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Comunidad Pasionista • Santuario de <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong><br />
Octubre 2009 - Nº 950 - Año XCIII - 28002 Madrid<br />
“Es la hora de la Misión”.<br />
Y del relevo.<br />
P. Víctor Arauzo, 87 años.<br />
50 años, Misionero Pasionista,<br />
entre los más pobres de Bolivia.
Revista PASIONARIO<br />
Edita:<br />
PASIONISTAS - Madrid<br />
Director:<br />
MIGUEL GONZÁLEZ, C. P.<br />
Dir. adjunto:<br />
PEPE FERNÁNDEZ DEL CACHO, C. P.<br />
Administrador:<br />
JUAN LLORENTE, C. P.<br />
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VICENTE FERNÁNDEZ, C. P.<br />
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Agradecemos su colaboración.<br />
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Preimpresión: Francisco Antón<br />
Octubre 2009 - AÑO XCIII - N.º 950<br />
Punto de Vista<br />
Miguel González, C.P.<br />
La Gloria de Dios en el rostro del Crucificado<br />
José Luis Quintero Sánchez, C.P.<br />
Calendario Cristiano<br />
Familia y Vida<br />
Julia Merodio<br />
Palabra y Vida<br />
Antonio San Juan<br />
Año Sacerdotal<br />
Sor Cati de la Trinidad, C.P.<br />
El Santo Rosario<br />
Eutiquio, C.P.<br />
<strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, ¿misionera?<br />
M. G.<br />
Orar para ser<br />
Fernando Olgado Retes<br />
De un “niño adulto” a sus padres,<br />
al inicio del nuevo curso<br />
Ana Estañ Bistuer<br />
“Caridad en la Verdad” la última encíclica<br />
del Papa Benedicto<br />
Miguel González, C.P.<br />
<strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, gratitud y súplicas<br />
Once de octubre, solemne canonización en Roma<br />
Dos grandes amigos y servidores<br />
de <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, descansan ya<br />
en la paz del Señor<br />
El mundo, la vida, la Iglesia<br />
P. Carlos Elizalde<br />
El dios Oryza<br />
Juan Carlos Prieto T.<br />
Franz Jägerstätter, mártir de la objección<br />
de conciencia, víctima del nazismo<br />
Recopilado por Javier Garralda<br />
Otra Juventud<br />
Alberto Busto<br />
Los mosquitos de <strong>Santa</strong> Rosa<br />
Pepe Fernández del Cacho
PUNTO DE VISTA<br />
es un mes emi-<br />
Octubre, nentemente<br />
misionero. El 18 de octubre,<br />
es el DOMUND, día de<br />
las Misiones y de los Misioneros.<br />
Este día, y cada día de<br />
este mes, y de todos los meses,<br />
el creyente convencido, canta y<br />
proclama, “es la hora de la Misión”.<br />
Ser misionero, es ser amigo y<br />
testigo de la verdad, de toda verdad.<br />
Ser misionero cristiano, es<br />
ser amigo y testigo de Cristo, el<br />
Dios hecho hombre, de su Verdad<br />
y de su Amor. Ser misionero, implica<br />
una convicción firme, y una<br />
cierta dosis de “enamoramiento”.<br />
Los primeros misioneros de Cristo<br />
fueron los once Apóstoles, y Pablo, y<br />
lo fueron porque conocieron y<br />
amaron, y se comprometieron,<br />
a todo riesgo,<br />
con su único Maestro<br />
y Señor.<br />
Hoy, son misioneros<br />
de avanzada los que han<br />
entregado por entero su<br />
vida a la promoción humana<br />
y cristiana de los<br />
más desheredados, y de todos<br />
aquellos que aún no conocen<br />
el gran don de la redención.<br />
Y no solo los que<br />
construyen y atienden hospitales,<br />
y amparan de mil modos a<br />
los más desheredados y que son<br />
víctimas de violencias de todo género.<br />
También los que celebran Eucaristías,<br />
y acompañan en sus desolaciones a las<br />
víctimas de guerras, de pestes y de terremotos.<br />
Ser misionero hoy día es más difícil<br />
que nunca, y no solo porque hay que<br />
serlo, con demasiada frecuencia en las<br />
fronteras de la guerra, la persecución y<br />
el desprecio. También, porque hay que<br />
romper prejuicios desde el lado de acá<br />
de las mismas fronteras. Muchos dicen:<br />
“ayudar, sí, pero a qué fin<br />
molestar a quienes ya tienen,<br />
y viven, su fe, se relacionan<br />
con sus dioses y<br />
son, en definitiva, buenas<br />
personas”. Está<br />
bien, pero no basta.<br />
Pablo, el gran Misionero-Apóstol,<br />
lo reafirmó<br />
con palabra<br />
clara:<br />
“Dios quiere que<br />
todos los hombres<br />
se salven, y lleguen al<br />
CONOCIMIENTO DE LA VER-<br />
DAD (1 Tim 2,4). La Verdad, aquí, no<br />
es otra que el VERDADERO. Ciertamente,<br />
hay muchos caminos de salvación,<br />
pero el Dios Salvador de todos es único, y<br />
llegar a conocerlo, y sentirlo cercano, es<br />
meta siempre deseable y alcanzable. Dios<br />
así lo quiere.<br />
Quiera también el Buen Dios que todos<br />
los cristianos lleguemos a ser “misioneros<br />
activos”, no meros poseedores de una verdad<br />
que quizá no nos apasiona, que tal<br />
vez nos deja indiferentes.<br />
✒ Miguel González, C.P.<br />
Revista Pasionario/255
LA GLORIA DE DIOS EN EL ROSTRO DEL CRUCIFICADO<br />
LA “CARNE DE CRISTO”, PALABRA DE DIOS<br />
En el prólogo del cuarto<br />
evangelio, al comienzo de la<br />
primera carta de Juan (1ª<br />
Jn.1,1) y en un pasaje del<br />
Apocalipsis (Ap. 19,13) se<br />
utiliza el concepto de Logos<br />
(Palabra) para referirse a<br />
Jesús. El autor del cuarto<br />
Evangelio utiliza este título<br />
porque le resulta indispensable<br />
para hablar de la relación<br />
que existe entre la<br />
revelación de Dios en la<br />
vida de Jesús y su preexistencia.<br />
Sin embargo, desde<br />
el primer momento, Juan<br />
subraya explícitamente que<br />
no quiere hacer ninguna<br />
especulación sobre la preexistencia<br />
de Cristo; sólo habla<br />
del principio en relación<br />
estrechísima con lo<br />
que dice en su evangelio sobre<br />
la vida y misión de<br />
Cristo. Aquel de quien dice<br />
que estaba ‘en el principio<br />
con Dios’ es el mismo de<br />
quien habla todo el evangelio y cuya vida<br />
‘en la carne’ constituye el centro de toda la<br />
historia de la salvación y la revelación. Este<br />
mismo Jesús, que realizó ‘en la carne’ el<br />
acto decisivo de la revelación, es el que actuaba<br />
en la historia de Israel y es aquel<br />
que, aún después de su muerte, continuará<br />
actuando en el seno de la Iglesia, como afirman<br />
los discursos de despedida.<br />
Juan ha visto en el Cristo encarnado, en<br />
el Hijo del hombre, tal como aparece ‘en la<br />
carne’, el centro en torno al cual se ordenan<br />
todos los acontecimientos salvíficos. A partir<br />
de aquí ha debido plantear necesariamente<br />
la cuestión de su preexistencia:<br />
Aquel que es centro de toda la historia de la<br />
salvación no ha podido surgir de la nada.<br />
Por eso ha destacado más que nadie la participación<br />
del Cristo preexistente en la creación,<br />
aspecto que puede hallarse ya en<br />
otros escritos del nuevo testamento. Dentro<br />
de la revelación de Dios se integra tanto la<br />
creación como la redención que realizó el<br />
Cristo encarnado. No hay que perder de vista<br />
que el Evangelio de Juan empieza con<br />
las mismas palabras que el primer libro del<br />
antiguo testamento. Tanto el Génesis como<br />
el Cuarto Evangelio empiezan así: “En el<br />
principio creó Dios los cielos y la tierra”,<br />
Juan por su parte comienza: “En el principio<br />
existía la Palabra… todas las cosas fue-<br />
Revista Pasionario/256<br />
ron creadas por ella.”. Juan<br />
ofrece de esa forma un nuevo<br />
Génesis, pero presentado<br />
a la luz del mediador de<br />
la redención.<br />
EL CONCEPTO<br />
DE “LOGOS”<br />
(PALABRA)<br />
Este concepto, Logos, estaba<br />
muy extendido en<br />
tiempo del cristianismo naciente<br />
pues pertenecía al<br />
helenismo y al judaísmo.<br />
Es importante percibir, al<br />
menos someramente, estas<br />
influencias y la novedad<br />
que supone el uso cristiano<br />
del mismo.<br />
La noción de Logos se<br />
hallaba muy extendida en<br />
el pensamiento antiguo, en<br />
ella confluyen ideas filosóficas<br />
y cosmovisiones religiosas.<br />
Lo interesante es percibir<br />
cómo la fe cristiana<br />
transformó la noción del Logos. Juan hizo<br />
que la concepción no cristiana o precristiana<br />
del Logos quedara sometida a la suprema<br />
y única revelación de Dios en Jesús de<br />
Nazaret, dándole así una forma enteramente<br />
nueva.<br />
En el judaísmo contemporáneo al cristianismo<br />
naciente existían dos corrientes interpretativas<br />
referidas al concepto de Logos.<br />
La primera más tardía tendía a la personificación<br />
del Logos; la segunda, más antigua,<br />
se refería a la Palabra de Dios como<br />
expresión de su ser en acción. En ambas<br />
predomina la idea de la revelación. Y para<br />
referirse a ella las dos corrientes utilizan la<br />
palabra Logos.<br />
En el Antiguo Testamento hay una serie<br />
de pasajes donde la palabra de Dios, si no<br />
se encuentra personificada, se considera, al<br />
menos como una entidad independiente,<br />
convirtiéndose en objeto de reflexión teológica,<br />
a causa de su enorme potencial de acción.<br />
Estos pasajes se encuentran vinculados<br />
sobre todo con la historia de la creación<br />
en la que todo sucede por orden de la palabra<br />
pronunciada por Dios. Es la palabra potente<br />
que realiza aquello que ordena: “Sea<br />
la luz y la luz fue hecha” (Gén.1,2). Se afirma<br />
así que toda la acción creadora de Dios<br />
se efectúa a través de su Palabra; ésta es<br />
Dios mismo cuando se comunica al mundo
(cf. Salmo, 33,6;107, 20; 147,15; Is.55,10;<br />
Sab.18,15). También irá apareciendo la idea<br />
de Sabiduría unida a la de Palabra y a la de<br />
razón o Ley Universal.<br />
LA IDEA DE “LOGOS”<br />
APLICADA A JESÚS<br />
Este título pone de relieve un aspecto importante<br />
de la cristología de los primeros<br />
cristianos: vincula, dentro de la historia de<br />
la revelación, al Cristo encarnado con el<br />
preexistente; por otro lado destaca la relación<br />
entre Cristo y Dios, en la perspectiva<br />
del nuevo testamento.<br />
La identificación del Logos con Jesús sólo<br />
ha podido producirse después de su muerte.<br />
Esta atribución es fruto de una reflexión teológica,<br />
aunque presuponga también la experiencia<br />
litúrgica de la soberanía de Cristo.<br />
La “palabra” de Jesús, es decir, la palabra<br />
que él ha anunciado, desempeña en todo el<br />
evangelio de Juan un papel tan importante<br />
que parece imposible que el evangelista<br />
haya dejado de pensar en esta ‘palabra’<br />
cuando en el prólogo identifica al Logos con<br />
Jesús. Esta suposición cobra aún más fuerza<br />
si tenemos en cuenta esta certeza primordial<br />
del evangelio de Juan: Jesús no se<br />
limita a traer la revelación sino que él mismo<br />
es la revelación. El trae la luz y es, al<br />
mismo tiempo, la Luz; trae la vida y es la<br />
Vida; anuncia la Verdad y es la Verdad. Po-<br />
demos decirlo de otro modo: Jesús aporta<br />
luz, vida y verdad porque él mismo es la<br />
Luz, la Vida y la Verdad. Lo mismo sucede<br />
en relación al Logos: trae la palabra, porque<br />
él mismo es la Palabra.<br />
El término logos significa en el Nuevo<br />
Testamento, además de la simple palabra<br />
concreta percibida por el oído (cf. Jn.2,22)<br />
tiene un sentido teológico: La palabra que<br />
