muy determinada.
Pinturas murales en negro y en rojo ejecutadas sob"e roca que se encuentran en Cogul
(Lérida) (Según H. Breu1l).

Cantos rodados con pinturas encontrados en Mas d'Azil, Francia, algunos de los cuales se
han hallado dentro de sepulturas.
Es muy de hacer notar la carencia
entre los habitantes del cuaternario
europeo de vestigios de la costumbre
asiática de enterrar con el soberano
o señor a todos los que de él dependiesen;
mujeres, servidores, caballos,
etcétera. No sólo carecían· de esta costumbre
al parecer sanguinaria, sino
que·ni aún poseían la de enterrar a sus
muertos con útiles que les sirviesen
para la otra vida. El sentimiento que
más predominaba era el familiar y con
ello habremos de relacionar la acumulación
de cráneos en algunas sepulturas,
con exclusión de todo objeto de
arte mobiliar. Algo .más difícil es
cuando se trata de estudiar signos y
figuras rupestres, pues conforme algunas
de las grabadas en las paredes
no cabe la menor duda en su interpretación,
en cambio, en otras, en las cuales
no ha habido un fin que pudiéramos
llamar estético, su discernimiento
es sumamente difícil y bien pueden ser
346
signos escutiformes (escudos), tectiformes
(chozas), totémicos y mágicos
o religiosos. Las mismas pinturas representando
manos en silueta, como
en las de la cueva del Castillo, son por
demás extrañas. ¿ Podrán significar a
manera de exvotos o signos de nigromancia
de algún brujo o sacerdote de
aquel refugio? Conviene tener presente
que, en general, estos signos están
en sitios muy interiores de las cuevas
y como ocurre en la de la Pasiega, en
la que una de las salas parece estaba
reservada exclusivamente a cultos se·
cretas. Los bastones perforados del
Auriñaciense, pero sobre todo los del
Magdaleniense, deben ser considerados
como instrumentos mágicos que utili·
zarían los sacerdotes o hechiceros para
ahuyentar los malos espíritus de la totalidad
de la tribu o clan o simplemente
del cuerpo humano. El interior de estas
cuevas, esto es, pasado el vestíbulo
donde se han hallado estos objetos, in-

crán de uña, tal vez sea representativa
de dicho animal como medio curativo.
El aceite de alacranes se usa todavía
en nuestra Farmacopea. Conocido su
valor venenoso,. tal vez ya en aquellas
remotas edades sería empleado como
antídoto, bien en forma de pulpa ma·
chacando el animal y mezclado con
grasas, o bien aplicándolo directamente,
ya muerto, sobre la superficie mortificada.
En la actualidad algunos habitantes
de Oceanía conservan esta
práctica rudimentaria y para ello emplean
plantas y animales que colocan
sobre el cuerpo atacado, bien para atenuar
la dolencia o en ocasiones para
ahuyentar el maleficio del cuerpo.
Hombres que tan maravillosamente
expresaban en la roca o con los objetos
de arte mobiliar sus sentimientos,
no podían carecer de otros conocimientos
con los que más o menos efioientemente
combatieran los accidentes
o enfermedades. Lo que sucede es
que, como de sus conocimientos médicos,
por razón de su índole, nada al parecer
ha quedado, de ahí que algunos
crean carentes de esas cualidades a
los habitantes primeros del cuaternario.
Nada de ello. ¿ Quién no nos dice
que muchos de los signos, dibujos, petróglifos,
etc., que de ellos con seguridad
nada sabemos, no sean manifestaciones
médicas o testimonio de cualidades
con ellas relacionados? Los
cantos rodados con pinturas encontrados
en Mas d'Azil, que en la actualidad
nada en concreto de ellos se sabe, ¿ por
qué no pueden ser representativos de
alguna forma curativa, cuando varios
se han encontrado dentro de sepulturas?
Que estos signos o figuras no
supongan datos tan completos, ni claros,
como los encontrados en las a.rcillas
cuneiformes de Dr, o en los documentos
de las antiguas civilizaciones
chinas o faraónicas, es caso descontado.
Estos, por razón del enorme
tiempo trascurrido, ya tenían un nivel
médico sumamente elevado en el momento
que datos fidedignos nos comprueban
que conocían en Egipto el uso
de la lupa 2000 años antes de J. C. y
un milenio antes, en la China, hay da-
tos suficientes para creer que ya la
empleaban en sus maravillosas obras
de arte que· tan alto ponían siempre
el talento y paciencia de aquellos habitantes
que tan lentamente vamos conociendo,
pero que poseían conocimientos
tan exactos como los que se desprenden
del Pen-King, (libro de las
plantas) de tiempos de Shen-Nung,
emperador que reinó anteriormente a
la era cristiana en 2700 ó 3000 años.
Aún hay más: Cinco mil años antes
de la era cristiana, los caldeas, esa raza
que floreció a orillas del Eufrates, como
no disponían de canteras, idearon
el ladrillo y como carecían también de
maderas para los techos, la necesidad
hubo de hacerles idear la bóveda, y ello
ocurría cuando la Europa en pleno período
de la piedra pulimentada, el máximo
de la arquitectura constituíalo
el dolmen que, si bien para aquellos
habitantes suponía un enorme esfuerzo
y un gran avance en su carrera en
pos de la civilización, quedaba infinitamente.por
bajo de la que disfrutaban
los privilegiados habitantes del más
lejano Oriente. Las recientes excavaciones
llevadas a cabo en el lugar de
la antigua Babilonia, han dado por resultado
el estudio de una ciudad llamada
Bismya, la cual, al parecer, asentábase
sobre las ruinas de otra, lo que
hace se conjeture su fundación alrededor
de ocho o diez mil años antes de
Guerrero herido pintado en rojo claro. Cueva
Saltadora (Barranco de Valltm·ta). Según
Obe,·maier y Warnet.

