CONCLUSIONES - Cofopri

CONCLUSIONES
¿En qué consiste el éxito?
En los cuatro casos estudiados, la Comisión de Formalización de la Propiedad Informal
(Cofopri) y el Proyecto Derechos de Propiedad Urbana (PDPU) cumplieron cabalmente
con sus objetivos y desarrollaron un proceso de solución integral al conjunto de pro-
blemas concernientes con el acceso a los títulos de propiedad de los involucrados. Los
relatos del proceso sugieren que el personal del PDPU y de Cofopri fue no sólo eficiente,
sino también creativo en la búsqueda y aplicación de medidas para salvar las trabas le-
gales y procesales que impedían la titulación.
El compromiso con la simplificación administrativa y con la actualización y
modernización de normas que facilitaran el objetivo del proyecto tuvo un importante
respaldo político y, en consecuencia, contó con la colaboración de diversos sectores
públicos para agilizar el proceso. Estos elementos, claves para los casos estudiados, nos
permite postular dos preguntas: ¿es posible institucionalizar las modalidades de traba-
jo desarrolladas en la ejecución del proyecto? , ¿es posible, después de ello, mantener la
flexibilidad requerida para solucionar los problemas que emergen en estos proyectos?
¿De quién es el éxito?
En los casos estudiados, el título otorgado cayó en "terreno fértil" y dio frutos impor-
tantes. El proceso de titulación solucionó un problema fundamental: el del manejo y el
control de un recurso económico importante, el terreno de la vivienda urbana. Las his-
torias nos muestran que este recurso fue aprovechado inmediatamente por los recepto-
res de los títulos, quienes parecen haber repetido algunas condiciones para lograr este
provecho, que ha resultado en los éxitos detectados en el corto plazo. Estas personas
tienen otros recursos que son potenciados con el título de propiedad: tienen un peque-
ño capital acumulado tras haber estado empleados en el sector formal de la economía,
tienen hábitos de ahorro, tienen experiencias en negocios, han recibido el apoyo de pa-

ientes, amigos y miembros de las empresas a las que pertenecen y forman parte de re-
des de relaciones sociales que les sirven de estímulo. La pregunta que surge entonces
es la siguiente: ¿qué sucede cuando el título llega a personas que no pertenecen a estas
redes? .cuestión particularmente válida para los casos de hogares uniparentales con je-
fes de familia mujeres.
Sin duda. el desencadenamiento del éxito de un proceso económico anterior-
mente entrampado está acompañado de otros éxitos. Haber salvado experiencias nega-
tivas y sentimientos de inseguridad y angustia derivados de la incertidumbre de la
posesión. y haber aliviado gastos económicos y evitado desgastes personales son resul-
tados particularmente relevantes en tanto el proceso de formalización de Cofopri inclu-
yÓ la solución integral de todos los litigios sobre la propiedad de los bienes inmuebles
en cuestión. Es de esperar que en la continuación de programas de este tipo se manten-
ga esta modalidad.
La propiedad y el saneamiento de los terrenos desataron también otro conjun-
to de procesos que permitieron la acumulación y la capitalización de inversiones he-
chas en el predio antes y después de obtener el título. Después de ser formalizados. el
valor de los predios ha sido aceptado y aprovechado por los agentes de los diferentes
mercados de la economía: el financiero. el inmobiliario. el arrendatario, entre otros.
Cabe preguntarnos si parte de este reconocimiento no ha estado también asociado al
apoyo político que tenía el proyecto ya su aprobación por parte de la opinión pública.
Aparentemente, el título otorgado por Cofopri ha sido considerado como un docu-
mento de mayor valor que los anteriores debido a que el proceso de formalización es-
tuvo acompañado de la conformidad de los mercados económicos.
Pero el estudio también sugiere algunas dudas de parte de los receptores de los
títulos respecto de su legitimidad. La ausencia histórica de institucionalidad nacional.
combinada con el hecho de que la titulación fue otorgada gratuitamente durante un
período de campaña política y con el corto tiempo en el que las personas adquirieron
la propiedad las explicaría. Sin embargo. sería interesante explorar si estas dudas po-

