Investigación sobre la muerte de Pepillo Salcedo - Clío - Organo de ...

que cuando el presidente Salcedo recibió en el Este los re"&
ses que ya conocemos, bajó a Santiago y fué mayor su sorp&
sa y desconsuelo cuando encontró en esta ciudad un cad$
una desanimación, convertidos los hombres principales e4
inertes; principió a inquirir cada quien, cuando preguntó p 3
los Polanco y le dicen que Gaspar estaba en su puesto 64
Puerto Plata y Juan Antonio en su casa, en Las Matas de San;
ta CNZ hacía dos días; entonces preguntó por Pimentel y Ib
dicen que estaba en Dajabón; preguntó ¿y qué hace en Dajac
bón? Nadie pudo informarle. Conste que el general ~alcedg
era un hombre sumamente moral, por lo cual amaba a su esp&
sa con delirio. Después que el presidente tuvo informes de la3
operaciones en Puerto Plata y en la línea convocó a una reu.
nión de personalidades y a los miembros del gobierno. En di-
cha reunión declaró lo cansado que se encontraba de las fa@
gas que el cargo le proporcionaba.
"Que él renunciaba la presidencia para que otro mas des:
cansado y tan obligado como él dirigiera. Que él obedecería
como un soldado: y la mayoría protestó porque no veían al
hombre que le sucediera. El insistía en la renuncia; entonces
dijo Don Siverio Delmonte, que era miembro del Gobierno,.
que llamaran a Chago Rodríguez, que según se sabía habí8
sido el hombre de Capotillo. Algunos asintieron pero doD
Benigno F. de Rojas, enemigo personal de Chago recusó.,
Entonces dijo el presidente Salcedo que don Silveno tenía!
razón porque el general Chago Rodríguez era un hombre sin:
salud que ya tenía cartas de él que le avisaba que no habh
venido a verle por estar en cama y opinó que llamasen g
Buenaventura. Eso fué dicho entre los hombres del 7 de Juif
lio, con lo cual terminó la reunión en el mayor silencio y cadi
cual hizo su juicio.
El Presidente Salcedo lleno de bondad y sin prevenciófl
alguna, se retiró a su hogar y se dispuso a salir para la línea
Noroeste, pasando algunos días en su casa de Estero Balsa:
Después de algunos días el Presidente Salcedo, acompañado
de su esposa salió para Guayubín y se hospedó donde la seno
ra de Pimentel; una vez allí asó el Presidente a Las Matas a-
llamar al general Juan Antonio Polanco; llegado éste habla-
ron cordialmente, Salcedo le pintó el estado de la situación y
por fin quedaron en que Polanco saldría cuanto antes a ocu.