s l
CIBALBUMINA
Solución acuosa transparente de albúmina animal
Proteinoterapia no específica
Enfermedades infecciosas agudas, afecciones
del aparato digestivo, reumatismo articular,
neuralgias, infecciones locales, afecciones ginecológicas,
dermatosis, etc.
Produce una defervescencia suave y progre­
siva de la fiebre, activa la leucocitosis y de­
bilita la virulencia del bacilo de Koch, del
estreptococo y del estafilococo.
No contiene gérmenes
Es inalterable
Dosificación exacta
ELBON
Antipirético y antiséptico pulmonar
LIPOIODINA
Preparado iódico liposoluble para uso interno
Contiene 41 por ciento de. iódo asimiiable
Ha produce iodismo ni fenómenos de acumulación,
lo cual, unido a sus propiedades lipay
neuratr6picas, hace que la Lipoiodina sea
el preparado de elecci6n en los tratamientos
prolongados.

Contribución a la clínica médica del climaterio masculino y femenino
Si bien es corriente no observar trastornos
en los años críticos, tratándose
de casos fisiológicos, así como tampoco
en la menarquia, éstos no dejan de
presentarse con gran frecuencia en el
climaterio. Muchas veces estas molestias
son de tal naturaleza, que no dejan
traslucir a primera vista una relación
directa con las glándulas sexuales.
Los pacientes acostumbran a consultar
primeramente al internista a
causa de tales molestias; de aquí que
esté justificado tratar especialmente
este tema desde el punto de vista de
la medicina interna, tanto más cuanto
que en la literatura médica ha
sido algo descuidado. Prescindiendo de
los estudios de Wenckebach y Schauta,
así como de la monografía de
Wiesel en la obra de Halban y Seitz,
escrita hace ya más de 10 años y en la
que, como es natural, no se encuentra
mucho de los últimos frutos de la investigación
en el terreno de la Endocrinología,
solamente encontramos de
vez en cuando escasos e insuficientes
datos acerca del interesante problema
del climaterio extragenitaI. No obstante,
los mencionados trabajos hacen
una impresión del todo moderna e incluso
después de la lectura de trabajos
modernos con pretensiones de prioridad,
se admira uno de que muchos de
los nuevos trabajos tengan algo más
que sus raíces en estos artículos que
datan ya de 18 años.
Ahora bien, todas las molestias de
que se oye quejar a los enfermos de
ambos sexos que se encuentran en la
edad crítica, son de naturaleza climatérica.
El "síndrome climatérico" abarca
una serie de trastornos que aparecen
al extinguirse la actividad glandular-sexual
y que en su mayor parte
tienen un carácter subjetivo. En tanto
que el climaterio femenino es acep-
Por los Dres. Wilfried Loewensiein y Adolf Weissmann,
del segundo Departamento de medicina interna de la Policlínica
general de Viena. (Director: Profesor Alois Strasser).
tado sin discusión como algo del todo
natural, la existencia de un olimaoterium
virile todavía es discutido actualmente,
si bien no tanto como en años
anteriores. Wenckebach no admite en
el hombre de 50 años un estadio análogo
al climaterio de la mujer, fundándose
en el hecho de que la función de
las glándulas sexuales en esta edad se
extingue en la mujer, pero no en el
hombre, y la opinión de que la secreción
interna disminuye, carece de los
necesarios puntos de apoyo. Por el contrario,
Schauta, en su obrita "Acerca
de la mujer de 50 años" menciona que
en el hombre de 60 y más años acostumbran
a presentarse ciertos signos
corporales de envejecimiento, que compara
a los de la mujer de 50 años. A
pesar de que se conocen casos de potentia
ooeundi et generandi en el hombre
hasta una edad muy avanzada, no
constitUYen la regla más allá de los 60
años. Si designamos como climaterio
la época o fase de la vida caracterizada
por la desaparición de la actividad
endocrina, hemos de reconocer que
también existe un período semejante
en la vida del hombre; no obstante, a
pesar de llegar a faltar hasta la hormona
testicular, la función sexual puede
conservarse más o menos marcada.
Según esto, el climaterio masculino no
está tan ostensiblemente caracterizado
como el femenino, porque el hombre
únicamente se da cuenta de él cuando
aparece la impotentia coeundi, mientras
que en la mujer es señalado por
la interrupción de las reglas; pero la
función sexual de la mujer tampoco
desaparece siempre con la menopausia.
Para aceptar la existencia de un climaterio
masculino no hace falta que
los síntomas correspondan idénticamente
a los del femenino, cosa que
tampoco hay que esperar, pues de ser
353

153

Neurastenia sexual
Insuficiencia de las glándulas sexuales
masculinas/ etc.
En casos graves
En casos leves I
_1
Ampollas de
ANDROSTINA
en inyecciones alternas de las ampollas A
(principios activos hidrosolubles) y las am­
pollas B (principios activos liposolubles) de
la glándula genital masculina
Cajas de S Ampollas
(3 Ampollas A y 3 Ampollas Bl
Grageas de
ANDROSTINA
Tómense 3 a 6 al día, durante las comidas,
con un poco de agua
Cada gragea contiene 105 principios
activos hidrosolubles y líposolubles
de 8 g. de glándula fresca

