EL DUENDE 2.pdf - Colegio San Patricio
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Volumen 1, nº 2 El Duende<br />
El Trébol. Espacio literario. http://eltreboldesanpatricio.blogspot.com<br />
Esta sección permanente está pensada para publicar alguno de los trabajos<br />
de los alumnos. En cada número habrá una pequeña selección a través de la<br />
cual intentaremos que quede reflejado el trabajo de todos los cursos.<br />
Además de los que aparezcan aquí puntualmente, se pueden leer valiosos<br />
trabajos de todos los compañeros en el nuevo rincón literario en forma de<br />
blog que se ha abierto. Aunque el periódico es quincenal, el blog permanece<br />
abierto y se irá actualizando con más continuidad, así que os invitamos a<br />
pasaros por él.<br />
El rapto de una estrella<br />
Carmen Tapia. 1º Bach.<br />
Yo no sabía su nombre, pero tampoco ella. En medio de la humeante tragedia que se respiraba<br />
en el ambiente ella resplandecía como una estrella. Así que decidí que ese sería su nombre:<br />
-¿Qué te pasa cariño? ¿Estás bien?<br />
-¿Cómo? Yo... yo... ¿Te conozco?<br />
-Sí, Estrella, soy yo. Bruno, tu marido. Me enteré de esto y vine a buscarte.<br />
-¿Cómo sé que eres mi marido?-la pregunta me pilló de sorpresa. Saqué la foto de Anabel y mía<br />
en nuestra boda de la cartera. Con su mirada dulce y su cabello de paja recogido en un elegante<br />
moño se parecían significantemente. En realidad, casi podrían haber pasado por hermanas. Cogí<br />
la linterna y le examiné las pupilas.<br />
Su mirada estaba nublada por la confusión, y probablemente también por el traumatismo craneoencefálico.<br />
Trabajando en una ambulancia, ves a menudo golpes de ese tipo. El choque entre los<br />
dos trenes estaría en portada de todos los periódicos al día siguiente y seguramente aquella diosa<br />
de cabellos despeinados y harapos tendría personas que estarían muy preocupadas por ella.<br />
Miré a mi alrededor, observando las pilas de cadáveres y todas las víctimas desorientadas que<br />
pululaban alrededor y debajo de los trenes buscando probablemente a sus seres queridos. Tomé<br />
la única decisión que un hombre con sentido común tomaría.<br />
¿Sería únicamente una amnesia pasajera causada por el espantoso espectáculo que había presenciado?<br />
Deseé fervientemente que fuera permanente. Montada en el asiento de copiloto de la<br />
ambulancia, Estrella trataba de saciar su curiosidad.<br />
-¿Por qué iba en el tren?- decía dulcemente mientras se acariciaba consternada el vendaje que<br />
la envolvía la cabeza. En la parte de atrás de la ambulancia llevaba a mis compañeros y a dos<br />
heridos de gravedad. Les dejaría en el hospital y les diría que iba a volver al accidente a intentar<br />
ayudar.<br />
-Ibas a visitar a mi madre. Lo mucho que se va a preocupar cuando se entere de esto. Con lo que<br />
ella te quiere. ¡Es como una madre para ti! Teniendo en cuenta que tus padres murieron en aquel<br />
terrible incendio cuando eras pequeña, nunca habías tenido una figura materna - improvisé.<br />
-Una cosa, ¿tenemos hijos?-su voz parecía quebrarse al imaginarse a sus posibles pequeños y sus<br />
dedos se entrelazaban nerviosamente.<br />
-No, todavía no. Nos casamos el año pasado y habíamos decidido esperar otro año más para los<br />
niños para poder disfrutar el uno del otro un poco más - La más brillante de las ideas cruzó mi<br />
Página 16<br />
“- ¿CÓMO SÉ<br />
QUE ERES MI<br />
MARIDO? - LA<br />
PREGUNTA ME<br />
PILLÓ DE<br />
SORPRESA.”