Jesús proclama es al mismo tiempo la revelación<br />
eterna de Dios y exige no sólo un<br />
oído exterior bien atento, sino la comprensión<br />
de la fe. Este último sentido de logos<br />
está presente allí donde se habla de ‘permanecer<br />
en la palabra’ (8,31), ‘guardar la<br />
palabra’ (8,51). Se traza una línea directa<br />
que lleva de la palabra proclamada, que tiene<br />
ya un contenido teológico, al Logos encarnado<br />
en Jesús. La intención más profunda<br />
del Evangelio consiste precisamente en<br />
mostrar que la vida humana de Jesús en su<br />
conjunto constituye el centro de la revelación<br />
de la verdad divina.<br />
LA PALABRA DE DIOS<br />
EN LAS PALABRAS<br />
Y EXISTENCIA DE JESÚS<br />
La palabra de Dios, que se identifica con<br />
el Logos predicado por Jesús, es la verdad<br />
(Jn.17,17); pues bien, Jesús mismo es la<br />
verdad en persona (14,6). La designación de<br />
Jesús como Logos se deriva, por tanto, directamente<br />
del empleo ordinario de palabra<br />
en el cuarto evangelio. Juan ha sido también<br />
quien más ha destacado el sentido absoluto<br />
de la palabra como revelación, aunque<br />
esta acepción se encuentra en todos los<br />
libros del Nuevo Testamento. Los primeros<br />
versículos de la carta a los Hebreos señalan<br />
la diferencia cualitativa del hablar de los<br />
profetas y del hablar de Jesús (Hb.1,1-3).<br />
En ambos textos se traza una línea continua<br />
que va de la manera en que Dios habla<br />
en el AT a la revelación por excelencia que<br />
es el Hijo, a quien descubrimos como reflejo<br />
de la gloria divina. En esta línea hay un eslabón<br />
intermedio: El uso del término ‘logos’<br />
para designar el anuncio definitivo de la<br />
salvación.<br />
El evangelista ha establecido esa identificación<br />
entre la ‘palabra’ de Dios y el Hijo<br />
al comienzo de su obra mostrando que se<br />
trata de un prólogo a una vida de Jesús,<br />
vida que constituye el punto de partida de<br />
toda la reflexión cristológica posterior. En<br />
esta vida, la revelación de Dios se manifiesta<br />
no sólo en las palabras que Jesús pronuncia<br />
sino también en las obras que realiza.<br />
Jesús mismo es lo que él hace. Conforme<br />
al uso hebreo , las palabras pueden significar<br />
también la historia. Desde ese fondo se<br />
Revista Pasionario/257
entiende que podamos<br />
identificar la historia<br />
(vida) de Jesús con Jesús<br />
como Palabra. Esta palabra<br />
se manifiesta como<br />
acción divina. Por eso es<br />
normal que, al hablar de<br />
la palabra de Dios en Jesús,<br />
se establezca una relación<br />
con su palabra creadora,<br />
aquella por medio<br />
de la cual Dios se reveló<br />
‘en el principio’.<br />
Su argumentación es la<br />
siguiente: Si la palabra de<br />
Dios que ha llamado al<br />
mundo a la vida es la misma<br />
que se dirige a nosotros<br />
en la vida de Jesús,<br />
la identificación de Jesús<br />
con el Logos surge de una<br />
forma espontánea. Las<br />
afirmaciones joánicas relativas al Logos son<br />
fruto de una reflexión teológica profunda<br />
sobre la vida de Jesús, considerada como revelación<br />
central de Dios. Junto con las especulaciones<br />
bíblicas y filosóficas ha sido la<br />
vida concreta de Jesús la que ha dado a la<br />
idea de Logos un sentido radicalmente nuevo.<br />
Cuando el Evangelista habla del Logos<br />
piensa automáticamente en Jesús de Nazaret<br />
en cuanto Palabra encarnada, en la Palabra<br />
hecha carne, y piensa que esta vida<br />
humana de Jesús es la revelación definitiva<br />
de Dios para el mundo. Ésta es una idea absolutamente<br />
inconcebible fuera del cristianismo,<br />
aunque haya autores no cristianos<br />
que a veces digan sobre el Logos cosas que<br />
parecen sonar de forma semejante. Se trata<br />
de un logos que se hace carne y que, justamente<br />
por esta razón, es el Logos. El Evangelista<br />
sostiene que los griegos hablaban<br />
del Logos sin conocerle porque desconocían<br />
al Logos hecho carne; pero desde un punto<br />
de vista puramente formal, lo que ellos enseñaban<br />
sobre el Logos era exacto. Donde<br />
los paganos enseñaban una verdad, ha visto<br />
Juan a Cristo, al mismo Cristo que, en<br />
un momento determinado de la historia, se<br />
ha hecho hombre.<br />
Juan 1,14 es el centro del relato: “El Verbo<br />
se hizo carne”. En todo momento se está<br />
pensando en la función de este Logos, en su<br />
acción. El testimonio último de su evangelio,<br />
la afirmación de Tomás, ¡Señor mío y<br />
Dios mío!, cierra el recorrido entero del<br />
Evangelio que había comenzado en Jn.1,1<br />
hablando del Logos como Dios.<br />
En el mismo prologo el evangelista utiliza<br />
dos expresiones: Por un lado decimos que<br />
‘es’ Dios; pero, al mismo tiempo, debemos<br />
añadir que ‘estaba’ con Dios. Según eso,<br />
Revista Pasionario/258<br />
Dios y el Logos no son dos<br />
seres separados; pero<br />
tampoco son lisa y llanamente<br />
idénticos.<br />
La reflexión juánica sobre<br />
el Logos identifica<br />
creación y redención. Se<br />
descubre a Dios revelándose,<br />
comunicándose a sí<br />
mismo. El mismo Logos<br />
que aparece en la carne<br />
como mediador humano<br />
es el que había aparecido<br />
antes como mediador de<br />
la creación. Precisamente<br />
por atreverse a descubrir<br />
en una vida humana particular<br />
la revelación central<br />
de Dios, el evangelio<br />
de Juan muestra que ha<br />
tomado radicalmente en<br />
serio el hecho de que toda<br />
revelación, desde el comienzo, es una obra<br />
de Dios en Cristo. La reflexión teológica sobre<br />
la revelación en Jesús lleva aquí a la<br />
convicción de que Jesucristo ha sido Dios<br />
desde el comienzo: es Dios en cuanto que se<br />
revela al mundo. Si Dios se ha revelado en<br />
la vida de Jesús de manera que se ha hecho<br />
patente en él la plenitud de su gloria<br />
divina (Jn.1,14 ss), entonces Jesús ha debido<br />
aparecer como la revelación de Dios<br />
para los hombres. Esto significa que Jesús<br />
es Dios, es decir, es Dios revelándose a si<br />
mismo. Por eso, Jesús está con Dios desde<br />
el principio, de manera que siempre que<br />
pensamos en Dios debemos pensar igualmente<br />
en Cristo. Con la idea de Logos se<br />
destaca la noción de la revelación en cuanto<br />
tal: La misma gloria divina, cuya manifestación<br />
se hallaba previamente vinculada<br />
al santuario de Betel (Jn.1, 51) y al templo<br />
de Jerusalén (Jn.4,21), se ha hecho visible<br />
en la persona de Jesús, un ser humano (cf.<br />
Jn.1,14).<br />
El título de Logos brota de la certeza de<br />
que la vida de Jesús es el centro de toda la<br />
revelación de Dios. Esto significa que Jesús<br />
es, en su propia persona, aquello que predica<br />
y enseña. En esta certeza se apoya<br />
una reflexión teológica sobre el origen de<br />
toda revelación, a partir del relato del Génesis<br />
que narra la creación por la Palabra.<br />
De esta reflexión brotará también un universalismo<br />
propiamente cristiano. Ante el<br />
rostro y las llagas de la Carne Vivificada<br />
del Logos de Dios, Tomás y todo<br />
el IV Evangelio proclama: ¡Señor<br />
mío y Dios mío!<br />
✒ José Luis Quintero<br />
Sánchez, C.P.
CALENDARIO CRISTIANO<br />
EL ROSARIO Y EL PILAR<br />
(7 Y 12 DE OCTUBRE)<br />
La rosa encendida, cautiva por el color<br />
y el aroma. Color de fuego al vivo, o<br />
de aurora boreal encendida. Su aroma<br />
embriagador, inexplicable, es regalo<br />
constante de una naturaleza congraciada.<br />
Y El Pilar, ¿qué sería? El Pilar es...<br />
robustez, firmeza, altura.<br />
Uno y otra, el Pilar y la Rosa, son<br />
evocados en esa plegaria mariana, popular,<br />
sencilla y amplia, sagrada para<br />
los creyentes: EL ROSARIO, en referencia<br />
a María. Ella, la Virgen, es color<br />
vivo de rosa multicolor, de amor entregado,<br />
de perfume que se expande...<br />
Ella, es también Pilar, firmeza en la fe,<br />
una fe robusta que contagia y fortalece<br />
a cuantos la participan, al evocar e invocar<br />
a María.<br />
Rezar el rosario cual conviene, no resulta<br />
fácil, pero es gratificante siempre.<br />
Contemplar, evocar e invocar a María<br />
en su vida y sus misterios, pétalos de<br />
rosa insertada en el tronco primero y<br />
fundamental que es Cristo el Señor, no<br />
puede sino producir frutos de bendición.<br />
Quiera Dios que así sea, por el rezo<br />
de tantos rosarios, a favor de cada familia,<br />
de la gran familia humana, y de<br />
esta parcela-familia que se ha llamado,<br />
y quiere seguir llamándose ESPAÑA.<br />
M.G.<br />
Revista Pasionario/259
FAMILIA Y VIDA<br />
FAMILIA: LA GRANDEZA DE SEGUIR<br />
De nuevo nos encontramos ante un comienzo<br />
de curso y de nuevo tenemos que<br />
retomar el camino por donde queremos<br />
seguir.<br />
El año pasado nos situábamos en él<br />
como peregrinos, nos deteníamos en los<br />
riesgos que conllevaba… pero, este año<br />
quiero que nos detengamos ante la diversidad<br />
de caminos que nos presenta la vida.<br />
Si cogemos la Biblia observaremos que,<br />
lo mismo que nosotros, todos los personajes<br />
que en ella se nos brindan tuvieron<br />
que elegir su camino. Por situarnos ante<br />
los más conocidos por nosotros, podemos<br />
verlo en los profetas, en los apóstoles, en<br />
María, en Pablo de Tarso… y, cómo no, en<br />
los Magos; el pasaje dice que “ellos volvieron<br />
por otro camino” y quizá esa esta<br />
la primera lección para nosotros, aprender<br />
a volver “por otro camino” distinto al<br />
que nos ofrece el mundo de hoy.<br />
Por eso será bueno trabajar alguno de<br />
ellos.<br />
ANTE LA DIVERSIDAD<br />
DE CAMINOS<br />
Hoy nos ponemos en pie, porque comienza<br />
una peregrinación que haremos<br />
durante este nuevo curso; ojalá fuese una<br />
peregrinación hasta el interior de nuestro<br />
corazón, ojalá fuese una peregrinación<br />
que nos hiciera reflexionar sobre nuestra<br />
vida familiar para cambiar todas esas cosas<br />
que nos están dañando. Pero:<br />
• ¿Estamos seguros del camino que tenemos<br />
que seguir?<br />
• ¿Cuántos caminos conocemos?<br />
• Si no conocemos la diversidad de caminos:<br />
¿Cómo optar por el que nos parece mejor<br />
para que nuestra familia sea auténtica?<br />
A mí me molesta que no conozcamos<br />
más caminos que el que nos muestran los<br />
medios de comunicación, el ambiente que<br />
vivimos, la sociedad en la que nos movemos.<br />
Me molesta, que no seamos capaces<br />
de alzar la vista y mirar la estrella. Me<br />
molesta, que nos conformemos con lo efímero,<br />
con lo que no tiene consistencia. Me<br />
molesta, que la gente siga al “pelotón”<br />
Revista Pasionario/260<br />
Formarse, para formar.<br />
para no correr riesgos, que no seamos valientes<br />
para saltar cuando reconocemos<br />
que las cosas no son como deberían ser.<br />
Pero claro… reconozco que eso es lo fácil;<br />
lo difícil está en elegir, en que sea uno<br />
mismo el que tenga que optar ante una<br />
amplia gama de senderos y elegir, poseyendo<br />
una gran libertad para recorrerlos.<br />
Empezaré mostrando algunos:<br />
Tenemos caminos fáciles:<br />
• El de la indiferencia.<br />