tos es de importancia decisiva para el
climaterio..Wiesel dice textualmente:
"Cada mujer experimenta la forma de
climaterio que corresponde a su constitución,
únicamente modificada en reducido
grado por influencias externas".
Especial interés merecen las
afecciones articulares que se observan
durante el climaterio, pues por su génesis
necesitan, desde varios puntos
de vista, una interpretación y explicación.
Las afecciones articulares características
del climaterio han sido
descritas por varios autores y en parte
incluso con la denominación de
"Artritis climatérica"" Se insiste en
que estas enfermedades probablemente
aparecen sólo en las mujeres y en los
hombres no se han observado nunca.
A base de nuestras experiencias nos
permitimos hacer observar acerca de
esto que; en nuestra opinión, no existe
una afección articular específica del
climaterio y cuya causa obedezca exclusivamente
a éste, pero sí afecciones
articulares que aparecen con mayor
frecuencia durante esta época, lo
que parece indicar una relación etiológica.
Zimmer y sus colaboradores se
han dedicado al estudio de este problema
por medio de análisis interferométricos
y, basándose en sus resultados,
han aceptado una etiología ovárica.
Aun cuando nosotros, en contra de la
general opinión actual, concedemos
gran valor a una interferometría irreprochablemente
llevada a cabo, en este
caso creemos, sin embargo, que las
conclusiones deducidas de los análisis
interferométricos, no tienen suficiente
fuerza demostrativa y permiten también
otras interpretaciones. Nuestra
opinión acerca de este tema es más
bien la siguiente: el climaterio, a nuestro
juicio (considerando las hondas
modificaciones que tienen lugar en el
organismo con objeto de adaptarse a
un nuevo estado), es un período de la
vida humana en el cual la fuerza de resistencia
está alterada, por lo general
disminuída. De aquí que en esta época
las artritis infecciosas tomen un curso
más rápido y tumultuoso, aun cuan-
3G8
do también en casos raros experimentan
una evolución más favorable
También los factores estáticos conducen
a alteraciones articulares en el climaterio,
las cuales se hacen manifiestas
cuando coinciden un rápido y considerable
aumento de peso con un sistema
cartilaginoso no muy resistente.
Dichas alteraciones articulares han
sido descritas por Umber como Periarthritis
destruens y por 'Munk como
Polyarthritis ehroniea sieea, sin que
ambos cuadros clínicos sean completamente
idénticos. PQr lo demás, según
la opinión de Umber, la enfermedad
se presenta raramente en una f arma
pura. Como estas afecciones se
presentan también a veces en·personas
jóvenes, se ha hecho responsable de
ellas a un hipo-ovarismo. La causa de
esta enfermedad, sin embargo, se debe
a nuestro entender, como ya hemos
dicho, a factores estáticos que se desarrollan
especialmente en la época del
climaterio.
Con más razón es considerada por
algunos autores como dolencia articular
menopáusica la artritis deformante
de Heberden, que se caracteriza por
la formación de nódulos en las articulaciones
de las falanges terminales de
los dedos. Sin embargo, aquí se trata
de una afección articular-crónica que
se desarrolla al avanzar la edad y por
esto parece explicarse su aparición en
el climaterio. E. Freund menciona que
e::l el 75 por ciento de los casos se desarrollan
los nódulos de Heberden en el
climaterio, y si los hombres son atacados
de esta enfermedad, esto ocurre en
una edad más tardía que en las mujeres.
De estas consideraciones estadísticas
parece deducirse que no puede negarse
una relación con las glándulas
sexuales; no obstante, también creemos
que la época climatérica únicamente
prepara el terreno de esta enfermedad
que, por lo demás, todavía
está poco estudiada. El tratamiento
llevado a cabo algunas veces por el
empleo consecuente y abundante de
preparados ováricos ha producido en
ocasiones efectos favorables. Hay que

