Murcia, Semana Santa 2013 - real y muy ilustre cabildo superior de ...

garon a los aledaños de la
Iglesia de Jesús con la intención
de destruir un patrimonio
querido e incalculable,
cuya pérdida sería incalifi cable,
y así lo tuvo que entender
el Delegado del Gobierno
cuando mandó colocar un
cartel indicativo en la puerta
que pedía que se respetara
el templo, ya declarado
Monumento Nacional por el
Estado Español. Sin embargo,
tiempo después, antes
de fi nalizar la Guerra, ante la
inseguridad existente, se decidió
proteger la obra escultórica
de Francisco Salzillo,
por lo que algunas esculturas
y pasos escogidos fueron
desmontados y llevados a la
Catedral; siendo encargados
de este fi n y custodia, entre
otros, el sacristán de la Cofradía,
Don José Carrión Valverde
y el escultor murciano,
Don Juan González Moreno.
Precisamente, unos días
antes de la fi nalización de la
Guerra estaban ya embalados
en cajones y preparados
los pasos para ser enviados
al extranjero, cuando llega la
liberación el 29 de marzo de
1939; y su destino inmediato
fue de regreso a la Iglesia
de Jesús, dónde se armaron
de nuevo las imágenes sobre
los tronos, y salió la procesión
tan sólo algunos días
más tarde, en la mañana de
Viernes Santo, 7 de abril, con
muy pocos penitentes participantes,
apenas ornamentación,
y ningún acompañamiento
musical; aunque el
público asistente sí fue muy
Murcia, Semana Santa 2013
numeroso; y se alegraba por haberse podido salvar uno de
los tesoros más preciados de esta ciudad.
Tras este terrible intervalo, a partir del 1940, fue Don Eusebio
Chico de Guzmán, el presidente encargado de dirigir
el porvenir de la Cofradía en esos momentos tan difíciles
de recuperación en todos los sentidos, realizando una labor
importante de supervivencia, que otras cofradías no pudieron
soportar, hasta el año 1946.
Ese mismo año, Don Emilio Diez de Revenga y Rodríguez
toma el relevo y se realizan grandes cambios bajo su mandato;
con el primer logro relevante de fundar el patronato del
Museo Salzillo, en el año 1949; o la renovación de las Novísimas
Constituciones; entre otras decisiones, como la creación
de las diferentes hermandades, o la confección de nuevos
estandartes bordados por Doña Ambrosia Pinar Rodríguez;
por lo que será una etapa recordada, hasta el año 1972.
Un año después, se nombra presidente a Don Diego
Aguilar Amat Marín Barnuevo; quién fue sustituido por Don
Antonio Gómez-Jiménez de Cisneros, aunque éste renunció
pronto, en el año 1978.
El siguiente presidente, Don Esteban José de la Peña
Ruiz-Baquerín, ocupó su cargo durante largo tiempo, hasta
su pública renuncia en el 2000, dando lugar durante
su mandato a conseguir grandes logros, celebraciones de
aniversarios y actos que serán recordados por sus repercusiones
y cariño de los murcianos hacia esta institución, viviendo
así una segunda época dorada, gracias a un elenco
de mayordomos con prestigio indiscutible que supieron dar
nuevos aires a la Cofradía respetando en todo momento sus
tradiciones y que supo trabajar con ímpetu y gran dedica-
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