A mí todo me da igual, yo soy muy<br />
mío; con tal de que no me compli-
quen demasiado la vida, cada uno<br />
que haga lo que quiera.<br />
• Otro camino fácil es el de la improvisación.<br />
¡Qué me van a decir a mí! ¡Con los<br />
años que llevo casado! Tengo recursos<br />
para lo que me echen. Cuando<br />
llegue el momento ya improvisaré.<br />
Nunca he necesitado “listillos” que<br />
me dieran sus razones. Yo soy una<br />
buena persona. Tengo “mi Dios, mi<br />
fe” y soy mejor que muchos de los<br />
que se tienen por “santurrones”.<br />
Hay caminos más costosos:<br />
• El de la información.<br />
Somos conscientes de que tenemos<br />
una responsabilidad, de que no<br />
lo sabemos todo y que necesitamos<br />
estar informados para dar a los demás<br />
lo mejor de nosotros. Sabemos<br />
que este momento es crucial y que<br />
tenemos que mostrar caminos nuevos,<br />
dejar lo caduco y buscar otros<br />
modos de mostrar nuestro sacramento,<br />
sin que por ello pierda todo lo<br />
que encierra de grandeza y veracidad.<br />
• El de la formación.<br />
Es necesario caer en la cuenta de<br />
que no basta con estar informado,<br />
tenemos que estar bien formados;<br />
porque, nuestra obligación, es preparar<br />
la tarea abiertos a las exigencias<br />
de los demás, respondiendo a ellas<br />
desde la verdad; y eso no se improvi-<br />
La familia, abriendo siempre caminos de futuro.<br />
sa, eso hay que prepararlo, hay que<br />
trabajarlo y es necesario buscar un<br />
grupo específico y serio, en el que vivir<br />
esa formación.<br />
• El de la preparación.<br />
Es curioso que todo el mundo<br />
sepa, de repente, ser esposos, ser padres,<br />
ser familia… ¿Quién se pondría<br />
en manos de un profesional, que<br />
de repente exhibiese un diploma?<br />
Pues eso se hace para recibir el sacramento<br />
del matrimonio, escuchar<br />
unas escasas charlas y buscar toda<br />
la clase de “enchufes” para librarse<br />
de ellas.<br />
• El de la vivencia.<br />
Lo que de verdad marca es la vivencia.<br />
Todos, hasta los más pequeños,<br />
notan si vivimos lo que decimos o<br />
lo contamos como si fuera un cuento.<br />
Si en lugar de trasmitir lo que vivimos,<br />
decimos lo que hemos oído,<br />
todo estará distorsionado.<br />
Por eso vamos a empezar haciendo<br />
vida todo lo grande que hay en nuestro<br />
interior, ofreciéndolo a los que de verdad<br />
amamos y, tanto nuestra familia como<br />
todo nuestro entorno lo agradecerá.<br />
Creo que para empezar tenemos materia<br />
suficiente. ¡Trabajadlo! Todo en la<br />
vida tiene la recompensa del trabajo<br />
bien hecho y estoy segura de que los resultados<br />
serán sorprendentes.<br />
✒ Julia Merodio<br />
jmatance@hotmail.com<br />
Revista Pasionario/261
PALABRA Y VIDA<br />
Qué maestro tan sincero, Jesús<br />
Domingo 27 del Tiempo Ordinario<br />
Mc 10, 2-16 - 4/10/09<br />
Habla Jesús sobre el Matrimonio<br />
En los tiempos que corremos, tampoco<br />
las palabras de Jesús sobre el matrimonio<br />
son políticamente correctas. Pero<br />
a él le interesa más lo que Dios quiere<br />
que lo que puedan pensar los hombres.<br />
En su tiempo todo el mundo admitía la<br />
licitud del divorcio, a Jesús sin embargo<br />
no le importa contradecir a Moisés y<br />
recordar que “al principio Dios los creó<br />
hombre y mujer para que los dos sean<br />
una sola carne”. Ya en tiempos de Moisés,<br />
se da la espalda a la voluntad primera<br />
de Dios y se recurre a una ley<br />
“más llevadera”. ¿Y qué pasa? Que hoy<br />
como entonces, cuando nos desentendemos<br />
de Dios, no nos importa desentendernos<br />
del prójimo a quien prometimos<br />
amor y dedicación de por vida. Con su<br />
intransigencia, Jesús se pone de parte<br />
de Dios, para recordarnos que atentar<br />
contra la indisolubilidad del matrimonio<br />
es atentar contra el plan primero<br />
del Padre. Hoy, Jesús nos invita a dejar<br />
que Dios sea Dios también en la intimidad<br />
matrimonial. Es una llamada a<br />
sentirnos queridos por el Padre desde<br />
el principio, haciendo de su voluntad la<br />
norma suprema de nuestros afectos y el<br />
fundamento primero de nuestra fidelidad.<br />
Llénanos, Señor, de ese amor tuyo<br />
siempre fiel.<br />
Domingo 28 del T.O. - 11/10/09<br />
Mc 10, 17-30<br />
Jesús, pobre, nos quiere pobres<br />
También hoy encontramos un tanto<br />
“destemplado” a Jesús. Al joven que<br />
busca “escalar el cielo”, le responde<br />
que no hay razón para llamar bueno<br />
más que a Dios; si conoces los mandamientos,<br />
sabrás qué hacer para entrar<br />
en la vida eterna. A nosotros como al<br />
joven, al que tanto cariño toma Jesús,<br />
nos asusta la absoluta disponibilidad<br />
Revista Pasionario/262<br />
Dios hace posible lo que a nosotros<br />
nos parece imposible.<br />
que pide el Maestro a cuantos quieren<br />
ser discípulos suyos. No quiere como<br />
compañeros de camino a personas que<br />
cultiven otras fidelidades, que no sean<br />
capaces de renunciar a todo aquello<br />
que impida compartir su camino de<br />
entrega incondicional. Sabiendo que<br />
discípulo de Jesús no es quien quiere,<br />
sino quien es querido por él, y no por<br />
ser ya buenos, sino para serlo. Qué lástima,<br />
que el joven bueno pierda esa<br />
gran oportunidad por causa de sus riquezas,<br />
que dé más importancia a los<br />
propios bienes que a seguir al Maestro<br />
bueno de verdad. Sí: para ganar la<br />
gran oportunidad de Jesús hay que retirar<br />
del equipaje cuanto nos ata a lo<br />
que no es él. Difícil lección, la de perder<br />
para ganar. Sólo puede enseñárnosla<br />
él: Dios hace posible lo que nos<br />
parece imposible a nosotros. Pues que
seamos capaces de dejarlo todo por el<br />
Todo de Jesús.<br />
Domingo 29 del T.O. – 18/10/09<br />
Mc 10, 35-45<br />
De camino hacia la Cruz<br />
Se repite de nuevo el estilo de Jesús.<br />
El que viene a darlo Todo, no tiene reparos<br />
en pedirlo todo. Al que quiera<br />
“Seguirle” –recordábamos– se le exigía<br />
no preferir nada antes que a él. Y hoy,<br />
el que quiera ser grande tiene que convertirse<br />
en el servidor de todos. Como<br />
él, que no ha venido para que le sirvan,<br />
sino para servir. Este evangelio no deja<br />
bien parados ni a Santiago ni a Juan,<br />
por exigir los primeros puestos, ni a los<br />
demás compañeros, que se indignan<br />
contra ellos por ambicionar los mismos<br />
honores. Ni unos ni otros entienden a<br />
Buscar en Jesús la luz<br />
que sólo puede darnos él.<br />
Jesús, despojado del rango que tenía<br />
junto al Padre, para servir y hacerse esclavo<br />
de todos. Mientras el Maestro<br />
piensa en despojarse de todo, hasta dar<br />
la vida, ellos sueñan en escalar los primeros<br />
puestos. Definitivamente, sus caminos<br />
no son nuestros caminos: a los<br />
que piden privilegios les propone el honor<br />
de sufrir una muerte como la suya;<br />
y a los demás, el servicio al hermano<br />
como la mejor senda para ser discípulos<br />
suyos. Es decir, que Cristo sigue esperando<br />
del cristiano lo que antes vive él:<br />
la entrega de la vida por amor. Llévanos,<br />
Señor, por tu camino.<br />
Domingo 30 del T.O. – 25/10/09<br />
Mc 10, 46-52<br />
Atrevernos a pedir lo imposible<br />
Es lo que hace el ciego Bartimeo con<br />
Jesús. Qué suerte, que éste se cruce con<br />
él en su camino hacia Jerusalén, donde<br />
va a entregar la propia vida. La noticia<br />
de que pasa Jesús, remueve la vida del<br />
hijo de Timeo; se le despierta la fe, y<br />
grita, y pide lo imposible: Maestro, que<br />
pueda ver. Y, contra el parecer del numeroso<br />
grupo de “videntes” que acompaña<br />
a Jesús, suelta el manto, da un<br />
salto, se le acerca, suplica su curación,<br />
recupera la vista y empieza a seguir a<br />
Jesús: a entregar su vida a Quien le ha<br />
llenado de luz. Es para envidiar la confianza<br />
y valentía del mendigo, que un<br />
día deja de pedir pequeñas limosnas<br />
–para seguir sin luz– y se atreve a pedir<br />
el milagro que necesita: la curación<br />
definitiva. La confianza en Jesús le salva<br />
de su pobreza y de su ceguera. Nuestra<br />
falta de fe es, sin duda, nuestra mayor<br />
ceguera: no sentir la necesidad de<br />
ser curados. Rodeados de ciegos, no acabamos<br />
de confiar y buscar en Jesús la<br />
luz que nos falta, y que sólo puede darnos<br />
él. Como el mendigo ciego de Jericó,<br />
hay que gritarle lo mucho que le necesitamos.<br />
Da luz, Señor a nuestros ojos,<br />
para ver, mirar y contemplar<br />
como Tú, y seguirte, como Timeo,<br />
por el camino.<br />
✒ Antonio San Juan<br />
Revista Pasionario/263
AÑO SACERDOTAL<br />
El santo cura de Ars y S. Pablo de la Cruz<br />
“Sin el sacerdote la muerte y la pasión de nuestro Señor no servirían de nada.<br />
El sacerdote continúa la obra de la redención sobre la tierra... ¿De qué nos serviría<br />
una casa llena de oro si no hubiera nadie que nos abriera la puerta? El sacerdote<br />
tiene la llave de los tesoros del cielo: él es quien abre la puerta; es el<br />
administrador del buen Dios”; el administrador de sus bienes... Dejad una parroquia<br />
veinte años sin sacerdote y adorarán a las bestias... El sacerdote no es<br />
sacerdote para sí mismo, sino para vosotros” (Sto. Cura de Ars).<br />
DOS GRANDES SANTOS<br />
En este mes de octubre del año sacerdotal,<br />
junto al Santo Cura de Ars, se nos<br />
ofrece otro gran intercesor y modelo de<br />
santidad: S. PABLO DE LA CRUZ<br />
–cuya fiesta solemne celebramos el día 19<br />
de octubre.<br />
Sus vidas transcurrieron en siglos distintos,<br />
Pablo de la Cruz: gran misionero y<br />
director espiritual del s. XVIII, y Juan Mª<br />
Vianney: párroco en el s. XIX en la pequeña<br />
aldea de Ars, pero los dos tienen<br />
una altísima consideración del sacerdocio.<br />
De ambos se puede decir, con el Sto.<br />
Padre Benedicto XVI, “se sobrecogían por<br />
el inmenso sentido de responsabilidad<br />
que sen-tían sobre sí”.<br />
Cuando S. Juan Mª Vianney llegó a la<br />
pequeña aldea de Ars, ésta era considerada<br />
como un agujero perdido,<br />
una parroquia sin aliciente alguno,<br />
con pocos habitantes y sin apenas<br />
práctica religiosa. A Juan Mª no<br />
le importaba. No tenía grandes<br />
pretensiones en su ministerio.<br />
Eso sí, comenzó a rezar al Señor:<br />
“Dios mío, concédeme la conversión<br />
de mi parroquia; acepto sufrir<br />
todo lo que quieras durante<br />
toda mi vida”.<br />
El Señor le concedió y con<br />
creces lo que deseaba, pero<br />
también le concedió una vida<br />
de sacrificio y sufrimiento<br />
como había pedido.<br />
Revista Pasionario/264<br />
También S. Pablo de la Cruz nos dice:<br />
“¡Oh, si supiera las contrariedades que<br />
experimenté yo antes de abrazar<br />
esta vida que llevo! Los espantos<br />
grandes que me infundía<br />
el demonio, la compasión<br />
hacia mis parientes, a los<br />
que dejaba en grandes apuros...<br />
Jamás podré explicar<br />
estos grandes combates”<br />
(Cartas). Y, en el diario, escribe:<br />
“Le decía (al Señor)<br />
que me aceptase por el mínimo<br />
de sus siervos, y me<br />
parecía ser idignísimo<br />
(como lo soy en efecto)<br />
de estar en<br />
su servicio”<br />
(7-Dic.).