hacer notar además que los nódulos
de Heberden, que corresponden a engrosamientos
periósticos y osteofíticos
de las partes constituyentes. de la articulación
afectada, y cuyo origen se
ha atribuído también a trastornos neurotróficos,
son confundidos muy a menudo
con los tofos gotosos, con los
cuales, sin embargo, según lo que hemos
dicho, no tienen el menor punto de
analogía patogenética.
Es un hecho conocido que la carencia
de la función de las glándulas sexuales
puede producir una adiposidad
que, como ocurre en el tipo de los castrados,
se localiza en su mayor parte
en el vientre, nalgas, caderas y muslos.
Esta distribución anormal de grasa
da por resultado también condiciones
estáticas anormales, a partir de
las cuales se producen diversas descompensaciones
en forma de desviaciones
de la columna vertebral, pie
plano y alteraciones artrósicas consecutivas
de determinadas articulaciones.
Tales alteraciones articulares no
muestran en un principio signo alguno
de inflamación, corresponden a alteraciones
degenerativas de las superficies
articulares y por ello merecen más bien
la denominación de "artrosis de naturaleza
estática" que indica mejor la
naturaleza de la dolencia. Claro está
que un cambio en la carga afecta a los
más importantes sustentadores de ella,
las articulaciones de la rodilla, cuya
función modificada trae consigo también
alteraciones estructurales. Las
articulaciones, modificadas en virtud
de este mecanismo, constituye un punto
-de menor resistencia para agentes
perjudiciales de todas clases como, por
ejemplo, el frío y las infecciones.
A base de estas consideraciones,
puede explicarse también la génesis
de otra afección articular que frecuen- .
temente se presenta en el climaterio,
"la artritis de la articulación sacroilíaca"
que muy a menudo va acompañada
de trastornos miálgicos o neurálgicos
y que, desconocida con frecuencia
su causa, es considerada, por
lo general, cómo lumbago. También en
esta afección desempeñan un papel importante
los factores estáticos que
traen consigo alteraciones degenerativas
crónicas en estas articulaciones, a
las cuales se agregan después procesos
inflamatorios secundarios (formación
osteofítica).
La poliartritis reumática aguda se
observa muy' rara vez durante la época
.climatérica, así como también las
recidivas agudas de artritis infecciosas
anteriores. En cambio, es muy frecuente
encontrar formas crónicas de
artritis en sus numerosas variantes
con deformidades, atrofias capsulares,
formación de anquilosis, etc.; no' tienen
reladón directa alguna con el climaterio,
a no ser que la disminución
general de resistencia correspondiente
a esta época de la vida ofrezca mejores
condiciones para el progreso insidioso
de la afección o su curso se modifique
por las nuevas condiciones estáticas.
Mención especial merece el' dolor. de
cabeza climatérico, para cuya etiología
hay que aceptar lo mismo que en
lo referente a las congestiones, crisis
sudorales y estados de vértigo, la influencia
de .trastornos vasomotores.
Mucho más rara es en el climaterio la
hemicránea genuina; la experiencia
enseña, en efecto, que se trata de una
afección que, por lo general, disminuye
a medida que avanza la edad o por
lo menos experimenta una considerable
mejoría. Esto es aplicable igualmente
al sexo masculino.
Por lo demás hay que decir que la
mayoría de los síntomas arriba descritos
atacan con más frecuencia e intensidad
a las mujeres que a los hombres
y que en éstos, cuando el climaterio
produce molestias, éstas se manifiestan
más frecuentemente por una
depresión general física y psíquica; a
ella se asocian frecuentemente constantes
dolores de cabeza que obligan
al paciente a consultar al médico, el
cual, por la falta de fenómenos somáticos,