drían despejarse gracias a prácticas institucionales de formalización que garantizaran la
percepción de los derechos ciudadanos, de la legitimidad de las políticas y de su inde-
pendencia de fmes de adhesión partidaria.
Habría una diferencia entre los que recibieron el título en forma gratuita y los
que la hicieron a través de un contrato de compra-venta, aunque hayan pagado por él
un precio simbólico. Los últimos expresaron mayor seguridad sobre la posesión en
tanto consideran que el título adquirido de este modo lo hace más válido e indepen-
diente de personas y gobiernos. De allí cabe preguntarnos sobre la posibilidad de eli-
minar la gratuidad del mismo para venderlo sobre la base de criterios de evaluación
té.cnicos, como se hizo en el caso de los predios comerciales.
Los entrevistados mencionaron que antes del título las transacciones se daban
por medio de traspasos y contratos de compra-venta informales, tanto entre gente co-
nocida como desconocida. El traspaso se constituía de alguna manera como formal en
el momento en el que la dirigencia del centro poblado reconocía al nuevo vecino, cuan-
do este pagaba las cuotas exigidas para regularizar, mejorar y mantener el área de la co-
munidad.
El estudio alude la necesidad de profundizar las indagaciones sobre el desarro-
llo de un mercado formal de viviendas a partir de la obtención del título de propiedad.
El poco tiempo transcurrido entre el inicio del proceso de titulación y el término de la
presente investigación no nos ha permitido conocer transacciones de compra-venta de
inmuebles o de puestos comerciales.
Los casos sí han presentado evidencia de un acceso al sistema financiero formal
a partir de la obtención del título de propiedad de Cofopri. Las personas que accedie-
ron a créditos hipotecarios tenían algún tipo de negocio constituido y sabían, ellas o
los agentes fmancieros, de la posibilidad de utilizar el título como garantía hipotecaria.
Tenían, además, un fondo económico obtenido de ingresos regulares o de beneficios
sociales en el mercado laboral formal.
74
Cuando se otorgó algún crédito hipotecario, este fue dirigido a pequeñas y mi-

croempresas. Es importante destacar que cierto sector del sistema financiero especiali-
zado en este tipo de empresas ha sabido adaptarse y aprovechar la formalización de Co-
fopri. Se han otorgado préstamos por montos antes inalcanzables y se han abierto lí-
neas de crédito hasta por el valor del predio para aquellos que han hipotecado. Por otro
lado, créditos de capital de trabajo y de consumo se han recibido con más facilidad que
antes, ya que el título es considerado como una muestra de solvencia y de residencia
fija. Se ha identificado también el acceso a créditos para la compra de electrodomésti-
cos en casas comerciales ahora más fáciles de obtener, ya que se puede establecer con
certeza el lugar de residencia del cliente. En los casos en los que se ha observado este
tipo de crédito, el artefacto ha sido utilizado únicamente para los negocios.
En casi todos los casos seleccionados el título otorgado por Cofopri ha dado la
suficiente seguridad jurídica como para motivar la inversión en el predio: una familia
mejora los materiales de su casa, un mercado cambia el adobe y las esteras por el ce-
mento y los ladrillos, otra familia utiliza un crédito hipotecario para construir y luego
ampliar la escuela del hijo mayor, que también tiene título. y si la formalización aún no
ha servido de instrumento para realizar una inversión inmediata, sí ha estimulado al-
gún plan para hacerlo, que tendría más posibilidades de concretarse por el hecho de
que los titulados ahora son dueños de una propiedad con mayor valor real.
Los casos estudiados insinúan que existiría una disciplina de ahorro efectivo,
una "cultura de ahorro", incluso en hogares con ingresos reducidos. En algunas oca-
siones el ahorro se genera reduciendo el gasto a través de la cooperación entre familia-
res y coterráneos. Este elemento sería tan importante como el título mismo, por lo que
es preciso preguntarnos si l~s historias exitosas son el resultado de la combinación de
factores económicos (acceso al mercado financiero) y sociales (fuerte articulación a re-
des de consanguineidad y paisanaje).
El acceso a los servicios públicos fue previo, simultáneo y /o posterior a la ob-
tenciÓn del título de propiedad. Muchas de las gestiones para la instalación de servi-
cios se realizaron durante el proceso de formalización y, de hecho, varias se concretaron.
75