EN LA CRUZ<br />
Uno de los grandes sufrimientos<br />
del santo cura era una fuerte tentación<br />
de indignidad, de no sentirse capaz<br />
de su ministerio; la tentación le<br />
agitaba interiormente y pensó e intentó<br />
muchas veces abandonar las<br />
responsabilidades del ministerio parroquial.<br />
En una de sus huidas durante la<br />
noche, se puso de rodillas y apoyó la<br />
frente sobre la piedra. El silencio le<br />
invadió y pudo escuchar la voz del<br />
Señor en su alma:<br />
–¿A dónde vas, Juan María?<br />
–A buscaros en la soledad, Señor. Os<br />
ruego que me dejéis ir.<br />
(Y oyó que le respondía el Señor):<br />
–No me busques en la soledad, sino en<br />
las almas que mi misericordia conduce<br />
hasta ti. Una sola alma pesa más que todas<br />
las oraciones que podrías hacer en la<br />
soledad. Vuelve. Entra en tu Iglesia. Las<br />
almas heridas esperan allí al buen Samaritano.<br />
Entonces el cura de Ars se levantó y<br />
rehizo el camino que había andado. Se<br />
arrodilló ante el Sagrario y dio gracias a<br />
Dios por la luz que le había dado en la oscuridad<br />
de la noche. Y así permaneció ya<br />
siempre en su puesto, entregado a su vocación<br />
y misión.<br />
S. Pablo de la Cruz, por su parte, se<br />
consideraba pobre-nada-pecador, abismo<br />
de miseria y cloaca de inmundicia. Incluso<br />
se veía un impedimento o bloqueo para<br />
que la Congregación por él fundada, se<br />
consolidase en número y santidad. Pablo,<br />
con este profundo conocimiento de sí mismo<br />
se fue configurando, a lo largo de su<br />
vida, con Cristo Crucificado, tomando<br />
parte en sus sufrimientos, cargando con<br />
el dolor por el pecado del mundo. De este<br />
modo encarnó el Carisma que nos ha<br />
transmitido y puede ser propuesto como<br />
modelo de santidad no sólo para nosotros<br />
–sus hijos e hijas– sino para todo sacerdote<br />
en este año jubilar. En él encontramos<br />
un hombre de Dios, de profunda oración,<br />
con gran espíritu de sacrificio, fidelidad<br />
a la Gracia y maestro de espiritualidad<br />
en el camino de identificación con el<br />
Crucificado.<br />
OREMOS<br />
Pidamos al Sto. Cura de Ars y a S. Pablo<br />
de la Cruz que ayuden a todos los sacerdotes<br />
que sufren en sus tareas apostólicas,<br />
a los que sienten la tentación de<br />
abandonar su ministerio, y a los que no<br />
reciben agradecimiento ni ven el fruto de<br />
sus trabajos. Que el Señor ilumine sus almas,<br />
como en aquella noche iluminó el corazón<br />
del Santo Cura de Ars, y se sientan<br />
felices de ser sacerdotes de Cristo y entregar<br />
su vida por su pueblo a ejemplo de<br />
S. Pablo de la Cruz.<br />
✒ Sor Cati de la Trinidad, C.P.<br />
Estimado suscriptor,<br />
¿Está usted al día en el pago de su Revista?<br />
¡Muchas gracias!<br />
Revista Pasionario/265
UN REGALO DE MARÍA<br />
A LA IGLESIA DE JESÚS<br />
El día 7 de octubre celebramos en toda la<br />
Iglesia, con alegría y con devoción sentida,<br />
la fiesta del Santísimo Rosario. Es una fiesta<br />
de “Acción de gracias”, porque la Madre<br />
de Dios ha puesto en nuestras manos el<br />
Santo Rosario como valuarte de seguridad y<br />
defensa inexpugnable, contra todos los enemigos<br />
de la Iglesia y de las almas.<br />
El Papa San Pío V vió a la Virgen del Rosario<br />
que conseguía la victoria de Lepanto,<br />
contra los turcos, al almirante D. Juan de<br />
Austria, el día 7 de octubre de 1571, y , agradecido,<br />
instituyó su fiesta a celebrar todos<br />
los años en la Iglesia universal, el día 7 de<br />
octubre, e institucionalizó el rezo del<br />
Santo Rosario, en la Bula Pontifica<br />
“Consueverunt Romani<br />
Pontifices”, enriqueciendo<br />
su rezo con singulares indulgencias<br />
y gracias, y<br />
presentándolo como<br />
arma eficacísima en<br />
defensa de la fe cristiana<br />
y como remedio<br />
indiscutible para<br />
cuantos males acechan<br />
a la Iglesia en<br />
todo lugar y tiempo.<br />
La misma Virgen<br />
le había pedido a<br />
Santo Domingo de<br />
Guzmán en el año<br />
1214, el rezo de Santo<br />
Rosario que ella<br />
misma puso en sus<br />
manos, para que la Iglesia<br />
se viese libre de la<br />
herejía de los albigenses<br />
que tanto daño estaba causando<br />
en Francia.<br />
Siglos más tarde, también la<br />
Virgen de Lourdes, le pide a <strong>Santa</strong><br />
Bernardita de Subirous, en el año 1858, el<br />
rezo de Santo Rosario, como remedio a los<br />
muchos males que estaban amenazando a<br />
la Iglesia, y lo mismo hace, años más tarde,<br />
la Virgen de Fátima, pidiéndoles a los tres<br />
pastorcitos, Lucía, Francisco y Jacinta, que<br />
recen el Santo Rosario, para que el mundo<br />
se vea libre de los tremendos castigos que<br />
están a punto de sobrevenirle.<br />
Revista Pasionario/266<br />
EL SANTO ROSARIO<br />
La devoción al rezo del Ave María había<br />
ido surgiendo entre los fieles de una manera<br />
espontánea por el deseo de honrar a la<br />
madre de Jesús con los elogios más sobresalientes<br />
que se encuentran en el Evangelio,<br />
y que son las palabras con que la saludó<br />
el Ángel San Gabriel, al anunciarle el<br />
gran misterio de la Encarnación: “Dios te<br />
salve, María, llena de gracia, el Señor está<br />
contigo”, Lc. 1, 28. y la respuesta de su prima<br />
Isabel, cuando María fue a visitarla a<br />
su propia casa: “Bendita tú entre las mujeres,<br />
y bendito el fruto de tu vientre”, Lc.<br />
1,42.<br />
Así surgió la primera parte del Ave María<br />
que repetida hasta 150 veces, se la quiso<br />
mirar como el Salterio de María, y con<br />
cuyas cuentas engarzadas a modo<br />
de collar, surgió la llamada Corona<br />
de la Virgen, o también<br />
Rosario.<br />
Este fue, al parecer, el<br />
rosario que la Virgen le<br />
ofreció a Santo Domingo<br />
de Guzmán, ya que<br />
la segunda parte,<br />
“<strong>Santa</strong> María, Madre<br />
de Dios, ruega por<br />
nosotros pecadores,<br />
ahora y en la hora<br />
de nuestra muerte”,<br />
con el nombre de<br />
“Jesús”, se añadieron<br />
más tarde en el<br />
siglo XV.<br />
La composición de<br />
los 15 misterios, gozosos,<br />
dolorosos y gloriosos,<br />
con 10 Ave Marías,<br />
un Padre Nuestro y Gloria,<br />
para cada una de ellos,<br />
se atribuye a los Dominicos<br />
y de una manera muy significativa<br />
al Beato Olano de la Roche,<br />
distinguido apóstol y celoso defensor<br />
del Rosario.<br />
Así se ha venido rezando en la Iglesia,<br />
desde el siglo XV. El día 16 de octubre del<br />
año 2002, el papa Juan Pablo II, publicó la<br />
“Carta Pastoral sobre el Rosario”, en la<br />
que incluye los cinco nuevos misterios llamados<br />
Misterios Luminosos en los que<br />
contemplamos la vida pública, los milagros<br />
y las enseñanzas de Jesús.
LA IGLESIA CANTA<br />
LAS EXCELENCIAS<br />
DE ESTA DEVOCIÓN AL ROSARIO<br />
La Iglesia nos recomienda y pide a todos<br />
los fieles la práctica de esta devoción como<br />
la más importante de cuantas podemos<br />
ofrecer a la madre de Jesús; porque nos<br />
ayuda a vivir y comprender mejor la vida y<br />
las enseñanzas de Jesús con su Pasión,<br />
muerte y Resurrección gloriosa, junto con<br />
María, su Madre, a quien contemplamos en<br />
todo momento junto a El y a quien terminamos<br />
celebrándola, Asunta al cielo y Coronada<br />
como Reina de los ángeles y de los<br />
hombres y de todo cuanto existe.<br />
Con el rezo del Santo Rosario se hace<br />
presente en la vida del hombre, a través de<br />
María y con María, todo el Misterio de la<br />
Salvación, y encontramos en Ella La Madre<br />
buena que nos guía a buscar en Jesús la<br />
respuesta nuestros problemas personales y<br />
a cuantos afligen a la humanidad entera.<br />
Con el Rosario en la mano, hacemos a Jesús<br />
y a María nuestros compañeros de viaje y<br />
testigos de nuestra existencia.<br />
El Papa León XIII, nos dice en su Bula<br />
“Supremi Apostolatus Officio” de 1883:<br />
“Entre las diversas maneras de rezar no<br />
hay otra más excelente que el Rosario. Concentra<br />
en sí todo el culto que se debe a María<br />
y es remedio de todos los males y raiz de<br />
toda clase de bienes”.<br />
El Papa San Pío X añade que, “De todas las<br />
oraciones, la mas bella y la más rica en gracias,<br />
y las más grata a María, es el Rosario”.<br />
Pablo VI en la “Marialis Cultus”, afirma<br />
que “El Rosario es una síntesis de”<br />
Evangelio, una meditación de los Misterios<br />
del Señor, un himno de alabanza y un maravilloso<br />
compendio de la vida cristiana”.<br />
Juan Pablo II nos dice de sí mismo: “El<br />
Rosario es mi devoción preferida” y Juan<br />
XXIII testifica que lo rezaba todos los días<br />
con fruición y que le rezaba todo entero,<br />
cuando sus ocupaciones se lo permitían.<br />
Nuestro Santo Padre y Fundador, San<br />
Pablo de la Cruz le decía a su enfermero<br />
que le aconsejaba que no se fatigase con su<br />
rezo: “Cuando no pueda rezarlo con los labios,<br />
lo seguiré rezando con el corazón”.<br />
SU MÍSTICA Y ESPIRITUALIDAD<br />
ESPECIFICA<br />
El Rosario es la oración que te lleva como<br />
de la mano a gozar de la presencia de Jesús<br />
y de María con la contemplación de los Misterios,<br />
con María y desde María que los vive<br />
muy dentro de su corazón.<br />
El Rosario hace sentir la realidad de los<br />
misterios que se contemplan y tiende a<br />
identificarnos con ellos, produciendo en<br />
cuantos lo rezan con devoción la impresión<br />
de que Jesús y María están con ellos.<br />
Con el Rosario en la mano, nunca te sentirás<br />
solo y abrigarás la certeza de contar<br />
siempre y en todo con María como guía en<br />
tu camino y como armazón inexpugnable<br />
contra las fuerzas del maligno.<br />
El Rosario es todo un signo de las grandes<br />
maravillas que Dios ha realizado, por<br />
medio de su Hijo, en favor de su Madre María,<br />
y de todo cuanto sirviéndose<br />
de Ella, quiere y está dispuesto<br />
a realizar en favor nuestro.<br />
✒ Eutiquio, C.P.<br />
Revista Pasionario/267
Revista Pasionario/268<br />
<strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, ¿misionera?<br />
Antes de un sí rotundo, otra pregunta<br />
al respecto:<br />
Teresita del Niño Jesús, carmelita<br />
de clausura, ¿fue ella misionera?<br />
Sí, sí, lo fue, incluso sin moverse de<br />
su monasterio de Lisieux. Y lo fue con<br />
tal intensidad, que ha sido declarada<br />
por la Iglesia “Patrona de las misiones<br />
y de los misioneros”.<br />
<strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, fue también misionera,<br />
sin duda, aún sin llegar a pisar<br />
tierras de misión, sin salir nunca de<br />
Luca, su ciudad. En la vida de <strong>Gema</strong>,<br />
como en la vida de Teresita, el amor<br />
y el celo misioneros fueron lo verdaderamente<br />
importante. <strong>Gema</strong> fue misionera<br />
desde el amor. Hay un texto,<br />
entre otros muchos, de sus escritos,<br />
que es revelador. Escribe así <strong>Gema</strong>:<br />
“Jesús, yo quisiera llegar hasta los<br />
confines del Universo, y gritar a todos:<br />
“Amad, amad siempre a Jesús.<br />
Qué dicha poder amarlo a Él,<br />
que tanto nos amó y nos ama”.<br />
Teresita del Niño Jesús,<br />
escribió: “yo quiero pasar<br />
mi cielo haciendo el bien<br />
en la tierra”. <strong>Gema</strong>, por<br />
especial querer divino,<br />
sigue, también ella, haciendo<br />
el bien en la<br />
tierra. Sus Santuarios,<br />
son testigos privilegiados<br />
de milagros<br />
de todo género,<br />
de sanaciones de alma<br />
y cuerpo. Este<br />
Santuario de Madrid,<br />
lo ha sido, a lo<br />
largo de muchos<br />
años, no solo de<br />
gentes que han recuperado<br />
la salud<br />
corporal sino también<br />
de innume-<br />
rables que han encontrado a Cristo,<br />
recuperando una fe que se había diluido,<br />
la serenidad y la paz del corazón<br />
que se habían perdido. Favores y<br />
bendiciones de todo género, por mediación<br />
de <strong>Gema</strong>, a favor de tantos<br />
necesitados.<br />
Esa es la labor de los misioneros:<br />
ayudar, alentar, señalar caminos. Esa<br />
ha sido, y sigue siendo,<br />
la labor misionera,<br />
tan<br />
providencial,<br />
de <strong>Gema</strong>, en<br />
la Iglesia.<br />
✒ M.G.