derivados sólo de la edad, admite
una etiología arterioesclerósica. Los
dolores de cabeza pueden ser muy in-
359

la mujer y la dosificación y administración
de la hormona (en una forma
que se aproxime a las condiciones normales)
no están definidas hasta tal
punto que podamos obtener el éxito
con la sola administración de hormona
ovárica. Dicha hormona habrá que
combinarla más bien con medicamentos
de acción sintomática que proporcionen
un efecto rápido. Como tales
éstán indicados en el tratamiento de
las molestias menopáusicas en primer
téJ'IDino la nitroglicerina y la amidopirina.
La nitroglicerina, ya a pequeñas
dosis, actúa eJectivamente, produciendo
una dilatación de los vasos de
la piel y por ello puede provocar desplazamientos
de la sangre en gran escala,
de tal modo que los dolores de cabeza
climatéricos, originados por hiperemia
cerebral, ceden más rápidamente
y con una medicación diaria
pueden llegar a desaparecer definitivamente.
La amidopirina, además de su
acción antipirética, ejerce también
efectos sedantes y, según los estudios
de Gessler, disminuye primariamente
el metabolismo aumentado; además,
según Koniger, produce una acción alterante
no específica. Todas estas acciones
podemos utilizarlas con prove-"
cbo para combatir las molestias menopáusicas
(1).
Por otra parte empleamos la Androstina
(que también nos ha prestado
muy buenos servicios en los estados
de depresión que aparecen en el
climaterio masculino) en la depresión
de la mujer menopáusica y en esta indicación
hemos de declarar que los
efectos obtenidos han sido excelentes
y sin la menor influencia perjudicial.
Como es natural, no hemos incluído en
nuestros ensayos los casos de melancolía
genuina, pero en esta afección,
tan poco asequible aún a la terapéutica,
sería de aconsejar, fundándose en
las experiencias hechas en la depresión
c1imatérica, que por lo menos se hicie-
ra un ensayo con el tratamiento de An,
drostina.
Un amplio margen en el tratamiento
de las molestias nerviosas y vasomotoras
del climaterio lo ocupan la
Hidroterapia y Balneoterapia a título
de tratamiento roborante general. Los
baños de luz de corta duración (hasta
10 mihutos) son ventajosos, teniendo
sólo por objeto producir un calentamiento
previo para que sea más marcada
la estimulación ulterior producida
por el frío. Después del calenta··
miento se hace una aplicación enérgica
de frío como, por ejemplo, baños
incompletos a 26°, frotaciones o duchas
frescas en abanico. Muy favorablemente
actúan los baños de burbujas
o de ácido carbónico que deben
practicarse tres veces por semana. Estos
baños contribuyen en alto grado
a rebajar el estado exagerado de excitación.
Por el contrario, los baños de
ácido carbónico son desfavorables en
las angioneurosis climatéricas, provocándose
a menudo un aumento de la
excitabilidad y con ello una aparición
más frecuente de las congestiones.
También la infiltración pre-edematosa
de la piel, que se observa principalmente
en las mujeres climactéricas,
constituye contraindicación para el
empleo de los baños de ácido carbónico.
En tales enfermas que presentan
al mismo tiempo un aumento de sus
depósitos de grasa, parece ser que debería
prescindirse de ciertas medidas
para provocar el sudor; sin embargo,
A. Strasser ha demostrado que una
piel edematosa, por regla general, suda
menos que una piel normal y en todo
caso no más que ésta. La combinación
acertada de medidas hidroterápicas y
balneoterápicas con una terapéutica
predominantemente hormonal, nos permite
hoy día combatir las molestias
del climaterio, o por lo menos aliviarlas
considerablemente.
De la Wiener medo Wochenschrift,
N. o 2 y 3, 1936.
(1) Una asociación medicamentosa eficaz es el Prokliman "Ciba".
361

