Murcia, Semana Santa 2013 - real y muy ilustre cabildo superior de ...

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El Paso [Actualidad Nazarena]
Por otra parte, los gremios se comprometieron a sacar y
ornamentar los pasos, siendo los mayordomos los encargados
de facilitarles las túnicas en calidad de alquiler. Cada
gremio se responsabilizaba de un paso concreto y se fi rmaba
el oportuno contrato, como “La Cena del Señor” por el
gremio de sastres; “La Oración en el Huerto”, por los hortelanos;
“El Prendimiento”, correspondía a los pañeros; “Jesús
atado a la Columna”, los alpargateros; “La Santa Mujer Verónica”
los tejeros; “La Caída”, los carpinteros; “San Juan”, los
zapateros; y “La Dolorosa” los roperos.
Sin embargo, durante el S. XIX se vive una profunda crisis
producida principalmente por graves epidemias y sequía
en la huerta, que extienden la miseria y hambre a toda la
población. Estas circunstancias llevaron a la Cofradía a vivir
una situación difícil, aunque subsistió tan ilustre institución
debido al coraje de los señores mayordomos y cofrades devotos.
El 11 de junio de 1802 falleció Fray Francisco González
Abellaneda y Salad, Bailío de Lora y Benavente, quién
fue uno de los mayordomos que más se implicó y amó a
la Cofradía, y cuya contribución económica destacó por su
gran generosidad; siendo así el que pagó a Salzillo la tercera
parte del paso del “Señor a la Columna”; a Paolo Sistori,
las pinturas murales de la iglesia; donó igualmente a la cofradía
algunas casas y otros bienes, e incluso, poco antes de
morir, entregó al mayordomo Don Antonio Lucas, marqués
del Campillo, cuarenta mil reales para emplearlos en obras
para el camarín y retablo de Nuestro Padre Jesús Nazareno,
ante la necesidad de reparar el tejado de media naranja
existente.
En el transcurso de la Procesión de 1866 se rompió el
ala del ángel de “La Oración en el Huerto”, lo que motivó la
expulsión de todos los estantes y Cabos de Varas de dicho
paso, y hubo de ser restaurado por Don Leoncio Baglietto.
En 1892, bajo el mandato del presidente Don Luis Sandoval
y Mena, se estrenó el nuevo trono de “La Oración en
el Huerto” creado por el maestro Antonio Chacón y pagado
por su mayordomo y camarero, Don Mariano Vergara y Pérez
de Aranda; y un año más tarde, se suprimió la palma que se
colocaba en la mano izquierda del apóstol “San Juan”.
Seguidamente, en el 1896, fue nombrado presidente
Don Enrique Fuster y López, el Conde de Roche; cuyo
mandato se prolongó hasta 1906, y durante el cual cabría
señalar en 1899, el estreno
de un nuevo trono para
la imagen del apóstol “San
Juan”, regalo de su camarera
Doña Pilar Zarandona y Sandoval;
y la visita a Murcia y a
la Iglesia de Jesús de Su Majestad,
Don Alfonso XIII, en
1903, cuando con fecha de
7 de diciembre autorizó a la
Cofradía a utilizar el escudo
de las Armas Reales y el título
de Real, quedando así con
su actual denominación.
Tras el fallecimiento del
Conde de Roche, se incorporó
a la Cofradía como presidente
Don Juan de Aguilar-
Amat Walls, quién impulsó
toda la restauración de los
pasos debido al mal estado
de las obras escultóricas
por la carcoma, encargando
dicha labor al reconocido
escultor, Don Francisco Sánchez
Tapia, que trabajó junto
a sus hijos, Don Francisco y
Doña Cecilia Sánchez Araciel.
Posteriormente, en 1912,
el Marqués de Torre Pacheco,
Don Fernando Fontes acepta
el cargo de presidente hasta
1922, cuando le sustituye
Don Enrique Barnuevo Rodrigo
de Villamayor.
Desde el año 1929 al
1936 se nombra como nuevo
presidente a Don Ángel
Guirao Guirada, quién vivió
los preámbulos de la crisis
histórica que sumió al país
en la Guerra Civil, en junio
de 1936, momento en que
las masas enloquecidas lle-