ORAR PARA SER<br />
Para hacer frente a múltiples crisis<br />
Intentemos establecer relación entre<br />
“el aborto”, “la crisis moral generalizada”,<br />
“la crisis económica”, y la oración.<br />
El Papa Pío XI, sentenciaba: “Si los<br />
gobernantes no solo no defienden a<br />
esos niños, sino que sus leyes y ordenanzas<br />
los abandonan, o prefieren entregarlos<br />
en manos de médicos o de<br />
otras personas para que los eliminen,<br />
recuerden que Dios es Juez vengador<br />
de la sangre inocente que desde la tierra<br />
clama al cielo”. Se refería el Papa,<br />
es claro, al aborto provocado.<br />
Sobre la “crisis moral”, hoy generalizada,<br />
resulta fácil ya palpar sus consecuencias,<br />
en primer lugar, en las familias,<br />
con los hijos como primeros afectados.<br />
Referente a la “crisis económica”,<br />
urge recapacitar para desvelar las otras<br />
causas, como son: el olvido de Dios, el<br />
pecado, el egoísmo acentuado, el ansia<br />
de aparentar, la indecencia múltiple, la<br />
persistencia en vivir por encima de las<br />
propias posibilidades, y en deuda permanente,<br />
como si nunca hubiera nada<br />
que pagar, hasta que al fin...<br />
Y ante todas estas y otras plagas,<br />
¿qué cabe hacer? ¿Criticar? ¿Lamentarse?<br />
¿preocuparse? ¿Dejarse llevar<br />
por el desaliento? ¿Inculpar a otros,<br />
justificándose uno a sí mismo?<br />
Para el creyente, se impone, por sobre<br />
todo, orar, con oración personal y<br />
compartida, recurriendo también a la<br />
mujer sencilla y fiel que fue la Virgen<br />
María. Es lo que hacían nuestros antepasados,<br />
cuando los problemas los<br />
desbordaban. Siempre encontraban<br />
alivio y consolación en la oración asidua.<br />
Finalmente, colaborar, en la medida<br />
de nuestras fuerzas y de nuestra situación,<br />
teniendo siempre como punto<br />
de referencia el bien común, lejos de<br />
todo particularismo.<br />
✒ Fernando Olgado Retes<br />
Cádiz<br />
LA ORACIÓN SERÁ SIEMPRE<br />
MEDIO EFICAZ, FRENTE<br />
A TODAS LAS CRISIS<br />
Revista Pasionario/269
DE UN “NIÑO ADULTO” A SUS PADRES, AL INICIO DEL NUEVO CURSO<br />
Queridos papá y mamá:<br />
Aunque todavía soy un niño, me he<br />
dado cuenta que hay algunas cosas que<br />
nunca os he dicho y ahora, antes de que<br />
empiece el nuevo curso, creo que puede<br />
ser un buen momento para que nos planteemos<br />
algunos aspectos relativos a mi<br />
educación.<br />
Veréis:<br />
– No justifiquéis todo lo que hago. Si<br />
me enseñáis que mi conducta no tiene<br />
consecuencias, nunca llegaré a<br />
ser un adulto equilibrado y responsable.<br />
A veces hago las cosas mal y<br />
necesito que me ayudéis a reconocerlo.<br />
Os agradezco realmente que me<br />
enseñéis a comer bien, a ser educado,<br />
a ir limpio..., pero no olvidéis enseñarme<br />
a asumir las consecuencias<br />
de mis actos.<br />
– Dejad que me equivoque en aquellos<br />
aspectos en los que yo puedo decidir.<br />
Si siempre tomáis vosotros las decisiones<br />
por mí yo me volveré inseguro,<br />
pues nunca habré tenido experiencias<br />
de éxito.<br />
– Los deberes del colegio son una de<br />
mis responsabilidades. Como padres,<br />
tenéis que ayudarme pero, por favor,<br />
no asumáis esa responsabilidad por<br />
mí.<br />
– Nunca me prometáis nada que no<br />
vayáis a cumplir, ya sea para bien o<br />
Revista Pasionario/270<br />
para mal. Eso me crea inseguridad y<br />
desconcierto.<br />
– Os ruego también qe no accedáis a<br />
todos mis caprichos. Si crezco en la<br />
seguridad de que voy a tener todo lo<br />
que pido, cuando sea mayor no seré<br />
feliz, porque la vida no es así. Ayudadme<br />
a entenderlo.<br />
– Aunque no lo reconozca, necesito que<br />
me digáis cuánto me queréis y necesito<br />
caricias. A veces me da vergüenza<br />
y os llamo pesados, o aparto la<br />
cara cuando me vais a dar un beso<br />
pero, creedme, en el fondo me gusta<br />
y me hace falta para crecer afectivamente.<br />
– Cuando uno de vosotros me castiga<br />
y el otro me perdona, yo me hago<br />
un lío. Así nunca sabré si lo que<br />
hice estaba bien o estaba mal. Además<br />
yo creo que papá y mamá deben<br />
formar un equipo con unas<br />
normas bien claras y definidas,<br />
pero que sean las mismas, por favor.<br />
Yo no quiero que uno sea “el<br />
bueno” y el otro “el malo”, ¿no creéis<br />
que eso no es bueno para mi desarrollo?<br />
– A veces me enfado y me pongo rabioso.<br />
¡No me hagáis demasiado<br />
caso! A lo mejor no lo sabéis, pero<br />
muchas veces lo hago sólo para que<br />
os fijéis en mí. Si no me dedicáis<br />
vuestra atención en esos momentos,<br />
ya no me enfadaré tanto, porque me<br />
daré cuenta de que no sirve para<br />
nada.
Sin embargo, necesito que me digáis<br />
algo bonito cuando hago las cosas<br />
bien, lo que sucede muchas veces<br />
a lo largo del día. Es mejor que<br />
aprovechéis los buenos momentos y<br />
no los malos, para que yo me dé<br />
cuenta de que estáis pendientes de<br />
mí.<br />
– No me obliguéis a tomar decisiones<br />
para las que no estoy preparado,<br />
pero ayudadme a aprender a elegir<br />
en aquellos aspectos en los que ya<br />
soy capaz de hacerlo.<br />
– Dejad que haga yo solo todo aquello<br />
que ya he aprendido a hacer. Realmente<br />
no me estáis ayudando cuando<br />
me atáis los cordones, me hacéis<br />
los deberes, me ducháis, me disculpáis<br />
ante un profesor o, como se dice<br />
coloquialmente, “me sacáis las castañas<br />
del fuego”, si es que yo ya<br />
puedo hacerlo por mí mismo.<br />
– Enseñadme a entender que cuando<br />
me negáis algo lo hacéis desde la<br />
protección. Que nuestras diferencias<br />
no se conviertan en una lucha por el<br />
poder. Ser padres implica proteger a<br />
los hijos y, desde ahí, es desde donde<br />
quiero entender vuestras negativas.<br />
– Y, sobre todo, no seáis mis amigos;<br />
sed mis padres. Amigos ya tengo<br />
muchos, pero padres sólo<br />
os tengo a vosotros. ¡Que<br />
no se os olvide!<br />
✒ Ana Estañ Bistuer<br />
Revista Pasionario/271
“CARIDAD EN LA VERDAD”<br />
LA ÚLTIMA ENCÍCLICA DEL PAPA BENEDICTO<br />
El 25 de junio pasado, el Papa Benedicto<br />
XVI promulgaba su Carta Encíclica<br />
“Caridad en la Verdad”. Una Encíclica<br />
con contenidos difíciles de abarcar, por<br />
afrontar riesgos y desafíos graves, en el<br />
contexto de una crisis económica mundial<br />
que sigue afectando en profundidad, sobre<br />
todo a las clases medias y asalariadas.<br />
El solemne documento papal, proclama<br />
verdades fundamentales que no suelen<br />
tener muy en cuenta otros líderes y<br />
otras instituciones, al afrontar temas y<br />
problemas similares: la verdad, la caridad<br />
y la justicia.<br />
PRINCIPIOS CLAVES,<br />
PRINCIPIOS CLAROS<br />
No es, por cierto, la primera vez que los<br />
Papas afrontan aquellos temas desde<br />
perspectivas de Evangelio... Haciendo referencia<br />
a los de tiempos un tanto recientes,<br />
señalo las siguientes Encíclicas: León<br />
XIII, “Rerun Novarum”. Juan XXIII, “Pacen<br />
in Terris”. Pablo VI, “Populorum Progressio”.<br />
Juan Pablo II, “Sollicitudo Rei<br />
Socialis”, “Laborem exrcens”, y “Centessimus<br />
annus”. Añadida a tan preclaros Documentos,<br />
la “Doctrina Social” de la Iglesia.<br />
Ahora, Benedicto XVI, intensifica los<br />
acentos, en conformidad con las realidades<br />
nuevas, y con la visión clara que él<br />
tiene de la problemática mundial... “La<br />
organización de la sociedad, viene a decir<br />
el Papa, no puede darse sin tener en<br />
cuenta al hombre, todo hombre, como hijo<br />
de Dios, de un Dios que es amor generoso<br />
y gratuito, que anhela el bien del hombre,<br />
de todos los hombres, y su realización<br />
personal integral.<br />
El Papa reafirma principios que no todos<br />
los economistas se atreven a proclamar.<br />
Por ejemplo: “La actual crisis obliga<br />
a adoptar nuevos estilos de vida, limitando<br />
el consumismo, abrazando la sobriedad”.<br />
“Los beneficios económicos han de<br />
repartirse teniendo en cuenta exigencias<br />
Revista Pasionario/272<br />
ético-cristianas que el evangelio reclama.<br />
Se requiere la gracia de Dios para realizar<br />
la justicia, teniendo como punto de<br />
partida la verdad y el amor...”.<br />
“DIGNA DEL PREMIO NOBEL”<br />
La Encíclica tuvo una acogida extraordinaria,<br />
sin apenas voces discrepantes, ya<br />
que resultaría difícil negar principios de<br />
por sí evidentes. El Consiliario General de<br />
la HOAC de España, la calificó de “sorprendente,<br />
hermosa, maravillosa”, sobre<br />
todo, por haber introducido en su texto<br />
conceptos tan bellos y evangélicos como el<br />
de “economía de solidaridad, o de don”. El<br />
banquero inglés Lord Griffiths afirmó que<br />
el documento papal “es un reto para crear<br />
una cultura de la prudencia, la responsabilidad<br />
y la integridad”. Otro banquero
italiano, Ettore Gotti, declaró que el Papa<br />
merece el Premio Nóbel de Economía, por<br />
haber sido el único que ha puesto en relación<br />
crisis y derrumbe de la natalidad, un<br />
tema que muchos economistas no tratan,<br />
porque lo consideran “un tema moral”.<br />
¿UNA ENCÍCLICA DIFÍCIL?<br />
Lo es, sin duda, por la complejidad de<br />
los temas que aborda, y por el lenguaje,<br />
no fácil de alcanzar “para todo fiel cristiano”.<br />
Con todo, es una Encíclica que proyecta<br />
luz sobre temas que a unos y a otros<br />
afectan, hoy más que nunca. Se requiere,<br />
ahora, no dejarla pasar así, sin más. Se<br />
requiere desmenuzarla, y ponerla también<br />
al alcance del pueblo fiel, de la gente<br />
más sencilla, con claridad y competencia.<br />
Al estilo de Jesús, en las parábolas de “el<br />
pobre Lázaro y el rico Epulón (Lucas<br />
16,19-31), y del “Buen Samaritano”<br />
(Lucas 10,30-37). Ambas parábolas,<br />
además de otras, pueden<br />
servir como ejemplos vivos<br />
sobre cómo poner en práctica<br />
puntos concretos en la Encíclica.<br />
No hace mucho, me hablaban<br />
de uno, entre tantos Supermercados,<br />
con salarios dignos, diálogo<br />
asiduo por parte de la directiva,<br />
con sus empleados, facilidad<br />
para escuchar y<br />
dar respuesta a sus necesidades<br />
domésticas...<br />
Otro buen punto de partida<br />
para evidenciar lo<br />
que la Encíclica expone,<br />
lo que la gente de la economía<br />
y de la calle necesitan<br />
saber y entender.<br />
FINALMENTE: Ignoramos hasta qué<br />
punto la “Caridad en la Verdad” haya influido,<br />
o pueda seguir influyendo, en la<br />
mente y en el corazón de los dirigentes y<br />
en la marcha de las diferentes economías,<br />
a nivel mundial. Pero sí cabe afirmar<br />
que el Papa Benedicto ha señalado horizontes<br />
nuevos, y depositado en el corazón<br />
de hombres y mujeres de buena voluntad<br />
una semilla que, sin duda, hará<br />
reflexionar a muchos, y cristalizará en<br />
flores y frutos, auténticos “retoños verdes”,<br />
para un mañana más humano y<br />
más feliz.<br />
✒ Miguel González, C.P.<br />
Suscriptor y amigo:<br />
Difunda su Revista, y nuestra, EL PASIONARIO, de cara ya al año<br />
2010.<br />
Es una Revista para la familia.<br />
Integre a algún amigo, convecino o conocido a la gran familia de<br />
la Revista Pasionario, la Revista de <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>.<br />
¡Gracias!<br />
Revista Pasionario/273
<strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, gratitud y súplicas<br />
■ “Desde hace más de 40 años soy devota<br />
de <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, a la que tengo mucho<br />
que agradecerle cada día. La miro, y me<br />
da fuerzas para continuar adelante.<br />
Agradezco hoy el favor recibido, y envío<br />
un donativo”. ■<br />
Revista Pasionario/274<br />
Inés C.B., Cáceres<br />
■ “Vengo desde Valencia para darle gracias<br />
a Sta. <strong>Gema</strong>. Ella me salvó a raíz de<br />
un accidente de moto, mortal. Me destrocé<br />
el cuello, mandíbulas, brazo y pierna,<br />
con lesión en el hígado y derrame. Ella<br />
me curó; no me quedaron secuelas, ni<br />
marca alguna. ¡Gracias, Sta. <strong>Gema</strong>!”. ■<br />
Nieta de A. Navarro (Aimar)<br />
■ “Gracias, Sta. <strong>Gema</strong>, por tus bondades<br />
para conmigo, para con mi familia”. ■<br />
Antonia Lara, Argamasilla de Alba<br />
■ “<strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, te pedí un gran favor y<br />
me lo has concedido. Recibo tu revista con<br />
gran alegría.” ■<br />
Magdalena Rodríguez,<br />
(Totana, Murcia)<br />
Sta. <strong>Gema</strong> que se venera<br />
en la Parroquia de San Juan, Cáceres.<br />
■ “Mi palabra, hoy, es de gratitud y súplica<br />
a un tiempo por mi mamá, recientemente<br />
fallecida, gran amiga de santa<br />
<strong>Gema</strong>. Ella, desde el cielo, nos sigue<br />
acompañando” ■<br />
Angelita López Borruel,<br />
Sabiñánigo, Huesca<br />
■ “Luego de cuatro años de diálisis, y de<br />
rezarle mucho a <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, mi sueño<br />
se hizo realidad. Al fin, recibí el riñón que<br />
me era imprescindible. Todos los días le<br />
doy gracias al Señor y a <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>;<br />
para mí, fue un auténtico milagro. Rezo<br />
mucho por mi donante” ■<br />
Carmen S.P., Madrid<br />
¡<strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>, acoge las súplicas<br />
y la gratitud<br />
de cuantos te invocan!<br />
Sta. <strong>Gema</strong>, en la Iglesia de los Agonizantes,<br />
Barcelona (Padres Camilos).<br />
(Archivo iconográfico de D. Francisco Salleras).