Vista exterior del Hospital Municipal de Infancia de La Habana.
Consulta'Externa.
La "Consulta Externa" o Dispensario
se compone de las secciones siguientes:
l)-ConsuIta Externa General, compuesta de
seis Consultorios, correspondiendo dos
df' ellos a nifíos menores (lactantes) y
cuatro a niños mayores. Estos Departamentos
funcionan de 8 a 10 AM Y de
10 a 12 AM.
2)-Dcpartamento de Tratamientos, Curaciones
e Inyecciones.
3)-Consulta de Especialidades, 'a saber:
k-Garganta, Nariz y Oídos.
B.-Ojos.
C.-Piel 'y Sífilis.
D.-Cirugia Dental.
¡¡;. -Enfermedades de la Nutrición y Metabolismo.
F.-Cardiología.
G.-Ortopedia.
H.-Cirugía general.
l. -Neurología.
J.-Psiquiatría infantil.
K.-Alergia.
Servicio de hospitalización.
Para los enfermos que no pueden ser
tratados ambulatoriamente en la Consulta
Externa por la índole de su enfermedad,
el Hospital dispone de dos
plantas con cuatro salas, cada una con
capacidad para veinte enfermos en
cada Sala. Estas están distribuídas en
la siguiente forma:
1 para Enfermedades infecciosas
2 para Lactantes
1 para Niños Mayores
1 para Niñas Mayores
1 para Cirugia General
1 para Cirugia de Ortopedia
y 1 para Garganta Nariz. Oídos y Ojos.
La cuarta planta está destinada exclusivamente
a Salones de .Operacio-
363

nes de las distintas especialidades, teniendo
la siguiente distribución:
2 Grandes Salones con Anfiteatros, para
Cirugía Mayor
1 Salón para Garganta, Nariz, Oídos y Ojos
1 Salón para Cirugía de Ortopedia.
Cada Salón de Operaciones tiene una
Sala de Anestesia correspondiente. El
Gran Salón de Cirugía .Mayor tiene
anexo un Laboratorio de Anatomía Patológica
para diagnósticos microscópicos
ultrarápidos, a base de cortes por
congelación.
En esta misma planta existe la Sala
de Trabajos, en la que se realiza la preparación
y esterilización de todo el material,
incluso la de los sueros terapéuticos
que han de i3er utilizados en las
distintas Salas del Hospital y departamentos
de la Consulta Externa.
Es de hacer notar que cada Sala de
Operaciones tiene sus aparatos de esterilización,
autoclaves, etc.
Sala de operaciones.
364
Funcionamiento del Hospital.
La Consulta Externa abre diariamente
sus puertas a las 7 de la mañana
y se procede inmediatamente a la
inscripción de los enfermos que por
primera vez solicitan exámenes clínicos,
para lo cual se ha establecido que
los turnos de entrada al Departamen-
. to de Inscripciones seah concedidos en
el mismo orden que los enfermitos con
sus acompañantes llegan a la puerta
del Hospital.
No obstante el esfuerzo que se realiza
por dar asistencia médico-quirúrgica
a todos los niños que a diario acuden
a las puertas del Hospital, la capacidad
máxima del mismo se sobrepasa
en laque a poder asistir niños
enfermos se refiere. Esto prueba de
modo evidente el enorme beneficio que
el Hospital ha venido a prestar al Municipio
de La Habana.