Los trámites ante las empresas privadas prestadoras de servicios públicos, así como ante
las instancias de operación internacional sugieren que ellas hicieron uso de los planos
elaborados por Cofopri, con lo que, junto con la población, ahorraron los costos de
nuevos trazados.
No hemos encontrado que haya existido menos necesidad de proteger los lotes
una vez obtenido el título. En los diferentes casos las personas expresaron preocupa-
ción por el tema de la seguridad, que aparecía como independiente de la titulación en
algunos y en los otros como un problema generado por la dinámica de incremento po-
blacional en las zonas que habían recibido un título. Sin embargo. en torno al refuerzo
de la organización vecinal que se dio durante el proceso de formalización de la propie-
dad, se construyó en un caso una comisaría con el trabajo y el aporte econónico de la
comunidad.
Los casos sugieren que el proceso de formalización unió a algunas comunida-
des sobre la base de un objetivo común: el título de propiedad. Luego de recibirlo, la
coalisión del grupo continúa para conseguir los servicios públicos en el lugar que aho-
ra es propio con el fin de aumentar su comodidad y su valor. Se han encontrado si-
tuaciones en las que personas, una vez asegurada la propiedad, han dejado la residen-
cia en la zona o incluso han recibido el título pese a no residir allí. Cabe. por lo tanto.
preguntarnos sobre la dimensión de este fenómeno y por el afinamiento de mecanis-
mos de control para asegurar que los títulos gratuitos o los subvencionados no sean ad-
judicados a personas que tienen otras propiedades, aun cuando estas no estén formali-
zadas.
, Cofopri ha trabajado en estrecha relación con los representantes de los pobla-
dores y comerciantes en los casos estudiados. Esta entidad incentivó la participación de
las dirigencias en el proceso de formalización y los representantes de las organizacio-
nes vecinales funcionaron como intermediarios entre la comunidad y Cofopri.
El proceso de formalización de Cofopri ha respetado la equidad entre hombres
y mujeres dando títulos tanto al hombre como a la mujer cuando conviven sin estar ca-
76

sados. Aparentemente este hecho ha sido aceptado en tanto los beneficiarios del pro-
ceso de formalización piensan que la propiedad obtenida servirá en el futuro para el
provecho de sus descendientes.
Las personas entrevistadas expresaron mayor optimismo y tranquilidad en
cuanto al planeamiento de su futuro. Consideran la ampliación de sus viviendas o la
mejora de sus puestos comerciales, y proyectan a mediano y largo plazo por conside-
rar la propiedad como una herencia para sus hijas e hijos.
Hemos observado que los límites de los asentamientos humanos formalizados
siguen siendo invadidos, en algunos casos por personas que han recibido título, con el
propósito de asegurar lotes para sus familiares. Sin embargo, también hemos constata-
do el caso de personas que rechazan las invasiones por originar efectos negativos en la
zona formalizada. La relación entre el proceso de titulación y sus múltiples repercusio-
nes sobre las invasiones es una pregunta que planteamos a partir de los datos recogidos
en los estudios de casos.
Esta pregunta la extendemos al tema del tráfico de lotes. Las personas entrevis-
tadas han mencionado a dirigentes y pobladores que traficaron con terrenos durante el
proceso de formalización de Cofopri. La importancia de este fenómeno, sugieren los
entrevistados, radica en el posible perjuicio a la organización vecinal, ya que las perso-
nas que brindan aportes económicos a la comunidad para la habilitación urbana son
las que residen en el lugar y no las que tienen título de propiedad.
En todos los casos las personas entrevistadas han expresado satisfacción por la
eficacia del proceso, por la facilidad de los trámites y por la solución de entrampa-
mientos legales y administrátivos. Sin duda, el proceso de titulación incluyó la movili-
zaciÓn de toda una serie de sectores, en la que Cofopri cumplió un importante papel de
líder y de armonizador.
77