ONCE DE OCTUBRE<br />
SOLEMNE CANONIZACIÓN EN ROMA<br />
El Papa Benedicto XVI proclamará Santos, entre algunos otros, a: Damián de<br />
Molokay, apóstol de los leprosos. Francisco Coll, fundador de las Religiosas<br />
Dominicas de la Anunciata. Rafael Arnáiz, Monje Cisterciense.<br />
Damián de Molokay<br />
Patrono de los enfermos de lepra y de los<br />
enfermos de sida. Nació el tres de enero de<br />
1840, en Tremoloo, Bélgica. Desde muy niño<br />
manifestó una vocación misionera definida.<br />
A sus 19 años, ingresa en la Congregación<br />
de los Sagrados Corazones. En 1865, celebra<br />
su primera misa en Honolulu. Enseguida se<br />
dedica en cuerpo y alma a la atención pastoral<br />
de los más pobres, en aquellas islas del<br />
Gran Pacífico. Destinado a la isla de Molokay,<br />
en la que viven confinados aquellos enfermos<br />
“intocables”, a ellos consagra por entero<br />
su vida. Es entonces cuando escribe:<br />
“Señor, solo<br />
anhelo sufrir<br />
aún más por<br />
vuestro amor.<br />
Su gran alivio<br />
y compañía,<br />
en medio<br />
de tanta aflicción,<br />
el amor<br />
ardiente a Cristo,<br />
y la Eucaristía,siempre.<br />
Muere el 15 de abril de 1889, a los 49<br />
años. Su estatua, está oficialmente erigida<br />
en el Capitolio de Washington. Bélgica, declaró<br />
a Damián como “el belga más grande<br />
de su historia”. Benedicto XVI la proclamará<br />
“Santo” el once de octubre de 2009.<br />
Rafael Arnáiz<br />
Rafael, hombre de salud frágil, “santo<br />
desde siempre”, nació en Burgos, el 9 de<br />
abril de 1911. Antes de ingresar, una y otra<br />
vez, en el monasterio cisterciense de San<br />
Isidro de Dueñas, realiza estudios de arquitectura.<br />
Pero su preocupación primordial,<br />
fue siempre el amar ardientemente y servir<br />
sin condiciones a su Dios y Señor. Sacrificio,<br />
cruz, amor y alegría, en plena juventud,<br />
marcarán para siempre su joven existencia.<br />
Rafael muere en la Trapa de sus amores,<br />
con mucha paz, y<br />
“con solo Dios en el<br />
corazón”. Muere feliz,<br />
invocando a María<br />
“en la enorme e<br />
inmensa alegría de<br />
poseer la Verdad”.<br />
También será canonizado<br />
el once de<br />
octubre de 2009.<br />
Opción clara la<br />
de este joven universitario,<br />
religioso,<br />
siempre enfermo,<br />
pero siempre sonriente<br />
y feliz, optando<br />
por Cristo de manera incondicional, y<br />
entregando a Cristo, a su Verdad, el corazón<br />
y la vida.<br />
Francisco Coll<br />
Francisco, nace en Gombrén, Gerona, el<br />
18 de mayo de 1812. Luego de una infancia<br />
creyente, en un hogar feliz, y ya en plena juventud,<br />
hace su profesión como religioso dominico,<br />
en 1831. Le toca vivir tiempos por<br />
demás conflictivos en la España de entonces.<br />
Ordenado sacerdote, realiza una labor<br />
pastoral evangelizadora y misionera asidua,<br />
con amor y celo.<br />
Funda la Congelación<br />
de Dominicas<br />
de la Anunciata,<br />
para la<br />
educación, sobre<br />
todo, de los más<br />
pobres. Su muerte,<br />
el 2 de abril<br />
de 1875, a los 63<br />
años. Beatificado<br />
por el Papa Juan<br />
Pablo II en 1979,<br />
será elevado también<br />
a la gloria<br />
de los altares el<br />
próximo once de<br />
octubre.<br />
Revista Pasionario/275
Dos grandes amigos y servidores de <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>,<br />
descansan ya en la paz del Señor<br />
Revista Pasionario/276<br />
Padre Jeremías Rodríguez Pastrana<br />
La muerte del Padre Jeremías fue sorpresiva para todos,<br />
pues parecía imposible que el hombre dinámico, superactivo<br />
y siempre servicial llegara a faltar algún día.<br />
Falleció, en el Centro Médico de Oviedo, el 28 de julio de<br />
2009. Nacido en <strong>Santa</strong>s Martas, León, el 11 de septiembre<br />
de 1922, ingresó a los once años en el seminario pasionista<br />
de Peñafiel, Valladolid, siendo ordenado sacerdote en<br />
<strong>Santa</strong>nder, en 1944. El Padre Jeremías fue misionero, superior<br />
y formador de jóvenes en Portugal, donde era muy<br />
conocido y muy querido, por largos años. En 1963 regresó<br />
definitivamente a España, desempeñando aquí diversos<br />
ministerios como superior, formador y párroco. Superior de la comunidad pasionista,<br />
párroco y rector del Santuario de Sta. <strong>Gema</strong> de Madrid durante casi 20 años,<br />
dio gran impulso a la devoción a Sta. <strong>Gema</strong>, de la fue siempre devoto y admirador.<br />
Religioso y sacerdote servicial, abnegado, siempre dispuesto a acoger y servir, lo<br />
seguiremos recordando siempre, con recuerdo agradecido. Recordarlo, será también<br />
sentirnos estimulados por la ejemplaridad y el testimonio del Padre Jeremías<br />
Hermano Javier Castro Miranda<br />
El Hermano Javier, religioso pasionista, fiel servidor<br />
del Señor y de sus hermanos de comunidad, falleció en<br />
Madrid, la madrugada del 22 de julio de 2009, a los 81<br />
años.<br />
Nacido en Revellinos, Zamora, en 1928, ingresó en la<br />
congregación pasionista en 1952, como hermano coadjutor.<br />
Vivió la mayor parte de su vida religiosa en el santuario<br />
de <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong> de Madrid, desempeñando varios<br />
ministerios y servicios, siempre con afabilidad y espíritu<br />
de entrega, apreciado siempre por los religiosos de su comunidad<br />
y por los numerosísimos fieles que frecuentan el<br />
santuario. Su memoria perdura. Unos y otros, religiosos y fieles, seguiremos recordando<br />
siempre con afecto y agradecimiento al buen Hermano Javier.<br />
Calendario “<strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>” para el Año 2010<br />
Con lámina de Sta. <strong>Gema</strong> a todo color.<br />
Texto variado, mes a mes, en reverso.<br />
Pídalo ya a nuestra Administración
EL MUNDO, LA VIDA, LA IGLESIA<br />
CUBA HOY (visión panorámica de un creyente II)<br />
LA IGLESIA CUBANA SUFRE<br />
Cantidad de cubanos<br />
siguen abandonando su<br />
patria, por una o por otra<br />
vía. Tantas salidas ponen<br />
en evidencia el cansancio<br />
de la espera, afectando<br />
también en gran manera<br />
a la labor evangelizadora<br />
de la Iglesia.<br />
Muchos de los que se<br />
van son agentes laicos<br />
cualificados que han venido<br />
desarrollando una labor<br />
evangelizadora destacada<br />
y benemérita. De mi<br />
propia parroquia han salido<br />
buen número de estos<br />
agentes, que incluso<br />
ocupaban cargos de especial relieve en el<br />
Arzobispado o en la Conferencia Episcopal.<br />
Tanto al inicio de la Revolución como<br />
en los tiempos recientes, hemos perdido<br />
cristianos comprometidos con la Iglesia,<br />
en gran número. Y el éxodo continúa. Lamentablemente,<br />
se van también sacerdotes<br />
cubanos, cuando tanto necesita la<br />
Iglesia de ellos.<br />
Fácilmente es dable imaginar cuántos<br />
procesos de formación cristiana y de<br />
evangelización quedan interrumpidos, y,<br />
sobre todo, y esto es lo<br />
más triste, cuántas familias<br />
se rompen. Este fenómeno<br />
se da, tanto entre<br />
creyentes cristianos<br />
como entre los mismos<br />
miembros del partido comunista.<br />
CAPITAL HUMANO<br />
QUE SE PIERDE<br />
La gran emigración,<br />
está afectando en gran<br />
medida a la sociedad cubana<br />
actual, y afectará<br />
también, lógicamente, a<br />
la del futuro, habida<br />
cuenta de que un considerable número<br />
de estos emigrantes son jóvenes profesionales,<br />
quienes, desmotivados y desconfiados,<br />
deciden salid en búsqueda de<br />
horizontes más favorables para su futuro.<br />
Este éxodo de jóvenes en su gran mayoría<br />
inteligentes, bien preparados,<br />
constituye una sangría que ya se está<br />
notando en Cuba. “Incluso, afirma un<br />
pensador cubano, es una de las causas<br />
del decrecimiento y del envejecimiento<br />
de la población. Al parecer, para los más<br />
jóvenes, el arte de la espera<br />
que han venido practicando<br />
sus mayores, no es una opción<br />
que deseen seguir jugando<br />
por más tiempo”.<br />
Valdría, sin duda, la pena<br />
seguir analizando si la sociedad<br />
cubana puede dilatar indefinidamente<br />
tantas esperas,<br />
mientras ve desgajarse tantas<br />
de sus mejores ramas, de sus<br />
más frescos retoños.<br />
Por desgracia, aún sigue, y<br />
proseguirá, “el cansancio de la<br />
espera...”.<br />
✒ P. Carlos Elizalde,<br />
Misionero Pasionista en Cuba<br />
Revista Pasionario/277
Los más ancianos de la región norte de<br />
Camboya cuentan que cuando la luna comenzaba<br />
a esconderse por primera vez y las<br />
estrellas la guiaban<br />
hacia su nuevo lecho,<br />
el dios Oryza preguntó<br />
al sol, qué había ocurrido<br />
con aquellas semillas<br />
que lanzó con<br />
motivo de la fiesta de<br />
la creación del hombre.<br />
Le había encargado al<br />
astro solar y a la lluvia<br />
que cuidaran de<br />
ellas y las hicieran<br />
germinar, pues serían<br />
fundamentales para<br />
que su obra llegara a<br />
plenitud . Ninguno de<br />
los dos entendía cómo<br />
una cosa tan insignificante<br />
tenía tanta relevancia<br />
para su dios,<br />
hasta el punto de que Oryza soñaba con<br />
ellas y se levantaba cada día deprisa para<br />
contemplar los verdes campos inundados<br />
donde crecía el arroz. Las decía en bajito y<br />
con mucha ternura: “creced y multiplicaos”,<br />
poblad todas las regiones de la tierra. No<br />
le faltéis a ningún ser humano cada día.<br />
Por lo sencillas y humildes que sois os pondré<br />
en boca de todos y todos os conocerán.<br />
Seréis el primer plato de mi banquete.<br />
El arroz es la semilla de la oryza nativa.<br />
Existen cerca de 10.000 variedades de la<br />
misma. Hace unos 8.000 años comenzó a<br />
cultivarse, bien en la India o China, ya que<br />
el origen de su cultivo es incierto. De este<br />
cereal depende la alimentación de gran<br />
parte de la población mundial, sobre todo<br />
en Asia y en América Latina. También se<br />
da en otras regiones del planeta como Europa<br />
y África, al igual que en otros lugares<br />
pero sin ser tan básico para la alimentación<br />
del ser humano. Así como el trigo y la<br />
cebada son producidos masivamente en<br />
muchos países europeos, lo mismo ocurre<br />
con el arroz en otras regiones. Siendo el<br />
maíz y el trigo los más cultivados a nivel<br />
internacional.<br />
A pesar de su reducido tamaño, aporta la<br />
quinta parte de las calorías que se consumen<br />
en el mundo. El arroz es rico en pro-<br />
Revista Pasionario/278<br />
EL DIOS ORYZA<br />
teínas y contiene grandes cantidades de almidón.<br />
Para su elaboración, cuanto más<br />
amilasa contiene, más temperatura, agua y<br />
tiempo de cocción requiere.<br />
Como curiosidad hay<br />
que decir que su masa<br />
no puede emplearse en<br />
la elaboración de panes,<br />
ya que no contiene<br />
gluten.<br />
Dios se ha servido<br />
de lo más sencillo<br />
para poder alimentar<br />
al hombre desde<br />
los orígenes del<br />