La Casa Kelvinator ha instalado en
el Gran Salón de Operaciones con Anfiteatro
un Acondicionador de Aire,
considerado como la última palabra
en su clase, que extrae de la atmósfera
ambiente el gas carbónico y la humedad,
al mismo tiempo que evita el
calentamiento del local en que se opera,
refrigerándolo científicamente, de
manera que durante todo el acto operatorio,
la temperatura existente en el
interior del salón en que se opera es
siempre la misma que la que existe en
la Sala en que el enfermo va a ser alojado
posteriormente, lo que les evita a
los niños operados los cambios brus-
366
Sala dI'
laetantn8.
cos de temperatura que determinan
frecuentemente, en los Hospitales y
Clínicas deficientemente preparados,
numerosas complicaciones post-operatorias.
Salones de operaciones preparados para
la enseñanza.
El Hospital Municipal de Infancia
es el único Hospital en Cuba que tiene
un sistema radiofónico para que el
Cirujano que realiza una intervención
pueda explicar a los Médicos y alumnos,
que presencian las operaciones,
todos los detalles de la misma.

11
El Salón de Operaciones está separado
del Anfiteatro por grandes cristales
transparentes con el fin de evitar
que partículas de saliva, polvo, etc.,
caigan sobre el campo operatorio, al
mismo tiempo que no impiden la visión
adentro del mismo. Existe un dispositivo
traído expresamente de Holanda
que permite al cirujano describir
los detalles de la operación, que
son recogidos por el micrófono y ampliados
por el megáfono existente en
la parte posterior del Anfiteatro.
Cada Salón de Operaciones tiene su
sistp.ma radiofónico independiente uno
de otro.
Sist ema de localización del personal.
Al igual que en las principales instituciones
de los Estados Unidos de
Norteamérica, desde el local de la Direc(:ión
Técnica se puede localizar a
Consulta Externa (Med1cina General)
id. id. (Cirugia General )
id. id. (Especialidades)
Intervenciones Quirúrgicas. . . .
Gabinete Dental . . . . .
Departamento de Tratamientos, Curaciones e Inyecciones.
Farmacia (despacho de fórmulas y patentes)
Rayos X (Placas usadas para 2,842 casos)
Aplicaciones de luz alpina. . . . . .
Aplicaciones de Diatermia. . . . . .
Laboratorio Clínico (Exámenes efectuados)
Transfusiones sanguíneas . .
Clasificaciones de grupos sanguíneos \.
Pruebas de homología sanguínea. .
Venoclísis .. .
Fórmulas despachadas por la Cocína Dietética
Casos asistidos por el Cuerpo de Guardia .
Casos ingresados en el Hospital. . . . .
Total' general de servicios prestados.
cualquier Médico, u otra persona que
se de$ee, que esté en el Hospital. Para
tal efecto hay un sistema de cables
que parten de un micrófono situado en .
el local de la Dirección Técnica; estos
cables están conectados con una serie
de bocinas situadas en lugares convenientes
de los vestíbulos de cada piso
y mediante eJIas puede ser rápidamente
localizada la persona con que sea
necesario entrevistarse para problemas
urgentes.
Para terminar este trabajo, nada
me parece más propio ni más ilustrativo
de la gran labor que está llamada
a realizar este Hospital en beneficio de
la infancia, que dar a continuación un
resumen de los servicios prestados por
su personal facultativo, desde el día
de su in.auguración (30 de junio 1935)
hasta el día 29 de febrero del año en
curso:
El DIAL Comprimidos Ampollas
19,858
670
8,223
962
3,874
16,918
48,536
4,604
1,411
28
15,759
467
525
623
10
10,381
2,081
2,046
136,976
367

