La cultura del proyecto 8 - Javier Seguí de la Riva

crearon la agricultura, y es más bien crear que inventar porque no existía un proyecto previo en ningún
momento y además no había posibilidad de tal proyecto. Eso es lo que trato de explicar aquí.
Probablemente nació de que tenía hambre el cerdito y sobrevino la necesidad de no morirse de hambre.
De la misma manera, tampoco se puede decir que los hombres inventaron la ganadería, sino que la
trasladaban por imitación de lo que hacían las grandes especies. El proyecto implica la conciencia de un
problema, dentro de mí o externo, algo en mí que me empuja a buscar una solución distinta de lo
tradicional, de lo ya hecho, porque si es hacerlo como los demás no se debe hablar de proyecto. Alguien
que hace un multifamiliar por décima vez con los mismos planos, el 18, el 14 y el 3... lo llamará un
proyecto, pero no será un proyecto realmente.
A partir de este momento ya podemos hablar de nuevo de creación, ya no por ensayos y errores
sino siguiendo la parte que podríamos llamar creatividad, y ahí tenemos que dejar a Freud de lado y pasar
a Kant. Es decir, pasar a lo que llamamos la imaginación creadora por comparación con la imaginación
fantástica que es usual en el niño, en el hombre primitivo, etc... Todo el mundo sabe que hay mucha gente
que ha dibujado arquitectónica o mecánicamente cosas fantásticas: Julio Verne se inventó un cañón para
disparar a la Luna, inventó un Nautilus, etc., pero todo el mundo sabe que éso es imaginación fantástica,
como la de Spielberg. La creación implica un acercamiento a la realidad mientras que la imaginación
fantástica se vale de la realidad. La imaginación fantástica no es creadora y por tanto no está en la base
de lo que llamamos el progreso, ni en el patrimonio cultural ni en la civilización.
Cuando hay proyecto, en lugar de evadirse de la realidad hay un esfuerzo de la imaginación por
adaptarse a ella con algo nuevo, un aspecto que ahora llama la gente originalidad pero que en realidad
debe ser creatividad. Imaginación, pues, acercándose a la realidad en lugar de evadiéndose de ella y que
además busca una solución nueva, sea a la fuerza porque la solución que conozco no se adapta a la
realidad actual, sea porque simplemente quiero hacer algo nuevo mejor, lo cual obviamente es imposible,
repito, en el primitivo, que todavía está en el material caduco y que si hace algo nuevo será por esa ilusión
exactamente como hace el niño chiquito, que no lo logrará porque piensa sino porque ésto lo ha intentado
y no sirve así que va a intentar lo otro. Todos los tests de inteligencia animal demuestran que ni siquiera
hay que ser hombre para inventar cosas, las ratas inventan unas cosas sorprendentes. Es por eso que
Edisson será un inventor, pero desde luego no es lo que nosotros llamamos un científico, porque no tenía
ni idea tenía de lo que estaba haciendo.
Obviamente, una cosa es ser realista y otra ser pragmático, el pragmatismo sirve para funcionar
pero no para crear; es por eso que la creación se acerca mucho más al trabajo del artista que al del
ingeniero. Es evidente que los arquitectos tienen que tener algo de ingenieros si quieren que su
construcción se mantenga en pie. Pero la evolución de la Arquitectura muestra que siempre hay un deseo
de hacer algo mejor, que alguien que entra en la iglesia esté bien. Si me hubieran preguntado cuándo
nació el sentido de la estética me vería muy comprometido para decírselo, porque se ha visto que hasta
hay animales que hacen colecciones de cosas bonitas en sus nidos y que las hembras prefieren los
pájaros con más colores. Se presenta como algo que precede al hombre y que está en nuestros genes,
porque tenemos los genes de todos los que nos han precedido. Pasteur, no tenía ni idea de lo que era un
virus, no tenía idea de lo que era un anticuerpo, presiente, es un tipo genial pero no un científico. Así es
como la Ciencia nace, yo la he visto nacer hace 20 años.
No tenemos ni idea de cómo funciona el cerebro, esa última frontera. Yo hice el doctorado en
Bioquímica y me enteré de que la última frontera de la Ciencia es cómo funciona el cerebro, cómo se
transmite la información. Lo que si sabemos es que hay información. Yo no sé japonés, pero veo un
japonés en un banco tranquilamente tomando el sol, otro japonés llega corriendo, le da un papelito y el
primer japonés lo lee y lo tira, no entiendo pero sé que es un mensaje, porque cuando cambia de conducta
lo demuestra ampliamente. La información está en todos los niveles, no sólo a nivel DNA, sino que hay
información a nivel de organismo, información a nivel de órgano, información a nivel de tejido, información
celular, información intracelular, información entre el citoplasma y el núcleo..., pero de una complejidad
que la física nuclear es una risa en comparación con los intercambios de información entre un receptor de
neuronas y lo que va a ser la respuesta del núcleo a nivel de secreción de síntesis de proteína y eso es lo
interesante, no la anatomía, no la fisiología, que es el modo de acción sino el mecanismo de acción y esto
es la última frontera. Y además el cerebro no ayuda, es una masa que tiene su propio medio interno que
es un líquido sin capilares que baña todo como si fuese una medusa en el mar, una barrera introencefálica
que todo lo pasa, ni le entra ni le sale y además muere con cuatro minutos de hipoxia.
Bueno, por lo menos visto de lejos, un poco como mirar una galaxia con un telescopio hoy por
hoy nos damos cuenta de que existe no solamente capacidad de reflexión, la capacidad de
condicionamiento, la memoria a corto plazo, la memoria a largo plazo. La memoria a corto plazo es lo
primero que se va cuando envejecemos, mientras que los viejos son capaces de recitarle lo que
aprendieron cuando estaban en primaria y no recordar lo que acaban de hacer ni lo que acaban de comer
media hora después de levantarse de la mesa.
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