mundo. Muchas cosas<br />
desapercibidas son las<br />
que constituyen la base<br />
sobre la que se sostiene<br />
el ser humano.<br />
Los cuatro elementos de la naturaleza: tierra,<br />
fuego, agua y aire, pasan inadvertidos<br />
sin darnos cuenta de que sin ellos no podemos<br />
vivir. ¿Acaso podríamos eliminar o sustituir<br />
alguno de los mismos sin que nuestras<br />
condiciones de vida cambiasen? Lo<br />
mismo sucede con el arroz para millones de<br />
personas, si lo elimináramos de su dieta,<br />
morirían.<br />
En nuestra cultura el arroz también se<br />
emplea en las bodas para ser lanzado a los<br />
recién casados. Esta tradición que tiene su<br />
origen en el lejano Oriente, simboliza<br />
abundancia y fertilidad. Con su llegada a<br />
Europa en la Edad Media pasó a significar<br />
también deseo de prosperidad. Sin querer<br />
estropear la fiesta a nadie, nunca mejor<br />
dicho, invito a que los novios se replanteen<br />
esta costumbre para evitar el desperdicio de<br />
un alimento que en muchas regiones del<br />
planeta supone la base de la subsistencia.<br />
Entregar unos kilos de arroz y no gastarse<br />
tanto dinero en el banquete, cediéndolo a algún<br />
comedor de transeúntes o asociación benéfica,<br />
haría al nuevo matrimonio más fértil<br />
en su generosidad con aquellos<br />
que les tocó casarse con la más<br />
fea, la pobreza.<br />
✒ Juan Carlos Prieto T.<br />
jukaprieto@hotmail.com
Franz Jägerstätter, mártir de la objección<br />
de conciencia, víctima del nazismo<br />
El 3 de septiembre de 1939 estallaba la “Segunda Guerra Mundial”, hizo exactamente en<br />
septiembre pasado 70 años. Los países implicados, han recordado aquella gran tragedia<br />
con diversos actos, y con hondos pesares. Manifestando también deseos de perdón y reconciliación,<br />
aún no plenamente alcanzados. En los cinco años de guerra, el régimen nazi<br />
mató a unos seis millones de judíos. De todos los países beligerantes murieron, en bombardeos<br />
y campos de batalla, muchos millones más.<br />
Javier Garralda, amigo y colaborador de nuestra revista, nos brinda hoy el testimonio,<br />
por él recopilado, de un hombre, cristiano de verdad, víctima de aquella gran tragedia, de<br />
la locura nazi.<br />
Agosto de 1943. En la prisión militar<br />
de Berlín-Tegel, un condenado a muerte<br />
traza con mano torpe las siguientes líneas:<br />
“Aunque escriba con las manos encadenadas,<br />
es preferible a tener la voluntad<br />
encadenada. A veces, Dios se manifiesta<br />
dando fuerza a quienes le aman y no anteponen<br />
las cosas terrenales a las realidades<br />
eternas. Ni el calabozo, ni las cadenas,<br />
ni siquiera la muerte pueden separar<br />
a alguien del amor de Dios, ni arrebatarle<br />
la fe y el libre albedrío. El poder<br />
de Dios es invencible”. Este “mártir de la<br />
conciencia” fue beatificado por la Iglesia<br />
el 26 de octubre de 2007, en presencia de<br />
su esposa, de 94 años de edad.<br />
UN HOMBRE BUENO,<br />
PERO FRÁGIL<br />
Franz (Francisco) Jägerstätter nace el<br />
20 de mayo de 1907, es hijo natural de<br />
Rosalía Huber, en <strong>Santa</strong> Radegonda, Alta<br />
Austria, muy cerca de la frontera alemana.<br />
En 1917, al casarse su madre con el<br />
granjero Heinrich Jägerstätter, es legitimado;<br />
será el heredero de la granja de su<br />
padrastro.<br />
A la edad de veinte años se gana la vida<br />
en una explotación minera. El joven se<br />
halla en un ambiente materialista y hostil<br />
a la Iglesia, lo que le provoca una crisis<br />
religiosa. Durante un tiempo deja de<br />
ir a Misa, pero enseguida volverá a la<br />
práctica cristiana; ésta probablemente in-<br />
suficiente, no le impiderá caer en pecado<br />
de infidelidad: en agosto de 1933 Franz<br />
es padre de una hija natural, de la que se<br />
ocupará de por vida. A pesar de ello decide<br />
pronto llevar una vida responsable.<br />
En el pueblo todos quieren y aprecian<br />
a Franz, por su disposición a ayudar. El 9<br />
de abril se casa con Franziska Schwanninger,<br />
que es una fervorosa cristiana de<br />
Revista Pasionario/279
Auschwitz, Torre principal<br />
de vigilancia del crematorio,<br />
“Puerta de la muerte”.<br />
comunión frecuente, una joven llena de<br />
encanto y buen humor. Franz ha encontrado<br />
la perla preciosa. Más tarde escribirá<br />
a su esposa: “Jamás pude imaginar<br />
que el matrimonio fuera algo tan hermoso”.<br />
Empujado por el ejemplo de Franziska,<br />
también él empieza a comulgar con<br />
frecuencia, lo que supone un giro crucial<br />
en su vida espiritual.<br />
POR FIDELIDAD<br />
A LA CONCIENCIA<br />
En 1933, Hitler toma el<br />
poder en Alemania y, muy<br />
pronto, las relaciones con<br />
Austria se vuelve tirantes.<br />
Monseñor Gföllner, en cuya<br />
diócesis se encuentra<br />
<strong>Santa</strong> Radegonda, constata<br />
la incompatibilidad entre la<br />
doctrina católica y la del nacionalsocialismo.<br />
Franz seguirá<br />
esa línea de conducta:<br />
no comprometerse con el neopaganismo.<br />
En 1938 es el<br />
único del pueblo que vota<br />
“no” en el plebiscito organizado<br />
por los nazis tras la<br />
anexión de Austria.<br />
Es llamado a filas, pero logra<br />
esquivar la movilización.<br />
A partir de 1941, Franz está<br />
decidido a no obedecer a una<br />
nueva llamada a servir en<br />
Revista Revista Pasionario/280<br />
Pasionario/280<br />
“Ángel caído”.<br />
Así el hombre,<br />
capaz de caer<br />
en los mayores<br />
abismos,<br />
cuando<br />
se aleja<br />
de Dios.<br />
los ejércitos del tercer Reich. Después de<br />
una larga y prudente reflexión, está convencido<br />
de que, si lo hace, cometerá pecado,<br />
al colaborar directamente en una<br />
guerra injusta. Algunos sacerdotes le<br />
aconsejan que transija.<br />
Por su parte, Franz hace penitencia,<br />
ayuna e intensifica sus oraciones. Pero<br />
de donde consigue la fuerza es, sobre todo,<br />
de la sagrada comunión (asiste diariamente<br />
a Misa). A su párroco que intentaba<br />
disuadirle de su negativa<br />
a incorporarse a filas,<br />
según cuenta este mismo<br />
sacerdote, le refutaba ci-<br />
tando la Escritura: “No hagamos<br />
el mal para conseguir<br />
el bien”.<br />
En 1942 Franz escribe:<br />
“¿Acaso significa lo mismo<br />
hoy en día hacer una guerra<br />
justa o injusta? ¿Hay algo<br />
peor que tener que asesinar<br />
y despojar de todo a hombres<br />
que defienden su patria,<br />
sólo para ayudar a que<br />
un poder anticristiano triunfe<br />
para establecer un imperio<br />
sin Dios?” Por otra parte<br />
piensa que prefiere arrostrar<br />
el peligro de muerte por sus<br />
convicciones, en vez del que<br />
comportaría luchar en el<br />
frente por ideas que no comparte.
MOVILIZADO POR EL<br />
EJÉRCITO NAZI<br />
El 25 de febrero de 1943 es movilizado<br />
por el ejército nazi y escribe al padre Karobath:<br />
“Debo anunciarle que quizás vaya<br />
a perder a uno de sus feligreses... Como<br />
nadie puede conseguir que me dispensen<br />
de cumplir una cosa que pondría en peligro<br />
mi salvación eterna, nada puedo cambiar<br />
respesto a mi resolución, que usted<br />
ya conoce”. El sacerdote comprende entonces<br />
la posición de su amigo y la aprueba.<br />
Desecha la posibilidad de esconderse<br />
porque haría peligrar a su familia.<br />
Se presenta en el cuartel el día 1 de<br />
marzo y el día 2 anuncia al oficial que rehúsa<br />
tomar las armas en razón de su oposición<br />
al nacionalsocialismo.<br />
Algunos de buena fe intentan disuadirle<br />
de su postura, y él dice “Tengo puesta mi<br />
confianza en Dios; si Él quiere que actúe de<br />
otro modo, me lo hará saber”. En la prisión<br />
militar hace apostolado entre otros que han<br />
rechazado empuñar las armas. Su esposa le<br />
escribe: “Querídisimo esposo:... que sea la<br />
voluntad de Dios, incluso si hace mucho daño...”.<br />
UNA GUERRA Y UNA CONDENA<br />
INJUSTAS<br />
En sus notas íntimas Franz escribe:<br />
“Intentan siempre doblegar mi resolución<br />
por el hecho de ser casado y de tener hijos.<br />
Sin embargo, el hecho de tener esposa<br />
e hijos, ¿convierte en buena una mala<br />
acción? O también, ¿acaso una acción se<br />
convierte en buena o en mala simplemente<br />
porque miles de católicos la realizan?<br />
¿De qué sirve pedir a Dios los siete<br />
dones del Espíritu Santo si de todos modos<br />
hay que practicar la obediencia ciega?<br />
¿De qué le sirve al hombre haber recibido<br />
de Dios inteligencia y libre albedrío si,<br />
como se pretende, no le corresponde a él<br />
discernir si esta guerra provocada por<br />
Alemania es justa o injsta?”.<br />
El 8 de agosto de 1943 le comunican la<br />
condena a muerte (no se le acepta su obje-<br />
Auschwitz, interior del crematorio,<br />
hoy reconstruido, para conmemorar a las víctimas<br />
del campo de concentración y de exterminio.<br />
ción de conciencia y se certiica su salud<br />
mental por lo que se le tiene que aplicar<br />
las leyes del Reich). Cuando es inminente<br />
su ejecución escribe a los suyos: “¡Me habría<br />
gustado tanto ahorraros todo este sufrimiento<br />
que debéis soportar por mi causa!...<br />
Pero ya sabéis lo que dijo Cristo: El<br />
que quiere a su padre, a su madre, a su esposa<br />
o a sus hijos más que a mí, no es digno<br />
de mí” (cf. Mt 10,37)”.<br />
HASTA DAR LA VIDA<br />
En su carta de despedida, escrita pocas<br />
horas antes de la ejecución, añade: “Doy<br />
gracias a nuestro Salvador por el hecho<br />
de poder sufrir e incluso morir por Él...<br />
Espero que Dios se digne aceptar la<br />
ofrenda de mi vida en sacrificio de expiación<br />
no solamente por mis pecados, sino<br />
también por los de los demás”. Luego recomienda<br />
que no se alimenten pensamientos<br />
de ira ni de venganza contra nadie:<br />
“Durante todo el tiempo que un hombre<br />
está vivo, es nuestro deber ayudarle<br />
con nuestro amor para que camine por el<br />
camino del Cielo”.<br />
A las 16 horas del 9 de agosto, Franz Jägerstätter<br />
es decapitado: el capellán de la<br />
prisión comenta: “Tengo la certeza de que<br />
ese hombre sencillo es el único santo que<br />
he tenido la oportunidad de encontrar en<br />
la vida”: Y la Iglesia corroborará oficialmente<br />
esa intuición beatificándolo el 26 de<br />
octubre de 2007, en presencia de su esposa<br />
de 94 años de edad.<br />
✒ Recopilado por Javier Garralda<br />
Revista Pasionario/281
OTRA JUVENTUD<br />
Siguiendo los pasos de Jesús<br />
Este verano, alguien entre nosotros<br />
tuvo la feliz idea de organizar una<br />
excursión a Tierra <strong>Santa</strong>. Éramos cincuenta<br />
y dos: tres padres pasionistas<br />
(Jesús Aldea, Lucas de Lama y Alberto<br />
Busto) y cuarenta y nueve entusiastas<br />
de la Familia Pasionista, cada vez más<br />
dinámica y más numerosa.<br />
Salíamos del aeropuerto de Barajas<br />
el viernes, 21 de agosto. Y cuando llegamos<br />
en vuelo directo a Tel Aviv, allí<br />
nos estaba esperando un autobús inconfundible.<br />