1. analéptica
y
2. expectorante

ACTAS CIBA 1936
Indicc de materias
Alecciones broncopulmonares (El tratamiento curativo de las - debe instituirse en verano.)
(Durand).. . 352
Afecciones nerviosas y mentales en los trastornos endocrinos. (Margiel.). 304
Afecciones pulmonares (El Elbon en las-) (Freywirth) . 225
Agentes especificos y unidades morbosas. (Paulsen). . . 32
Agentl's patógenos (Los - desde hace 100 afios.) (Paulsen). 3
Agentes patógenos (Las bacterias, antes de ser consideradas como-. ) (Paulsen) . 7
Agentes patógenos (Los primeros-) (Paulsen) . 8
Agomensina y Sistomensina (El valor terapéutico de la-) (Sienicki) . 206
Androstina "Ciba" en algunos casos de incontinencia urinaria (La-.) Peláaez Brihuega)
. 54
Anestesia lumbar, según el método de Kirschner. (La-) (Philippides). 92
Anestesia medular (Sobre-.) (Kirschner) 62
Antidoloroso (Acerca de la acción de un nuevo-) (Gembicki) . 81
Arte culinario (Médicos de París como profesores del -) (Chevalier) 175
Asfixias de los nifíos de pecho (Empleo de la Coramina en las-) (Home) 52
Atoquinol (Experiencias con el-) (Hirschfeld). 205
Auto-experimentos de médicos consagrados a la Dietética. (Dach) 178
Babilonia y la Medicina (La vida espiritual de-.) (Leix) 103
Bacterias (Goethe vió ya-.) (Paulsen) . 7
Bacterias (La mutabilidad de las-.) (Paulsen) 30
Bocio (La terapéutica del-.) (Bircher) . 264
Calcio-Coramina (El campo de indicaciones de la-.) (Hermanns). 127
Caries dentaria (Tratamiento de la-.) (Pierron). 161
Catarro intestinal (El Entero-Vioformo en el -.) (Mikus) . 132
Cibalgina como analgésico en Cirugía. (La-) (Lowenthal) . 125
Cibalgina en la práctica pediátrica (Experiencias con la-) (Erdos) 95
Cibalgina (La-, nuevo analgésico y sedante.) (Pick). . . 95
Cirugia espafiola en su época de esplendor. (La-) (Lejeune) 71
Ciudad Universitaria Argentina (La-) (Ramos) . 157
Climaterio masculino y femenino (Contribución a la clíníca médica del-. ) (Loewenstein
y Weissmann). . . 353
Colección artístico-filatélica de un médico argentino. (Nagel) 334
Coaguleno en la práctica diaria. (El-) (Sánchez-Herrero) 210
Comidas burguesas en la Edad Media . 336
Condiciones técnicas previas (Las-.) (Paulsen). 33
Congreso Internacional de paludismo en Madrid (JII-) lJ. G.) 228
Conocimientos médicos del País de los Dos Ríos. (Los-) (Leix). 112
ConLagio (La nueva doctrina del-.) (Paulsen). 17
Coramina (Dosis altas de-por vía oral, de acción salvadora.) (Koehler). 212
Coramina y la Calcio-Coramina como remedios cardíacos. (La-) (Mezey) 79
Dat Galenus opes: Honorarios fantásticos. El honorario más espléndido. Honorarios
regios. Honorarios de médicos de cámara. 65. El médico de la alta aristocracia.
Una fortuna gigantesca. Un médico que satisfizo honorarios a otro colega. Honorarios
de médicos municipales. El "fisico" en Colmar. Alberto Durero, 66. El médico
de Lutero. Ingresos de médicos famosos. Honqrarios grotescos. Los médicos
I

En las neurosIs funcionales
En la convalecencia
Cualquier demanda de información, muestras o literatura de los preparados
que se mencionan en esta Revista, será gustosamente atendida por
COLOMBIA
CUBA
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Habana
Santiago
Guatemala City
México O. f.
Lima
Caracas
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