En el cristal frontal del<br />
mismo se podía leer: Grupo pasionista.<br />
O sea, nosotros.<br />
¿Hacia dónde nos dirigimos, señor<br />
conductor? Y la primera visita fue al<br />
lago de Tiberíades, en Galilea. Allí había<br />
estado un día, hace siglos, Jesús de<br />
Nazaret, observando cómo faenaban algunos<br />
pescadores. Y se quedó con sus<br />
nombres: Simón Pedro y su hermano<br />
Andrés. El Señor se dio cuenta de que<br />
tenían maña para echar las redes y les<br />
dijo: “Venid conmigo y os haré pescadores<br />
de hombres”. Casi nada. Le siguieron<br />
inmediatamente. ¿Y quién no?<br />
Siempre que los excursionistas llegábamos<br />
a un lugar, lo celebrábamos. Nos<br />
leían un pasaje de los evangelios que<br />
hacían referencia a aquel sitio. Después<br />
rezábamos, cantábamos y todos los días<br />
celebrábamos la Eucaristía. Allí, en el<br />
lago, recordamos también la llamada<br />
Revista Pasionario/282<br />
del divino Maestro a los tres curas que<br />
iban con nosotros, porque también Lucas,<br />
Alberto y Jesús escucharon un día<br />
la misma invitación que Pedro y Andrés:<br />
seguidme. Y le siguieron. ¡Bravo!<br />
Como no podía ser de otro modo, a<br />
continuación se produjo un aplauso.<br />
Seguramente en el cielo los santos pasionistas<br />
hicieron lo mismo. Era también<br />
el momento de pedir a Dios por<br />
las vocaciones al sacerdocio y a la vida<br />
consagrada. Alguien hizo la invitación<br />
en voz alta: “Para que Dios siga enviando<br />
obreros a su mies y la familia<br />
Pasionista crezca y se extienda aún<br />
más por el mundo entero, roguemos al<br />
Señor”.<br />
Otro día nos encaminamos al río Jordán.<br />
Y el padre Jesús Aldea repetía con<br />
nosotros el gesto de Juan, el precursor<br />
del Señor: llenaba sus manos de agua y<br />
la vertía sobre la cabeza de quienes se<br />
acercaban a él. Mientras tanto cantábamos.<br />
“Un solo Señor, una sola fe, un solo<br />
Bautismo, un solo Dios y hombre”.<br />
Había que soportar el calor, había<br />
que andar muchos kilómetros, pero<br />
todo se nos hacía llevadero cuando recordábamos<br />
que aquellos caminos,<br />
aquellas piedras, aquellas losas habían<br />
sido pisadas un día por el mismo Dios.<br />
No envidiábamos tampoco a los veraneantes<br />
de las playas. Nosotros habíamos<br />
escogido otro itinerario. Cerrabas
los ojos en el Cenáculo, en el Huerto de<br />
los Olivos, en la casa de Lázaro, y adivinabas<br />
la presencia estremecedora de<br />
Aquel que pasó por este mundo haciendo<br />
el bien.<br />
Fue precisamente en Betania donde<br />
encontramos un templo pasionista. El<br />
Padre Superior, polaco, nos abrió las<br />
puertas de par en par. La iglesia, muy<br />
sencilla, mostraba en el altar mayor retratos<br />
de San Pablo de la Cruz, de San<br />
Gabriel, de santa <strong>Gema</strong> Galgani y <strong>Santa</strong><br />
María Goretti.<br />
Pudimos sacar una fotografía todos<br />
juntos ante la fachada de la igle-<br />
sia. Allí terminaba prácticamente<br />
nuestra excursión, después de recorrer<br />
las estaciones del Vía Crucis por<br />
las calles empinadas de Jerusalén.<br />
Después de rezar en silencio y de rodillas<br />
en el mismo rincón donde nació<br />
el Niño Jesús, después ver de cerca<br />
la mesa de piedra donde el Señor<br />
multiplicó los panes y los peces, después<br />
de tocar la piedra que le vio resucitar.<br />
De vuelta a casa, nos daban<br />
ganas de repetir.<br />
✒ Alberto Busto<br />
Revista Pasionario/283
A guisa de tradición y leyenda que se<br />
pierde en la noche de los tiempos, en la<br />
biografía de <strong>Santa</strong> Rosa, muy querida<br />
en toda América, aparece el siguiente<br />
episodio...<br />
En la casa donde nació y murió la peruana,<br />
Rosa de Lima, hubo un espacioso<br />
huerto, en el cual edificó la santa un<br />
pequeño oratorio. Los embalses que las<br />
aguas de regadío forman son criaderos<br />
de miríadas de mosquitos, y como la<br />
santa no podía pedir al Señor que, a favor<br />
de ella, alterara las leyes de la na-<br />
<strong>Santa</strong> Rosa de Lima (1586-1617) fue la primera santa<br />
canonizada de la iglesia latinoamericana.<br />
Revista Pasionario/284<br />
turaleza, optó por parlamentar con los<br />
mosquitos. Así dejó dicho:<br />
–Cuando habité el oratorio, hicimos<br />
pleito homenaje los mosquitos y yo: yo,<br />
de que no los molestaría, y ellos, de que<br />
no me picarían ni harían ruido.<br />
Y el pacto se cumplió. Al alba, <strong>Santa</strong><br />
Rosa les decía: ¡Amiguitos id a alabar a<br />
Dios! Y empezaba un concierto de<br />
trompetillas, que sólo terminaba cuando<br />
la santa les decía: Ya vale, ahora vayan<br />
a buscar su alimento. Y obedientes<br />
se esparcían por el huerto. Al anochecer<br />
los convocaba, diciendo: ¡A<br />
recogerse amigos, formalitos<br />
y sin hacer ruido!<br />
LAS VISITAS<br />
NO ENTRAN<br />
EN EL PACTO<br />
Parece que alguna vez se<br />
olvidó la santa de dar orden<br />
de buen comportamiento a<br />
sus súbditos, porque habiendo<br />
ido a visitarla una<br />
señora llamada Catalina,<br />
los mosquitos se cebaron en<br />
ella. La señora dio una manotada<br />
y aplastó a un mosquito.<br />
–¿Qué haces hermana?,<br />
dijo la santa –Mis compañeros<br />
me matas de esa manera?<br />
–Enemigos mortales, que<br />
no compañeros, dijera yo<br />
–replicó la señora –¡Mira<br />
éste cómo se ha cebado en<br />
mi sangre y lo gordo que se<br />
puso!<br />
–Déjalos vivir, hermana,<br />
no me mates ninguno de estos<br />
animalitos, que te ofrez-
Su casa y huerta en la actualidad:<br />
foco de atracción de muchos devotos<br />
en todo el mundo.<br />
co no volverán a picarte, sino que tendrán<br />
contigo la misma paz y amistad<br />
que conmigo tienen.<br />
Y así fue, sin embargo, no todo el<br />
mundo se atrevía a visitarla, por miedo<br />
a los mosquitos.<br />
MIEDO A VISITARLA<br />
En otra ocasión, <strong>Santa</strong> Rosa, supo valerse<br />
de sus amiguitos para castigar los<br />
remilgos de Doña Frasquita Montoyo,<br />
muy presumida ella, que se resistía<br />
continuamente a acercarse al oratorio<br />
por miedo a las picaduras.<br />
–Pues tres te han de picar ahora. Uno<br />
en el nombre del Padre, otro en nombre<br />
del Hijo y otro en el nombre del Espíritu<br />
Santo.<br />
Y simultáneamente sintió la señora<br />
Montoya en el rostro el aguijón de tres<br />
mosquitos.<br />
No se cuenta más de lo que pasó a la<br />
señora Montoya y si después de lo ocurrido<br />
visitaría a <strong>Santa</strong> Rosa.<br />
LA MAMÁ Y EL GALLO<br />
Comprobando el dominio que tenía<br />
la santa sobre los animalitos, refiere<br />
el cronista Meléndez que la madre de<br />
nuestra santa criaba con mucho<br />
mimo un gallito que, por lo extraño y<br />
hermoso de la pluma, era la delicia<br />
de la casa. Enfermó el animalito y<br />
postrose de manera que la dueña<br />
dijo:<br />
–Si no mejora, habrá que matarlo<br />
para comerlo guisado...<br />
Entonces Rosa cogió al ave enferma y,<br />
acariciándola, dijo:<br />
–¡Pollito mío, canta de prisa, pues si<br />
no cantas te guisa!<br />
Y el pollito sacudió las alas, encrespó<br />
la pluma y muy regocijado soltó un<br />
¡Quiquiriquí! ¡Quiquiriquí!<br />
¡Qué buen escape el que dí!<br />
¡Quiquiricuando!<br />
¡Ya voy, que me están peinando!<br />
✒ Pepe Fernández del Cacho<br />
Revista Pasionario/285
Revista Pasionario/286<br />
Beca a <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong> Galgani<br />
(En memoria del Padre Leandro G. Monge, Pasionista)<br />
Nieves y Ana (Madrid) 40 €<br />
Asunción Martínez Menéndez (Asturias) 30 €<br />
Paquita Orti (Barcelona) 08 €<br />
Rosa María Yestera Perez (—) 10 €<br />
Inmaculada Vega (Tenerife) 20 €<br />
Matilde Cruz Vadillo (Merida) 20 €<br />
Un devoto (Asturias) 30 €<br />
Trinidad Monzo (La Font de Encarroz,Valencia) 20 €<br />
Elvira Prieto (Madrid) 50 €<br />
Inmaculada Vega (Sta. Cruz de Tenerife, Canarias) 50 €<br />
Una devota (Madrid) 20 €<br />
Ángela Padorno (Madrid) 50 €<br />
Esta Beca se destina a la formación de jóvenes aspirantes al sacerdocio<br />
y a la vida pasionista, en España y América. Colaboradores y amigos<br />
de nuestras Misiones, ¡muchas gracias!<br />
Agradecen y piden Favores a <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong><br />
Nieves y Ana (Madrid), Paquita Baltar Pérez (Asturias),<br />
Francisca Fite Salles (Madrid), Inés Castela Barroso (Caceres),<br />
Francisca Suárez Rodríguez (Asturias), José García<br />
Camino (Andorra), Vicenta Caballer Campos (Valencia),<br />
María Carruana Muñoz (Madrid), Vicenta Pérez Gómez<br />
(Madrid), Dolores Jiménez Sánchez (Badajoz), Juan<br />
José Pavón García (Sevilla), Dolores y Alberto Arroyo<br />
(Madrid), Ángela Padorno (Madrid),<br />
Cuantos agradecen y piden favores a <strong>Santa</strong> <strong>Gema</strong>,<br />
si desean salir en esta página,<br />
deben dirigirse a REVISTA PASIONARIO, C/ Leizarán, 24. 28002. Madrid.<br />
Descansan para siempre en el Señor<br />
Fuensanta Cañamero García (Madrid), Severino García<br />
Renedo (Burgos), José López (Hellín, Albacete), Leonor<br />
Cuervo Candado (Gijón, Asturias), Melchor Moreno Fernández<br />
(Sta. Marina de Torre, León), María Garcia Santiago(Madrid),<br />
Marcelina Ramiro Ramiro (Madrid), Amasvindo<br />
Albuerne Marquez (Asturias), Manuela García Macho,<br />
madre de nuestro colaborador P. Pablo García (en Palencia), Eusebia<br />
Martín, madre del religioso pasionista P. Fernando Martín,<br />
en Fuentidueña, Segovia.<br />
Por su eterno descanso celebramos la <strong>Santa</strong> Misa<br />
en el Santuario el último sábado de mes a las seis de la tarde.
CAPÍTULO (ASAMBLEA) PROVINCIAL PASIONISTA 2009<br />
La Provincia Religiosa Pasionista “Preciosísima Sangre” –Madrid, Castilla y León,<br />
Asturias, Cantabria, y en América, Chile, Bolivia, Ecuador y Panamá– celebró su<br />
Capítulo o Asamblea Provincial, en <strong>Santa</strong>nder, los días 22 al 31 del mes de julio<br />
pasado. En ella, se analizaron situaciones y se renovaron directrices para la vida y el<br />
apostolado de los religiosos, para los próximos cuatro años. Se procedió, además, a la<br />
renovación del Consejo Provincial, que quedó integrado por los religiosos:<br />
3 5 1 4 2<br />
1. P. José María Sáez Martín, SUPERIOR PROVINCIAL<br />
2. P. Jesús Aldea Peñalba, Consultor por la zona de España<br />
3. P. Gabriel García Báez, Consultor por la zona de Chile<br />
4. P. José María Hernando Yague, Consultor por la zona de Bolivia<br />
5. P. Rafael Sánchez Álvarez, Consultor por la zona Ecuador-Panamá.<br />
¡Felicidades! Al Superior Provincial, P. José María, y a su Consejo, al tiempo que<br />
pedimos para ellos al Señor clarividencia y fortaleza para seguir alentando el espíritu<br />
y la vida de esta parcela de la viña del Señor que es nuestra Provincia Religiosa.<br />
Religiosos pasionistas participantes en el Capítulo Provincial celebrado en Las Presas,<br />
Cantabria, con el Sr. Obispo de <strong>Santa</strong>nder, D. Vicente Jiménez.